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Deuteronomio 10

Comentario de ClarkeComentario Clarke

Versículo 1

CAP�TULO X

Se le ordena a Mois�s que haga un segundo juego de tablas, 1, 2.

Hace un arca, prepara las dos tablas, Dios escribe en ellas el

diez mandamientos, y Mois�s los deposita en el arca , 3-5.

Los israelitas viajan de Beerot a Mosera, donde Aar�n

muere , 6;

y de all� a Gudgoda�y Jotbat, 7.

En ese tiempo Dios separ� la tribu de Lev� para el servicio de

el santuario , 8, 9.

Cu�nto tiempo estuvo Mois�s por segunda vez en el monte , 10, 11.

Lo que Dios exige de los israelitas , 12-15.

Su coraz�n debe ser circuncidado , 16.

El car�cter y la conducta de Dios , 17, 18.

Se les manda amar al extranjero , 19;

temer, amar y servir a Dios , 20,

porque hab�a hecho cosas tan grandes

por ellos y por sus padres ,�21, 22.

NOTAS SOBRE EL CAP. X

Vers�culo Deuteronomio 10:1 . L�brate dos tablas de piedra.� �xodo 34:1 .

Versículo 3

Vers�culo Deuteronomio 10:3 . Madera de acacia.��xodo 25:5 , �y los vers�culos siguientes, y en los lugares paralelos en el margen.

Versículo 4

Vers�culo Deuteronomio 10:4 . Diez mandamientos.��xodo 20:1.

Versículo 6

Vers�culo Deuteronomio 10:6 . Y los hijos de Israel emprendieron su viaje.�Sobre este y los tres vers�culos siguientes, v�anse los comentarios de Kennicott al final de este cap�tulo. Deuteronomio 10:22 .

Versículo 12

Vers�culo Deuteronomio 10:12 . Ahora, Israel, �qu� requiere el Se�or de ti?��Se da una respuesta inmediata. Dios requiere,

1. Que le tem�is como a Jehov� vuestro Dios; el que os hizo, os conserva y os gobierna.

2. Que and�is en todos sus caminos - que, habiendo recibido sus preceptos, todos los cuales son buenos y excelentes, obedec�is todos; caminando en los caminos de Dios, no en los suyos propios, ni en los caminos de la gente de la tierra.

3. Que lo am�is : tened confianza en �l como vuestro padre y amigo, acudid a �l en todas vuestras necesidades, y amadlo a cambio de su amor.

4. Que le sirv�is , dadle el culto que �l requiere, realiz�ndolo con todo vuestro coraz�n , con todos vuestros afectos, y con toda vuestra alma , vuestra voluntad, entendimiento y juicio. En una palabra, poner toda vuestra fuerza y ??energ�a de cuerpo y alma en la obra sagrada.

Versículo 14

Vers�culo Deuteronomio 10:14 . He aqu�, los cielos y los cielos de los cielos.��Todas estas palabras en el original est�n en n�mero plural: ?? ????? ???? ????? hen hashshamayim, ushemey hashshamayim; he aqu� los cielos y los cielos de los cielos . �Pero, qu� quieren decir? Decir que el primero significa la atm�sfera, el segundo el sistema planetario y el tercero la regi�n de los bienaventurados es decir muy poco a modo de explicaci�n.

Las palabras probablemente ten�an la intenci�n de se�alar la inmensidad de la creaci�n de Dios, en la que f�cilmente podemos concebir un sistema de cuerpos celestes, y otros m�s all� de ellos, y otros a�n en progresi�n sin fin a trav�s de todo el v�rtice del espacio, cada estrella en el vasto abismo �de la naturaleza siendo un sol, con sus peculiares y numerosos mundos acompa�antes! �As� puede haber sistemas de sistemas en una gradaci�n sin fin hasta el trono de Dios!

Versículo 16

Vers�culo Deuteronomio 10:16 . Circuncida�- el prepucio de tu coraz�n.��Una prueba clara de Dios mismo de que este precepto indicaba cosas espirituales, y que no era el cortar una parte de la carne lo que era el objeto del mandamiento divino, sino la purificaci�n del alma, sin la cual todas las formas y ceremonias son in�tiles. Amar a Dios con todo el coraz�n, alma, mente y fuerzas, siendo circuncidado el coraz�n para poder hacerlo, fue, desde el principio, fin, designio y cumplimiento de toda la ley.

Versículo 17

Vers�culo Deuteronomio 10:17 . Dios de dioses y Se�or de se�ores.��Es decir, �l es la fuente de donde procede todo ser y poder; todo agente es finito excepto �l mismo; y puede contrarrestar, suspender o destruir todas las acciones de todas las criaturas cuando quiera. Si �l determina salvar, nadie puede destruir; si se propone destruir, nadie puede salvar. �Qu� absolutamente necesario tener un Dios as� como nuestro amigo!

Un gran Dios - poderoso.��??? ???? hael haggibbor, el Dios fuerte ; este es el mismo t�tulo que se le da a nuestro bendito Se�or y Salvador,� Isa�as 9:6 .

Versículo 21

Vers�culo Deuteronomio 10:21 . �l es tu alabanza.�Es un honor eterno para cualquier alma estar en la amistad de Dios. �Por qu� la gente se averg�enza de que la consideren religiosa? Porque no saben nada de religi�n. El que conoce a su Hacedor puede gloriarse en su Dios, porque sin �l, �qu� tiene el alma sino la desgracia, el dolor, la verg�enza y la perdici�n? �Cu�n extra�o es que los que temen a Dios se averg�encen de reconocerlo, mientras que los pecadores proclaman audazmente su relaci�n con Satan�s!

Versículo 22

Vers�culo Deuteronomio 10:22 . Con setenta personas.��Y ahora, desde un principio tan peque�o, se multiplicaron a m�s de 600,000 almas; y esto ciertamente en el espacio de cuarenta a�os, porque los 603.000 que salieron de Egipto estaban en este tiempo todos muertos excepto Mois�s, Josu� y Caleb. �Cu�n f�cilmente puede Dios crecer y multiplicarse, y cu�n f�cilmente disminuir y abatir! En todas las cosas, debido a su poder ilimitado, puede hacer lo que quiera ; y �l har� lo que sea correcto .

SOBRE un tema muy importante en este cap�tulo, el Dr. Kennicott tiene las siguientes observaciones juiciosas: -

�El libro de Deuteronomio contiene los varios discursos que Mois�s dio a los israelitas poco antes de su muerte, recapitulando las principales circunstancias de su historia, desde su liberaci�n de Egipto hasta su llegada a las orillas del Jord�n. Lo que en este libro ha registrado lo dicho se entender� mejor compar�ndolo con lo que ha registrado como hecho en la historia anterior; y esto, que es muy �til en cuanto a las otras partes de este libro, es absolutamente necesario en cuanto a la parte del d�cimo cap�tulo aqu� para ser considerado.

�Las circunstancias previas de la historia que es necesario atender aqu� son estas: En �xodo , �xodo 20 , Dios da�los diez mandamientos; en �xodo 24 Mois�s, en el Monte Sina�, recibe las dos tablas, y est� all� cuarenta d�as y noches; en �xodo 25 , �xodo 26 , �xodo 27 , Dios designa el servicio del tabern�culo; en �xodo 28 separa a Aar�n y a sus hijos para el oficio de sacerdote, por estatuto perpetuo, para �l y su descendencia despu�s de �l; en �xodo 30�Mois�s, indignado por el becerro de oro, rompe las tablas; sin embargo, ora por el pueblo, y Dios le ordena que lo conduzca hacia Cana�n; en �xodo 34 , Mois�s sube otras dos�tablas y se queda nuevamente cuarenta d�as y cuarenta noches.

En N�meros , N�meros 3 , se selecciona la tribu de Lev�; N�meros 8 , consagrados; N�meros 10 y N�meros 11 los israelitas salen de Sina� el d�a veinte del segundo mes del segundo a�o; en N�meros 13 esp�as enviados; en N�meros 14 los hombres son sentenciados a morir en el desierto durante los cuarenta a�os; en N�meros 18 , los levitas no tendr�n suerte ni distrito grande en Cana�n, sino que ser�n la heredad del Se�or; en N�meros 20 Aar�n muere en el monte Hor; por �ltimo, en el cat�logo completo de toda la marcha ( N�meros 23) se nos dice que fueron de Moserot a Bene-jaac�n , de all� a Hor-hagidgad , a Jotbata , a Ebron� , a Ezi�n-gaber , a Zin , (que es Cades ), y de all� al monte Hor , donde muri� Aar�n en el cuadrag�simo y �ltimo a�o.

En Deuteronomio , Deuteronomio 9 , Mois�s les dice a los israelitas, ( Deuteronomio 9:7 ), que hab�an sido rebeldes, desde Egipto hasta el Jord�n, particularmente en Horeb, ( Deuteronomio 9:8-5 ), mientras �l estaba con Dios, y recibi� las tablas al cabo de cuarenta d�as y cuarenta noches; y que, despu�s de romperlas, ayun� e intercedi� por sus hermanos durante un segundo per�odo de cuarenta d�as y cuarenta noches; y este cap�tulo noveno termina con la oraci�n que hizo�entonces.�Deuteronomio 10 comienza as�: 'En aquel tiempo me dijo el Se�or: L�brate dos tablas de piedra como las primeras, y sube..." Y desde Deuteronomio 10:1 hasta el final de Deuteronomio 10:5 describe la segunda copia de los diez mandamientos, como escritos tambi�n por Dios, y depositados por �l mismo en el arca.���Despu�s de esto tenemos ahora cuatro vers�culos ( Deuteronomio 10:6-5 ), que no solo no tienen ning�n tipo de conexi�n con los vers�culos anteriores y posteriores, sino que tambi�n, tal como est�n en el presente texto hebreo, contradicen directamente ese mismo y los dos primeros de estos vers�culos no tienen, en nuestro texto hebreo, la menor conexi�n con los dos �ltimos.

Nuestro texto hebreo, ( Deuteronomio 10:6 ), dice que Israel viaj� de Bene-jaac�n a Mosera . Mientras que ese mismo texto en el cat�logo completo, ( N�meros 33:31 ), dice que viajaron de Moseroth a Bene-jaac�n .�Nuevamente: aqu� se dice que Aar�n muri� en Mosera , mientras que muri� en el monte Hor , la s�ptima estaci�n despu�s; ver N�meros 33:38 . Y adem�s: aqu� se dice que van de Bene-jaakan a Mosera, de ah� a Gudgodah, y de ah� a Jotbath; mientras que el cat�logo completo dice, Moseroth a Bene-jaakan, de ah� a Hor-hagidgad, y de ah� a Jotbathah. Pero si las marchas pudieran ser verdaderas tal como est�n ahora en estos dos versos, sin embargo, �qu� conexi�n puede haber entre Jotbath y la SEPARACI�N DE LA TRIBU DE LEVI? Es una gran alegr�a que estas dificultades en el texto hebreo sean eliminadas por el Pentateuco SAMARITANO: porque ese texto nos dice aqu� correctamente que la marcha fue de Moseroth a Bene-jaakan; a Hagidgad, a Jotbathah, a Ebronah, a Ezion-gaber, a Zin, (que es Kadesh,) y de ah� al Monte Hor, donde Aar�n muri�. De nuevo: como la deducci�n regular de estas estaciones termina con el Monte Hor y la muerte de Aar�n, tenemos entonces lo que no ten�amos antes, una conexi�n regular con los dos versos siguientes, y la conexi�n es esta: Que cuando Aar�n, hijo de Amram, hijo de Coat, hijo de Lev�, muri�, ni la tribu de Lev� ni el sacerdocio fueron abandonados, sino que Dios sigui� apoyando a esta �ltima manteniendo a la primera; y esto, no asignando a esa tribu una gran parte de Cana�n, sino ciudades separadas entre las otras tribus, y permiti�ndoles vivir de las ofrendas que eran hechas por las otras tribus a Dios mismo.�Por lo tanto, estos cuatro vers�culos ( Deuteronomio 10:6-5 ), en el mismo texto, est�n as�: ( Deuteronomio 10:6 ), CUANDO los hijos de Israel partieron de Moserot y acamparon en Bene-jaac�n ; de all� partieron y acamparon en Hagidgad ; De all� partieron y acamparon en Jotbata , tierra de r�os de aguas: ( Deuteronomio 10:7 ) De all� partieron y acamparon en Ebron� ; en Ezi�n-gaber ; en el desierto de Zin , que es Cades ; y luego en el monte Hor; Y AAR�N MURI� ALL�, y all� fue enterrado; y Eleazar su hijo ministraba como sacerdote en su lugar .�( Deuteronomio 10:8 ) En ese tiempo el Se�or HAB�A separado a la tribu de Lev�, para llevar el arca del pacto del Se�or, para estar delante del Se�or, para ministrarle y bendecir en su nombre hasta el d�a de hoy . ( Deuteronomio 10:9 ) Por tanto, Lev� no tiene parte ni heredad con sus hermanos; el Se�or es su heredad, como el Se�or tu Dios le prometi� .�

�Pero por m�s consistentes que sean estos cuatro vers�culos ahora consigo mismos, todav�a se preguntar�, �Qu� conexi�n tienen con el quinto vers�culo antes de ellos, y con el d�cimo vers�culo despu�s de ellos? Confieso que no puedo descubrir su menor pertinencia aqu�, porque la MUERTE DE AARON y LA SEPARACI�N DE LEVI parecen totalmente ajenas al discurso de Mois�s en este lugar.�Y este discurso sin estos cuatro versos es una amonestaci�n de Mois�s conectada regularmente con este prop�sito: que sus hermanos siempre deb�an considerarse endeudados con �l , bajo Dios, por la renovaci�n de las dos tablas, y tambi�n con su intercesi�n por el rescate�de la destrucci�n. Las palabras son estas: ( Deuteronomio 10:4 ), 'El Se�or volvi� a escribir los diez mandamientos, y me los dio.�( Deuteronomio 10:5 ) Y descend� del monte, y puse las tablas en el arca que yo hab�a hecho: - ( Deuteronomio 10:10 ) Y estuve en el monte como la primera vez, cuarenta d�as y cuarenta noches: y el Se�or me escuch� tambi�n en ese tiempo; el Se�or no te destruir�a.�( Deuteronomio 10:11 )

Y el Se�or me dijo: Lev�ntate, emprende tu viaje delante del pueblo, para que entren y posean la tierra. Pero entonces, si estos cuatro versos no eran al principio una parte de este cap�tulo, sino que son evidentemente interpolados, surge otra pregunta, �Si son una inserci�n enteramente espuria, o una parte genuina del texto sagrado, aunque sacada aqu� de alg�n otro cap�tulo? Como no contienen nada singular o peculiar, no tienen ninguna importancia particular, y no se relacionan con ning�n tema de disputa, no es probable que hayan surgido del fraude o del dise�o, sino que, coincidiendo perfectamente en el sentido con otros pasajes, pueden ser considerados con seguridad como otro ejemplo de una gran transposici�n [86 palabras] en el texto actual, que surge del accidente y de la falta de cuidado. Y la �nica pregunta que queda es, por lo tanto, si podemos descubrir, aunque no con demostraci�n, pero s� con alg�n grado considerable de probabilidad, el lugar original de estos cuatro versos, para que puedan ser por fin restaurados a la vecindad y conexi�n de la que han sido, durante tantas edades, separados.

"Era natural que Mois�s, en el curso de estos varios discursos a sus hermanos en el Deuteronomio, aprovechara la primera oportunidad para grabar en su memoria un asunto de tan particular importancia como la continuaci�n del sacerdocio entre los levitas despu�s de la muerte de Aar�n. Y el primer lugar apropiado parece estar en el segundo cap�tulo, despu�s del primer vers�culo.�En Deuteronomio 1:19 , habla de su marcha desde Horeb a Cades-barnea , desde donde enviaron a los esp�as a Cana�n. Luego expone sus murmuraciones, y la sentencia de Dios de que deb�an morir en el desierto, y termina el primer cap�tulo con su derrota por los amorreos , su llanto ante el Se�or , y su�permanencia�muchos d�as en KADESH, que es KADESH-BARNEA, cerca de Cana�n.�" Deuteronomio 2 comienza as�: Entonces nos volvimos y partimos hacia el desierto por el camino del Mar Rojo, como el Se�or me hab�a dicho: y RODEAMOS EL MONTE SEIR MUCHOS D�AS. Ahora, los muchos d�as, o mucho tiempo, lo que gastaron en rodear el monte Seir , es decir, dar la vuelta a las costas del suroeste de Edom para continuar al noreste de Edom a trav�s de Moab hasta Arn�n , debe incluir varias de sus estaciones, adem�s de la eminente en el monte Hor , donde muri� Aar�n .�Y como parte de su camino, durante este largo comp�s, pas� por Ezion-gaber , (que estaba en la lengua oriental del Mar Rojo, y el l�mite sur de Edom), de all� a Zin , (que es KADESH, es decir, MERIBAH KADESH,) y de all� al monte Hor , mientras marchaban hacia el noreste; as� que es probable que las cinco estaciones anteriores a la de Ezion-gaber estuvieran en el extremo del monte Seir , al suroeste .�Y si su primera estaci�n al entrar en las fronteras del sudoeste de Edom, y comenzando a rodear el monte Seir , fue Moserot , esto da la raz�n por la que Mois�s comienza este pasaje en Moserot , y lo termina con la muerte de Aar�n en el monte Hor. Y esto descubrir� una conexi�n adecuada entre los cuatro vers�culos dislocados y el contexto aqu�. - Deuteronomio 1:46 : 'As� que permanecisteis en Cades ( Barnea ) muchos d�as.�� Deuteronomio 2:1 : 'Luego nos volvimos y partimos hacia el desierto por el camino del Mar Rojo, como el Se�or me hab�a dicho; y RODEAMOS EL MONTE SEIR MUCHOS D�AS.'

"'Porque los hijos de Israel partieron de Moserot y acamparon en Bene-jaac�n; de all� partieron y acamparon en Hagidgad; de all� partieron y acamparon en Jotbata, tierra de r�os de agua; de all� partieron y acamparon en Ebron�: de all� partieron y acamparon en Ezi�n-gaber: de all� partieron y acamparon en el desierto de Zin, que es Cades: de all� partieron y acamparon en el monte Hor, y all� muri� Aar�n, y all� fue sepultado; y Eleazar su hijo ministraba como sacerdote en su lugar.�En aquel tiempo el Se�or hab�a separado a la tribu de Lev�, para llevar el arca del pacto del Se�or, para estar delante del Se�or para ministrarle y bendecir en su nombre hasta el d�a de hoy. Por tanto, Lev� no tiene parte ni herencia con sus hermanos; el Se�or es su heredad, como el Se�or tu Dios le prometi�.'

"Y este p�rrafo siendo as� insertado al final del primer vers�culo, el segundo comienza un nuevo p�rrafo, as�: Y el Se�or me habl�, diciendo: Has rodeado este monte bastante tiempo; vu�lvete hacia el norte - por el lado este de Seir (o Edom) hacia Moab en el norte. Ver Deuteronomio 2:4 ". - Observaciones de Kennicott , p. 74.

Estas observaciones no deben ser rechazadas apresuradamente.

Información bibliográfica
Texto de la bibliografía=Clarke, Adam. "Comentario sobre Deuteronomy 10". "El Comentario de Adam Clarke". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/acc/deuteronomy-10.html. 1832.