Bible Commentaries
1 Samuel 11

Comentario de ClarkeComentario Clarke

Versículo 1

CAP�TULO XI

Nahas, rey de los amonitas, asedia Jabes de Galaad y

propone a sus habitantes las condiciones m�s degradantes de

paz, 1, 2.

Ellos piden ayuda a sus hermanos, 3, 4.

Sa�l se entera de su angustia, toma una yunta de bueyes, los descuartiza

y los env�a a las costas de Israel, con la amenaza de que todos los

que no se unieran a su bandera, se les servir�a de la misma manera.

�por lo que �pronto se encuentra a la cabeza de un ej�rcito de trescientos treinta

mil hombres, 5-8.

Env�a a Jabes de Galaad y promete ayuda, 9, 10.

Sa�l ataca a los amonitas a la ma�ana siguiente, y les provoca

�un derrocamiento total, 11.�

El pueblo est� muy animado, y se propone dar muerte a

a los que se oponen al gobierno de Sa�l, pero �ste lo impide, 12, 13.

Samuel conduce al pueblo a Gilgal: ofrecen sacrificios, y

renuevan el reino a Sa�l, 14, 15.

NOTAS SOBRE EL CAP. XI

Vers�culo 1 Samuel 11:1 . Nahas el amonita.��En la Vulgata este cap�tulo comienza as�: Et factum est quasi post mensem , "Y sucedi� como un mes despu�s". Esta adici�n aparece tambi�n en las copias principales de la Septuaginta ; aunque falta en la edici�n complutense, tanto en griego como en lat�n , y no es reconocido por ninguna de las versiones orientales . Pero est� en Josefo , y probablemente fue insertado por �l en algunas copias de la Septuaginta , y de all� en la Vulgata . Parece ser de muy poca autoridad.�Sabemos poco acerca de Nahash ; hubo un rey de este nombre entre los amonitas en la �poca de David, 2 Samuel 10:2 , pero probablemente no sea la misma persona. Nahash podr�a haber sido un nombre com�n de los reyes amonitas.

Haz un pacto con nosotros.��Descubrieron que no estaban en condiciones de arriesgarse a una guerra; y desean tener paz, y desean conocer sus condiciones.

Versículo 2

Vers�culo 1 Samuel 11:2 . Puedo empujar todos tus ojos derechos.�Esta cruel condici�n servir�a a la vez como una insignia de su esclavitud , y un medio para incapacitarlos para que no sean guerreros efectivos. Theodoret observa: "El que opone su escudo al enemigo con la mano izquierda, oculta as� su ojo izquierdo y mira a su enemigo con el ojo derecho; por lo tanto, quien arranca ese ojo derecho hace que los hombres sean in�tiles en la guerra". Josefo da la misma raz�n.

Versículo 3

Vers�culo 1 Samuel 11:3 . Danos siete d�as de respiro.�Tales promesas se hacen con frecuencia en los lugares sitiados: "Nos rendiremos si no somos relevados en tantos d�as;" y tales condiciones son generalmente recibidas por los sitiadores.

Versículo 4

Vers�culo 1 Samuel 11:4 . Luego vinieron los mensajeros a Gabaa.��No parece que la gente de Jabes-galaad supiera nada del nombramiento de Sa�l para el reino, porque el mensaje no est� dirigido a �l sino al pueblo .

El pueblo alz� la voz y llor�. �No vieron esperanza de liberaci�n, y esperaban que su oprobio recaer�a sobre todo Israel.

Versículo 5

Vers�culo 1 Samuel 11:5 . Sa�l vino detr�s de la manada.��Hab�a sido educado en la vida agr�cola, y despu�s de su consagraci�n volvi� a ella, esperando una llamada de la divina providencia, que consideraba haber recibido ahora en el mensaje de Jabes de Galaad.�Se ha observado a menudo que los reyes poderosos y los generales consumados han sido elegidos entre los que se dedicaban a la agricultura. En estas observaciones se pierde de vista un hecho, a saber, que en la antig�edad la agricultura era el �nico empleo. El comercio apenas se conoc�a; por lo tanto, todas las descripciones de las dignidades oficiales deb�an ser elegidas de esta clase, ya que no hab�a ninguna otra para elegirlas. No debemos asombrarnos de estas palabras del poeta: -

Jura dabat populis posito modo consul aratro;

Pascebatque suas ipse senator oves.

"El c�nsul, habiendo dejado a un lado su arado,

da leyes al pueblo;

Y el senador mismo alimenta a sus propias ovejas".

OVID, Fast. lib. i., v. 204-207.

Versículo 6

Vers�culo 1 Samuel 11:6 . El Esp�ritu de Dios vino sobre Sa�l.�Se sinti� muy emocionado de intentar el socorro de sus hermanos.

Y su ira se encendi� en gran manera. �Creo que esto no significa m�s que�su coraje estaba muy excitado : se sent�a fuerte para la lucha y confiado en el �xito.

Versículo 7

Vers�culo 1 Samuel 11:7 . Tom� un yugo de abierto.�El env�o de los pedazos de los bueyes fue un acto similar al del levita, Jueces 19:29 , donde ver la nota. Y ambas costumbres son similares al env�o de la cruz sangrienta , para llamar a los clanes a la batalla, practicada por los antiguos Highlanders de Escocia. V�ase al final de este cap�tulo. 1 Samuel 11:15

Versículo 8

Verso 1 Samuel 11:8 . Los hijos de Israel fueron trescientos mil, y los varones de Jud� treinta mil. �Este era un vasto ej�rcito, pero la Septuaginta lo hace a�n m�s: "Todos los hombres de Israel eran ????????? ????????, SEISCIENTOS mil; y los hombres de Jud� ??????????? ????????, SETENTA mil". Josefo va a�n m�s lejos con el n�mero de los israelitas: "Encontr� que el n�mero de los que hab�a reunido era ??????????? ???????? SETECIENTOS mil". A los de la tribu de Jud� los hace setenta mil, con la Septuaginta. Estos n�meros no son del todo correctos; y sospecho que incluso el texto hebreo est� exagerado, por error o designio de alg�n escriba antiguo.

Versículo 10

Vers�culo 1 Samuel 11:10 . Ma�ana saldremos a vosotros.��Ocultaron la informaci�n que hab�an recibido de la ayuda prometida de Sa�l. Salieron a ellos; pero fue de manera diferente a lo que esperaban los amonitas.

Versículo 11

Vers�culo 1 Samuel 11:11 . Ponga a la gente en tres compa��as.��Con la intenci�n de atacar a los amonitas en tres puntos diferentes, y dar a sus propios hombres m�s espacio para actuar.

En la vigilia de la ma�ana.�Probablemente comenz� su marcha al anochecer, pas� el Jord�n por la noche y lleg� al campamento de los amonitas al amanecer.

Que no se quedaron dos juntos.�Esto prueba que la derrota fue completa.

Versículo 12

Vers�culo 1 Samuel 11:12 . �Qui�n es el que dijo: Ha de reinar Sa�l?�Ahora, exaltados por la victoria y orgullosos de su l�der, quisieron darle una prueba de su apego al matar, incluso a sangre fr�a, a las personas que al principio se opon�an a que se le confiara con el poder supremo! El soldado raso casi nunca se siente inspirado por su victoria a actos de magnanimidad ; ha derramado sangre, �quiere derramar m�s!

Versículo 13

Vers�culo 1 Samuel 11:13 . No se dar� muerte a nadie.�Esto fue tanto para el cr�dito de Sa�l como la �ltima medida propuesta fue para el descr�dito de sus soldados.

Versículo 14

Vers�culo 1 Samuel 11:14 . Renueva el reino.��La unci�n de Sa�l, en primera instancia, fue un acto muy privado; y su nombramiento para ser rey no fue conocido por la gente en general. Ahora se hab�a mostrado digno de mandar al pueblo; y Samuel aprovecha esta circunstancia para obtener el consentimiento general a su favor. Josefo dice que Saulo fue ungido por segunda vez en esta convocatoria.

Versículo 15

Vers�culo 1 Samuel 11:15 . All� hicieron rey a Sa�l.��Es probable, a partir de estas palabras, que Sa�l fuera ungido por segunda vez; ahora era reconocido p�blicamente, y no hab�a quien lo ganara. Hasta aqu� Sa�l actu� bien, y el reino parec�a estar confirmado en su mano; pero pronto, por imprudencia, lo perdi�.

Sobre la costumbre a la que se refiere� 1 Samuel 11:7 ,

me favorecen las siguientes observaciones de un erudito corresponsal: -

"Se considera que la autenticidad de los registros relativos a un pueblo peculiar no puede ser mejor ilustrada, ni la fidelidad del historiador m�s claramente comprobada, que probando que los usos y costumbres registrados est�n al un�sono con, o tienen una semejanza con, los usos y costumbres de otras naciones de la misma antig�edad; o, lo que puede ser m�s correcto, en un estado similar de mejora; y los registros de tales ritos y costumbres pueden posiblemente adquirir una marca adicional de autenticidad, cuando la similitud no es tan exacta como para admitir una presunci�n de que las costumbres de una naci�n fueron simplemente copiadas de la otra.

"Sir Walter Scott, en el tercer canto de la Dama del Lago, describe los ritos, conjuros e imprecaciones, utilizados antes de que circulara la cruz de fuego, para convocar a los rudos guerreros de la antig�edad al servicio de su jefe; y en la primera nota de este canto alude a esta antigua costumbre que, en tiempos comparativamente modernos, se ha utilizado en Escocia, y prueba que un castigo similar de muerte o destrucci�n de las casas por desobedecer la convocatoria era infligido por los antiguos escandinavos, seg�n recoge Olaus Magnus, en su historia de los godos. Se puede encontrar una costumbre a�n m�s en el punto que la citada que ha existido en una naci�n m�s antigua, cuya historia se supone que es la m�s, si no la �nica narraci�n aut�ntica de los hechos de los tiempos antiguos, y que tambi�n registra las costumbres sanguinarias de las naciones incultas; v�ase el cap�tulo anterior, primeros ocho versos.�??????? 1 Samuel 10:1,�La similitud de la costumbre se encuentra en el s�ptimo verso; con los monta�eses se mataba una cabra; con los israelitas, un buey. La exhibici�n de una cruz manchada con la sangre del animal sacrificado era la convocatoria de los primeros, mientras que parte del animal era el mandato de los segundos. La desobediencia en una naci�n era castigada con la muerte de las partes, y la quema de sus viviendas; en la otra, el castigo era m�s simple, y m�s alusivo al emblema sacrificado, la p�rdida o destrucci�n de sus bueyes. No es dif�cil juzgar si la comparaci�n es correcta.

"Los primeros versos registran las pr�cticas sanguinarias de los tiempos antiguos, que para muchos aparecen simplemente como la gratificaci�n de la venganza, o como pruebas de la victoria; Sin embargo, cuando se considera que el ojo derecho debe ayudar principalmente al guerrero a apuntar a su adversario, ya sea el arma de la guerra antigua o moderna, aqu� surge una raz�n militar, que corrobora la verdad de la historia, para la privaci�n, y en cierto grado la disminuci�n de la crueldad de la mutilaci�n, que se incrementar�a si fuera causada por la venganza o el desenfreno; aunque Nahas declara que es un reproche para todo Israel. "

Información bibliográfica
Texto de la bibliografía=Clarke, Adam. "Comentario sobre 1 Samuel 11". "El Comentario de Adam Clarke". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/acc/1-samuel-11.html. 1832.