Bible Commentaries
Salmos 137

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

Introducción

Aunque no hay un t�tulo con el prefijo de este hermoso salmo, y no hay indicios directos sobre la ocasi�n en que fue compuesto, sin embargo, no puede haber ninguna duda sobre las circunstancias en que fue escrito. De hecho, no se menciona el nombre del autor, y no hay posibilidad de recuperar ese nombre ahora, pero no cabe duda de que fue compuesto por uno de los exiliados en Babilonia, uno que fue testigo y comparti� los sufrimientos de los exiliados all�, y que tambi�n recordaban v�vidamente los errores cometidos en Jerusal�n cuando fue atacado y destruido por sus enemigos. El escritor era jud�o hasta el coraz�n; un "hebreo de los hebreos"; encarnando y expresando en este corto salmo todo lo que hab�a que era especial en el sentimiento hebreo, patriotismo, devoci�n. En ning�n otro lugar en una breve br�jula se puede encontrar tanto juda�smo, tanta piedad jud�a, concentrado como en este salmo. Hay pena por su condici�n solitaria y desolada en Babilonia; silencio profundo y sumiso en medio de sus problemas; indignaci�n de que deber�an ser burlados y ridiculizados por sus captores; un fuerte y sincero amor supremo por su tierra natal; profundo resentimiento al recordar los muchos errores cometidos en Jerusal�n cuando fue destruido; y una invocaci�n m�s temprana a Dios de que �l recordar�a esos errores por igual en relaci�n con Edom y Babilonia, y tratar�a a los malhechores como se merec�an. Parece m�s probable que el salmo se haya compuesto poco despu�s del regreso de Babilonia, y antes de que se terminara el templo, mientras que las ruinas de la ciudad causadas por los edomitas y los babilonios eran visibles en todas partes. El recuerdo combinado de los insultos en Babilonia, y del mal hecho a la ciudad en su captura, anima al poeta y llena su mente con esta profunda y ardiente indignaci�n.

Versículo 1

Por los r�os de Babilonia - Las corrientes, los cursos de agua, los riachuelos. Correctamente solo flu�a un r�o a trav�s de Babilonia: el �ufrates; pero la ciudad estaba regada, como ahora lo est� Damasco, por medio de canales o cursos de agua cortados del r�o principal, y transportando el agua a diferentes partes de la ciudad. Para una descripci�n de Babylon, vea las notas introductorias a Isa�as 13. Si la referencia aqu� es a Babilonia propiamente dicha, o la ciudad, la alusi�n ser�a al �ufrates que fluye a trav�s de ella; si a Babilonia, la alusi�n ser�a al �ufrates y los otros r�os que riegan el pa�s, como el Tigris, los Chaboras y los Ulai. Como es muy probable que los hebreos cautivos no estuvieran dispersos por el imperio, sino que se concentraran en uno o pocos lugares, quiz�s no sea inapropiado entender esto de Babilonia.

All� nos sentamos - All� est�bamos sentados. Quiz�s una peque�a compa��a de amigos; tal vez aquellos reunidos para adorar; tal vez aquellos que se unieron en alguna ocasi�n especial; o, tal vez, una representaci�n po�tica de la condici�n general de los cautivos hebreos, como sentarse y meditar sobre las desolaciones de su tierra natal.

S�, lloramos - Nos sentamos all�; nosotros meditamos lloramos Nuestras emociones nos dominaron y derramamos l�grimas. Entonces, ahora hay un lugar en Jerusal�n, en la esquina suroeste del �rea sobre la cual se construy� el templo, donde los jud�os recurren en ocasiones determinadas para llorar sobre las ruinas de su ciudad y naci�n.

Cuando recordamos a Sion - Cuando pensamos en nuestra tierra natal; su antigua gloria; los errores que se le hicieron; las desolaciones all�; cuando pensamos en el templo en ruinas y en nuestras casas devastadas; cuando pensamos en los d�as felices que hab�amos pasado all�, y cuando los comparamos con nuestra condici�n ahora.

Versículo 2

Colgamos nuestras arpas sobre los sauces - Las arpas sol�an acompa�ar las canciones de alabanza y el servicio de Dios en el templo; las arpas con las que hab�an tratado de enga�ar a sus horas de cansancio y consolar a sus esp�ritus tristes en su cautiverio. La palabra traducida �sauces� - ????? ? a?ra?biym - usada solo en plural, denota el sauce u mimbre, llamado as� por su blanco, hojas plateadas Gesenius, l�xico. Compare Isa�as 15:7. Es probable que aqu� se haga referencia al sauce llor�n, el sauce con largas ramas colgantes. Los �rboles en las tierras des�rticas surgen a lo largo de los cursos de los arroyos, y aparecen, en la amplia desolaci�n, como largas y ondulantes l�neas verdes dondequiera que los r�os se enrollen. Por lo tanto, el curso de una corriente puede estar marcado por la l�nea prolongada de serpenteante verde en el desierto hasta donde alcanza la vista. Se ha objetado la afirmaci�n aqu� de que el sauce no se encuentra ahora en las cercan�as de la antigua Babilonia, sino que la palma es el �nico �rbol que crece all�. Sin embargo, vi en 1852, en el Parque James en Londres, un sauce con una etiqueta que dec�a que hab�a sido tomado del sitio de la antigua Babilonia; y parece que no hay raz�n para dudar de la exactitud de la cuenta. El sauce puede ser menos abundante ahora que antes, como es el caso de la palma. �rbol en Palestina, pero no hay raz�n para dudar de que creci� all�. Sin embargo, todo lo que el salmo exigir�a necesariamente en una interpretaci�n justa ser�a que deber�a haber incluso un solo grupo de estos �rboles plantados all�, bajo los cuales una peque�a banda de exiliados podr�a haberse sentado cuando pronunciaron el lenguaje quejumbroso. de este salmo.

En medio del mismo - En medio de Babilonia; mostrando que esto se refer�a a la ciudad propiamente dicha. No pod�an cantar, tal era su pena, aunque ten�an sus arpas con ellos; y los colgaron, por lo tanto, en las ramas de los �rboles que los rodeaban; o, po�ticamente, eran tan tontos como si hubieran colgado all� sus arpas.

Versículo 3

Porque all� los que nos llevaron cautivos - Los babilonios.

Requerido de nosotros una canci�n - Nos pidi� una canci�n. La palabra no expresa la idea de compulsi�n o fuerza. Margen, como en hebreo, palabras de una canci�n. Quiz�s la idea es que no solo pidieron m�sica, sino que quisieron escuchar las palabras, las canciones mismas, en las que estaban acostumbrados a alabar a Dios. Esto puede haber sido una burla, y la solicitud puede haber sido una burla; o puede haber sido en serio, y sin deseo de reprocharlos o de aumentar sus penas. No debemos imputar malos motivos a otros donde no hay evidencia de que los haya, y donde la suposici�n de buenos motivos responder� igual de bien; y la expresi�n aqu� puede haber sido un deseo amable y natural de escuchar las canciones de estos extranjeros, canciones de las cuales podr�an haber escuchado mucho por informe; quiz�s canciones que les hab�an escuchado cantar cuando estaban en un estado mental menos abatido, y cuando trataban de consolarse con estas antiguas melod�as nacionales. Como la �nica raz�n asignada para no cumplir con esta solicitud fue que no pod�an "cantar la canci�n del Se�or en una tierra extra�a" Salmo 137:3, m�s bien se nos induce a inferir que no hubo un mal motivo, ninguna disposici�n burlarse de ellos y ridiculizarlos por la solicitud que se hizo.

Y los que nos desperdiciaron - Margen, nos pusieron en montones. La palabra hebrea significa atormentador; apropiadamente, alguien que extorsiona a los dem�s, o que los hace aullar, es decir, bajo opresi�n o mal. La Septuaginta y la Vulgata Latina lo traducen como "los que nos llevaron". La idea general es, aquellos bajo quienes estaban sufriendo; o, qui�n hab�a causado estas pruebas sobre ellos.

Requerido de nosotros alegr�a - literalmente, "Nuestros torturadores, alegr�a". La palabra hebrea significa alegr�a; y la sensaci�n es que les pidieron que dieran las indicaciones habituales de alegr�a y felicidad, es decir, una canci�n. El lenguaje significa: "An�mate; sea ??feliz; danos una de las hermosas canciones que estabas acostumbrado a cantar en tu propia tierra ". Puede, de hecho, haber sido una burla; Pero no hay pruebas de que as� fuera.

Diciendo, c�ntanos una de las canciones de Sion - Las canciones - los himnos sagrados - que estabas acostumbrado a cantar en adoraci�n en tu propia tierra.

Versículo 4

�C�mo debemos cantar la canci�n del Se�or? La canci�n dise�ada para celebrar su alabanza; es decir, apropiado para la adoraci�n a Yahweh.

En una tierra extra�a - Lejos de nuestro hogar; lejos del templo; exiliados cautivos: �c�mo podemos encontrar esp�ritu en tales circunstancias para cantar? �C�mo podemos hacer lo que ser�a indicativo de lo que no sentimos y no podemos sentir: alegr�a y felicidad! La idea no es que esos salmos o canciones se profanen al ser cantados all�, o que haya algo incorrecto en s� mismo al cantarlos, sino que ser�a incorrecto e incongruente cantarlos en sus circunstancias. Ser�a violentar sus propios sentimientos; sus sentimientos no les permitir�an hacerlo. Hay estados de �nimo cuando el lenguaje de la alegr�a es apropiado y natural; Hay estados donde el coraz�n est� tan triste que no puede cantar.

Versículo 5

Si te olvido, oh Jerusal�n - El significado aqu� es que cantar en tales circunstancias parecer�a implicar que se hab�an olvidado de Jerusal�n; que ignoraban sus penas y no les importaba que estuviera desolado. El recuerdo de sus calamidades presion� con fuerza sobre ellos, y no pudieron hacer nada que pareciera implicar que se hab�an olvidado de los sufrimientos que hab�an sobrevenido a su naci�n. Uno no se alegrar� cuando una esposa o un hijo mientan muriendo, o el d�a del funeral, o sobre la tumba de una madre. Una fiesta alegre y brillante, acompa�ada de m�sica, festejos, bailes, cuando un amigo acaba de ser enterrado, cuando las calamidades de la guerra est�n en el extranjero, cuando la peste se desata en una ciudad, sentimos que somos inoportunos, indecorosos, e incongruente. Entonces estos cautivos dijeron que ser�a si se alegraran mientras su templo estaba en ruinas; mientras su ciudad estaba desolada; mientras que su gente estaba cautiva en una tierra extranjera.

Deje que mi mano derecha olvide su astucia - Deje que mi mano derecha olvide su habilidad en la m�sica, toda su habilidad. Si ahora tocara el arpa, como indicativo de alegr�a, dejara que la mano que se emplear�a para barrer sus cuerdas se paralizara y fuera de poder. Deje que el castigo llegue donde parece ser merecido, en la mano que podr�a jugar en ese momento. Entonces Cranmer sostuvo la mano que hab�a sido empleada para firmar una retractaci�n de su fe en el fuego, hasta que se quem�, y cay� en llamas.

Versículo 6

Si no te recuerdo - Equivalente a, "Si te olvido". Si alguna vez no te recuerdo; si alguna vez actuar� como si te hubiera olvidado. Cantar en una tierra extra�a, entre aquellos que hab�an cometido tales errores en ti, que parec�an felices, alegres, alegres, felices, felices all�, se entender�a que implicaba que hab�a dejado de recordarte y no me importaba nada.

Deje que mi lengua se adhiera al paladar - Compare Ezequiel 3:26. D�jame ser incapaz de hablar; deja que mi lengua est� como estaba unida a la parte superior de la boca, para que no pueda usarse. Si lo utilizo con un prop�sito indigno, de cualquier manera que pueda inferirse que he dejado de recordar mi tierra natal y la ciudad de nuestras solemnidades, que mi lengua sea siempre in�til. Virgil suele emplear este lenguaje: Vox faucibus haesit.

Si prefiero no Jerusal�n - literalmente, "Si no hago ascender". Es decir, si no exalto a Jerusal�n en mi estimaci�n por encima de todo lo que me da placer; si no encuentro mi felicidad suprema en eso.

Por encima de mi alegr�a principal - Margen, como en hebreo, la cabeza de mi alegr�a. Lo principal que me da alegr�a; como la cabeza es el jefe, o es supremo sobre el cuerpo. Esto es expresivo de una gran verdad con respecto a la religi�n. Cualquier otra cosa, todo lo dem�s, se sacrificar� antes que eso. La felicidad que se encuentra en la religi�n es superior a la que se encuentra en cualquier otra fuente de disfrute, y se prefiere a todas las dem�s. Si hay que sacrificarlo, la alegr�a de la religi�n o el placer derivado de la sociedad, del mundo fr�volo, de la literatura, de la m�sica, del baile, de las obras de arte, ser� lo �ltimo y no lo primero. Hay otras fuentes de alegr�a que no son de ninguna manera inconsistentes con la religi�n: la alegr�a de la amistad; de la vida dom�stica; de b�squedas honorables de la estima de las personas. As� que de m�sica, artes, jardines, literatura, ciencia. Pero cuando uno interfiere con el otro, o es inconsistente con el otro, la alegr�a del mundo debe ser sacrificada por la alegr�a de la religi�n. Cuando la alegr�a de la religi�n se sacrifica por la alegr�a del mundo, demuestra que no hay verdadera piedad en el alma. La religi�n, si es que existe, siempre ser� suprema.

Versículo 7

Recuerda, oh Se�or, los hijos de Edom - Los Edomitas; La gente de Idumea. Sobre la situaci�n de Edom o Idumea, vea las notas introductorias a Isa�as 34.

En el d�a de Jerusal�n - En el d�a en que Jerusal�n ser� restaurada; en el d�a en que se imponga el castigo a las naciones que lo destruyeron; entonces, no olviden a los edomitas, que tomaron una parte tan grande y tan activa en su derrocamiento. Esto debe entenderse como un "recuerdo" continuo de Si�n; como un prop�sito para no "olvidar" Jerusal�n. El salmista, que representa los sentimientos de los cautivos en Babilonia, dice que, lejos de hacer cualquier cosa que implique un olvido de su tierra natal, como se podr�a entender que cantaban canciones alegres, har�an todo lo posible para llamar a Jerusal�n al recuerdo. . Recordar�an su antiguo esplendor; recordar�an sus desolaciones; ir�an m�s lejos, no olvidar�an a aquellos que hab�an tra�do estas calamidades sobre ella; los que m�s hab�an hecho por su derrocamiento. Como entre los m�s destacados, recordar�an especialmente los antiguos; enemigos de su naci�n, los edomitas, que hab�an estado entre los m�s activos en su destrucci�n y que se hab�an unido a los babilonios en la obra de ruina. Recordar�an todo esto; y rezaron a Dios para que �l tambi�n recordara la desolaci�n misma, y ??todos los actores en esa obra de desolaci�n.

Qui�n dijo - Lo que implica que hab�an sido asociados con los babilonios en la destrucci�n de la ciudad. Sobre la hostilidad de ese pueblo hacia los hebreos, y los fundamentos de su hostilidad, y sobre su agencia unida a los babilonios en la destrucci�n de Jerusal�n, y la venganza divina los amenaz� por ese motivo, ver, como arriba, la introducci�n a Isa�as 34.

Rase it, rase it - Margen, como en hebreo, desnudo. Es decir, despojarlo de todo (templo, casas, adornos, fuentes) y dejarlo como una roca desnuda y desnuda. Que no quede nada m�s que las rocas, los cimientos, sobre los que est� construido. En la historia de los edomitas, como se indic� en la introducci�n de Isa�as 34, hab�a abundantes hechos para demostrar que eran particularmente celosos y activos en la b�squeda de la destrucci�n de la ciudad odiada. Este verso y el siguiente constituyen una parte de los Salmos "imprecatorios"; de aquellos que parecen pedir venganza y manifestar un esp�ritu vengativo e implacable; la porci�n de los Salmos que ha sido considerada tan dif�cil de reconciliar con el esp�ritu perdonador ordenado en el evangelio. Sobre este tema, vea la Introducci�n general, Secci�n 6.

Versículo 8

Oh hija de Babilonia - Es decir, Babilonia misma; La ciudad de Babilonia. En la palabra "hija" como se usa as�, vea las notas en Isa�as 1:8.

Qui�n debe ser destruido - Ciertamente, debe ser destruido; de cuya destrucci�n hay profec�as fijas y absolutas. Vea las notas en Isa�as 13:19.

Feliz ser� el que te recompense como nos has servido - Margen, que te recompensa tu obra que nos hiciste. Literalmente, "Feliz ser� el que te pague la recompensa que nos has recompensado". La idea es, qui�n te pagar� por tu trato con nosotros; o, como deber�amos decir en un lenguaje com�n, "�Qui�n te pagar�?" Es decir, se lo considerar� un hombre afortunado que se convierte en el instrumento para infligir un castigo merecido en una ciudad tan culpable y tan cruel. Adquirir� fama y honor al hacerlo; su nombre se dar� a conocer en el extranjero y se perpetuar� entre las personas. De hecho, el nombre de Ciro, que conquist� Babilonia, se encuentra entre los nombres de los conquistadores m�s famosos; y la manera en que tom� Babilonia y derroc� al gobierno y al reino, le ha otorgado un lugar eminente entre los pr�ncipes y conquistadores exitosos.

Versículo 9

Feliz ser� el que tome ... - Margen, como en hebreo, roca. Esto se refiere a lo que no era raro en la guerra antigua, como lo es ahora entre las tribus salvajes: la matanza indiscriminada de personas de todas las edades y de ambos sexos en la guerra. Se predijo expresamente de Babilonia que esto ocurrir�a (ver Isa�as 13:16, y las notas en ese lugar), y puede haber una referencia aqu� a esa predicci�n, y el salmista puede querer decir que el hombre se considerar�a feliz, o ser�a feliz, quien se veng� de Babilonia al llevar a cabo esa profec�a. La idea es: "Esto ciertamente ocurrir�, porque est� predicho, y feliz o afortunado ser� �l quien sea el instrumento para cumplirlo". Compare 2 Reyes 8:12; Nah�m 3:1; Oseas 13:16. Ver tambi�n Homero, II xxii. 63,373, siguiendo Es imposible conciliar tales costumbres b�rbaras con el �cono de la "guerra honorable", o con los principios de guerra que se llevan a cabo ahora entre las naciones "civilizadas".

Sin embargo, debe agregarse que todav�a hay mucho, mucho, que se practica en la guerra por las naciones "civilizadas", que es igualmente imposible de conciliar con cualquier noci�n justa de moralidad o humanidad, y que en las pr�ximas eras, y cuando la gente venga a ver las cosas correctamente, a la gente de aquellos tiempos les parecer� no menos monstruosa, extra�a y b�rbara. Con respecto a este pasaje, no debemos suponer necesariamente que el autor del salmo lo aprob�, lo dese� o rez� por �l. Esperaba el cumplimiento de una predicci�n; vio que un juicio justo y terrible ciertamente vendr�a sobre Babilonia; expres� eso en el lenguaje com�n de los tiempos, y establece la manera en que ocurrir�a; describi� los sentimientos, la satisfacci�n, de aquellos que ejecutar�an el prop�sito divino en el derrocamiento de Babilonia; se refiri� a la estimaci�n en la cual el conquistador ser�a retenido por la gente, y la gloria del logro como darle fama entre las personas.

Debe admitirse que los sentimientos del autor del salmo parecen estar de acuerdo con esto; que �l considera apropiado que la ciudad sea destruida; y que considera su derrocamiento como un juicio justo, y como algo que desear en la administraci�n divina. Es cierto que podr�a aprobar tal derrocamiento y ver que es correcto: podr�a describir los sentimientos de aquellos por quienes se har�a, su alegr�a, su j�bilo e incluso su barbarie, sin que �l mismo apruebe su barbarie. , o simpatizando con sus sentimientos, o participando de su esp�ritu; pero a�n as� no se puede negar con justicia que existe una aparente aprobaci�n del acto al que se hace referencia aqu�, que saborea m�s la imprecaci�n que el perd�n, y que aparentemente es impulsado m�s por el esp�ritu de venganza que por un deseo de castigo justo. Sobre este tema, sin embargo, vea la Introducci�n General, Secci�n 6 (4); y las notas en Salmo 109:1. Se puede hacer un registro correcto, ya sea de hechos o de sentimientos, sin ning�n dise�o de expresar aprobaci�n o desaprobaci�n por parte del historiador, el profeta o el poeta.

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Psalms 137". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/psalms-137.html. 1870.