Bible Commentaries
Zacarías 2

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

Versículo 1

Un hombre con una l�nea de medici�n en la mano - Probablemente el �ngel del Se�or, de quien Ezequiel tiene una visi�n similar. Jerome: "El que antes, cuando levant� los ojos, hab�a visto en los cuatro cuernos cosas tristes, ahora levanta de nuevo sus ojos para ver a un hombre, del cual est� escrito:" He aqu� un hombre cuyo nombre es la Rama " Zacar�as 6:12; de los cuales leemos arriba, "He aqu� un hombre montado en un caballo rojo, y �l se par� entre los �rboles de mirto, que estaban en el fondo" Zacar�as 1:8. De quien tambi�n el Padre dice; �l construy� Mi ciudad, "cuyo constructor y creador es Dios" Hebreos 11:1. Ezequiel tambi�n lo ve en una descripci�n como esta, "un hombre cuya apariencia era como la apariencia de lat�n" Ezequiel 40:3, es decir, "bru�ido y brillante como el fuego, con una l�nea de lino en su mano y una ca�a de medici�n � Ezequiel 1:7. La oficina tambi�n parece ser de autoridad, no para medir la longitud y amplitud reales de Jerusal�n, sino para establecer lo que deber�a ser (Cirilo), "para marcarla amplia y muy larga".

Versículo 3

El �ngel que habl� conmigo sali� - Probablemente para recibir la explicaci�n que le fue dada por Zacar�as; y otro �ngel, un �ngel superior, ya que �l le da una comisi�n, "sali� a su encuentro", siendo (parece probable) instruido por el �ngel del Se�or, quien estableci� las dimensiones futuras de la ciudad. La indefinici�n de la descripci�n, otro �ngel, implica que �l no era ni el �ngel del Se�or, ni (eran diferentes) Miguel, o el hombre con la l�nea de medici�n, sino un �ngel de rango intermedio, instruido por uno superior, instruyendo al inferior, quien ense�� inmediatamente a Zacar�as.

Versículo 4

Y le dijo: Corre, habla con este joven - El profeta mismo, quien deb�a informar a su pueblo lo que escuch�. Jerem�as dice: "Soy un joven" Jeremias 1:6; y, "el joven", "el joven profeta", llev� el mensaje prof�tico de Eliseo a Jeh�. "Juventud", com�n como nuestro t�rmino en ingl�s con respecto al hombre, es inaplicable y no se aplica a los �ngeles, que no tienen nuestras variaciones humanas de edad, pero existen, tal como fueron creados.

Jerusal�n estar� habitada como ciudades sin muros - O como aldeas (v�anse las notas en Habacuc 3:14), es decir, una poblaci�n no confinada y sin restricciones , extendi�ndose libremente, sin restricci�n de paredes, y (sigue) sin necesidad de ellas. Claramente, entonces no es una ciudad terrenal. Ser habitado como pueblos ser�a debilidad, no fuerza; Un peligro, no una bendici�n. La Jerusal�n terrenal, mientras permaneci� sin amurallar, estaba en continuo temor y debilidad. Dios lo puso en el coraz�n de su siervo para desear restaurarla; su muro fue construido, y luego prosper�. �l mismo le hab�a prometido a Daniel que "su calle ser� reconstruida y su muro, incluso en el pasado" Daniel 9:25. Nehem�as llor� 73 a�os despu�s de esto, 443 a. C., cuando se le dijo: �Los remanentes que quedan del cautiverio all� en la provincia est�n en gran aflicci�n y reproche: el muro de Jerusal�n tambi�n se derrumb�, y sus puertas est�n quemado con fuego � Nehem�as 1:3. �l le dijo a Artajerjes: "�Por qu� no deber�a estar triste mi semblante, cuando la ciudad, el lugar de las sepulehres de mis padres, se derrumba y sus puertas se consumen con fuego?" Nehem�as 2:3. Cuando Artajerjes le permiti� regresar, se dirigi� a los gobernantes de los jud�os: �Ustedes ven la angustia en la que nos encontramos, c�mo Jerusal�n se derrumba y sus puertas se queman con fuego; ven y construyamos el muro de Jerusal�n, para que no seamos m�s un reproche; y ellos dijeron: levant�monos y construyamos. Entonces fortalecieron sus manos para este buen trabajo � Nehem�as 2:17. Cuando �el muro estuvo terminado y nuestros enemigos escucharon, y los paganos que nos rodeaban lo vieron, fueron abatidos en sus propios ojos; porque percibieron que esta obra fue forjada por nuestro Dios � Nehem�as 6:15.

Esta profec�a luego mira directamente al tiempo de Cristo. Maravillosamente, representa la expansi�n gradual del reino de Cristo, sin l�mites ni l�mites, cuya protecci�n y gloria es Dios, y el car�cter de sus defensas. Deber�a "habitar como aldeas", expandi�ndose pac�ficamente y suavemente hacia la derecha y hacia la izquierda, a trav�s de su propio poder inherente de multiplicarse, como una ciudad, a la que no se asignaron l�mites, pero que deb�a llenar la tierra. Cirilo: �Para nosotros, Dios ha levantado una iglesia, esa ciudad verdaderamente santa y famosa, que Cristo fortifica, consume a los oponentes por poderes invisibles y la llena con su propia gloria, y por as� decirlo, en medio de aquellos que morar en ella. Porque lo prometi�; "He aqu� que estoy contigo siempre hasta el fin del mundo". Esta ciudad santa, Isa�as, mencion�: �Tus ojos ver�n Jerusal�n, una habitaci�n tranquila; un tabern�culo que no ser� derribado; nunca se quitar� ninguna de sus estacas, ni se romper� ninguno de sus cordones � Isa�as 33:2; y a ella le dijo: "ensancha el lugar de tu tienda y deja que extiendan las cortinas de tu habitaci�n; no sobra; alarga tus cuerdas y fortalece tus estacas. Porque romper�s en la mano derecha y en la izquierda � Isa�as 54:2. Porque la iglesia de Cristo se ensancha y se extiende sin l�mites, siempre recibiendo innumerables almas que lo adoran ". Rup .: ��Qu� rey o emperador podr�a hacer que los muros fueran tan amplios como para incluir al mundo entero? Sin embargo, sin esto, no podr�a rodear a esa Jerusal�n, la iglesia que se difunde por todo el mundo. Esta Jerusal�n, la parte peregrina de la Jerusal�n celestial, est�, en este mundo actual, habitada sin muros, sin estar contenida en lugares viles o en una sola naci�n. Pero en ese mundo, donde se elimina diariamente, por lo tanto, no puede haber, ni deber�a haber, ni hay ning�n muro alrededor, salvo el Se�or, que tambi�n es la gloria en medio de �l �.

Versículo 5

Y yo, yo mismo en mi propio ser, ser� para ella un muro de fuego - No solo protecci�n, un c�rculo interior a su alrededor, sin embargo, cerca de un enemigo podr�a presionar sobre ella, pero destructiva para sus enemigos. Isa�as dice: "Ninguna arma que se forme contra ti prosperar�, y condenar�s toda lengua que se levante en juicio contra ti" Isa�as 54:17. Su defensa, dice Isa�as, ser� irrelevante. �Tenemos una ciudad fuerte; la salvaci�n designar� Dios para muros y baluartes � Isa�as 26:1; �Llamar�s salvaci�n a tus muros y alabanzas a tus puertas� Isa�as 60:18). Por una figura diferente se dice: "Acampar� alrededor de mi casa debido al ej�rcito" Zacar�as 9:8.

Y la gloria estar� en medio de ella - Como dice Isa�as: "El Se�or ser� para ti una luz eterna, y tu Dios tu gloria" Isa�as 60:19; y de Cristo, "En ese d�a la Rama del Se�or ser� Belleza y Gloria - a los escapados de Israel" Isa�as 4:2.

Versículo 6

�Ho! �Ho! y huir - Siendo la seguridad y la gloria reservadas para el pueblo de Dios en Jerusal�n, el que as� lo hab�a provisto, el �ngel del Se�or, invita a su pueblo en todas partes para que vengan a �l, salv�ndose tambi�n del peligro que vendr�a sobre Babilonia. Entonces Isa�as les dijo: �Salid de Babilonia; huid de los caldeos con voz de canto; declara esto, dilo, dilo hasta el fin de la tierra; Decid: El Se�or redimi� a su siervo Jacob � Isa�as 48:2. �Partid, partid, salid de all�; no toques nada inmundo; sal de en medio de ella; sed limpios, que lleven los vasos del Se�or � Isa�as 52:11; y Jerem�as: �Huid de en medio de Babilonia, y entregad a cada uno su alma; no te cortes en su iniquidad, porque este es el momento de la venganza del Se�or. �l le dar� una recompensa �(Jeremias 51:6, agregue. Jeremias 50:8). �Pueblo m�o, sal de en medio de ella y lib�rale a cada uno su alma de la ira feroz del Se�or� Jeremias 51:45.

Las palabras, "huye, l�brate", implican un peligro inminente en Babilonia, como el que le sobrevino, dos a�os despu�s de esta profec�a, en el cuarto a�o de Dar�o. Pero la seriedad del mandato, su repetici�n por tres profetas, el contexto en Isa�as y Jerem�as, implica algo m�s que un peligro temporal, el peligro de la infecci�n de los modales de Babilonia, que pudo haber detenido all� a muchos que no regresaron. De donde en el Nuevo Testamento, se citan las palabras, en cuanto a la gran ciudad malvada del mundo; �Por lo tanto, sal de entre ellos y s� separado, y no toques lo inmundo, y yo te recibir� 2 Corintios 6:17; y bajo el nombre de Babilonia; "Escuch� otra voz del cielo que dec�a: Salid de ella, pueblo m�o, para que no se�is part�cipes de sus pecados, y no recib�is de sus plagas" Apocalipsis 18:4.

Porque te he extendido al extranjero como los cuatro vientos del cielo - El pa�s del norte, aunque su capital y centro era Babilonia, era todo el imperio babil�nico, llamado "el Norte �Jeremias 1:13; Jeremias 3:18; Jeremias 4:6; Jeremias 6:1, Jeremias 6:22; Jeremias 23:8 porque sus invasiones siempre llegaron a Israel desde el norte. Pero el libro de Esther muestra que, sesenta a�os despu�s de esto, los jud�os se dispersaron por las 127 provincias del imperio persa, desde India (el Punjab) hasta Etiop�a Ester 1:1; Ester 3:8, Ester 3:12; Ester 8:5, Ester 8:9, si fueron colocados a prop�sito por la pol�tica de los conquistadores en grupos separados, ya que las diez tribus estaban en las "ciudades de los medos" 2 Reyes 17:6, o si, cuando eran m�s confiables, migraron por su propia cuenta. Dios, al llamarlos a regresar, les recuerda la grandeza de su dispersi�n. Los hab�a dispersado en el extranjero como los cuatro vientos del cielo. �l, el mismo, los record�.

Versículo 7

Habita con la hija de Babilonia - El idioma inusual tal vez se elige como expresivo de la ternura de Dios, incluso para las personas que iban a ser destruidas, de las cuales Israel deb�a escapar.

Versículo 8

Despu�s de la gloria - Jonathan: "Que se promete traer sobre ti". Siendo esta la construcci�n habitual, las palabras implican un gran curso de la trata de Dios: primero mostrar favor a quienes recibir�n el favor, luego abandonar o castigar al resto; como, cuando las ocho almas fueron recibidas en el arca, vino el diluvio; Cuando Lot y los suyos hab�an escapado de Sodoma, el fuego descendi� del cielo; cuando Israel pas� el Mar Rojo, los ej�rcitos del fara�n se ahogaron; la elecci�n obtuvo lo que Israel buscaba, el resto qued� cegado. "La gloria" ser�a la gloria, de la cual Dios dice: "Yo ser� la gloria en medio de ti" Romanos 11:7.

Pero adem�s, el que habla es Dios Todopoderoso: �As� ha dicho el Se�or de los ej�rcitos, me ha enviado; Porque he aqu�, agito mi mano contra ellos, y sabr�is que el Se�or de los ej�rcitos me ha enviado. He aqu� que yo vengo y habito en medio de ti, dice el Se�or, y muchas naciones se unir�n al Se�or en ese d�a, y ser�n para m� un pueblo y yo habitar� en medio de ti, y sabr�s: que el Se�or de los ej�rcitos me ha enviado a ustedes �Zacar�as 2:8-1. En todas las series de promesas, el yo, de quien Israel deb�a saber que el Se�or de los ej�rcitos lo hab�a enviado, es el yo, que afirma de s� mismo lo que pertenece solo al Dios Todopoderoso, infligiendo castigo a los enemigos de Jud�, que mora en el Iglesia y pueblo, recibiendo al pagano como suyo; y es precisamente por todos estos actos de poder y amor, que Israel sabr� que el Se�or de los ej�rcitos lo hab�a enviado.

(Jer�nimo: �En lo que sigue, 'As� dice el Se�or de los ej�rcitos: Despu�s de la gloria, �l me ha enviado', etc., se introduce al Salvador hablando, quien, siendo Dios Todopoderoso, dice que fue enviado por el Padre Todopoderoso, no de acuerdo con lo que era Todopoderoso, pero de acuerdo con eso, despu�s de la gloria, fue enviado, "quien, en la forma de Dios, pens� que no era un robo ser igual a Dios, sino que se vaci� a s� mismo, tomando la forma de un siervo, y fue hecho obediente al Padre hasta la muerte, y eso, la muerte de la Cruz � Filipenses 2:6. Tampoco es de extra�ar que Cristo sea llamado Todopoderoso, en cuya Persona leemos en el Apocalipsis de John, "Estas cosas dicen los Testigos fieles: Yo soy Alfa y Omega, el principio y el fin, dice el Se�or, que fue y que es y que vendr�, el Todopoderoso" Apocalipsis 1:5, Apocalipsis 1:8, "a quien se le da todo el poder en el cielo y en la tierra" Mateo 28:18; y quien dice: "Todas las cosas del Padre son m�as" Juan 16:15. B ut si todas las cosas, es decir, Dios de Dios, Se�or de. Se�or, Luz de Luz, por lo tanto, tambi�n Todopoderoso de Todopoderoso; porque no puede ser, esa diversidad deber�a ser la gloria de aquellos cuya Naturaleza es Uno ".

Para el que toca - Para herir, t�, "toca la ni�a de sus ojos", es decir, del que lo envi�, Dios Todopoderoso. Entonces Jerome, Theodoret Otros, como Cyril, de su propio ojo, volvi�ndose al mal para s� mismo; pero la analog�a de los otros pasajes est� en contra), como en la canci�n de Mois�s: "Lo gui�, lo instruy�, lo mantuvo como la ni�a de sus ojos" Deuteronomio 32:1; y David reza: "Gu�rdame como la ni�a de los ojos" Salmo 17:8.

Versículo 9

Porque he aqu�, estrechar� mi mano contra ellos - Como Dios prometi� en la antig�edad contra los enemigos de su pueblo, y ser�n un bot�n para aquellos que les sirvieron habitualmente .

Y sabr�n que el Se�or de los ej�rcitos me ha enviado - Theodoret: �Fue enviado, no como Dios, sino como Hombre. Porque como Dios es igual al Padre. Porque �l dice: "Yo estoy en el Padre y el Padre en m�, y el Padre que mora en m� hace las obras" Juan 14:1 y "yo y mi padre somos uno" Juan 10:3, y "El que me ha visto a m�, ha visto al Padre" Juan 14:9. Pero �l es enviado, como hombre, cumpliendo la dispensaci�n por nosotros, sin disminuir la naturaleza divina. Entonces el profeta no solo insinu� la dualidad, sino la igualdad de las personas ".

Versículo 10

Canta y regoc�jate, hija de Sion - Es un gran jubileo de alegr�a, al que se invita a Sion. Tres veces al lado es invitada con esta misma palabra, y todo por la Presencia de Dios restaurada o renovada. �Llora en voz alta de alegr�a, est�ril que no has descubierto� Isa�as 54:1, como aqu�, en la llegada de los gentiles, "Llora en voz alta de alegr�a, hija de Si�n; j�bilo, oh Israel; Al�grate y al�grate de todo coraz�n, hija de Jerusal�n. el Se�or, el Rey de Israel, est� en medio de ti � Sofon�as 3:14. �Grita y llora de alegr�a, habitante de Sion; porque grande en medio de ti es el Santo de Israel � Isa�as 12:6. La fuente de la alegr�a es una nueva venida de Dios, una venida, mediante la cual �l debe morar permanentemente entre ellos: �realmente qu� es esto, sino la Encarnaci�n? Como John dice: "La Palabra se hizo carne y habit� entre nosotros" Juan 1:14; y, "He aqu� que el tabern�culo de Dios est� con los hombres, y �l morar� con ellos, y ellos ser�n su pueblo, y Dios mismo estar� con ellos y ser� su Dios" Apocalipsis 21:3.

Cirilo: �Por lo tanto, tambi�n puedes aprender cu�n grande es el tema de satisfacci�n de la Presencia del Salvador sobre la tierra. Entonces no pudo sino pedirle a la Si�n espiritual, "que es la Iglesia del Dios Viviente" 1 Timoteo 3:15, la multitud m�s sagrada de los salvados por la fe, llore en voz alta por alegr�a y alegr�a. Pero se anunci� que deb�a venir y estar en medio de ella. Para John nos dice: La Palabra "estaba en el mundo" Juan 1:1, y, siendo Dios, no fue separado de sus criaturas, sino que �l mismo fue la fuente de vida para todos los que viv�an y manten�an a todos cosas juntas para el bienestar y la vida; pero "el mundo no lo conoc�a" Juan 1:1: porque adoraba a la criatura. Pero �l vino entre nosotros, cuando, tomando nuestra semejanza, fue concebido por la santa Virgen, y "fue visto en la tierra y convers� con los hombres", y el divino David dice: "Nuestro Dios vendr� manifiestamente, y no guardar� silencio �Salmo 50:3. Entonces tambi�n hab�a un refugio para los gentiles. Por ahora ya no se ense�aba solo la raza de Israel, sino que toda la tierra estaba envalentonada con las predicaciones evang�licas, y en cada naci�n y pa�s "grande es Su Nombre".

Jer�nimo: �Esto tambi�n debe entenderse de la Persona del Se�or, que exhorta a su pueblo, siendo restaurado del cautiverio a su antigua morada, a alegrarse y alegrarse, porque el Se�or mismo viene y habita en medio de ella. , y muchas naciones creer�n en �l, de quien se dice: "P�deme y te dar� naciones por tu herencia, y los confines de la tierra por tu posesi�n" Salmo 2:8, y �l habitar� en medio de ellos, como les dice a sus disc�pulos: "He aqu�, yo estoy contigo siempre, hasta el fin del mundo" Mateo 28:2.

Versículo 11

Y muchas naciones se unir�n - uni�ndose a �l por una uni�n estrecha. Isa�as hab�a hablado as� de pros�litos solteros Isa�as 56:3; Jerem�as hab�a usado la palabra de la autoexhortaci�n de Israel despu�s del regreso de Babilonia; "Yendo y llorando", ir�n y buscar�n al Se�or su Dios, diciendo: "Vengan y un�monos al Se�or, en un pacto perpetuo que no ser� olvidado" Jeremias 50:4. Esta Zacar�as ahora predice de "muchas naciones". Los jud�os apenas estaban medio restaurados, un pu�ado. No hab�an hecho conversiones entre los paganos, pero la profec�a contin�a con su voz ininterrumpida, "muchas naciones se unir�n al Se�or".

Y ser� Mi pueblo - Literalmente, "s� para m� un pueblo". Esta es exactamente la historia de la iglesia cristiana, la unidad en medio de la diversidad; muchas naciones a�n conservan su existencia nacional, pero son propiedad de Dios como un solo pueblo y los suyos. Las palabras son aquellas en las que Dios adopt� a Israel en Egipto; �Te llevar� a m� por un pueblo, y ser� tu Dios� �xodo 6:7. Este fue el pacto con ellos, "que deb�as hacer pacto con el Se�or tu Dios, para que �l te establezca hoy como un pueblo para S� mismo, y para que �l sea para ti un Dios" ( Deuteronomio 29:12, agregue Lev�tico 26:12; Deu 27: 9 ; 1 Samuel 12:22; 2 Samuel 7:23; 2 Reyes 11:17; 1Ch 17:22 ; 2 Cr�nicas 23:16; Jeremias 7:23; Jeremias 11:4) . Lo contrario era el t�tulo del pagano, "no un pueblo; con quien Dios dijo, mover� a Israel a los celos � Deuteronomio 32:21. La cercan�a de la uni�n que Jerem�as expresa; "Como la faja se adhiere a los lomos de un hombre, as� me he hecho unirme a m� toda la casa de Israel y toda la casa de Jud�, dice el Se�or, para que puedan ser para m� por un pueblo y por un nombre y para alabanza y gloria �Jeremias 13:11. Este fue el objeto de la existencia de Israel; a esto deb�a ser restaurado Jeremias 24:7; Jeremias 30:22; Jeremias 31:1; Jeremias 32:38 por conversi�n Ezequiel 11:2; Ezequiel 14:11; Ezequiel 36:28; Ezequiel 37:23, Ezequiel 37:27; Zacar�as 8:8; a este privilegio especial de Israel "muchas naciones" deb�an ser admitidas; sin embargo, no para estar separado de Israel, porque �l agrega, "y habitar� en medio de ti", Jud�. Dios morar�a en su Iglesia, formada por Israel y los gentiles, sin embargo, para que los gentiles fueran injertados en Israel, convirti�ndose en uno con ellos.

Versículo 12

Y el Se�or heredar� a Jud� Su porci�n - La herencia del Se�or es el t�tulo que Dios com�nmente le dio a Israel ( Deuteronomio 4:2; Deuteronomio 9:26, Deuteronomio 9:29; 1 Samuel 26:19; 2Sa 14:16 ; 2 Samuel 20:19; 2 Samuel 21:3; 1 Reyes 8:51; Salmo 28:9; Salmo 33:12; Salmo 68:1; Salmo 78:62, Salmo 78:71; Salmo 119:1; Salmo 106:4, Joel 2:17; Joel 3:2 , (Hebreo) Isa�as 19:25; Isa�as 47:6; Jeremias 12:7; Jeremias 50:11). Se dice que Dios es la porci�n de Israel Jeremias 10:16; Jeremias 51:19; de los piadosos Salmo 16:5; Salmo 73:26; Salmo 119:57; Salmo 142:6; Lamentaciones 3:24; una vez solo al lado, se dice que Israel es la porci�n de Dios Deuteronomio 32:9; solo una vez se dice que Dios hereda Israel: "Perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y ll�vanos por tu herencia" �xodo 34:9. Zacar�as une los dos modismos raros.

En la tierra santa - La tierra es nuevamente santificada por Dios y santificada por Su Presencia. Entonces, llama al lugar donde se revel� a Mois�s, "tierra santa" �xodo 3:5. Entonces se dice, "el lugar santo" Lev�tico 10:17; Lev�tico 14:13, "la casa santa" 1 Cr�nicas 29:3, "el arca sagrada" 2 Cr�nicas 35:3, "la ciudad santa" Nehem�as 11:1 , Nehem�as 11:18; Isa�as 48:2; Isa�as 52:1, "la monta�a sagrada" Isa�as 27:13; Jeremias 31:23; Zacar�as 8:3, "el pueblo santo" Isa�as 62:12, "las c�maras santas" ( Ezequiel 42:13 todos), o, con referencia a su relaci�n con Dios, que los consagra, "Mi monta�a sagrada" Salmo 2:6; Isa�as 11:9; Isa�as 56:7; Isa�as 57:13; Isa�as 65:11, Isa�as 65:25; Isa�as 66:2; Ezequiel 20:4; Joel 2:1; Joel 3:17; Abd�as 1:16. Sofon�as 3:11, "Tu santa habitaci�n" �xodo 15:13, "Tu santa morada" ( Deuteronomio 26:15. "Su santa hab." Salmo 68:6; Jeremias 25:3; Zec 2: 1-13 : 17) "tu santo templo" (Salmo 5:8; Salmo 79:1; Salmo 138:2; Jon�s 2:5, Jon�s 2:8, "Su templo sagrado", Miqueas 1:2 ; Habacuc 2:2), "Tu monta�a sagrada" (Salmo 15:1; Salmo 43:3; Daniel 9:16. "Su colina sagrada" Salmo 3:5; Salmo 48:2; Salmo 99:9), "Tu santo or�culo" Salmo 28:2, "Tu ciudad santa" Daniel 9:24, "ciudades" Isa�as 64:9, "Su lugar santo" Salmo 24:1:, "Su frontera sagrada". Salmo 78:54. No es una expresi�n t�cnica, ya que la gente ahora por una especie de esfuerzo habla de "la tierra santa". Todo lo que tiene referencia a Dios es santo. La tierra es santa, no por ning�n m�rito suyo, sino porque Dios fue adorado all�, estuvo especialmente presente all�. Fue una anticipaci�n y un tipo de "Tu santa Iglesia en todo el mundo te reconoce". Esta tierra que sus padres hab�an "contaminado con sangre" Salmo 106:38; Dios dice: "contaminaron Mi tierra" Jeremias 2:7; Jeremias 3:9; Jeremias 16:18; Ezequiel la llam� eminentemente, "la tierra que no est� limpia" Ezequiel 22:24. Ahora Dios dijo: "Eliminar� la iniquidad de la tierra" Zacar�as 3:9, y ella fue nuevamente una tierra santa, como lo santific�.

No es una mera conversi�n de lo pagano, sino, como Isa�as Isa�as 2:3 y Micah Miqueas 4:2 predijeron; una conversi�n, de la cual Jerusal�n deber�a ser el centro, como nuestro Se�or explic� a los Ap�stoles despu�s de su resurrecci�n, "que el arrepentimiento y la remisi�n de los pecados deben ser predicados en su nombre entre todas las naciones, comenzando en Jerusal�n" Lucas 24:47.

Versículo 13

Silencio - Literalmente, "silencia toda carne, delante del Se�or" (ver en Habacuc 2:2, p. 207); hombre en su debilidad G�nesis 6:3; 2 Cr�nicas 32:8; Job 10:4; Salmo 56:4; Salmo 78:39; Isa�as 31:3; Jeremias 17:5, "carne y sangre" en el lenguaje del Nuevo Testamento Mateo 16:17; 1 Corintios 15:5; G�latas 1:16, ante Dios su Hacedor. "Toda carne", toda la raza humana G�nesis 6:12; Salmo 65:3; Salmo 145:21; Isa�as 40:5; Isa�as 49:26; Isa�as 66:23; Joel 3:1; Ezequiel 21:4, Ezequiel 21:9-1, debe ser silenciado ante Dios, porque sus juicios, como sus misericordias, son sobre todo.

Porque Dios surge - Dios parece estar inactivo, por as� decirlo, cuando �l est� con nosotros; surgir, cuando �l ejerce su poder, ya sea por nosotros, cuando oramos, "Se�or, despierta para ayudarme" (Salmo 59:4, agrega Salmo 7:7; Salmo 44:24); o en disgusto. Su "habitaci�n sagrada" es similar al tabern�culo 1 Samuel 2:29, 1 Samuel 2:32; Salmo 26:9; Salmo 68:6, templo 2 Cr�nicas 36:15, cielo Deuteronomio 26:15; Jeremias 25:3; 2 Cr�nicas 30:27, ya que su presencia est� en todos.

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Zechariah 2". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/zechariah-2.html. 1870.