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Bible Commentaries
Daniel 1

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

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Introducción

Secci�n I. - Autenticidad del Cap�tulo

Para el argumento general a favor de la autenticidad y autenticidad del Libro de Daniel, vea la Introducci�n, Secciones II y III. Sin embargo, con respecto a la autenticidad y autenticidad de cada cap�tulo en particular, se exigen objeciones, derivadas de algo peculiar en cada cap�tulo, que es apropiado cumplir y que propongo considerar en una introducci�n particular a los cap�tulos respectivos. Es apropiado considerar estas objeciones, no tanto porque han sido instadas por el distinguido cr�tico alem�n: De Wette, Bertholdt, Bleek, Eichhorn y otros, porque sus escritos probablemente caer�n en manos de pocas personas que leer�n estas Notas. - pero

(a) porque puede presumirse que hombres de tanto aprendizaje, industria, agudeza e ingenio, han instado todas las objeciones que, con cualquier apariencia de plausibilidad, pueden alegarse contra el libro; y

(b) porque los que leen el libro pueden presumir, en mayor o menor grado, que las objeciones que han urgido se sienten, en mayor o menor medida, aunque es posible que no puedan expresarlas con tanta claridad y fuerza. Existen numerosas objeciones a varias porciones de las Escrituras que flotan en las mentes de los lectores de la Biblia, y muchas dificultades que se les ocurren a esos lectores que no se expresan, y que ser�a deseable eliminar, y que es el deber de un expositor de la Biblia, si puede, para eliminar. Los cr�ticos esc�pticos, en general, pero recogen y encarnan en una forma plausible las dificultades que sienten la mayor�a de los lectores de las Escrituras. Es por esta raz�n, y con el fin de eliminar lo que "parece" proporcionar argumentos plausibles en contra de las diferentes partes de este libro, las objeciones que han sido instadas, principalmente por los autores antes mencionados, ser�n notadas en secciones especiales. precede a la exposici�n de cada cap�tulo.

La �nica objeci�n a la autenticidad y autenticidad del primer cap�tulo que parece necesario notar es que el relato de Daniel en el cap�tulo es inconsistente con la menci�n de Daniel por parte de Ezequiel. La objeci�n es sustancialmente, que es improbable que el Daniel que es mencionado por Ezequiel sea uno de ellos que fuera un temporario consigo mismo y que en ese momento viviera en Babilonia. Daniel se menciona tres veces en Ezequiel, y en cada caso como un hombre de piedad e integridad eminentes; como uno tan distinguido por sus virtudes como para merecer ser clasificado con el m�s eminente de los patriarcas. Por lo tanto, en Ezequiel 14:14, "Aunque estos tres hombres, No�, Daniel y Job, estaban en �l, deb�an liberar sus propias almas por su justicia, dice el Se�or Dios". As� que de nuevo, Ezequiel 14:2, "Aunque No�, Daniel y Job estaban en �l, como yo vivo, dice el Se�or Dios, no entregar�n ni hijo ni hija, sino que entregar�n sus propias almas por medio de ellos". su justicia ".

Y de nuevo, Ezequiel 28:3, hablando del pr�ncipe de Tiro, "He aqu� que eres m�s sabio que Daniel". La objeci�n que se pide con respecto a la menci�n de Daniel en estos pasajes es sustancialmente esta: que si el relato en el libro de Daniel es verdadero, debe haber sido contempor�neo con Ezequiel, y debe haber sido, cuando Ezequiel profetiz�, un joven ; que es incre�ble que haya ganado un grado de reputaci�n que le dar�a derecho a ser clasificado con Noah y Job; que no podr�a haber sido tan conocido como para hacer que sea natural o apropiado referirse a �l en la misma conexi�n con esos hombres eminentes; y "especialmente" que no podr�a haber sido conocido as� por el pr�ncipe de Tiro, como se supone de los mencionados por Ezequiel en los pasajes mencionados, porque no se puede suponer que un hombre tan joven hab�a adquirido tanta fama en el extranjero como para haga apropiado referirse a �l de esta manera en una direcci�n a un pr�ncipe pagano. Bernstein inst� esta objeci�n (uber das Buch Hiob, en den Analekten von Keil und Tzschirner, i. 3, p. 10), y tambi�n se encuentra en Bleek, p. 284, y De Wette, "Einl". pag. 380. De Wette dice que es probable que el autor del libro de Daniel usara el nombre de "una antigua persona m�tica o po�tica falsamente", para ilustrar su trabajo.

Ahora, con respecto a esta objeci�n, puede observarse

(a) que, de acuerdo con todos los relatos que tenemos en la Biblia, Ezequiel y Daniel "eran" contempor�neos, y estaban en Babilonia al mismo tiempo. Sin embargo, como Daniel vivi� mucho tiempo en Babilonia despu�s de esto, tambi�n debe admitirse que en el per�odo al que se refiere Ezequiel, debe haber sido comparativamente un hombre joven. Pero no se deduce que no haya tenido un personaje conocido por la piedad y la integridad, lo que har�a apropiado mencionar su nombre en relaci�n con los santos m�s eminentes de la antig�edad. Si el relato en el libro de Daniel "en s� mismo" es un relato correcto de �l, esto no se dudar�, porque pronto atrajo la atenci�n en Babilonia; pronto demostr� esa extraordinaria piedad que lo hizo tan eminente como un hombre de Dios, y esa extraordinaria sabidur�a que lo elev� al m�s alto rango como oficial de estado en Babilonia. Fue muy poco despu�s de que lo llevaron a Babilonia que se form� el prop�sito de transportarlo a �l y a los otros tres j�venes seleccionados, en el aprendizaje de los caldeos Daniel 1:1, y que Daniel demostr� que estaba calificado para aprobar el examen, como preparaci�n para que ocupe un lugar honorable en la corte Daniel 1:18; y fue solo en el segundo a�o del reinado de Nabucodonosor que ocurri� el notable sue�o, cuya interpretaci�n le dio a Daniel tanta celebridad Daniel 2.

Seg�n el c�lculo de Hengstenberg ("Authentie des Daniel", p�g. 71), Daniel fue llevado a Babilonia diez a�os antes de la profec�a de Ezequiel en la que se hizo la primera menci�n de �l; y si es as�, no puede haber una base real para la objeci�n mencionada. En ese tiempo, si el relato de su extraordinaria sabidur�a es cierto; si �l demostr� el car�cter que se dice que demostr�, y contra esto no hay improbabilidad intr�nseca; y si fue exaltado a su cargo y rango, como se dice que lo fue, no puede haber improbabilidad en lo que Ezequiel dice de �l, que ten�a un car�cter que hac�a apropiado que se le clasificara con los hombres m�s eminentes de La naci�n jud�a.

(b) En cuanto a la objeci�n de que el rey de Tiro no podr�a haber conocido el nombre de Daniel, como parece estar impl�cito en Ezequiel 28:3, puede observarse que no es necesario supongamos que estas profec�as alguna vez fueron conocidas por el rey de Tiro, o que alguna vez fueron dise�adas para influenciarlo. Las profec�as dirigidas contra los antiguos reyes paganos fueron pronunciadas y publicadas entre el pueblo hebreo, principalmente para "su" gu�a, y fueron dise�adas para proporcionarles a ellos, y a otros en el futuro, argumentos para la verdad de la religi�n, aunque asumi� la forma de direcciones directas a los reyes mismos. Tal apelaci�n imaginaria puede haber sido hecha en este caso por Ezequiel al rey de Tiro; y, al hablar de �l y de su jactanciosa sabidur�a, Ezequiel pudo haber hecho la comparaci�n que luego se le ocurrir�a naturalmente, al mencionarlo en relaci�n con el hombre m�s eminente para la sabidur�a de esa �poca.

Pero tambi�n debe decirse que no puede haber evidencia cierta de que el nombre de Daniel "no" fuera conocido por el rey de Tiro, y tampoco una improbabilidad intr�nseca en el supuesto de que lo fuera. Si Daniel hab�a demostrado en ese momento la notable sabidur�a en la corte de Babilonia que se dice en este libro que ten�a; Si �l hubiera sido elevado a ese alto rango que se afirma que hab�a alcanzado, no hay improbabilidad en suponer que se hubiera dado a conocer una circunstancia tan notable al rey de Tiro. Nabucodonosor tom� a Tiro, 572 a. C., despu�s de un asedio de trece a�os, y de ninguna manera es improbable que el rey de Tiro se familiarice con lo que ocurri� en la corte de los caldeos. La profec�a en Ezequiel, donde se menciona a Daniel Ezequiel 28:3, no pudo haberse pronunciado mucho antes de que se tomara Tiro, y, al referirse a lo que iba a suceder, no era natural mencionar al hombre m�s distinguido por sabidur�a en la corte de Babilonia, y en los consejos de Nabucodonosor, con la presunci�n de que su nombre y celebridad no ser�an desconocidos para el rey de Tiro.

(c) En cuanto a la objeci�n de Bernstein, que ser�a improbable, si Daniel viviera all�, y si fuera relativamente joven, que su nombre se colocar�a "entre" el de No� y Job Ezequiel 14:14, como si hubiera vivido" antes "de Job, puede observarse que podr�a haber una mayor similitud entre las circunstancias de No� y Daniel que entre No� y Job, y que era apropiado referirse a ellos en este orden . Pero la mera circunstancia del "orden" en el que se mencionan los nombres no puede aducirse como prueba de que una de las personas nombradas no exist�a en ese momento. Pueden haber ocurrido en este orden a Ezequiel, porque en su aprehensi�n, ese era el orden en el que se deb�a estimar el grado de su piedad.

A esta objeci�n as� considerada, que la menci�n de Daniel en relaci�n con No� y Job, prueba que Ezequiel se refiri� a alguien de los tiempos antiguos, se puede responder a�n m�s, que si esto fuera as�, ser�a imposible dar cuenta del hecho. que ninguno de los primeros profetas y escritores menciona a esa persona. �C�mo se dio a conocer su nombre a Ezequiel? Y si hubiera habido un patriarca tan eminente como para ser clasificado con No� y Job, �c�mo se debe tener en cuenta que todos los escritores sagrados, hasta la �poca de Ezequiel, est�n completamente en silencio con respecto a �l? �Y por qu�, cuando "�l" lo menciona, lo hace como alguien conocido? La mera menci�n de su nombre de esta manera por Ezequiel, prueba que su personaje era bien conocido por aquellos para quienes escribi�. No� y Job fueron as� conocidos por los registros antiguos; pero, �c�mo se conoc�a as� a "Daniel"? No se menciona en ninguna parte en los escritos antiguos de los hebreos; y si era tan conocido que pod�a ser referido de la misma manera que Noah y Job, deb�a ser porque hab�a alguna "tradici�n" con respecto a �l, o porque estaba viviendo, y su car�cter era bueno. entendido por aquellos para quienes Ezequiel escribi�. Pero no hay evidencia de que haya tal tradici�n, y no hay probabilidad de que la haya; y la conclusi�n, entonces, es inevitable, que era tan conocido por los hebreos en el exilio, que era apropiado que Ezequiel lo mencionara tal como lo hizo con No� y Job. Si es as�, esto proporciona la evidencia m�s alta de que realmente vivi� en la �poca de Ezequiel; es decir, en el tiempo en que este libro pretende haber sido escrito.

Secci�n II - An�lisis del Cap�tulo

Este cap�tulo es completamente hist�rico, las porciones prof�ticas del libro comienzan con el segundo cap�tulo. El "objeto" de este cap�tulo parece ser establecer la forma en que Daniel, que posteriormente actu� como parte importante en Babilonia, fue elevado a tan distinguido favor con el rey y la corte. Fue notable que un jud�o cautivo y un joven fueran honrados; que deber�a ser admitido como uno de los principales consejeros del rey, y que finalmente deber�a convertirse en el primer ministro del reino; y hab�a una propiedad de que deber�a haber una declaraci�n preliminar de los pasos de esta promoci�n extraordinaria. Este cap�tulo contiene un registro de la forma en que el futuro primer ministro y profeta fue presentado al aviso del monarca reinante, y por el cual se descubri� su genialidad y sagacidad. Es un cap�tulo, por lo tanto, que puede estar lleno de inter�s e instrucci�n para todos, y especialmente para los hombres j�venes. El cap�tulo contiene el registro de los siguientes puntos o pasos que llevaron a la promoci�n de Daniel:

I. La historia del cautiverio jud�o, como explicaci�n de la raz�n por la cual aquellos a quienes se hace referencia posteriormente estuvieron en Babilonia. Eran exiliados, habiendo sido transportados como cautivos a una tierra extranjera, Daniel 1:1.

II El prop�sito del rey, Nabucodonosor, es presentar el talento principal que se encuentra entre los cautivos jud�os y someterlo a un proceso de entrenamiento, para que pueda ser empleado en la corte, Daniel 1:3. Para llevar a cabo este prop�sito, un oficial confidencial de la corte, Ashpenaz, recibi� la orden de buscar entre los cautivos a los j�venes m�s prometedores, ya sea por nacimiento o por talento, y someterlos a un proceso de capacitaci�n para que pudieran recibir una instrucci�n completa. en la ciencia de los caldeos. �Cu�les fueron las razones que llevaron a esto? No se puede saber con certeza. Pueden haber sido tales como estos;

(1) Los caldeos se hab�an dedicado a la ciencia, especialmente a aquellas ciencias que promet�an cualquier informaci�n con respecto a eventos futuros, los secretos del mundo invisible, etc. Por lo tanto, originaron o adoptaron la ciencia de la astrolog�a; practicaban las artes de la magia; estudiaron para interpretar sue�os; y, en general, hicieron uso de todos los medios que se supon�a que podr�an emplearse para descubrir los secretos del mundo invisible y revelar el futuro.

(2) No pod�an haber ignorado el hecho de que los hebreos afirmaban tener comunicaci�n con Dios. Sin duda hab�an o�do hablar de sus profetas y de su capacidad de predecir lo que iba a ocurrir. Este tipo de conocimiento encajar�a con los objetos a los que apuntaban los caldeos, y si pudieran aprovecharlo, les permitir�a asegurar lo que tan ardientemente buscaban. Es probable que consideraran esto como una especie de poder "permanente" que ten�an los profetas hebreos, y supusieron que en todo momento, y en todos los temas, pod�an interpretar sue�os y resolver las diversas preguntas sobre las cuales eran sus propios magos. muy comprometido No se debe suponer que ten�an un conocimiento muy preciso del car�cter exacto de las profec�as hebreas, o la naturaleza de la comunicaci�n que los profetas ten�an con Dios; pero no era natural para ellos suponer que este esp�ritu de profec�a o adivinaci�n ser�a pose�do por los m�s nobles y los m�s talentosos de la tierra. Por lo tanto, Ashpenaz recibi� instrucciones de seleccionar a aquellos de la familia real, y aquellos en quienes no hab�a imperfecciones, y que eran guapos, y que se distingu�an por el conocimiento, y que los prepararan, por un curso adecuado, para ser presentados al rey .

(3) Puede haber sido el prop�sito del monarca caldeo presentar todo el talento del reino, ya sea nativo o extranjero, para ser empleado al servicio del gobierno. No hay raz�n para suponer que hubo celos del talento extranjero, o renuencia a emplearlo de manera adecuada, para promover los intereses del reino. Como el monarca caldeo ten�a ahora en su poder a la familia real hebrea, y a todos los hombres principales que hab�an sido distinguidos en Judea, no era antinatural suponer que podr�a haber un valioso talento entre ellos del cual podr�a aprovecharse, y que ser�a a�adir al esplendor de su propia corte y gabinete. Podr�a haberse supuesto naturalmente, tambi�n, que tender�a mucho a conciliar a los cautivos mismos, y reprimir�a cualquier impaciencia o insubordinaci�n existente, para seleccionar a los m�s nobles y los m�s dotados, y emplearlos al servicio de los gobierno; y en cualquier pregunta que pueda surgir entre el gobierno y la naci�n cautiva, ser�a una ventaja para el gobierno poder emplear hebreos nativos para dar a conocer los deseos y prop�sitos del gobierno. Adem�s, estaba de acuerdo con el esp�ritu orgulloso de Nabucodonosor (ver Daniel 4) rodearse de todo lo que le dar�a esplendor a su propio reinado.

III. El m�todo por el cual este talento deb�a ser presentado, Daniel 1:5. Esto fue por vivir de la manera de la casa real, con la presunci�n de que al final de los tres a�os, en apariencia personal y en el conocimiento del idioma de los caldeos Daniel 1:4, ellos estar�an preparados para comparecer ante el tribunal y ser empleados en el servicio para el que podr�an ser nombrados.

IV. La resoluci�n de Daniel de no corromperse con las viandas que hab�an sido designadas para �l y sus hermanos, Daniel 1:8. Hasta ahora hab�a sido estrictamente templado; hab�a evitado toda vida lujosa; se hab�a abstenido del vino; y, aunque ahora ten�a todos los medios de la indulgencia lujosa al mando, y fue inesperadamente arrojado a las tentaciones de una espl�ndida corte oriental, resolvi� adherirse firmemente a sus principios.

V. La aprehensi�n del pr�ncipe de los eunucos de que esto ser�a motivo de ofensa con su amo, el rey, y que �l mismo ser�a considerado responsable, Daniel 1:9-1. Esta fue una aprensi�n muy natural, ya que el comando parece haber sido positivo, y como un monarca oriental era completamente desp�tico. No era irrazonable para �l a quien se le encomend� esta oficina suponer que una falla de su parte para lograr lo que se le hab�a ordenado seguir�a con una p�rdida de lugar o vida.

VI. El experimento y el resultado, Daniel 1:11. Daniel pidi� que se hiciera un juicio por los efectos de la templanza al prepararlo a �l y a sus compa�eros para su presentaci�n en la corte. Solicit� que se les permitiera, incluso por un breve tiempo, pero lo suficiente como para hacer un experimento justo, abstenerse del vino y los otros lujos de la mesa real, y que luego se pudiera determinar si se les deber�a permitir Contin�a el experimento. El resultado fue como lo hab�a anticipado. Al final de diez d�as, en una comparaci�n justa con aquellos que se hab�an entregado a una vida lujosa, el beneficio de su curso fue evidente, y se les permiti� continuar esta estricta abstinencia durante el resto del tiempo que se consider� necesario para su preparaci�n. comparecer en la corte.

VII. La presentaci�n en la corte, Daniel 1:18. Al final del tiempo designado para la preparaci�n, Daniel y sus compa�eros seleccionados fueron llevados a la presencia real, y se encontraron con la recepci�n m�s favorable que se podr�a haber esperado. Al parecer, se distingu�an por la belleza y el vigor masculino, y se distingu�an tanto por la sabidur�a como por la belleza y la salud de su apariencia corporal. De inmediato tomaron una posici�n honorable, superando en gran medida la verdadera sabidur�a y conocimiento de aquellos en la corte que eran considerados expertos en las artes de la adivinaci�n y la astrolog�a. No debemos suponer que estos a�os de preparaci�n los pasamos simplemente cultivando la belleza de su apariencia personal, pero sin duda fueron empleados, bajo todas las ventajas de la instrucci�n que se les pod�a proporcionar, en el cultivo cuidadoso de sus poderes mentales y en La adquisici�n de todo el conocimiento que se pod�a obtener bajo los mejores maestros en la corte de los caldeos. Compare Daniel 1:4.

Versículo 1

En el tercer a�o del reinado de Joacim, rey de Jud�, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusal�n - Este evento ocurri�, seg�n Jahn ("Historia de la Commonwealth hebrea "), En el a�o 607 a. C., y en el a�o 368 despu�s de la revuelta de las diez tribus. Seg�n Usher, fue en el a�o 369 de la revuelta, y 606 a.C. El c�lculo de Usher es el que generalmente se recibe, pero la diferencia de un a�o en el c�lculo no es material. Comparar Michaelis, Anmerkung, zu 2 Kon. xxiv. 1. Joacim era un hijo de Jos�as, un pr�ncipe que se distingui� por su piedad, 2 Rey 22: 2 ; 2 Cr�nicas 35:1. Despu�s de la muerte de Jos�as, la gente subi� al trono de Jud� Joacaz, el hijo menor de Jos�as, probablemente porque parec�a estar mejor calificado para reinar que su hermano mayor, 2 Reyes 23:3; 2 Cr�nicas 36:1. Era un pr�ncipe malvado, y despu�s de haber estado en el trono tres meses, fue retirado por el fara�n-nechoh, rey de Egipto, quien regres� a Jerusal�n de la conquista de Fenicia y coloc� a su hermano mayor, Eliakim, a quien �l dio el nombre de Joacim, en el trono, 2 Reyes 23:34 ; 2 Cr�nicas 36:4.

Joacaz fue encarcelado por primera vez en Riblah, 2 Reyes 23:33, y luego fue trasladado a Egipto, 2 Cr�nicas 36:4. Joacim, un hijo indigno de Jos�as, era, en realidad, como lo representa Jerem�as, uno de los peores reyes que rein� sobre Jud�. Su reinado continu� once a�os, y cuando lleg� al trono 611 a. C., su reinado continu� hasta el a�o 600 a. C. En el tercer a�o de su reinado, despu�s de la batalla de Meguido, el fara�n Nechoh emprendi� una segunda expedici�n contra Nabopolassar, rey de Babilonia, con un numeroso ej�rcito, extra�do en parte de �frica occidental, Libia y Etiop�a. - La historia de Jahn Heb. "Comunidad", p�g. 134. Este Nabopolasar, que tambi�n se llama Nabucodonosor I, estaba en este momento, seg�n relata Berosus, envejecido y enfermo. Por lo tanto, entreg� una parte de su ej�rcito a su hijo Nabucodonosor, quien derrot� al anfitri�n egipcio en Carchemish (Circesium) en el �ufrates, y expuls� a Nechoh de Asia. El pr�ncipe victorioso march� directamente a Jerusal�n, que entonces estaba bajo la soberan�a de Egipto. Despu�s de un breve asedio, Joiakim se rindi� y el pr�ncipe babil�nico volvi� a colocarlo en el trono.

Nabucodonosor tom� parte del mobiliario del templo como bot�n, y llev� consigo a Babilonia a varios j�venes, los hijos de los principales nobles hebreos, entre los que se refer�an Daniel y sus tres amigos en este cap�tulo. No es improbable que un objeto al transmitirlos a Babilonia fuera que pudieran ser rehenes para la sumisi�n y el buen orden de los hebreos en su propia tierra. Es en este momento que comienza la soberan�a babil�nica sobre Jud�, com�nmente llamada cautiverio babil�nico, que, seg�n la profec�a de Jerem�as, Jeremias 25:1; Jeremias 29:1, continuar�a setenta a�os. En Jeremias 25:1; Jeremias 46:2, se dice que esto fue en el cuarto a�o de Joacim; En el pasaje ante nosotros se dice que era el tercer a�o. Esta diferencia, dice Jahn, surge de un modo diferente de c�mputo: �Joacim lleg� al trono al final del a�o, lo que Jeremiah considera como el primero (y tal modo de c�lculo no es infrecuente), pero Daniel, descuidando el a�o incompleto, n�mero uno menos: "Para un examen m�s completo y completo de la objeci�n a la autenticidad de Daniel de este pasaje, me referir�a al Prof. Stuart sobre Daniel," Excursus "I. (Ver Ap. I. a este Vol.)

Y lo asedi� - Jerusal�n era un lugar fuertemente fortificado, y no era f�cil tomarlo, excepto como resultado de un asedio. Tal vez, nunca fue llevado por asalto directo e inmediato. Compare 2 Reyes 25:1, para un relato del asedio de Jerusal�n por segunda vez por Nabucodonosor. En ese momento la ciudad fue sitiada aproximadamente un a�o y medio. No se especifica cu�nto tiempo continu� el asedio aqu� mencionado.

Versículo 2

Y el Se�or le dio a Joacim rey de Jud� en su mano - Joacim fue llevado cautivo, y parece que hab�a una intenci�n de llevarlo a Babilonia 2 Cr�nicas 36:6, pero que por alguna causa no fue removido all�, sino que muri� en Jerusal�n 2 Reyes 24:5, aunque no fue enterrado honorablemente all�, Jeremias 22:19; Jeremias 36:3. En el segundo libro de Cr�nicas 2 Cr�nicas 36:6, se dice que "Nabucodonosor rey de Babilonia subi� y at� a Joacim en grillos, para llevarlo a Babilonia". Jahn supone que se ha introducido un error en el texto del libro de Cr�nicas, ya que no hay evidencia de que Joacim fue llevado a Babilonia, pero parece que 2 Reyes 24:1, Joacim continu� con autoridad en Jerusal�n bajo Nabucodonosor tres a�os, y luego se rebel� contra �l, y luego Nabucodonosor envi� contra �l "bandas de los caldeos, y bandas de los sirios, y bandas de los moabitas, y bandas de los hijos de Amm�n, y los envi� contra Jud� para destruir. eso." No hay necesidad de suponer un error en el texto de la cuenta en el libro de Cr�nicas. Es probable que se llevaron a Joacim, y que la "intenci�n" era llevarlo a Babilonia, seg�n el relato de Cr�nicas, pero que, por alguna causa no mencionada, se cambi� el prop�sito del monarca caldeo, y que �l era colocado nuevamente sobre Jud�, bajo Nabucodonosor, seg�n el relato en el libro de los Reyes, y que permaneci� en esta condici�n durante tres a�os hasta que se rebel�, y que luego las bandas de caldeos, etc., fueron enviadas contra �l. Es probable que en este momento, tal vez mientras el asedio continuaba, �l muriera, y que los caldeos arrastraran su cad�ver fuera de las puertas de la ciudad, y lo dejaran sin enterrar, como Jeremiah hab�a predicho, Jeremias 22:19; Jeremias 36:3.

Con parte de los vasos de la casa de Dios - 2 Cr�nicas 36:7. Nabucodonosor se llev� otra porci�n de los vasos del templo de Jerusal�n, en tiempos de Joaqu�n, el sucesor de Joacim, 2 Cr�nicas 36:1. En la tercera invasi�n de Palestina, lo mismo se repiti� en una escala m�s extensa, 2 Reyes 24:13. En la cuarta y �ltima invasi�n, bajo Sedequ�as, cuando el templo fue destruido, todos sus tesoros fueron llevados, 2 Reyes 25:6-2. Una parte de estos tesoros fueron devueltos a Cyrus, Esdras 1:7; el resto bajo Darius, Esdras 6:5. Al principio, no parece que no se llevaron "todos", pero quiz�s Nabucodonosor no ten�a la intenci�n de derrocar por completo a la naci�n hebrea, sino que ten�a la intenci�n de mantenerlos tributarios para �l como pueblo. El templo no estaba destruido en ese momento, pero probablemente permiti� que la adoraci�n a Jehov� se celebrara all� todav�a, y naturalmente dejar�a los recipientes que fueran absolutamente necesarios para mantener los servicios de adoraci�n p�blica.

Que llev� a la tierra de Shinar - La regi�n alrededor de Babilonia. Se desconocen los l�mites exactos de este pa�s, pero probablemente abarc� la regi�n conocida como Mesopotamia, el pa�s entre los r�os Tigris y �ufrates. La derivaci�n del nombre "Shinar" es desconocida. Ocurre solo en G�nesis 10:1; G�nesis 11:2; G�nesis 14:1, G�nesis 14:9; Josu� 7:21; Isa�as 11:11; Daniel 1:2; Zacar�as 5:11.

A la casa de su dios - Al templo de Bel, en Babilonia. Este era un templo de gran magnificencia, y el culto a Bel se celebr� all� con gran esplendor. Para una descripci�n de este templo, y del dios que fue adorado all�, vea las notas en Isa�as 46:1. Posteriormente, estos vasos fueron tra�dos al mando de Belsasar, en su fiesta celebrada, y empleados en la convivencia y juerga de esa ocasi�n. Ver Daniel 5:3.

Y trajo las vasijas a la casa del tesoro de su dios - Parecer�a de esto que las vasijas hab�an sido llevadas al templo de Bel o Belus, en Babilonia, no para ser usado en la adoraci�n del �dolo, sino para ser guardado entre los valiosos tesoros all�. Como los templos de los dioses eran sagrados y se los consideraba inviolables, ser�a natural hacerlos depositarios de valiosos botines y tesoros. Muchos de los despojos de los romanos fueron suspendidos alrededor de las paredes de los templos de sus dioses, particularmente en el templo de la Victoria. Compare Eschenberg, "Manual de clase". Literalmente, pt. iii) Secciones 149, 150.

Versículo 3

Y el rey habl� a Aspenaz el maestro de sus eunucos - Sobre las razones generales que pueden haber influido en el rey para hacer la selecci�n de los j�venes aqu� mencionados, vea el An�lisis del cap�tulo. De Ashpenaz, no se sabe nada m�s de lo que se afirma aqu�. Los eunucos estaban entonces, como lo est�n ahora, constantemente empleados en los harenes de Oriente, y a menudo alcanzaron una gran influencia y poder. Una gran parte de los esclavos empleados en los tribunales del este y en las casas de los ricos son eunucos. Comp�rense los "Viajes en Nubia" de Burckhardt, p�gs. 294, 295. Se les considera los guardianes de la virtud femenina del har�n, pero su situaci�n les otorga una gran influencia y, a menudo, se elevan a favor de sus empleadores, y a menudo convertirse en los principales oficiales de la corte. �El jefe de los eunucos negros todav�a est�, en la corte del Sult�n, que est� organizado de acuerdo con la antigua corte de Persia, un oficial de la m�s alta dignidad. Se le llama Kislar-Aga, el supervisor de las mujeres, y es el jefe de los eunucos negros, que custodian el har�n, o los departamentos de las mujeres. El Kislar-Aga disfruta, a trav�s de su situaci�n, de una vasta influencia, especialmente en lo que respecta a las oficinas de la corte, y el director Agas deriva sus situaciones a trav�s de �l �. Ver Jos. Von Hammers "des Osmanischen Reichs Staatsverwalt", Thes i. s. 71, como se cita en "Alte und neue Morgenland" de Rosenmuller, ii. 357, 358.

Del com�n extracto se deduce que es deseable que las personas empleadas en el servicio p�blico tengan cuerpos vigorosos y belleza de forma, y ??entrenarlos para esto: "Curtius dice que, en general, b�rbaro o incivilizado pa�ses, la majestuosidad del cuerpo se mantiene en gran veneraci�n; ni lo consideran capaz de grandes servicios o acciones a los que la naturaleza no se ha comprometido a dar una forma y aspecto hermosos. Siempre ha sido costumbre de las naciones orientales elegir tales para sus principales oficiales, o esperar pr�ncipes y grandes personajes. Sir Paul Ricaut observa: �Que los j�venes que est�n dise�ados para los grandes oficios del imperio turco deben tener rasgos y miradas admirables, bien formados en sus cuerpos y sin ning�n defecto de la naturaleza; porque se concibe que un alma corrupta y s�rdida apenas puede habitar en un aspecto sereno e ingenuo; y he observado, no solo en el seraglio, sino tambi�n en las cortes de los grandes hombres, sus asistentes personales han sido de j�venes lujuriosos y lujuriosos, bien habitados, deport�ndose con modestia y respeto singulares en presencia de sus amos; de modo que cuando viaja un Pascha Aga Spahi, siempre es atendido con un equipo atractivo, seguido de j�venes florecientes, bien vestidos y montados, en grandes cantidades. �" - Burder. Esto puede servir para explicar la raz�n del arreglo hecho con respecto a estos j�venes hebreos.

Que debe traer a algunos de los hijos de Israel - Hebreo, "de los hijos de Israel". Nada puede determinarse con certeza respecto de su "edad" mediante el uso de esta expresi�n, ya que la frase significa simplemente los descendientes de Jacob o Israel, es decir, "jud�os", y se aplicar�a a ellos en cualquier momento de la vida. . Sin embargo, parecer�a, a partir de declaraciones posteriores, que quienes fueron seleccionados eran hombres j�venes. Es evidente que los hombres j�venes estar�an mejor calificados para el objeto contemplado, para ser "entrenados" en el lenguaje y las ciencias de los caldeos Daniel 1:4, que aquellos que estaban en un per�odo de vida m�s avanzado.

Y de la simiente del rey, y de los pr�ncipes - Que deb�an seleccionarse los m�s ilustres y los m�s prometedores; aquellos que estar�an m�s adaptados para lograr el objeto que ten�a a la vista. Compara el an�lisis del cap�tulo. Es probable que el rey supusiera que entre los j�venes reales que hab�an sido hechos cautivos se encontrar�an los de mayor talento y, por supuesto, los mejor calificados para impartir dignidad y honor a su gobierno, as� como aquellos que probablemente estar calificado para dar a conocer eventos futuros mediante la interpretaci�n de los sue�os y las insinuaciones prof�ticas de la voluntad Divina.

Versículo 4

Ni�os en los que no hab�a mancha - La palabra se tradujo como "ni�os" en este lugar (????? y e la?d??ym) es diferente de lo que se representa como "hijos" en Job 1:3 - ???? ba?nn??ym). Esa palabra denota simplemente que eran "hijos" o "descendientes" de Israel, sin implicar nada con respecto a su edad; La palabra aqu� utilizada ser�a apropiada solo para aquellos que estaban en un per�odo temprano de la vida, y asegura que el rey quiso decir que aquellos que fueron seleccionados deber�an ser j�venes. Compare G�nesis 4:23, donde la palabra se traduce como "un hombre joven". A veces, de hecho, se usa para denotar un hijo, sin referencia a la edad, y luego es sin�nimo de ?? be?n, un "hijo". Pero propiamente significa "uno nacido"; es decir, "reci�n nacido"; un ni�o, G�nesis 21:8; �xodo 1:17; �xodo 2:3; y luego uno en los primeros a�os de la vida. No puede haber ninguna duda de que el monarca ten�a la intenci�n de designar j�venes. Entonces la Vulgata, pueros, y el griego, ?????????? neaniskous, y as� el sir�aco. Todas estas palabras ser�an aplicables a aquellos que estaban en la vida temprana, o para hombres j�venes. Compare Introducci�n a Daniel, Secci�n I. La palabra "mancha" se refiere a defectos corporales o imperfecciones. El objetivo era seleccionar a los que ten�an la forma m�s perfecta, quiz�s en parte porque se supon�a que los j�venes hermosos ser�an los que m�s honrar�an a la corte, y en parte porque se supon�a que probablemente tendr�an las dotaciones intelectuales m�s brillantes. Se consideraba esencial para la belleza personal estar sin mancha, 2 Samuel 14:25: �Pero en todo Israel no hab�a que ser tan elogiado como Absal�n por la belleza; desde la planta del pie de Iris hasta la coronilla no hab�a mancha en �l ". Cantares de los Cantares 4:7: "eres todo justo, mi amor; no hay lugar en ti ". La palabra a veces se usa en un sentido moral, para denotar la corrupci�n del coraz�n o la vida Deuteronomio 32:5; Job 11:15; Job 31:7, pero ese no es el significado aqu�.

Pero bien favorecido - Hebreo, "buena apariencia"; eso es hermoso.

Y h�bil en toda sabidur�a - Inteligente, sabio, es decir, en todo lo que se estimaba sabio en su propio pa�s. El objetivo era presentar a los cautivos hebreos m�s talentosos e inteligentes, as� como los m�s bellos.

Y astucia en el conocimiento - En todo lo que se puede saber. La distinci�n entre la palabra aqu� traducida como "conocimiento" (??? da?ath) y la palabra traducida como "ciencia" (??? madda??) no es aparente. Ambos provienen de la palabra ??? ya?da? para "saber" y ser�an aplicables a cualquier tipo de conocimiento. La palabra traducida "astucia" tambi�n se deriva de la misma ra�z y significa "saber" o "experto en". Aplicamos m�s com�nmente la palabra a un tipo particular de conocimiento, es decir, ingenioso, astuto, astuto, astuto, astuto, dise�ando. Pero este no era el significado de la palabra cuando se hizo la traducci�n de la Biblia, y no se emplea en ese sentido en las Escrituras. Siempre se usa en un buen sentido, lo que significa inteligente, h�bil, experimentado y bien instruido. Compare G�nesis 25:27; �xodo 26:1; �xodo 28:15; �xodo 38:23; 1Sa 16:16 ; 1 Cr�nicas 25:7; Salmo 137:5; Isa�as 3:3.

Y comprender la ciencia - Es decir, las ciencias que prevalecieron entre los hebreos. No eran una naci�n distinguida por "ciencia", en el sentido en que ahora se entiende com�nmente ese t�rmino, abarcando astronom�a, qu�mica, geolog�a, matem�ticas, electricidad, etc .; pero su ciencia se extendi� principalmente a la m�sica, la arquitectura, la historia natural, la agricultura, la moral, la teolog�a, la guerra y el conocimiento de eventos futuros; en todo lo cual ocuparon una distinci�n honorable entre las naciones. En muchos de estos aspectos, sin duda, estaban muy por delante de los caldeos; y probablemente el prop�sito del monarca caldeo era aprovechar lo que sab�an.

Y como ten�an la habilidad de pararse en el palacio del rey - En hebreo, "ten�a fuerza" - ?? ko?ach. Es decir, qui�n ten�a la fuerza del cuerpo para el servicio que se les exigir�a para asistir a la cancha. "Se requiere una constituci�n firme del cuerpo para aquellos servicios prolongados de estar de pie en el sal�n de la presencia real". - Grocio. La palabra "palacio" aqu� (???? he?yka?l) se usa com�nmente para denotar el templo ( 2 Rey 24:13 ; 2 Cr�nicas 3:17; Jeremias 50:28; Hageo 2:15. Su significado propio y primitivo, sin embargo, es un edificio grande y magn�fico - un palacio - y fue dado a la templo como el "palacio" de Jehov�, la morada donde habitaba como rey de su pueblo.

Y a qui�n podr�an ense�ar - Para que est�n mejor calificados para los deberes a los que podr�an ser llamados. El prop�sito era, sin duda (ver an�lisis), presentar su talento, para que pudiera contribuir al esplendor de la corte caldea; pero como eran, sin duda, ignorantes en gran medida del lenguaje de los caldeos, y como hab�a ciencias en las que se supon�a que los caldeos deb�an sobresalir, parec�a deseable que tuvieran toda la ventaja que podr�a retrasarse de un cuidadoso entrenando bajo los mejores maestros.

El aprendizaje - - ??? se?pher. literalmente, "escribiendo" Isa�as 29:11. Gesenius supone que esto significa la "escritura" de los caldeos; o que puedan leer el idioma de los caldeos. Pero, sin duda, inclu�a "el conocimiento" de lo que estaba escrito, as� como la capacidad de "leer" lo que estaba escrito; es decir, el prop�sito era instruirlos en las ciencias que se entend�an entre los caldeos. Se distinguieron principalmente por ciencias como estas:

(1) Astronom�a. Se supone com�nmente que esta ciencia tuvo su ori�n en las llanuras de Babilonia, y fue llevada all� temprano a un grado de perfecci�n tan alto como el que alcanz� en cualquiera de las naciones antiguas. Su clima templado y su empleo como pastores, lo que los llev� a pasar gran parte de su tiempo en la noche bajo el cielo abierto, les dio la oportunidad de observar las estrellas, y se divirtieron marcando sus posiciones y sus cambios, y trazando mapas. los cielos en una variedad de figuras imaginarias, ahora llamadas constelaciones.

(2) Astrolog�a. Al principio, esto era una rama de la astronom�a, o era casi id�ntica a ella, ya que las estrellas se estudiaron principalmente para tratar de determinar qu� influencia ejerc�an sobre el destino de los hombres, y especialmente lo que podr�a predecirse desde su posici�n, en el nacimiento de un individuo, en cuanto a su vida futura. La astrolog�a se consideraba una ciencia cuyas leyes deb�an determinarse de la misma manera que las leyes de cualquier otra ciencia; y el mundo ha tardado en desenga�arse de la noci�n de que las estrellas ejercen una influencia sobre el destino de los hombres. Incluso Lord Bacon sostuvo que era una ciencia "reformada", no totalmente rechazada.

(3) magia; adivinaci�n; Adivinaci�n; o lo que sea que contribuya a abrir el futuro, o revelar los secretos del mundo invisible. Por lo tanto, se aplicaron a la interpretaci�n de los sue�os; hicieron uso de las artes m�gicas, probablemente empleando, como hacen los magos, algunos de los resultados comprobados de la ciencia en la producci�n de ilusiones �pticas, impresionando a los comunes con la creencia de que estaban familiarizados con los secretos del mundo invisible; y por lo tanto, el nombre "Caldeo" y "mago" se convirtieron en t�rminos casi sin�nimos Daniel 2:2; Daniel 4:7; Daniel 5:7.

(4) No es improbable que hayan hecho avances en otras ciencias, pero de esto tenemos poco conocimiento. Sab�an poco de las verdaderas leyes de astronom�a, geolog�a, qu�mica, electricidad, matem�ticas; y en estos, y en departamentos afines de ciencia, se supone que han sido casi completamente ignorantes.

Y la lengua de los caldeos - Con respecto a los "caldeos", vea las notas en Job 1:17; y las notas en Isa�as 23:13. El reino de Babilonia estaba compuesto principalmente de caldeos, y ese reino se llamaba "el reino de los caldeos" Daniel 9:1. De ese reino o reino, Babilonia era la capital. El origen de los caldeos ha sido un tema de gran perplejidad, sobre el cual a�n existe una considerable variedad de opiniones. Seg�n Heeren, vinieron del norte; por Gesenius se supone que provienen de las monta�as de Kurdist�n; y por Michaelis, de las estepas de Scythia. Parecen haber sido una raza extendida, y probablemente ocuparon toda la regi�n adyacente a lo que se convirti� en Babilonia. Heeren expresa su opini�n sobre su origen en el siguiente lenguaje: �No se puede dudar de que, en alg�n per�odo remoto, antecedente al comienzo de los registros hist�ricos. "Una raza poderosa" pose�a estas vastas llanuras, de car�cter variable seg�n el pa�s en el que habitaban; en los desiertos de Arabia, persiguiendo una vida n�mada; en Siria, aplic�ndose a la agricultura y estableciendo moradas asentadas; en Babilonia, erigiendo las ciudades m�s magn�ficas de la antig�edad; y en Fenicia, abriendo los primeros puertos y construyendo flotas, lo que les asegur� el comercio del mundo conocido ".

Existe en la actualidad, en las proximidades de las Islas Bahrein, y a lo largo del Golfo P�rsico, en las cercan�as del r�o Astan, una tribu �rabe, del nombre de "Beni Khaled", que probablemente sean las mismas personas que los "Gens Chaldei" de Plinio, y sin duda los descendientes de la antigua raza de los caldeos. Sobre la cuesti�n de cu�ndo se convirtieron en un reino o reino, haciendo de Babilonia su capital, vea las notas en Isa�as 23:13. Compare, para una discusi�n interesante sobre el tema, "Forster�s Historical Geography of Arabia", vol. yo. pp. 49-56. El idioma de los caldeos, en el que se escribe una parte considerable del libro de Daniel (v�ase la secci�n de introducci�n IV., III.), Difer�a del hebreo, aunque era una rama de la misma familia de lenguas arameas. De hecho, estaba muy relacionado con el hebreo, pero era tan diferente que aquellos que conoc�an solo uno de los dos idiomas no pod�an entender el otro. Compare Nehem�as 8:8. Ambos fueron descendientes del idioma shemitish original. Este idioma original puede reducirse adecuadamente a tres grandes ramas:

(1) El arameo, que prevaleci� en Siria, Babilonia y Mesopotamia; y que, por lo tanto, puede dividirse en sirio o arameo occidental, y caldeo o arameo oriental, llamado despu�s del arameo babil�nico.

(2) El hebreo, con el que coinciden los fragmentos del fenicio.

(3) El �rabe, bajo el cual pertenece el et�ope como dialecto. El arameo, que, despu�s del regreso del cautiverio babil�nico, se introdujo en Palestina, y que prevaleci� en la �poca del Salvador, se llama com�nmente el siro-caldeo, porque era una mezcla de los dialectos orientales y occidentales. El caldeo, o arameo oriental, y el hebreo, ten�an en general el mismo stock de palabras originales, pero difer�an en varios aspectos, como los siguientes:

(a) Muchas palabras del antiguo lenguaje primitivo que hab�an permanecido en un dialecto se hab�an perdido en el otro.

(b) La misma palabra era corriente en ambos dialectos, pero en significados diferentes, porque en uno retuvo el significado primitivo, mientras que en el otro hab�a adquirido un significado diferente.

(c) El dialecto babil�nico hab�a tomado expresiones prestadas de los caldeos del norte, que hab�an hecho varias irrupciones en el pa�s. Estas expresiones eran ajenas a los dialectos shemitas y pertenec�an a la lengua japhetiana, que prevalec�a entre los armenios, los medos, los persas y los caldeos, que probablemente estaban relacionados con estos. Las huellas de estas palabras extranjeras se encuentran en los nombres de los oficiales de estado y en expresiones que hacen referencia al gobierno.

(d) La pronunciaci�n babil�nica fue m�s f�cil y m�s sonora que la hebrea. Intercambi� las sibilantes frecuentes del hebreo y las otras consonantes que eran dif�ciles de pronunciar, por otras que eran menos dif�ciles: dej� caer las vocales largas que no eran esenciales para las formas de las palabras; prefer�a la "a" m�s sonora a la "o" larga y asum�a al final de los sustantivos, para aclarar la pronunciaci�n, una vocal auxiliar prolongada (la llamada enf�tica ? ('); admiti� contracciones al pronunciar muchas palabras) y debe haber sido, como lenguaje de la vida com�n, mucho mejor adaptado a los lentos orientales que al hebreo m�s duro. Vea un art�culo "Sobre la prevalencia del idioma arameo en Palestina en la era de Cristo y los ap�stoles", de Henry F. Pfannkuche, en el "Dep�sito b�blico", vol. yo. pp. 318, 319. Tambi�n en este vers�culo, compare las notas en Isa�as 39:7.

Versículo 5

Y el rey los nombr� - Calvino supone que se recurri� a este arreglo para hacerlos afeminados y, mediante un curso de vida lujosa, para inducirlos gradualmente para olvidar su propio pa�s, y que con la misma opini�n se cambiaron sus nombres. Pero no hay evidencia de que este fuera el objeto. El prop�sito era manifiestamente entrenarlos de la manera en que se supon�a que ser�an los m�s adecuados, en salud corporal, en belleza personal y en logros intelectuales, para presentarse en la corte; y se presum�a que el mejor estilo de vida que el reino proporcionara conducir�a a este fin. Que el dise�o no era para hacerlos afeminados, se desprende de Daniel 1:15.

Una provisi�n diaria - Hebreo, "La cosa de un d�a en su d�a;" es decir, les asignaba cada d�a una porci�n de lo que se hab�a preparado para la comida real. No era una disposici�n permanente, sino una que se hac�a cada d�a. La palabra traducida como "provisi�n" - ?? path - significa un poco, "miga", "bocado", G�nesis 18:5; Jueces 19:5; Salmo 147:17.

De la carne del rey - La palabra "carne" aqu� significa "comida", como lo hace uniformemente en la Biblia, la palabra en ingl�s antiguo tiene este significado cuando la traducci�n se hizo, y no se limita entonces, como lo es ahora, a la alimentaci�n animal. La palabra en el original - ?? bag - es de origen persa, que significa "comida". Las dos palabras son frecuentemente compuestas - ???? path e bag Daniel 1:5, Daniel 1:8, Daniel 1:13, Daniel 1:15; Daniel 11:26; y el compuesto significa comida delicada, golosinas; literalmente, comida del padre, i. e., el rey; o, seg�n Lorsbach, en Archiv. F. "Morgenl". Litt. II., 313, comida para los �dolos, o los dioses; - en cualquier caso, denotando comida delicada; Lujosa vida. - Gesenius, "Lex".

Y del vino que bebi� - Margen, "de su bebida". Vino como el que el rey estaba acostumbrado a beber. Se puede suponer que este era el mejor tipo de vino. De todo lo que aparece, esto se les proporcion� en abundancia; y con el tiempo libre que ten�an, dif�cilmente podr�an caer en una tentaci�n m�s fuerte a la indulgencia excesiva.

Por lo tanto, nutrirlos tres a�os - Mientras se supon�a que era necesario para desarrollar su belleza f�sica y su fuerza, y para familiarizarlos bien con el lenguaje y aprendizaje de los caldeos. El objetivo era prepararlos para dar tanta dignidad y adorno a la corte como sea posible.

Que al final del mismo puedan estar ante el rey - Notas, Daniel 1:4. Sobre los arreglos hechos para presentar a estos j�venes, el editor de la �Biblia ilustrada� hace los siguientes comentarios, mostrando la correspondencia entre estos arreglos y lo que generalmente ocurre en el Este: �No hay una sola indicaci�n que no se pueda ilustrar a partir de las costumbres del seraglio turco hasta que el sult�n actual (Mahmoud) hizo algunas modificaciones en esto, como en otros asuntos. Las p�ginas del seraglio y los oficiales de la corte, as� como la mayor parte de los funcionarios p�blicos y gobernadores de provincias, eran originalmente ni�os cristianos, cautivos en la guerra, o comprados o robados en tiempos de paz. Los mejores y m�s capaces de estos fueron enviados al palacio y, de ser aceptados, fueron puestos a cargo del jefe de los eunucos blancos. Los muchachos no se convirtieron en eunucos; lo cual notamos, porque se ha inferido err�neamente, que Daniel y los otros j�venes hebreos "deben" haber sido hechos eunucos, "porque" estaban comprometidos al cuidado del eunuco principal.

Los muchachos aceptados fueron criados en la religi�n de sus amos; y hab�a escuelas en el palacio donde recib�an una instrucci�n tan completa en el aprendizaje y la ciencia turcos que era muy dif�cil de obtener. Entre sus logros encontramos que se menciona que los mayores esfuerzos se tomaron para ense�arles a hablar el idioma turco (un idioma extranjero para ellos) con la mayor pureza, como se habla en la corte. Compare esto con "Ens��eles el aprendizaje y la lengua de los caldeos". Los muchachos estaban vestidos muy bien y bien, pero con una dieta templada. Dorm�an en grandes habitaciones, donde hab�a hileras de camas. Todos dorm�an por separado; y entre cada tercera o cuarta cama yac�a un eunuco blanco, que serv�a como una especie de guardia, y estaba obligado a vigilar atentamente a los muchachos cerca de �l, e informar sus observaciones a su superior. Cuando alguno de ellos lleg� a una edad adecuada, se les instruy� en ejercicios militares y se tomaron las molestias de hacerlos activos, robustos y valientes.

A todos, tambi�n, de acuerdo con la costumbre del pa�s, se les ense�� algo de arte mec�nico o liberal, para servirlo como recurso en la adversidad. Cuando su educaci�n se complet� en todas sus ramas, aquellos que hab�an mostrado la mayor capacidad y valor fueron empleados sobre la persona del rey, y el resto entregado al servicio del tesoro, y las otras oficinas del extenso establecimiento al que pertenec�an. pertenecido A su debido tiempo, los j�venes m�s talentosos o exitosos fueron promovidos a las diversas oficinas de la corte superior que les dieron acceso a los apartamentos privados del seraglio, para que en casi cualquier momento pudieran ver y hablar con su gran maestro. Esta ventaja pronto allan� el camino para su promoci�n al gobierno de provincias y a los comandos militares; y a menudo ha sucedido que los oficiales de la corte favoritos han ingresado de inmediato en el puesto de gran visir, o primer ministro, y otros altos cargos de estado, sin haber estado anteriormente en el mundo como pashas y comandantes militares. Lo bien que esto est� de acuerdo e ilustre el uso de la corte de Babilonia, aparecer� claramente al lector sin ninguna indicaci�n particular. Ver el "Imperio Otomano" de Habesci; La "Relaci�n de l'Interieur du S�rail du Grand Seigneur" de Tavernier.

Versículo 6

Ahora, entre estos estaban los hijos de Jud� - Es decir, estos eran parte de aquellos que fueron seleccionados. Se mencionan porque se hicieron tan prominentes en las transacciones que posteriormente se registran en este libro, y porque evidenciaron una virtud tan extraordinaria en el desarrollo de los principios en los que hab�an sido entrenados, y en las pruebas notables a trav�s de las cuales fueron llamados a pasar. No parece que se mencionen aqu� particularmente debido a cualquier distinci�n de nacimiento o rango, ya que aunque se encontraban entre los j�venes nobles y prometedores de la tierra, sin embargo, est� claro que tambi�n se seleccionaron otros del mismo rango y promesa, Daniel 1:3. La frase "los hijos de Jud�" es solo otro t�rmino para denotar que eran hebreos. Pertenec�an a la tribu, o al reino de Jud�.

Daniel - Este nombre (????? da?n??ye?'l) significa correctamente "juez de Dios"; es decir, aquel que act�a como juez en nombre de Dios. Se desconoce por qu� se le dio este nombre. Sin embargo, no podemos dejar de sorprendernos con su adecuaci�n, como lo demostraron los acontecimientos de su vida. Tampoco se sabe si pertenec�a a la familia real, o a los nobles de la tierra, pero como la selecci�n se hizo de esa clase, es probable. Los que al principio fueron llevados al cautiverio fueron seleccionados exclusivamente de las clases m�s elevadas de la sociedad, y hay muchas razones para creer que Daniel pertenec�a a una familia de rango y consecuencia. Los jud�os dicen que �l era de la familia real y que descend�a de Ezequ�as, y citan su historia en confirmaci�n de la profec�a dirigida por Isa�as a ese monarca: "De tus hijos que te saldr�n, que engendrar�s, �ser�n ellos? para llevar; y ser�n eunucos en el palacio del rey de Babilonia �, Isa�as 39:7. Comparar Introducci�n Secci�n I.

Hananiah, Mishael y Azariah - Del rango y la historia temprana de estos j�venes no se sabe nada. Se hicieron famosos por su negativa a adorar la imagen dorada creada por Nabucodonosor, Daniel 3:12, a continuaci�n.

Versículo 7

A quien el pr�ncipe de los eunucos dio nombres - Esta pr�ctica es com�n en los tribunales orientales. "Los j�venes cautivos a los que se hace referencia en las notas sobre Daniel 1:5, en la corte turca tambi�n reciben nuevos nombres, es decir, nombres mahometanos, siendo sus antiguos nombres cristianos". - "Pict. Biblia." Es "posible" que este cambio de nombre haya sido dise�ado para hacerles olvidar su pa�s y su religi�n, y para llevarlos m�s completamente a identificarse con las personas en cuyo servicio estaban ahora empleados, aunque nada de esto est� insinuado en la historia. Tal cambio, es f�cil de concebir, podr�a hacer mucho para hacerles sentir que se identificaron con las personas entre las que fueron adoptados, y para hacerles olvidar las costumbres y opiniones de su propio pa�s. Es una circunstancia que puede dar alguna probabilidad adicional a esta suposici�n, que es bastante com�n ahora en las estaciones misioneras dar nuevos nombres a los ni�os que ingresan en los internados, y especialmente los nombres de los benefactores cristianos en cuyo gasto son compatibles. Compare el mismo car�cter general, ya que este cambio de nombres pudo haber sido, que el nombre del Dios verdadero constitu�a una parte de sus propios nombres, y que as� se les recordaba constantemente a �l y su adoraci�n. En los nuevos nombres que se les dieron, se incorpor� la denominaci�n de algunos de los �dolos adorados en Babilonia, y esto podr�a servir como un recordatorio de las divinidades a cuyo servicio fue sin duda la intenci�n de ganarlos.

Porque le dio a Daniel el nombre de Belteshazzar - El nombre Belteshazzar (???????? be?lt? e sha'tstsar) se compone de dos palabras y significa, seg�n Gesenius, "el pr�ncipe de Bel"; es decir, aquel a quien Bel favorece. "Bel" era la principal divinidad adorada en Babilonia (notas, Isa�as 46:1), y este nombre, por lo tanto, probablemente impresionar�a al joven Daniel con la idea de que era un favorito de esta divinidad, y para atraerlo a su servicio. Era una distinci�n halagadora que fuera uno de los favoritos del dios principal adorado en Babilonia, y esto no estaba dise�ado de manera improbable para desviar su atenci�n del Dios cuyo nombre hab�a sido incorporado en el suyo. La entrega de este nombre parec�a implicar, en la aprehensi�n de Nabucodonosor, que el esp�ritu de los dioses estaba en �l a quien se le confiri�. Ver Daniel 4:8.

Y para Hananiah, de Sadrac - El nombre "Hananiah" (????? cha?nanya?h) significa "qui�n Jehov� ha dado gentilmente �, y es lo mismo con Anan�as (griego, ???????? Ananias), y servir�a para recordarle a su poseedor el nombre de" Jehov� "y de Su misericordia. El nombre Shadrach (????? shadrak), seg�n Lorsbach, significa "joven amigo del rey"; seg�n Bohlen, significa "regocijarse en el camino", y este �ltimo significado es el que prefiere Gesenio. En cualquiera de los dos significados, contribuir�a a olvidar el significado significativo del antiguo nombre y tender�a a borrar el recuerdo de la formaci�n inicial en el servicio de Jehov�.

Y para Mishael, de Meshach - El nombre "Mishael" (?????? m??ysha?'e?l) significa "qui�n �Qu� es Dios? - desde ?? m??y "who", ?? sha "what" y ?? e?l "Dios". Ser�a, pues, un recordatorio de la grandeza de Dios; de su supremac�a sobre todas sus criaturas y de su exaltaci�n "incomparable" sobre el universo. El significado del nombre "Meshach" (????? me?yshak) es menos conocido. La palabra persa ovicula significa una ovejita (Gesenius), pero no se nos informa por qu� se dio este nombre. �Podr�a haber sido por su belleza, su gentileza, su disposici�n de cordero? Si es as�, quiz�s nada ser�a mejor para rechazar los pensamientos del gran Dios y su servicio a s� mismo.

Y a Azariah, de Abednego - El nombre "Azaziah" (????? ? a?zarya?h) significa," a quien Jehov� ayuda ", de ??? ? a?zar" ayudar "y ya?h, lo mismo que "Jah" (una forma abreviada de Jehov�, ???? y e hova?h), este nombre, por lo tanto, ten�a un significado sorprendente, y ser�a un recordatorio constante del Dios verdadero, y del valor de su favor y protecci�n. El nombre Abed-nego (??? ??? ? a?be?d nego?) significa, "un servidor de Nego", o tal vez de "Nebo" - ??? n e bo?. Esta palabra "Nebo", entre los caldeos, probablemente denota el planeta Mercurio. Este planeta fue adorado por ellos y por los �rabes, como el escriba o escritor celestial. Vea las notas en Isa�as 46:1. La adoraci�n divina pagada a este planeta por los caldeos est� atestiguada, dice Gesenius, por los muchos nombres propios compuestos de los cuales este nombre forma parte; como Nabucodonosor, Nebushasban y otros mencionados en escritores cl�sicos; como Nabonedus, Nabonassar, Nabonabus, etc. Este cambio de nombre, por lo tanto, fue dise�ado para denotar una consagraci�n al servicio de este dios �dolo, y el cambio se adapt� eminentemente para hacer que a quien se le dio se olvide del Dios verdadero, a quien, en d�as anteriores, se hab�a dedicado. Fue solo la gracia extraordinaria lo que pudo haber mantenido a estos j�venes en los caminos de su entrenamiento inicial, y en el servicio fiel de ese Dios a quien hab�an sido consagrados temprano, en medio de las tentaciones por las cuales ahora estaban rodeados en una tierra extranjera, y Las influencias que se emplearon para alejarlos del Dios de sus padres.

Versículo 8

Pero Daniel se propuso en su coraz�n - Evidentemente, en concurrencia con los j�venes que hab�an sido seleccionados con �l. Ver Daniel 1:11. Al parecer, Daniel form� esto como un prop�sito "decidido" y "ten�a la intenci�n" de llevarlo a efecto, como una cuesti�n de principios, aunque dise�� para asegurar su objeto, si es posible, haciendo una solicitud de que podr�a ser " permitido �para seguir ese curso Daniel 1:12, y deseaba no ofender o provocar oposici�n. �Cu�l hubiera sido el resultado si no hubiera obtenido el permiso? pero la probabilidad es que se hubiera arrojado a la protecci�n de Dios, como lo hizo despu�s Daniel 6, y hubiera hecho lo que consideraba deber, independientemente de las consecuencias. El curso que tom� lo salv� de la prueba, ya que el pr�ncipe de los eunucos estaba dispuesto a permitirle hacer el experimento, Daniel 1:14. Siempre es mejor, incluso cuando hay un principio decidido y un prop�sito establecido en un asunto, obtener un objeto mediante una solicitud pac�fica, que intentar asegurarlo con violencia.

Que no se contaminar�a con la porci�n de carne del rey - Notas, Daniel 1:5. La palabra que se traduce como "contaminarse" - ????? y??th e ga?'al de ??? ga?'al - se usa com�nmente en relaci�n con la "redenci�n", su primer significado habitual es redimir, rescatar. En hebreo posterior, sin embargo, significa contaminarse; estar contaminado, ser impuro. La "conexi�n" entre estos significados de la palabra no es aparente, a menos que, como la redenci�n se logr� con el derramamiento de sangre, haciendo que el lugar donde se derram� se contamin�, la idea se vincul� permanentemente a la palabra. La contaminaci�n aqu� mencionada en el caso de Daniel probablemente fue que, al participar de esta comida, podr�a, de alguna manera, ser considerado como una idolatr�a de apoyo, o como prestar su sanci�n a un modo de vida que fuera inconsistente con sus principios, y lo cual era peligroso para su salud y moral. El sir�aco dice esto simplemente, "que no comer�a", sin implicar que habr�a contaminaci�n.

Ni con el vino que bebi� - Como contrario a sus principios y peligroso para su moral y felicidad.

Por lo tanto, solicit� al pr�ncipe de los eunucos que no se contaminase a s� mismo - Que se le permitiera abstenerse de los lujos que se le presentaban. Parecer�a de esto, que �l representaba al pr�ncipe de los eunucos el peligro real que aprehend�a, o la verdadera causa por la que deseaba abstenerse: que considerar�a el uso de estas viandas como contrario a los h�bitos que hab�a formado. , como una violaci�n de los principios de su religi�n; y como, en sus circunstancias, equivocado y peligroso. Esto lo present� como una "solicitud". Lo pidi�, por lo tanto, como un favor, prefiriendo usar medios suaves y gentiles para asegurar el objeto, en lugar de ponerse en una actitud de abierta resistencia a los deseos del monarca. No se nos informa cu�les son las "razones" que lo influenciaron a elegir este curso y a pedir que se le permita vivir con una dieta m�s moderada y abstemia. Suponiendo, sin embargo, lo que se deduce de toda la narrativa, que hab�a sido educado en las doctrinas de la verdadera religi�n y en los principios de la templanza, no es dif�cil concebir qu� razones "influir�an" en un joven virtuoso en tales circunstancias. , y no podemos estar en peligro de error al sugerir lo siguiente:

(1) No es improbable que la comida que se le ofreci� haya estado, de alguna manera, relacionada con la idolatr�a, y que su participaci�n en ella se interprete como un apoyo al culto a los �dolos. Calvin Se sabe que una parte de los animales ofrecidos en sacrificio se vendi� en el mercado; y sab�a, tambi�n, que a menudo se realizaban entretenimientos espl�ndidos en honor de �dolos particulares y sobre los sacrificios que se les hab�an ofrecido. Compare 1 Corintios 8:1. Sin duda, tambi�n, una parte considerable de la comida que se serv�a en la mesa real consist�a en art�culos que, seg�n la ley jud�a, estaban prohibidos como inmundos. Fue representado por los profetas, como una parte de los males de un cautiverio en una tierra extranjera, que la gente tendr�a la necesidad de comer lo que se consideraba impuro. Por lo tanto, en Ezequiel 4:13: "Y el Se�or dijo: Aun as� los hijos de Israel comer�n su pan contaminado entre los gentiles, a donde yo los lleve". Oseas 9:3: "no habitar�n en la tierra del Se�or, sino que Efra�n volver� a Egipto; y comer� cosas inmundas en Asiria. Rosenmuller comenta sobre este pasaje ("Alte u. Neue Morgenland", 1076), "Era costumbre entre los antiguos traer una porci�n de lo que se com�a y beb�a como una ofrenda a los dioses, como un signo de reconocimiento agradecido de que todo lo que los hombres disfrutan es su regalo. Entre los romanos, estos regalos se llamaban "libamina", de modo que con cada comida se conectaba un acto de ofrenda. Por lo tanto, Daniel y sus amigos consideraron lo que se tra�a de la mesa real como comida que se hab�a ofrecido a los dioses y, por lo tanto, como impuro �.

(2) Daniel y sus amigos fueron, sin duda, restringidos de participar de la comida y la bebida que les ofrec�an teniendo en cuenta los principios de templanza en los que hab�an sido educados, y por el miedo a las consecuencias que se derivar�an de la indulgencia. Evidentemente hab�an sido entrenados en las formas de estricta templanza. Pero ahora se les abrieron nuevas escenas y nuevas tentaciones estaban ante ellos. Estaban entre extra�os. Fueron notados y halagados. Tuvieron la oportunidad de disfrutar de los placeres de la mesa, como los j�venes cautivos que rara vez disfrutaban. Esta oportunidad, no puede haber ninguna duda, la consideraron como una tentaci�n para su virtud, y como en el m�s alto grado peligroso para sus principios, y por lo tanto, trataron de resistir la tentaci�n. Eran cautivos, exiliados de su pa�s, en circunstancias de gran depresi�n y humillaci�n, y no deseaban olvidar esa circunstancia. Calvin Su tierra estaba en ruinas; el templo donde ellos y sus padres hab�an adorado hab�a sido profanado y saqueado; sus parientes y compatriotas se quejaban en el exilio; todo los llamaba a un modo de vida que estar�a de acuerdo con estos hechos melanc�licos, y, sin duda, sent�an que ser�a inapropiado para ellos disfrutar de una vida lujosa y deleitarse con los placeres de un banquete.

Pero tambi�n estaban, sin duda, restringidos de estas indulgencias por una referencia a los peligros que seguir�an. No requiri� gran penetraci�n o experiencia, de hecho, percibir que, en sus circunstancias, hombres j�venes como eran, repentinamente notados y honrados, el cumplimiento ser�a peligroso para su virtud; pero requer�a una fuerza de principio poco com�n para enfrentar la tentaci�n. Rara ha sido la severa virtud entre los hombres j�venes que podr�a resistir atractivos tan fuertes; rara vez, comparativamente, aquellos que han sido arrojados inesperadamente, en el curso de los acontecimientos, a las tentaciones de una gran ciudad en un pa�s extranjero, y halagados por la atenci�n de aquellos en los �mbitos superiores de la vida, han sido lo suficientemente firmes en principio para afirman los principios tempranos de templanza y virtud en los que pueden haber sido entrenados. Rara vez ha sido que un joven en tales circunstancias forme el prop�sito constante de no "contaminarse" por las tentaciones tentadoras que se le presentan, y que, a toda costa, se adherir� a los principios en los que ha sido educado.

Versículo 9

Ahora Dios hab�a tra�do a Daniel a favor - Comparar G�nesis 39:21; Proverbios 16:7. Por qu� medios se ha hecho esto no se menciona. Puede presumirse, sin embargo, que fue por el atractivo de su persona y sus modales, y por la evidencia de talento prometedor que hab�a demostrado. Cualesquiera que fuesen los medios, sin embargo, dos cosas son dignas de menci�n:

(1) El efecto de esto en las fortunas posteriores de Daniel. Fue para �l una gran ventaja, que por la amistad de este hombre se le permiti� llevar a cabo los prop�sitos de templanza y religi�n que hab�a formado, sin entrar en conflicto con los que estaban en el poder.

(2) Dios fue el autor del favor que as� se le mostr� a Daniel. Fue por una influencia controladora que ejerci�, que este resultado hab�a sido asegurado, y Daniel lo traz� directamente a �l. Por lo tanto, podemos aprender que el favor de los dem�s hacia nosotros debe ser rastreado hasta la mano de Dios, y si somos prosperados en el mundo, y se nos permite disfrutar de la amistad de aquellos que tienen el poder de beneficiarnos, aunque Puede ser debido a nuestras calificaciones personales, debemos aprender a atribuirlo todo a Dios. Habr�a habido una gran raz�n para comprender de antemano, que la negativa de Daniel y sus compa�eros a participar de la comida preparada para ellos habr�a sido interpretada como una afrenta ofrecida al rey, especialmente si se entend�a que era por el hecho de que lo consider� como "contaminaci�n" o "contaminaci�n" para participar de ella; pero Dios lo anul� todo para asegurar el favor de aquellos en el poder.

Versículo 10

Y el pr�ncipe de los eunucos le dijo a Daniel: Temo a mi se�or el rey - Estaba aprensivo de que si Daniel parec�a menos saludable, alegre o hermoso que se supon�a que lo har�a bajo el modo de vida prescrito, se interpretar�a como desobediencia a las �rdenes del rey de su parte, y que se inferir�a que la apariencia p�lida y demacrada de Daniel fue causada por el hecho de que la comida lo que hab�a sido ordenado no hab�a sido provisto, pero hab�a sido malversado por el oficial que lo ten�a a cargo. Solo tenemos que recordar la naturaleza estricta y arbitraria de las monarqu�as orientales para ver que solo hab�a motivos para las detenciones aqu� expresadas.

�Por qu� deber�a ver tus caras con peor gusto? Margen, "m�s triste". La palabra hebrea (????? zo?a?p??ym) significa, propiamente, enojado; y luego de mal humor, sombr�o, triste. La idea principal parece ser la de "cualquier" emoci�n dolorosa o desagradable de la mente que se representa en el semblante, ya sea ira, tristeza, envidia, humildad, etc. Griego, ????????? skuthro?pa - severo, sombr�o, triste, Mateo 6:16; Lucas 24:17. Aqu� la referencia no es a la expresi�n de sentimientos de enojo en el semblante, sino al semblante desvanecido por el ayuno o la vida pobre. "Que los ni�os". Los j�venes u hombres j�venes. Aqu� se usa la misma palabra que aparece en Daniel 1:4. Compara la nota en ese vers�culo.

�Cu�les son de su tipo? Margen, "plazo" o "continuidad". La palabra hebrea aqu� utilizada (??? g??yl) significa, propiamente, un c�rculo o circuito; de ah� una �poca, y luego los hombres de una �poca, una generaci�n. - "Gesenius". La palabra no se usa, sin embargo, en las Escrituras en otros lugares en este sentido. En otros lugares se traduce "alegr�a" o "regocijo", Job 3:22; Salmo 43:4; Salmo 45:15; Salmo 65:12; Proverbios 23:24; Isa�as 16:1; Isa�as 35:2; Isa�as 65:18; Jeremias 48:33; Oseas 9:1; Joel 1:16. Este significado tiene, desde el sentido usual del verbo (??? g??yl) "exultarse" o "regocijarse". El verbo propiamente dicho significa moverse en c�rculo; luego a "bailar" en c�rculo; y luego para alegrarse o alegrarse. La palabra "c�rculo", como se usa ahora con frecuencia para denotar los de una determinada clase, rango o personaje, expresar�a con precisi�n el sentido aqu�. As�, hablamos de aquellos en los c�rculos "religiosos", en los c�rculos sociales, etc. La referencia aqu� es a aquellos de la misma clase con Daniel; a saber, en los arreglos hechos para presentarlos ante el rey. Griego, ????????? ?????? sune?lika humo?n, de su edad.

Entonces, �me har�s poner en peligro mi cabeza al rey? les hab�a proporcionado una tarifa inferior. En los tribunales arbitrarios de Oriente, nada ser�a m�s natural que un fracaso tan aparente en el desempe�o de lo que se ordenaba pondr�a en peligro su vida. La palabra usada aqu�, y traducida como "hacerme poner en peligro" - ??? chu?b - no aparece en ning�n otro lugar de la Biblia. Significa, en Piel, hacer culpable; hacer perder Griego, ????????????? katadikase?te - condenar�s o har�s que me condenen.

Versículo 11

Entonces dijo Daniel a Melzar, a quien el pr�ncipe de los eunucos hab�a puesto sobre Daniel ... - Margen, o, el "mayordomo". No es f�cil determinar si la palabra aqu� utilizada (???? meltsa?r) debe considerarse como un nombre propio o el nombre de una oficina. No ocurre en ning�n otro lugar, excepto en Daniel 1:16, aplicado a la misma persona. Gesenius lo considera como denotar el nombre de una oficina en la corte babil�nica: maestro del vino, mayordomo principal. Otros lo consideran como un tesorero. La palabra todav�a est� en uso en Persia. La Vulgata lo traduce como un nombre propio: Malasar; y as� el sir�aco - Meshitzar; y as� el griego - ????????? Amelsad. El uso del art�culo en la palabra (????? hameltsa?r) parece implicar que denota el nombre de una "oficina", y nada ser�a m�s probable que eso el suministro real de la porci�n diaria de alimentos se confiar�a a un administrador, o a alg�n titular de una oficina inferior a la que mantiene Ashpenaz, Daniel 1:3.

Versículo 12

Prueba a tus sirvientes, te lo suplico, diez d�as - Un per�odo que indicar�a el resultado probable de todo el experimento. Si durante ese per�odo no hubo indicios de disminuci�n de la salud, la belleza o el vigor, no ser�a injusto suponer que el experimento en nombre de la templanza ser�a exitoso, y no ser�a incorrecto pedir que se continuara por m�s tiempo. .

Y que nos den pulso para comer - Margen, "del pulso que podemos comer". En hebreo: "Que nos den pulso y comeremos". La palabra "pulso" con nosotros significa plantas leguminosas con semillas delgadas; es decir, plantas con un pericarpio, o vaso de semillas, de dos v�lvulas, que tienen las semillas fijadas a una sola sutura. En lenguaje popular, la "leguminosa" se llama "pod"; como una "vaina de guisantes" o "vaina de frijoles", y la palabra se aplica com�nmente a los guisantes o frijoles. La palabra hebrea (????? ze?ro???ym) deber�a hacer referencia a semillas de cualquier tipo, desde ??? za?ra?, hasta dispersarse, esparcir semillas, sembrar. Luego, se referir�a a plantas que producen semillas, de todo tipo, y no se limitar�a de ninguna manera al pulso, como la pease o los frijoles. Es administrado por Gesenius, �semillas de hierbas, verdes, vegetales; yo. e., alimentos vegetales, como los que se comen a medio ayuno, en oposici�n a las carnes y los tipos de alimentos m�s delicados ". La palabra aparece solo aqu� y en Daniel 1:16. Se presenta en la Vulgata, "legumina"; y en griego, ????? ???? ?????????? apo to?n spermato?n - "de semillas". No es una construcci�n adecuada limitar esto a "pulso", o suponer que Daniel deseaba vivir �nicamente con semillas o frijoles; pero la interpretaci�n justa es aplicarlo a lo que crece de "semillas", tal como probablemente se sembrar�a en un jard�n o, como lo expresar�amos ahora, "dieta vegetal". Fue dise�ado como un experimento, y fue muy interesante, para mostrar el efecto leg�timo de tal dieta en la promoci�n de la belleza y la salud, y el resultado es digno de atenci�n especial en contraste con un modo de vida m�s lujoso.

Y agua para beber - Esto, tambi�n, fue un experimento muy interesante e importante, para demostrar que el vino no era necesario para producir una apariencia saludable, o una fuerza masculina y belleza. Fue un experimento para ilustrar el efecto del "agua fr�a" como bebida, hecha por un interesante grupo de hombres j�venes, cuando est� rodeado de grandes tentaciones y, por lo tanto, merece especial atenci�n.

Versículo 13

Entonces, mire nuestros rostros - Uno de los "objetos" que se aseguraron en todo este ensayo fue promover su belleza personal y su apariencia saludable Daniel 1:4, y Daniel estaba dispuesto a que el juicio se hiciera con referencia a eso, y que se formara un juicio a partir del efecto observado de su modo de vida templado. La palabra hebrea representada semblante (???? mar'eh) no se limita a la "cara", ya que la palabra semblante est� con nosotros. Se refiere a toda la apariencia, la forma, el "aspecto"; y la expresi�n aqu� es equivalente a, "Entonces m�ranos, mira cu�l ha sido el resultado y trata con nosotros en consecuencia" El griego es, ??? ??????? ?????? hai ideai he?mo?n - nuestra apariencia.

De los ni�os - J�venes; j�venes. Notas, Daniel 1:4. La referencia es, probablemente, a los j�venes caldeos que fueron entrenados en medio de los lujos de la corte. Sin embargo, es posible que la referencia sea a j�venes hebreos que eran menos escrupulosos que Daniel y sus compa�eros.

Y como ves, trata con tus sirvientes - Como ser� el resultado. Es decir, seamos presentados en la corte, y promovidos o no, como lo ser� nuestro modo de vida. Cu�l hubiera sido el efecto si hubiera habido una falla, no estamos informados. Si hubiera puesto en peligro sus vidas o si hubiera sido simplemente una p�rdida de los honores y ventajas ofrecidos, no tenemos forma de determinarlo. Es evidente que Daniel no ten�a aprensi�n sobre el tema.

Versículo 14

Entonces les dio su consentimiento en este asunto - En hebreo, "los escuch� en esta cosa". El experimento fue tal, ya que iba a ser por tan poco tiempo, que corri� poco riesgo en el asunto, ya que al final de los diez d�as supuso que ser�a f�cil cambiar su modo de dieta si el ensayo fuera fracasado.

Versículo 15

Y al final de diez d�as, sus rostros parec�an m�s justos - Hebreo, "bueno;" es decir, parec�an m�s hermosos y saludables. El experimento fue exitoso. No hubo disminuci�n de la belleza, el vigor o las indicaciones habituales de salud. Uno de los resultados de un curso de templanza aparece en el semblante, y es entre los sabios nombramientos de Dios que deber�a ser as�. �l nos ha hecho tanto que, aunque las otras partes del cuerpo pueden estar protegidas de la mirada de los hombres, es necesario que la "cara" est� expuesta. Por lo tanto, ha convertido el semblante en el principal excremento de expresi�n, ya que los m�sculos principales que indican expresi�n tienen su ubicaci�n all�. Vea el valioso trabajo de Sir Charles Bell sobre la "Anatom�a de la expresi�n", Londres, 1844. Por lo tanto, hay ciertas se�ales de culpa y vicio que siempre se indican en el semblante. Dios nos ha hecho tanto que el borracho y el glot�n deben proclamar su propia culpa y verg�enza.

La cara hinchada, el aspecto demacrado, la apariencia de locura, la "pesadez del ojo, la disposici�n de entrecerrar los ojos y ver el doble, y una elevaci�n forzada de la ceja para contrarrestar la ca�da del p�rpado superior y preservar los ojos desde el cierre ", son todas las marcas que Dios ha designado para traicionar y exponer la vida de indulgencia. "Se hacen arreglos para estas expresiones en la anatom�a de la cara, y ning�n arte del hombre puede evitarlo". - Campana sobre la "Anatom�a de la expresi�n", p�g. 106. Dios quiso decir que si el hombre "fuera" intemperante, �l mismo deber�a proclamarlo al mundo, y que sus semejantes deber�an ser informados de su culpa. Se supon�a que era una de las salvaguardas de la virtud. El joven que ser� intemperante "sabe" cu�l debe ser el resultado. Se le informa de ello en el aspecto repugnante de cada borracho a quien conoce. �l sabe que si se entrega a la bebida embriagante, pronto debe proclamarlo por s� mismo al mundo entero.

No importa cu�n hermoso, fresco, floreciente o saludable, ahora puede ser; no importa cu�n brillante sea el ojo, o rojizo la mejilla, o elocuente la lengua; el ojo, la mejilla y la lengua pronto se convertir�n en �ndices de su estilo de vida, y la repugnancia y la ofensiva del semblante que alguna vez fue hermoso y floreciente debe pagar la pena de su locura. Y de la misma manera, y por la misma raz�n, el semblante es una indicaci�n de templanza y pureza. El ojo brillante y firme, la mejilla floreciente, los labios que pronuncian elocuentemente o con gracia los sentimientos de la virtud, proclaman la pureza de la vida y son los �ndices naturales para nuestros semejantes de que vivimos de acuerdo con las grandes y benevolentes leyes. de nuestra naturaleza, y est�n entre las recompensas de la templanza y la virtud.

Versículo 16

As� Melzar les quit� la porci�n de su carne ... - Sin duda de forma permanente. El experimento hab�a sido satisfactorio, y se infiri� que si se pod�a practicar el curso de la templanza durante diez d�as sin resultados infelices, ser�a seguro que continuara. Podemos comentar sobre esto:

I. Que el experimento fue el m�s importante, no solo para el objeto inmediatamente a la vista, sino para proporcionar lecciones de instrucci�n permanente adaptadas a los tiempos futuros. Vali� la pena una prueba de este tipo, y era deseable tener una ilustraci�n del efecto de la templanza registrada. Hay propensiones tan fuertes en nuestra naturaleza a la indulgencia; hay tantas tentaciones ante los j�venes; hay tantas cosas que se aluden en un modo de vida lujoso, y se supone que tanto de la convivencia y la felicidad est�n conectados con el vidrio social, que era bueno tener un juicio justo, y que el resultado deber�a registrarse para el instrucci�n de tiempos futuros.

II Era especialmente deseable que el experimento se hiciera con el efecto de la estricta abstinencia del uso del "vino". Los licores destilados eran de hecho desconocidos; pero el alcohol, el principio intoxicante en todos los esp�ritus ardientes, existi�, como lo hace ahora, en el vino, y fue, como es ahora, de la misma naturaleza que cuando se encuentra en otras sustancias. Fue en el uso del vino que el principal peligro de la intemperancia fue entonces; y puede agregarse que, en referencia a una clase muy grande de personas de ambos sexos, el principal peligro siempre radica en el uso del vino. Hay multitudes, especialmente de hombres j�venes, que tienen poco o ning�n peligro de volverse intemperantes por el uso de los tipos m�s fuertes de bebidas embriagantes. Nunca "comenzar�an" con ellos. Pero el uso del "vino" es tan respetable a la vista de las clases altas de la sociedad; se considera tan esencial para el banquete; constituye tanto, aparentemente, una marca de distinci�n, del hecho de que normalmente solo los ricos pueden permitirse el lujo de hacerlo; su uso se considera ampliamente como apropiado incluso para las mujeres refinadas y delicadas, y a menudo es sancionado por su participaci�n en �l; es tan dif�cil formular un argumento en su contra que ser� decisivo; hay tanto que es plausible que se puede decir a favor o en justificaci�n de su uso, y est� tan sancionado por los ministros de religi�n y por aquellos que tienen influencia en las iglesias, que uno de los principales peligros de los j�venes surge de la tentaci�n de la indulgencia en el vino, y fue bueno que hubiera un juicio justo del beneficio comparativo de la abstinencia total. Apenas se podr�a haber hecho un juicio en mejores circunstancias que en el caso anterior. Hubo todo incentivo a la indulgencia que es probable que ocurra; hab�a tanto para abstenerse de una simple cuesti�n de "principio" como se puede encontrar ahora en cualquier circunstancia, y el experimento fue tan triunfante y satisfactorio como se pod�a desear.

III. El resultado del experimento.

(a) Fue completo y satisfactorio. Se logr� "m�s" en el asunto del juicio por abstinencia que por indulgencia. Los que se abstuvieron fueron m�s saludables, m�s hermosos, m�s vigorosos que los dem�s. Y no hubo nada milagroso, nada de lo que ocurri� en ese caso que no ocurre en casos similares. Sir John Chardin comenta, respetando a aquellos a quienes hab�a visto en el Este, �que los rostros de los kechicks (monjes) son de hecho m�s rosados ??y suaves que los de otros; y que aquellos que ayunan mucho, me refiero a los armenios y los griegos, son, a pesar de todo, muy hermosos, brillantes de salud, con un semblante claro y vivo ". Tambi�n se da cuenta de la gran abstemia de los brahmines en las Indias, que se alojan en el suelo, se abstienen de la m�sica, de todo tipo de olores agradables, que van muy mal vestidos, casi siempre est�n mojados, ya sea entrando al agua, o por lluvia; �Todav�a�, dice �l, �tambi�n he visto a muchos de ellos muy guapos y saludables�. "Observador" de Harmer ii. pp. 112, 113.

(b) El experimento a menudo se ha realizado, y con el mismo �xito, en los tiempos modernos, y especialmente desde el comienzo de la reforma de la templanza, y se ha brindado la oportunidad de proporcionar las pruebas m�s decisivas de los efectos de la templanza en contraste con la indulgencia en el uso del vino y de otras bebidas embriagantes. Este experimento se ha realizado a gran escala y con el mismo resultado. Est� demostrado, como en el caso de Daniel, que se asegurar� "m�s" de lo que los hombres est�n tan ansiosos de obtener, y de lo que es deseable obtener, de lo que puede darse por indulgencia.

(1) Habr� "m�s" belleza de apariencia personal. La indulgencia en las bebidas embriagantes deja huellas en el semblante: la piel, los ojos, la nariz, la expresi�n completa, como Dios "quiso" decir que deber�a. Vea las notas en Daniel 1:15. Nadie puede esperar conservar la belleza de la tez o el semblante que se entrega libremente al uso de bebidas embriagantes.

(2) Se puede asegurar "m�s" claridad mental y vigor intelectual mediante la abstinencia que mediante la indulgencia. Es cierto que, como fue a menudo el caso de Byron y Burns, las bebidas estimulantes pueden excitar la mente a brillantes esfuerzos temporales; pero el efecto pronto cesa, y la mente hace una compensaci�n por sus poderes sobrecargados al hundirse por debajo de su nivel adecuado como se hab�a excitado arriba. Exigir� una penalizaci�n en las energ�as agotadas, y en la incapacidad incluso para sus esfuerzos habituales, y a menos que se aplique nuevamente el est�mulo agotador, no puede elevarse incluso a su nivel habitual, y cuando se aplica a menudo la mente se despoja de "todo" su elasticidad y vigor; el marco f�sico pierde su poder para soportar la emoci�n; y se apaga la luz del genio, y el cuerpo se hunde hasta la tumba. El que desee sacar el m�ximo provecho de su mente "a la larga", sea cual sea su genio, ser� un hombre templado. Sus poderes ser�n retenidos uniformemente en una elevaci�n m�s alta, y mantendr�n su equilibrio y su vigor por m�s tiempo.

(3) Lo mismo es cierto con respecto a todo lo que requiere vigor del cuerpo. El soldado romano, que llevaba su �guila por todo el mundo, y que desafi� los peligros de cada clima, igualmente audaz y vigoroso, resistente y audaz en medio de las nieves polares y las arenas ardientes del ecuador, era un extra�o para las bebidas embriagantes. Solo le permitieron vinagre y agua, y su extraordinario vigor fue el resultado de la comida m�s abstemia. Los luchadores en los juegos ol�mpicos e istmianos, que hicieron todo lo posible para dar flexibilidad, vigor y belleza al cuerpo, como podr�a hacerse con el entrenamiento m�s cuidadoso, se abstuvieron del uso del vino y todo lo que podr�a enervarse. Desde que comenz� la reforma de la templanza en esta tierra, el experimento se ha hecho de todas las formas posibles, y se ha "establecido" que un hombre har� m�s trabajo y lo har� mejor; que puede soportar m�s fatiga, puede viajar m�s lejos, puede soportar mejor la severidad del fr�o en el invierno y el trabajo duro en el calor del verano, por la estricta templanza, de lo que puede hacerlo si se entrega al uso de bebidas embriagantes. Nunca fue el resultado de un experimento m�s uniforme que este; nunca ha habido un caso en el que el testimonio de quienes hayan tenido la oportunidad de presenciarlo haya sido m�s decidido y armonioso; nunca hubo una pregunta con respecto al efecto de cierto curso sobre la salud en el que el testimonio de los m�dicos ha sido m�s uniforme; y nunca ha habido una pregunta con respecto a la cantidad de mano de obra que un hombre podr�a hacer, sobre la cual el testimonio de respetables agricultores y maestros mec�nicos y supervisores de obras p�blicas podr�a ser m�s decidido.

(4) La fuerza total de estas observaciones sobre la templanza en general, se aplica al uso de "vino". Fue con respecto al "vino" que se realiz� el experimento ante nosotros, y es esto lo que le da, en gran medida, su valor e importancia. Los esp�ritus destilados eran entonces desconocidos, pero era importante que se hiciera un experimento justo sobre el efecto de la abstinencia del vino. El gran peligro de la intemperancia, tomar el mundo en general, ha sido y sigue siendo el uso del vino. Este peligro afecta particularmente a las clases altas de la sociedad y a los hombres j�venes. Es por el uso del vino, en la gran mayor�a de los casos, que comienza el peligro y se forma el h�bito de beber. Recordemos, tambi�n, que el principio embriagador es el mismo en el vino que en cualquier otra bebida que produzca intemperancia. Es "alcohol", la misma sustancia precisamente, ya sea expulsada por el calor del vino, cerveza o sidra, y condensada por destilaci�n, o si permanece en estos l�quidos sin ser destilada. No es ni m�s ni menos intoxicante en una forma que en la otra. Solo est� m�s condensado y concentrado en un caso que en el otro, m�s capaz de preservar y m�s conveniente para fines comerciales. Por lo tanto, cada "principio", que se aplica a la causa de la templanza, se aplica al uso del vino; y toda consideraci�n derivada de la salud, la belleza, el vigor, la duraci�n de los d�as, la reputaci�n, la propiedad o la salvaci�n, lo que deber�a inducir a un joven a abstenerse de los esp�ritus ardientes, deber�a inducirlo a abstenerse, como lo hizo Daniel, del uso del vino. .

Versículo 17

En cuanto a estos cuatro ni�os - En la palabra "ni�os", vea las notas en Daniel 1:4. Compare Daniel 1:6.

Dios les dio conocimiento y habilidad - Vea las notas en Daniel 1:9. No hay ninguna raz�n para suponer que en el "conocimiento y habilidad" a que se hace referencia aqu�, se supone que hay algo milagroso o que hay alguna inspiraci�n directa. Evidentemente, la inspiraci�n se limit� a Daniel y se refer�a a lo que se habla bajo la cabeza de "visiones y sue�os". El hecho de que "todo" esto fuera atribuido a Dios como su regalo, est� de acuerdo con el m�todo com�n de hablar en las Escrituras; y tambi�n est� de acuerdo con "hecho" que "todo" conocimiento debe ser rastreado hasta Dios. Ver �xodo 31:2. Dios form� el intelecto; �l conserva el ejercicio de la raz�n; nos proporciona instructores; nos da claridad de percepci�n; nos permite aprovechar los pensamientos brillantes y las sugerencias felices que ocurren en nuestras propias mentes, tanto como env�a lluvia, roc�o y sol en los campos del agricultor, y lo dota de habilidad. Compare Isa�as 28:26, "Porque su Dios lo instruye". El conocimiento y la habilidad que podemos adquirir, por lo tanto, deben atribuirse tanto a Dios como el �xito del agricultor. Compare Job 32:8, "Porque hay un esp�ritu en el hombre, y la inspiraci�n del Todopoderoso les da entendimiento". En el caso que tenemos ante nosotros, no hay raz�n para dudar de que los poderes naturales de estos j�venes se hayan aplicado diligentemente durante los tres a�os de su juicio Daniel 1:5, y bajo las ventajas de un estricto curso de templanza ; y que el conocimiento aqu� mencionado fue el resultado de tal aplicaci�n a sus estudios. Sobre el significado de las palabras "conocimiento" y "habilidad" aqu�, vea las notas en Daniel 1:4.

En todo aprendizaje y sabidur�a - Vea tambi�n las notas en Daniel 1:4.

Y Daniel entendi� - Mostrando que a ese respecto hab�a una dotaci�n especial en su caso; un tipo de conocimiento impartido que solo podr�a comunicarse por inspiraci�n especial. El margen es "hizo que Daniel entendiera". El margen est� de acuerdo con el hebreo, pero el sentido es el mismo.

En todas las visiones - En la palabra traducida "visiones" - ???? cha?zo?n - vea las notas en Isa�as 1:1, y la introducci�n a Isa�as, Secci�n 7. (4). Es un t�rmino empleado con frecuencia en referencia a la profec�a, y designa el m�todo habitual por el cual se dieron a conocer eventos futuros. Al profeta se le permiti� ver esos eventos "como si" se les hiciera pasar ante el ojo, y describirlos "como si" fueran objetos de la vista. Aqu� la palabra parece usarse para denotar todas las apariencias sobrenaturales; todo lo que Dios le permiti� ver que de alguna manera ensombrec�a el futuro. Parecer�a que a los hombres que no fueron inspirados se les permiti� ocasionalmente contemplar tales apariencias sobrenaturales, aunque no pudieron interpretarlas. Por lo tanto, su atenci�n se llamar�a particularmente hacia ellos, y estar�an preparados para admitir la verdad de lo que el int�rprete les comunic�. Compare Daniel 4; Daniel 5:5; G�nesis 40:5; G�nesis 41:1. Daniel estaba tan dotado que pod�a interpretar el significado de estas apariencias misteriosas, y as� transmitir mensajes importantes a los hombres. La misma investidura hab�a sido conferida a Jos� cuando estaba en Egipto. Vea los pasajes mencionados en G�nesis.

Y sue�os - Una de las formas en que la voluntad de Dios se comunic� antiguamente a los hombres. Ver Introducci�n a Isa�as, Secci�n 7. (2), y las notas en Job 33:14. Daniel, como Jos� antes que �l, estaba dotado sobrenaturalmente para explicar estos mensajes que Dios envi� a los hombres, o para desplegar estas preintimaciones de los eventos venideros. Este era un tipo de conocimiento que los caldeos buscaban particularmente y del cual se enorgullec�an especialmente; y era importante, para "manchar el orgullo de toda la gloria humana", y hacer que "la sabidur�a de los sabios" en Babilonia fuera vista como "locura" comparativa, dotar a un hombre de la tierra de los profetas de la manera m�s amplia con este conocimiento, ya que era importante hacer lo mismo en la corte del fara�n por las dotaciones superiores de Jos� G�nesis 41:8.

Versículo 18

Ahora al final de los d�as ... - Despu�s de tres a�os. Ver Daniel 1:5.

El pr�ncipe de los eunucos los trajo - Daniel, sus tres amigos y los otros que hab�an sido seleccionados y entrenados para el mismo prop�sito.

Versículo 19

Y el rey se comunic� con ellos - En hebreo, "habl� con ellos". Probablemente convers� con ellos sobre los puntos que hab�an constituido los temas principales de sus estudios; o los "examin�". Es f�cil imaginar que esto debe haber sido para estos j�venes una dura prueba.

Y entre todos no se encontr� a nadie como Daniel ... - Daniel y sus tres amigos hab�an seguido un curso de estricta templanza; hab�an llegado a su tarea diaria con la cabeza despejada y el coraz�n puro, libres de la opresi�n y el letargo del exceso, y la emoci�n del vino; hab�an perseguido sus estudios en el disfrute de la buena salud, y con la dureza y la elasticidad del esp�ritu producida por la templanza, y ahora mostraron el resultado de tal curso de entrenamiento. Los j�venes de temperancia, en igualdad de condiciones, superar�n en gran medida a otros en su preparaci�n para los deberes de la vida en cualquier profesi�n o vocaci�n.

Por lo tanto, se pusieron delante del rey - No se dice, de hecho, que a los dem�s no se les permiti� estar tambi�n ante el monarca, pero el objeto del historiador es para rastrear los medios por los cuales "estos j�venes" alcanzaron tal eminencia y virtud. Est� claro, sin embargo, que cualquiera que haya sido el resultado en los dem�s, el historiador quiere decir que estos j�venes alcanzaron una mayor eminencia que ellos y se les permiti� estar m�s cerca del trono. La frase "se par� ante el rey" es una que denota un rango elevado. Fueron empleados en oficinas honorables en la corte y recibieron marcas peculiares del favor real.

Versículo 20

Y en todos los asuntos de sabidur�a y comprensi�n - Margen, "de". El hebreo es: "Todo lo que es sabidur�a de entendimiento". El griego, "en todas las cosas de sabidur�a" y "conocimiento". El significado es, en todo lo que requer�a una sabidur�a peculiar para entenderlo y explicarlo. Los puntos presentados fueron los que debieron presentarse ante las mentes de los sabios y magos que trabajaban como consejeros en la corte.

Los encontr� diez veces mejor - Mejores consejeros, mejor informados. En hebreo, "diez" manos "sobre los magos"; es decir, diez "veces" o "muchas" veces. En este sentido, la palabra "diez" se usa en G�nesis 31:7, G�nesis 31:41; N�meros 14:22; Nehem�as 4:12; Job 19:3. Los superaron mucho.

Que todos los magos - griego, ????? ??????????? tous epaoidous. La palabra griega significa: "los que cantan"; entonces los que proponen curar a los enfermos cantando; luego aquellos que practican artes m�gicas o encantamientos, particularmente con la idea de encantar con canciones; y luego aquellos que logran algo que supera el poder humano por medios misteriosos y sobrenaturales. - Passow. La palabra hebrea (?????? char e t?umm??ym), aparece solo en los siguientes lugares en las Escrituras, en todos de los cuales se traduce como "magos:" - G�nesis 41:8, G�nesis 41:24; �xodo 7:11, �xodo 7:22; �xodo 8:7 (3), 18 (14), 19 (15); �xodo 9:11; Daniel 1:2; Daniel 2:2. De esto parece que se aplicaba solo a los magos en Egipto y en Babilonia, y sin duda se hace referencia sustancialmente a la misma clase de personas. Se encuentra solo en el n�mero plural, "tal vez" lo que implica que formaron compa��as, o que siempre estuvieron asociadas entre s�, de modo que diferentes personas realizaron diferentes partes en sus encantamientos.

Gesenius define la palabra como "escribas sagrados, expertos en los escritos sagrados o jerogl�ficos - ???????????????? hierogrammateis - una clase de sacerdotes egipcios". Es, seg�n �l (Lex.), De origen hebreo, y se deriva de ??? cheret?, "stylus" - un instrumento de escritura, y el formativo ? (m). Sugiere que no es improbable que los hebreos con estas letras imitaran una palabra egipcia similar. El Prof. Stuart (in loc.) Dice que la palabra se traducir�a correctamente "pen-men", y supone que originalmente se refer�a a aquellos que estaban "ocupados con libros y escritura, y expertos en ellos. " Es evidente que la palabra no es de origen persa, ya que se us� en Egipto mucho antes de que ocurra en Daniel. Una descripci�n completa y muy interesante de los Magos y su religi�n se puede encontrar en Creuzer, "Mythologie und Symbolik", i. pp. 187-234. Herodoto menciona a los "Reyes Magos" como personas distintas, i. 101)

La palabra "Mag" o "Mog" (del ?????? magoi de los griegos, y el "magi" de los romanos) significa, propiamente, un "sacerdote"; y en un per�odo muy temprano los nombres "caldeos" y "magos" eran intercambiables, y ambos eran considerados de la misma clase. - Creuzer, yo. 187, nota. Eran sin duda, al principio, una clase de sacerdotes entre los medos y los persas, que estaban empleados, entre otras cosas, en la b�squeda de la sabidur�a; quienes estaban conectados con or�culos paganos; quienes afirmaron conocer la voluntad de los dioses, y quienes profesaron tener el poder, por lo tanto, de dar a conocer eventos futuros, explicando sue�os, visiones, apariencias sobrenaturales, etc. Los Magos formaron una de las seis tribus en las que estaban los medos. anteriormente dividido (Her�doto, i. 101), pero en la ca�da del imperio mediano continuaron reteniendo en la corte del conquistador un gran grado de poder y autoridad. "El aprendizaje de los Magos estaba relacionado con la astrolog�a y el encanto, en el que se celebraban tanto que su nombre se aplicaba a todas las �rdenes de magos y encantadores". - Anthon, "Clase. Dic. Estas observaciones pueden explicar la raz�n por la cual la palabra "mago" se aplica a esta clase de hombres, aunque no debemos suponer que las personas mencionadas en G�nesis y �xodo, bajo la denominaci�n del nombre hebreo que se les dio ( ?????? char e t?umm??ym), o los que se encuentran en Babilonia, mencionados en el pasaje anterior, a quienes se aplica el mismo nombre, eran de esa clase de sacerdotes.

El nombre "magos", o "mago", se extendi� tanto como para abarcar a "todos" los que hicieron pretensiones sobre el tipo de conocimiento por el cual los magos se distingu�an y, por lo tanto, tambi�n llegaron a ser sin�nimos de los "caldeos". Tambi�n fueron celebrados por esto. Compare las notas en Daniel 2:2. En el pasaje que tenemos ante nosotros no se puede determinar con certeza que las personas eran de origen "mago", aunque es posible, ya que en Daniel 2:2 se distinguen de los caldeos. Todo lo que sin duda significa es que eran personas que reclamaban el poder de sumergirse en eventos futuros; de explicar misterios; de interpretar sue�os; de trabajar por encantamientos, etc.

Y astr�logos - - ??????? ha?'asha?p??ym. Esta palabra est� representada por la Septuaginta, ??????? magous, "magos". As� tambi�n en la Vulgata, "magos". La palabra inglesa "astr�logo" denota "alguien que profesa predecir eventos futuros por los aspectos y la situaci�n de las estrellas". Webster. La palabra hebrea - ?????? 'asha?p??ym - seg�n Gesenius, significa "encantadores, magos". Se deriva, probablemente, de la ra�z obsoleta ???? 'a?shap, "para cubrir", "para ocultar", y se refiere a aquellos que se dedicaron a la pr�ctica de las artes ocultas , y al cultivo de las ciencias rec�nditas y cabal�sticas. Algunos fil�logos suponen que han dado lugar, al soltar el ? al griego ????? sophos, "sabio, sabio" y el persa sophi, un ep�teto de importaci�n equivalente. Vea Gesenius en la palabra, y compare a Bush en Daniel 2:2. La palabra se encuentra solo en Daniel, Daniel 1:2; Daniel 2:2, Daniel 2:1, Daniel 2:27; Daniel 4:7 (4); Daniel 5:7, Daniel 5:11, Daniel 5:15, en todos los casos se convirti� en "astr�logo" y "astr�logo". No hay evidencia, sin embargo, de que la ciencia de la astrolog�a entre en el significado de la palabra, o que las personas a las que se hizo referencia intentaron practicar la adivinaci�n con la ayuda de las estrellas. Es de lamentar que el t�rmino "astr�logo" se haya empleado en nuestra traducci�n, ya que transmite una indicaci�n que no se encuentra en el original. Es, de hecho, en el m�s alto grado probable, que una parte de su supuesta sabidur�a consist�a en su capacidad de proyectar el destino de los hombres mediante las conjunciones y la oposici�n de las estrellas, pero esto no est� necesariamente impl�cito en la palabra. El profesor Stuart lo convierte en "encantadores".

En todo su reino - No solo en la capital, sino en todo el reino. Sin duda, estas artes se practicaron ampliamente en otros lugares, pero es probable que los m�s h�biles en ellas se reunieran en la capital.

Versículo 21

Y Daniel continu� incluso hasta el primer a�o del rey Ciro - Cuando emiti� la proclamaci�n para reconstruir el templo en Jerusal�n, Esdras 1:1 . Es decir, continu� en influencia y autoridad en diferentes momentos durante ese per�odo, y, por supuesto, durante los setenta a�os de cautiverio. No est� necesariamente implicado que no "vivi�" m�s tiempo, o incluso que dej� de tener influencia y autoridad en la corte, pero el objetivo del escritor es mostrar que, durante ese per�odo largo y agitado, ocup� una estaci�n de influencia hasta que se logr� el cautiverio, y se emiti� la orden real para la reconstrucci�n del templo. Fue uno de los primeros cautivos que fueron llevados a Babilonia, y vivi� para ver el final del cautiverio: "el d�a alegre de la libertad jud�a". - Prof. Stuart. Se cree com�nmente que, cuando los cautivos regresaron, permaneci� en Caldea, probablemente detenido por sus altos empleos en el imperio persa, y que muri� en Babilonia o en Shushan. Compare la Introducci�n Secci�n I.

Observaciones pr�cticas

En vista de la exposici�n dada en este cap�tulo, se pueden hacer los siguientes comentarios:

(1) Hay en cada per�odo del mundo, y en todos los lugares, mucho talento oscuro y enterrado que podr�a cultivarse y sacarse a la luz, ya que hay muchas gemas en la tierra y el oc�ano que a�n no se han descubierto. Vea las notas en Daniel 1:1. Entre estos j�venes cautivos, prisioneros de guerra, en una tierra extranjera, y a�n desconocidos, hab�a el talento m�s rico y variado, talento que estaba destinado a brillar en la corte de la monarqu�a m�s magn�fica del mundo antiguo y ser honrado como uno de los m�s brillantes que el mundo ha visto. Y as�, en todos los lugares y en todo momento, hay un genio muy rico y variado que podr�a brillar con gran brillantez y realizar importantes servicios p�blicos, si fuera cultivado y se le permitiera desarrollarse en el gran teatro de los asuntos humanos. Por lo tanto, en retiros rurales oscuros puede haber brillantes gemas de intelecto; en los bajos rincones del vicio puede haber talento que encantar�a al mundo por la belleza de la canci�n o el poder de la elocuencia; entre los esclavos puede haber una mente que, si se emancipa, tomar�a su lugar en las m�s brillantes constelaciones de genio. Las grandes dotes de Mois�s como legislador, profeta, estadista profundo, surgieron de un pueblo esclavizado, como lo hicieron los de Daniel; y no es demasiado decir que el talento m�s brillante de la tierra se ha encontrado en lugares de gran oscuridad, y donde, pero por alguna dispensaci�n notable de la Providencia, podr�a haber permanecido desconocido para siempre. Este pensamiento ha sido inmortalizado por Gray:

"Lleno de muchas gemas de puro rayo sereno,

Las oscuras cuevas insondables del oso marino;

Lleno, muchas flores nacen para sonrojarse sin ser vistas

Y desperdicia su dulzura en el aire del desierto.

"Alg�n pueblo Hampden, que con el pecho intr�pido

El peque�o tirano de sus campos resisti�;

Algunos silenciosos sin gloria Milton aqu� pueden descansar.

Algunos Cromwell, inocentes de la sangre de su pa�s ".

En cualquier momento en la tierra hay suficiente talento creado para todo lo que hay que hacer en cualquier generaci�n; y siempre hay suficiente para lograr el talento si se empleara en los fines para los cuales fue adaptado originalmente. No debe haber en ning�n momento una mente desperdiciada o desocupada; y no es necesario que haya un gran y buen plan que pueda fallar por la falta de talento adecuado para lograrlo, si lo que realmente existe en la tierra se pusiera en pr�ctica.

(2) Presta un gran servicio al mundo que busca ese talento y le brinda la oportunidad de lograr lo que le corresponde, al proporcionarle los medios de una educaci�n, Daniel 1:3. Nabucodonosor, inconsciente e indudablemente sin designio, hizo un gran servicio a la humanidad con su prop�sito de buscar el talento de los cautivos hebreos, y le dio la oportunidad de expandirse y madurar en utilidad. Daniel ha tomado su lugar entre los profetas y estadistas del mundo como un hombre de dotes raras, y de integridad de car�cter igualmente rara. �l, bajo la direcci�n del Esp�ritu Divino, ha hecho m�s que la mayor�a de los otros profetas para levantar el velo misterioso que envuelve el futuro; La sagacidad penetrante de todos los Burkes, los Cannings y los Metternichs del mundo ha hecho m�s de lo que "podr�a". En lo que respecta a las apariencias humanas, todo esto podr�a haber permanecido en la oscuridad, si no hubiera sido por el prop�sito del monarca caldeo presentar al p�blico el oscuro talento que se escond�a entre los cautivos hebreos. Siempre hace un buen servicio a la humanidad que busca un genio brillante y prometedor, y que le da la oportunidad de desarrollarse con ventaja en el gran teatro de los asuntos humanos.

(3) No podemos dejar de admirar los arreglos de la Providencia por los cuales esto se hizo. Vea las notas en Daniel 1:1. Esto ocurri� en relaci�n con el notable prop�sito de un monarca pagano: un hombre que, tal vez m�s que cualquier otro gobernante pagano, ha proporcionado una ilustraci�n de la verdad de que "el coraz�n del rey est� en la mano del Se�or". "Ese prop�sito era elevar a la eminencia e influir en el talento que se podr�a encontrar entre los cautivos hebreos". No puede haber ninguna duda de que la mano de Dios estaba en esto; que hab�a una influencia divina secreta en su mente, desconocida para �l, que asegur� este resultado; y que, mientras apuntaba a un resultado, Dios estaba dise�ando para asegurar otro. Hab�a as� una doble influencia en su mente:

(a) lo que surgi� del prop�sito del propio monarca, originado por consideraciones de pol�tica, o contemplando el engrandecimiento y el mayor esplendor de su corte; y

(b) la influencia secreta y silenciosa de Dios, dando forma a los planes del monarca hasta los fines que "�l" ten�a en mente. Compare las notas en Isa�as 10:5 siguientes.

(4) como es razonable suponer que estos j�venes hab�an sido entrenados en los estrictos principios de religi�n y templanza Daniel 1:8, el caso que tenemos ante nosotros proporciona una ilustraci�n interesante de las tentaciones a las que est�n Los primeros entrenados en los caminos de la piedad a menudo est�n expuestos. Parece que se han hecho todos los esfuerzos posibles para inducirlos a abandonar los principios en los que fueron educados, y hab�a una gran probabilidad de que esos esfuerzos fueran exitosos.

(a) Estaban entre extra�os, lejos de las casas de su juventud, y rodeados de los atractivos de una gran ciudad.

(b) Se hizo todo lo posible para inducirlos a "olvidar" su propia tierra y la religi�n de sus padres.

(c) De repente se les hizo notar; atrajeron la atenci�n de los grandes y ten�an la posibilidad de asociarse con pr�ncipes y nobles en la corte m�s magn�fica del mundo. Hab�an sido seleccionados por su belleza personal y su promesa intelectual, y se les acerc�, por lo tanto, en una forma de tentaci�n a la que los j�venes son m�s sensibles y a los que son m�s propensos a ceder.

(d) Estaban lejos de las instituciones religiosas de su pa�s; de los servicios p�blicos del santuario; del templo y de todas esas influencias que se hab�an hecho para influir en ellos en la vida temprana. Era una virtud rara que, en estas circunstancias, pod�a soportar el poder de tales tentaciones.

(5) Los hombres j�venes, entrenados en las formas de la religi�n y en los h�bitos de la templanza, a menudo ahora est�n expuestos a tentaciones similares. Visitan las ciudades de un pa�s extranjero, o las ciudades en su propia tierra. Est�n rodeados de extra�os. Est�n muy lejos del santuario al que en la vida temprana fueron conducidos por sus padres y en el que se les ense�� las verdades de la religi�n. El ojo de esa vigilancia incansable que estaba sobre ellos en su propia tierra, o en el vecindario del pa�s donde todos conoc�an su conducta, ahora est� retirado. Nadie lo sabr� si visitan el teatro; nadie los ver� quienes denuncien si se encuentran en la sala de juego o en el lugar de disipaci�n. En esas nuevas escenas hay nuevas tentaciones a su alrededor. Pueden ser notados, halagados, acariciados. Pueden ser invitados a lugares refinados y de moda, de los cuales, cuando est�n en casa, habr�an retrocedido. O, puede ser, las perspectivas de honor y riqueza pueden abrirse sobre ellos, y en el torbellino de negocios o placer, pueden estar bajo las m�s fuertes tentaciones de olvidar las lecciones de la virtud temprana y abandonar los principios de la religi�n en la que Ellos fueron entrenados. Miles de j�venes se arruinan en circunstancias similares a aquellas en las que estos j�venes fueron colocados en Babilonia, y en medio de tentaciones, mucho menos formidables, los que los rodearon; y es una virtud rara que hace que un joven est� a salvo en medio de las tentaciones a las que est� expuesto en una gran ciudad o en una tierra lejana.

(6) Tenemos en este cap�tulo una instancia instructiva del valor del entrenamiento temprano en los principios de religi�n y templanza. No cabe duda de que estos j�venes deb�an su seguridad y su �xito futuro por completo a esto. Los padres, por lo tanto, deben ser alentados a entrenar a sus hijos en los m�s estrictos principios de religi�n y virtud. La semilla as� sembrada no se perder�. En una tierra lejana, lejos de casa, del ojo de un padre, del santuario de Dios; En medio de las tentaciones, cuando est�n rodeados de aduladores, de gays y de irreligiosos, tales principios ser�n una salvaguarda para ellos que nada m�s puede asegurar, y los salvar� cuando de lo contrario se ver�an envueltos en el torbellino de la irreligi�n y la disipaci�n. . El mejor servicio que un padre puede prestar a un hijo es imbuir su mente a fondo con los principios de templanza y religi�n.

(7) Podemos ver el valor de un prop�sito de abstinencia total del uso de "vino", Daniel 1:8. Daniel resolvi� que no lo usar�a como bebida. Al parecer, su prop�sito fue decidido, aunque ten�a la intenci�n de lograrlo con medios suaves y persuasivos si es posible. Hab�a buenas razones para la formaci�n de tal prop�sito entonces, y esas razones no son menos importantes ahora. Nunca tuvo ocasi�n de lamentar la formaci�n de tal prop�sito; Tampoco nadie que haya formado una resoluci�n similar haya tenido ocasi�n de arrepentirse. Entre las razones para la formaci�n de dicha resoluci�n, se pueden sugerir las siguientes:

(a) Una resoluci�n fija con respecto al curso que se seguir�; a la clase de vida que vivir�; Seg�n los principios sobre los que actuar�, tiene un valor inestimable en un hombre joven. Nuestra confianza en un hombre es justa en proporci�n, ya que tenemos evidencia de que ha formado un prop�sito constante de virtud, y que tiene la fuerza suficiente de resoluci�n para mantenerlo.

(b) Existen las mismas razones para adoptar una resoluci�n de abstinencia con respecto al uso del vino, que existen para adoptarlo en relaci�n con el uso de esp�ritus ardientes, por

(1) El principio intoxicante en el vino u otros licores fermentados es exactamente el mismo que en los esp�ritus ardientes. Es el resultado de la "fermentaci�n", no de la "destilaci�n", y no sufre cambios por destilaci�n. El �nico efecto de ese proceso qu�mico es expulsarlo por calor, condensarlo y recolectarlo de una forma que se adapte mejor al comercio o a la conservaci�n, pero el principio alcoh�lico es exactamente el mismo en el vino que en los licores destilados.

(2) La intoxicaci�n en s� es la misma cosa, ya sea producida por licores fermentados o por destilados. Produce el mismo efecto en el cuerpo, en la mente, en los afectos. Un hombre que se intoxica con el vino, como puede f�cilmente, se encuentra exactamente en la misma condici�n, en la medida en que se produce la intoxicaci�n, que el que se intoxica con licores destilados.

(3) Existe el mismo tipo de "peligro" de volverse intemperante en el uso de uno que del otro. El hombre que habitualmente usa el vino est� tan en peligro de convertirse en un borracho como el que se entrega al uso de licores destilados. El peligro tambi�n surge de la misma fuente. Surge del hecho de que el que se entrega una vez se sentir� inducido a hacerlo nuevamente; que se produce un deseo fuerte y peculiar para estimular licores; que el cuerpo se deja en tal estado que exige una repetici�n del est�mulo; que es una ley con respecto a la indulgencia en este tipo de bebidas, que se exige una mayor "cantidad" para cumplir con el estado agotado del sistema; y que la demanda contin�a en esta proporci�n aumentada hasta que no haya poder de control, y el hombre se convierte en un ebrio confirmado. Todas estas leyes operan con respecto al uso del vino y al uso de cualquier otra bebida embriagante; y, por lo tanto, existe la misma raz�n para la adopci�n de una resoluci�n para abstenerse de todos por igual.

(4) Las tentaciones son a menudo "mayores" en relaci�n con el vino que con cualquier otro tipo de bebidas embriagantes. Hay una gran clase de personas en la comunidad que est�n en relativamente poco peligro de ser intemperantes por cualquier otra causa que no sea esta. Este comentario se aplica particularmente a los j�venes ricos; a aquellos que se mueven en los c�rculos m�s elevados; a quienes est�n en la universidad y a quienes se est�n preparando para las profesiones aprendidas. Corren un peligro peculiar desde este barrio, porque se considera gentil beber una copa de vino; porque se sienten atra�dos por el ejemplo de los profesos cristianos, de los ministros del evangelio y de las damas; y porque a menudo lo hacen en circunstancias en las que no se considerar�a respetable o respetuoso rechazarlo.

(c) La tercera raz�n para adoptar una resoluci�n de este tipo es que es la �nica seguridad que alguien puede tener para no convertirse en un borracho. Nadie que se entregue en absoluto al uso de licores intoxicantes puede tener ninguna "certeza" de que a�n no se convertir� en un ebrio confirmado. De las grandes multitudes que han estado, y que son borrachos, no hay casi nadie que "haya querido" hundirse en esa horrible condici�n. Se han vuelto intemperantes al darse un capricho social cuando cre�an seguros, y continuaron la indulgencia hasta que fue demasiado tarde para recuperarse de la ruina. El que tiene la costumbre de beber no puede tener ninguna "seguridad" de que todav�a no sea todo lo que el pobre borracho es ahora. Pero �l "seguramente" estar� a salvo de este mal si adopta el prop�sito de la abstinencia total y se adhiere firmemente a �l. Cualesquiera otros peligros que le aguarden, estar� seguro contra esto; Cualesquiera que sean las otras calamidades que pueda experimentar, est� seguro de que escapar� de todas las causadas por la intemperancia.

(8) Tenemos en este cap�tulo una ilustraci�n m�s interesante del "valor" de la templanza en "comer", Daniel 1:9. Hay leyes de nuestra naturaleza relacionadas con la cantidad y calidad de los alimentos que no pueden ser violadas con impunidad m�s que ninguna otra de las leyes de Dios; y, sin embargo, esas leyes son probablemente m�s frecuentemente violadas que cualquier otra Hay m�s personas intemperantes en el uso de alimentos que en el uso de bebidas, y probablemente m�s enfermedades engendradas y m�s vidas truncadas, por la indulgencia inadecuada en comer que en beber. Al mismo tiempo, es una pasi�n m�s baja, baja, burda y bestial. Un borracho es a menudo el naufragio de una naturaleza generosa y noble. Era de gran coraz�n, abierto, libre, liberal, y otros aprovecharon su generosidad de disposici�n y lo llevaron a h�bitos de intoxicaci�n. Pero no hay nada noble o generoso en el gourmand. Se aproxima m�s a las formas m�s bajas de la creaci�n brutal que cualquier otro ser humano; y si hay alg�n hombre a quien se deba mirar con sentimientos de odio indecible, es �l quien desperdicia su vigor y destruye su salud, por una indulgencia grave al comer. Casi no hay pecado del que Dios habla en tonos de aborrecimiento m�s decidido que el pecado de la "gula". Compare Deuteronomio 21:20; Salmo 141:4; Proverbios 23:1, Proverbios 23:20; Lucas 16:19; Lucas 21:34.

(9) Tenemos, al final del cap�tulo anterior, una ilustraci�n muy interesante del efecto de un curso temprano de templanza estricta sobre el car�cter futuro y el �xito en la vida, Daniel 1:17. El juicio en el caso de estos j�venes fue bastante justo. Se continu� durante tres a�os; un per�odo lo suficientemente largo para un juicio "justo"; un per�odo lo suficientemente largo como para que sea un ejemplo interesante para los hombres j�venes que siguen un curso de estudios literarios, que se preparan para ingresar en una de las profesiones aprendidas o que se califican para una vida de actividades mec�nicas o agr�colas. En el caso de estos j�venes, estaban estrictamente en "per�odo de prueba", y el resultado de su per�odo de prueba se vio en el �xito que los asisti� cuando pasaron el examen severo ante el monarca Daniel 1:19, y en los honores que alcanzaron en su corte, Daniel 1:19. Para que este caso sea aplicable a otros j�venes y les sea �til, podemos notar dos cosas: el hecho de que cada joven est� en libertad condicional; y el efecto de un curso temprano de templanza en asegurar el objeto de ese per�odo de prueba.

(a) Todo joven est� en libertad condicional; es decir, su car�cter futuro y su �xito estar�n determinados por lo que sea cuando sea joven.

(1) todos los grandes intereses del mundo pronto pasar�n a manos de los j�venes. Los que ahora poseen la propiedad y llenan las oficinas de la tierra, fallecer�n. Cualquier cosa que sea valiosa en libertad, ciencia, arte o religi�n pasar� a manos de aquellos que ahora son j�venes. Presidir�n los seminarios de aprendizaje; se sentar� en los bancos de la justicia; tomar� los asientos vacantes de los senadores; ocupar� los p�lpitos en las iglesias; se le confiar� todos los cargos de honor y emolumento; ser�n embajadores ante tribunales extranjeros; y dispensar� las organizaciones ben�ficas de la tierra, y llevar� a cabo y completar� los dise�os de la benevolencia cristiana. No existe un inter�s por la libertad, la religi�n o la ley, que no pronto se comprometer� con ellos.

(2) El mundo est� favorablemente dispuesto hacia los hombres j�venes, y aquellos a quienes ahora se les conf�an estos grandes intereses, y que pronto los abandonar�n, est�n listos con calma para comprometerlos a la tutela de la generaci�n en ascenso, tan pronto como lo hayan hecho. La garant�a de que est�n calificados para recibir el fideicomiso. Por lo tanto, observan con intensa solicitud la conducta de aquellos a quienes tan pronto se comprometer�n tan grandes intereses.

(3) La virtud temprana es indispensable para un resultado favorable de la libertad condicional de los hombres j�venes. Un comerciante exige evidencia de integridad e industria en un joven antes de admitirlo para compartir su negocio, o le dar� cr�dito; y lo mismo es cierto respecto de un agricultor, mec�nico, m�dico, abogado o cl�rigo. Ning�n joven puede esperar tener la confianza de los dem�s, o tener �xito en su vocaci�n, que no da evidencia de que est� calificado para el �xito por un per�odo de prueba o juicio justo.

(4) De ning�n joven se "presume" que est� calificado para que se le conf�en estos grandes y trascendentales intereses hasta que haya tenido un juicio justo. No existe tanta confianza en la integridad de los hombres j�venes, ni en sus tendencias a la virtud, ni en sus dotes nativas, que el mundo est� "dispuesto" a comprometerles grandes intereses sin un per�odo de prueba apropiado. Ninguna ventaja de nacimiento o sangre puede asegurar esto; y ning�n joven debe suponer que el mundo estar� listo para confiar en �l hasta que demuestre que est� calificado para la estaci�n a la que aspira.

(5) En esta prueba, a trav�s de la cual pasa cada joven, la cuesti�n de la "templanza" entra quiz�s m�s profundamente que cualquier otra cosa que respete el car�cter. Con referencia a sus h�bitos en este punto, cada joven es observado con un ojo de �guila en popa, y su personaje es bien entendido, cuando quiz�s lo sospecha menos. El p�blico no puede ser enga�ado en este punto, y cada joven puede estar seguro de que hay un ojo de vigilancia incansable sobre �l.

(b) El efecto de un curso temprano de templanza en el tema de esta prueba. Esto se ve en la evitaci�n de un curso de la vida que ciertamente destruir�a cualquier esperanza; y en su influencia positiva en el destino futuro.

1. La evitaci�n de ciertas cosas que destruir�an toda esperanza que un joven pudiera apreciar. Hay ciertos males que un joven seguramente evitar� mediante un curso de estricta templanza, que de otra manera ciertamente se le ocurrir�a. Son tales como estos:

(a) Pobreza, como resultado de esta fuente. Puede, de hecho, ser pobre si es templado. Puede perder su salud, o puede encontrarse con p�rdidas, o puede no tener �xito en los negocios; pero est� seguro de que nunca se har� pobre por la intemperancia. Nueve d�cimas partes de la pobreza en la comunidad son causadas por este vicio; nueve d�cimos de todos los que est�n en casas de beneficencia son enviados all� como resultado de ello; pero de todo esto estar� seguro de que "�l" se salvar�. Hay una gran diferencia, si un hombre es pobre, entre ser el resultado de una p�rdida de salud u otras dispensaciones providenciales y ser el resultado de la intemperancia.

(b) Se salvar� de cometer "delito" por esta causa. Aproximadamente noventa de los cr�menes que se cometen son el resultado de bebidas intoxicantes, y por temperamento un hombre est� seguro de que se salvar� de la comisi�n de todos esos cr�menes. Sin embargo, si no es templado, ning�n hombre tiene la seguridad de no cometer ninguno de ellos. No hay nada en s� mismo que lo salve de lo peor de ellos; y cada joven que se entregue a la copa embriagadora deber�a reflejar que no tiene seguridad de que no se lo llevar� a cometer los cr�menes m�s horribles que jam�s hayan deshonrado a la humanidad.

(c) Ciertamente se salvar� de la muerte del borracho. De hecho, morir�. Puede morir joven, porque, aunque templado, puede verse reducido por el vigor de sus d�as. Pero existe toda la diferencia imaginable entre morir como un borracho y morir en el curso ordinario de la naturaleza. Ser�a un incentivo suficiente para que cualquiera firme una promesa de templanza y se adhiera a ella, si no hubiera otra, para evitar los horrores de una muerte por "delirium tremens" y salvarse de la repugnancia de un borracho. tumba. Es mucho para un joven poder decir cuando entra en la vida, y mira hacia el futuro con solicitud de lo que est� por venir: "Lo que sea que pueda esperarme en el futuro desconocido, estoy seguro de esto ; Nunca ser� pobre, demacrado y miserable como lo es el borracho. Nunca cometer� los cr�menes que provocan la embriaguez. Nunca experimentar� los horrores indescriptibles del "delirium tremens". Nunca morir� la muerte de la miseria sin igual causada por una "mania a potu". Pase lo que pase, veo, en el umbral de la vida, para ser libre de los "peores" males a los que el hombre est� expuesto. Si soy pobre, no ser� pobre como lo es la v�ctima de la intemperancia. Si muero temprano, el mundo no sentir� que mi remoci�n se beneficia y mis amigos no ir�n a mi tumba con la angustia indescriptible que tiene un padre que sigue a un hijo borracho a la tumba ".

2. Un curso de templanza tendr� un efecto directo y positivo sobre el tema de tal libertad condicional. As� sucedi� en el caso de los j�venes en el cap�tulo anterior a nosotros; y as� tendr� en todos los casos. Su efecto se ver� en la belleza, la salud y el vigor del marco corporal; en la claridad del intelecto y la pureza del coraz�n; en los h�bitos de la industria, en la integridad general de la vida y en hacerla m�s probable que el alma se salve. De ninguna manera, una adhesi�n firme a los principios de la templanza da�ar� a ning�n joven; en todos los aspectos, puede ser el medio de promover sus intereses en la vida presente y de asegurar su felicidad final en el mundo venidero. �Por qu�, entonces, deber�a un joven vacilar sobre la formaci�n de una resoluci�n como la que hizo Daniel Job 1:8, y sobre expresar, de la manera m�s adecuada, de la manera m�s decidida, su determinado prop�sito de adherirse a trav�s de la vida al principios m�s estrictos de templanza?

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Daniel 1". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/daniel-1.html. 1870.
 
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