Bible Commentaries
Ageo 2

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

Versículo 1

En el s�ptimo mes, en el vig�simo d�a del mes - Este era el s�ptimo d�a de la fiesta de los tabern�culos, Lev�tico 23:34 , Lev�tico 23:36, Lev�tico 23:40. Y est� cerca. El octavo d�a ser�a un d�a de reposo, con su "santa convocaci�n", pero la fiesta conmemorativa, la morada en las cabinas, en memoria de que Dios los sac� de Egipto, durar�a siete d�as. El cierre de esta fiesta no pudo sino revivir su tristeza ante las glorias de su primera liberaci�n por la "mano poderosa y el brazo extendido" de Dios, y su actual escasez y pobreza. Esta depresi�n no pod�a dejar de traer pesados ??pensamientos sobre el trabajo en el que estaban, en obediencia a Dios, comprometidos; y eso, m�s a�n, ya que Isa�as y Ezequiel hab�an profetizado de las glorias de la Iglesia cristiana bajo el s�mbolo del templo. Este des�nimo, Hageo, es enviado a aliviar, siendo due�o de la realidad de sus motivos actuales, pero renovando, por parte de Dios, la promesa de las glorias de este segundo templo, que deber�a ser a partir de entonces.

Versículo 3

�Qui�n queda entre ustedes? - La pregunta implica que hubo entre ellos, que hab�an visto la primera casa en su gloria, pero pocos. Cuando se pusieron los cimientos del primer templo, hab�a muchos Esdras 3:12. "Muchos de los sacerdotes y levitas y jefe de los padres, hombres antiguos, que hab�an visto la primera casa, cuando los cimientos de esta casa se pusieron ante sus ojos, lloraron a gran voz". Hab�an transcurrido cincuenta y nueve a�os desde la destrucci�n del templo en el und�cimo a�o de Sedequ�as hasta el primero de Ciro; de modo que los ancianos de setenta a�os hab�an visto el primer templo, cuando ten�an once a�os. En este segundo de Dar�o hab�an pasado setenta a�os, de modo que aquellos de 78 u 80 a�os a�n podr�an recordarlo. El padre de Esdras, Sera�as, fue asesinado en el und�cimo a�o de Sedequ�as; entonces debe haber nacido a m�s tardar unos meses despu�s; sin embargo, vivi� hasta el segundo de Artajerjes.

�No es as� como es como nada? - o Adem�s de la riqueza de las esculturas en el antiguo templo, todo lo que admit�a, estaba recubierto de oro 1 Reyes 6:22, 1 Reyes 6:28, 1 Reyes 6:3, 1 Reyes 6:32, 1 Reyes 6:35, "Salom�n cubri� toda la casa con oro, hasta que termin� toda la casa, todo el altar por el or�culo , los dos querubines, el piso de la casa, las puertas del lugar sant�simo "y los adornos de la misma," los querubines al respecto "y" las palmeras que cubri� con oro encajadas en la obra tallada 1 Reyes 7:48-5, el altar de oro y la mesa de oro, con lo cual estaba el pan de la proposici�n, los diez candelabros de oro puro, con las flores y las l�mparas y las pinzas de oro, los cuencos, los apagavelas y los basones y las cucharas y las incensarios de oro puro y bisagras de oro puro para todas las puertas del templo 2 Cr�nicas 3:4. El porche que estaba en el frente de la casa, de veinte codos de ancho y 120 codos de alto, estaba cubierto con oro puro �. la casa brillaba con piedras preciosas; y el oro (se agrega) era "oro de Parvaim", una tierra distante por supuesto y desconocida para nosotros. "Seiscientos talentos de oro" (unas 4.320.000 libras brit�nicas se emplearon para superponer el lugar sant�simo. "Las c�maras superiores tambi�n eran de oro; el peso de las u�as era de cincuenta siclos de oro".

Versículo 4

Sin embargo, ahora s� fuerte ... y trabaja - Son las palabras con las que David exhort� a su hijo Salom�n a ser sincero y perseverar en la construcci�n del primer templo 1 Cr�nicas 28:1. �Presta atenci�n ahora, porque el Se�or te ha elegido para construir una casa para el santuario: s� fuerte y hazlo� 1 Cr�nicas 28:2. "S� fuerte y valiente, y hazlo". Esta combinaci�n de palabras ocurre una vez solo en otra parte 2 Cr�nicas 19:11, en la exhortaci�n de Josafat a "the 2 Cr�nicas 19:8. Levitas, sacerdotes y jefes de los padres de Israel, a quienes hab�a puesto como jueces en Jerusal�n. Hageo parece haber adoptado las palabras, con el prop�sito de sugerir a la gente desanimada, que era necesaria una exhortaci�n similar, en vista de la construcci�n del antiguo templo, cuya relativa gloria los deprimi� tanto. La palabra "ser fuerte" (en otras partes, "ser de buen coraje") aparece com�nmente en las exhortaciones a perseverar y mantenerse firme, en medio de cualquier obst�culo. .

Versículo 5

Las palabras que pact� - Las palabras se sostienen con m�s fuerza, porque abruptamente.

Es una exclamaci�n que no puede forzarse a ninguna relaci�n gramatical con lo anterior. El idioma m�s exacto hubiera sido "Recordar", "tomar en serio". Pero el profeta lo se�ala con m�s energ�a, porque lo arroja, por as� decirlo, en medio de �l, no vinculado a ning�n verbo. Esto se har�a m�s bien al hablarle a la gente, como David a sus seguidores ( 1 Samuel 30:23, que Ewald compara, Lehrb. N. 329. ap 811, �xodo 8. Y en su Die Proph. iii. 183. Solo �l, no muy inteligiblemente, hace una especie de juramento, por la palabra, por lo que el Se�or nos ha dado. Pero sugiere la misma frase rota Zech. vii. 7), "�Lo que el Se�or nos ha dado y nos ha preservado y ha dado la compa��a contra nosotros en nuestras manos!" yo. e., "�Lo tratar�as as�?" La forma abrupta lo rechaza como impactante. As� que aqu�, "La palabra que pact� contigo", i. mi. esto, "Estar� con ustedes", fue la promesa central que todo lo contiene, a lo que Dios se comprometi� cuando los sac� de Egipto. �l les habla como uno con los que salieron de Egipto, como si fueran las mismas personas. La Iglesia, que siempre var�a en los individuos de los que est� compuesta, es, a lo largo de todas las edades, a la vista de Dios, una; Sus promesas a los padres se hacen a los ni�os en ellos. Entonces el salmista dice: "All�" (en la divisi�n del Mar Rojo y el Jord�n) "nos regocijamos en �l", como si estuviera presente all�; y nuestro Se�or promete a los ap�stoles, Mateo 28:2. "Estoy contigo siempre hasta el fin del mundo", por una presencia siempre presente con ellos y su Iglesia fundada por ellos en �l.

Mi Esp�ritu permanece entre ustedes, - como dice el salmista Salmo 102:27, "ellos (los cielos) perecen y T� permaneces" Salmo 33:11, "El consejo del Se�or permanece para siempre" Salmo 111:3, "Su justicia es para siempre". El Esp�ritu de Dios es Dios el Esp�ritu Santo, con sus m�ltiples dones. Donde est�, est� todo bien. As� como el alma est� en el cuerpo, Dios el Esp�ritu Santo est� en la Iglesia, �l mismo es su vida, y otorga a todos y cada uno de los buenos regalos, ya que todos tienen necesidad. Como Pablo dice de la Iglesia de Cristo 1 Corintios 12:4, 1 Corintios 12:6, 1 Corintios 12:11, "Hay diversidad de dones, pero el mismo Esp�ritu; y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios quien trabaja en conjunto. Todo esto hace que uno y el mismo Esp�ritu se dividan a cada hombre solidariamente como �l lo desee ". Pero m�s all� de todos los dones, �l est� presente como el Esp�ritu de santidad y amor, haciendo que la Iglesia y aquellos en quienes habita individualmente sean aceptables para Dios. Aplicaciones especiales, como "el Esp�ritu de sabidur�a y poder"; un esp�ritu como el que le dio a Mois�s para juzgar a su pueblo; el esp�ritu de profec�a; o el esp�ritu dado a Bezaleel y Aholiab para la obra del santuario: estos reconocen en detalle la �nica gran verdad, que todo bien, toda sabidur�a, de menor a mayor, proviene de Dios el Esp�ritu Santo; aunque uno por uno excluir�an m�s verdad de la que contienen.

Versículo 6

Sin embargo, una vez, es un momento - Esto, la interpretaci�n de Pablo a los hebreos, es solo gramatical. "Sin embargo, una vez". Por la palabra, sin embargo, recuerda el primer gran temblor del mundo moral, cuando la revelaci�n de Dios por parte de Mois�s y su pueblo irrumpi� en la oscuridad del mundo pagano, para ser un monumento contra el error pagano hasta que Cristo venga; una vez mira y transmite que Dios volver�a a sacudir al mundo, pero solo una vez, bajo la �nica dispensaci�n del Evangelio, que deber�a perdurar hasta el final.

Es un poco de tiempo - o �Los 517 a�os, que deb�an transcurrir hasta el nacimiento de Cristo, se llaman un poco de tiempo, porque para los profetas, ascendiendo En el coraz�n de Dios y la eternidad de Dios, todos los tiempos, como todas las cosas de este mundo, parecen, como son, solo una peque�a cosa, s�, un mero punto; que no tiene longitud ni anchura. Entonces, John llama al tiempo de la nueva ley, "la �ltima hora" 1 Juan 2:18, "Hijitos, es la �ltima hora". Tambi�n fue poco con respecto al tiempo, que hab�a transcurrido desde la ca�da de Ad�n, sobre el cual Dios prometi� al Salvador Cristo G�nesis 3:15, poco tambi�n con respecto a la ley cristiana, que ahora ha durado m�s de 1800 a�os, y el tiempo del fin a�n no parece estar cerca.

Sacudir� los cielos y la tierra, y el mar y la tierra seca - Es una sacudida universal de todo nuestro mundo y los cielos sobre �l, de de lo cual habla el profeta. �l no habla solo de Lucas 21:25 "signos en el sol y en la luna y en las estrellas", que podr�an ser, y a�n as� el marco del mundo mismo podr�a permanecer. Es una sacudida, tal como implicar�a la disoluci�n de este nuestro sistema, ya que Pablo extrae su significado; Hebreos 12:27. "Esta palabra, una vez m�s, significa la eliminaci�n de las cosas que se agitan, para que las cosas que no se pueden sacudir puedan permanecer". La profec�a, en su larga perspectiva, usa un escorzo continuo, hablando de cosas en relaci�n con su significado e importancia eternos, en cuanto a lo que sobrevivir�, cuando el cielo y la tierra e incluso el tiempo hayan pasado. Combina el principio y el fin terrenal; la preparaci�n y el resultado; el comienzo de la redenci�n y su finalizaci�n; la venida de nuestro Se�or con humildad y en Su Majestad. Casi ning�n profeta, pero exhibe cosas en su relaci�n intr�nseca, de las cuales el tiempo no es m�s que un accidente.

Es la regla, no la excepci�n. La Semilla de la mujer, que deber�a herir la cabeza de la serpiente, fue prometida en la ca�da: a Abraham, la bendici�n a trav�s de su descendencia; por Mois�s, el profeta como �l; a David, un pacto eterno 2 Samuel 23:5. Joel une el derramamiento del Esp�ritu de Dios en el d�a de Pentecost�s y el odio del mundo hasta el d�a del juicio Joel 2:28; Joel 3. Isa�as, los juicios de Dios sobre la tierra y el d�a del juicio final Isa�as 24, la liberaci�n de Babilonia y la primera venida de Cristo Isa. 40-66, las glorias de la Iglesia, los nuevos cielos y la nueva tierra que permanecer�n para siempre, y el fuego apagado y el gusano eterno de los perdidos Isa�as 66:22, Daniel, las persecuciones de Antiochus Epiphanes, de Anticristo y la resurrecci�n; Dan 11-12. Abd�as, el castigo de Edom y el eterno reino de Dios; Abd�as 1:18. Sofon�as, el castigo de Jud� y el juicio final de la tierra. Malaqu�as, la primera y segunda venida de nuestro Se�or Malaqu�as 3:1, Malaqu�as 3:17; Malaqu�as 4:1.

No, nuestro Se�or mismo combina la destrucci�n de Jerusal�n y los d�as de Anticristo y el fin del mundo, que es dif�cil separarlos, para decir lo que pertenece exclusivamente a cualquiera. La profec�a es una respuesta a dos preguntas distintas de los ap�stoles,

(1) ��Cu�ndo ser�n estas cosas (a saber, la destrucci�n del templo)?�

(2) ��Y cu�l ser� la se�al de tu venida y del fin del mundo?� Nuestro Se�or responde las dos preguntas en una. Algunas cosas parecen pertenecer a la primera venida, como Mateo 24:15, "la abominaci�n de la desolaci�n de la que habl� Daniel" y la huida de Mateo 24:24 "Judea a las monta�as". Pero el enga�o excesivo es interpretado con autoridad por Pablo 2 Thes Mateo 5:2-1. de un tiempo lejano; y nuestro Se�or mismo, habiendo dicho que "todas estas cosas", sobre las cuales los Ap�stoles hab�an preguntado, deber�an tener lugar en esa generaci�n Marco 13:3 habla de su ausencia como la de un hombre que hace un viaje lejano Marco 13:3, y dice que "ni los �ngeles en el cielo sab�an esa hora, ni el Hijo Marco 13:32, lo que excluye la idea, que acababa de declarar que todo tendr�a lugar en ese momento Generacion. Para esto ser�a para distinguir, que �l declar� que el Hijo no sab�a la hora de Su Venida, que acababa de declarar (en este supuesto) que estaba en esa generaci�n.

Entonces, aqu�. Hubo una sacudida general sobre la tierra antes de que nuestro Se�or viniera. Los imperios se levantaron y cayeron. El persa cay� ante Alejandro; El imperio mundial de Alejandro termin� con su repentina muerte en la juventud; de sus cuatro sucesores, dos solo continuaron, y ellos tambi�n cayeron ante los romanos; luego fueron las guerras civiles romanas, hasta que, bajo Augusto, el templo de Janus fue cerrado. "Porque se convirti� en una obra ordenada por Dios, que muchos reinos deber�an ser confederados en un solo imperio, y que la predicaci�n universal podr�a encontrar a los pueblos f�cilmente accesibles que estaban bajo el gobierno de un estado". En los cielos estaba la estrella, que guiaba a los sabios, la manifestaci�n de los �ngeles a los pastores; la oscuridad preternatural en la Pasi�n; la Ascensi�n al cielo m�s alto, y el descenso del Esp�ritu Santo con Hechos 2:2, "un sonido del cielo como de un fuerte viento". "Dios los hab�a movido (el cielo y la tierra) antes, cuando libr� al pueblo de Egipto, cuando hab�a en el cielo una columna de fuego, tierra seca entre las olas, un muro en el mar, un camino en las aguas, en el en el desierto se multiplic� una cosecha diaria de comida celestial (el man�), la roca brot� en fuentes de aguas. Pero luego lo movi� tambi�n en la Pasi�n del Se�or Jes�s, cuando el cielo se oscureci�, el sol retrocedi�, las rocas se rompieron. las tumbas se abrieron, los muertos fueron resucitados, el drag�n, conquistado en sus aguas, vio a los pescadores de hombres, no solo navegando en el mar, sino tambi�n caminando sin peligro. La tierra seca tambi�n se movi�, cuando las personas infructuosas de las naciones comenzaron a madurar para una cosecha de devoci�n y fe, de modo que "m�s eran los hijos de los desamparados que los de ella que ten�a un marido", y Isa�as 35:1. "El desierto floreci� como un lirio". ��l movi� la tierra en ese gran milagro del nacimiento de la Virgen: movi� el mar y la tierra seca, cuando en las islas y en todo el mundo se predica a Cristo. Entonces vemos que todas las naciones se trasladaron a la fe �.

Y, sin embargo, cualesquiera que sean los preludios de cumplimiento que hubo en la primera venida de nuestro Se�or, no fueron nada para el cumplimiento que buscamos en la segunda, "cuando Isa�as 24:19-2 la tierra se derrumbar� por completo; la tierra, limpia disuelta; la tierra se mov�a excesivamente; la tierra se mover� de un lado a otro como un borracho, y ser� removida como un catre colgado en un vi�edo, y su transgresi�n ser� pesada sobre ella; y caer� y no volver� a levantarse ". con lo cual sigue un anuncio del juicio final de hombres y �ngeles, y el reino eterno de los bienaventurados en la presencia de Dios.

De ese "d�a del Se�or", Peter usa la imagen de nuestro Se�or, Mateo 24:43. que debe 2 Pedro 3:1. ven como ladr�n en la noche, en la cual los cielos se derretir�n con calor ferviente, la tierra tambi�n y las obras en ella ser�n quemadas ".

Versículo 7

Y el deseo de todas las naciones vendr� - Las palabras solo pueden significar esto, el anhelo central de todas las naciones

A quien anhelaban, ya sea a trav�s del conocimiento de �l difundido por los jud�os en su dispersi�n, o en silencio por el ansia dolorosa del coraz�n humano, anhelando la restauraci�n de su descomposici�n. �La sincera expectativa de la criatura� no comenz� con la Venida de Cristo, ni se limit� a aquellos que realmente acudieron a �l Romanos 8:19. "Toda la creaci�n", dice Paul, "gime y sufre dolor juntos hasta ahora". Estaba esclavizado, y el mejor yo anhelaba ser libre; cada movimiento de gracia en el coraz�n multitudinario del hombre era un anhelo por su Libertador; cada cansancio de lo que era, cada visi�n fugaz de lo que era mejor, cada suspiro que sal�a de sus m�ltiples males, eran notas del �nico grito: "Ven y ay�danos". El coraz�n del hombre, formado a imagen de Dios, no pod�a dejar de querer ser reformado por y para �l, a trav�s de "un Dios desconocido", que deber�a reformarlo.

Este anhelo aument� a medida que se acercaba el tiempo, cuando Cristo deb�a venir. El bi�grafo romano atestigua la existencia de esta expectativa, no solo entre los jud�os, sino en Oriente; esto fue acelerado sin duda entre los paganos por el libro jud�o sibilino, en el sentido de que, en medio de las expectativas de un enviado del cielo, que deber�a encontrar un reino de justicia, que el escritor extrajo de los profetas hebreos, insert� denuncias de venganza temporal sobre el Romanos, que Easterns compartir�a. A�n as�, aunque escrito 170 a�os antes de que nuestro Se�or viniera, aparentemente no tuvo mucho efecto hasta el momento, cuando, por las profec�as de Daniel, estaba claro, que deb�a venir pronto. Sin embargo, el intento del historiador jud�o y pagano de arrebatarlo a Vespasiano muestra cu�n grande debe haber sido la influencia de la expectativa, que intentaron rechazar.

Los jud�os, que rechazaron a nuestro Se�or a quien Hageo predijo, todav�a estaban convencidos de que la predicci�n debe cumplirse antes de la destrucci�n del segundo templo. El impulso no ces� incluso despu�s de su destrucci�n. R. Akiba, a quien consideraron "el primer or�culo de su tiempo, el primer y m�s grande guardi�n de la tradici�n y la antigua ley", de quienes dijeron que "Dios le revel� cosas desconocidas para Mois�s" fue inducido por esta profec�a. reconocer al impostor Bar-cochab, a la destrucci�n de s� mismo y del m�s eminente de su tiempo; cumpliendo las palabras de nuestro Se�or Juan 5:43, "He venido en el nombre de mi padre, y no me recib�s; si otro viene en su propio nombre, lo recibir�is ".

Akiba, siguiendo el significado tradicional de la gran profec�a que cautiv� sus propios ojos, parafrase� las palabras: "Sin embargo, un poco, un poco del reino, dar� a Israel tras la destrucci�n de la primera casa, y despu�s del reino, he aqu� ! Sacudir� el cielo, y despu�s vendr� el Mes�as ".

Dado que las palabras solo pueden significar "el Deseo de todas las naciones", �l o lo que todas las naciones anhelan, la construcci�n de las palabras no afecta el significado. Herodes, sin duda, pens� en promover sus propias afirmaciones sobre el pueblo jud�o mediante su adorno material del templo; sin embargo, aunque la humanidad codicia el oro y la plata, pocos podr�an pensar seriamente que, mientras que un poeta pagano inmoral pero observador podr�a hablar de "oro sin descubrir y tan mejor ubicado", o el nuestro del "hombre p�lido y com�n" Tween man and man ", Un profeta hebreo pod�a reconocer el oro y la plata como" el deseo de todas las naciones ". Los rabinos Akiba y los maestros jud�os de Jer�nimo, despu�s de que vino nuestro Se�or, no sintieron ninguna dificultad para entenderlo de una persona. No podemos en ingl�s expresar la delicadeza de la frase, en la cual la multiplicidad se combina en la unidad, el Objeto del deseo contiene muchos objetos de deseo.

Hacer que "el deseo de todas las naciones" o "los deseos de todas las naciones" por igual no lo hagan. Un gran maestro de lenguaje pagano le dijo a su esposa: "que te vaya bien, mis anhelos". I. e., supongo, si �l hubiera analizado sus sentimientos, se refer�a a que ella se encontr� con los anhelos de su coraz�n; ella ten�a en s� m�ltiples regalos para contentarlos. As� que Pablo resume todas las verdades y dones del Evangelio, todo lo que Dios ensombreci� en la ley y nos hab�a dado en Cristo, bajo el nombre de "las cosas buenas por venir". Un piadoso escritor moderno habla de "los deseables invisibles del mundo espiritual". Un salmista expresa a la vez el colectivo, "La Palabra de Dios" y las "palabras" contenidas en �l, mediante un modismo como el de Hageo, uniendo el singular femenino como un colectivo con el verbo plural; "Cu�n dulce es tu palabra a mi gusto", literalmente "paladar".

Es la palabra de Dios, a la vez colectiva e individualmente, lo que fue tan dulce para el salmista. Lo que era verdad del todo, era verdad, uno por uno, de cada parte; lo que era verdad de cada parte, era verdad del todo. As� que aqu�, el objeto de este anhelo era m�ltiple, pero se reuni� en uno, se concentr� en Uno, 1 Corintios 1:3. "En Cristo Jes�s, Quien de Dios nos ha sido hecho sabidur�a, justicia, santificaci�n y redenci�n". Lo que todo el mundo suspir� y llor�, a sabiendas o sin saberlo, la luz para dispersar su oscuridad, la libertad de su esclavitud espiritual, la restauraci�n de su degradaci�n, no podr�a venir a nosotros sin alguien, que deber�a impartirnos.

Pero si Jes�s era "el anhelado de las naciones" antes de venir, por ese anhelo mudo de necesidad de lo que quiere (�como la tierra sedienta tiene sed de lluvia, cu�nto m�s despu�s! Entonces, Miqueas e Isa�as describen a muchos pueblos que invitan unos a otros Miqueas 4:2; Isa�as 2:3. "Venid y subamos al monte del Se�or, a la casa del Dios de Jacob; y �l nos ense�ar� de sus caminos, y caminaremos en sus caminos ". Y en verdad se convirti� en el" deseo de las naciones ", mucho m�s que de los jud�os; como, dice Pablo, ( Romanos 10:19-2; citando Deuteronomio 32:21. Isa�as 65:2.) Dios predijo desde la antig�edad: �Mois�s dijo: Te provocar� celos por parte de los que no son un pueblo: por una naci�n insensata te enojar�. Pero Esaias es muy audaz y dice: Me encontraron de los que no me buscaban.

Entonces, hasta ahora y en la eternidad, �Cristo es el anhelo de todas las almas santas, que no anhelan nada m�s que complacerlo, a diario amarlo m�s, adorarlo mejor. Entonces Juan lo anhelaba; �Ven, Se�or Jes�s Apocalipsis 22:2. Entonces Isa�as Isa�as 26:8, �El deseo de nuestra alma es Tu Nombre y el recuerdo de Ti: con mi alma te he deseado en la noche; s�, con mi esp�ritu dentro de m�, te buscar� temprano ". Entonces, Ignacio: �Deja que fuego, cruces, tropas de bestias salvajes, disecciones, desgarros, esparcimiento de huesos, picadura de extremidades, trituraci�n de todo el cuerpo, torturas enfermas del diablo vengan sobre m�, solo si puedo ganar a Jesucristo. - Busco al que por nosotros muri�; A�oro al que para nosotros resucit� ".

�Tienes hambre y deseas comida? �Anhelo de Jes�s! �l es el pan y el refrigerio de los �ngeles. �l es man�, "que contiene en �l toda dulzura y deleite placentero". �Tienes sed? �Anhelo de Jes�s! �l es el pozo de "agua viva", refrescante, para que no tengas m�s sed. �Est�s enfermo? Ve a Jes�s �l es el Salvador, el m�dico, m�s a�n, la salvaci�n misma. �Est�s muriendo? �Suspiro por Jes�s! �l es "la resurrecci�n y la vida". �Est�s perplejo? �Ven a Jes�s! �l es "el �ngel del gran consejo". �Eres ignorante y errante? Preg�ntale a Jes�s; �l es el camino, la Verdad y la Vida." �Eres un pecador? �Llama a Jes�s! Porque "El salvar� a su pueblo de sus pecados". Con este fin, vino al mundo: "Esto es todo su fruto, para quitar el pecado". �Est�s tentado por el orgullo, la gula, la lujuria, la pereza? �Llama a Jes�s! �l es la humildad, la sobriedad, la castidad, el amor, el fervor: "�l descubri� nuestras enfermedades y carg�", y a�n lleva y lleva "nuestras penas".

�Buscas belleza? Es "m�s justo que los hijos de los hombres". �Buscas riqueza? En �l est�n "todos los tesoros", s� en �l "habita la plenitud de la Deidad". �Eres ambicioso de los honores? "Gloria y riquezas hay en su casa". "�l es el Rey de la gloria". �Buscas un amigo? �l tiene el mayor amor para ti, que por amor a ti baj� del cielo, trabaj� duro, soport� el sudor de la sangre, la cruz y la muerte; �Rez� por ti por tu nombre en el jard�n, y derram� l�grimas de Sangre! �Buscas sabidur�a? ��l es la sabidur�a eterna y no creada del Padre! �Eres m�s sabio para consolar y gozar? �l es la dulzura de las almas, la alegr�a y el jubileo de los �ngeles. �M�s sabio para justicia y santidad? �l es "el santo de los santos"; �l "es justicia eterna", justificando y santificando a todos los que creen y esperan en �l. �Eres m�s sabio para una vida feliz? �l es "vida eterna", la dicha de los santos. �Mucho tiempo para �l, �malo, suspira por �l! En �l encontrar�s todo bien; fuera de �l, todo mal, toda miseria. Di entonces con Francisco: "�Mi Jes�s, mi amor y mi todo!" Oh, buen Jes�s, haz estallar la catarata de Tu amor, para que sus corrientes, s�, mares, puedan fluir sobre nosotros, s�, embriagarnos y abrumarnos ".

Y llenar� esta casa de gloria - La gloria no deb�a ser nada, que vino del hombre, sino directamente de Dios. Fue la expresi�n recibida de la manifestaci�n de Dios de s� mismo en el tabern�culo �xodo 40:34. en el templo de Soloman, 1Ki 8:11 ; 2 Cr�nicas 5:14; 2 Cr�nicas 7:1, y del templo ideal Ezequiel 43:5; Ezequiel 44:4. que Ezequiel vio, a semejanza de Salom�n, que "la gloria del Se�or llen� la casa". Cuando, entonces, de este segundo templo, Dios usa las mismas palabras, que �l "lo llenar� de gloria", �con qu� otra gloria deber�a llenarlo m�s que la suya? En la historia se dice, "la gloria del Se�or llen� el templo"; porque all� el hombre relata lo que Dios hizo. Aqu� es Dios mismo quien habla; entonces �l dice que no, "la gloria del Se�or", sino que "llenar� la casa de gloria", gloria que era suya para dar, que vino de s� mismo. Interpretar esa gloria de cualquier cosa material, es violentar el lenguaje, forzar en las palabras de la Escritura un sentido indigno, que se niegan a soportar.

El oro en las paredes, incluso si el segundo templo hubiera sido adornado como el primero, no llenaba el templo de Salom�n. Por muy rico que sea cualquier edificio cubierto con oro, nadie podr�a decir que est� lleno de �l. Un edificio est� lleno de lo que contiene; una casa de moneda o un tesoro puede llenarse de oro: el templo de Dios fue "lleno", se nos dice, con "la gloria del Se�or". Sus criaturas le traen las cosas que pueden ofrecer; traen Isa�as 60:6 "oro e incienso"; ellos Salmo 72:1 "traen regalos" y "ofrecen regalos"; lo hacen, movidos por su Esp�ritu, como aceptables para �l. Nunca se dijo que Dios se diera estas ofrendas.

Versículo 8

La plata es m�a, y el oro es m�o - Estas palabras, que han ocasionado que algunos piensen, que Dios, al hablar de la gloria con la que debe llenar La casa, que significa nuestras riquezas materiales, sugiere lo contrario. Porque la plata no era adorno del templo de Salom�n. Todo estaba cubierto de oro. En el tabern�culo hab�a cuencos de plata, en el templo de Soloman ellos y todos eran de oro 1Ki 7:50 ; 2 Cr�nicas 4:8. Silver, se nos dice expresamente, "no se contaba nada de 1 Reyes 10:21 en los d�as de Salom�n: �l 1 Reyes 10:27. hecho plata para estar en Jerusal�n como piedras, para abundancia ". M�s bien, como Dios dice por el salmista Salmo 50:10, "Toda bestia del bosque es m�a, as� es el ganado sobre mil colinas: conozco todas las aves de las monta�as y las bestias salvajes de la selva". campo son m�os. Si tuviera hambre, no te lo dir�a, porque el mundo es m�o y su plenitud: "as� que aqu� les dice que para la gloria de su casa no necesitaba oro ni plata: porque toda la riqueza del mundo es Su. No ten�an fundamento "para llorar entonces, que no pod�an igualar la magnificencia de Salom�n que ten�a abundancia de oro y plata". Todo era de Dios. Lo llenar�a de gloria divina. El deseo de todas las naciones, Cristo, debe venir y ser una gloria, para la cual toda la gloria creada no es nada.

"Dios dice real y verdaderamente, que la plata y el oro son suyos, lo que cre� con la mayor generosidad, y en su gobierno m�s justo administra, de modo que, sin su voluntad y dominio, los malvados tampoco pueden tener oro y plata para el castigo de avaricia, ni el bien para el uso de la misericordia. Su abundancia no infla lo bueno, ni su deseo los aplasta: pero lo malo, cuando se otorga, ciega: cuando se lo quitan, tortura.

�Es como si �l dijera: No pienses que el templo no es glorioso, porque, puede ser, no tendr� una porci�n de oro o plata, y su esplendor. No necesito esas cosas. �Como podria yo? "Porque la m�a es la plata y la m�a el oro, dice el Se�or Todopoderoso". Busco fieles m�s bien verdaderos: con su brillo voy a guiar este templo. Que venga quien tiene la fe correcta, est� adornado con gracias, brilla con amor por m�, es puro de coraz�n, pobre de esp�ritu, compasivo y bueno ". "Estos hacen el templo, i. e., la Iglesia, gloriosa y reconocida, siendo glorificada por Cristo. Porque han aprendido a orar, Salmo 90:17. "La gloria del Se�or nuestro Dios sea con nosotros".

Versículo 9

La gloria de esta �ltima casa ser� mayor que la de la primera - o, quiz�s, m�s probablemente, "la gloria posterior de esta casa ser� mayor que la anterior ; " porque ya hab�a hablado del templo actual, como id�ntico al anterior al cautiverio. "�Qui�n queda entre ustedes que vio esta casa en su primera gloria, y c�mo la ven ahora?" Hab�a hablado de su "primera gloria". Ahora dice, en contraste, su gloria posterior deber�a ser mayor que la de sus tiempos m�s gloriosos. En este caso, la pregunta, si el templo en niveles era un edificio material diferente al de Zorobabel, desaparece.

En cualquier caso, el contraste es entre dos cosas, ya sea el templo en que su estado anterior, y este es su estado posterior despu�s del cautiverio, o los dos templos de Salom�n y Zorobabel. No hay espacio para un tercer templo. Dios no tiene vanas esperanzas. Para consolar a los angustiados por la pobreza de la casa de Dios que estaban construyendo, Dios promete una gloria a esta casa m�s grande que antes. Un templo, erigido, despu�s de que esto haya arrasado m�s de 1800 a�os, incluso si el Anticristo viniera ahora y erigiera un templo en Jerusal�n, no podr�a cumplirse esta profec�a.

En magnificencia material, el templo de Salom�n, construido y adornado con todos los tesoros acumulados por David y ampliado por Salom�n, super� con creces todo lo que Herodes, en medio de sus intentos de dar un significado material a la profec�a, pod�a hacer. Su intento muestra c�mo los ojos de los jud�os estaban fijos en esta profec�a, cuando estaba a punto de cumplirse. Mientras se esforzaba, a trav�s de la gradualidad de su reconstrucci�n, para preservar la identidad de la tela, prodigaba su riqueza, para sacar sus pensamientos del rey, a quien los jud�os buscaban, para s� mismo. La amistad de los romanos, que eran se�ores de todos, deb�a reemplazar a "todas las naciones", de las cuales habl� Hageo; Tambi�n se�al� la duraci�n de la paz, la posesi�n de la riqueza, la grandeza de los ingresos, el gasto superior a los anteriores. Una peque�a secci�n de erastianos admiti� estas afirmaciones del asesino de sus hijos.

Los jud�os generalmente no fueron desviados de mirar a Aquel que deber�a venir. Esas cinco cosas, la ausencia de lo que sent�an, estaban conectadas con su preocupaci�n expiatoria o la presencia de Dios entre ellas; "El arca con el propiciatorio y los querubines, los Urim y Tummin, el fuego del cielo, la Shejin�, el Esp�ritu Santo". La magnificencia material no podr�a reemplazar la gloria espiritual. Las explicaciones de las grandes autoridades jud�as, de que el segundo templo era superior al primero en estructura (que era falso) o en duraci�n, fueron dejadas de lado por jud�os que ten�an cualquier otra soluci�n con la cual satisfacerse. "La Shejin� y las cinco cosas preciosas", dice uno, "que, seg�n nuestro sabio de bendita memoria, estaban en ella, y no en la segunda casa, la levantaron y la exaltaron sin comparaci�n". Otro dice: "Cuando Hageo dice:" mayor ser� la gloria de esta casa posterior que la primera ", �c�mo es? �Que la casa que Zorobabel construy� con los ingresos que el rey de Persia les dio era m�s gloriosa que la casa que construy� Salom�n? Y aunque se dice que el edificio que construy� Herodes era extremadamente bello y rico, no debemos pensar que era tan bello como la casa que construy� Salom�n. Porque lo que los sabios de la bendita memoria han dicho sobre la belleza de la casa de Herodes est� en relaci�n con la casa que construy� Zorobabel. Cu�nto m�s, ya que las Escrituras no dicen: "Grande ser� la belleza o la riqueza de esta �ltima casa por encima de la primera", sino la gloria: y la gloria no es la riqueza o la belleza, o la amplitud de las dimensiones de la edificando, como dec�an en sus interpretaciones, porque la "gloria" en verdad se habla de la gloria de Dios, que llen� el tabern�culo, despu�s de que fue establecido, y de la gloria de Dios que llen� la casa de Dios, que Salom�n construido, cuando trajo el arca al Lugar Sant�simo, que es la Nube Divina y la Luz suprema, que cay� all� a los ojos de todo el pueblo, y se dice: 'Y fue cuando los sacerdotes salieron de En el lugar de Italia, la nube llen� la casa de Dios, y los sacerdotes no pudieron soportar ministrar a causa de la nube, porque la gloria de Dios llen� la casa de Dios. 'Y esta gloria no estaba en la segunda casa.

�Y c�mo se dir�, si es as�, 'grande ser� la gloria de esta casa posterior a la primera?' �El pobre jud�o no convertido no sab�a la respuesta a su pregunta:� Por la presencia de Dios, en la sustancia de nuestra carne a trav�s del hijo que nos fue dado, cuyo nombre deber�a ser Dios poderoso ". La gloria de este templo estaba en Aquel que Juan 1:14. se hizo carne y habit� entre nosotros, y vimos su gloria, la gloria del Unig�nito del Padre, lleno de gracia y verdad ". �All�, Cristo, el Hijo de Dios, fue, como un ni�o, ofrecido a Dios: all� se sent� en medio de los doctores; all� ense�� y revel� cosas, ocultas desde la fundaci�n del mundo. La gloria del templo de Salom�n fue que en �l apareci� la majestad de Dios, que se ocultaba en una nube: en esto, esa misma Majestad se mostr�, de hecho muy unida a la Carne, visible a la vista: de modo que Jes�s mismo dijo , Juan 14:9. "El que me ha visto a m�, ha visto al Padre". Esto fue lo que Malaqu�as cant� con alegr�a Malaqu�as 3:1, "El Se�or a quien buscas vendr� repentinamente a Su templo, incluso el Mensajero del pacto, en quien te deleitar�s".

Y en este lugar dar� paz - Paz temporal que ten�an ahora, ni hab�a ninguna posibilidad de que se perturbara. Eran sujetos silenciosos del imperio Persiam, que inclu�a tambi�n a todos sus antiguos enemigos, mayores o menores. Alejandro someti� a todos los pa�ses lim�trofes que no cedieron, pero se salvaron. La paz temporal entonces no era nada, para que luego se les diera, porque la ten�an. En tiempos posteriores no lo ten�an. El templo mismo fue profanado por Ant�oco Ep�fanes (1 Mac. 1:39, 40). �Su santuario fue arrasado como un desierto. Como hab�a sido su gloria, tambi�n aument� su deshonor. De nuevo por Pompeyo (Josefo, Ant. Xiv. 4. 4. BJ i. 7.) por Craso (Josefo, Ant. Xiv. 7. 1. BJ i. 9. 8), los partos (Josefo, Ant. Xiv. 13. 3. 4.) antes de que fuera destruido por Tito y los romanos. Los jud�os vieron esto y, sin saber nada de la paz en Jes�s, argumentaron desde la ausencia de la paz exterior, que la profec�a no se cumpli� bajo el segundo templo. "Lo que dice la Escritura," y en este lugar dar� paz ", se opone a su interpretaci�n. Porque todos los d�as de la duraci�n de la segunda casa fueron "en el tiempo y no en paz", como estaba escrito en Daniel, "y sesenta y dos semanas: la calle se volver� a construir y la fosa, y en el estrecho de tiempo �y, como dije, en tiempos de Herodes no hab�a paz, ya que la espada no sali� de su casa hasta el d�a de su muerte; y despu�s de su muerte aument� el odio entre los jud�os, y los gentiles los sofocaron, hasta que fueron destruidos de la faz de la tierra ".

Pero la paz espiritual es, a lo largo de la profec�a, parte de la promesa del Evangelio. Cristo mismo deb�a ser Isa�as 9:6 "el Pr�ncipe de paz: del aumento de su gobierno y de su paz no habr�a fin"; en sus d�as Salmo 72:3, Salmo 72:7 �las monta�as deb�an traer paz a la gente; debe haber abundancia de paz, mientras dure la luna; la obra de justicia deb�a ser la paz Isa�as 32:17, el castigo de nuestra paz (lo que la obtuvo) fue sobre �l " Isa�as 53:5," grande deber�a ser la paz de sus hijos � Isa�as 54:13, en el Evangelio Dios dar�a paz, verdadera paz a los" lejanos y cercanos " Isa�as 57:19. Extend�a Isa�as 66:12 "paz para ella como un r�o": lo bueno del Evangelio era "la publicaci�n de la paz" Isa�as 52:7. El Evangelio se describe como Esdras 34:25, "un pacto de paz": el rey prometido Zacar�as 9:1 "hablar� paz al pagano"; �l mismo deber�a ser "nuestra paz" Miqueas 5:5. Y cuando naci�, los �ngeles proclamaron Lucas 2:14 "en la tierra paz, buena voluntad hacia los hombres" Lucas 1:79. "El Dayspring de lo alto nos visit�, para guiar nuestros pies en el camino de la paz". �l mismo dice Juan 14:27, "Mi paz la dejo con ustedes". Habl�, para que Juan 16:33 "en m� teng�is paz". Pedro resume "la palabra que Dios envi� a los hijos de Israel, como Hechos 10:36 predicando la paz por Jesucristo Romanos 14:17. El reino de Dios es alegr�a y paz Efesios 2:14, Efesios 2:17; Cristo es nuestra paz; hizo las paces predica la paz Dios nos llama a la paz � 1 Corintios 7:15 en el Evangelio Romanos 5:1," siendo justificados por la fe, tenemos paz con Dios por medio de Jesucristo nuestro Se�or G�latas 5:22 , el fruto del Esp�ritu es amor alegr�a paz ". La paz espiritual, siendo as� prominente en el Evangelio y en la profec�a, como el don de Dios, no era natural explicar la paz que Dios prometi� dar aqu�, como no lo prometi� en otro lugar; paz en Aquel que es "nuestra paz, Jesucristo".

�La paz y la tranquilidad de la mente es sobre todo la gloria de la casa; porque la paz sobrepasa todo entendimiento. Esta es la paz sobre la paz, que se dar� despu�s de la tercera sacudida del cielo, el mar, la tierra, la tierra seca, cuando destruya todos los poderes contra los principados (en el d�a del juicio). - Y as� habr� paz en todas partes, que, sin pasiones corporales u obst�culos de la mente incr�dula que resista, Cristo ser� todo en todo, exhibiendo los corazones de todos sometidos al Padre ".

Versículos 11-14

Pregunte ahora a los sacerdotes acerca de la ley - Los sacerdotes responden correctamente que, seg�n la ley, la impureza aislada se extiende m�s all� de la santidad aislada. La carne del sacrificio santific� todo lo que deb�a tocar, pero no m�s; pero el ser humano, que se contamin� al tocar un cad�ver, contamin� todo lo que pod�a tocar N�meros 19:22. Hageo no aplica la primera parte; a saber, que la adoraci�n en el altar que criaron, mientras descuidaron la construcci�n del templo, no se santific�. La posesi�n de un verdadero cansancio no contrarresta la desobediencia. Por el contrario, una impureza contamin� a todo el hombre y todo lo que toc�, de acuerdo con lo que Santiago 2:1, "quien guarde toda la ley y sin embargo ofende en un punto, es culpable de todo".

En la solicitud, los dos se derriten en uno, porque lo sagrado, es decir, el altar que levantaron por temor a su regreso, lejos de santificar la tierra o las personas por los sacrificios ofrecidos al respecto, se contamin�. �Este pueblo� y �esta naci�n� (no �Mi pueblo�) ya que en realidad lo desautorizaron. "Lo que sea que ofrezcan all�", i. e., en ese altar, en lugar del templo que Dios orden�, es inmundo, y ofende al que dio todo.

Versículo 15

Y ahora, te ruego - Observa su ternura, al llamar su atenci�n, "Considera desde este d�a en adelante". Les pide que miren hacia atr�s, "desde antes de que una piedra fuera puesta sobre una piedra", i. e., desde el �ltimo momento de su negligencia en la construcci�n de la casa de Dios; "Desde que esos d�as fueron", o desde el tiempo hacia atr�s "cuando esas cosas eran" (resumiendo, en la palabra, "desde-su-ser", la fecha que acababa de dar, es decir, el comienzo de su reanudaci�n el edificio hacia atr�s, durante todos esos a�os de abandono) "uno lleg� a un mont�n de veinte medidas". No se menciona la medida precisa: la fuerza de la apelaci�n radica en la proporci�n: el mont�n de grano que, por lo general, producir�a veinte, (ya sea bushels o seahs o cualquier otra medida, ya que el mont�n en s� no tiene un tama�o definido, tampoco �podr�a definirse la cantidad esperada?) solo hab�a diez; �Uno vino al pressvat para sacar cincuenta� vasos de la prensa, o tal vez cincuenta poorah, i. e., la cantidad ordinaria extra�da en un momento de la prensa, hubo, o se convirti� en veinte, dos quintos de lo que buscaban y obten�an normalmente. Las uvas secas produjeron muy poco.

Versículo 17

Te golpe� con explosiones y moho, - dos enfermedades del grano, que Mois�s hab�a predicho Deuteronomio 28:27. como castigos sobre la desobediencia y la imposici�n de Dios, de los cuales Am�s hab�a hablado en estas mismas palabras. Am�s 4:9. Hageo agrega el granizo, como destructivo de las vides. Salmo 78:47. Sin embargo, (y) no te volviste a M� literalmente "no hab�a ninguno" - tu, (acusativo, es decir, que te convirti� a M�. Las palabras son el�pticas, pero expresan la ausencia total de conversi�n, de cualquiera que se volviera a Dios.

Versículo 18

Desde el d�a en que la fundaci�n de la casa del Se�or - Zacar�as, en un pasaje correspondiente a esto, usa las mismas palabras Zacar�as 8:9, " el d�a que se pusieron los cimientos de la casa del Se�or de los ej�rcitos, para que se construyera el templo ", no del primer fundamento, sino de la obra que se reanud� en obediencia a las palabras de" la boca de los profetas " Hageo y �l mismo, que, seg�n Ezra tambi�n, era Esdras 4:24; Esdras 5:1. "En el segundo a�o de Darius". Pero ese trabajo se reanud�, no ahora en el momento de esta profec�a, sino tres meses antes, el 24 del sexto mes. Desde entonces, la palabra traducida aqu�, de, en ning�n caso se utiliza en la actualidad, Hageo da dos fechas, la reanudaci�n del trabajo, como est� marcado en estas palabras, y el presente real. Luego dir�a que, incluso en estos �ltimos meses, desde que comenzaron el trabajo, todav�a no hab�a se�ales de mejor�a. Todav�a no hab�a "semilla en el granero", la cosecha hab�a sido arruinada y los �rboles frutales despojados por el granizo antes del final del sexto mes, cuando reanudaron el trabajo. Sin embargo, aunque todav�a no hab�a se�ales de cambio, ni fervor de que se cumpliera la promesa, Dios promete Su palabra, "desde este d�a te bendecir�".

De all� en adelante, por su obediencia, Dios les dar�a esos frutos de la tierra, que en Su Providencia hab�an sido retenidos durante su negligencia. "Dios", dijeron Pablo y Bernab�, Hechos 14:17. "No se dej� sin testigo, ya que hizo el bien y nos dio lluvia del cielo y estaciones fruct�feras, llenando nuestros corazones de comida y alegr�a".

Todo el Antiguo y Nuevo Testamento, la Ley, los profetas y los Salmos, los Ap�stoles y nuestro Se�or mismo, dan testimonio de la Providencia de Dios que hace que Sus leyes naturales sirvan a la disciplina moral de Su criatura, el hombre. La teor�a f�sica, que presupone que Dios fij� las leyes de su creaci�n de manera tal que no dejara espacio para que �l las variara, solo llegar�a a esto, si es tan cierto, que Dios Todopoderoso sabe absolutamente (como debe saber) Las acciones de sus criaturas (de cualquier manera que esto sea compatible con nuestra agencia libre, de la que somos conscientes), enmarcaron las leyes de su creaci�n f�sica, de modo que la abundancia o el hambre, la salud de nuestro ganado o de los frutos del la tierra o su enfermedad, deben coincidir con la buena o mala conducta del hombre, con sus oraciones o su descuido de la oraci�n. Tanto la recompensa como el castigo le llegan al hombre, ya sea como resultado de la voluntad de Dios, actuando aparte de cualquier sistema que �l haya creado, o en �l y a trav�s de �l.

Es similar a su agencia providencial, ya sea que haya establecido un sistema de este tipo con todas sus variaciones m�nimas, o si estas variaciones son el resultado inmediato de su voluntad soberana. Si �l ha instituido alg�n sistema f�sico, de modo que la lluvia, el granizo y sus proporciones, tama�o, destructividad, vengan en una irregularidad regulada, tan fija en toda la eternidad como las revoluciones de los cuerpos celestes o el curso de los cometas, entonces solo llegamos a una perfecci�n m�s intrincada de Su creaci�n, que en toda la eternidad enmarc� esas leyes en una conformidad exacta con las acciones perfectamente previstas del hombre del bien y del mal, y tambi�n con sus oraciones: que �l, sabiendo ciertamente si la criatura, que �l ha enmarcado para tener su dicha al depender de �l, que llorar�a o no a �l, enmarc� esas leyes f�sicas de conformidad con ellas; para que el suministro de lo que sea necesario para nuestras necesidades o para su retenci�n se incorpore en todo momento al sistema de nuestra libertad condicional. Solo, para no mantener a Dios fuera de su propio mundo, debemos recordar esa otra verdad, que, ya sea que Dios act�e en tal sistema o no, �l Hebreos 1:3. "Sostiene todas las cosas por la palabra de su poder" por una obra siempre presente; de modo que es �l quien en cada momento hace lo que se hace, hace y mantiene en existencia todo lo que �l ha creado en el orden exacto y las variaciones de su ser. Salmo 148:8. "Fuego y granizo, nieve y vapor, viento tormentoso que cumple Su palabra", son los resultados inmediatos de Su Divina Agencia, de cualquier manera que le agrade actuar, y son la expresi�n de Su voluntad.

Versículo 21

Voy a temblar - Hageo cierra reanudando las palabras de una profec�a anterior a Zorobabel y Josu�, que termin� en la venida de Cristo. Aun as�, est� claro que la profec�a no le pertenece personalmente a Zorobabel, sino a �l y a sus descendientes, principalmente a Cristo. En el tiempo de Zorobabel no hubo sacudidas del cielo o de las naciones. Darius tuvo que sofocar una cantidad inusual de rebeliones en los primeros a�os despu�s de su adhesi�n; pero, aunque se magnific� en ocasi�n de su represi�n, solo eran revueltas distintas e inconcebidas, cada una bajo su propia cabeza. Todos estaban muy lejos en el lejano Oriente, en Babilonia, Susiana, Medios, Armenia, Asiria, Hircania, Partia, Sagartia, Margiana, Arachosia. El imperio persa, extendido "probablemente sobre 2,000,000 millas cuadradas, o m�s de la mitad de la Europa moderna", no estaba amenazado; ning�n enemigo extranjero lo asalt�; un impostor solo reclam� el trono de Darius. Esto, si hubiera tenido �xito, habr�a sido, como su propia adhesi�n, un cambio de dinast�a, que no afect� nada externamente.

Pero tampoco fueron duraderos, algunos fueron muy insignificantes. Dos batallas decisivas sometieron a Babilonia: de los medios de comunicaci�n se da el breve resumen "los medos se rebelaron de Dar�o, y habi�ndose rebelado fueron sometidos nuevamente, derrotados en la batalla". Los susianos mataron a su propio pretendiente, al acercarse las tropas de Dar�o. De hecho, tenemos principalmente la cuenta solo del vencedor. Pero estos son solo registros gloriosos de victorias, logrados en sucesi�n, en unos pocos a�os. A veces, el s�trapa de la provincia sofoc� la revuelta de inmediato. A lo sumo, dos batallas terminaron en la crucifixi�n del rebelde. Los jud�os, si se enteraron de ellos, sab�an que no ten�an importancia. Para que el destructor del imperio persa viniera de Occidente Daniel 8:5, el cuarto soberano deb�a agitar todo contra el reino de Grecia Daniel 11:2, y Dar�o era el tercero. . En el mismo segundo a�o de Dar�o, en el que Hageo dio esta profec�a, toda la tierra fue expuesta a Zacar�as como Zacar�as 1:11, "sentado y en reposo".

El derrocamiento profetizado tambi�n es universal. No es un solo trono, como en Persia, sino "el trono", i. e., los soberanos, "de los reinos"; no un cambio de dinast�a, sino una destrucci�n de su "fuerza"; no solo de unos pocos poderes, sino "los reinos de los paganos"; y eso, en detalle; eso, en lo que resid�a su fuerza principal, los carros y jinetes y sus jinetes, y esto, hombre por hombre, "cada uno con la espada de su hermano". Esta destrucci�n mutua es una caracter�stica de los juicios en el fin del mundo contra Gog y Magog Ezequiel 38:21; y de las profec�as a�n no cumplidas de Zacar�as Zacar�as 14:17. Su extensi�n hasta el momento no obstaculiza su cumplimiento parcial en �pocas anteriores. Zorobabel se puso de pie, al regreso del cautiverio, como el representante de la casa de David y heredero de las promesas que se le hicieron, aunque en una condici�n temporal inferior; por lo tanto, m�s bien muestra que la importancia principal de la profec�a no era temporal. Como entonces Ezequiel profetiz�, Ezequiel 34:23. �Pondr� sobre ellos a un pastor, y �l los alimentar�, mi siervo David� Ezequiel 37:24; �Y David mi siervo ser� rey sobre ellos; y mi siervo David ser� su pr�ncipe para siempre. y Jerem�as Jeremias 30:9. �Servir�n al Se�or su Dios y a David su rey, a quienes yo les levantar�; y Oseas, que Oseas 3:5. Despu�s de muchos d�as, los hijos de Israel volver�n y buscar�n al Se�or su Dios, y a David su rey ", es decir, por David, el gran descendiente de David, en quien las promesas se centraron, as� que en su grado, la promesa a Zorobabel se extiende a trav�s de sus descendientes a Cristo; que, en medio del derrocamiento de los imperios, Dios proteger�a a los hijos de Sus hijos hasta que Cristo venga, el Rey de reyes y Se�or de se�ores, cuyo Daniel 2:44. "El reino nunca ser� destruido, pero se romper� en pedazos y consumir� todos esos reinos, y se mantendr� firme para siempre".

Versículo 23

Te har� como un sello - Dios invierte a Zorobabel la oraci�n sobre Jecon�as por su impiedad. A Jeconiah le hab�a dicho Jeremias 22:24, "aunque �l fuera el sello en mi mano derecha, te arrancar�a de all�; y te entregar� en mano de los que buscan tu vida ". El sello era muy valioso para su due�o, nunca se separ�, o solo para aquellos a quienes se les deleg� la autoridad (como Fara�n a Jos� G�nesis 41:42, o Asuero a Am�n Ester 3:1 y luego a Mardoqueo Ester 8:2.); a trav�s de �l se expres� su voluntad. Por lo tanto, el c�nyuge en los c�nticos dice, Cantares de los Cantares 8:6. "Ponme, como un sello sobre tu coraz�n, como un sello sobre tu brazo". El sello tambi�n era un adorno para el que lo llevaba. "Dios es glorificado en sus santos". 2 Tesalonicenses 1:1. por Zorobabel en la construcci�n de su casa. Le dio una estimaci�n con Cyrus, quien le confi� el regreso de su pueblo, y lo hizo (que habr�a sido el sucesor del trono de Jud�, si el trono hubiera sido restablecido) su gobernador sobre el pueblo restaurado.

Dios le promete a �l y a su descendencia protecci�n en medio de toda sacudida de imperios. �Fue un tipo de Cristo al traer de vuelta a la gente de Babilonia, como Cristo nos libr� del pecado, la muerte y el infierno: �l construy� el templo, como Cristo construy� la Iglesia; protegi� a su pueblo contra los samaritanos que obstaculizar�an el edificio, como Cristo protege a su Iglesia: era querido y se uni� a Dios, como Cristo se uni� a �l, e hipost�ticamente se uni� y uni� a su humanidad a la Palabra. El verdadero Zorobabel entonces, i. e., Cristo, el hijo y antitipo de Zorobabel, es el sello en la mano del Padre, tanto pasiva como activamente, mediante el cual Dios imprime Sus propios pensamientos y palabras de Majestad y Su propia Imagen en los hombres, �ngeles y todas las criaturas ". �El Hijo es la Imagen de Dios el Padre, que tiene Su semejanza completa y exacta, y en Su propia belleza irradia la naturaleza del Padre. En �l tambi�n Dios nos sella tambi�n a Su propia semejanza, ya que, conformados a Cristo, ganamos la imagen de Dios ". "Cristo, como dice el Ap�stol, es Hebreos 1:3" la Imagen del Dios invisible, el brillo de Su Gloria y la Imagen expresa de Su Persona ", quien, como la Palabra y Sellar y expresar Imagen, lo sella a los dem�s. Aqu� se llama a Cristo un sello, como hombre, no como Dios. Porque fue su virilidad lo que tom� de la carne y la raza de Zorobabel. �l es entonces, en su virilidad, el sello de Dios;

1) como hipost�ticamente unido con el Hijo de Dios;

2) porque la Palabra impresion� en su humanidad la semejanza de s� mismo, su conocimiento, virtud, santidad, pensamientos, palabras, actos y conversaci�n;

3) porque el hombre Cristo era el sello, i. e., el signo m�s evidente y el testimonio de los atributos de Dios, su poder, justicia, sabidur�a y especialmente su gran amor por el hombre. Para que Dios pueda mostrar esto, �l quiso que Su Hijo fuera Encarnado. Cristo as� encarnado es como un sello, en el cual vemos expresado y representado el poder del amor, la justicia, la sabidur�a, etc. de Dios;

4) porque Cristo como sello, nos atestigu� y certific� la voluntad de Dios, su doctrina ordena la ley, i. e., los que promulg� y ense�� en el Evangelio.

"Nadie", dice John Juan 1:18, "ha visto a Dios en cualquier momento: el Hijo unig�nito que es la imagen del Padre, lo ha declarado". Por lo tanto, Dios le dio a Cristo el poder de hacer milagros, para que pudiera confirmar sus palabras como por un sello, y demostrar que Dios le revel� y le orden�, como es en Juan Juan 6:27, "�l tiene sellado a Dios Padre". �Cristo tambi�n es el sello de Dios, porque por su impresi�n, i. e., la fe gracia virtud y conversaci�n de �l y por la impresi�n en el Bautismo y los otros sacramentos, "�l quiso conformarnos a la Imagen de Su Hijo", Romanos 8:29. que 1 Corintios 15:49, "como hemos tra�do la imagen del Ad�n terrenal, tambi�n podemos llevar la imagen del celestial". Entonces, Cristo, como un sello, sella y protege a sus fieles contra todas las tentaciones y enemigos. El sello de Cristo es la Cruz, de acuerdo con la de Ezequiel, "Sella una marca en la frente de los hombres que suspiran", y en el Apocalipsis Apocalipsis 7:2, "vi a otro �ngel que ten�a el sello de el Dios viviente ". Porque la cruz nos protege contra las tentaciones de la carne, el mundo y el demonio, y nos hace crucificados, seguidores, soldados y m�rtires de Cristo. De donde dice el ap�stol, G�latas 6:17. "Llevo en mi cuerpo las marcas del Se�or Jes�s".

"Esto se dice sin duda del Mes�as, el esperado". dice incluso un controvertido jud�o, "que ser� de la simiente de Zorobabel; y, por lo tanto, esta promesa no se cumpli� en absoluto en s� mismo: porque en el momento de esta profec�a hab�a sido gobernador de Jud�, y despu�s no alcanz� una dignidad m�s alta de lo que era hasta ese d�a: y de la misma manera encontramos que Dios le dijo a Abraham nuestro padre en el pacto entre las piezas, G�nesis 15:7, G�nesis 15:18. "Yo soy el Se�or que te sac� de Ur de los caldeos para darte esta tierra para que la heredes", y sin lugar a dudas este pacto fue confirmado por Dios a la simiente de Abraham, tal como lo explic� el mismo despu�s, cuando dijo: , "En ese d�a Dios hizo un pacto con Abraham, diciendo: A tu descendencia he dado esta tierra, etc.", y muchos como estos.

Abarbanel hab�a establecido los principios correctos, aunque necesariamente se aplicaron mal. �Zorobabel no rein� en Jerusal�n y no gobern� en ella, ni minti� ni ning�n hombre de su descendencia; pero inmediatamente despu�s de la construcci�n de la casa, regres� a Babilonia y muri� all� en su cautiverio, y c�mo dijo: "�En ese d�a te llevar�?" Porque despu�s de la ca�da del reino de Persia, Zorobabel no es conocido por nadie. grandeza, y su nombre no se menciona en el mundo. �D�nde estar� entonces el significado de 'Y te colocar� como un sello, porque he elegido?' Porque el sello es como el anillo de sello que un hombre pone en su mano, no se separa de �l, ni de d�a ni de noche. . �Y cu�ndo se cumpli� esto en Zorobabel? Pero el verdadero significado, en mi opini�n, es que Dios le mostr� a Zorobabel que esta segunda casa no cumplir�a, porque despu�s de �l vendr�a otro cautiverio, y de esto dice: 'Sacudo el cielo, etc.', y despu�s, despu�s de mucho tiempo, Dios se vengar� de estas naciones "que devoraron a Jacob y destruyeron su morada", y entonces dice: "Derrocar� los tronos, etc.", y le dice que el rey que gobernar� sobre Israel en el momento de la redenci�n es el Mes�as de la simiente de Zorobabel y de la casa de David; y Dios vio bien mostrarle todo esto para consolarlo y hablarle a su coraz�n; y es como si le dijera: 'Es cierto que no reinar�s en el tiempo del segundo templo, ni de ninguno de tus descendientes, sino en el d�a en que Dios derrocar� el trono de los reinos de las naciones, Cuando �l re�na a su pueblo Israel y los redima, entonces reinar�s sobre mi pueblo, porque de tu descendencia ser� �l quien gobernar� desde Israel en ese tiempo para siempre, y por eso dice: `` Te tomar�, oh Zerubabbel, etc. 'porque porque el Mes�as iba a ser de su simiente, dice, que lo llevar�; y esto es como �l dice, Ezequiel 37:24. 'Y David mi siervo ser� un pr�ncipe para ellos para siempre'; para el mismo Mes�as, �l ser� David, �l ser� Zorobabel, porque �l ser� un v�stago que saldr� de su tronco tallado �.

Porque te he elegido a ti - El amor de Dios es la base de toda la aceptaci�n de Su criatura 1 Juan 4:19. "Lo amamos, porque �l nos am� primero". Zorobabel era un devoto siervo de Dios. Dios reconoce su fidelidad. Solo que el principio de todo fue con Dios. Dios habla de la cercan�a a s� mismo que le hab�a dado. Pero en dos palabras, corta todos los alardes posibles de su criatura. Zorobabel fue todo esto, no de s� mismo, sino "porque Dios lo hab�a elegido". Incluso la virilidad sagrada de nuestro Se�or (se reconoce como una verdad teol�gica) no fue elegida por ning�n m�rito previsto, sino por el gran amor con el que Dios el Padre lo eligi�, y Dios el Hijo quiso encarnar tan sabiamente, y Dios el Esp�ritu Santo quiso que esa cosa santa fuera concebida por �l. Entonces Dios dice de �l Isa�as 42:1, "He aqu� mi siervo a quien sostengo, el m�o elige en quien se deleita mi alma"; y Dios dio testimonio de �l Mateo 3:17; Mateo 17:5, "Este es Mi Hijo Amado en quien estoy muy complacido".

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Haggai 2". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/haggai-2.html. 1870.