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2 Tesalonicenses 3

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

Introducción

An�lisis del cap�tulo

2 Tesalonicenses 3 se compone de exhortaciones y direcciones con respecto al desempe�o de varios deberes cristianos.

(1) El ap�stol pide sus oraciones; 2 Tesalonicenses 3:1. �l desea que oren particularmente para que la verdadera religi�n pueda prosperar, y que, al predicar el evangelio, pueda ser liberado de la oposici�n de hombres irrazonables y malvados.

(2) Expresa su confianza en que Dios los inclinar� a hacer lo correcto, y ora para que mantenga sus corazones en su amor y en la paciente espera del Salvador; 2 Tesalonicenses 3:3.

(3) �l les ordena que eliminen de su n�mero a los que estaban desordenados, y especialmente a los que estaban ociosos, y se dirige a una exhortaci�n sincera a esta clase, de que se comprometer�an diligentemente en el enjuiciamiento del negocio de sus llamamientos apropiados; 2 Tesalonicenses 3:6.

(4) Los exhorta a no cansarse de hacer el bien; 2 Tesalonicenses 3:13.

(5) �l ordena que si alguien no debe obedecer los mandamientos dados en esta Ep�stola, debe ser notado, y deben separarse de �l. Sin embargo, no deb�an considerarlo como un enemigo, sino amonestarlo como un hermano; 2 Tesalonicenses 3:14.

(6) La Ep�stola se cierra con los saludos habituales; 2 Tesalonicenses 3:16 2 Tesalonicenses 3:16 .

Versículo 1

Finalmente, hermanos, oren por nosotros - Es decir, por Paul, Silas y Timothy, luego se dedicaron a trabajos arduos en Corinto. Esta solicitud de las oraciones de los cristianos es una que Pablo hace a menudo; ver las notas, 1 Tesalonicenses 5:25.

Para que la palabra del Se�or tenga un curso libre - Es decir, el evangelio. El margen es "correr". As� tambi�n el griego. La idea es que podr�a encontrarse sin obst�culos, pero que podr�a llevarse al extranjero con la rapidez de un corredor fuera de cuyo camino se eliminaron todos los obst�culos. El evangelio se extender�a r�pidamente en la tierra si se eliminaran todas las obstrucciones que los hombres pusieron en su camino; y que puedan ser eliminados deber�a ser uno de los temas constantes de la oraci�n.

Y sea glorificado - Sea honrado; o parece ser glorioso

Como est� contigo - Es evidente a partir de esto que Pablo se encontr� con algunas obstrucciones al predicar el evangelio donde estaba trabajando. Lo que eran, menciona en el siguiente verso. Estaba entonces en Corinto (vea la introducci�n), y la historia en los Hechos de los Ap�stoles nos informa de las dificultades que tuvo que enfrentar all�; ver Hechos 18.

Versículo 2

Y para que seamos liberados de hombres irrazonables y malvados - Es decir, de la oposici�n en sus esfuerzos por difundir el evangelio. Pablo se encontr� con tales hombres en todas partes, como todos los que trabajan para difundir el conocimiento de la verdad, pero es probable que aqu� haya una referencia particular a la oposici�n que encontr� cuando estaba en Corinto. Esta oposici�n surgi� principalmente de los jud�os; ver Hechos 18:5, Hechos 18:12. La palabra "irrazonable" se representa en el margen como "absurda". La palabra griega (???????? atopos) significa, apropiadamente, "fuera de lugar;" entonces "absurdo, inusual, extra�o; entonces impropio, irrazonable, malvado ". Se representa en Lucas 23:41 como "incorrecto"; en Hechos 28:6 como "da�o". No ocurre en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Se refiere aqu� a las personas que actuaron mal o de manera inapropiada; personas que no fueron encontradas en el lugar correcto, o que no ten�an las opiniones correctas de las cosas; y probablemente no se refiera tanto a ser positivamente malvados o maliciosos, como "a sacar las cosas de su lugar".

Le dieron una importancia indebida a ciertas cosas y menos importancia a otras de lo que merec�an. Ten�an una visi�n distorsionada del valor de los objetos, y en una adhesi�n tenaz a sus propios puntos de vista, y al perseguir sus propios objetos con exclusi�n de todos los dem�s, presentaban una obstrucci�n constante al verdadero evangelio. Esta palabra se aplicar�a, y probablemente fue dise�ada para ser aplicada, a maestros jud�os (ver Hechos 18:5), quienes dieron una importancia indebida a las leyes de Mois�s; pero se aplicar� bien a todos los que tienen opiniones distorsionadas sobre la importancia relativa de los objetos, y que sacan las cosas de su lugar. La gente a menudo tiene un pasatiempo. Le dan m�s importancia a alg�n objeto de lo que merece. Por lo tanto, infravaloran otros objetos; presionar a los suyos con celo inapropiado; denunciar a otros que no sienten el mismo inter�s en ellos que ellos; retirarse de aquellos que no ir�n con ellos en sus puntos de vista; formar partidos separados y, por lo tanto, ponerse en el camino de todos los que se esfuerzan por hacer el bien en alg�n otro m�todo. Fue de personas que as� se pusieron fuera de lugar, que el ap�stol or� para ser liberado.

Y hombres malvados - Hombres con objetivos y prop�sitos malos. No siempre es cierto que aquellos que caer�an bajo la denominaci�n de lo que el ap�stol aqu� llama "irrazonable", son inicuos. A veces son personas bien intencionadas, pero equivocadas. Pero en este caso, al parecer, eran hombres de mal car�cter, que en el fondo se opon�an a lo que era bueno e inclinaban a sacar las cosas de su lugar.

Porque todos los hombres no tienen fe - De la verdad de esto, nadie puede dudar. La �nica pregunta es, en cuanto a su relaci�n con el caso que tenemos ante nosotros. Algunos suponen que significa "hay pocos hombres en quienes podemos confiar con seguridad"; otros, que significa que no tienen esa "disposici�n recta y sincera que har�a que los hombres recibieran el testimonio de los ap�stoles" (Doddridge); otros, que "todos los hombres no abrazan la fe cristiana, pero muchos se oponen a ella" (Benson); y otros, que "todos los hombres no creen, pero solo los dignos" - Bloomfield. La conexi�n parece requerir que la comprendamos como que todas las personas no est�n preparadas para abrazar el evangelio. Por lo tanto, se pusieron en su contra, y de tales personas, Pablo or� para que pudiera ser liberado; compare 2 Timoteo 3:8. El estado mental en el que se encontraba el ap�stol cuando escribi� esto, parece haber sido este: record� la disposici�n con que los tesalonicenses hab�an abrazado el evangelio, y la firmeza con la que lo sosten�an, y parece suponer que imaginar�an lo mismo debe ser cierto en todas partes. Pero �l dice que todas las personas no tienen la misma fe; no todos estaban preparados cordial y completamente para abrazar el evangelio. Hab�a personas irrazonables y malvadas con las que se hab�a encontrado, de quienes rez� para que pudiera ser liberado.

Versículo 3

Pero el Se�or es fiel - - Aunque no se puede confiar en los seres humanos, Dios es fiel a sus promesas y sus prop�sitos. Siempre se le puede confiar; y cuando la gente es incr�dula, perversa, cruel y est� dispuesta a hacernos mal, podemos acudir a �l, y siempre encontraremos en �l a alguien en quien podamos confiar. Esta es una declaraci�n extremadamente interesante, y es una hermosa ilustraci�n del recurso que una mente verdaderamente piadosa sentir� que tiene. A menudo tenemos ocasi�n de saber, para nuestra tristeza, que "todos los hombres no tienen fe". Somos testigos de su infidelidad. Vemos c�mo se alejan de la verdad. Vemos a muchos que una vez dieron alguna evidencia de que ten�an "fe", lo abandonaron todo; y vemos muchos en la iglesia que parecen no tener verdadera fe, y que se niegan a prestar su ayuda para promover la causa de la religi�n. En tales circunstancias, el coraz�n est� dispuesto a desanimarse y a preguntar si la religi�n puede avanzar en medio de tanta indiferencia y oposici�n. En esos momentos, qu� consolador es poder recurrir, como lo hizo Pablo, a alguien que es fiel; quien nunca nos falla; y quien ciertamente lograr� sus prop�sitos benevolentes. Los hombres pueden ser infieles y falsos, pero Dios nunca lo es. Pueden negarse a abrazar el evangelio y ponerse en contra de �l, pero Dios no abandonar� Sus grandes prop�sitos. Muchos de los que est�n en la iglesia pueden olvidar sus votos solemnes y sagrados, y pueden no mostrar fidelidad a la causa de su Salvador, pero Dios mismo nunca abandonar� esa causa. Para una mente piadosa, ofrece indescriptiblemente m�s consuelo al reflejar que un Dios fiel es el amigo de la causa que amamos, que lo que ser�a todos los hombres, dentro y fuera de la iglesia, sus amigos.

Qui�n lo establecer� y lo mantendr� alejado del mal - vea las notas en Juan 17:5; compare las notas en Efesios 6:16. La alusi�n es al maligno, o Satan�s, y el significado es que Dios los mantendr�a alejados de sus artima�as.

Versículo 4

Y tenemos confianza en el Se�or - No principalmente en ti, porque tienes corazones como los dem�s, sino en el Se�or. Es notable que cuando Pablo expresa la mayor confianza en los cristianos de que vivir�n y actuar�n como se convierte en su profesi�n, su confianza no se basa en nada en s� mismos, sino en la fidelidad de Dios. Debe ser un extra�o para el coraz�n humano que conf�a mucho en �l incluso en su mejor estado; ver Filipenses 1:6; Filipenses 4:7; 2 Timoteo 1:12; compare Judas 1:24; Apocalipsis 3:1; Proverbios 28:26.

Versículo 5

Y el Se�or dirige tus corazones al amor de Dios - Dirige tus corazones para que puedas amar a Dios. "Y en el paciente esperando a Cristo". Margen, "paciencia de Cristo". La lectura marginal est� de acuerdo con el griego, y parece mejor expresar el significado del ap�stol. La oraci�n del ap�stol era que pudieran tener el amor de Dios en sus corazones y "la paciencia de Cristo"; es decir, la misma paciencia que Cristo mostr� en sus pruebas. Entonces sufr�an aflicci�n y persecuci�n. Necesitaban paciencia, para poder soportar sus pruebas de manera adecuada. Era natural para el ap�stol referirlos al Salvador, el gran ejemplo de la paciencia, y rezar para que pudieran tener lo mismo que �l ten�a. Que no significa que deb�an esperar pacientemente la aparici�n de Cristo, como parece implicar nuestra traducci�n, es bastante claro, porque el ap�stol acababa de mostrarles que no aparecer�a hasta despu�s de una larga serie de eventos. .

Versículo 6

Ahora les ordenamos, hermanos - El ap�stol ahora 2 Tesalonicenses 3:6 se dirige a un tema importante: el m�todo adecuado para tratar a los que estaban ociosos y desordenadamente en la iglesia. En la Ep�stola anterior hab�a hecho publicidad a este tema, pero en el lenguaje suave de la exhortaci�n. Cuando escribi� esa Ep�stola, se dio cuenta de que algunos de ellos estaban dispuestos a estar ociosos, y los hab�a exhortado con ternura a "que se callaran, que se ocuparan de sus propios asuntos y que trabajaran con sus propias manos"; 1 Tesalonicenses 4:11. Pero parece que la exhortaci�n y el ejemplo del mismo Pablo cuando 1 Tesalonicenses 2:9 no hab�an sido efectivos al inducirlos a ser laboriosos. Por lo tanto, se hizo necesario usar el lenguaje fuerte de mando, como lo hace aqu�, y exigir que si no funcionaban, la iglesia se retirara de ellos. No se sabe cu�l fue la causa original de su ociosidad. Sin embargo, no parece haber ninguna raz�n para dudar de que haya aumentado mucho su expectativa de que el Salvador pronto aparecer�, y de que el mundo pronto llegar� a su fin. Si esto fuera as�, �de qu� servir�a trabajar? �Por qu� esforzarse por acumular propiedades con referencia a las necesidades de una familia, a un d�a de enfermedad o vejez? �Por qu� deber�a un hombre construir una casa que pronto se quemar�a, o por qu� comprar una granja que pronto dejar�a? El efecto de la expectativa de la r�pida aparici�n del Se�or Jes�s siempre ha sido inducir a los hombres a descuidar sus asuntos mundanos y llevar vidas ociosas. El hombre, naturalmente dispuesto a estar ocioso, quiere el est�mulo de la esperanza de que est� trabajando para el bienestar futuro de s� mismo, para su familia o para la sociedad, ni trabajar� si cree que el Salvador est� a punto de aparecer.

En el nombre del Se�or Jesucristo - vea las notas en 1 Corintios 5:4. "Que ustedes se retiren"; ver las notas en 1 Timoteo 6:5. Esta es la verdadera noci�n de disciplina cristiana. No se trata principalmente de cortar a un hombre, denunciarlo o excomulgarlo; es el de retirarse de �l. Dejamos de tener comuni�n con �l. Ya no lo consideramos un hermano cristiano. Nos separamos de �l. No buscamos afectarlo en ning�n otro aspecto; no da�amos su nombre o su posici�n como hombre, ni lo retenimos a la reprobaci�n; no lo seguimos con denuncia o con un esp�ritu de venganza; simplemente dejamos de reconocerlo como un hermano cristiano, cuando muestra que ya no es digno de ser considerado como tal. No lo entregamos al brazo civil; no le infligimos ning�n castigo positivo; Lo dejamos sin molestias en todos sus derechos como ciudadano, hombre, vecino, esposo, padre, y simplemente decimos que ya no es uno de nosotros como cristiano. �Cu�n diferente es esto de la excomuni�n, como se ha entendido com�nmente! �Cu�n diferente de los anatemas fulminados por el papado y la entrega de los herejes al poder civil!

De cada hermano que camina desordenadamente - compare las notas, 1 Corintios 5:11. Una "caminata desordenada" denota conducta que es de alguna manera contraria a las reglas de Cristo. La idea correcta de la palabra utilizada aqu� (????????? atakt?s) es la de los soldados que no mantienen los rangos; quienes son independientemente del orden; y luego quienes son irregulares de alguna manera. La palabra incluir�a cualquier violaci�n de las reglas de Cristo sobre cualquier tema.

Y no despu�s de la tradici�n que recibiste de nosotros - De acuerdo con la doctrina que te entregamos; ver las notas en 2 Tesalonicenses 2:15. Esto muestra que con la palabra "tradici�n" el ap�stol no se refer�a a doctrinas no escritas transmitidas de una a otra, porque evidentemente alude a lo que �l mismo les hab�a ense�ado, y su direcci�n no es que eso deba ser transmitido por ellos, sino para que lo obedezcan.

Versículo 7

Para ustedes mismos, sepan c�mo deben seguirnos - Saben lo que deben hacer para imitarnos.

Porque no nos comportamos de manera desordenada entre ustedes - Vea las notas en 1 Tesalonicenses 2:1.

Versículo 8

Tampoco comimos el pan de ning�n hombre por nada - No fuimos apoyados en la ociosidad a expensas de los dem�s. Dimos un equivalente justo de todo lo que recibimos y, de hecho, trabajamos para nuestro propio apoyo; ver las notas en 1 Tesalonicenses 2:9.

Versículo 9

No porque no tengamos poder ... - Vea las notas en 1 Corintios 9:6, 1 Corintios 9:12, 1 Corintios 9:14.

Versículo 10

Porque incluso cuando estuvimos contigo, esto te lo ordenamos - Parecer�a de esto que el mal del cual se queja el ap�stol aqu� hab�a comenzado a operar incluso cuando �l Estaba con ellos. Hab�a quienes estaban dispuestos a estar ociosos, y que necesitaban el solemne mandato de un ap�stol para inducirlos a trabajar.

Que si alguno no funciona, tampoco debe comer - Es decir, a expensas del p�blico. No deben ser apoyados por la iglesia. Esta era una m�xima entre los jud�os (ver Wetstein, en loc.), Y el mismo sentimiento se puede encontrar en Homero, Dem�stenes y Pit�goras; ver Grocio, en loc. La m�xima se basa en la justicia obvia, y est� de acuerdo con la gran ley bajo la cual nuestro Creador nos ha colocado; G�nesis 3:19. Esa ley, en las circunstancias, era ben�vola, y deber�a ser nuestro objetivo llevarla a cabo en referencia a nosotros mismos y a los dem�s. La ley aqu� establecida por el ap�stol se extiende a todos los que pueden trabajar para ganarse la vida, y que no lo har�n, y nos obliga a no contribuir a su apoyo si no trabajan para ello. Debe considerarse que se extiende:

(1) A los miembros de una iglesia, quienes, aunque pobres, no deber�an ser apoyados por sus hermanos, a menos que est�n dispuestos a trabajar de cualquier manera que puedan para su propio mantenimiento.

(2) A aquellos que ruegan de puerta en puerta, que nunca deber�an ser asistidos a menos que est�n dispuestos a hacer todo lo que puedan por su propio apoyo. Nadie puede ser justificado para ayudar a un hombre perezoso. En ninguna circunstancia posible debemos contribuir a fomentar la indolencia. Un hombre tambi�n podr�a ayudar a mantener el vicio abierto.

Versículo 11

Porque escuchamos - No se sabe de qu� manera se le hizo saber esto a Pablo, ya sea por Timoteo o por alguien m�s. No ten�a dudas de su verdad, y parece haber estado preparado para creerlo m�s f�cilmente por lo que vio cuando estaba entre ellos.

Que caminan desordenadamente - Vea las notas, 2 Tesalonicenses 3:6.

Pero son cuerpos ocupados - Compare la nota 1 Timoteo 5:13; 1 Pedro 4:15 nota. Es decir, se entrometieron en los asuntos de los dem�s, algo que es muy probable que hagan los que no tienen nada de lo que ocuparse. El ap�stol hab�a visto que hab�a una tendencia hacia �l cuando estaba en Tesal�nica, y por lo tanto les hab�a ordenado que "hicieran sus propios asuntos". 1 Tesalonicenses 4:11. El mandato, al parecer, hab�a servido de poco, ya que no hay clase de personas que presten atenci�n a un buen consejo tan poco como aquellos que tienen una propensi�n a interferir en los asuntos de los dem�s. Una de las cosas indispensables para verificar esto es que cada uno debe tener lo suficiente para hacerlo por s� mismo; y una de las personas m�s pestiferas es el que no tiene nada que hacer sino velar por los asuntos de sus vecinos. En tiempos de aflicci�n y deseo, deber�amos estar listos para prestar nuestra ayuda. En otras ocasiones, debemos sentir que �l puede manejar sus propios asuntos tan bien como nosotros podemos hacerlo por �l; o si no puede, es asunto suyo, no nuestro. La palabra griega utilizada solo aparece aqu�, y en 1 Timoteo 5:13; compare las notas en Filipenses 2:4.

Versículo 12

Ahora, a los que son tales, les ordenamos y exhortamos por nuestro Se�or Jes�s ... - Un mandato y un llamamiento m�s solemnes para hacer lo que �l hab�a ordenado antes a todos ellos ; 1 Tesalonicenses 4:11; ver las notas en ese verso.

Versículo 13

Pero ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien - Margen, "no desmayes". El griego significa, propiamente, que se convierta en un cobarde; luego tener un coraz�n d�bil, desanimarse. La idea es que no deb�an desanimarse de hacer el bien a los verdaderamente dignos y merecedores por la ociosidad y la conducta inapropiada de algunos que pidieron su ayuda. Eran, de hecho, sin cambio y sin valor. No trabajar�an; Pasaron su tiempo interfiriendo con las preocupaciones de sus vecinos, y depend�an de su apoyo de la caridad de los dem�s. La tendencia de esto, como todas las personas sienten que alguna vez han sido solicitadas por esas personas para recibir ayuda, es indisponernos a hacer el bien a cualquiera. Sentimos casi insensiblemente que todos los que piden ayuda son del mismo car�cter; o, al no poder discriminar, cerramos nuestras manos por igual contra todos. Contra esto, el ap�stol nos proteger�a, y dice que aunque puede haber muchas de esas personas, y aunque nos resulte dif�cil distinguir a los dignos de los indignos, no debemos desanimarnos tanto como para no dar nada. Tampoco debemos estar cansados, aunque las solicitudes de asistencia son frecuentes. De hecho son frecuentes. Dios dise�a que deber�an ser. Pero el efecto no debe ser desanimarnos, o cansarnos de hacer el bien, sino llenarnos de gratitud, porque es un privilegio que se nos permita hacer el bien. Es la gran caracter�stica distintiva de Dios que siempre hace el bien. Fue lo que marc� el car�cter del Redentor, que "hizo el bien"; y cada vez que Dios nos da la oportunidad y los medios para hacer el bien, deber�a ser para nosotros una ocasi�n especial de acci�n de gracias. Un hombre deber�a "cansarse" de todo lo dem�s antes de demostrar benevolencia; compare las notas en G�latas 6:1.

Versículo 14

y si alguno de los hombres no obedece nuestra palabra por esta ep�stola, margen ", o signifique ese hombre por una ep�stola". Seg�n la lectura marginal, esto significar�a "significar, marcar o designar a ese hombre por una ep�stola". La diferencia es simplemente si unimos las palabras "por la ep�stola" con lo que va antes, o lo que sigue. El griego admitir�a cualquiera de las dos construcciones (Winer, p. 93), pero me parece que la construcci�n en el texto es la correcta, porque:

(1) El requisito fue proceder a disciplinar a un hombre que se retira de �l;

(2) Para hacer esto, no fue necesario que el caso se le diera a conocer a Pablo, ya que no hab�a supuestos dificultades en ella, y el efecto ser�a solo un retraso innecesario;

  1. Pablo consider� el derecho de disciplina como residente en la propia Iglesia, y no requer�a que los casos deb�an ser referidos a �l para determinar; Vea las notas en 1 Corintios 5:2.

(4) Aunque el griego admitir� cualquiera de las dos construcciones, pero m�s bien favorece esto; Ver Oldhhausen, en LOC. Tenga en cuenta que el hombre. La palabra aqu� us�, significa marcar; para firmar; tomar nota con marcas; Y la idea es, establezca tal marca sobre �l que sea rechazado; Es decir, retirar toda la comuni�n cristiana de �l.

y no tiene ninguna empresa con �l, la palabra griega aqu� significa, para mezclarse juntos; Luego se mezclaron con; para tener contacto con. La idea es que no deb�an mezclarse con �l como un hermano cristiano, o como uno de sus propios n�meros. No deb�an mostrar que lo consideraban como un miembro digno de la Iglesia, o como afirman sus privilegios. El alcance de su disciplina fue que deb�an retirarse de �l; vea la 2 Tesalonicenses 3:6 Nota, y Mateo 18:17 nota; Comparar 2 Juan 1:10.

Versículo 15

Sin embargo, no lo consideres como un enemigo, sino que lo amonestes como un hermano - Esto muestra el verdadero esp�ritu en el que se debe administrar la disciplina en la iglesia cristiana. No debemos tratar a un hombre como un adversario sobre el cual debemos buscar obtener una victoria, sino como un hermano que se equivoca, un hermano a�n, aunque se equivoca. Hab�a necesidad de esta precauci�n. Existe un gran peligro de que cuando emprendamos el trabajo de disciplina olvidemos que el sujeto de �l es un hermano, y que lo consideraremos y trataremos como un enemigo. Tal es la naturaleza humana. Nos ponemos en orden contra �l. Lo cortamos como alguien que no es digno de caminar con nosotros. Triunfamos sobre �l, y lo consideramos de inmediato como un enemigo de la iglesia, y como haber perdido todo derecho a sus simpat�as. Lo abandonamos a las tiernas misericordias de un mundo fr�o e insensible, y dejamos que siga su curso. Quiz�s lo seguimos con anatemas y lo consideramos indigno de la confianza de la humanidad. Ahora, todo esto es completamente diferente del m�todo y el objetivo de la disciplina que requiere el Nuevo Testamento. Todo es amable y gentil, aunque firme; el delincuente es un hombre y un hermano todav�a; debe ser seguido con tierna simpat�a y oraci�n, y los corazones y los brazos de la hermandad cristiana deben estar abiertos para recibirlo nuevamente cuando �l presente evidencia de arrepentimiento.

Versículo 16

Ahora el Se�or de la paz - El Se�or que solo puede impartir paz; ver la nota Romanos 15:33; 1 Corintios 14:33 nota; Hebreos 13:2 nota; Juan 14:27 nota.

Versículo 17

El saludo de Paul con mi propia mano; - Ver las notas, 1 Corintios 16:21. "Cu�l es la ficha en cada ep�stola". Griego: "signo". Es decir, esta firma es un signo o prueba de la autenticidad de la ep�stola; compare las notas en G�latas 6:11.

Entonces escribo - Refiri�ndome, probablemente, a alguna marca o m�todo que Paul ten�a para firmar su nombre, que era bien conocido y que ser�a f�cilmente reconocido por ellos .

Versículo 18

La gracia de nuestro Se�or Jesucristo sea con todos ustedes; - Ver las notas, Romanos 16:2.

Desde la suscripci�n a esta Ep�stola, pretende haber sido "escrita desde Atenas". Esto probablemente sea incorrecto, ya que hay razones para pensar que fue escrito desde Corinto. Ver la introducci�n. En cualquier caso, esta suscripci�n no tiene autoridad. Vea las notas al final de las Ep�stolas a los Romanos y 1 Corintios.

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre 2 Thessalonians 3". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/2-thessalonians-3.html. 1870.