Mientras David est� ausente con el ej�rcito de Aquis, los amalecitas
invaden Siclag, y la queman con fuego, y llevan cautivas
las esposas de David y las de sus hombres, 1, 2.
David y sus hombres regresan y, al encontrar el estado de desolaci�n
de su ciudad, est�n muy afectados, 3-5.
Los hombres se amotinan y amenazan con apedrear a David,�
que se alienta en el Se�or, 6.
David consulta al Se�or, y se le indica que persiga a los
amalecitas, con la promesa de que lo recuperar� todo, 7, 8.
�l y sus hombres comienzan la persecuci�n, pero doscientos, por
el cansancio se ven obligados a quedarse en el arroyo de Besor, 9, 10.
Encuentran a un egipcio enfermo, que los dirige en su persecuci�n,
11-15.
David encuentra a los amalecitas seguros, festejando el bot�n que hab�an tomado;
ataca y destruye a todo el ej�rcito, excepto a cuatrocientos
que escapan en camellos, 16, 17.
Los israelitas recuperan a sus mujeres, sus familias y todos
sus bienes, 18-20.
Llegan a los doscientos que estaban tan d�biles que no pod�an
perseguir al enemigo, con los que se reparten el bot�n, y
esto se convierte en un estatuto en Israel, 21-25.
David env�a parte del bot�n que hab�a tomado a diferentes
ciudades jud�as, que hab�an sufrido por la incursi�n de los
amalecitas, y donde David y los suyos acostumbraban a
a recurrir, 26-31.
NOTAS SOBRE EL CAP. XXX
Vers�culo 1 Samuel 30:1 . Al tercer d�a.��Este era el tercer d�a despu�s de haber dejado al ej�rcito filisteo en Afec. Calmet supone que Afec estaba distante de Siclag m�s de treinta leguas.
Los amalecitas hab�an invadido.��Se trataba, sin duda, de una horda depredadora itinerante que, aprovechando la guerra entre los filisteos y los israelitas, saque� varias ciudades desprotegidas, entre ellas Siclag. Es probable que no se hayan enterado de lo que David hizo a algunas de sus tribus, pues de lo contrario se habr�an vengado matando a todos los que encontraron en Siclag.
Vers�culo 1 Samuel 30:4 . Lloraron, hasta que ya no tuvieron fuerzas para llorar. �Esto marca una gran angustia; lloraron, como dice la Vulgata, hasta que les faltaron las l�grimas.
Vers�culo 1 Samuel 30:6 . El pueblo habl� de apedrearlo.��David hab�a hecho mucho para civilizar a esos hombres; pero descubrimos por esto de qu� esp�ritu revoltoso y feroz eran; y sin embargo sent�an fuertemente los lazos del afecto natural, "cada uno se aflig�a por sus hijos y por sus hijas".
David se alent� en el Se�or. �Descubri� que pod�a confiar muy poco en sus hombres; y, como era consciente de que este mal no hab�a sucedido ni por su negligencia ni por su locura, vio que pod�a esperar con m�s confianza el socorro de su Hacedor.
Vers�culo 1 Samuel 30:7 . Tr�eme ac� el efod. �Parece como si David se hubiera puesto el efod, y consultado al Se�or por s� mismo; pero es m�s probable que haya pedido�que Abiatar lo hiciera.
Vers�culo 1 Samuel 30:9 . El arroyo Besor.�Este ten�a su nacimiento en la monta�a de Idumea, y ca�a en el Mar Mediterr�neo m�s all� de Gaza. Algunos suponen que fue lo mismo con el r�o del desierto, o el r�o de Egipto. El sentido de este vers�culo y el siguiente es que cuando llegaron al arroyo Besor, se encontraron doscientos de sus seiscientos hombres tan agotados por la fatiga que no pod�an seguir adelante. El equipaje o las cosas se dejaban all�, 1 Samuel 30:24 , y se les nombraba para que lo guardaran.
Vers�culo 1 Samuel 30:13 . Mi amo me dej�, porque hace tres d�as me enferm�. �Esto fue muy inhumano: aunque ten�an suficiente bot�n, y sin duda suficientes asnos para llevar a los inv�lidos, sin embargo, dejaron que este pobre hombre muriera; y Dios los visit�, ya que hizo de esta misma persona el medio de su destrucci�n, por la informaci�n que pudo dar a David y sus hombres.
Vers�culo 1 Samuel 30:14 . Sobre el sur de los cereteos.�Calmet y otros sostienen que los ???? kerethi , que, sin las puntas, podr�a leerse Creti , no solo eran en este momento filisteos , sino que eran abor�genes de Creta , de donde tomaron su nombre�los cereteos o cretenses , y son aquellos de quienes habla Sofon�as, Sofon�as 2:5 : �Ay de los habitantes de las costas del mar, la naci�n de los cereteos !�Y por Ezequiel, Ezequiel 25:16 : He aqu�, yo extender� mi mano sobre los filisteos, y exterminar� a los queretim . En 2 Samuel 15:18 encontramos que los cereteos formaban parte de la guardia de David.
Al sur de Caleb.�En alg�n lugar alrededor de Quiriat-arba , o Hebr�n, y Quiriat-sefer ; estando estos en posesi�n de Caleb y de sus descendientes.
Vers�culo 1 Samuel 30:15 . J�rame.�Al final de este vers�culo, la Vulgata, el sir�aco y el �rabe a�aden que David le jur� . Esto no se expresa en hebreo , pero est� necesariamente impl�cito.
Vers�culo 1 Samuel 30:16 . De la tierra de los filisteos.��Es evidente que estos amalecitas eran enemigos de los filisteos, pero ciertamente no se sigue de esto que aquellos a quienes David destruy� tambi�n fueran enemigos. Esto, creo, ha sido asumido demasiado apresuradamente por el Dr. Chandler y otros, para reivindicar mejor el car�cter de David.
Vers�culo 1 Samuel 30:17 . No escap� ni un hombre de ellos.��Es bien sabido por todo lector cuidadoso de la Biblia, que los amalecitas eran un pueblo proscrito, incluso por Dios mismo, y que al extirparlos se supon�a que David cumpli� la voluntad expresa de Dios. Pero todo esto depende de si tuvo una comisi�n expresa para hacerlo, recibida del mismo Dios, como la tuvo Sa�l.
Vers�culo 1 Samuel 30:20 . Y David tom� todos los reba�os.��l y sus hombres no s�lo recuperaron todas sus propiedades, sino que recuperaron todo el bot�n que estos amalecitas hab�an tomado del sur de Jud�, los cereteos y el sur de Caleb. Cuando esto fue separado del resto, fue dado a David, y llamado bot�n de David .
Vers�culo 1 Samuel 30:22 . Hombres de Belial.��Esta es una expresi�n com�n para denotar a los amargos , los �speros , los severos , los ociosos y los profanos .
Vers�culo 1 Samuel 30:23 . Lo que el Se�or nos ha dado.��l atribuye muy apropiadamente esta victoria a Dios; el n�mero de los amalecitas era mucho mayor que el suyo. De hecho, tantos huyeron en camellos como los que hab�a en todo el ej�rcito de David.
Vers�culo 1 Samuel 30:25 . La hizo estatuto y ordenanza para Israel.�Nada puede ser m�s justo y propio que esta ley: el que se queda en casa para defender la casa y la propiedad, tiene igual derecho al bot�n tomado por los que salen a la guerra. Hubo una pr�ctica de este tipo entre los israelitas mucho antes de este tiempo; ver N�meros 31:27 ; Josu� 22:8 ; y la nota sobre este �ltimo vers�culo. Josu� 22:8 .
Hasta el d�a de hoy. Este es otro indicio de que este libro fue compuesto mucho despu�s de los hechos que conmemora. V�ase la hip�tesis en el prefacio.
Vers�culo 1 Samuel 30:26 . A los ancianos de Jud�.��Estas fueron las personas entre las que habit� durante su destierro, y que le hab�an dado cobijo y protecci�n. La gratitud requer�a estos regalos.
Vers�culo 1 Samuel 30:27 . A los que estaban en Bet-el.�Esto fue en la tribu de Efra�n.
Ramot del Sur.�Llamada as� para distinguirla de Ramot de Galaad , m�s all� del Jord�n. Esta Ramot pertenec�a a la tribu de Sime�n , Josu� 19:8 .
En Jatir.�Calmet supone que es lo mismo que �ter , Josu� 15:42 , pero m�s probablemente Jattir , Josu� 15:48 . Estaba situada en las monta�as y pertenec�a a Jud� .
Vers�culo 1 Samuel 30:29 . Los que estaban en Racal.��No sabemos d�nde fue este lugar; no se menciona en ninguna otra parte de la Biblia. Calmet conjetura que Hachilah , 1 Samuel 23:19 , puede ser el mismo lugar; aqu� sabemos que David se ocult� por alg�n tiempo, hasta que los zifeos trataron de entregarlo a Sa�l. 1 Samuel 23:19
Las ciudades de los Jerameelitas.��Ver antes,� 1 Samuel 27:10 .
Y-las ciudades de los quenitas.��Una extensi�n muy peque�a en la costa sur del Mar Muerto .
Vers�culo 1 Samuel 30:30 . Horma.��El nombre general de aquellas ciudades que pertenecieron a Arad , rey de Cana�n; y fueron dedicados a la destrucci�n por los hebreos, y por eso los llamaron Hormah . Ver N�meros 21:1 .
En Corasan.�Probablemente el mismo que Ashan en la tribu de Jud� : verJosu� 15:42 . Posteriormente fue cedida a Sime�n , Josu� 19:7 .
Para los que estaban en Acta.��Probablemente lo mismo que �ter , Josu� 19:7 .
Vers�culo 1 Samuel 30:31 . Para los que estaban en Hebr�n.�Este era un lugar fuertemente ligado a David, y David a �l, y el lugar donde fue proclamado rey, y donde rein� m�s de siete a�os antes de la muerte de Ishbosheth, el hijo de Sa�l, que era, por aquel entonces, su competidor en el reino.
El hecho de que David enviara regalos a todos estos lugares, no s�lo muestra su sentido de gratitud, sino que el bot�n que tom� de los amalecitas debe haber sido sumamente grande. Y tambi�n aprendemos de esto que David residi� en muchos lugares que no se mencionan en la historia anterior; porque se dice que todos estos son lugares donde David y sus hombres sol�an frecuentar.
No debemos suponer que las transacciones mencionadas aqu� y en el cap�tulo anterior tuvieron lugar despu�s de la entrevista de Sa�l con la mujer de En-dor, fueron considerablemente anteriores a esto, pero no sabemos cu�nto tiempo. Lo que se registra en el cap�tulo siguiente debe haber tenido lugar al d�a siguiente de la salida de Sa�l de En-dor.
Información bibliográfica Texto de la bibliografía=Clarke, Adam. "Comentario sobre 1 Samuel 30". "El Comentario de Adam Clarke". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/acc/1-samuel-30.html. 1832.
Versículo 1
CAP�TULO XXX
Mientras David est� ausente con el ej�rcito de Aquis, los amalecitas
invaden Siclag, y la queman con fuego, y llevan cautivas
las esposas de David y las de sus hombres, 1, 2.
David y sus hombres regresan y, al encontrar el estado de desolaci�n
de su ciudad, est�n muy afectados, 3-5.
Los hombres se amotinan y amenazan con apedrear a David,�
que se alienta en el Se�or, 6.
David consulta al Se�or, y se le indica que persiga a los
amalecitas, con la promesa de que lo recuperar� todo, 7, 8.
�l y sus hombres comienzan la persecuci�n, pero doscientos, por
el cansancio se ven obligados a quedarse en el arroyo de Besor, 9, 10.
Encuentran a un egipcio enfermo, que los dirige en su persecuci�n,
11-15.
David encuentra a los amalecitas seguros, festejando el bot�n que hab�an tomado;
ataca y destruye a todo el ej�rcito, excepto a cuatrocientos
que escapan en camellos, 16, 17.
Los israelitas recuperan a sus mujeres, sus familias y todos
sus bienes, 18-20.
Llegan a los doscientos que estaban tan d�biles que no pod�an
perseguir al enemigo, con los que se reparten el bot�n, y
esto se convierte en un estatuto en Israel, 21-25.
David env�a parte del bot�n que hab�a tomado a diferentes
ciudades jud�as, que hab�an sufrido por la incursi�n de los
amalecitas, y donde David y los suyos acostumbraban a
a recurrir, 26-31.
NOTAS SOBRE EL CAP. XXX
Vers�culo 1 Samuel 30:1 . Al tercer d�a.��Este era el tercer d�a despu�s de haber dejado al ej�rcito filisteo en Afec. Calmet supone que Afec estaba distante de Siclag m�s de treinta leguas.
Los amalecitas hab�an invadido.��Se trataba, sin duda, de una horda depredadora itinerante que, aprovechando la guerra entre los filisteos y los israelitas, saque� varias ciudades desprotegidas, entre ellas Siclag. Es probable que no se hayan enterado de lo que David hizo a algunas de sus tribus, pues de lo contrario se habr�an vengado matando a todos los que encontraron en Siclag.
Versículo 4
Vers�culo 1 Samuel 30:4 . Lloraron, hasta que ya no tuvieron fuerzas para llorar. �Esto marca una gran angustia; lloraron, como dice la Vulgata, hasta que les faltaron las l�grimas.
Versículo 6
Vers�culo 1 Samuel 30:6 . El pueblo habl� de apedrearlo.��David hab�a hecho mucho para civilizar a esos hombres; pero descubrimos por esto de qu� esp�ritu revoltoso y feroz eran; y sin embargo sent�an fuertemente los lazos del afecto natural, "cada uno se aflig�a por sus hijos y por sus hijas".
David se alent� en el Se�or. �Descubri� que pod�a confiar muy poco en sus hombres; y, como era consciente de que este mal no hab�a sucedido ni por su negligencia ni por su locura, vio que pod�a esperar con m�s confianza el socorro de su Hacedor.
Versículo 7
Vers�culo 1 Samuel 30:7 . Tr�eme ac� el efod. �Parece como si David se hubiera puesto el efod, y consultado al Se�or por s� mismo; pero es m�s probable que haya pedido�que Abiatar lo hiciera.
Versículo 9
Vers�culo 1 Samuel 30:9 . El arroyo Besor.�Este ten�a su nacimiento en la monta�a de Idumea, y ca�a en el Mar Mediterr�neo m�s all� de Gaza. Algunos suponen que fue lo mismo con el r�o del desierto, o el r�o de Egipto. El sentido de este vers�culo y el siguiente es que cuando llegaron al arroyo Besor, se encontraron doscientos de sus seiscientos hombres tan agotados por la fatiga que no pod�an seguir adelante. El equipaje o las cosas se dejaban all�, 1 Samuel 30:24 , y se les nombraba para que lo guardaran.
Versículo 12
Vers�culo 1 Samuel 30:12 . Una torta de higos.�Ver com. 1 Samuel 25:18 .
Versículo 13
Vers�culo 1 Samuel 30:13 . Mi amo me dej�, porque hace tres d�as me enferm�. �Esto fue muy inhumano: aunque ten�an suficiente bot�n, y sin duda suficientes asnos para llevar a los inv�lidos, sin embargo, dejaron que este pobre hombre muriera; y Dios los visit�, ya que hizo de esta misma persona el medio de su destrucci�n, por la informaci�n que pudo dar a David y sus hombres.
Versículo 14
Vers�culo 1 Samuel 30:14 . Sobre el sur de los cereteos.�Calmet y otros sostienen que los ???? kerethi , que, sin las puntas, podr�a leerse Creti , no solo eran en este momento filisteos , sino que eran abor�genes de Creta , de donde tomaron su nombre�los cereteos o cretenses , y son aquellos de quienes habla Sofon�as, Sofon�as 2:5 : �Ay de los habitantes de las costas del mar, la naci�n de los cereteos !�Y por Ezequiel, Ezequiel 25:16 : He aqu�, yo extender� mi mano sobre los filisteos, y exterminar� a los queretim . En 2 Samuel 15:18 encontramos que los cereteos formaban parte de la guardia de David.
Al sur de Caleb.�En alg�n lugar alrededor de Quiriat-arba , o Hebr�n, y Quiriat-sefer ; estando estos en posesi�n de Caleb y de sus descendientes.
Versículo 15
Vers�culo 1 Samuel 30:15 . J�rame.�Al final de este vers�culo, la Vulgata, el sir�aco y el �rabe a�aden que David le jur� . Esto no se expresa en hebreo , pero est� necesariamente impl�cito.
Versículo 16
Vers�culo 1 Samuel 30:16 . De la tierra de los filisteos.��Es evidente que estos amalecitas eran enemigos de los filisteos, pero ciertamente no se sigue de esto que aquellos a quienes David destruy� tambi�n fueran enemigos. Esto, creo, ha sido asumido demasiado apresuradamente por el Dr. Chandler y otros, para reivindicar mejor el car�cter de David.
Versículo 17
Vers�culo 1 Samuel 30:17 . No escap� ni un hombre de ellos.��Es bien sabido por todo lector cuidadoso de la Biblia, que los amalecitas eran un pueblo proscrito, incluso por Dios mismo, y que al extirparlos se supon�a que David cumpli� la voluntad expresa de Dios. Pero todo esto depende de si tuvo una comisi�n expresa para hacerlo, recibida del mismo Dios, como la tuvo Sa�l.
Versículo 20
Vers�culo 1 Samuel 30:20 . Y David tom� todos los reba�os.��l y sus hombres no s�lo recuperaron todas sus propiedades, sino que recuperaron todo el bot�n que estos amalecitas hab�an tomado del sur de Jud�, los cereteos y el sur de Caleb. Cuando esto fue separado del resto, fue dado a David, y llamado bot�n de David .
Versículo 22
Vers�culo 1 Samuel 30:22 . Hombres de Belial.��Esta es una expresi�n com�n para denotar a los amargos , los �speros , los severos , los ociosos y los profanos .
Versículo 23
Vers�culo 1 Samuel 30:23 . Lo que el Se�or nos ha dado.��l atribuye muy apropiadamente esta victoria a Dios; el n�mero de los amalecitas era mucho mayor que el suyo. De hecho, tantos huyeron en camellos como los que hab�a en todo el ej�rcito de David.
Versículo 25
Vers�culo 1 Samuel 30:25 . La hizo estatuto y ordenanza para Israel.�Nada puede ser m�s justo y propio que esta ley: el que se queda en casa para defender la casa y la propiedad, tiene igual derecho al bot�n tomado por los que salen a la guerra. Hubo una pr�ctica de este tipo entre los israelitas mucho antes de este tiempo; ver N�meros 31:27 ; Josu� 22:8 ; y la nota sobre este �ltimo vers�culo. Josu� 22:8 .
Hasta el d�a de hoy. Este es otro indicio de que este libro fue compuesto mucho despu�s de los hechos que conmemora. V�ase la hip�tesis en el prefacio.
Versículo 26
Vers�culo 1 Samuel 30:26 . A los ancianos de Jud�.��Estas fueron las personas entre las que habit� durante su destierro, y que le hab�an dado cobijo y protecci�n. La gratitud requer�a estos regalos.
Versículo 27
Vers�culo 1 Samuel 30:27 . A los que estaban en Bet-el.�Esto fue en la tribu de Efra�n.
Ramot del Sur.�Llamada as� para distinguirla de Ramot de Galaad , m�s all� del Jord�n. Esta Ramot pertenec�a a la tribu de Sime�n , Josu� 19:8 .
En Jatir.�Calmet supone que es lo mismo que �ter , Josu� 15:42 , pero m�s probablemente Jattir , Josu� 15:48 . Estaba situada en las monta�as y pertenec�a a Jud� .
Versículo 28
Vers�culo 1 Samuel 30:28 . En Aroer.�Situada al otro lado del Jord�n, a orillas del r�o Arn�n, en la tribu de Dios .
Sifmot.��Se supone que es lo mismo que Shepham , N�meros 34:10 , en la frontera oriental de la tierra prometida.
Estemo.��Otra ciudad de la tribu de Jud� . V�ase� Josu� 15:50 .
Versículo 29
Vers�culo 1 Samuel 30:29 . Los que estaban en Racal.��No sabemos d�nde fue este lugar; no se menciona en ninguna otra parte de la Biblia. Calmet conjetura que Hachilah , 1 Samuel 23:19 , puede ser el mismo lugar; aqu� sabemos que David se ocult� por alg�n tiempo, hasta que los zifeos trataron de entregarlo a Sa�l. 1 Samuel 23:19
Las ciudades de los Jerameelitas.��Ver antes,� 1 Samuel 27:10 .
Y-las ciudades de los quenitas.��Una extensi�n muy peque�a en la costa sur del Mar Muerto .
Versículo 30
Vers�culo 1 Samuel 30:30 . Horma.��El nombre general de aquellas ciudades que pertenecieron a Arad , rey de Cana�n; y fueron dedicados a la destrucci�n por los hebreos, y por eso los llamaron Hormah . Ver N�meros 21:1 .
En Corasan.�Probablemente el mismo que Ashan en la tribu de Jud� : verJosu� 15:42 . Posteriormente fue cedida a Sime�n , Josu� 19:7 .
Para los que estaban en Acta.��Probablemente lo mismo que �ter , Josu� 19:7 .
Versículo 31
Vers�culo 1 Samuel 30:31 . Para los que estaban en Hebr�n.�Este era un lugar fuertemente ligado a David, y David a �l, y el lugar donde fue proclamado rey, y donde rein� m�s de siete a�os antes de la muerte de Ishbosheth, el hijo de Sa�l, que era, por aquel entonces, su competidor en el reino.
El hecho de que David enviara regalos a todos estos lugares, no s�lo muestra su sentido de gratitud, sino que el bot�n que tom� de los amalecitas debe haber sido sumamente grande. Y tambi�n aprendemos de esto que David residi� en muchos lugares que no se mencionan en la historia anterior; porque se dice que todos estos son lugares donde David y sus hombres sol�an frecuentar.
No debemos suponer que las transacciones mencionadas aqu� y en el cap�tulo anterior tuvieron lugar despu�s de la entrevista de Sa�l con la mujer de En-dor, fueron considerablemente anteriores a esto, pero no sabemos cu�nto tiempo. Lo que se registra en el cap�tulo siguiente debe haber tenido lugar al d�a siguiente de la salida de Sa�l de En-dor.