Bible Commentaries
Números 2

Comentario de ClarkeComentario Clarke

Versículo 1

CAPITULO DOS

Mois�s mand� ense�ar a los israelitas c�mo han de lanzar

sus tiendas, y levantar�n los pendones de las casas de sus padres ,�1, 2

Jud�, Isacar y Zabul�n, al ORIENTE, en n�mero de

186.400 hombres , 3-9.

Rub�n, Sime�n y Gad, al SUR, con 151.450

hombres , 10-16.

Los levitas para estar en medio del campamento , 17.

Efra�n, Manas�s y Benjam�n, al OESTE, con

108.100 hombres , 18-24.

Dan, Aser y Neftal�, al NORTE, con 157.600

hombres , 25-31.

La suma total del conjunto , 603.550 hombres , 32.

Pero los levitas no est�n incluidos , 33.

El pueblo hace lo que el Se�or les manda , 34.

NOTAS SOBRE EL CAP. II

Versículo 2

Vers�culo N�meros 2:2 . Cada hombre debe lanzar seg�n su propio est�ndar ]

Los comentaristas, los cr�ticos, los fil�sofos y los profesionales se han esforzado mucho por ilustrar este cap�tulo mostrando el mejor m�todo de acampar para un n�mero tan grande de hombres, y la manera en que conciben que los israelitas formaron su campamento en el desierto. Como Dios les dio el plan, sin duda era perfecto en todos los aspectos, y respond�a plenamente al doble prop�sito de conveniencia y seguridad. Scheuchzer ha entrado en este tema con su habitual habilidad, y con un detalle muy considerable. Siguiendo el plan de Reyher, como en el cap�tulo anterior, se esfuerza por determinar el orden exacto en que estaban dispuestas las diversas tribus; y como su obra es a la vez escasa y costosa, el lector no tendr� inconveniente en encontrar aqu� una traducci�n de todo lo que se refiere al tema.

DESCRIPCI�N Y PLANO DE SCHEUCHZER DE LOS CAMPAMENTOS

DE LOS ISRAELITAS EN EL DESIERTO

Ver gr�fico al final del cap�tulo


"Si nos formamos una idea adecuada de Dios, de su esencia y de sus atributos, percibiremos f�cilmente que este Ser infinito y supremo quiere y ejecuta lo que su divina sabidur�a designa; en una palabra, veremos que es el Dios del orden. Este orden se manifiesta en la perfecci�n, la disposici�n y el conjunto de todos los seres creados; en la construcci�n de la tierra que habitamos, donde cada cosa est� formada en orden, n�mero, peso y medida; y en todos los cuerpos, grandes y peque�os. Es cierto que el arca de No� es un modelo perfecto de arquitectura naval. El templo de Salom�n y el de Ezequiel fueron igualmente obras maestras en su g�nero. Pero ahora vamos a considerar la disposici�n divina del campamento israelita, y la manera en que se form�.

"El ej�rcito israelita estaba dividido en tres divisiones principales. La primera, que era la menos extensa, pero la m�s fuerte y poderosa, ocupaba el centro del ej�rcito: era el trono de Dios, es decir, el TABERN�CULO. La segunda, compuesta por los sacerdotes y los levitas, rodeaba a la primera. La tercera, y la m�s alejada del centro, inclu�a a todas las dem�s tribus de Israel, que estaban al menos a una milla del tabern�culo. Pues se desprende de Josefo, iii. 4, que lo m�s cerca que se atrev�an a acercarse al arca, excepto durante el tiempo de adoraci�n, era una distancia de 2.000 codos. La reverencia debida a la Majestad Divina, el numeroso ej�rcito de los israelitas, compuesto por 600.000 soldados, con sus familias, que sumaban unos 3.000.000 de almas, exig�a naturalmente una extensi�n considerable de terreno. No hemos de imaginar que todas estas familias acamparon en forma de pelot�n, sin orden, como las bestias, o como las tropas de Tartaria, y los ej�rcitos orientales; por el contrario, su campamento estaba dividido de acuerdo con las reglas m�s exactas. Y no podemos dudar de que su campamento estaba trazado, y el lugar de cada divisi�n y tribu asignado exactamente por algunos ingenieros, o ge�metras, antes de que el ej�rcito se detuviera para acampar, a fin de que cada persona pudiera encontrar de inmediato su propio barrio, y el camino que deb�a tomar para llegar a las otras tiendas.

"Cuatro divisiones, que miraban a los cuatro cuartos del cielo, cada una con su propia bandera, formaban el centro del ej�rcito. JUDA estaba colocado al este, y bajo �l ten�a a Isacar y Zabul�n; al sur estaba REUB�N, y bajo �l Sime�n y Gad; al oeste estaba Efra�n, y bajo �l Manas�s y Benjam�n; finalmente, DAN estaba al norte, y ten�a bajo �l a Aser y Neftal�. Algunos han pretendido que estas cuatro divisiones principales no s�lo se distingu�an por sus ense�as, sino que cada tribu particular ten�a tambi�n su estandarte o ense�a. A este respecto, podemos remitirnos a los talmudistas, que han llegado a definir los colores y las figuras o armas de las propias ense�as. Pretenden que en la de JUDA estaba pintado un le�n, con esta inscripci�n: "Lev�ntate, Se�or, dispersa a tus enemigos, y que huyan ante ti los que te odian"; y encuentran esta descripci�n de la ense�a de Jud� en� G�nesis 49:9 .

Le dan a ISACAR un asno , G�nesis 49:14 ; a ZABULON un barco , G�nesis 49:13 ; a RUB�N un r�o , G�nesis 49:4 , (otros dan a RUB�N la figura de un hombre ;) a SIME�N una espada , G�nesis 49:5 ; a GAD un le�n , Deuteronomio 33:20 ; a EFRA�N un unicornio , Deuteronomio 33:17 ; un buey a MANAS�S, Deuteronomio 33:17 ; un lobo a BENJAMIN, G�nesis 49:27 ; y una serpiente a DAN, G�nesis 49:17 , aunque otros le dan un �guila .

En resumen, pretenden que el estandarte de ASER era un pu�ado de ma�z , G�nesis 49:20 , y el de NEFTAL� un ciervo , G�nesis 49:21 .

"Para probar que las sumas aqu� se suman correctamente, no tenemos m�s que unir los n�meros separados y ver si concuerdan con el total. El texto nos proporcionar� un ejemplo de esto: hubo en el cuarto de: -

Jud�

186.400

N�meros 2:9

Rub�n

151,450

N�meros 2:16

Efra�n

108,100

N�meros 2:24

Dan

157,600

N�meros 2:31

"Entre otras cosas, debemos destacar esa regla de t�ctica militar que exige que las guardias avanzadas y de retaguardia sean m�s fuertes que el centro.

"En un campamento bien regulado, la limpieza se considera indispensablemente necesaria; esto es particularmente notable en el ej�rcito israel�, donde se manten�a el m�s exacto orden. De ah� que se prohibiera la entrada en �l a toda persona que tuviera cualquier tipo de enfermedad y a los que tuvieran fama de impuros;� N�meros 5:2 ; Deuteronomio 23:10 .

"Los que tienen la salud de los hombres, y de todo un ej�rcito confiado a ellos, no ignoran que las enfermedades pueden ser f�cilmente producidas por exhalaciones p�tridas de materia excrementicia; y que tal materia producir� en los campos fiebres pestilentes y disenter�as. Por esta raz�n, debe tenerse siempre cuidado de que se proporcionen oficinas, a distancia del campamento, para los soldados, y tambi�n que los que est�n enfermos sean separados de los dem�s, y enviados a los hospitales para ser tratados adecuadamente.

"En la t�ctica militar se habla de dos alas distintas: la derecha y la izquierda. El ej�rcito israelita no s�lo las ten�a en un lado, como es habitual, sino en los cuatro lados. En el lado oriental, la tribu de Isacar formaba la derecha, la de Zabul�n la izquierda y la de Jud� el centro. Al sur, Sime�n formaba el ala derecha, Gad la izquierda y Rub�n el centro. Hacia el oeste, Manas�s compon�a la derecha, Benjam�n la izquierda y Efra�n el centro. Y en el norte, Aser estaba en el ala derecha, Neftal� en el ala izquierda y Dan en el centro. Sin embargo, a pesar de esto, el ej�rcito no corr�a el riesgo de ser quebrantado f�cilmente, ya que cada tribu, siendo numerosa, estaba apoyada por varias filas, de tal manera que si la primera era quebrantada, la segunda era capaz de resistir; y si la segunda ced�a, o compart�a la misma suerte que la primera, se encontraba apoyada por la tercera, y as� con el resto. La forma cuadrada en la que el ej�rcito jud�o se colocaba habitualmente era la mejor para la seguridad y la defensa. El uso y la importancia del cuadrado hueco en las t�cticas militares es bien conocido.

"Para una multitud tan grande de gente y para un ej�rcito tan numeroso, era necesario que todos los art�culos necesarios para la vida estuvieran preparados de antemano o se encontraran listos para ser tomados. En estos aspectos nada les faltaba a los israelitas. Su pan descend�a del cielo, y ten�an adem�s abundancia de todo lo que pod�a contribuir a la magnificencia. Si podemos dar cr�dito a Josefo, ten�an entre ellos mercados p�blicos y una variedad de tiendas. Ant., i. iii. c. 12, sec. 5. El tabern�culo, una vez erigido, se colocaba en medio del campamento, cada una de las tres tribus se extend�a sobre las alas y dejaba entre ellas un espacio suficiente para pasar.

"Era, dice Josefo, como un mercado bien arreglado en el que todo estaba listo para la venta en el debido orden, y toda clase de art�fices ten�an sus tiendas; de modo que este campamento pod�a ser considerado como una ciudad m�vil.

�En �xodo 32:27 tambi�n encontramos que se hace menci�n de las puertas del campamento: 'Poned cada uno su espada al lado, y entrad y salid de puerta en puerta por todo el campamento'. De lo cual podemos concluir que si el campamento ten�a puertas, los israelitas tambi�n ten�an centinelas para vigilarlas. Si esto es cierto, tambi�n podemos creer que estaban rodeados de trincheras, o que al menos sus puertas estaban defendidas por algunas fortificaciones. Sagitario (de Jan. Vet., c. 18. � 10) pretende que el tabern�culo no s�lo estaba custodiado por los levitas, sino que tambi�n hab�a centinelas en las puertas y en la entrada de los campamentos israelitas. � �xodo 32:27 .

�xodo 12:37 , �xodo 12:37 y " �xodo 13:18" . Reyher (Math. Mos., p. 568) asigna a la

Tribu de JUDA,

Un espacio de 298 2/5 codos de ancho�y 250 de largo

&mdash&mdash&mdash

Lo que hace 74,600 codos cuadrados.

"Debemos observar que aqu� estamos simplemente hablando del terreno que ocuparon los soldados de esta tribu mientras permanec�an cerca unos de otros en sus filas, y que en este c�mputo s�lo se permite un codo cuadrado para cada hombre; por lo tanto, si tomamos�en cuenta la disposici�n de los soldados, las tiendas, los espacios necesarios, las familias, las bestias de carga y los muebles, se requiere una extensi�n de terreno mucho mayor. Todas esas circunstancias no entran en el c�lculo de Reyher. Contin�a as�: -

Por la tribu de ISACAR,

217 3/5 codos de ancho

250 de largo

&mdash&mdash&mdash

Total 54,400 codos cuadrados.

Por la tribu de GAD,

140 5/11 codos de ancho

325 de largo

&mdash&mdash&mdash

Total 45,650 codos cuadrados.

Por la tribu de ZABUL�N,

229 3/4 codos de ancho

250 de largo

&mdash&mdash&mdash

Total 57,400 codos cuadrados.

Por la tribu de EFRA�N,

202 1/2 codos de ancho

200 de longitud

&mdash&mdash&mdash

Total 40,500 codos cuadrados.

Por la tribu de RUBEN,

143 1/5 codos de ancho

325 de largo

&mdash&mdash&mdash

Total 46,500 codos cuadrados.

Por la tribu de MANAS�S,

161 codos de ancho

200 de longitud

&mdash&mdash&mdash

Total 32,200 codos cuadrados.

Por la tribu de SIME�N,

182 6/13 codos de ancho

325 de largo

&mdash&mdash&mdash

Total 59,300 codos cuadrados.

Por la tribu de BENJAMIN,

177 codos de ancho

200 de longitud

&mdash&mdash&mdash

Total 35,400 codos cuadrados.

Para la tribu de DAN,

156 3/4 codos de ancho

400 de longitud

&mdash&mdash&mdash

Total 62,700 codos cuadrados.

Por la tribu de ASER,

103 3/4 codos de ancho

400 de longitud

&mdash&mdash&mdash

Total 41,500 codos cuadrados.

Por la tribu de NEFTALI,

133 1/2 codos de ancho

400 de longitud

&mdash&mdash&mdash

Total 53,400 codos cuadrados.

"Si hacemos la icnograf�a, o incluso la escenograf�a, del campamento sobre este plano, al seguirlo debemos primero, en el centro , formar un paralelogramo de 100 codos de largo y 50 de ancho para el atrio del tabern�culo con un espacio vac�o todo alrededor de 50 codos de ancho.Luego debemos colocar el campamento de los levitas en el siguiente orden:

Al oeste, los gersonitas , N�meros 3:22-4 .

30 codos de ancho

250 codos de largo

&mdash&mdash-

Total 7500

Al sur, los Coatitas , N�meros 3:28 -:29.

Ancho 86 codos

Longitud 100 codos

&mdash&mdash-

Total 8.600

Al norte, los meraritas , N�meros 3:34-4 .

Ancho 62 codos

Longitud 100 codos

&mdash&mdash-

Total 6.200

�Al este debemos colocar tiendas para Mois�s, Aar�n y sus hijos, N�meros 3:38 .

"En el lugar donde termina el campamento de los levitas, se debe dejar un espacio de 2,000 codos cuadrados, despu�s de lo cual debemos tomar las dimensiones del campamento de las doce tribus.

"Este plan es en general bien imaginado, pero no proporciona una icnograf�a de suficiente extensi�n. Para llegar a una comprensi�n m�s precisa de este tema, examinar� las reglas que se usan ahora para los campamentos y las comparar� despu�s�con lo establecido en las Sagradas Escrituras, para que por la presente podamos formarnos una idea del campamento de Dios, cuya grandeza y perfecci�n superaba todo lo que se ha visto jam�s. proponer como fundamento sobre el cual proceder�.

"En �xodo 18:21 , Deuteronomio 1:15 , encontramos el consejo dado por Jetro a Mois�s con respecto al gobierno pol�tico y la disciplina militar: 'Procurar�s de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la�avaricia; y ponlos sobre ellos, para que sean pr�ncipes de mil, y pr�ncipes de centenas, pr�ncipes de cincuenta y pr�ncipes de decenas.

[ V�ase la nota sobre " �xodo 18:21" .] Bien podemos comparar estos tribunos , o m�s bien estos quiliarcas , con nuestros coroneles , los centuriones o hecat�ntarcas con comandantes o capitanes , los quincuagenarios o pentecontarcas con tenientes , y los decuriones o decarchs a nuestros sargentos .

Estos jefes, ya fueran nombrados magistrados u oficiales , proced�an cada uno de su propia tribu particular, de modo que no se permit�a colocar sobre una tribu a un oficial tomado de otra. Cualquier asunto que los decarcas no pudieran decidir o terminar, pas� a los pentecontarcas , y de all� gradualmente a los hecatontarcas , a los quiliarcas , a Mois�s , y finalmente a DIOS mismo, el jefe soberano del ej�rcito.

Si dividimos todo el ej�rcito (tal como estaba a su salida de Egipto) por los n�meros ya establecidos, encontraremos 600 quiliarcas, 6.000 hecat�ntarcas, 12.000 pentecontarcas, 60.000 decarcas, que en total hacen 78.600 oficiales. Josefo regula el n�mero de ellos a�n m�s exactamente diciendo que hab�a jefes establecidos sobre 10.000, 1.000, 500, 50, 30, 20 y 10. Encontramos esta regulaci�n en Ant.Jueces , b. iii., c. 4: 'Revisen el ej�rcito, y nombren gobernantes escogidos sobre decenas de miles, y luego sobre miles, luego div�danlos en quinientos, y nuevamente en cientos, y en cincuenta, y pongan gobernantes sobre cada uno de ellos que puedan distinguir en treinta, y mantenerlos en orden; y al final numerarlos por veinte y por diez, y que haya un comandante sobre cada n�mero, para ser denominados por el n�mero de aquellos sobre quienes son gobernantes.'

"No debemos pasar en silencio esta divisi�n por decenas , porque dos veces 10 son 20, tres veces 10, 30, cinco veces 10, 50, diez veces 10, 100, diez veces 50, 500, diez veces 1,000, 10,000. Fue de esta manera, como se pretende, que Cangu , el primero de los grandes Khams, (como se le llama), y despu�s de �l Tamerl�n , sac� un ej�rcito, es decir, por 10, 100, 1,000, 10,000, mencionados en Alhaz�n. Probablemente estos t�rtaros tomaron prestada de los mismos hebreos esta manera de establecer un campamento. En todo caso, es cierto que no se puede encontrar nada m�s antiguo de este tipo que el mencionado en los libros de Mois�s. Para distinguirla de la de los griegos y romanos podemos con justicia llamarla castrametaci�n hebrea, o, si lo juzgamos m�s propiamente, castrametaci�n divina, y por consiguiente la m�s perfecta de todas.

Pues aunque Mois�s sit�a a los pentecontarcas en medio, entre los hecatontarcas y los decarcas , es decir, 50 entre 100 y 10; y aunque Josefo coloca despu�s 1.000 entre 500 y 10.000, y 30 y 20 entre 10 y 50, esto no altera en absoluto la progresi�n por decenas , que es el fundamento de la aritm�tica. Estos oficiales subalternos fueron igualmente �tiles y necesarios, pues ahora vemos que su n�mero, lejos de crear confusi�n, ayuda a mantener el orden, y que cuantos m�s hay, mejor se conserva el orden.

De acuerdo con el m�todo moderno de hacer la guerra, los siguientes en rango a los generales del ej�rcito (que tienen el mando supremo) son los mariscales de campo y los brigadieres , que mandan 5.000 hombres.

Entre los chiliarcas o coroneles y los hecatartarcas o capitanes, hay tenientes coroneles; y entre los hecatartarcas y los decarcas, tenientes capitanes; y �stos tienen a sus �rdenes tenientes y alf�reces.

"Es cierto que este m�todo de distribuci�n de un ej�rcito por decenas y de acampada, que es muy conciso, tiene muchas m�s ventajas, incluso en lo que respecta a los gastos, que los mejores planes de los griegos, los romanos o cualquier otra naci�n antigua. Sobre este tema tenemos el testimonio de Simon Steven, Castrametat. c. 1, art. 1, y c. 4. art. 3, Oper. Math., p. 574 y 596, c. Seg�n esta disposici�n cada soldado, o si es m�s apropiado, cada padre de familia, estando as� colocado de diez en diez en l�nea recta uno tras otro, podr�a muy f�cilmente nombrarse a s� mismo primero, segundo, c. Cada tropa de la misma manera podr�a distinguirse por sus ense�as, la de 100 podr�a tenerlas peque�as, la de 1.000 m�s grandes, y la de 10.000 a�n m�s grandes. Cada oficial, desde el subalterno m�s bajo hasta los oficiales generales del campamento, e incluso hasta los propios generalissimos, s�lo ten�a una inspecci�n f�cil de diez hombres cada uno el decarch ten�a la inspecci�n de 10 soldados, el hecat�ntarca de 10 dec�tarcas, y el miliarca de 10 hect�tarcas. Despu�s de los miliarcas, que en ninguna tropa pueden ser diez, est� el jefe o la cabeza de cada tribu. Cada uno de ellos cumple exactamente con el deber que se le asigna, por lo que podemos suponer que todo est� en orden, incluso si el campamento es m�s grande y numeroso. Lo mismo puede decirse respecto a las disputas que pudieran surgir entre los soldados, as� como todo lo relativo al deber general de los oficiales, en cuanto a las labores que deb�an realizar, ya sea para levantar sus tiendas para las obras de fortificaci�n o para hacer atrincheramientos. Esta disposici�n podr�a ser f�cilmente retenida en la memoria, o bien llevar una lista general con los nombres de los oficiales y soldados para distribuirles su paga, y llevar una contabilidad exacta.

"Era posible en un momento saber el n�mero de los que faltaban o estaban fuera de sus filas, y evitar este desorden en el futuro obligando a cada hombre a atender su deber y mantenerse en su rango. Si por casualidad ocurr�a que alg�n hombre quer�a desertar o se hab�a escapado, era f�cil advertirlo e infligirle el castigo que merec�a. Como los alf�reces se distingu�an por sus marcas y la compa��a era conocida, era f�cil encontrar a cualquier soldado.

"Los propios ej�rcitos pod�an tener ciertas marcas para distinguirlos, y por ese medio pod�an averiguar de inmediato la persona en cuesti�n, por ejemplo: 8. 2. 7. 3. podr�a significar el octavo soldado o padre de familia, del segundo rango, de la s�ptima compa��a, en la tercera chiliad; 7. 3. 5. el alabardero del decuri�n o sargento de la s�ptima l�nea, en la tercera compa��a, de la quinta chiliad o mil; 5. 8. los hecat�ntarcos o capitanes de la quinta compa��a, en la octava chiliad; 7. los chiliarcas o coroneles del s�ptimo rango; 0. finalmente, el general de todo el ej�rcito. Adem�s, por los mismos medios se pod�a evitar la p�rdida o el extrav�o de sus armas. Adem�s, los soldados podr�an ser instruidos y formados en muy poco tiempo para el ejercicio de las armas, teniendo cada decada su sargento como maestro; y los carros u otros carruajes podr�an ser f�cilmente divididos entre varios, 10 bajo el decuri�n, 100 bajo el hecat�ntarca; y siguiendo as� el m�todo anterior, todo podr�a mantenerse en buen orden.

UN PLAN DE TODO EL CAMPO ISRAEL�

Ver gr�fico al final del cap�tulo

"Finalmente, en un cuadro, representaremos todo el campamento de los israelitas, en el orden que parezca m�s apropiado. Para este prop�sito, debemos extraer las ra�ces cuadradas de los espacios anteriores, para que podamos asignar a cada tribu �reas cuadradas o paralelogramos rectangulares.

Rub�n

3049 codos cuadrados.

Sime�n

3443

los gersonitas

1224

los coatitas

1311

los meraritas

1113

Jud�

3862

Isacar

3298

Zabul�n

3388

Dios

3019

Ahser

2880

Manas�s

2537

Efra�n

2846

Benjam�n

2660

Dan

3541

Neftal�

3268

�El tabern�culo, que ten�a 100 codos de largo y 50 de ancho, lo coloco en el centro del campamento, a una distancia de 840 pies del campamento de los levitas, que se coloca exactamente de la misma manera que se describe en las sagradas escrituras. Encuentro, pues, que todo el espacio del campamento es de 259.600.000 pies Ahora, de acuerdo con la manera que acabamos de dividir el campamento para cada tribu, siendo la suma total de 125.210.000, se sigue que el espacio entre las tiendas conten�a 134.390.000.

Si, con Eisenschmid , estimamos la milla romana en 766 brazas francesas y dos pies (en consecuencia, 21.141.604 pies cuadrados por milla cuadrada romana), el campamento israelita contendr� un poco m�s de 12 de esas millas cuadradas".

El lector tendr� la bondad de observar que las observaciones precedentes, as� como la siguiente l�mina o diagrama, que fue hecha por Scheuchzer en las proporciones m�s exactas, no podr�an ser copiadas aqu� con precisi�n sin una l�mina grabada; y despu�s de todo, el lector com�n no podr�a beneficiarse m�s de la l�mina que del diagrama. Ni siquiera se espera que las disquisiciones de este tipo puedan dar algo m�s que una idea general de c�mo fue probablemente la cosa; porque pretender una exactitud minuciosa, en tales casos, ser�a absurdo. El texto sagrado nos informa de que tales y tales tribus ocupaban el este, tal el oeste, etc., pero c�mo estaban dispuestas individualmente no podemos pretender decir absolutamente. El plan de Scheuchzer es tal como podemos suponer que el juicio y la habilidad establecer�an, pero a�n as� es muy probable que el plan de la castramaci�n de los israelitas fuera m�s perfecto que cualquier cosa que podamos imaginar; porque como era el plan que probablemente Dios mismo estableci�, deb�a ser en todos los aspectos lo que deb�a ser, para la comodidad y seguridad de esta numerosa multitud.

Como hay algunas diferencias entre el modo de distribuir el mando de un gran ej�rcito entre los brit�nicos y el utilizado en el continente, que sigue Scheuchzer, establecer� la escala descendente de los comandantes brit�nicos, que algunos pueden pensar que se aplica mejor a la disposici�n precedente del ej�rcito israel� que la otra.

El mando de un gran ej�rcito al servicio de Gran Breta�a se divide as�: -


1. El Comandante en Jefe.


2. Los tenientes generales, que mandan divisiones del ej�rcito: (estas divisiones constan de 2 o 3 brigadas cada una, que, por t�rmino medio, suman 5.000 hombres).


3. Los generales de divisi�n, que mandan las brigadas: (estas brigadas constan de 2 � 3 hombres [2.500 es quiz�s la media] seg�n la fuerza de los respectivos regimientos de los que se compone la brigada).


4. Los coroneles del ej�rcito, o tenientes coroneles, que mandan regimientos individuales; son asistidos en el mando de estos regimientos por los mayores de los regimientos. [Menciono al mayor para que no se rompa la escala descendente de los rangos, ya que en caso de ausencia de los dos oficiales anteriores, es el siguiente en el mando].


5. Capitanes que mandan compa��as: estas compa��as (en el establecimiento de guerra) constan de 100 hombres cada una, y hay 10 compa��as en cada regimiento, por lo que un coronel, o teniente coronel, manda a 1.000 hombres.


6. Tenientes, de los cuales hay 2 por cada compa��a.

7. Alf�rez; 1 por cada compa��a.


* 6 - 7 - Oficiales subalternos que no tienen mando, pero que asisten al capit�n.

1- Comandante en jefe.

2- Tenientes generales al mando de divisiones de 5.000 personas cada una.

3- Generales de Divisi�n, brigadas 2.500.


* 1 - 3 - Se denominan oficiales generales.


4- Coroneles, tenientes coroneles y comandantes; 3 oficiales que pertenecen a cada regimiento en servicio y que se dedican exclusivamente a la disciplina y al mando de los hombres; estos est�n montados a caballo y se denominan oficiales de campo.


5- 1 capit�n

6- 2 tenientes

7- 1 Alf�rez


* 5 - 7 - a cada compa��a.

Escala ascendente de rangos por la que debe pasar cada oficial.

Alf�rez

Teniente

Capit�n | a cada regimiento.

Mayor

Teniente Coronel

Coronel.

General de Divisi�n, comandante de brigada.

Teniente general, comandante de divisi�n.

General en Jefe, que comanda todo el ej�rcito.

Aunque remito al lector al diagrama anterior del campamento israel�, tomado de la l�mina de Scheuchzer, que he cre�do necesario adjuntar a su descripci�n, creo que tambi�n es apropiado introducirlo en la p�gina siguiente, ya que da una idea general y tolerablemente correcta de este inmenso campamento, en cuya descripci�n el inspirado escritor ha sido tan detallista; pero a�n as� debo decir que estas cosas deben considerarse como PROBABLES, no como absolutamente ciertas; ya que comprenden una visi�n general de lo que puede suponerse como probable, probable y practicable.

Se puede decir que el conjunto consta de tres campos, a saber:

1. El campo del Se�or;

2. El campamento de los levitas; y ,

3. El pueblo.

Estos, en el gran campamento del desierto, se correspond�an con el santo de los santos, el lugar santo y el atrio exterior del Templo de Jerusal�n. V�ase Ainsworth.

Información bibliográfica
Texto de la bibliografía=Clarke, Adam. "Comentario sobre Numbers 2". "El Comentario de Adam Clarke". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/acc/numbers-2.html. 1832.