Bible Commentaries
Deuteronomio 27

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

Versículo 1

Mois�s en un tercer discurso Deut. 27-30, procede m�s espec�ficamente a detenerse en las sanciones de la Ley. En estos cap�tulos, presenta a Israel con sorprendente y elaborado detalle las bendiciones que resultar�an de la fidelidad al pacto, y las maldiciones que implicar�a la desobediencia. introduce esta parte del libro ordenando la erecci�n de un monumento de piedra en el que se debe inscribir la Ley tan pronto como el pueblo tome posesi�n de la herencia prometida Deuteronomio 27:1 ; ya continuaci�n prescribiendo la forma lit�rgica despu�s de la cual deben pronunciarse las bendiciones y las maldiciones Deuteronomio 27:11 .

Versículo 2

Las piedras aqu� nombradas no son aquellas con las cuales se iba a construir el altar , sino que deben servir como un monumento separado que testifique del hecho de que el pueblo tom� posesi�n de la tierra en virtud de la Ley inscrita en ellos y con un reconocimiento de sus obligaciones.

Versículo 3

Todas las palabras de esta ley, es decir, todas las leyes reveladas de Dios al pueblo por Mois�s, consideradas por los jud�os como 613 (comparar la nota de ). La exhibici�n de leyes de esta manera sobre piedras, pilares o mesas, era familiar para los antiguos. Las leyes probablemente fueron grabadas en la piedra ("muy claramente", es traducido por algunos como "s�calo bien"), como lo son en su mayor parte los jerogl�ficos egipcios, a los que luego se les agreg� el "player" para proteger el inscripci�n del clima.

Versículo 4

En el monte Ebal - Comparar las referencias marginales. El Pentateuco Samaritano y la Versi�n dicen aqu� Gerizim en lugar de Ebal; pero el texto original probablemente fue alterado, como sostienen casi todas las autoridades modernas, para dar una apariencia de sanci�n b�blica al templo samaritano en el monte Gerizim.

La erecci�n del altar, la ofrenda sobre �l de holocaustos y ofrendas de paz Deuteronomio 27:6 , la publicaci�n de la Ley por escrito, forman en conjunto una renovaci�n solemne del pacto a la entrada del pueblo en la tierra prometida, y recordar las ceremonias observadas en la concesi�n original del pacto en Sina� (comparar ).

Y Ebal (el monte de la �esterilidad�), el monte de la maldici�n, era el lugar apropiado para celebrarlos. Porque las maldiciones eran las penas bajo las cuales los hijos de Israel se obligaban a guardar la Ley. Adecuadamente tambi�n se seleccion� el mismo lugar como aquel en el que se colocar�an las piedras monumentales que conten�an la Ley y el altar en el que se renovar�a el pacto. Debemos notar tambi�n el hecho de que y sigs. establece palabra por palabra solamente las maldiciones, omitiendo las bendiciones.

Debido a la pecaminosidad del hombre, la ley trae sobre �l primera y principalmente una maldici�n: compare Deuteronomio 31:16 ; .

Versículos 11-26

Compare Josu� 8:32 . Aparentemente, la solemnidad estaba dise�ada solo para la �nica ocasi�n en que realmente tuvo lugar.

,

Las tribus designadas para pararse en Gerizim para bendecir al pueblo todas nacieron de las dos esposas de Jacob, Lea y Raquel. Todas las cuatro tribus que surgieron de las siervas Zilpah y Bilhah est�n ubicadas en Ebal. Pero para, como parece, efectuar una divisi�n equitativa, se agregan dos tribus a esta �ltima de los descendientes de las esposas, la de Rub�n, probablemente porque perdi� su primogenitura ; y de Zabul�n, aparentemente por ser el hijo menor de Lea.

La transacci�n se presenta como una solemne renovaci�n de la alianza hecha por Dios con Abraham e Isaac, pero m�s especialmente con Jacob y su familia. En consecuencia , aqu� se asume la base geneal�gica de los �doce patriarcas� (comparar ;

Las tribus de Efra�n y Manas�s se fusionan en el nombre de Jos�, su padre; y Levi recupera en esta ocasi�n su lugar colateralmente con los dem�s. �Los levitas� de son sin duda �los sacerdotes los levitas� (comp�rese con ), en quienes se manifestaba m�s particularmente el car�cter ministerial vinculado a la tribu.

Es digno de menci�n que el grupo de tribus que estaba en Gerizim exced�a con creces al otro en n�mero e importancia, lo que tal vez indique que incluso por la Ley la bendici�n prevalecer�a al final.

El �Am�n� atestiguaba la convicci�n de los pronunciadores de que las sentencias a las que respond�an eran verdaderas, justas y ciertas; as� en , y en nuestro propio Oficio de Comuni�n, que sigue el modelo de esta ordenanza de Mois�s.

Deuteronomio 27:15

Doce maldiciones contra las transgresiones del pacto. Los primeros once est�n dirigidos contra pecados especiales que se seleccionan a modo de ejemplo, el �ltimo resume comprensivamente en t�rminos generales y condena todas y cada una de las ofensas contra la Ley de Dios. Compare las referencias marginales.

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Deuteronomy 27". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/deuteronomy-27.html. 1870.