Bible Commentaries
Isaías 40

Comentario de ClarkeComentario Clarke

Versículo 1

CAP�TULO XL

En este cap�tulo el profeta abre el tema de la restauraci�n�

de la Iglesia con gran fuerza y elegancia:

declarando el mandato de Dios a sus mensajeros los profetas para�

que consolaran a su pueblo en el cautiverio y le anunciaran

la buena nueva de que se acercaba el tiempo de la gracia, 1, 2.

Inmediatamente se introduce un heraldo dando �rdenes, como es habitual

en la marcha de los monarcas orientales, para remover todo obst�culo, y

para preparar el camino de regreso a su propia tierra, 3-5.

Las mismas palabras, sin embargo, las Escrituras del�

Nuevo Testamento autorizan a referirnos a la apertura�

de la dispensaci�n evang�lica.

En consecuencia, este tema, una vez puesto a la vista, es�

principalmente la continuaci�n. De esto el profeta nos da

aviso suficiente al introducir una voz de proclamaci�n,�

que llama nuestra atenci�n de todo lo temporal,

a las cosas espirituales y eternas del Evangelio, 6-11.

Y para eliminar todo obst�culo en el camino de la profec�a en

uno u otro sentido, o tal vez para dar un sentido mayor del

Redentor; se extiende sobre el poder y la sabidur�a de Dios,

como Creador y Dispositor de todas las cosas. Es imposible

leer esta descripci�n de Dios, la m�s sublime

que jam�s se haya escrito, sin sentir una inexpresable

reverencia y humillaci�n. El contraste entre el gran

Jehov� y todo lo que se reputa grande en este mundo, cu�n

admirablemente imaginado, y �exquisitamente acabado! Qu� �tomos e

inanidades son todas ellas ante �L, que est� sentado en el c�rculo de

los inmensos cielos, y ve a los potentados de la tierra a la

luz de los saltamontes, esos pobres insectos que vagan sobre

el est�ril brezal en busca de sustento, pasan el d�a en continuos

gorjeos, y que por la noche se alojan humildemente en una brizna

de hierba. 12-26.

El profeta concluye con una aplicaci�n de lo m�s confortable

del conjunto, mostrando que todo este poder infinito�

inescrutable sabidur�a est� ocupada incansable y eternamente en

fortalecer, consolar y salvar a su pueblo, 27-31.

El curso de las profec�as que siguen, desde aqu� hasta el final del libro, y que en conjunto constituyen la parte m�s elegante de los escritos sagrados del Antiguo Testamento, intercalados tambi�n con muchos pasajes de la m�s alta sublimidad, probablemente fue entregado en la �ltima parte del reinado de Ezequ�as. En el cap�tulo anterior, el profeta hab�a hecho una declaraci�n muy expl�cita de la inminente disoluci�n del reino y del cautiverio de la casa real de David y del pueblo bajo los reyes de Babilonia. Como el tema de sus profec�as subsiguientes iba a ser principalmente de tipo consolador, las abre con la promesa de la restauraci�n del reino y el regreso del pueblo de ese cautiverio, por la interposici�n misericordiosa de Dios en su favor. Pero la visi�n del profeta no se limita a este acontecimiento. Como el restablecimiento de la familia real y de la tribu de Jud�, que de otro modo pronto se habr�an vuelto indistinguibles y se habr�an perdido irremediablemente, era necesario, seg�n el designio y el orden de la Providencia, para que se cumplieran las promesas de Dios de establecer un reino m�s glorioso y eterno, bajo el Mes�as que nacer�a de la tribu de Jud� y de la familia de David, el profeta relaciona estos dos acontecimientos y casi nunca trata del primero sin hacer alusi�n al segundo; Y a veces est� tan completamente ocupado con las glorias del reino futuro y m�s remoto, que parece dejar el tema m�s inmediato de su comisi�n casi fuera de cuesti�n.

De hecho, este sentido evang�lico de la profec�a es tan evidente, y se destaca en una luz tan fuerte, que algunos int�rpretes no pueden ver que tiene ning�n otro, y no permitir� que la profec�a tenga ninguna relaci�n en absoluto con el regreso de la cautividad de Babilonia. Por lo tanto, puede ser �til examinar m�s atentamente el tren de las ideas del profeta, y considerar cuidadosamente las im�genes bajo las cuales muestra su tema. Se oye a un pregonero dando �rdenes, por proclamaci�n solemne, de preparar el camino del Se�or en el desierto; de quitar todos los obst�culos antes de que JEHOV� marche a trav�s del desierto; a trav�s del pa�s salvaje, deshabitado, intransitable. La liberaci�n del pueblo de Dios del cautiverio babil�nico es considerada por �l como paralela a la anterior liberaci�n de la esclavitud egipcia. Entonces se representaba a Dios como su rey que los conduc�a en persona a trav�s de los vastos desiertos que se interpon�an en su camino hacia la tierra prometida de Cana�n. En ambos casos, no se trataba simplemente de que JEHOV� mismo deb�a preparar el camino y eliminar todos los obst�culos, sino de que JEHOV� marchaba en persona a la cabeza de su pueblo. Veamos primero c�mo siguen esta idea los poetas sagrados que tratan del �xodo, que es un tema favorito para ellos, y ofrece una gran variedad de ejemplos: -

"Cuando Israel sali� de Egipto,

la casa de Jacob del pueblo b�rbaro;

Jud� era su santuario,

Israel su dominio".

Salmo 114:1 .

�JEHOV� su Dios est� con �l;

Y el grito de un rey est� entre ellos:

Dios los sac� de Egipto"___

N�meros 23:21-4 .

"Haced calzada al que cabalga por los desiertos:

Oh Dios, cuando saliste delante de tu pueblo.

Cuando marchaste por el desierto,

Los cielos se cayeron"___

Salmo 68:4 ; Salmo 68:7 .

Veamos ahora c�mo trata Isa�as el tema del regreso del pueblo de Babilonia. Deb�an marchar por el desierto con JEHOV� a la cabeza, quien los guiar�a para allanar el camino delante de ellos y proveerlos de agua en el desierto sediento; con perpetua alusi�n al �xodo: -

�Salid de Babilonia, huid de la tierra de los

Caldeos con voz de j�bilo: Publicad esto, y hacedlo o�r; pron�ncialo incluso a los

confines de la tierra; Decid: JEHOV� ha redimido a su siervo Jacob:

No tuvieron sed en los desiertos por donde los hizo andar;

Aguas de la pe�a hizo brotar para ellos; S�, parti� la roca, y brotaron las aguas".

Isa�as 48:20 .

�No os acord�is de las cosas anteriores;

Y las cosas de los tiempos antiguos no tenga��en cuenta:"

(Es decir, la liberaci�n de Egipto:)

"He aqu�, hago algo nuevo;

Incluso ahora brotar�; �No lo considerar�is?

S�, har� en el desierto un camino;

En el desierto corrientes de agua".

Isa�as 43:18 .

�Pero el que conf�a en m� heredar� la tierra,

y poseer� mi santo monte.

Entonces dir�: Echad, echad la calzada; hacer

despejar el camino;

Quita todo obst�culo del camino de mi pueblo".

Isa�as 57:13 .

"Qu� hermosos aparecen en las monta�as

Los pies del mensajero gozoso, del que anuncia

paz;

Del alegre mensajero de buenas nuevas, del que

anuncia la salvaci�n;

Del que dice a Si�n: �Tu Dios reina!

Todos tus centinelas alzan la voz, gritan a una;

Porque cara a cara ver�n, cuando JEHOV� vuelva a

Si�n.

En verdad, no os apresur�is a salir,

y no marchar�is por la fuga:

Porque JEHOV� marchar� al frente de ustedes;

Y el Dios de Israel levantar� tu retaguardia".

Isa�as 52:7 ; Isa�as 52:12 .

Babilonia estaba separada de Judea por una inmensa extensi�n de pa�s que era un desierto continuo; esa gran parte de Arabia llamada muy propiamente Deserta. Se menciona en la historia como un hecho notable, que Nabucodonosor, habiendo recibido la noticia de la muerte de su padre, con el fin de hacer la mayor expedici�n en su viaje a Babilonia desde Egipto y Fenicia, parti� con unos pocos asistentes, y pas� a trav�s de este desierto. Beroso apud Jos�, Antiq. x. 11. Este era el camino m�s cercano a casa para los jud�os; y tanto si realmente volv�an por este camino como si no, lo primero que se les ocurrir�a al proponer o pensar en su regreso ser�a la dificultad de este paso casi impracticable. En consecuencia, la proclamaci�n de la preparaci�n del camino es la idea m�s natural y la circunstancia m�s obvia con la que el profeta podr�a haber abierto su tema.

Consideradas estas cosas, no tengo la menor duda de que el regreso de los jud�os del cautiverio de Babilonia es lo primero, aunque no lo principal, en la visi�n del profeta. La redenci�n de Babilonia est� claramente predicha y, al mismo tiempo, se emplea como imagen para dar sombra a una redenci�n de naturaleza infinitamente m�s elevada e importante. No habr�a cre�do necesario emplear tantas palabras para tratar de establecer lo que se llama el sentido literal de esta profec�a, que creo que no puede entenderse correctamente sin �l, si no hubiera observado que muchos int�rpretes de la primera autoridad, en particular el muy erudito Vitringa, lo han excluido por completo.

Sin embargo, por obvio y claro que me parezca este sentido literal, tenemos la irrefragable autoridad de Juan el Bautista y de nuestro bienaventurado Salvador mismo, seg�n consta a todos los evangelistas, para explicar este exordio de la profec�a de la apertura del Evangelio por la predicaci�n de Juan y de la introducci�n del reino del Mes�as, que hab�a de llevar a cabo una liberaci�n mucho mayor del pueblo de Dios, tanto de los gentiles como de los jud�os, de la cautividad del pecado y del dominio de la muerte. Y as� encontraremos que es el caso en muchas partes subsiguientes de esta profec�a, donde los pasajes manifiestamente relacionados con la liberaci�n de la naci�n jud�a, efectuada por Ciro, deben entenderse, con buena raz�n y con autoridad indudable, de la redenci�n obrada para la humanidad por Cristo.

Si el sentido literal de esta profec�a, como se ha explicado anteriormente, no puede ser cuestionado, mucho menos puede serlo el espiritual, que, creo, es admitido por todos, incluso por el propio Grocio. Si se admiten ambos, he aqu� un claro ejemplo de la alegor�a m�stica, o doble sentido, como com�nmente se llama, de la profec�a; que los escritores sagrados del Nuevo Testamento suponen claramente, y de acuerdo con el cual con frecuencia enmarcan su interpretaci�n de los pasajes del Antiguo Testamento. Sobre el fundamento y las propiedades de este tipo de alegor�a, v�ase De S. Poes. Hebr. Praelect. xi.

NOTAS SOBRE EL CAP. SG

Vers�culo Isa�as 40:1 . Consolaos, consolaos.�"Toda esta profec�a", dice Kimchi , "pertenece a los d�as del Mes�as".

Versículo 2

Vers�culo Isa�as 40:2 . Doble por todos sus pecados - "Bendiciones dobles al castigo".�No parece reconciliable con nuestras nociones de la justicia divina, que siempre castiga menos de lo que merecen nuestras iniquidades, suponer que Dios hab�a castigado los pecados de los jud�os en doble proporci�n; y es m�s agradable al tenor de este mensaje consolador entenderlo como una promesa de amplia recompensa por los efectos del descontento pasado, sobre la reconciliaci�n de Dios con su pueblo que regresa.�Para expresar este sentido del pasaje, que las palabras del original transmitir�n muy bien, fue necesario agregar una palabra o dos en la versi�n para suplir la expresi�n el�ptica del hebreo. Compare Isa�as 61:7 ; Job 42:10 ; Zacar�as 9:12 .�???? chattaah significa castigo por el pecado, Lamentaciones 3:39 ; Zacar�as 14:19 . Pero Kimchi dice: " Doble aqu� significa los dos cautiverios y emigraciones que sufrieron los israelitas. El primero , el cautiverio babil�nico; el segundo , el que ahora soportan". Esta no es una mala conjetura.

Versículo 3

Vers�culo Isa�as 40:3 . La voz del que clama en el desierto -

"Una voz grita en el desierto". La idea est� tomada de la pr�ctica de los monarcas orientales, quienes, cada vez que emprend�an una expedici�n o un viaje, especialmente a trav�s de pa�ses des�rticos e inexpertos, enviaban precursores para preparar todo para su paso, y pioneros para abrir los pasos, allanar los caminos y eliminar todos los impedimentos. Los latinos llaman stratores a los oficiales designados para supervisar tales preparativos. Ipse (Johannes Baptista) se stratorem vocat Messiae, cujus esset alta et elata voce homines in desertis locis habitantes ad itinera et vias Regi mox venturo sternendas et reficiendas hortari. - Mosheim, Instituta, Majora, p. 96. "�l (Juan el Bautista) se llama a s� mismo el pionero del Mes�as, cuya tarea consist�a en llamar con voz potente a la gente que habitaba en los desiertos para que allanaran y prepararan los caminos por los que el Rey estaba a punto de marchar".

El relato de Diodoro sobre las marchas de Sem�ramis hacia Media y Persia nos dar� una clara noci�n de la preparaci�n del camino para una expedici�n real: "En su marcha hacia Ecbatana lleg� a la monta�a Zarcea, que, extendi�ndose muchos estadios, y estando llena de escarpados precipicios y profundas hondonadas, no pod�a ser atravesada sin dar un gran rodeo. Por lo tanto, deseosa de dejar un recuerdo eterno de s� misma, as� como de acortar el camino, orden� que se excavaran los precipicios y se rellenaran los huecos; y con un gran gasto hizo un camino m�s corto y expedito, que hasta el d�a de hoy se llama por ella el camino de Sem�ramis. Despu�s fue a Persia y a todos los dem�s pa�ses de Asia sometidos a su dominio, y dondequiera que iba, ordenaba que se nivelaran las monta�as y los precipicios, levantaba calzadas en las llanuras y, con grandes gastos, hac�a transitables los caminos". - Diod. Sic. lib. ii.

El escritor del libro ap�crifo llamado Baruc expresa el mismo tema con las mismas im�genes, bien tom�ndolas de este lugar de Isa�as, bien de las nociones comunes de sus compatriotas: "Porque Dios ha dispuesto que toda colina alta, y las riberas de largo trecho, sean derribadas, y los valles rellenados, para allanar la tierra, a fin de que Israel pueda ir seguro en la gloria de Dios." Baruc 5:7.

La Iglesia jud�a, a la que Juan fue enviado para anunciar la venida del Mes�as, se encontraba en aquel tiempo en una condici�n est�ril y des�rtica, no apta, sin reforma, para la recepci�n de su Rey. Fue en este pa�s desierto, desprovisto en aquel tiempo de todo cultivo religioso, infructuoso en piedad verdadera y buenas obras, donde Juan fue enviado para preparar el camino del Se�or predicando el arrepentimiento. He distinguido las partes de la frase seg�n la puntuaci�n de los masoretas, que concuerda mejor tanto con el sentido literal como con el espiritual; lo que la construcci�n y el paralelismo del d�stico en hebreo favorecen claramente, y de lo que el griego de la Septuaginta y de los evangelistas es igualmente susceptible.

Juan naci� en el desierto de Judea y pas� toda su vida en �l, hasta el momento en que se manifest� a Israel. Predic� en el mismo desierto: era un pa�s monta�oso; sin embargo, no del todo y propiamente un desierto, pues aunque menos cultivado que otras partes de Judea, no estaba deshabitado. Josu� ( Josu� 15:61-6 )cuenta seis ciudades en �l. Estamos tan predispuestos con la idea de que Juan vivi� y predic� en el desierto, que somos propensos a considerar esta escena particular de su predicaci�n como una parte muy importante y esencial de la historia: Mientras que yo considero que esta circunstancia no tiene otra importancia que la de darnos una idea clara del car�cter rudo del hombre, que respond�a al lugar de su educaci�n; y la de ofrecer un emblema apropiado del rudo estado de la Iglesia jud�a en aquel tiempo, que era el verdadero desierto al que se refer�a el profeta, en el que Juan hab�a de preparar el camino para la venida del Mes�as.

Versículo 4

Vers�culo Isa�as 40:4 . Torcido.�La palabra ??? akob generalmente se traduce torcido : pero este sentido de la palabra parece no estar respaldado por ninguna buena autoridad. Ludolfo , comentario. hist. anuncio Etiop. pags. 206, dice "que en el idioma de Etiop�a significa clivus, locus editus :" y as� la versi�n sir�aca lo traduce en este lugar, ???? arama : hebreo , ???? aramah, tumulus, acervus. As� el paralelismo ser�a m�s perfecto: "el monte se allanar�, y los precipicios ser�n llanos".

Versículo 5

Vers�culo Isa�as 40:5 . "La salvaci�n de nuestro Dios". Estas palabras son a�adidas aqu� por la Septuaginta : ?? ???????? ??? ????, ?? ????? ?????? eth yesuath Eloheynu , como est� en el lugar paralelo, Isa�as 52:10 .�La oraci�n es abrupta sin ella, el verbo carece de su objeto; y creo que es genuino. Nuestra traducci�n al ingl�s ha proporcionado la palabra it , que es equivalente a esta adici�n, de la Septuaginta .�Esta omisi�n en el texto hebreo es antigua, siendo anterior a las versiones caldea, sir�aca y vulgata : pero las palabras se encuentran en todas las copias de la Septuaginta , y Lucas las reconoce, Lucas 3:6 . La totalidad de este vers�culo falta en uno de mis manuscritos m�s antiguos.

Versículo 6

Vers�culo Isa�as 40:6 . La voz dijo, Clama -

Una voz dice: "Proclamad". Comprender bien este pasaje es una cuesti�n de importancia, pues parece destinado a darnos la verdadera clave de la parte restante de las profec�as de Isa�as, cuyo tema general es la restauraci�n del pueblo y de la Iglesia de Dios. El profeta abre el tema con gran claridad y elegancia: declara de inmediato el mandato de Dios a sus mensajeros, (sus profetas, como lo explica correctamente el caldeo), para consolar a su pueblo en cautiverio, para impartirles la alegre noticia de que su castigo ha satisfecho ahora la justicia divina, y el tiempo de la reconciliaci�n y el favor est� cerca. A continuaci�n, introduce un heraldo dando �rdenes para preparar el camino para Dios, conduciendo a su pueblo de Babilonia, como lo hizo anteriormente de Egipto, a trav�s del desierto, para eliminar todos los obst�culos, y para despejar el camino para su paso. Hasta aqu� no parece que se pretenda otra cosa que el regreso del cautiverio babil�nico; pero las palabras siguientes parecen insinuar algo mucho mayor: - "Y la gloria de Jehov� ser� en el cielo.

"Y se manifestar� la gloria de Jehov�;

Y toda carne ver� juntamente la salvaci�n de nuestro Dios".


Luego introduce una voz que le ordena hacer una proclamaci�n solemne. �Y cu�l es su significado? Que el pueblo, la carne, es de naturaleza vana y temporal; que toda su gloria se desvanece y pronto desaparece; pero que la palabra de Dios permanece para siempre. �Qu� es esto, sino una clara oposici�n de la carne al esp�ritu; del Israel carnal al espiritual; de la econom�a temporal mosaica a la dispensaci�n cristiana eterna? Pod�is estar dispuestos a concluir, (el profeta puede estar dispuesto a decir) por esta introducci�n a mi discurso, que mi comisi�n es s�lo para consolaros con una promesa de la restauraci�n de vuestra religi�n y pol�tica, de Jerusal�n, del templo, y sus servicios y culto en todo su antiguo esplendor. Estas son cosas terrenales, temporales, sombr�as, que se desvanecen, que pronto pasar�n y ser�n destruidas para siempre; no son dignas de atraer vuestra atenci�n en comparaci�n con las mayores bendiciones, la redenci�n espiritual, la herencia eterna, cubiertas bajo el velo de las primeras, que tengo el encargo de revelaros. La ley s�lo tiene una sombra de cosas buenas; la sustancia es el Evangelio. Les prometo una restauraci�n de la primera, la cual, sin embargo, es s�lo por un tiempo, y desaparecer�, de acuerdo con la designaci�n original de Dios; pero bajo esa imagen les doy una visi�n de la segunda, la cual nunca desaparecer�, sino que perdurar� para siempre. Esto me parece conforme a la interpretaci�n que hace San Pedro de este pasaje del profeta, citado por �l� 1 Pedro 1:24 :"Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca y su flor se marchita; pero la palabra del Se�or permanece para siempre. Y �sta es la palabra que por el Evangelio os es anunciada". Esta es la misma palabra del Se�or de la que habla Isa�as, que ahora os ha sido predicada por el Evangelio. La ley y el Evangelio son frecuentemente opuestos el uno al otro por San Pablo, bajo las im�genes de carne y esp�ritu: "Habiendo comenzado por el esp�ritu, �os perfeccion�is ahora por la carne?". G�latas 3:3�- L.

Toda su bondad - "Toda su gloria".�Para ???? chasdo lea ??? chadu ; la Septuaginta y la Vulgata , y� 1 Pedro 1:24 .

Versículo 7

Vers�culo Isa�as 40:7 . La hierba se seca.�La totalidad de este vers�culo falta en tres de los manuscritos de Kennicott y cinco de De Rossi , y en un manuscrito muy correcto y antiguo. de la m�a, y tambi�n en la Septuaginta y el �rabe .

Seguramente el pueblo - "Verdaderamente este pueblo".�As� el sir�aco ; quien quiz�s lea ??? ??? haam hazzeh .

Porque el esp�ritu del Se�or - "Cuando el viento de JEHOV�".�??? ???? ruach Jehov� , un viento de JEHOV�, es un hebra�smo, que significa nada m�s que un viento fuerte. Es bien sabido que un viento c�lido del este destruye todo lo verde. Compare�Salmo 103:16 . Dos MSS. omiten�la palabra ???? Yehovah, Jehov� .

Versículo 9

Vers�culo Isa�as 40:9 . Oh Sion, que traes buenas nuevas -

"Hija, que traes buenas nuevas a Si�n". Que la verdadera construcci�n de la frase es �sta, que hace de Si�n la receptora, no la publicadora, de las alegres nuevas, que ha sido la interpretaci�n m�s prevaleciente, aparecer�, creo yo, muy claramente, si consideramos correctamente la imagen misma, y la costumbre y pr�ctica com�n de la que est� tomada. He a�adido la palabra hija para expresar el g�nero femenino del participio hebreo, cosa que no s� hacer de otro modo en nuestra lengua; y esto es absolutamente necesario para precisar la imagen. Porque el oficio de anunciar y celebrar las buenas nuevas de que aqu� se habla, pertenece peculiarmente a las mujeres. En ocasi�n de cualquier gran �xito p�blico, una victoria se�alada o cualquier otro acontecimiento alegre, era habitual que las mujeres se reunieran y, con m�sica, danzas y canciones, publicaran y celebraran las felices noticias. As�, despu�s del paso del Mar Rojo, Miriam y todas las mujeres, con timbales en las manos, formaron un coro y se unieron a los hombres en su canto triunfal, bailando y lanzando alternativamente el estribillo o la carga de la canci�n: -

"Cantad a Jehov�, porque en gran manera es exaltado;

El caballo y su jinete ha arrojado al mar".

�xodo 15:20-2 .

As� que la hija de Jeft� reuni� un coro de v�rgenes, y con danzas y cantos sali� al encuentro de su padre, y a celebrar su victoria,� Jueces 11:34 .�Despu�s de la conquista de Goliat por David, "todas las mujeres salieron de las ciudades de Israel cantando y danzando al encuentro de Sa�l, con taburetes, con alegr�a y con instrumentos de m�sica"; y, formando dos coros, cantaban alternativamente: -

"Sa�l ha matado a sus miles:

Y David sus diez mil".

1 Samuel 18:6 .

Y esto nos da el verdadero sentido de un pasaje del Salmo sesenta y ocho, que con frecuencia se ha malinterpretado: -


"JEHOVA dio la palabra, (es decir, la alegre noticia,)

Las mujeres que anunciaron la buena nueva eran una gran

compa��a;

Los reyes de poderosos ej�rcitos huyeron:

E incluso la matrona, que se qued� en casa, comparti� el bot�n".


La palabra que significa los publicadores de las buenas nuevas es la misma, y expresada en la misma forma por el participio femenino, como en este lugar, y el �ltimo d�stico es la canci�n que cantaron. As� que en este lugar, habiendo dado Jehov� la palabra por medio de su profeta, las alegres nuevas de la restauraci�n de Si�n, y del regreso de Dios a Jerusal�n� (v�ase Isa�as 52:8 ), el profeta exhorta a las mujeres a publicar las alegres nuevas a gran voz desde las eminencias, desde donde pudieran o�rse mejor por todo el pa�s; y el tema y la carga de su canto deb�a ser: "�He aqu� vuestro Dios!"�Ver Salmo 68:11 .

Versículo 10

Vers�culo Isa�as 40:10 . Su recompensa est� con �l, y su obra delante de �l. - "Su recompensa est� con �l, y la recompensa de su trabajo delante de �l".�Es decir, el premio y la recompensa que �l otorga y que pagar� a sus siervos fieles; esto lo tiene a mano con �l, y lo tiene delante de �l, para animar a los que conf�an en �l y esperan en �l.

Versículo 11

Vers�culo Isa�as 40:11 . Conducir� suavemente a las que est�n pre�adas - "Las ovejas lactantes conducir� suavemente".�Una imagen hermosa, que expresa, con la mayor propiedad y elegancia, la tierna atenci�n del pastor a su reba�o. Que era necesario el mayor cuidado al conducir el ganado con respecto a las madres y sus cr�as, aparece claramente en la disculpa de Jacob a su hermano Esa�, G�nesis 33:13 : "Las ovejas y las vacas que amamantan a sus cr�as est�n conmigo; y si los atropellan, todo el reba�o morir�.�Lo cual se aclara a�n m�s con la siguiente observaci�n de sir John Chardin: "Sus reba�os", dice, hablando de los que ahora viven en el este a la manera patriarcal, "alimentan los lugares de sus campamentos con tanta rapidez", por el gran n�mero que tienen, que se ven obligados a sacarlos con demasiada frecuencia, lo que es muy destructivo para sus reba�os, debido a los j�venes, que no tienen la fuerza suficiente para seguir". Harmer's Observ. i., p. .126.

Versículo 16

Vers�culo Isa�as 40:16 . Y el L�bano no es suficiente.�La imagen es bella y poco com�n. Ha sido imitada por un escritor ap�crifo, que sin embargo dista mucho de la original: -

"Porque todo sacrificio es poco para que te sea grato:


Y toda la grasa no basta para tu holocausto".

Judit 16:16.


�No quiere decir aqu� el profeta que todos los holocaustos y sacrificios que pod�an ofrecerse eran insuficientes para expiar el pecado? �Que las naciones eran como nada ante �l, no s�lo por su inmensidad, sino por su insuficiencia para expiar con sus oblaciones las iniquidades que hab�an cometido? Por eso el Redentor hab�a de venir a Si�n.

Versículo 19

Vers�culo Isa�as 40:19 . Y echa cadenas de plata - "Y olv�date de las cadenas de plata".�Para ???? tsoreph , el participio, veintisiete manuscritos, cinco antiguos, y tres ediciones, dicen ??? tsaraph , pret. tercera persona.

Versículo 20

Vers�culo Isa�as 40:20 . Elige un �rbol que no se pudra.��Para qu�? �Hacer de ello un dios! Los ricos que encontramos se hicieron suyos con oro y plata ; � el pobre hombre se vio obligado a soportar un dios de madera ! De las palabras "el que no tiene oblaci�n escoge un �rbol", podemos aprender que el oro y la plata necesarios para hacer la imagen tallada fueron primero dedicados y luego formados en un dios. �Qu� est�pida es la idolatr�a! �Es extra�o que esta gente no percibiera que no pod�a haber ayuda en estos �dolos de madera y fundidos!

Versículo 21

Vers�culo Isa�as 40:21 . �No sab�is?�Kimchi hace un comentario muy interesante sobre este vers�culo, del que adjunto un extracto. "El mundo entero puede considerarse como una casa construida; el cielo, su techo; las estrellas, sus l�mparas; y los frutos de la tierra, su mesa extendida. El due�o de la casa es Dios, bendito por los siglos; y el hombre es el mayordomo en cuyas manos est�n todos los negocios de la casa. Si siempre considera en su coraz�n que el Amo de la casa est� continuamente sobre �l, y que mantiene la vista en su trabajo, y si en consecuencia act�a sabiamente, hallar� gracia a los ojos del Amo de la casa. Pero si encuentra maldad en la casa, entonces lo apartar� ?? ?????? min pekidutho, 'de su mayordom�a'. El necio mayordomo no piensa en esto; pues como sus ojos no ven al Se�or de la casa, dice en su coraz�n: 'Comer� y beber� lo que encuentre en esta casa, y me deleitar� en ello; ni me cuidar� de si hay o no amo sobre esta casa.' Cuando el Se�or de la casa advierte esto, viene y lo expulsa de la casa r�pidamente, y con gran enojo; por eso se dice,Kimchi hace un comentario muy interesante sobre este vers�culo, del que adjunto un extracto. "El mundo entero puede considerarse como una casa construida; el cielo, su techo; las estrellas, sus l�mparas; y los frutos de la tierra, su mesa extendida. El due�o de la casa es Dios, bendito por los siglos; y el hombre es el mayordomo en cuyas manos est�n todos los negocios de la casa. Si siempre considera en su coraz�n que el Amo de la casa est� continuamente sobre �l, y que mantiene la vista en su trabajo, y si en consecuencia act�a sabiamente, hallar� gracia a los ojos del Amo de la casa. Pero si encuentra maldad en la casa, entonces lo apartar� ?? ?????? min pekidutho, 'de su mayordom�a'. El necio mayordomo no piensa en esto; pues como sus ojos no ven al Se�or de la casa, dice en su coraz�n: 'Comer� y beber� lo que encuentre en esta casa, y me deleitar� en ello; ni me cuidar� de si hay o no amo sobre esta casa.' Cuando el Se�or de la casa advierte esto, viene y lo expulsa de la casa r�pidamente, y con gran enojo; por eso se dice, Isa�as 40:23 ,��l hace desaparecer a los pr�ncipes." Parece que esta par�bola se hab�a usado durante mucho tiempo entre los jud�os, pues nuestro bendito Se�or alude a ella en su par�bola del administrador injusto. �O acaso el rabino, encontr�ndola a su prop�sito, rob� la par�bola del Evangelio? En ambos lugares tiene grandes y peculiares bellezas.

�No lo hab�is entendido desde los cimientos de la tierra? La verdadera lectura parece ser ??????? mimmosedoth, para responder a ???? merosh en la l�nea anterior. Sigue a una palabra que termina con ? mem, y de tres mems que concurren, fue un error f�cil omitir la del medio.

Versículo 22

Vers�culo Isa�as 40:22 . Como una cortina - "Como un velo fino". "En la estaci�n estival, y en todas las ocasiones en que se va a recibir a una numerosa concurrencia, es habitual que el patio se proteja del calor o de las inclemencias del tiempo con un velum, paraguas o velo, como yo lo llamar�; el cual, desplegado con cuerdas de un lado a otro del parapeto, puede plegarse o desplegarse a conveniencia. El salmista parece aludir a alguna cubierta de este tipo en esa hermosa expresi�n de extender los cielos como una cortina". - Viajes de Shaw, p. 274.

Versículo 24

Vers�culo Isa�as 40:24 . Y �l tambi�n soplar� sobre ellos - "Y si tan solo soplara sobre ellos".�La Septuaginta, Siria, Vulgata y MS. Bodl ., con otro, tienen ?? gam, solo , sin la conjunci�n ? vau, y .

Versículo 26

Vers�culo Isa�as 40:26 . Dejaste tus ojos en lo alto.�Los rabinos dicen: El que es capaz de meditar en las revoluciones de los cuerpos celestes, y no medita en ellas, no es digno de que su nombre sea mencionado entre los hombres.

Versículo 28

Vers�culo Isa�as 40:28 . No hay b�squeda de su entendimiento - "Y que su entendimiento es inescrutable".�Veinticuatro manuscritos, dos ediciones, la Septuaginta y la Vulgata , dicen ???? veein , con la conjunci�n ? vau .

Versículo 31

Vers�culo Isa�as 40:31 . Levantar�n alas como las �guilas - "Tendr�n plumas nuevas como el �guila que muda". Ha sido una opini�n com�n y popular que el �guila vive y conserva su vigor hasta una gran edad; y que, m�s all� de la suerte com�n de otras aves, muda en su vejez, y renueva sus plumas, y con ellas su juventud. "Renovar�s tu juventud como el �guila", dice el salmista,� Salmo 103:5 ;

en cuyo lugar San Ambrosio anota, Aquila longam aetatem ducit, dum, vetustis plumis fatiscentibus, nova pennarum successione juvenescit: "El �guila vive hasta una edad muy avanzada; y en la muda su juventud se renueva con sus nuevas plumas".

Phile, De Animalibus, tratando del �guila, y dirigi�ndose al emperador Miguel Pale�logo hijo, eleva su elogio sobre la misma noci�n: -


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"Larga vida tengas, oh rey; a�n como el �guila

Renueva tu juventud, y conserva a�n tu vigor".


A esto se a�aden muchas circunstancias fabulosas y absurdas por varios escritores antiguos y comentaristas de la Escritura; v�ase Bochart, Hieroz. II. ii. 1. Rab� Saadias dice: "Cada diez a�os el �guila vuela cerca del sol; y cuando ya no puede soportar el calor abrasador, cae al mar, y pronto pierde sus plumas, y as� renueva su vigor. Esto lo hace cada diez a�os hasta el cent�simo, cuando, despu�s de haber ascendido cerca del sol y ca�do al mar, ya no vuelve a levantarse. �Cu�ntas pruebas necesitan estas historias! Si la idea de que el �guila renueva su juventud est� bien fundada o no, no necesito preguntarlo; es suficiente para un poeta, ya sea profano o sagrado, tener la autoridad de la opini�n popular para apoyar una imagen introducida como ilustraci�n u ornamento. - L

Información bibliográfica
Texto de la bibliografía=Clarke, Adam. "Comentario sobre Isaiah 40". "El Comentario de Adam Clarke". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/acc/isaiah-40.html. 1832.