Bible Commentaries
Números 27

Versículo 1

CAP�TULO XXVIII

Las hijas de Zelofehad reclaman su herencia , 1-4.

Mois�s lleva su caso ante el Se�or , 5.

Permite su pretensi�n , 6, 7;

y se hace una ley para regular la herencia de las hijas ,�8-11.

Se ordena a Mois�s que suba al monte Abarim y vea la

tierra prometida , 12;

es informado de su muerte , 13;

y por cuanto no santific� a Dios en las aguas de Meriba ,

no entrar� en la tierra�, 14.

Mois�s le pide al Se�or que nombre una persona para ocupar su lugar

como l�der de los israelitas , 15-17.

Dios nombra a Josu�, ordena a Mois�s que le imponga las manos ,

que lo presente ante el sacerdote Eleazar, y le de el�cargo a

la vista del pueblo , 18-20.

Eleazar pedir� consejo por��l por Urim, y por mandato suyo

�Saldr�n y entrar�n los israelitas?, 21.

Mois�s hace como el Se�or le mand�, y consagra a Josu� ,

22, 23.

NOTAS SOBRE EL CAP. XXVIII

Vers�culo N�meros 27:1 . Las hijas de Zelofehad.�El caso singular de estas mujeres hizo que se hiciera una ley adicional al c�digo civil de Israel, que constat� satisfactoriamente y asegur� ampliamente el derecho de sucesi�n en casos de herencia. La ley, que es tan razonable como justa, queda as�:

1. A la muerte del padre , la herencia pasa a los hijos ;

2. Si no hay hijo , suceden las hijas ;

3. Si no hubiere hija , heredan los hermanos del difunto;

4. Si no hay hermanos ni t�os paternos , la herencia pasa a los hermanos de su padre ;

5. Si no hubiere t�os abuelos ni hermanos del padre del difunto, sucede en la herencia el pariente m�s pr�ximo .

M�s all� del quinto grado no procede la ley, porque como las familias de los israelitas se ten�an separadas en sus respectivas tribus, deb�a haber siempre algunos que pudieran llamarse parientes , y lo fueran realmente, por haber descendido sin interrupci�n del patriarca de los tribu.

Versículo 7

Vers�culo N�meros 27:7 . Ciertamente les dar�s una herencia entre los hermanos de su padre.�Hay aqu� una curiosa anomal�a en el texto hebreo que no se ve en nuestra traducci�n. En hebreo ellos, ellas y sus, vosotros, vosotras y vuestras, son tanto de g�nero masculino como femenino, seg�n los sustantivos a los que se les a�ade; pero estas palabras no tienen g�nero en espa�ol. En este vers�culo, al hablar de los hermanos del padre de aquellas mujeres, se utiliza la terminaci�n masculina ?? hem, SUS, en lugar de la femenina, ?? hen, regida por ???? benoth, hijas. As� que ??? lahem, a ELLAS, y ????? abihem, SUS padres, masculino, se encuentran en el presente texto, en lugar de ??? lahen y ????? abihen, femenino. Los int�rpretes han buscado aqu� un significado oculto, y han encontrado varios, ocultos aqu� o no. Uno dice: "se usa el g�nero masculino porque estas hijas son tratadas como si fueran herederos varones". Otro, "que se debe a su fe y a su consideraci�n concienzuda de las antiguas costumbres, y a mantener la memoria de su padre en el ser, lo que bien podr�a beneficiar a los hombres." Otro, "que significa el don gratuito de Dios en Cristo, donde no hay ni hombre ni mujer, ni esclavo ni libre, porque todos son uno en Cristo"; y as� sucesivamente, porque donde no hay regla no hay fin a las conjeturas. Ahora bien, la pura verdad es que el masculino es en el presente texto impreso un error por el femenino. El Samaritano, que muchos piensan que es, con mucho, la copia m�s aut�ntica del Pentateuco, tiene el g�nero femenino en ambos lugares; as� tambi�n lo tienen m�s de ochenta de los manuscritos cotejados por Kennicott y De Rossi. Por lo tanto, todas las curiosas razones de esta anomal�a ofrecidas por los int�rpretes no son m�s que serias bagatelas sobre el error de algunos copistas desatentos.

Y hablando de razones y significados misteriosos, algunos podr�an pensar que es imperdonable que pase por alto el misterio de la ca�da, la recuperaci�n y la plena salvaci�n del hombre, significada, como algunos quieren, por los nombres de Zelofehad y sus hijas.

"1. Las hijas de Zelofehad, reclamando una porci�n en la tierra prometida, pueden representar a los creyentes en Cristo reclamando una herencia entre los santos en la luz.

2. Estas cinco v�rgenes pueden ser consideradas como las cinco v�rgenes prudentes ( Mateo 25:1 ), que tomaron aceite en sus vasijas con sus l�mparas, y en consecuencia son tipos de aquellos que hacen una sabia provisi�n para su estado eterno.

3. Son ejemplos de aliento para los creyentes d�biles y desvalidos , que, aunque sean hu�rfanos en este mundo, no ser�n privados de su herencia celestial.

4. Sus nombres son misteriosos; porque Zelophehad , ????? TSELOPHCHAD, significa la sombra del miedo o pavor .

Su primera hija , ???? MACHLAH, enfermedad ;

La segunda, ??? NOAH, errante ;

La tercera, ???? CHOGLAH, girando o bailando de alegr�a:

la cuarta, ???? MILCAH, una reina ;

La quinta, ???? TIRTSAH, agradable o aceptable .

Por estos nombres podemos observar nuestro avivamiento por gracia en Cristo; porque todos somos nacidos de la sombra del temor , ( Tselophchad ), nacidos en pecado, y por temor a la muerte estando toda nuestra vida sujeta�a servidumbre, Hebreos 2:15 . Esto engendra ( Majlah ) dolencia,��dolor de coraz�n por nuestro estado.�Despu�s de lo cual ( No� ) vagando en busca de ayuda y consuelo, lo encontramos en Cristo, por quien nuestro dolor se convierte en alegr�a ( Choglah ). �l nos comunica su realeza ( Milcah ), haci�ndonos reyes y sacerdotes para Dios y su Padre, Apocalipsis 1:6 . As� que al final seremos presentados a �l gloriosos y sin mancha, siendo ( Tirtsah ) agradables�a sus ojos ".EVANGELISTA en la Iglesia de Dios desde el tiempo de Or�genes hasta nuestros d�as.

Versículo 12

Vers�culo N�meros 27:12 . Sube a este monte Abarim.��La monta�a a la que se le orden� ascender a Mois�s era ciertamente el monte Nebo , v�ase Deuteronomio 32:49 , que era el mismo que Pisga , v�ase Deuteronomio 34:1 .

Las monta�as de Abarim , seg�n el Dr. Shaw, son una larga cadena de espantosas colinas rocosas y escarpadas, que se prolongan a lo largo de la costa oriental del Mar Muerto, hasta donde alcanza la vista. As� como en hebreo ??? abar significa pasar, Abarim aqu� probablemente significa pasajes y la cresta en este lugar tiene su nombre con toda probabilidad del paso de los israelitas, ya que era opuesto a estos que pasaron el Jord�n hacia la tierra prometida.

Versículo 14

Vers�culo N�meros 27:14 . Se rebelaron contra mi mandamiento.�� N�meros 20:12 .

Versículo 16

Vers�culo N�meros 27:16 . El Se�or, el Dios de los esp�ritus de toda carne.�� N�meros 16:22 .

Versículo 17

Vers�culo N�meros 27:17 . Que la congregaci�n del Se�or no sea como ovejas que no tienen pastor. �Esta es una expresi�n hermosa, y nos muestra c�mo Mois�s se ve�a a s� mismo entre su pueblo. �l era su pastor ; no busc� un lugar m�s alto; aliment� y gui� al reba�o de Dios bajo la direcci�n del Esp�ritu Divino, y fue fiel en toda la casa de su Maestro. A este dicho de Mois�s alude nuestro Se�or, Mateo 9:36 .�

Versículo 18

Vers�culo N�meros 27:18 .�En qui�n est� el esp�ritu.��Esto ciertamente debe significar el Esp�ritu de Dios ; y debido a que fue investido con este Esp�ritu, por lo tanto, fue capaz de guiar a la gente. �Cu�n miserablemente calificado est� aquel hombre para la obra de Dios que no es guiado e influenciado por el Esp�ritu Santo! Dios nunca escoge a un hombre para realizar sus designios sino a aquel a quien �l mismo ha capacitado para la obra.

Versículo 20

Vers�culo N�meros 27:20 . Y pondr�s.��????? mechodecha , de tu honor o autoridad sobre �l. Mostrar�s a toda la congregaci�n que lo has asociado contigo en el gobierno del pueblo.

Versículo 21

Vers�culo N�meros 27:21 . Eleazar el sacerdote - pedir� consejo por �l.��Aqu� hab�a una notable diferencia entre �l y Mois�s . Dios habl� con Mois�s cara a cara; pero a Josu� s�lo por medio del sumo sacerdote.

Versículo 23

Vers�culo N�meros 27:23 . Le impuso las manos.��Como prueba de que hab�a sido designado y calificado para la obra. As� que a la palabra de Josu� deb�an salir , y a su palabra entrar , N�meros 27:21 .�Y as� �l fue un tipo de nuestro bendito Se�or en cuanto a su oficio de mediador, y designaci�n Divina como hombre para la obra de nuestra salvaci�n; y a esta circunstancia de la designaci�n de Josu� para esta obra, y su recepci�n del honor y la gloria de Mois�s, San Pedro parece referirse con estas palabras, 2 Pedro 1:16 : "Fuimos testigos oculares de su majestad, porque �l recibi�de Dios Padre honor y gloria, cuando le fue dirigida desde la gloria excelsa una voz tal: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; O�DLO�. V�ase Mateo 17:5 . Pero uno infinitamente m�s grande que Mois�s o Josu� est� aqu�.