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Bible Commentaries
Salmos 123

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

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Introducción

Este salmo se titula simplemente "Canci�n de grados". Vea las notas en el t�tulo de Salmo 120:1. No se insin�a nada con respecto a la autor�a del salmo, ni a la ocasi�n en que fue compuesto. La �nica circunstancia que arroja alguna luz sobre su origen es la declaraci�n en Salmo 123:4, de que el autor y sus amigos, el pueblo de Dios mencionado en el salmo, fueron expuestos a la burla y al desprecio por su apego a religi�n, especialmente el desprecio y el reproche de aquellos que se encontraban en circunstancias de tranquilidad y prosperidad, o que estaban en las filas m�s elevadas de la vida. Esto podr�a concordar bien con la condici�n de los exiliados que regresan de Babilonia, o con la condici�n de los cautivos que regresaron cuando reconstruyeron los muros de la ciudad, y cuando se encontraron con el desprecio y el desprecio de los samaritanos y los amonitas; de Sanballat y Tobiah; de los �rabes y los ashdoditas Nehem�as 4:1; pero no hay evidencia cierta de que el salmo se haya compuesto en esa ocasi�n. Los piadosos hebreos de la antig�edad, David y otros, y el pueblo de Dios en todo momento han estado demasiado expuestos a este tipo de tratamiento para hacer que la mera aplicabilidad del salmo en ese momento en particular sea una raz�n para concluir que debe haber sido compuesto. luego; y ahora es imposible determinar qui�n o en qu� ocasi�n se compuso. Se refiere a lo que puede ocurrir en cualquier �poca del mundo; y expresa los sentimientos apropiados de piedad en todo momento cuando, a causa de nuestra religi�n, estamos expuestos al "desprecio de los que se sienten c�modos y al desprecio de los orgullosos".

Versículo 1

A ti - A Dios.

Levanta mis ojos - En s�plica y oraci�n. La naturaleza nos invita a mirar hacia arriba cuando nos dirigimos a Dios, como si �l habitara sobre nosotros. Es el impulso natural del coraz�n que �l debe ser el m�s exaltado de todos los seres, que habita sobre todo. Ver Salmo 121:1.

Oh, t� que moraste en los cielos - Cuyo hogar - cuyo hogar especial - est� en el cielo - sobre el cielo. Esto est� de acuerdo con los sentimientos comunes de las personas y la descripci�n com�n de Dios en la Biblia, aunque tambi�n es cierto que Dios est� en todas partes. Compare Salmo 2:4; Salmo 11:4.

Versículo 2

He aqu�, mientras los ojos de los sirvientes miran la mano de sus amos ... - O, est�n en manos de sus amos; o, mira las manos de sus amos. Es decir, miramos a Dios con el mismo esp�ritu de deferencia, dependencia y disposici�n para marcar la voluntad de Dios, que se manifiesta por los sirvientes con respecto a sus amos, y por las doncellas con respecto a la voluntad de una amante. Ha habido alguna diferencia de opini�n con respecto al significado de esta comparaci�n. Algunos han supuesto que la alusi�n es al hecho de que los sirvientes, cuando est�n en peligro, buscan protecci�n de sus amos; otros, que los buscan para satisfacer sus necesidades; otros, que cuando han sido culpables de un delito los buscan solos para pedir perd�n. Ver Rosenmuller, in loc. Sin embargo, la verdadera idea parece ser que los miran con deferencia y respeto; que marcan atentamente cada expresi�n de su voluntad; que est�n listos para obedecer sus �rdenes con la menor insinuaci�n de sus deseos, de pie en una postura de espera, sin voluntad propia, sus propias voluntades absorbidas en la voluntad del maestro o la amante.

Los siguientes extractos de viajeros orientales pueden ilustrar la idea aqu�: Maundrell (Reise von Aleppo nach Jerusalem, s. 13), hablando de una entrevista con el Pasha en Tr�poli, dice: "Todos los sirvientes se mantuvieron en gran n�mero con el mayor respeto, y en el m�s profundo silencio, y sirvi� a los invitados con la mayor atenci�n y respeto ". Pococke comenta que en Egipto los esclavos permanecen en el m�s profundo silencio al final de la mesa, con las manos cruzadas una sobre la otra, y que marcan con la m�s profunda atenci�n el m�s m�nimo movimiento de su amo, quien les transmite sus deseos. a trav�s de signos y gui�os. Savary, en sus Cartas desde Egipto (p�g. 135), dice: �Los esclavos est�n parados con las manos cruzadas sobre sus senos, en silencio, al final del pasillo. "Sus ojos est�n dirigidos al maestro", y est�n atentos a la m�s m�nima indicaci�n de su voluntad ". Ver otras ilustraciones en Rosenmuller, Morgenland, ii. 109, 110. Es una costumbre como esta a la que se refiere el salmista; y la idea es que sus ojos estaban dirigidos a Dios, en sus problemas, en profundo silencio y con profunda atenci�n, se asemejaban a los de los sirvientes que esperaban quietos a su amo y captaban la m�s m�nima insinuaci�n de su voluntad: un movimiento del cabeza o mano, o cualquier cosa que indique su placer.

Hasta que tenga piedad de nosotros - No tenemos nada que hacer m�s que esperar. No tenemos otro recurso. No podemos hacer nada si nos alejamos de �l. Nuestra �nica esperanza y expectativa est� ah�, y si alguna vez encontramos alivio, debe estar all�. La m�s segura, la �nica, esperanza de alivio es esperar en Dios; y es el prop�sito de nuestras almas hacer esto hasta que encontremos ayuda y liberaci�n. Esta es la actitud en la que se ofrece la oraci�n sincera en el siguiente verso.

Versículo 3

Ten piedad de nosotros, Se�or, ten piedad de nosotros - El lenguaje de la s�plica sincera, repitiendo con �nfasis el objeto de la oraci�n. Los suplicantes est�n representados de pie e instando a esta petici�n, sintiendo que la ayuda solo puede venir de Dios; mirando solo a �l; y observando su semblante, como los sirvientes hacen lo de su amo.

Porque estamos muy llenos - La palabra hebrea que se usa aqu� significa estar saturado; tener el apetito completamente satisfecho, como se aplica a alguien que tiene hambre o sed. Entonces se trata de estar completamente lleno, y la idea aqu� es que se les ha arrojado el mayor desprecio posible; no pudieron experimentar m�s.

Con desprecio - El desprecio nos ha sido mostrado de todas las formas posibles. Somos completamente despreciados.

Versículo 4

Nuestra alma est� muy llena - Completamente saciada. Este vers�culo declara la naturaleza y la fuente del desprecio que fueron llamados a soportar.

Con el desprecio de aquellos que est�n a gusto - Seg�n una visi�n de estos "Salmos de grados" (vea la Introducci�n a Salmo 120:1 ) esto ser�a una instancia de un "ascenso" en el sentido, o de la elevaci�n del pensamiento, donde en Salmo 123:3 se mencion� en general el "desprecio", y en este verso el el pensamiento se lleva hacia adelante y hacia arriba, o hay una idea adicional que le da intensidad. Es el desprecio que procede de los que est�n a gusto; es decir, los fr�volos, los ricos, los orgullosos. La palabra despreciar significa burla, burla. La idea en hebreo se deriva del tartamudeo, que la palabra propiamente significa; y luego, burla, como repetir sobre las palabras de otro, o imitar la voz de uno en burla. Compare Salmo 2:4; Job 22:19. La frase "aquellos que est�n a gusto" se refiere adecuadamente a aquellos que est�n tranquilos o callados, Job 12:5; Isa�as 32:18; Isa�as 33:2; y luego se usa para aquellos que viven a gusto; aquellos que viven en la autocomplacencia y el lujo, Am�s 6:1; Isa�as 32:9, Isa�as 32:11. Aqu� parecer�a referirse a aquellos que, en nuestro idioma, est�n "en circunstancias f�ciles"; los ricos aquellos que no est�n obligados a trabajar: entonces, los fr�volos, los de moda, los que est�n en los niveles superiores de la vida. El desprecio se vio agravado por el hecho de que proven�a de ese barrio; no de lo bajo, lo ignorante, lo com�n, sino de aquellos que afirmaban ser refinados y que se distingu�an en el mundo de la alegr�a, el rango y la moda. Esto, incluso para las buenas personas (como es la naturaleza humana), es mucho m�s dif�cil de soportar que el desprecio cuando se trata de aquellos que est�n en los niveles m�s bajos de la vida. En el �ltimo caso, tal vez, sentimos que podemos encontrar desprecio con desprecio; en el primero no podemos. Ignoramos las opiniones de quienes est�n debajo de nosotros; Son pocos los que no se ven afectados por las opiniones que les brindan aquellos que est�n por encima de ellos.

Y con el desprecio de los orgullosos - Los que se levantan; ya sea en rango, en condici�n o en sentimiento. La idea esencial es que era el desprecio de aquellos a quienes la humanidad miraba. Las personas religiosas siempre han tenido mucho que enfrentar y, a menudo, es una prueba m�s severa de la realidad y el poder de la religi�n que la p�rdida de bienes o los dolores corporales y las penas. Podemos soportar mucho si tenemos el respeto, el elogio, de los que est�n por encima de nosotros; Es una prueba muy cierta de la realidad y el poder de nuestra religi�n cuando podemos soportar el desprecio de lo grande, lo noble, lo cient�fico, lo fr�volo y lo moderno. La piedad es m�s frecuentemente verificada y oscurecida por esto que por la persecuci�n. Es m�s raro que la piedad brille intensamente cuando lo fr�volo y lo moderno se apodera de ella que cuando los pr�ncipes intentan aplastarla por el poder. La iglesia ha cumplido su deber mejor en el horno de persecuci�n que en las escenas "felices" del mundo.

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Psalms 123". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/psalms-123.html. 1870.
 
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