Bible Commentaries
Josué 24

Comentario de ClarkeComentario Clarke

Versículo 1

CAP�TULO XXIV

Josu� re�ne a todas las tribus en Siquem , 1;

y les da una historia del trato misericordioso de Dios con

Abrah�n, 2, 3;

Isaac, Jacob y Esa�, 4;

Mois�s y Aar�n, y sus padres en Egipto , 5, 6.

Sus juicios sobre los egipcios , 7.

Sobre los amorreos , 8.

Su liberaci�n de Balac�y Balaam , 9, 10.

Sus conquistas en la tierra prometida y su establecimiento

en posesi�n de ella , 11-13.

Los exhorta a abolir la idolatr�a, y les informa de su

resoluci�n y de su familia en�servir a Jehov� , 14, 15.

El pueblo promete solemnemente servir s�lo al Se�or y menciona

sus tratos misericordiosos con ellos , 16-18.

Josu� les muestra la santidad de Dios y el peligro de

apostas�a , 19, 20.

El pueblo vuelve a prometer obediencia , 21.

Josu� los llama a atestiguar contra s� mismos, que hab�an

prometi� adorar s�lo a Dios, y los exhorta a desechar

los dioses extra�os , 22, 23.

Prometen obediencia , 24.

Josu� hace un pacto con el pueblo, lo escribe en un libro,

levanta una piedra en memoria de ella, y despide al pueblo ,

25-28.

la muerte de Josu� , 29,

y� su entierro , 30.

El pueblo contin�a fiel durante esa generaci�n , 31.

Entierran los huesos de Jos� en Siquem , 32.

Muere tambi�n el sumo sacerdote Eleazar , 33.

NOTAS SOBRE EL CAP. XXIV

Vers�culo Josu� 24:1 . Josu� reuni� a todas las tribus.��Esta debe haber sido una asamblea diferente a la mencionada en el cap�tulo anterior, aunque probablemente se llev� a cabo poco despu�s de la anterior.

A Siquem.��Como se agrega inmediatamente que se presentaron ante Dios , esto debe significar el tabern�culo ; pero en este tiempo el tabern�culo no estaba en Siquem sino en Silo. La Septuaginta parece haber sido golpeada por esta dificultad y, por lo tanto, dice ????. Shiloh , tanto aqu� como en� Josu� 24:25 , aunque las ediciones de Aldine y Complutense tienen ?????, Siquem , en ambos lugares.�Muchos suponen que esta es la lectura original, y que Shechem se ha deslizado en el texto en lugar de Silo. Tal vez haya m�s dificultad imaginaria que real en el texto. Como Josu� ya era anciano e incapaz de viajar, ciertamente ten�a derecho a reunir a los representantes de las tribus donde le pareciera m�s conveniente, y a llevar el arca del pacto al lugar de reuni�n: y esto probablemente se hizo en esta ocasi�n siquem es un lugar famoso en la historia patriarcal. Aqu� se asent� Abraham en su primera venida a la tierra de Cana�n, G�nesis 12:6-1 ; y aqu� fueron sepultados los patriarcas, Hechos 7:16 . Y como Siquem estaba entre Ebal y Gerizim, donde antes Josu� hab�a hecho un pacto con el pueblo, Josu� 8:30,��la misma circunstancia del lugar ser�a sin duda favorable a la solemnidad de la presente ocasi�n. Shuckford supone que el pacto se hizo en Siquem , y que el pueblo fue a Silo para confirmarlo ante el Se�or. El Sr. Mede piensa que los efraimitas ten�an una proseucha , u oratorio temporal o casa de oraci�n, en Siquem, adonde acud�a la gente para el culto divino cuando no pod�an llegar al tabern�culo y que as� es llamado ante el Se�or ; pero esta conjetura no parece del todo probable, ya que Dios ha prohibido este tipo de adoraci�n.

Versículo 2

Vers�culo Josu� 24:2 . Al otro lado del...�El r�o �ufrates .

Sirvieron a otros dioses. �Probablemente Abraham, al igual que Tar� su padre, era id�latra, hasta que recibi� el llamado de Dios para salir de esa tierra. Ver� G�nesis 11:31 ; G�nesis 12:1 . Y para el resto de la historia a la que se hace referencia aqu�, v�anse las notas sobre los pasajes paralelos al margen.

Versículo 9

Vers�culo Josu� 24:9 . Entonces Balac - se levant� y pele� contra Israel.��Esta circunstancia no se relata en N�meros 22:1 , ni aparece en esa historia que los moabitas atacaron a los israelitas; y probablemente la guerra mencionada aqu� no signifique m�s que sus intentos de destruirlos por medio de las maldiciones de Balaam y las artima�as de las mujeres madianitas.

Versículo 11

Vers�culo Josu� 24:11 . Los hombres de Jeric� pelearon contra ti.��Ver las notas sobre Josu� 3:1 y Josu� 6:1. Se dice que el pueblo de Jeric� luch� contra los israelitas porque se opusieron a ellos cerrando sus puertas,�aunque no intentaron encontrarlos en el campo.

Versículo 12

Vers�culo Josu� 24:12 . Envi� la avispa delante de ti.��xodo 23:28 .

Versículo 14

Vers�culo Josu� 24:14 . Temed al Se�or.��Reverenciadle como el �nico objeto de vuestro culto religioso.

S�rvele.�Realiza su voluntad obedeciendo sus �rdenes.

En sinceridad.��Ten�todo tu coraz�n comprometido en su adoraci�n.

Y en verdad.��Conforme a las indicaciones que os ha dado en su palabra infalible.

Quitar a los dioses.��De esta exhortaci�n de Josu� aprendemos qu� tipo de dioses eran, a la adoraci�n de los cuales estos israelitas todav�a estaban apegados.

1. Los que adoraron sus padres al otro lado del r�o: es decir, los dioses de los CALDEOS, el fuego, la luz , el sol .

2. Los de los EGIPCIOS, Apis, Anubis , el mono, serpientes, vegetales , etc.

3. Los de los CANAANITES, MOABITES, etc., Baal-peor o Priapus, Astarte o Venus,�etc.�A todos estos se refiere en este vers�culo y en el siguiente. Josu� 24:33 , Josu� 24:33 .

�Cu�n asombroso es esto, que, despu�s de todo lo que Dios hab�a hecho por ellos, y de todos los milagros que hab�an visto, a�n se encontraran entre ellos �dolos e id�latras ! Que as� fue, tenemos la evidencia m�s completa, tanto aqu� como en Josu� 24:23 ; Am�s 5:26 y en Hechos 7:41 .�Pero, �qu� excusa se puede dar para una ceguera tan est�pida, por no decir brutal? Probablemente pensaron que pod�an representar mejor la naturaleza divina usando s�mbolos e im�genes , y tal vez profesaron adorar a Dios por medio de estos. Al menos esto es lo que se ha alegado en nombre de una clase grosera de cristianos que son notorios por adorar im�genes. Pero Dios nunca mirar� con indulgencia tal conducta, donde ha dado su palabra y testimonio.

Versículo 15

Vers�culo Josu� 24:15 . Escogeos hoy a quien sirv�is.��Josu� bien sab�a que todo servicio que no fuera libre y voluntario podr�a ser s�lo enga�o e hipocres�a , y que Dios ama al dador alegre . Por lo tanto, llama a la gente a hacer su elecci�n , porque Dios mismo no los obligar� : deben servirlo con todo su coraz�n si lo sirven en absoluto. En cuanto a �l y su familia, les muestra que su elecci�n ya estaba fijada, porque hab�an tomado a JEHOV� como su porci�n.

Versículo 16

Vers�culo Josu� 24:16 . Dios no permita que abandonemos al Se�or.�No se puede dudar razonablemente de que ahora eran sinceros , porque sirvieron al Se�or todos los d�as de Josu�, y de los ancianos que le sobrevivieron, Josu� 24:31 ; pero despu�s se desviaron y sirvieron a otros dioses.�"Es normal", dice el Sr. Trapp, "que la multitud de muchas cabezas se vuelva con la corriente, que sean de la misma religi�n que sus superiores: as� en Roma, en la �poca de DIOCLECIANO, eran paganos ; en la de CONSTANTINO , cristianos ; en los de CONSTANCIO, arrianos , en los ap�statas de JULIAN , y en los de JOVINIANO, � cristianos otra vez! Y todo esto en menos de la edad de un hombre.

Versículo 19

Vers�culo Josu� 24:19 . No pod�is servir al Se�or, porque �l es un Dios santo.��Si vamos a tomar esto literalmente, no podemos culpar a los israelitas por su deserci�n de la adoraci�n del verdadero Dios; porque si les era imposible servir a Dios, no pod�an menos de estar destituidos de su reino: pero seguramente no fue as�.�En lugar de ?? ????? lo thuchelu, NO PUEDES servir...�algunos cr�ticos eminentes dicen ?? ???? lo thechallu, no DEJAR�S de servir... Esta es una enmienda muy ingeniosa, pero no hay un solo manuscrito en todas las colecciones de Kennicott y De Rossi para apoyarlo. Sin embargo, parece muy posible que el primer ? vau en ????? no formara parte de la palabra originalmente.�Si se prefiere la lectura com�n, el significado del lugar debe ser: "No pod�is servir al Se�or, porque �l es santo y celoso, a menos que desech�is los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres m�s all� del RIO. Porque �l es un Dios celoso, y no dar� ni compartir� su gloria con ning�n otro. �l es un Dios santo, y no permitir� que su pueblo sea contaminado con el culto impuro de los gentiles�.

Versículo 21

Vers�culo Josu� 24:21 . Y la gente dijo - No; sino que�serviremos...�Entonces entendieron que las palabras de Josu� no implicaban ninguna imposibilidad moral de su parte: y si hubieran buscado fervientemente la asistencia misericordiosa de Dios, habr�an continuado firmes en su pacto.

Versículo 22

Vers�culo Josu� 24:22 . Vosotros sois testigos contra vosotros mismos.��Hab�is sido suficientemente informados de las dificultades en vuestro camino - de la santidad de DIOS - vuestra propia debilidad e inconstancia - la necesidad que ten�is de la ayuda Divina, y las terribles consecuencias de la apostas�a; y ahora haces tu elecci�n deliberadamente. Recordad, pues, que sois testigos contra vosotros mismos, y vuestra propia conciencia ser� testigo, juez y verdugo ; o, como uno lo llama, �ndice, judex, vindex .

Versículo 23

Vers�culo Josu� 24:23 . Ahora, pues, desechad.��Como prometisteis reformar, comenzad inmediatamente la obra de reforma. La promesa de un hombre de servir a Dios pronto pierde el dominio moral de su conciencia si no comienza instant�neamente a ponerla en pr�ctica. La gracia que le permite prometer es aquella por cuya fuerza debe comenzar la ejecuci�n.

Versículo 25

Vers�culo Josu� 24:25 . Josu� hizo un pacto.��Literalmente, Josu� cort� el pacto , en alusi�n al sacrificio ofrecido en la ocasi�n.

Y fij� entonces un estatuto y una ordenanza.��Hizo un acto solemne y p�blico de todo, el cual fue firmado y atestiguado por �l y el pueblo, en la presencia de Jehov�; y habi�ndolo hecho, escribi� las palabras del pacto en el libro de la ley de Dios, probablemente en alguna parte de la piel que constitu�a el gran rollo, en el cual estaban escritas las leyes de Dios, y del cual hab�a algunas columnas en blanco de sobra.�Habiendo hecho esto, tom� una gran piedra y la puso debajo de una encina, para que esto pudiera ser ed o testimonio de que, en tal tiempo y lugar, se hizo este pacto, cuyos t�rminos se pueden encontrar escritos en el libro de la ley, que estaba puesta junto al arca . V�ase Deuteronomio 31:26 .

Versículo 27

Vers�culo Josu� 24:27 . Esta piedra - ha o�do todas las palabras.�Es decir, la piedra misma, por su permanencia, ser� en todas las edades sucesivas un testigo tan competente y sustancial como el que estuvo presente en la transacci�n y escuch� todas las palabras que en ambos bandos se pronunciaron en la ocasi�n.

Versículo 28

Vers�culo 28. Entonces Josu�.��Despu�s de este vers�culo, la Septuaginta inserta Josu� 24:31 .

Versículo 29

Vers�culo Josu� 24:29 . Josu� hijo de Nun - muri�.��Este evento probablemente tuvo lugar poco despu�s de esta asamblea p�blica; porque era viejo y entrado en a�os cuando celebr� la asamblea mencionada en Josu� 23:2 ; y como su obra ya estaba toda hecha, y su alma maduraba para un estado de bienaventuranza, Dios lo tom� para s�, siendo de ciento diez a�os de edad; exactamente la misma edad�del patriarca Jos�. V�ase G�nesis 50:26 .

Versículo 30

Vers�culo Josu� 24:30 . Y lo enterraron - en Timnat-sera.��Esta fue su propia heredad, como hemos visto Josu� 19:50 . La Septuaginta a�ade aqu�: "Y pusieron con �l all�, en el sepulcro en que lo sepultaron, los cuchillos de piedra con que circuncid� a los hijos de Israel en Gilgal, como mand� el Se�or cuando los sac� de Egipto; y all� est�n hasta el d�a de hoy.�San Agust�n cita el mismo pasaje en su trig�sima pregunta sobre el libro de Josu�, que con toda probabilidad tom� de alg�n ejemplar de la Septuaginta. este eminente general; probablemente, como fue enterrado en su propia herencia, hab�a prohibido toda pompa funeraria, y es probable que fuera enterrado en privado.

Versículo 31

Vers�culo Josu� 24:31 . E Israel sirvi� al Se�or.��Aunque hubo idolatr�a privada entre ellos, porque ten�an dioses extra�os, sin embargo, no hubo idolatr�a p�blica durante todos los d�as de Josu� y de los ancianos que sobrevivieron a Josu�, la mayor�a de los cuales deben haber sido avanzados en a�os a la muerte de este gran hombre. Por lo tanto, Calmet supone que la totalidad de este tiempo podr�a ascender a unos quince a�os. Ya se ha se�alado que la Septuaginta coloca este vers�culo despu�s de Josu� 24:28 .

Versículo 32

Vers�culo Josu� 24:32 . Y los huesos de Jos�.�G�nesis 50:25 , y sobre �xodo 13:19 . Este entierro de los huesos de Jos� probablemente tuvo lugar cuando se complet� la conquista de la tierra, y cada tribu hab�a recibido su herencia; porque no es probable que esto se pospusiera hasta despu�s de la muerte de Josu�.

Versículo 33

Vers�culo Josu� 24:33 . Y Eleazar muri�.��Probablemente al mismo tiempo que Josu�, o poco despu�s; aunque algunos piensan que lo sobrevivi� seis a�os. As�, casi todas las personas que hab�an presenciado los milagros de Dios en el desierto fueron reunidas con sus padres; y sus descendientes quedaron en posesi�n de la gran heredad, con la Ley de Dios en sus manos, y el brillante ejemplo de sus ilustres antepasados ??ante sus ojos.�Debe a�adirse que pose�an todas las ventajas necesarias para hacer de ellos un pueblo grande, sabio y santo. C�mo usaron, o mejor dicho, c�mo abusaron de estas ventajas, lo atestigua ampliamente su historia posterior, dada en los libros sagrados.

Una colina que pertenec�a a su hijo Finees.��Esta concesi�n probablemente se le hizo a Finees como muestra del respeto de toda la naci�n, por su celo, coraje y utilidad: porque los sacerdotes propiamente no ten�an herencia. Al final de este vers�culo, la Septuaginta a�ade:�

�En aquel d�a los hijos de Israel, tomando el arca del pacto de Dios, la llevaron consigo, y Finees sucedi� en el oficio de sumo sacerdote en lugar de su padre hasta su muerte; y fue sepultado en Gabaat, que le pertenec�a a �l mismo.�

�Entonces los hijos de Israel se fueron cada uno a su lugar y a su ciudad".�

"Y los hijos de Israel adoraron a Astarte y Astarot, y a los dioses de las naciones vecinas, y el Se�or los entreg� en manos de Egl�n, rey de Moab, y los castig� durante dieciocho a�os".

LOS �ltimos seis vers�culos de este cap�tulo, sin duda, no fueron escritos por Josu�; porque nadie puede dar cuenta de su propia muerte y sepultura. Eleazar, Fiineas o Samuel, podr�an haberlos agregado, para reducir la narraci�n y conectarla con su propio tiempo; y as� conservar intacto el hilo de la historia. Este es un caso com�n; muchos hombres escriben historias de sus propias vidas, que, en �ltima instancia, son acabadas por otros, y �qui�n ha pensado alguna vez en impugnar la autenticidad de la parte anterior, porque la siguiente fue obra de otra mano? El suplemento de Hircio nunca ha invalidado la autenticidad de los Comentarios de C�sar , ni la obra de Quintus Smyrnaeus , la de la Il�ada y la deOdisea de Homero ; ni el libro 13 de la Eneida , de Mapheus Viggius , la autenticidad de los doce precedentes, como obra genuina de Virgilio . Debemos estar agradecidos de que una mano adecuada y fiel haya suplido aquellas circunstancias que el autor original no pudo escribir, y sin las cuales la obra hubiera quedado incompleta.

El Sr. Saurin tiene una disertaci�n excelente sobre este gran acto federal formado por Josu� y el pueblo de Israel en esta ocasi�n tan solemne, de cuya esencia el lector no se disgustar� al encontrar el siguiente resumen muy breve, que puede completarse f�cilmente�por cualquiera cuyo negocio sea instruir al p�blico; porque tal circunstancia puede ser presentada con gran propiedad ante una congregaci�n cristiana en cualquier momento: -

"SIETE cosas deben ser consideradas en esta renovaci�n del pacto.

I. La dignidad del mediador .

II. La libertad de los que contratan .

III.�La necesidad de la elecci�n .

IV. El alcance de las condiciones .

V. El peligro del compromiso .

VI. La solemnidad de la aceptaci�n .

VIII. La cercan�a de la consecuencia .

"I. La dignidad del mediador . - F�jate en sus nombres, Oseas y Jehoshua . Dios salvar�: salvar�. El primero es como una promesa ; el segundo, el cumplimiento de esa promesa . Dios salvar� alg�n tiempo u otro: - esta es la misma persona por la cual cumplir� su promesa. Echa un vistazo a la vida de Josu�: su fe, valor, constancia, hero�smo y �xito. Un tipo notable de Cristo. Ver Hebreos 4:8 .

"II. La libertad de los que contrajeron . - Quitad los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres m�s all� del rio; y en Egipto, Josu� 24:14. Josu� exhibe a los israelitas todas las religiones que entonces se conoc�an:

1. La de los caldeos , que consist�a en la adoraci�n del fuego .

2. La de los egipcios , que consist�a en el culto del buey Apis, gatos, perros y serpientes que hab�a sido precedida por el culto incluso de vegetales , como la cebolla , etc.

3. La del pueblo de Cana�n , cuyos objetos principales eran Astart� , (Venus), y Baal Peor , (Pr�apo). Hacer observaciones sobre la libertad de elecci�n que todo hombre tiene, y que Dios, en materia de religi�n, aplica y llama a la acci�n.

"III. La necesidad de la elecci�n . - Estar sin religi�n , es estar sin felicidad aqu�, y sin ning�n t�tulo al reino de Dios. Tener una religi�n falsa , es el camino ancho a la perdici�n y tener la religi�n verdadera , y vivir conforme a ella, es el camino elevado al cielo. La vida es precaria - la muerte est� a la puerta - llama el Juez - �mucho queda por hacer, y tal vez poco tiempo para hacerlo! La eternidad depende del momento presente. Elegir - elegir r�pidamente - con determinaci�n, etc.

"IV. El alcance de las condiciones . - Temed al Se�or, y servidle en verdad y justicia . Temed al Se�or. Considerad su ser , su poder, santidad, justicia , etc. Esta es la puerta a la religi�n. La religi�n misma consiste en dos partes:

I. VERDAD.

1. En oposici�n a la idolatr�a detestable de las naciones antes mencionadas.

2. En referencia a esa revelaci�n que Dios dio de s� mismo.

3. En referencia a esa s�lida paz y consuelo que las falsas religiones pueden prometer, pero no pueden dar y que la verdadera religi�n comunica a todos los que la abrazan debidamente.

II. La rectitud o integridad , en oposici�n a aquellos vicios abominables por los cuales ellos mismos y las naciones vecinas hab�an sido contaminados.

1. La mayor parte de los hombres tienen una religi�n para la juventud , otra para la vejez . Pero el que sirve a Dios con integridad , le sirve con todo su coraz�n en cada parte de la vida.

2. La mayor�a de los hombres tienen una religi�n de tiempos, lugares y circunstancias . Esta es una religi�n defectuosa . La integridad abarca cada tiempo, cada lugar y cada circunstancia, la ley de Dios se mantiene siempre ante los ojos y su amor en el coraz�n, dictando pureza y perfecci�n en cada pensamiento, palabra y obra.

3. Muchos se contentan con abstenerse del vicio, y se creen seguros del reino de Dios porque no pecan como los dem�s. Pero el que sirve a Dios con integridad , no s�lo se abstiene del acto y de la apariencia del mal, sino que realiza con constancia todo bien moral .

4. Muchos piensan que si practican alguna especie de virtudes, a las cuales sienten menos repugnancia natural, pujan justamente por el reino; pero esto es opuesto a la rectitud . La religi�n de Dios proh�be igualmente toda especie de vicio y recomienda toda clase de virtud.

"V. El peligro del compromiso . - Este pacto ten�a en s� la naturaleza de un juramento ; porque tanto implica la frase delante del Se�or : por lo tanto, los que entraron en este pacto se comprometieron con juramento al Se�or, a ser firmes y �fieles a �l y� en �l. Pero se puede preguntar: 'Como la naturaleza humana es muy corrupta y extremadamente voluble, �no existe el mayor peligro de quebrantar tal pacto, y no es mejor no hacerlo, que correr el riesgo de romperlo y exponerse uno mismo a un castigo a�adido por ese motivo? Respuesta: El que hace tal pacto en la fuerza de Dios, tendr� esa fuerza que le permitir� ser fiel a �l.�Adem�s, si el alma no se siente en la obligaci�n m�s solemne de vivir para Dios, vivir� para el mundo y la carne. Tampoco es un pacto como este m�s solemne y estricto que el que hemos hecho a menudo; primero en nuestro bautismo, y a menudo despu�s en el sacramento de la Cena del Se�or , etc. Josu� admite que existe un gran peligro al hacer este pacto. No pod�is servir al Se�or, porque �l es un Dios santo, fuerte y celoso, etc.�Pero esto s�lo supone que nada se puede hacer bien sino por su Esp�ritu y en su fuerza. La fuerza�del Esp�ritu Santo est� a la altura de toda exigencia de la santa ley de Dios, en cuanto se refiere a la conducta moral de un creyente en Cristo.

"VI. La solemnidad de la aceptaci�n . - A pesar de que Josu� fielmente estableci� los terribles males que podr�an esperar aquellos que abandonaran al Se�or, entraron solemnemente en el pacto. "Dios no permita que abandonemos al Se�or", "�Parec�an pensar que no pactar en este caso era rechazarlo" .

"VII. La proximidad de la consecuencia . - Hab�a dioses falsos entre ellos, y �stos deben ser quitados inmediatamente. Como hab�is tomado al Se�or por vuestro Dios, quitad entonces los dioses extra�os que hay entre vosotros , Josu� 24:23 ". En el momento en que se hace el pacto, en ese mismo momento entran en vigor las condiciones del mismo. El que hace este pacto con Dios debe romper inmediatamente con todo designio, compa��a, palabra y obra de maldad. Finalmente, Josu� erigi� dos monumentos de este transacci�n solemne:

1. Hizo que se escribiera la palabra en el libro de la ley, Josu� 24:26 .

2. Erigi� una piedra debajo de una encina, Josu� 24:27 , para que estas dos cosas fueran testigos contra ellos si quebrantaban el pacto que entonces hab�an hecho.�

Es la misma necesidad indispensable para todo aquel que profesa el cristianismo, entrar en alianza con Dios por medio de Cristo. El que no est� decidido a estar del lado de Dios, se encontrar� del lado del mundo, del diablo y de la carne. Y el que no se aparta de todas sus iniquidades, no puede hacer tal pacto. Y el que no lo logre ahora , probablemente nunca tenga otra oportunidad.�Lector, la muerte est� a la puerta , y la eternidad est� a la mano . Estas son verdades que en todas partes se proclaman, en todas partes se cree profesamente, en todas partes se reconoce que son importantes y quiz�s en ninguna parte se ponen en el coraz�n como deber�an ser. �Y sin embargo todos entienden�que han nacido para morir!

SOBRE el car�cter y la conducta de Josu�, ya se ha dicho mucho en las notas y particularmente en el prefacio de este libro. Se pueden a�adir algunos detalles.

No parece que Josu� se haya casado alguna vez, o que haya tenido hijos. Que �l era muy estimado por Dios, lo sabemos por haber sido escogido para suceder a Mois�s en el gobierno del pueblo. �l era la �nica persona, de todo el ej�rcito de Israel, que se consideraba apto en todos los sentidos para salir delante de la congregaci�n y entrar: para sacarlos y traerlos ; y ser el pastor del pueblo, porque el Esp�ritu de Dios estaba en �l .�Ver N�meros 27:17. Se le llama siervo de Dios , como lo fue Mois�s y fue, de todos los hombres de esa generaci�n, el siguiente en eminencia a ese gran legislador.�Como su gran maestro, no se provey� ni a s� mismo ni a sus parientes ; aunque lo ten�a constantemente en su poder para hacerlo. �l era la cabeza y l�der del pueblo; el jefe y principal en todas las fatigas y peligros; sin cuya piedad, prudencia, sabidur�a y habilidad militar, todas las tribus de Israel, humanamente hablando, habr�an sido arruinadas. Y sin embargo, este conquistador de las naciones no se reserv� una buena herencia, una ciudad noble, ni parte alguna del bot�n de los que hab�a vencido.�Sus compatriotas, es verdad, le dieron herencia entre ellos, Josu� 19:50 . Esto, podr�amos suponer, fue en consideraci�n a sus eminentes servicios, y esto, naturalmente, podr�amos esperar, �era la mejor herencia de la tierra! �No! le dieron Timnat-sera , en los montes �ridos de Efra�n, y aun esto pidi� Josu� 19:50 .��Pero no era esta la mejor ciudad de la tierra? No, ni siquiera era NINGUNA ciudad ; evidentemente no m�s que las ruinas de una�que hab�a estado en ese lugar; y por eso se dice que edific� la ciudad y habit� en ella ; �l, con algunas personas de su propia tribu, revivi� las piedras de entre los escombros y la hizo habitable.

Josu� cre�a que hab�a un Dios; lo amaba, actuaba bajo su influencia, y se esforzaba al m�ximo de su poder para promover la gloria de su Hacedor, y el bienestar del hombre: y esperaba su recompensa en el otro mundo.

Al igual que aqu�l de quien era un tipo ilustre, llev� una vida penosa y laboriosa, dedic�ndose por completo al servicio de Dios y del bien p�blico. Cu�n diferente era Josu� de esos hombres que, por ciertos servicios, son elevados a los m�s altos honores, pero que, no contentos con la recompensa que les otorga su pa�s, utilizan su nueva influencia para un mayor engrandecimiento de s� mismos y de sus dependientes, a expensas, y a menudo en la ruina de su pa�s.

Josu� s�lo se retira del trabajo cuando no hay m�s trabajo que hacer, ni m�s peligros que enfrentar. Fue el primero en el campo y el �ltimo en salir de �l, y nunca intent� descansar hasta que todas las tribus de Israel obtuvieron sus posesiones y se establecieron en sus herencias. De �l podr�a decirse verdaderamente, como de C�sar, que continu� trabajando, nil actum reputans, si quid superesset agendum: pues "no consider� nada hecho, mientras algo quedara sin hacer".

Contemplad a este hombre que se retira del cargo y de la vida sin ning�n tipo de emolumento! el hombre m�s grande de todas las tribus de Israel; el m�s patriota y el m�s servicial; y, sin embargo, el peor provisto! Estadistas, comandantes navales y militares, mirad a Josu� a la cara, leed su historia y aprended de ella lo que significa el verdadero PATRIOTISMO. S�lo el hombre que verdaderamente teme y ama a Dios, acredita su revelaci�n y es hecho part�cipe de su Esp�ritu, es capaz de realizar servicios desinteresados a su pa�s y a la humanidad.

NOTAS MASOR�TICAS SOBRE JOSHUA

El n�mero de versos en el Libro de Josu� es 656, (deber�a ser 658, ver en Josu� 21:36 , c.), cuyo s�mbolo se encuentra en la palabra ???? vetharon , (y cantar�), Isa�as 35:6 .

Su vers�culo central es Josu� 13:26 .

Sus secciones masor�ticas son 14 cuyo s�mbolo se encuentra en la palabra ?? yad , (la mano), Ezequiel 37:1 . V�ase la nota al final del G�nesis, Clarke " G�nesis 50:26" , y las Haphtaras al final del Pentateuco .

Información bibliográfica
Texto de la bibliografía=Clarke, Adam. "Comentario sobre Joshua 24". "El Comentario de Adam Clarke". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/acc/joshua-24.html. 1832.