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Colosenses 2

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Introducción

Todo este cap�tulo puede considerarse dise�ado para proteger a los colosenses contra la influencia seductora de la Falsa Filosof�a, que tendi� a alejarlos del Evangelio. Es evidente en el cap�tulo que hubo en Colosee, o en los alrededores, los instructores profesados ??en la religi�n, que ense�aron una filosof�a art�stica y plausible, adapt�ndose a los prejuicios de los pueblos, e inculcando las opiniones que tend�an a alejarlas de la Verdades que hab�an abrazado. Estos maestros probablemente fueron de origen jud�o, y hab�an adoptado muchas de las artes de una ret�rica plausible, de la filosof�a prevaleciente en esa regi�n. Vea la introducci�n, secci�n 4. Contra las influencias seductoras de esta filosof�a, es el dise�o de este cap�tulo para protegerlos, y aunque el ap�stol no parece haber tenido la intenci�n de perseguir un orden l�gico exacto; Sin embargo, el argumento en el cap�tulo puede considerarse convenientemente consiste en dos partes: una declaraci�n de las razones por las que deben estar en guardia contra las artes de esa filosof�a; y una especificaci�n de los errores particulares a los que fueron expuestos:

I. Una declaraci�n de las razones por las cuales no deben permitirse ser arrastrados por la influencia de la filosof�a prevalente; Col ??2: 1-15 span>. Esto tambi�n consta de dos partes.

  1. La importancia del sujeto; Colosenses 2:1-7.

(1) El ap�stol sent�a una gran solicitud para ellos, y para todos los que no hab�a visto, que podr�an tener la verdad en referencia a la existencia y las perfecciones divinas; Colosenses 2:1-2.

(2) todos los tesoros de sabidur�a y conocimiento fueron en Cristo, y fue, por lo tanto, de la mayor importancia de mantener la verdad respet�ndolo; Colosenses 2:3.

(3) estaban en peligro de ser desviados por las palabras atractivas; Colosenses 2:4.

  1. Pablo dice que estaba con ellos en esp�ritu, y los exhort�, por lo tanto, a permanecer enraizados y fundamentados en las doctrinas que hab�an recibido respetando al Salvador; Colosenses 2:5-7.
    1. Las razones por las cuales deben ser firmes y no est�n arrastrados por la influencia de la filosof�a falsa; Colosenses 2:8-15.

(1) el peligro de depender de las tradiciones y principios mundanos en la religi�n; de ser "mimado" o robado por la filosof�a; Colosenses 2:8.

(2) Todo lo que necesitamos para desear se encuentra en Cristo; Colosenses 2:9-10 span>.

(3) Hemos recibido a trav�s de �l la verdadera circuncisi�n, que guardamos nuestros pecados; Colosenses 2:11.

(4) Hemos sido enterrados con �l en el bautismo, y nos han dedicado solemnemente a �l, Colosenses 2:12.

(5) Hemos sido acelerados por �l; Nuestros pecados han sido perdonados; Y todo lo que obstaculiz� nuestra salvaci�n ha sido eliminado por el camino por �l, y �l ha triunfado sobre nuestros enemigos; Colosenses 2:13-15.

II. Especificaci�n de errores particulares a los que fueron expuestos, o de cosas particulares que deben evitarse; Colosenses 2:16-23.

El cap�tulo cierra Colosenses 2:20-23 con una exhortaci�n seria totalmente para evitar estas cosas; No tocarlo ni probar ni manejarlos. Sin embargo, los pretensiones pueden ser sobre los que fueron instados; Cualquiera que sea la aparici�n de la sabidur�a o la humildad que pueda haber, el ap�stol les asegura que no hab�a un verdadero honor en ellos, y que estaban totalmente a evitar.

Versículo 1

Porque quisiera que supieras - Ojal� supieras o entendieras completamente. Supone que esto los afectar�a profundamente si entendieran la solicitud que hab�a tenido en su cuenta.

Qu� gran conflicto - Margen, miedo o cuidado. La palabra griega es "agon�a" - ??????? ag?na. Sin embargo, no es la palabra traducida como "agon�a" en Lucas 22:44 - ???????? ag?nia, aunque eso se deriva de esto. La palabra se convierte en conflicto en Filipenses 1:3; contenci�n, 1 Tesalonicenses 2:2; lucha, 1 Timoteo 6:12; 2 Timoteo 4:7; y raza, Hebreos 12:1. Se refiere adecuadamente a los combates, concursos, luchas, esfuerzos en los juegos p�blicos; el trabajo y el conflicto para obtener una victoria. Se refiere aqu� al cuidado ansioso, el conflicto mental, la solicitud sincera que tuvo en su nombre, en vista de los peligros a los que fueron expuestos por los cristianos judaizantes y la filosof�a pagana. Esta lucha mental se parec�a a la que ten�an los combatientes en los juegos p�blicos; compare el 1 Corintios 9:25, nota, 27, nota. Y para ellos en Laodicea Para los cristianos all�, que estuvieron expuestos a un peligro similar. Laodicea era la capital de Frigia, en Asia Menor, y un poco al sur de Colosas. Consulte la Introducci�n, Secci�n 1. 6. Notas, Colosenses 4:16. Hab�a una iglesia plantada all� temprano: la iglesia "tibia" mencionada en Apocalipsis 3:14. Al estar cerca de Colosas, la iglesia all� estar�a expuesta a los mismos peligros, y la reprensi�n en Apocalipsis 3:14 mostr� que los temores de Pablo estaban bien fundados y que las artes de los falsos maestros eran Demasiado exitoso.

Y para todos aquellos que no han visto mi rostro en la carne - Es decir, evidentemente en esa regi�n. Ten�a, sin duda, una solicitud general por todos los cristianos, pero su comentario aqu� hace referencia a aquellos en el vecindario de la iglesia en Colosas, o en esa iglesia. Sobre la pregunta que se ha planteado, si esto prueba que el ap�stol Pablo nunca hab�a estado en Colosas o Laodicea, vea Introducci�n, Secci�n 2, 4. Este pasaje no me parece que pruebe que no haya estado all�. Puede significar que ten�a una gran solicitud por aquellos cristianos all� a quienes conoc�a, y por todos los dem�s all�, o en las cercan�as, a pesar de que no los conoc�a personalmente. �l puede referir:

(1) A algunas iglesias en el vecindario formadas desde que �l estaba all�; o.

(2) A los extra�os que hab�an entrado all� desde que estaba con ellos; o.

(3) A aquellos que se hab�an convertido desde que �l estaba all�, y con quienes no conoc�a personalmente. Por todo esto, sentir�a la misma solicitud, porque todos estaban expuestos al mismo peligro. Para "ver la cara de uno en la carne", es un hebra�smo, lo que significa conocerlo personalmente.

Versículo 2

Para que sus corazones puedan ser consolados - Como todos los dem�s cristianos en los tiempos de los ap�stoles, sin duda estuvieron expuestos a pruebas y persecuciones.

Estar juntos en el amor - La misma palabra que se usa aqu� (?????????? sumbibaz?) aparece en Efesios 4:16 , y se hace compactado; Ver las notas en ese lugar. En Hechos 9:22, se muestra como prueba; Hechos 16:1, seguramente reuni�ndose; 1 Corintios 2:16, instruir; y aqu�, y en Colosenses 2:19, tejer juntos. Significa, apropiadamente, hacer que se unan, y por lo tanto, se refiere a una uni�n firme, como donde el coraz�n de los cristianos es uno. Aqu� significa que la forma de consolarnos mutuamente era mediante una s�lida amistad cristiana, y que el medio de consolidar eso era el amor. No fue por una mera profesi�n externa, o por una mera fe especulativa; fue por una uni�n de afecto.

Y a todas las riquezas - Sobre el significado de la palabra "riquezas", como la usa el ap�stol Pablo, vea las notas en Romanos 2:4 . Aqu� hay una gran energ�a de expresi�n. El significado es que la cosa a la que se refer�a: "la comprensi�n total" del "misterio" de la religi�n, era una posesi�n invaluable, como una riqueza abundante. Este pasaje tambi�n muestra el objeto por el cual deber�an estar unidos. Debe ser para que puedan obtener esta riqueza inestimable. Si se dividieran en afectos y se dividieran en facciones, no podr�an esperar asegurarlo.

De la plena seguridad de la comprensi�n - Esta palabra (??????????? pl?rophoria) significa persuasi�n firme, convicci�n firme. Ocurre solo aqu� y en 1 Tesalonicenses 1:5; Hebreos 6:11; Hebreos 10:22, y se representa por seguridad, o seguridad total, en cada caso. Ver el verbo, sin embargo, en Lucas 1:1; Romanos 4:21; Romanos 14:5; 2Ti 4: 5 , 2 Timoteo 4:17. El deseo del ap�stol era que pudieran tener una convicci�n completa de la verdad de las doctrinas cristianas.

Al acuse de recibo - Para reconocer y confesar total y abiertamente este misterio.

El misterio - Sobre el significado de esta palabra, vea la nota Romanos 11:25; Efesios 1:9, nota. El significado es, la doctrina que respeta a Dios, que antes estaba oculta u oculta, pero que ahora se revel� en el evangelio. No significa que haya algo ininteligible o incomprensible con respecto a esta doctrina cuando; se dio a conocer. Eso podr�a ser tan claro como cualquier otra verdad.

De Dios - De Dios tal como �l realmente subsiste. Esto no significa que el mero hecho de la existencia de Dios fuera un "misterio" o una verdad que se hab�a ocultado, porque eso no era cierto. Pero el sentido es claramente, que hab�a verdades ahora reveladas en el evangelio a la humanidad, sobre el modo de la existencia divina, que no hab�a sido revelado antes; y este "misterio" les deseaba retener, o reconocer plenamente. El "misterio", o la verdad hasta ahora no revelada, se relaciona con el hecho de que Dios subsisti� en m�s de una persona, como "Padre" y como "Cristo".

Y del Padre - O, m�s bien, "incluso del Padre"; por lo que la palabra ???? kai (y) se usa a menudo. El ap�stol no quiere decir que deseaba que reconocieran la verdad hasta ahora no revelada sobre "Dios" y otro ser llamado "el Padre"; pero respetando a "Dios" como el "Padre", o de Dios como "Padre" y como "Cristo".

Y de Cristo - Como persona de la Trinidad. Lo que el ap�stol deseaba que reconocieran era que la revelaci�n completa ahora se daba a conocer respetando la naturaleza esencial de Dios, como el "Padre" y como "Cristo". En relaci�n con esto, corr�an un peligro especial de ser corrompidos por la filosof�a prevaleciente, ya que es en relaci�n con esto que generalmente comienza el error de la doctrina cristiana. Sin embargo, debe decirse que hay una gran variedad de lectura en el mss. en toda esta cl�usula, y que muchos cr�ticos (ver Rosenmuller) lo consideran espurio. No veo evidencia de que no sea genuino; y la tensi�n de la exhortaci�n del ap�stol me parece exigirlo.

Versículo 3

En quien - Margen, "en donde". La traducci�n m�s correcta es "en qui�n". La referencia es indudablemente a Cristo, ya que su nombre es el antecedente inmediato, y como lo que aqu� se afirma corresponde a �l.

Est�n escondidos - Como tesoros escondidos o acumulados. No significa que ninguno de esos "tesoros" haya sido desarrollado; pero eso, por as� decirlo, Cristo, como Mediador, fue el gran tesoro donde se encontrar�a toda la sabidur�a y el conocimiento necesarios para las personas.

Todos los tesoros - Es com�n comparar cualquier cosa valiosa con "tesoros" de plata u oro. La idea aqu� es que, en referencia a la sabidur�a y el conocimiento necesarios para nosotros, Cristo es lo que abundan los tesoros en referencia al suministro de nuestras necesidades.

Sabidur�a - La sabidur�a necesaria para nuestra salvaci�n. Notas, 1 Corintios 1:24.

Y conocimiento - El conocimiento que es necesario para guiarnos en el camino hacia la vida. Cristo puede instruirnos en todo lo que es deseable que sepamos, de modo que no sea necesario que apliquemos a la filosof�a o las ense�anzas de los seres humanos.

Versículo 4

Y esto lo digo - Respetando el car�cter y la suficiencia de la verdad revelada en Cristo.

Para que ning�n hombre te enga�e - Enga�arte, alejarte de la verdad.

Con palabras atractivas - Palabras ingeniosas, argumentos suaves y plausibles; tales como fueron empleados por los sofistas y ret�ricos griegos.

Versículo 5

Porque aunque estoy ausente en la carne, estoy contigo en el esp�ritu - Es decir, parece que te veo; Siento como si estuviera all� y te estuviera mirando; y tengo la misma solicitud que si estuviera all�, y vi todo el peligro que existe de que su hermoso orden y armon�a sean perturbados por la influencia de la falsa filosof�a; vea las notas en 1 Corintios 5:3. La palabra "esp�ritu", aqu�, no se refiere al Esp�ritu Santo, ni a ninguna inspiraci�n por la cual el ap�stol pudo verlos; pero es equivalente a lo que queremos decir cuando decimos: "Mi coraz�n est� contigo". Parec�a estar contempl�ndolos.

Uni�ndose y observando su pedido - Es decir, me alegro como si hubiera visto su pedido. Ten�a tanta confianza en que todo se har�a entre ellos cuando se convirtieran en cristianos, que podr�a alegrarse como si realmente lo viera.

Versículo 6

Como hab�is recibido, por lo tanto, a Cristo Jes�s el Se�or - Lo hemos recibido por fe como su Salvador, o como se nos indic� respetar su rango, car�cter y trabajo. El objetivo aqu� es inducirlos a no desviarse de las opiniones que ten�an de Cristo cuando se les dio a conocer. Al principio probablemente hab�an recibido sus ideas del Salvador del ap�stol mismo (vea la Introducci�n); y, en cualquier caso, el ap�stol se propone asegurarles que los puntos de vista que ten�an cuando lo "recibieron" se fundaron en la verdad.

As� que camina en �l - Contin�a en esos puntos de vista de Cristo; vivir en el mantenimiento de ellos; deja que regulen toda tu conducta. La palabra caminar, en las Escrituras, se usa para denotar la forma de vida; y la sensaci�n aqu� es que deber�an vivir y actuar completamente bajo la influencia de las concepciones que ten�an del Salvador cuando lo abrazaron por primera vez. La part�cula "as�" es suministrada por nuestros traductores, y m�s bien debilita el sentido. No se debe poner �nfasis en ello, como se hace a menudo. El significado es, simplemente, "Dado que han recibido a Cristo como su Se�or, tal como se lo predic� a ustedes, retengan la doctrina que han recibido y no se dejen desviar por ning�n maestro jud�o o maestro de filosof�a". . "

Versículo 7

Enraizado ... en �l - Como un �rbol golpea sus ra�ces en lo profundo de la tierra, as� nuestra fe debe penetrar profundamente en la doctrina que respeta al Salvador. Vea la frase utilizada aqu� explicada en el lugar paralelo en Efesios 3:17.

Y establecido en la fe, como se os ha ense�ado - A saber, por los fundadores de la iglesia y por aquellos ministros fieles que les hab�an sucedido; Notas, Colosenses 1:7.

Abundando en esto con acci�n de gracias - Expresando desbordante gracias a Dios de que te has familiarizado con verdades tan preciosas y gloriosas. Si hay algo por lo que debemos estar agradecidos, es por el conocimiento de las grandes verdades que respetan a nuestro Se�or y Salvador.

Versículo 8

Tenga cuidado de que ning�n hombre lo mime - La palabra "estropear" ahora significa com�nmente, corromper, hacer que se pudra y perezca, ya que la fruta se echa a perder al mantenerla demasiado tiempo , o papel por humedecimiento, o heno por una lluvia larga, o cultivos por moho. Pero la palabra griega que se usa aqu� significa estropear en el sentido del saqueo, robar, como cuando se toma el saqueo en la guerra. El significado es: "Preste atenci�n para que nadie saquee o le robe su fe y esperanza por filosof�a". Estos falsos maestros los despojar�an de su fe y esperanza, ya que un ej�rcito invasor les robar�a a un pa�s todo lo que era valioso.

A trav�s de la filosof�a - La filosof�a griega prevaleci� mucho en las regiones alrededor de Colosas, y quiz�s tambi�n la filosof�a oriental o gn�stica. Ver la Introducci�n Estaban expuestos a las influencias de estos sistemas plausibles. Consistieron en gran parte de especulaciones sobre la naturaleza de la existencia divina; y el peligro de los colosenses era que confiar�an m�s en las deducciones de ese razonamiento enga�oso que en lo que les hab�an ense�ado sus maestros cristianos.

Y vano enga�o - Mera falacia. La idea es que las doctrinas que se avanzaron en esos sistemas se mantuvieron con argumentos plausibles, no s�lidos; por consideraciones no adecuadas para conducir a la verdad, sino para extraviar.

Seg�n la tradici�n de los hombres - Parece que hubo dos fuentes de peligro a las que los cristianos en Colesso estuvieron expuestos, y a los que alude el ap�stol en estas advertencias, aunque no tiene cuidado de distinguirlos. El primero surgi� de la filosof�a griega; el otro, de opiniones jud�as. Esto �ltimo es a lo que se refiere aqu�. Los jud�os depend�an mucho de la tradici�n (v�anse las notas en Mateo 15:2); y muchas de esas tradiciones habr�an tendido a corromper mucho el evangelio de Cristo.

Despu�s de los rudimentos del mundo - Margen, elementos. Vea esto explicado en las Notas en G�latas 4:3.

Y no despu�s de Cristo - No como Cristo ense��.

Versículo 9

Porque en �l habita - Es decir, esta era la gran y central doctrina que deb�a mantenerse sobre Cristo, que toda la plenitud de la Deidad habitaba en �l. Cada sistema que negaba esto era una negaci�n de la doctrina que les hab�an ense�ado; y contra todo lo que ir�a a socavar esto; estaban especialmente para estar en guardia. Casi toda la herej�a ha sido iniciada por alguna forma de negaci�n de la gran verdad central de la encarnaci�n del Hijo de Dios.

Toda la plenitud - Notas, Colosenses 1:19.

De la Deidad - De la Divinidad, la naturaleza divina - ??????? theot?s. La palabra es una que denota adecuadamente la naturaleza divina y las perfecciones. Robinson, L�xico. No ocurre en ning�n otro lugar del Nuevo Testamento.

Corporal - ?????????? s?matik?s. Esta palabra tampoco se encuentra en ning�n otro lugar del Nuevo Testamento, aunque el adjetivo corporal - ?????????? s?matikos - aparece dos veces; Lucas 3:22, "en forma corporal;" y 1 Timoteo 4:8, "para el ejercicio corporal se aprovecha poco". La palabra significa "tener una apariencia corporal, en lugar de existir o aparecer en una forma espiritual"; y el sentido justo de la frase es que la plenitud de la naturaleza divina se encarn� y resid�a en el cuerpo del Redentor. No concuerda con el caso de decir, como lo hace Crellius, que "toda la voluntad divina estaba en �l", porque la palabra ?????? theot? - "divinidad" - no significa la voluntad de Dios; y es tan cierto que los profetas inspirados estaban bajo el control de la voluntad divina, como lo estaba el Salvador. Tampoco puede significar, como supone Socinus, que la plenitud del conocimiento divino moraba en �l, ya que este no es el significado correcto de la palabra (??????? theot?s) "divinidad"; ni puede significar, por la misma raz�n, que se le confi� una plenitud de dones divinos. El lenguaje es tal que obviamente se emplear�a suponiendo que Dios se encarn� y apareci� en forma humana; y no hay otra idea que exprese tan naturalmente, ni ninguna otra que pueda expresarse sin una construcci�n forzada. El significado es que no fue ning�n atributo de la Deidad el que se encarn� en el Salvador; que no estaba simplemente dotado con el conocimiento, el poder o la sabidur�a de Dios; pero que toda la Deidad se encarn� y apareci� en forma humana; compare Juan 14:9; Juan 1:18. Ning�n lenguaje podr�a, por lo tanto, demostrar m�s claramente la divinidad de Cristo. �De qu� simple hombre, de qu� �ngel, podr�a usarse?

Versículo 10

Y ustedes est�n completos en �l - Al no tener la necesidad, a los fines de la salvaci�n, de ninguna ayuda derivada de la filosof�a de los griegos, o las tradiciones de los judios. Todo lo que es necesario para asegurar su salvaci�n se encuentra en el Se�or Jes�s. Hay una terminaci�n, o un llenado, en �l, para no dejar nada con ganas. Esto es cierto con respecto:

(1) A la sabidur�a que es necesaria para guiarnos;

(2) La expiaci�n por el pecado;

(3) El m�rito por el cual un pecador puede ser justificado; y,

(4) La gracia que es necesaria para sostenernos en las pruebas y para ayudarnos en los deberes de la vida; compare las notas en 1 Corintios 1:3.

No hay necesidad, por lo tanto, de que busquemos la ayuda de la filosof�a, como si hubiera un defecto en las ense�anzas del Salvador; o para la fuerza humana, como si no pudiera salvarnos; o seg�n los m�ritos de los santos, como si los del Redentor no fueran suficientes para satisfacer todas nuestras necesidades. El sentimiento avanzado en este vers�culo derrocar�a toda la doctrina papal de los m�ritos de los santos y, por supuesto, toda la doctrina de las "indulgencias" papales.

Cu�l es la cabeza - Vea las notas en Efesios 1:21.

Versículo 11

En qui�n - En relaci�n con qui�n, o en virtud de cuya religi�n.

Ustedes est�n circuncidados - Han recibido lo que fue dise�ado para ser representado por la circuncisi�n: la eliminaci�n del pecado; Notas, Filipenses 3:3.

Con la circuncisi�n hecha sin manos - Eso hecho en el coraz�n por la renuncia a todo pecado. Los maestros jud�os insistieron en la necesidad de la circuncisi�n literal para la salvaci�n (comparar Efesios 2:11); y por lo tanto, este tema se introduce con tanta frecuencia en los escritos de Pablo, y se esfuerza tanto para demostrar que, al creer en Cristo, se obtuvo todo lo que se requer�a para la salvaci�n. La circuncisi�n era una ordenanza mediante la cual se denotaba que todo pecado deb�a ser cortado o renunciado, y que el circuncidado deb�a ser devoto de Dios y de una vida santa. Todo esto, dice el ap�stol, fue obtenido por el evangelio; y, en consecuencia, ten�an todo lo que denotaba el antiguo rito de la circuncisi�n. Lo que los cristianos hab�an obtenido, adem�s, estaba relacionado con el coraz�n; No era una mera ordenanza relativa a la carne.

Al posponer el cuerpo de los pecados de la carne - Es decir, al renunciar a los actos de la carne o al volverse santo. La palabra "cuerpo", aqu�, parece usarse con referencia a la circuncisi�n. En esa ordenanza, el cuerpo de la FLESH fue sometido al rito; con los cristianos, es el cuerpo del pecado el que est� cortado.

Por la circuncisi�n de Cristo - No por el hecho de que Cristo fue circuncidado, sino que tenemos ese tipo de circuncisi�n que Cristo estableci�, a saber, la renuncia al pecado . La idea del ap�stol aqu� parece ser que, dado que Cristo nos ha permitido renunciar al pecado y dedicarnos a Dios, no debemos ser inducidos por ning�n argumento plausible a regresar a una ordenanza relacionada con la carne, como si eso fuera necesario para la salvaci�n.

Versículo 12

Enterrado con �l en el bautismo - Vea las notas en Romanos 6:4.

En el que tambi�n - En qu� ordenanza, o en virtud de lo que significa la ordenanza.

Vosotros hab�is resucitado con �l - Desde la muerte del pecado hasta la vida de la religi�n; Notas, Romanos 6:4; compare las notas en Efesios 2:5.

A trav�s de la fe de la operaci�n de Dios - Por una firme creencia en la agencia de Dios al levantarlo; es decir, una creencia del hecho de que Dios lo levant� de la muerte. La resurrecci�n de Cristo a menudo se representa como el fundamento de todas nuestras esperanzas; y, como fue resucitado de la tumba para no morir m�s, as�, en virtud de eso, somos resucitados de la muerte del pecado a la vida espiritual eterna. La creencia de esto se muestra en nuestro bautismo, cualquiera que sea el modo en que se realiza esa ordenanza, y tambi�n se muestra en un modo como en otro.

Versículo 13

Y t�, estando muerto en tus pecados - Notas, Efesios 2:1.

Y la incircuncisi�n de su carne - Es decir, gentiles, y dar indulgencia sin restricciones a los deseos de la carne. Viv�an como aquellos que no lo hab�an hecho por ning�n rito o pacto religioso, obligados a llevar vidas santas.

�Ha acelerado? Notas, Efesios 2:1.

Junto con �l - En virtud de que fue restaurado a la vida. Es decir, la resurrecci�n del Se�or Jes�s fue el medio de impartirnos vida espiritual.

Versículo 14

Borrando la escritura a mano - La palabra escrita a mano significa algo escrito por la mano, un manuscrito; y aqu�, probablemente, los escritos de la ley mosaica, o la ley que designa muchas ordenanzas u observancias en la religi�n. La alusi�n es probablemente a un contrato escrito, en el cual nos comprometemos a hacer cualquier trabajo, o hacer un pago, y que permanece vigente contra nosotros hasta que se cancele el bono. Eso podr�a hacerse, ya sea borrando los nombres, o dibujando l�neas a trav�s de �l, o, como parece haberse practicado en el Este, clavando un clavo. La ley ceremonial jud�a se representa aqu� como un contrato de este tipo, vinculando a quienes est�n bajo su observancia, hasta que fue clavada en la cruz. El significado aqu� es que los requisitos onerosos de la ley mosaica son abolidos, y que su necesidad es reemplazada por la muerte de Cristo. Su muerte tuvo el mismo efecto, en referencia a esas ordenanzas, como si hubieran sido borradas del libro de estatutos. Esto lo hizo cumpli�ndolos, introduciendo un sistema m�s perfecto y haciendo que su observancia ya no sea necesaria, ya que todo lo que estaban dise�ados para tipificar se hab�a logrado ahora de una mejor manera; compare las notas en Efesios 2:15.

De ordenanzas - Prescribiendo los numerosos ritos y ceremonias de la religi�n jud�a.

Eso fue contra nosotros - Es decir, contra nuestra paz, felicidad, comodidad; o en otras palabras, que era opresivo y gravoso; compare las notas en Hechos 15:1. Esas ordenanzas ataron y le pusieron letras al alma, refrenaron el esp�ritu expansivo de la verdadera piedad que busca la salvaci�n de todos por igual y, por lo tanto, operaron como un obst�culo para el esp�ritu ampliado de la verdadera religi�n. Por lo tanto, realmente operaron contra el jud�o verdaderamente piadoso, cuya religi�n lo llevar�a a buscar la salvaci�n del mundo; y para los gentiles, ya que �l no estaba en una situaci�n para aprovecharlos, y ya que ser�an gravosos si pudiera. Es en este sentido, probablemente, que el ap�stol usa la palabra "nosotros", como referencia a todos, y como calambres y restricci�n de la verdadera naturaleza de la religi�n.

Lo cual era contrario a nosotros - Operado como un obst�culo u obstrucci�n en materia de religi�n. Las ordenanzas de la ley mosaica eran necesarias para introducir el evangelio; pero siempre fueron gravosas. Deb�an ser confinados a un solo pueblo; y, si continuaran, operar�an para evitar la difusi�n de la verdadera religi�n en todo el mundo; compare 2 Corintios 3:7, nota, 9, nota. Por lo tanto, el lenguaje exultante del ap�stol en vista del hecho de que ahora fueron quitados, y de que los beneficios de la religi�n podr�an difundirse en todo el mundo. El evangelio no contiene nada que est� �en contra� o �contrario a� el verdadero inter�s y felicidad de cualquier naci�n o clase de personas.

Y lo quit� del camino - Griego, "Fuera de en medio;" es decir, lo elimin� por completo. �l ha eliminado la obstrucci�n, de modo que ya no impide la uni�n y la armon�a entre los jud�os y los gentiles.

Clav�ndolo en su cruz - Como si lo hubiera clavado en su cruz, para que fuera completamente eliminado de nuestro camino. La muerte de Jes�s tuvo el mismo efecto, con respecto a los ritos e instituciones de la religi�n mosaica, como si hubieran sido colocados en su cruz. Se dice que aqu� hay una alusi�n al antiguo m�todo por el cual se cancel� un bono u obligaci�n, clavando un clavo y fij�ndolo en una publicaci�n. Esto fue practicado, dice Grocio, en Asia. De manera similar, en nuestros bancos ahora, un instrumento afilado como la cuchilla de un cuchillo es atravesado por un cheque, haciendo un agujero a trav�s de �l y entregando al cajero del banco una se�al o evidencia de que ha sido pagado. Si este es el significado, entonces la expresi�n aqu� denota que la obligaci�n de las instituciones jud�as ces� con la muerte de Jes�s, como si las hubiera tomado y clavado en su propia cruz, de la manera en que se cancel� un v�nculo.

Versículo 15

Y habi�ndose echado a perder - Saqueado como un ej�rcito victorioso hace un pa�s conquistado. Notas, Colosenses 2:8. Los t�rminos usados ??en este vers�culo son todos militares, y la idea es que Cristo ha sometido completamente a nuestros enemigos con su muerte. Con su muerte se logr� una victoria completa, de modo que todo est� ahora sujeto a �l y no tenemos nada que temer.

Principados y poderes - Notas, Efesios 1:21; Efesios 6:12, nota. Los "principados y poderes" aqu� referidos son los formidables enemigos que hab�an sujetado al hombre e impedido que sirviera a Dios. Creo que no hay duda de que el ap�stol se refiere a las filas de los esp�ritus malignos ca�dos que hab�an usurpado un dominio sobre el mundo, Juan 12:31, nota; Efesios 2:2, nota. El Salvador, con su muerte, les arrebat� el dominio y se apoder� de lo que hab�an capturado cuando un conquistador se apodera de su presa. Satan�s y sus legiones hab�an invadido la tierra y llevado a sus habitantes al cautiverio, y los sometieron a su reinado malvado. Cristo, por su muerte. somete a los invasores y recaptura a quienes hab�an sometido.

Hizo un show de ellos abiertamente - Como un conquistador, regresando de una victoria, muestra en una procesi�n triunfal a los reyes y pr�ncipes a quienes ha tomado, y el bot�n de la victoria Esto se hac�a com�nmente cuando se decretaba un "triunfo" para un conquistador. En tales ocasiones, a veces sucedi� que un n�mero considerable de prisioneros fueron conducidos en medio de las escenas de triunfo, vea las notas en 2 Corintios 2:14. Pablo dice que esto se hizo "abiertamente", es decir, fue en la cara del universo entero, una gran victoria; un triunfo glorioso sobre todos los poderes del infierno No se refiere a ninguna procesi�n p�blica o exhibici�n en la tierra; pero para la gran victoria que se logr� a la vista del universo, por el cual Cristo, como conquistador, arrastr� a Satan�s y sus legiones a su auto triunfal; compare Romanos 16:2.

Triunfando sobre ellos en �l - Margen, o "�l mismo". Ya sea "por la cruz" o "por s� mismo". O, puede significar, como sugiere Rosenmuller, que "Dios Colosenses 2:12 triunf� sobre estos enemigos en �l; yo. e., en Cristo. El sentido es sustancialmente el mismo, que este triunfo fue efectuado por la expiaci�n hecha por el Redentor por el pecado. Vea la palabra "triunfo" explicada en las Notas sobre 2 Corintios 2:14. El significado de todo esto es que, dado que Cristo logr� para nosotros tal victoria y someti� a todos los enemigos del hombre, no debemos ser llevados cautivos, sino que debemos considerarnos hombres libres. No deber�amos volver a ser esclavos de la costumbre, el h�bito, las observancias rituales, los ritos supersticiosos o cualquier cosa que tenga su origen en el reino de las tinieblas. Estamos obligados a afirmar y utilizar nuestra libertad, y no debemos permitir que ning�n poder hostil en forma de filosof�a o falsa ense�anza de ning�n tipo, nos saquee o nos "malcr�e"; Colosenses 2:8. El cristiano es un hombre libre. Su gran Capit�n ha sometido a todos sus enemigos, y no deber�amos permitirles nuevamente establecer su oscuro imperio sobre nuestras almas. El argumento del ap�stol en estos vers�culos Colosenses 2:13 se deriva de lo que Cristo ha hecho por nosotros. Menciona cuatro cosas:

(1) �l nos ha dado vida espiritual.

(2) �l ha perdonado todas nuestras ofensas.

(3) �l ha borrado o abolido las "ordenanzas" que estaban en contra de nosotros.

(4) �l ha triunfado sobre todos nuestros enemigos. De todo esto infiere ( Colosenses 2:16 ff) que no debemos ser cautivos ni sometidos por ninguno de los ritos de la superstici�n, ni ninguna de las influencias del reino de las tinieblas.

Versículo 16

No permita que nadie, por lo tanto, lo juzgue - compare Romanos 14:1, nota, 13, nota. La palabra juez aqu� se usa en el sentido de pronunciar una oraci�n. El significado es, "dado que Cristo te libr� de los males que te rodeaban: como te liberaste de la observancia de la ley, no dejes que nadie te juzgue o reclame el derecho a decidir por ti. Esos asuntos. No eres responsable ante el hombre por tu conducta, sino ante Cristo; y ning�n hombre tiene derecho a imponerle eso como una carga de la que lo ha liberado ".

En carne - Margen, o comer y beber. El significado es, "con respecto a los diversos art�culos de comida y bebida". Aqu� se hace referencia, sin duda, a las distinciones que los jud�os hicieron sobre este tema, lo que implica que los maestros jud�os hab�an hecho un esfuerzo para mostrarles que las leyes mosaicas eran vinculantes para todos.

O con respecto a un d�a sagrado - Margen, parte. El significado es, "en la parte, o lo particular de un d�a santo; es decir, con respecto a �l �. La palabra traducida� d�a santo �- ??????? heort? - significa propiamente una" fiesta "o" fiesta "; y la alusi�n aqu� es a las fiestas de los jud�os. El sentido es que nadie ten�a derecho a imponer su observancia a los cristianos, ni a condenarlos si no los guardaban. Hab�an sido liberados de esa obligaci�n por la muerte de Cristo; Colosenses 2:14.

O de la luna nueva - En la aparici�n de la luna nueva, entre los hebreos, adem�s de los sacrificios diarios, dos bueyes, un carnero y siete ovejas , con una ofrenda de carne, deb�an presentarse a Dios; N�meros 10:1; N�meros 28:11. La luna nueva a principios del mes Tisri (octubre) fue el comienzo de su a�o civil, y se orden� que se observara como un festival; Lev�tico 23:24, Lev�tico 23:25.

O de los d�as de reposo - Griego, "de los s�bados". La palabra s�bado en el Antiguo Testamento se aplica no solo al s�ptimo d�a, sino a todos los d�as de descanso santo que observaron los hebreos, y particularmente al comienzo y al final de sus grandes festivales. Hay, sin duda, referencia a esos d�as en este lugar, ya que la palabra se usa en n�mero plural, y el ap�stol no se refiere particularmente al s�bado propiamente dicho. No hay evidencia de este pasaje de que �l ense�ara que no hab�a obligaci�n de observar ning�n tiempo sagrado, ya que no hay la menor raz�n para creer que ten�a la intenci�n de ense�ar que uno de los diez mandamientos hab�a dejado de ser vinculante para la humanidad. Si hubiera usado la palabra en el n�mero singular: "el s�bado", entonces, por supuesto, habr�a quedado claro que ten�a la intenci�n de ense�ar que ese mandamiento hab�a dejado de ser vinculante, y que ya no se observaba un s�bado. . Pero el uso del t�rmino en el n�mero plural, y la conexi�n, muestran que �l estaba atento a la gran cantidad de d�as que los hebreos observaban como festivales, como parte de su ley ceremonial y t�pica, y no a la ley. ley moral, o los Diez Mandamientos. Ninguna parte de la ley moral: ninguno de los diez mandamientos podr�a ser mencionado como "una sombra de las cosas buenas por venir". Estos mandamientos son, por la naturaleza de la ley moral, de obligaci�n perpetua y universal.

Versículo 17

Que son una sombra de lo que vendr� - Vea las notas en Hebreos 8:5; Hebreos 10:1, nota. Eran solo un tenue esbozo de cosas futuras, no la realidad.

Pero el cuerpo es de Cristo - La realidad, la sustancia. Todo lo que significaron es de o en Cristo. Entre las cosas mismas que est�n en Cristo, y las que solo las representaron o prefiguraron, hay tanta diferencia como hay entre un cuerpo y una sombra; Una sustancia s�lida y un simple esbozo. Teniendo ahora, por lo tanto, la cosa misma la sombra puede ser para nosotros sin valor; y el hecho de haber sido prefigurado, lo que fue dise�ado simplemente para representarlo, ya no es vinculante.

Versículo 18

Que ning�n hombre te enga�e de tu recompensa - Margen, juzga en tu contra. La palabra usada aqu� - ???????????? katabrabeu? - no aparece en ning�n otro lugar del Nuevo Testamento. Es una palabra que se emple� con referencia a la distribuci�n de premios en los juegos griegos, y significa dar el premio contra cualquiera, privar de la palma. Por lo tanto, significa privar de una recompensa debida: y el sentido aqu� es que deb�an estar en guardia para que la "recompensa", la corona de la victoria a la que esperaban, les fuera arrebatada por las artes de otros. Eso se har�a si se les persuadiera para que retrocedieran o para que vacilaran en la carrera. La �nica forma de asegurar el premio era mantenerse en la carrera que luego corr�an; pero si se rindieran a la filosof�a de los griegos y a las ense�anzas de los jud�os, se ver�an defraudados de esta recompensa con tanta certeza como un corredor en los juegos si la corona de la victoria se otorgara injustamente a otro. Tambi�n en este caso, como se har�a una verdadera injusticia, aunque el ap�stol no dice que ser�a de la misma manera. Aqu� ser�a por arte; en el caso del corredor ser�a por una decisi�n equivocada, pero en cualquier caso la corona se perdi�. Esta exhortaci�n tiene m�s fuerza de esta consideraci�n. Contra un juez injusto no podr�amos tener poder; pero podemos asegurarnos de que la recompensa no nos sea arrebatada por fraude.

En una humildad voluntaria - Margen, "ser voluntario en humildad". Tyndale dice: "Que ning�n hombre te haga disparar a una marca equivocada que, seg�n su propia imaginaci�n, camina en la humildad de los �ngeles". La palabra utilizada aqu� (??????????????? tapeinophrosun?) significa "humildad mental, modestia, humildad de deportaci�n"; y el ap�stol se refiere, sin duda, al esp�ritu asumido por aquellos contra quienes �l proteger�a a los colosenses: el esp�ritu de modestia o de humildes indagadores. El significado es que no anunciar�an sus opiniones con certeza dogm�tica, sino que presentar�an la apariencia de una gran modestia. De esta manera, se volver�an realmente m�s peligrosos, ya que ning�n falso maestro es tan peligroso como aquellos que asumen el aspecto de una gran humildad y que manifiestan una gran reverencia por las cosas divinas. La palabra traducida como "voluntaria" aqu� - ?????? thel?n - no pertenece, propiamente, a la palabra traducida como "humildad". Se refiere m�s bien a la parte posterior de la oraci�n, y significa que las personas mencionadas estaban dispuestas, o tuvieron el placer de intentar, a buscar cosas ocultas y abstrusas de la religi�n. Estaban deseosos de parecer hacer esto con un esp�ritu humilde, incluso con la modestia de un �ngel, pero a�n as� ten�an placer en ese tipo de investigaci�n profunda y peligrosa.

Y adorando a los �ngeles - ?????????? ???? ????????? thr?skeia t?n angel?n. Esto no significa, como me parece, que ellos mismos adorar�an a los �ngeles o que ense�ar�an a otros a hacerlo porque no hay raz�n para creerlo. Ciertamente, los maestros jud�os, a quienes el ap�stol parece haber tenido particularmente en su ojo, no lo har�an; ni hay evidencia de que alguna clase de falsos maestros ense�e deliberadamente que los �ngeles deb�an ser adorados. La referencia es m�s bien la profunda reverencia; el esp�ritu de humilde piedad que manifestaban los �ngeles, y el hecho de que los maestros a los que se refer�an asumir�an el mismo esp�ritu y, por lo tanto, eran los m�s peligrosos. Vendr�an profesando un profundo respeto por los grandes misterios de la religi�n y por las incomprensibles perfecciones de la divinidad, y abordar�an el tema profesamente con la horrible veneraci�n que los �ngeles sienten cuando "miran estas cosas"; 1 Pedro 1:12. No hubo una declaraci�n audaz, irreverente o segura, pero el peligro en el caso surgi� del hecho de que asumieron tanto el aspecto de la modesta piedad; tanto la apariencia de la humilde devoci�n de los seres angelicales. La palabra traducida aqu� �adoraci�n� - ????????? thr?skeia - aparece en el Nuevo Testamento solo aqu�, en Hechos 26:5; y Santiago 1:26, en cada uno de los lugares en que se traduce como "religi�n". Significa aqu� la religi�n, o el esp�ritu de humilde reverencia y devoci�n que demuestran los �ngeles; y esto concuerda bien con el significado en Santiago 1:26.

Entrometerse en aquellas cosas que no ha visto - O indagar sobre ellas. La palabra utilizada aqu� (??????????? embateu?n) significa entrar o entrar; luego investigar, indagar. No tiene, propiamente, el significado de intrusi�n, o de indagaci�n impertinente (ver Passow), y no veo que el ap�stol quisiera caracterizar la investigaci�n aqu� como tal. �l dice que el objetivo de sus investigaciones fue mirar, con gran modestia y reverencia profesas, aquellas cosas que no son visibles a los ojos de los mortales. Las "cosas" que parecen referirse particularmente aqu�, son las preguntas abstrusas que respetan el modo de subsistencia divina; las filas, �rdenes y empleos de seres angelicales; y las oscuras doctrinas relacionadas con el gobierno y los planes divinos. Estas preguntas comprend�an la mayor�a de los temas de investigaci�n en la filosof�a oriental y griega, y las investigaciones sobre estos que el ap�stol aprehend�a tender�an a alejar la mente de la "simplicidad que hay en Cristo". De estos temas, �qu� se puede saber m�s de lo que se revela?

In�tilmente hinchado por su mente carnal - A pesar de la "humildad" declarada, la modestia, la reverencia angelical, la mente estaba llena de vanidad y vanidad. Confianza, sabidur�a carnal. Las dos cosas no son en modo alguno incompatibles: los hombres aparentemente m�s mansos y modestos son a veces los m�s audaces en sus especulaciones y los m�s temerarios con respecto a los grandes hitos de la verdad. No es as� con verdadera modestia y verdadera "veneraci�n angelical", pero todo esto a veces se asume con el prop�sito de enga�ar; y a veces hay una apariencia nativa de modestia que de ninguna manera es un �ndice de los verdaderos sentimientos del alma. Los hombres m�s mansos y modestos en apariencia son a veces los m�s orgullosos e imprudentes en sus investigaciones de las doctrinas de la religi�n.

Versículo 19

Y no sostener la Cabeza - No sostener la verdadera doctrina con respecto a la Gran Cabeza de la iglesia, el Se�or Jesucristo; Notas, Efesios 1:22. Esto se considera aqu� como esencial para el mantenimiento de todas las dem�s doctrinas de la religi�n. El que tiene puntos de vista justos sobre el Redentor no correr� mucho peligro de equivocarse respetando los otros puntos de creencia religiosa.

De la cual todo el cuerpo ... - Este pasaje es casi palabra por palabra igual que en Efesios 4:15. V�alo explicado en las notas all�.

Versículo 20

Por lo tanto - En vista de todo lo que se ha dicho. Si es cierto que est�s realmente muerto para el mundo, �por qu� act�as como si todav�a vivieras bajo los principios del mundo?

Si hab�is muerto con Cristo - Si est�s muerto para el mundo en virtud de su muerte. El ap�stol aqu�, como en otros lugares, habla de una uni�n muy estrecha con Cristo. Morimos con �l; es decir, tal fue la eficacia de su muerte, y tal es nuestra uni�n con �l, que nos convertimos en muertos tambi�n para el mundo; Notas, Romanos 6:2, nota, 4, nota, 8, nota, 11, nota.

De los rudimentos del mundo - Margen, "elementos". Los elementos o principios que son de naturaleza mundana y que reinan entre los hombres mundanos; vea las notas en G�latas 4:3.

�Por qu�, como si vivieras en el mundo? �Por qu� permites que te influyan, como si estuvieras viviendo y actuando bajo esos principios mundanos? No deber�an hacerlo m�s que las cosas de este mundo influyen en los que est�n en sus tumbas.

�Est�n sujetos a ordenanzas? Los ritos y ceremonias de la religi�n jud�a; vea las notas en G�latas 5:1.

Versículo 21

Resistente no; no probar manejar no - Estas palabras parecen ser un esp�cimen del tipo de ordenanzas a las que se refiere el ap�stol, o una imitaci�n del lenguaje de los maestros jud�os con respecto a varios tipos de comida y bebida. "�Por qu� est�n sujetos a ordenanzas de varios tipos, como esta: no tocar, no probar, no manejar?" Es decir, prohibirle incluso tocar ciertos tipos de alimentos, probar ciertos tipos de bebidas o manipular ciertas cosas prohibidas. Se supone que la r�pida sucesi�n de las palabras aqu�, sin ninguna part�cula de conexi�n, denota el entusiasmo de las personas que impusieron este mandato y su seriedad en advertir a los dem�s de contaminarse con las cosas prohibidas. Muchos mandatos de este tipo se encuentran en los escritos de los rabinos jud�os; y la antigua secta jud�a de los esenios (Notas, Mateo 3:7) abundaba en preceptos de este tipo.

Ver Schoetgen y Pict. Babero. en loc. �No se permitieron alimentos que fueran agradables al gusto, sino que comieron pan seco y tosco, y bebieron solo agua. Muchos de ellos no comieron nada hasta la puesta del sol, y, si alguien los toc� y no pertenec�an a su secta, se lavaron como si hubieran sido profanados. Quiz�s hab�a en Colosas una sociedad de este tipo, como hab�a en muchos otros lugares fuera de Judea; y, si existiera, no es improbable que muchos cristianos los imitaran en la singularidad de sus reglas y observancias ". compara al jud�o de Jenning. Hormiga. yo. 471 y Ros. Alt. u. neu. Morgenland, en loc. Si esta es la interpretaci�n correcta, entonces estas no son las palabras del ap�stol, que proh�be a los cristianos tener algo que ver con estas ordenanzas, sino que se presentan como una muestra de la forma en que quienes ordenaron la observancia de esas ordenanzas presionaron el tema en otros.

Prohibieron ciertas cosas, de conformidad con lo que entendieron que era la ley de Mois�s; y constantemente dec�an, con respecto a ellos, "no los toquen, prueben, manipulen". Estas palabras se usan a menudo como una especie de lema en referencia al uso de bebidas embriagantes. Expresan muy bien lo que sostienen los amigos de la abstinencia total; pero es obvio que no ten�an tal referencia como la utilizada por el ap�stol, ni deber�an ser alegados como una autoridad, o como un argumento, en la pregunta sobre la propiedad o incorrecci�n del uso de licores espirituosos. Tambi�n pueden emplearse en referencia a cualquier otra cosa como esa, y no tendr�an autoridad en ninguno de los casos. Las bebidas embriagantes deben ser abstenidas; pero la obligaci�n de hacerlo debe basarse en argumentos s�lidos, y no en pasajes de las Escrituras como este. Este pasaje podr�a ser presionado con mayor plausibilidad al servicio de los enemigos de las sociedades de abstinencia total, que a su apoyo; pero realmente no tiene nada que ver con el tema, de una forma u otra.

Versículo 22

Que todos perecer�n con el uso - Esto se marca com�nmente como parte del par�ntesis, o la cita; y existe una dificultad considerable para determinar su verdadero significado. Parece m�s probable que estas sean las palabras del ap�stol mismo, incluidas en la rapidez de la composici�n, y que no se relacionen con la frase "no tocar", etc. Si es as�, la idea es que no puede tendr� tanta importancia como supon�an los maestros jud�os, para marcar claramente la diferencia entre carnes y bebidas. Todos perecer�an con el uso de ellos. Nada era permanente sobre ellos. En realidad, podr�a no tener gran importancia lo que se comi� o lo que se bebi�, siempre que no fuera perjudicial en s� mismo. Estas ordenanzas ten�an un valor entre los hebreos cuando fue dise�ado para mantenerlos como un pueblo distinto; pero no ten�an valor en s� mismos, para hacerlos vinculantes para toda la humanidad. Suponer esto, fue el error com�n de los jud�os; y, por lo tanto, el ap�stol trabajaba con tanta frecuencia para demostrar que los ritos jud�os no ten�an un valor permanente; ver las notas Romanos 14:1; 1 Corintios 8:1, nota; compare las notas en Mateo 15:17. Seg�n esta interpretaci�n, se debe considerar que Colosenses 2:21 expresa la m�xima com�n de los maestros jud�os, y la cl�usula ante nosotros como las palabras del ap�stol, y debe marcarse como un par�ntesis. Entonces est� marcado en Hahn's Ed. del Nuevo Testamento

Despu�s de los mandamientos y doctrinas de los hombres - Muchas de las ordenanzas en las que los jud�os insistieron fueron las que fueron transmitidas por tradici�n. Dependen �nicamente de la autoridad humana y, por supuesto, no deben unir la conciencia. Otros toman las palabras aqu� para significar, "Todas las cosas que tienden a la corrupci�n de la religi�n (Doddridge), o son causa de destrucci�n o condena (Robinson, Lexicon), por el uso de estas cosas, de acuerdo con los mandamientos y doctrinas de estos hombres."

Versículo 23

Qu� cosas - Qu� observancia escrupulosa de los numerosos preceptos que ordenan ritos y ceremonias, la observancia de d�as y las distinciones entre carnes y bebidas.

Tener una demostraci�n de sabidur�a - Tener una gran apariencia de piedad y respeto por la voluntad de Dios Tambi�n tienen una muestra de "sabidur�a", o de Un profundo conocimiento de las cosas divinas. Los que insisten en ellos parecen aprender en lo que constituye la religi�n y tener una profunda comprensi�n de sus misterios. Sin duda, quienes instaron a la obligaci�n de estas cosas afirmaron tener un conocimiento poco com�n de la naturaleza de la religi�n, e instaron a la observancia de estas cosas sobre la base de su tendencia a promover la piedad, como siempre hacen quienes insisten mucho en la observancia de los religiosos. ritos y ceremonias.

En la adoraci�n de la voluntad - Adoraci�n voluntaria; yo. e., adorar m�s all� de lo que Dios exige estrictamente: servicio supererogatorio. Probablemente muchas de estas cosas no exhortaron como estrictamente necesarias, sino como conducentes en gran medida a la piedad. La s�plica era, sin duda, que la piedad podr�a ser promovida por un servicio prestado m�s all� de lo que estaba absolutamente ordenado, y que de este modo se manifestar�a un esp�ritu de piedad poco com�n, una disposici�n no solo para obedecer todo lo que Dios requer�a, sino incluso para ir m�s all� de esto. , y para prestarle servicio voluntario. Hay mucha plausibilidad en esto; y este ha sido el fundamento de la designaci�n de los ayunos y festivales de la iglesia; de penitencias y torturas autoinfligidas; de dolorosas vigilias y peregrinaciones; de obras de supererogaci�n y de los m�ritos de los "santos". Gran parte de las corrupciones de la religi�n han surgido de este argumento plausible pero enga�oso. Dios sab�a mejor qu� cosas eran m�s propicias para la piedad de su pueblo; y estamos m�s seguros cuando nos adherimos m�s de cerca a lo que �l ha designado, y no observamos m�s d�as y ordenanzas de las que ha ordenado. Hay mucha piedad aparente sobre estas cosas; pero hay mucha maldad de coraz�n en el fondo, y no hay nada que tienda m�s a corromper la religi�n pura.

Y humildad - Notas, Colosenses 2:18. Hay una gran muestra de reverencia por las cosas divinas en la forma en que llevan a cabo sus investigaciones y en su humilde y manso cumplimiento de los ritos y ceremonias dolorosas; en ayunos, abstinencia y penitencias. Debajo de todo esto, a menudo acecha el peor tipo de orgullo; porque:

"El orgullo puede ser mimado mientras la carne se vuelve magra".

Y descuidar el cuerpo - Vestirse de cilicio y cenizas; someti�ndolo a ayunos y penitencias dolorosas; apareciendo en una forma de pobreza escu�lida, como si el cuerpo no valiera la pena, y como si la atenci�n estuviera tan absorta en el cuidado m�s noble del alma, que fuera completamente independiente del cuerpo. Sin embargo, podemos observar,

(1) Dios hizo tanto el cuerpo como el alma, y ??ha demostrado su cuidado por "haber sido hecho con temor y maravillosamente", y por toda la provisi�n que ha hecho para todas sus necesidades.

(2) La religi�n pertenece tanto al cuerpo como al alma, y ??debe ense�ar a un hombre a considerarla adecuadamente. El hombre est� obligado a cuidar el cuerpo, a tener la mayor salud y la vida m�s larga posible al servicio de su Creador, y poder emplearlo de la mejor manera. No hay religi�n en la ropa harapienta o miserable, en la cara sucia, en los h�bitos personales ofensivos, en la inmundicia y la corrupci�n, y en desafiar las deficiencias de la vida.

(3) La santidad muy afectada puede existir donde hay un coraz�n m�s orgulloso y corrupto. Una cara larga, un semblante recatado, un desprecio estudiado de las deficiencias de la vestimenta y las cortes�as de la vida, como si no fueran dignas de atenci�n, pueden ser el exponente del orgullo m�s odioso y de los prop�sitos m�s b�sicos del alma. Un hombre debe estar siempre en guardia contra alguien que, con el pretexto de una santidad extraordinaria, profesa despreciar la vestimenta ordinaria y los usos de la sociedad.

No en ning�n honor - Es decir, no hay honor real en estas cosas; no hay nada que ennoblecer y elevar el alma; nada de lo que se pueda elogiar.

Para la satisfacci�n de la carne - El �nico efecto es satisfacer o complacer a la carne; es decir, la naturaleza carnal y corrupta, por lo que la palabra "carne" a menudo se usa en las Escrituras. El efecto de estas observancias, en las cuales se pone tanto �nfasis como si promovieran la piedad, es simplemente gratificar el orgullo, la justicia propia, el amor a la distinci�n y las otras propensiones carnales de nuestra naturaleza. Parece que hay mucha humildad y piedad en ellos; Realmente hay poco m�s que orgullo, ego�smo y ambici�n.

Observaciones sobre Colosenses 2

1. Debemos sentir un profundo inter�s por el bienestar de otros cristianos, incluso aquellos a quienes nunca hemos visto; Colosenses 2:1. Todos pertenecen a la misma familia, tienen que lidiar con los mismos enemigos, est�n involucrados en la misma guerra, viajan al mismo cielo. Con nuestras oraciones y simpat�a, a menudo podemos hacer mucho bien a aquellos a quienes nunca veremos hasta que los encontremos en el cielo.

2. Deber�amos estar en guardia contra las artes seductoras de los falsos maestros. A menudo son plausibles; pueden instar argumentos que quiz�s no podamos responder; pueden tener mucho m�s aprendizaje que nosotros; y pueden parecer de gran humildad y de verdadera piedad; Colosenses 2:3. Colosenses 2:3. En general, es una regla segura para un cristiano acatar los puntos de vista que ten�a sobre los grandes temas de la religi�n cuando se convirti�; Colosenses 2:6. Entonces el coraz�n se volvi� tierno y suave, como cera, y recibi� la impresi�n que el Esp�ritu le caus�. Hay algunas cosas en las que el coraz�n juzga mejor que la cabeza; y en el cual es tan probable que avancemos si seguimos lo primero como lo segundo. En relaci�n con el desempe�o de muchos de los deberes de la vida, los deberes de amabilidad y caridad, el coraz�n es a menudo una gu�a m�s segura que la cabeza; y, por lo tanto, en muchas cosas relacionadas m�s inmediatamente con la religi�n, es m�s probable que un hombre juzgue correctamente si sigue los impulsos de sus sentimientos en los momentos m�s felices de piedad, que esperar el curso de discusi�n m�s fr�o y cauteloso. Lo mismo puede ser cierto incluso para muchas de las doctrinas de la religi�n. Cuando un pobre pecador tiembla al borde del infierno, siente que nadie m�s que un Salvador Todopoderoso puede liberarlo, y se va y se compromete con Jes�s como Dios, y no corre mucho peligro de equivocarse en eso. Es m�s probable que los razonamientos ingeniosos de los defensores del error lo aparten de la verdad que sus sentimientos en ese momento.

4. Nuestros puntos de vista sobre el "misterio de Dios" - de la naturaleza divina, y especialmente del rango y el car�cter de Cristo, determinar�n todos nuestros puntos de vista de la teolog�a; Colosenses 2:2. Esto ha sido as� en todas las edades; y, sin embargo, puede explicarse, el hecho es indudable, que si en cualquier momento podemos determinar cu�les son los puntos de vista predominantes de Cristo, podemos ver f�cilmente cu�l es el car�cter predominante de la teolog�a de esa �poca. La influencia de esto se sentir� en las opiniones que se tienen del car�cter nativo del hombre: de la regeneraci�n, los prop�sitos divinos, la naturaleza de la santidad y las retribuciones m�s all� de la tumba. Por lo tanto, la raz�n por la cual el ap�stol Pablo insisti� tanto en esto e inst� tan fervientemente a la importancia de adherirse a puntos de vista justos del Salvador.

5. Cristo nos ha puesto bajo las m�s altas obligaciones de amarlo y servirlo; Colosenses 2:11. �l nos ha permitido posponer nuestros pecados; nos ha resucitado de la muerte espiritual a la vida espiritual; �l ha eliminado las viejas ordenanzas que estaban en contra de nosotros, y ha hecho que la religi�n sea f�cil y placentera; �l ha sometido a nuestros enemigos y ha triunfado sobre ellos. Logr� una gloriosa victoria sobre "principados y poderes", y ha llevado cautivo a nuestro gran enemigo. Se encontr� con el enemigo del hombre cuando estaba en la tierra, y venci� su poder de tentaci�n; lo expuls� de los cuerpos de los hombres; sent� las bases para una victoria permanente sobre �l en la cruz, y triunf� sobre �l cuando se levant� y ascendi� al cielo. Satan�s es ahora un enemigo humilde. Su poder est� quebrantado y limitado, y el Se�or Jes�s triunfar� completamente sobre �l. Regresar� del cielo; resucitar a todos los muertos; y resurgir, frente al universo, a sus cielos nativos, con todos sus anfitriones rescatados: el "bot�n" de la victoria. Entonces no debemos temer lo que Satan�s puede hacernos; ni debemos temer que el gran enemigo de la iglesia triunfe nunca:

Lev�ntate, alma m�a, sacude tus miedos,

Y ci�e la armadura del evangelio;

Marcha a las puertas de la alegr�a sin fin,

A d�nde se ha ido tu gran Capit�n Salvador.

El infierno y tus pecados resisten tu curso,

Pero el infierno y el pecado son enemigos vencidos;

Tu Jes�s los clav� en la cruz,

Y cant� el triunfo cuando se levant�.

Entonces deja que mi alma marche valientemente

Avanza hacia la puerta celestial;

Hay paz y alegr�a reinado eterno,

Y las t�nicas brillantes para los conquistadores esperan.

Entonces me pondr� una corona estrellada

Y triunfar en la gracia Todopoderosa;

Mientras que todos los ej�rcitos de los cielos.

�nete a la alabanza de mi l�der glorioso.

6. Ning�n individuo tiene derecho a nombrar ceremonias y ordenanzas en la iglesia que sean vinculantes para las conciencias de los dem�s; ni esta autoridad se conf�a a ning�n cuerpo de hombres; Colosenses 2:16. Lo que Dios ha ordenado es ser obedecido. Lo que el hombre ordena m�s all� de eso, no tiene fuerza vinculante para la conciencia: y es el deber solemne y sagrado de todos los cristianos resistir todos esos intentos de hacer observancias ceremoniales vinculantes para la conciencia. Cristo ha designado algunas ordenanzas de religi�n, y son suficientes. Son simples, f�ciles de observar y todos adaptados para promover la piedad. �l nombr� el bautismo y la cena del Se�or; pero no nombr� festivales ni ayunos declarados; sin d�as en conmemoraci�n de los santos, o de su propio nacimiento o muerte; no orden� ning�n rito de religi�n sino los m�s simples y f�ciles de observar. Sab�a muy bien c�mo se abusar�a de esas observancias con el prop�sito de la superstici�n y oscurecer�a la gran doctrina de la justificaci�n por la fe. Sab�a lo listos que estar�an los hombres para confiar en ellos en lugar de en los m�ritos del gran Sacrificio, y por lo tanto, no orden� ninguna ordenanza donde pudiera existir ese peligro.

7. El orgullo a menudo se une con la aparente humildad; Colosenses 2:18. Es f�cil asumir la apariencia de humildad en el comportamiento externo, pero tal apariencia asumida no llega al coraz�n. Eso permanece igual, cualquiera que sea la apariencia externa que se asuma, hasta que sea renovada por la gracia de Dios.

8. Un comportamiento manso, modesto y sincero es consistente con gran audacia y audacia en la especulaci�n; Colosenses 2:18. Los especuladores m�s atrevidos en religi�n; Los que hacen los ataques m�s imprudentes a la verdad son, a menudo, aparentemente sinceros, e incluso adoptan el aspecto de la devoci�n angelical. Sin embargo, son atrevidos "donde los �ngeles temen pisar"; y declaman con confianza sobre temas que deben estar siempre fuera del alcance de la mente humana.

9. No debemos inferir, porque un hombre es modesto y humilde, y porque parece estar dotado de mansedumbre y piedad poco comunes, que, por lo tanto, es un buen hombre o un gu�a seguro; Colosenses 2:18. Los maestros en Colosas, contra quienes Pablo advirti� a los cristianos all�, parecen haber sido hombres de este sello; y esto es com�nmente asumido por aquellos que llevar�an a sus semejantes al error. "Satan�s a menudo se transforma en un �ngel de luz".

10. No debemos intentar penetrar en aquellas cosas que est�n m�s all� del alcance de la mente humana; Colosenses 2:18. No debemos "entrometernos en aquellas cosas que no se ven". Hay un l�mite externo para nuestras investigaciones sobre todos los temas, y pronto lo alcanzamos. En la vida debemos actuar principalmente sobre los hechos; no por la raz�n por la que existen esos hechos. Cuando hemos comprobado o establecido un hecho, nuestros pies se paran sobre una roca s�lida; y all� nos mantendremos firmes. Actuamos de manera segura y sabia si actuamos en vista de ese hecho; no actuamos con seguridad o prudencia si lo ignoramos y actuamos seg�n la teor�a o la imaginaci�n.

11. Muchos cristianos reales corren el peligro de ser "enga�ados por la recompensa" que podr�an obtener; Colosenses 2:18. Son seducidos por el mundo; son arrastrados al error por las artes de la filosof�a; oscurecen el brillo de su piedad por conformidad con el mundo, y as� pierden la alta recompensa que podr�an haber obtenido en el cielo. Porque las recompensas del cielo ser�n estrictamente proporcionales a la medida de nuestra religi�n aqu�: el celo, la fe y el amor que demostramos en la causa de nuestro Maestro.

12. Muchas personas corren el peligro de perder la "recompensa" por completo, porque la "recompensa" de una vida de piedad se establece ante todo; Colosenses 2:18. El cielo se ofrece gratuitamente a todos, y no hay nadie que no pueda obtenerlo. �Pero Ay! cu�ntos hay que son atra�dos por las tentaciones del error y del pecado; quienes son llevados a diferir a un tiempo futuro el gran tema de preparaci�n para la muerte; quienes pasan sus vidas sin tener en cuenta los mandamientos de Dios y las invitaciones de misericordia, hasta que es demasiado tarde para buscar la salvaci�n, y se hunden en la ruina final. Todo pecador impenitente est� en peligro inminente de perder su alma. El gran enga�ador se esfuerza por cegarlo y atraparlo hasta la muerte, y miles de trampas a cada lado se extienden a sus pies, en las que corre el peligro constante de caer. En un mundo de atracciones, donde la obra de la muerte desde el principio se ha llevado a cabo principalmente por el enga�o, �con qu� solicitud el hombre deber�a protegerse para no ser "enga�ado del cielo" y hundirse en un mundo donde el cielo ya no se ofrecer� m�s!

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Colossians 2". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/colossians-2.html. 1870.