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Zacarías 9

Notas de Barnes sobre toda la BibliaNotas de Barnes

Versículo 1

La carga - o de la palabra del Se�or en (o sobre) la tierra de Hadrach El primer plano de esta profec�a es el curso de las Victorias de Alejandro, que dio vueltas alrededor de la tierra santa sin da�arla, y termin� en el derrocamiento del imperio persa. La rendici�n de Damasco sigui� primero, inmediatamente despu�s de su gran victoria en el Issus; entonces Sid�n se rindi� y recibi� su gobernante del conquistador, Tiro que destruy� por completo; Gaza, sabemos, pereci�; pas� inofensivo por Jerusal�n. Samaria, a su regreso de Egipto, lo castig�.

Ahora es seguro que hab�a una ciudad llamada Hadrach en el vecindario de Damasco y Hamat, aunque no se conoce su sitio exacto. "Primero se encontr� en las tabletas geogr�ficas entre las inscripciones asirias". "En el cat�logo de ciudades sirias, tributarias de N�nive, (de las cuales tenemos varias copias en un estado m�s o menos perfecto, y que var�an entre s�, tanto en disposici�n como en extensi�n) hay tres nombres, que se agrupan uniformemente y que leemos Manatsuah, Magida (Meguido) y Du'ar (Dor). Como estos nombres est�n asociados con los de Samaria, Damasco, Arpad, Hamath, Carchemish, Hadrach, Zobah, no cabe duda de la posici�n de las ciudades �. En el Canon asirio, Hadrach es el objeto de tres expediciones asirias, 9183 (a. C. 818), 9190 (811) y 9200 (801). El primero de estos sigue a uno contra Damasco, 9182 (817). En las guerras de Tiglat-pileser II. (el Tiglat-pileser de la Sagrada Escritura) ha sido descifrado dos veces;

(1) En la guerra a.c. 738, 737, despu�s de la menci�n de "se dividieron las ciudades a Saua, la monta�a que est� en el L�bano, la tierra de Bahalzephon a Ammana" (Amm�n), sigue a Hadrach; y posteriormente se mencionan como parte de la liga, "19 distritos de Hamath, y las ciudades que los rodeaban, que est�n al lado del mar del sol poniente".

(2) En su "Guerra en Palestina y Arabia", "la ciudad de Hadrach a la tierra de Saua", y otras seis ciudades se enumeran, como "las ciudades al lado del mar superior", que, dice, "pose�a , y seis de mis generales como gobernadores sobre ellos los design� ". Ninguna otra autoridad se acerca a estos tiempos. La autoridad m�s cercana es del siglo II despu�s de nuestro Se�or, 116 d.C. : "R. Jos�, nacido de una madre damascena, dijo: "respondiendo R. Yehudah ben Elai," llamo al cielo y a la tierra para que me den testimonio de que soy de Damasco y que hay un lugar llamado Hadrach ". Cirilo de Alejandr�a dice que "la tierra de Hadrach debe estar en alg�n lugar del este, y cerca de Emath (ahora Epifania de Antioqu�a) un poco m�s lejos que Damasco, la metr�poli de los fenicios y Palestina". Un escritor del siglo X dice que all� hab�a "una mezquita muy hermosa, llamada Mesjed-el-Khadra, y que la ciudad recibi� su nombre". La conjetura de que Hadrach podr�a ser el nombre de un rey o un �dolo, ahora probablemente ser� abandonada, y la idea, (que antes parec�a la m�s probable y que era muy antigua), de que era un nombre simb�lico, no tiene ning�n sentido. m�s.

Porque los profetas usan nombres simb�licos; pero luego son nombres que ellos mismos enmarcan. Micah selecciona de nuevo varios nombres de ciudades, ahora casi desconocidas y probablemente sin importancia, con el fin de dejar en claro a su gente alg�n significado relacionado con ellos, pero luego �l mismo lo conecta. No lo nombra (por as� decirlo), dej�ndolo para explicarse. El nombre Hadrach ser�a un nombre real, usado simb�licamente, sin nada en el contexto que demuestre que es un s�mbolo.

Las ciudades, sobre las cuales dice la carga o la profec�a pesada, no ten�an inter�s para Israel. Damasco ya no era un poder hostil; Hamath siempre hab�a sido pac�fico y estaba muy lejos; Tiro y Sid�n ahora no comerciaban con cautivos jud�os. Pero los jud�os sab�an por Daniel que el imperio, al que estaban sometidos, ser�a derrocado por Grecia Daniel 8:20. Cuando llegue ese ataque r�pido, ser�a un gran consuelo para ellos saber c�mo les ir�a. Fue un punto de inflexi�n en su historia y la historia del mundo entonces conocido. El profeta describe (ver m�s abajo en Zacar�as 9:8) el circuito, que el conquistador tomar�a alrededor de la tierra que Dios defendi�; c�mo la nube de tormenta rode� Judea, irrumpi� irresistiblemente sobre ciudades m�s poderosas que Jerusal�n, pero fue desviada de la ciudad santa "al ir y regresar", porque Dios acamp� alrededor de ella.

"La selecci�n de los lugares y de toda la l�nea de pa�s corresponde muy exactamente a la marcha de Alejandro despu�s de la batalla de Issus, cuando Damasco, que Darius hab�a elegido como el fuerte depositario de su riqueza, de mujeres persas de rango, oficiales confidenciales y enviados, fue traicionado, pero abri� sus puertas a su general, Parmenio. Zidon, una ciudad famosa por su antig�edad y sus fundadores, se rindi� libremente; Tire, aqu� especialmente marcado, fue tomado despu�s de un asedio de 7 meses; Gaza tambi�n resisti� durante 5 meses, fue tomada y, como se dec�a, "arrancada".

Y Damasco ser� el resto del mismo - El juicio de Dios cay� primero sobre Damasco. Pero la palabra "lugar de descanso" se usa com�nmente como descanso tranquilo y pac�fico, especialmente como lo dio Dios a Israel; del arca, la se�al de la Presencia de Dios, despu�s de sus m�ltiples mudanzas, y de la gloriosa morada del Cristo entre las personas. El profeta parece haber escogido a prop�sito una palabra de gran significado, que deber�a expresar de inmediato (como lo hab�a hecho antes) Zacar�as 6:8, que la palabra de Dios deber�a caer pesadamente sobre Damasco y, sin embargo, ser su descanso. sitio. Por lo tanto, alrededor del tiempo de nuestro Se�or, los jud�os interpretaron esto de la venida del Mes�as, que �Jerusal�n deber�a llegar a las puertas de Damasco. Ya que Damasco ser� el lugar de su descanso, pero el lugar de su descanso es solo la casa del santuario, como se dice: �Este es mi descanso para siempre; aqu� habitar� ". Otro agreg�: "Todos los profetas y todos profetizaron, excepto los a�os de redenci�n y los d�as del Mes�as". Damasco, en la conversi�n de Pablo, se convirti� en el primer lugar de descanso de la palabra de Dios, las primicias de los gentiles que el ap�stol de los gentiles reuni� de este a oeste en todo el mundo.

Cuando (o para) los ojos del hombre - As (literalmente, y eso es, especialmente m�s all� de otros) "de todas las tribus de Israel, ser� hacia el Se�or." Esto tambi�n implica una conversi�n de gentiles, as� como de jud�os. Para el hombre, en contraste con Israel, debe ser el mundo pagano, la humanidad. �Los ojos de todos deben mirar adorando a Dios, esperando todo lo bueno de �l, porque el Creador de todos provey� el bienestar de todos, como dice el Ap�stol,� �Es �l solo el Dios de los jud�os? �No es �l tambi�n de los gentiles? S�, de los gentiles tambi�n � Romanos 3:29. El tiempo de Dios para liberar a su pueblo es cuando le rezan. Entonces Josafat or�: �Oh Dios nuestro, �no los juzgar�s? Porque no tenemos fuerzas contra esta gran compa��a, que viene contra nosotros, y no sabemos lo que haremos; pero nuestros ojos est�n en Ti � 2 Cr�nicas 20:12; y el salmista dice: �Los ojos de todos esperan hacia ti; y "hacia los que le temen". Salmo 33:18, o en el Caldeo de Ezra, "El ojo de su Dios estaba sobre los ancianos de los jud�os" Esdras 5:5, o, "los ojos del Se�or tu Dios est�n sobre it �(la tierra), Deuteronomio 11:12; pero no hay una construcci�n como "el Se�or tiene un ojo en (obj.) el hombre" (como 70: Jonathan, Syr.) Los pasajes, "cuyos ojos est�n abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar, etc. " Jeremias 32:19, "sus ojos contemplan las naciones", son completamente diferentes. "El ojo de" debe interpretarse como "su propio ojo".) "Como los ojos de los sirvientes est�n a la mano de sus amos, agreguen como los ojos de una doncella a la mano de su amante, as� que nuestros ojos est�n a Jehov� nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros ".

"Porque en esos d�as", dice un jud�o, que representa la interpretaci�n tradicional, (Rashi), el hombre mirar� a su Creador, y sus ojos mirar�n al Bendito, como se dijo anteriormente, iremos con usted, y se unir�n, ellos y sus ciudades, a las ciudades de Israel ". Y otro; (Kimchi), �En aquellos d�as los ojos de toda la humanidad ser�n para el Se�or, no para los �dolos o las im�genes; por lo tanto, la tierra de Hadrach y Damasco, y los otros lugares cercanos a la tierra de Israel, ser�n incluidos entre las ciudades de Jud�, y estar�n en la fe de Israel ".

Versículo 2

Y Hamath tambi�n bordear� de ese modo - o. Cerca de �l en su lugar y car�cter, compartir� su subdual. Despu�s de la traici�n de Damasco, Parmenio se estableci� sobre toda Siria. "Los sirios, a�n no domesticados por las p�rdidas de la guerra, despreciaban el nuevo imperio, pero, sometidos r�pidamente, hicieron obedientemente lo que se les orden�".

Y Zidon - Zidon, aunque probablemente sea m�s viejo que Tiro, aqu� se habla entre par�ntesis, como subordinado. Quiz�s, debido a su situaci�n, era un lugar rico, m�s que fuerte. Su nombre es "pueblo pesquero"; en Joshua, se llama "el gran" Josu� 11:8; Josu� 19:28, quiz�s la metr�poli; mientras que Tire se nombra por su fuerza Josu� 19:29. Infect� a Israel con su idolatr�a Jueces 10:6, y se menciona entre las naciones que los oprimieron y de quienes Dios los entreg� en sus oraciones Jueces 10:12, probablemente bajo Jabin. En el tiempo de los jueces, se buscaba protecci�n, no a Tiro, Jueces 18:7, Jueces 18:28. En los tiempos de Ezequiel se hab�a subordinado, proporcionando "remeros" Ezequiel 27:8 a Tiro; pero Esarhaddon, unos 80 a�os antes, se jacta de haberlo tomado, destruir a sus habitantes y volver a poblarlo con gente del este, construyendo una nueva ciudad a la que llam� por su propio nombre. Nebucodonosor tambi�n se hab�a llevado a Tiro. En la restauraci�n del cautiverio, Sidon tuvo el primer lugar, Esdras 3:7, que retuvo en el tiempo de Jerjes. Pero Artajerjes Ochus se apoder� de ella por traici�n, cuando toda Fenicia se rebel� de Persia y, adem�s de los crucificados, 40,000 de sus habitantes perecieron por sus propias manos, veinte a�os antes de la invasi�n de Alejandro, a quien se someti� voluntariamente.

El profeta que nombr� a Tiro y Zid�n juntos, pero contin�a en cuanto a Tiro solo, ya que estaba solo de cuenta en los d�as de los que habla, los de Alejandro.

Aunque - M�s bien, "porque ella es muy sabia". La propia sabidur�a del hombre es su necedad y destrucci�n, "como la necedad de Dios" es su sabidur�a y salvaci�n. Dios "toma a los sabios en su propia astucia" Job 5:13. �Porque despu�s de eso, en la sabidur�a de Dios, el mundo por sabidur�a no conoci� a Dios, agrad� a Dios por la necedad de la predicaci�n para salvar a los que creen� 1 Corintios 1:21. De los Hagarenes se dice que "buscan la sabidur�a en la tierra; ninguno de estos conoce el camino de la sabidur�a, ni recuerda sus caminos �(Baruc 3:23). La sabidur�a de Tiro era la fuente de su orgullo, y tambi�n de su destrucci�n. �Porque tu coraz�n est� enaltecido, y has dicho: Yo soy un dios, me siento en el asiento de Dios, en medio de los mares; sin embargo, eres un hombre y no Dios, aunque has puesto tu coraz�n como el coraz�n de Dios; he aqu�, t� eres m�s sabio, Daniel, no hay ning�n secreto que puedan esconderte. Por lo tanto, traer� extra�os sobre ti; ellos te llevar�n al abismo � Ezequiel 28:2, Ezequiel 28:8. As� que Edom Abd�as dice: �El orgullo de tu coraz�n te ha enga�ado, t� que moras en las hendiduras de la roca. �No destruir� a los sabios de Edom, y al entendimiento del monte de Esa�? Abd�as 1:3, Abd�as 1:8.

Versículo 3

Y Tiro se construy� una fortaleza - Ella lo construy� para s� misma, no para Dios, y confi� en �l, no en Dios, por lo que su fuerza le trajo el mayor ca�da Las palabras en hebreo expresan a�n m�s. "Tiro" (Zor) literalmente, "la roca", "se construy� mazor, torre", un fuerte parecido a una roca, por as� decirlo, una roca al exceder la fuerza, uni�ndola. . "Las paredes, de 150 pies de alto y de anchura proporcional, compactadas de piedras grandes, incrustadas en yeso", parec�an desafiar a un enemigo que solo pod�a acercarse a ella por mar. "Para hacer el muro dos veces m�s fuerte, construyeron un segundo muro de diez codos de ancho, dejando un espacio entre cinco codos, que llenaron de piedras y tierra". Sin embargo, los muros altos no se cierran solo; tambi�n se encerran. Mazor es a la vez "una fortaleza" y "un asedio". La riqueza y la fuerza, sin Dios, no hacen m�s que invitar y amargar al spoiler y al conquistador.

Y ella amonton� plata como polvo, y oro fino como lodo de las calles - " Aunque �l amonton� plata como polvo", dice Job, " El Rey � Job 27:16, Salom�n," hizo plata en Jerusal�n como piedras " 2 Cr�nicas 9:27. A trav�s de su comercio m�ltiple, ella reuni� para s� riqueza, tan abundante como el lodo y el polvo, y tan in�til. "El oro y la plata", dijo un pagano, "no son m�s que tierra roja y blanca". Su fuerza era su destrucci�n. Tiro decidi� resistir a Alejandro, "confiando en la fuerza de la isla y las tiendas que hab�an guardado", la fuerza dentro y fuera, de lo que habla el profeta.

Versículo 4

He aqu� - Tales fueron los preparativos de Tiro. Frente a ellos, por as� decirlo, el profeta pone ante nuestros ojos los consejos de Dios. Theodoret: "Como se hab�an separado de la providencia de Dios, ahora deb�an experimentar su poder". "El Se�or la echar�", literalmente, la privar� de sus posesiones, le dar� un heredero de lo que hab�a acumulado, a saber: el enemigo; "Y �l herir� su poder o riqueza", de lo cual Ezequiel dice: "Con tu sabidur�a y con tu entendimiento te has hecho rico, y has conseguido oro y plata en tus tesoros: por la avaricia de tu sabidur�a y por tu tr�fico has aumentado tus riquezas, y tu coraz�n se ha enaltecido por tus riquezas � Ezequiel 28:4. Todo en lo que ella confiaba, y tambi�n la fortaleza misma, Dios golpear�a el mar. El mar era su confianza y jactancia. Ella dijo: "Soy un Dios; Me siento en el asiento de Dios, en medio de los mares � Ezequiel 28:2.

La escena de su orgullo deb�a ser la de su derrocamiento; Las olas, que la ce��an, deber�an enterrar sus ruinas y cubrir su sitio. Incluso en el mar, la mano de Dios deber�a encontrarla, golpearla en ella y en ella, para que ella pueda permanecer en ella. "Se burlaron del rey, como si se pensara que prevalecen contra Neptuno (el mar)". "Desprecian a este ej�rcito terrestre, confiando en el lugar, que habitan en una isla", era el mensaje de Alejandro, "pero pronto les mostrar� que habitan en un continente".

Todos los dispositivos se hab�an puesto en vigencia en su defensa: la versatilidad por la cual los habitantes de una isla, de unas 2 12 millas de circunferencia, manten�an a raya al vencedor de la batalla de Issus con recursos ilimitados, "ingenieros de Chipre y toda Fenicia "Y" una flota de 180 barcos de Chipre "atestigua la sabidur�a en la que el profeta dice que ella confiar�a. �Ella ya ten�a una gran cantidad de catapultas y otras m�quinas �tiles en un asedio, y prepar� f�cilmente muchas otras por los fabricantes de motores de guerra y todo tipo de art�fices que ten�a, y estos inventaron nuevos motores de todo tipo; para que todo el circuito de la ciudad se llenara de motores ". Buzos que deber�an aflojar el lunar; agarrar ganchos y redes para enredar a los asaltantes cercanos; metal fundido o arena calentada para penetrar entre las juntas de su armadura; bolsas de algas marinas para amortiguar los golpes de las m�quinas de maltratar; navegaba una nave para destruir las obras del enemigo, mientras sus marineros escapaban; flechas ardientes; Las ruedas puestas en continuo movimiento, para desviar los misiles contra ellos, dan testimonio de una inventiva incansable de defensa. Los fracasos temporales podr�an haber sacudido cualquier mente, excepto la de Alexander (de quien incluso se dice que dud� pero que no se atrevi�, al abandonar la empresa, perder el prestigio de la victoria. Sin embargo, todo termin� en la masacre de 6,000, 7,000 u 8,000 de ella hombres, la crucifixi�n de 2,000, la venta del resto, ya sea 13,000 o 30,000, a la esclavitud.Ninguno escap� excepto aquellos a quienes los sidonios secretaron en los vasos, con los cuales hab�an sido obligados a servir contra ella.

Y ella misma - Cuando su fuerza es derrocada, "ser� devorada por el fuego". : "Alexander, despu�s de haber matado a todos, salvo a los que huyeron a los templos, orden� que se incendiaran las casas".

Versículo 5

Ashkelon ver� y temer� - Las palabras expresan que ver y temer ser� como uno. El m�s poderoso y el m�s rico, Tiro, habiendo ca�do, las ciudades vecinas de Filistea que hab�an esperado que su poder fuera su estad�a, tendr�n miedo y verg�enza. Tiro, siendo una ciudad mercante, la ciudad madre de las ciudades de la costa africana y en Espa�a, su desolaci�n caus� m�s terror Isa�as 23:5.

Y el - (a) el rey perecer� de Gaza - es decir, no tendr� M�s reyes. Hab�a sido la pol�tica de los imperios mundiales tener reyes tributarios en los peque�os reinos que conquistaron, proporcionando as� su continua y tranquila sumisi�n a ellos mismos. El gobierno interno permaneci� como antes: la gente no sinti� diferencia, excepto en lo que respecta al pago del tributo. La pol�tica se expresa con el t�tulo de "rey de reyes", que llevaban sucesivamente. Senaquerib habla de los reyes de Ascalon, Ekron y Gaza.

Un contempor�neo de Alexander menciona que el rey de Gaza fue tra�do vivo a Alexander en su captura. La pol�tica de Alexander era esencialmente diferente de la de los monarcas mundiales antes que �l. Solo deseaban mantener un imperio lo m�s amplio posible, dejando a los reyes nativos, si pod�an; y solo, si estos fueran intratables, colocando sus propios lugartenientes. La pol�tica de Alexander era mezclar Oriente y Occidente en uno. . Estas peque�as soberan�as, tantos centros aislados de repulsi�n mutua, estaban esencialmente en desacuerdo con este plan, por lo que este resto de soberan�a de 1.500 a�os fue quitado por �l, cuando, despu�s de un asedio en el que �l mismo fue herido dos veces, tom� eso. Alejandro lo despobl� por completo y repol� la ciudad con extra�os.

Y Ashkelon no ser� habitado - Ashkelon cedi� de inmediato a Jonathan, cuando "acamp� contra �l" (1 Mac. 10:86), despu�s de haber tomado y "quemaron a Ashdod y las ciudades a su alrededor". En otra expedici�n de Jonathan, sus habitantes "lo encontraron honorablemente", mientras que "los de Gaza lo excluyeron" al principio (1 Macc. 11:60, 61). "Sim�n - pas� por el pa�s hasta Ascal�n, y las bodegas contiguas", sin resistencia, mientras que "se volvi� a Joppe y lo gan�" (1 Mac. 12:33). Puso jud�os en Gaza, pero de Ascalon no se dice nada. Las ruinas de una ciudad cristiana, construida en su sitio, "khirbet-Ascalon", se han descubierto recientemente en las colinas cerca de Tell Zakariyeh, y as�, un poco al sur de Timnath, una ciudad filistea en los d�as de Sans�n, de donde Sans�n fue a �l, para obtener los 30 cambios de vestimenta Jueces 14:19. Los comentaristas han asignado razones por las cuales Sans�n pudo haber llegado tan lejos como el Ascalon mar�timo, mientras que, de hecho, fue a una ciudad cercana.

Esa ciudad, en 536 d.C., ten�a su obispo. : "El sitio muestra los restos de una iglesia o convento cristiano primitivo:" como un gran dintel de piedra, parecido a la Cruz de Malta, yace en el suelo ". Probablemente fue destruido por la inundaci�n de la conquista musulmana. En 1163 a.d. Fue una ruina. La distancia de las ruinas del Ascalon Maiumas corresponde a la asignada por Benjamin de Tudela, que es el doble de la distancia de esa ciudad a Ashdod; pero como estaba en Beth Jibrin, debe haber estado no muy lejos del lugar donde se descubri� recientemente. El Ashkelon, que fue el lugar de nacimiento de Herodes y que embelleci�, debe haber sido la ciudad conocida junto al mar; ya que la distancia de Jerusal�n asignada por Josefo es demasiado grande para el viejo Ashkelon, y �l habla de ella como en el mar.

Versículo 6

Y un bastardo habitar� en Ashdod - o El "mamzer" fue uno nacido ilegalmente, ya sea fuera del matrimonio o en matrimonio prohibido o en adulterio. Aqu� es, probablemente, como nuestra "cr�a espuria"; si era as� mismo o a los ojos de los ashdoditas; de donde �l agrega.

Cortar� el orgullo de los filisteos - El orgullo sobrevivir�a a la ruina de su pa�s, la captura de sus ciudades, menos independencia. No sobrevivir�a a la p�rdida de su nacionalidad; porque ellos mismos no ser�an las mismas personas, orgullosas de su largo descenso y sus victorias sobre Israel. La ruptura de las nacionalidades, que era la pol�tica de Alejandro, fue un instrumento en manos de Dios para cortar su orgullo.

Versículo 7

Y sacar� su sangre de su boca - Las "abominaciones" son sacrificios de �dolos, las "sangres" tambi�n lo ser�n, la sangre se mezcl� con el vino de sacrificios, del cual David dice: "No ofrecer� sus ofrendas de sangre" Salmo 16:4; y Ezequiel une las ofensas, "Comer�s con la sangre, y alzar�s tus ojos hacia tus �dolos, y derramar�s sangre" Ezequiel 33:25.

Pero el que permanece - Mejor, "Y �l tambi�n" permanecer� en manos de nuestro Dios ". Tambi�n de los filisteos, como de Israel, "un remanente ser� salvo". Despu�s de esta visita, su idolatr�a deber�a cesar; Dios habla de la naci�n filistea como un solo hombre; �l le arrancar�a sus sacrificios de �dolos y sus placeres de �dolos; �l deber�a existir como una naci�n, pero como la de Dios.

Y �l ser� como gobernador en Jud� - Literalmente, "un capit�n de mil", se fusion� en Jud� como en un todo m�s grande, ya que cada tribu se dividi� en sus "miles", aunque �ntimamente mezclados, en una posici�n inferior, con el pueblo de Dios, ya que cada naci�n convertida se convirti� en un todo integral pero no separado en el pueblo de Dios.

Y Ekron como jebuseo - Ekron fue aparentemente la menos importante de las pocas ciudades filisteas restantes (ver en Joel 1:8, vol. 1) ; sin embargo, �l, como los de las naciones cananeas que no fueron destruidas ni huyeron, sino en la misma capital y centro de la adoraci�n de Israel, "habit� con los hijos de Benjam�n y Jud�" Josu� 15:63; Jueces 1:21, y fueron, como un tipo de conversi�n y absorci�n futura de los paganos, incorporados a Jud�.

Versículo 8

Y acampar� alrededor de mi casa - (por el bien de mi casa) debido al ej�rcito "Porque", se agrega en explicaci�n, "del que pasa por y del que vuelve �. Alejandro, que pas� con su ej�rcito, camino a Egipto, y "regres�", despu�s de haber fundado Alejandr�a.

Fue una marcha muy agitada; uno de los m�s agitados en la historia de la humanidad. La destrucci�n del imperio persa, para el cual se prepar�, fue en s� mismo de poco momento; El propio imperio de Alejandro fue muy breve. Como Daniel hab�a predicho, vino, arroj� a Persia "al suelo, se puso muy fuerte, y cuando estaba fuerte, se rompi� el gran cuerno" Daniel 8:7. Pero con la maravillosa percepci�n que lo caracterizaba, vio e impresion� a sus sucesores la dependencia del pueblo jud�o. Cuando lleg� a Judea, envi� al sumo sacerdote en busca de ayuda contra Tiro y por el tributo similar que sol�a pagarle a Dar�o, prometi�ndole que no se arrepentir�a de elegir la amistad de los macedonios. El sumo sacerdote se neg� en base al juramento, por el cual su pueblo fue atado con fidelidad al rey terrenal de reyes, a quien Alejandro lleg� a someter.

Alexander amenaz� con ense�ar a todos, a trav�s de su destino, a quien se deb�a la lealtad. Esto, despu�s de la conquista de Gaza, se prepar� para cumplir. Vino, vio, fue conquistado. Jaddua y su pueblo rezaron a Dios. Ense�ado por Dios en un sue�o para no temer, fue a encontrarse con el conquistador. Se abrieron las puertas de la ciudad. Marcharon, no un ej�rcito como el que se encontr� con los romanos, sino como le hab�an ense�ado, una multitud con vestimentas blancas, y los sacerdotes enfurecidos en sus vestiduras de lino fino. El sumo sacerdote, vestido de p�rpura y oro, llevaba en la cabeza la mitra, y en ella la placa de oro, en la que estaba escrito el nombre de Dios, avanz� solo, y el Conquistador, que se esperaba que diera a la ciudad para ser saqueado, y el sumo sacerdote para ser insultado y asesinado, bes� el nombre de Dios, reconociendo en el sacerdote a quien hab�a visto en un vestido similar en un sue�o, que le hab�a ordenado, al dudar, cruzar a Asia; para eso ir�a ante su ej�rcito y le entregar�a el imperio persa.

El resultado se relaciona con que Alexander prometi� permitir que los jud�os en Judea vivieran de acuerdo con sus propias leyes, remiti� el tributo de cada s�ptimo a�o, accedi� de antemano a los t�rminos que propondr�n los de Babilonia y los Medios, y que muchos jud�os se unieron a su ej�rcito, con la condici�n de que pudieran vivir bajo sus propias leyes.

El racionalismo, si bien sigue siendo as�, no puede admitir las profec�as de Daniel que el sumo sacerdote le mostr�, declarando que un griego deber�a destruir el imperio persa, que Alejandro interpret� correctamente de s� mismo. Pero los hechos permanecen; que el conquistador, que, sobre todo, dio paso a su ira, otorg� privilegios casi incre�bles a una naci�n que bajo los medos y los persas hab�a sido "la parte m�s despreciada de los esclavizados"; los hizo iguales en privilegios a sus propios macedonios, que apenas pod�an tolerar la absorci�n de los persas, aunque en condiciones inferiores, entre ellos.

El m�s despreciado de los esclavizados se convirti� en el m�s confiable de los confiables. Se convirtieron en una gran parte de la segunda y tercera ciudades conocidas del mundo. Se convirtieron en alejandrinos, antioquenos, efesios, sin dejar de ser jud�os. La ley ordenaba la fidelidad a los juramentos, y los que despreciaban su religi�n respetaban sus frutos.

Los sucesores inmediatos de Alejandro, Ptolomeo Lagi y Ant�oco Nicator, siguieron su pol�tica; Ptolomeo especialmente en el terreno de la lealtad mostrada a Darius; Nicator, como hab�a observado su fidelidad como soldados, que hab�an servido con �l; pero estaban tan inscritos en esta visita a Jerusal�n. Los reyes paganos multiplicaron, en su propio prop�sito, sujetos fieles a s� mismos; En el dise�o de Dios, prepararon en Asia y Egipto un diagrama de semillas para el Evangelio. El asentamiento de los jud�os en Alejandr�a form� el lenguaje del Evangelio; esa maravillosa combinaci�n de la profundidad del hebreo con la claridad y precisi�n del griego. En todas partes se sembr� la semilla de la dispensaci�n preparatoria, para ser fomentada, crecer y madurar con la cosecha del Evangelio.

Por ahora he visto con los ojos de Mine - Esta es la contraparte de lo que los salmistas y las personas piadosas a menudo rezan, "Despierta para ayudarme y contempla" Salmo 59:4; �Mira hacia abajo desde el cielo, contempla y visita esta vid� Salmo 80:14; Salmo 9:13; �Mira mi problema de parte de los que me odian� �Mira mi aflicci�n y mi problema; mira a mis enemigos, porque son muchos �Salmo 25:18; �Mira mi adversidad y lib�rame� Salmo 119:153; �Oh Se�or, mira mi aflicci�n� ( Lamentaciones 1:9, agrega 11; Lamentaciones 2:2); �He aqu�, Se�or, porque estoy angustiado� Lamentaciones 1:2; �Mira y mira mi reproche� Lamentaciones 5:1; �Abre tus ojos, oh Se�or, y mira� Isa�as 37:17; Daniel 9:18; �Mira al payaso desde el cielo y contempla la habitaci�n de tu santidad y gloria� Isa�as 63:15. Con Dios, la compasi�n es un atributo tan intr�nseco, que se lo representa mirando hacia otro lado, cuando no lo presenta. Con Dios, contemplar es ayudar.

Versículo 9

De la protecci�n, que Dios prometi� a su pueblo y a su casa, el profeta le pasa a aquel que siempre estuvo en sus pensamientos, y por el bien de qui�n se preservaron esa gente y el templo. Hab�a descrito al gran conquistador de este mundo, avanzando en su curso de victoria. En contraste con �l, ahora exhibe a su pueblo el car�cter y la procesi�n de su rey. "Al�grate mucho". No con la alegr�a de este mundo. Dios nunca exhorta al hombre a "regocijarse mucho" en las alegr�as fugaces de este mundo. �l nos permite alegrarnos, como ni�os, delante de �l; �l permite tal flotabilidad de coraz�n, si es inocente; pero no lo ordena. "Ahora" ordena a su pueblo que estalle en un jubileo de alegr�a: deb�an bailar y gritar de alegr�a de esp�ritu; �Despreciando la pobre exultaci�n de este mundo y exultando con esa alegr�a excedente� pero casta, que corresponde a la verdadera felicidad que traer� su Rey y Salvador. Rup .: "Esta palabra," enormemente ", significa que no debe haber medida alguna en su exultaci�n; porque la exultaci�n de los hijos del novio es muy diferente a la exaltaci�n de los hijos de este mundo ". Cyril: ��l se regocija en la espiritual Si�n, en la medida en que se elimin� el des�nimo. �Por qu� motivo de tristeza hay, cuando el pecado ha sido eliminado, la muerte pisoteada y la naturaleza humana llamada a la dignidad de la libertad, coronada con la gracia de la adopci�n e iluminada con el don celestial?

He aqu�, tu rey viene a ti - �l no dice "un rey", sino "� tu �rey"; tu rey, el tuyo, el largamente prometido, el largamente esperado; A aquel que, cuando ten�an sus propios reyes, que Dios les hab�a dado, se les hab�a prometido como "el" rey; �El gobernante justo entre los hombres� 2 Samuel 23:3, de la simiente de David; El que, por encima de todos los dem�s reyes, era "su" Rey y Salvador; cuyo reino deb�a absorber en s� mismo todos los reinos de la tierra; "El Rey de reyes, y Se�or de se�ores". Su rey iba a venir "a ella". �l era de una manera entonces "de ella" y "no de ella"; "De ella", ya que �l iba a ser "su rey", "no de ella", ya que �l deb�a "venir a ella". Como Hombre, �l naci� de ella: como Dios, la Palabra se hizo carne, "vino a" ella. "� A ti ", para manifestarse a ti; �Ser tuyo por comuni�n de la naturaleza� 1 Timoteo 3:16; �Como �l es tuyo, por el fervor del Esp�ritu Eterno y el don del Padre, para procurar tu bien� Hebreos 2:14. Nto De nosotros nace un Ni�o, a nosotros se nos da un Hijo � Isa�as 9:6". De esto, su entrada en Jerusal�n fue una imagen. �Pero c�mo deber�a venir? "�l vendr� a ti", dice un antiguo escrito jud�o, "para expiarte; �l vendr� a ti para levantarte; �l vendr� a ti, para levantarte a su templo, y abrazarte con un abrazo eterno �.

�l es justo y tiene salvaci�n - Justo o justo, y la Fuente de la justicia o la rectitud. Por lo que es, "eso" lo difunde. La justicia que Dios �es� y la justicia que Dios, hecho hombre, imparte, a menudo se mezclan en la Sagrada Escritura. Isa�as 45:21; Isa�as 53:11; Jeremias 23:5; Jeremias 33:15; Malaqu�as 4:2. Esta es tambi�n la fuente de la alegr�a extrema. Porque la venida de su rey en justicia ser�a, para el hombre pecador, una causa, no de alegr�a sino de temor. Esta fue la fuente del mensaje de alegr�a del �ngel; �Les traigo buenas noticias de gran alegr�a, que ser�n para toda la gente; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador � Lucas 2:10.

�l es solo - Dionisio: "Porque en la Naturaleza Divina, �l es la Fuente de toda santidad y justicia". �Como eres justo t� mismo, ordenas todas las cosas con rectitud. Porque tu poder es el principio de la justicia �. Seg�n la naturaleza que tom�, tambi�n fue el m�s justo; porque siempre busc� la gloria del Padre, y "no pec�, ni se hall� enga�o en su boca" 1 Pedro 2:22. En el camino tambi�n de la justicia, �l satisfizo a las personas, entreg�ndose por sus faltas al dolor de la muerte m�s amarga, para satisfacer el honor de la Divina Majestad, para que el pecado no quede impune. Por lo tanto, �l dice de s� mismo; �El que busca la gloria que lo envi�, lo mismo es cierto, y no hay injusticia en �l� Juan 7:18. De los cuales tambi�n Esteban dijo a los jud�os: �Tus padres los mataron, lo que mostr� antes de la venida del Justo, de los cuales ahora hab�is sido traidores y asesinos� Hechos 7:52.

La justicia es un atributo horrible de Dios. Es una gloria y perfecci�n de Su Ser, para el perfecto para contemplar y adorar. La misericordia, emitida en nuestra salvaci�n, es el atributo que nos atrae a los pecadores. Y esto yace en la promesa de que �l deber�a "acudir a ellos", sin embargo, la palabra ????? no?sha? se representar�. El significado de una profec�a como esta es segura, independiente de palabras simples. Todo el contexto implica que debe venir como un gobernante y un libertador, ya sea que la palabra ????? no?sha? signifique "dotado de salvaci�n" (mientras que las versiones antiguas lo expresaban, "Salvador "), O ya sea," guardado ". Porque como vino, no para s� mismo sino para nosotros, as�, en lo que se puede decir que se salv�, fue "salvo", no para s� mismo sino para nosotros. De nuestro Se�or, como Hombre, es, de la misma manera, dijo: "No dejar�s Su alma en el Infierno" Salmo 16:1, o "a quien Dios levant�, despu�s de haber desatado los dolores de la muerte, porque no era posible que �l fuera retenido de �l � Hechos 2:24.

Como hombre, resucit� de entre los muertos; como Dios, se levant� de entre los muertos, por nuestro bien, por quien muri�. Para nosotros, �l naci� un Salvador; para nosotros estaba dotado de salvaci�n; para nosotros, fue salvado de ser retenido de la muerte; de la misma manera que, de su naturaleza humana, el ap�stol dice: "Fue escuchado, en eso tem�a" Hebreos 5:7. Para nosotros, como pecadores, es m�s feliz o�r hablar del Salvador; pero el significado m�s literal de "salvado" tiene su propia comodidad: porque implica los sufrimientos, por los cuales se obtuvo esa salvaci�n, y por lo tanto contiene una pista de la ense�anza de Isa�as: "Fue tomado de la opresi�n y del juicio"; sobre el cual sigue el mismo amplio reinado, del cual David, en su imagen de la Pasi�n Salmo 22:27 e Isa�as Isa�as 53:10 profetizan. Osorio: "Este" salvado "no implica que obtuvo la salvaci�n para s� mismo de otra manera que para s� mismo. "Mi propio brazo", dice en Isa�as, "me trajo la salvaci�n" Isa�as 63:5. Pero su Hombre, �l obtuvo la salvaci�n de la Deidad interior. Porque cuando destruy� el poder de la muerte, cuando, resucitando de entre los muertos, ascendi� al cielo, cuando tom� sobre �l el reino eterno del cielo y la tierra, obtuvo la salvaci�n de la gloria del Padre, es decir, de los suyos. Divinidad, para impartirla a todos los Suyos. La palabra hebrea, de ninguna manera, disminuye la amplitud de su dignidad. Porque confesamos, que la Naturaleza Humana de Cristo tuvo esa gloria eterna a�adida de Su Naturaleza Divina, para que �l no solo se adorne con esos dones eternos, sino que se convierta en la causa de la salvaci�n eterna para todos los que lo obedecen. "

Bajo - La condici�n externa de la condici�n, es, por la gracia de Dios, el mejor promotor de lo interno. La palabra "humilde" expresa maravillosamente la uni�n de ambos; bajeza del estado exterior con humildad del alma. La palabra hebrea expresa la condici�n de uno, que est� postrado, abatido por la opresi�n, la aflicci�n, la desolaci�n, la pobreza, la persecuci�n, el duelo; pero solo si al mismo tiempo ten�a en �l el fruto de todo esto, en humildad mental, sumisi�n a Dios, piedad. As�, nuestro Se�or pronuncia la bendici�n de "los pobres" y "los pobres en esp�ritu", es decir, pobres en bienes, que tambi�n son pobres en alma. Pero en ning�n caso expresa la humildad de la mente sin la debilidad de la condici�n. Uno humilde, que no estaba afligido, nunca ser�a llamado as�. Luego, el profeta declara que su rey debe venir a ellos en mal estado, "herido, herido y afligido" Isa�as 53:4, y con la gracia especial de esa condici�n, mansedumbre, gentileza y humildad del alma; y nuestro Se�or nos dice: "Aprende de m�, porque soy manso y humilde de coraz�n" Mateo 11:29. Dionisio: "�l dice de s� mismo en el Evangelio:" Los zorros tienen agujeros y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene d�nde recostar la cabeza " Mateo 8:2. "Porque aunque era rico, se hizo pobre por nosotros, para que nosotros, a trav�s de su pobreza, pudi�ramos ser ricos" 2 Corintios 8:9 ".

Bajo y cabalgando sobre un asno - Los reyes de la tierra cabalgan en estado. Los d�as ya hab�an pasado, cuando los hijos de los jueces montaron en culos Jueces 10:4; Jueces 12:14. Incluso entonces, los m�s distinguidos montaron en culos "blancos" (es decir, roan) Jueces 5:1. La mula, como animal m�s alto, fue utilizada por David 1Ki 1:33 , 1 Reyes 1:38, 1 Reyes 1:44 y sus hijos 2 Samuel 13:29; 2 Samuel 18:9, mientras que los asnos fueron utilizados para su hogar 2 Samuel 16:2, y por Ziba, Shimei, Mephibosheth, Ahitophel, 2 Samuel 16:1; 2Sa 17:23 ; 2 Samuel 19:26; 1 Reyes 2:4, y, m�s tarde, por el viejo profeta de Betel 1Re 13:13 , 1 Reyes 13:23, 1 Reyes 13:27. David hab�a reservado caballos para 100 carros, 2 Samuel 8:4, despu�s de la derrota de los sirios, pero �l mismo no los us�. Absalom emple� "carros y caballos" 2 Samuel 15:1 como parte de su pompa, cuando se preparaba para desplazar a su padre; y Salom�n los multiplic� 1 Reyes 4:26; 1 Reyes 10:26; 2Ch 1:14 ; 2 Cr�nicas 9:25. �l habla de ello como una indignidad o rev�s; �He visto sirvientes sobre caballos y pr�ncipes caminando, como sirvientes, sobre la tierra� Eclesiast�s 10:7.

El entierro de un asno se convirti� en un proverbio para un final deshonrado Jeremias 22:19. No hay ninguna instancia en la que un rey cabalgara sobre un asno, salvo aquel cuyo reino no era de este mundo. La profec�a, entonces, fue enmarcada para preparar a los jud�os para esperar un rey profeta, no un rey de este mundo. Sus ojos estaban fijos en este pasaje. En el Talmud, en sus interpretaciones tradicionales y en sus libros m�sticos, se aferraron a estas palabras. La menci�n del asno, en otro lugar, les parec�a t�pico de este asno, en el cual su Mes�as deb�a cabalgar. "Si un hombre en un sue�o ve un asno", dice el Talmud, "ver� la salvaci�n". Es una instancia de profec�a que, humanamente hablando, un falso Mes�as podr�a haber cumplido, pero que, por su naturaleza, nadie cumplir�a, salvo el Verdadero. Porque "sus" mentes estaban puestas en la gloria terrenal y la grandeza mundana: habr�a sido inconsistente con las afirmaciones de uno, cuyo reino era de este mundo.

Pertenec�a al car�cter de �l, quien fue abofeteado, burlado, azotado, escupido, crucificado, muri� por nosotros y resucit�. Fue la humillaci�n divina, que en el prop�sito de Dios, deb�a ser compensada por el poder divino. En s� mismo, si estuviera aislado, hubiera sido poco significativo. El Esp�ritu Santo lo profetiz�, Jes�s lo cumpli�, para mostrar a los jud�os, de qu� naturaleza era su reino. De ah� el desaf�o; , �Miremos la profec�a, eso en palabras, y eso en acto. �Qu� es la profec�a? "He aqu�, tu rey viene a ti, manso, y sentado sobre un asno y sobre un potro". no conduciendo carros como otros reyes, no en pompa ni atendidos por guardias, sino mostrando aqu� tambi�n toda gentileza. Preg�ntale al jud�o entonces: �qu� rey, montado en un asno, vino a Jerusal�n? No pod�a nombrar a ninguno, salvo a este solo. Un antiguo escritor dice: "Los griegos tambi�n" (no solo los jud�os) "se reir�n de nosotros, diciendo que 'El Dios de los cristianos, que se llama Cristo, se sent� sobre un asno'". Probablemente la misma burla fue destinado por Sapor rey de Persia, que los jud�os se encontraron con igual orgullo.

La burla contin�a hasta ahora. : "No se te oculta, oh congregaci�n de cristianos, que" jinete sobre un asno "indica a Cristo". Los mahometanos se apropian del t�tulo de "jinete sobre un camello" a Mahoma, como el animal m�s grandioso. La burla de adorar al "que se sentaba en un asno" era de la misma clase que la de la adoraci�n del Crucificado; , "Uno muerto y crucificado, que no pudo salvarse a s� mismo"; �Un hombre crucificado�, �ese gran hombre� o (si les conven�a, por as� decirlo) �ese gran sofista que fue crucificado�, pero que ahora, por m�s de 1800 a�os, reina, �para todos, el Rey; a todos, el juez; a todos, Se�or y Dios ". "Cristo no solo cumpli� las profec�as o plant� las doctrinas de la verdad, sino que tambi�n orden� nuestra vida para nosotros, estableciendo para nosotros reglas de uso necesario y, por todos, corrigiendo nuestra vida". Incluso los jud�os, habiendo rechazado a nuestro Se�or, vieron esto. "No por la pobreza", dice uno, (Kimchi), "porque he aqu� que el mundo entero estar� en su poder, pero por la humildad cabalgar� sobre un asno; y adem�s para mostrar que Israel (es decir, el establecimiento de Su reino o Iglesia) no carecer� de caballo ni de carro: por lo tanto, se agrega: "Y cortar� el carro de Efra�n y el caballo de Jerusal�n". Y otro; ��l, es decir, tu verdadero rey David, vendr� a ti; y menciona sus cualidades de que ser� "justo y ????? no?sha?, en sus guerras; pero su salvaci�n no ser� de la fuerza de sus guerras, porque vendr� "humilde" y "cabalgando sobre un asno". �Y cabalgando sobre un asno�, esto no se debe a su deseo, sino para demostrar que la paz y la verdad estar�n en sus d�as; y por eso dice de inmediato: "Y cortar� el carro de Efra�n y el caballo de Jerusal�n". a saber, que tal ser� la paz y la quietud en el mundo, que en Efra�n (es decir, las tribus) y en Jerusal�n (es decir, el reino de Jud�) ya no "confiar�n" en el caballo y el jinete, sino "en el nombre de Dios." Y debido a que es la forma en que los pr�ncipes y jefes toman el ejemplo de la vida de sus reyes y hacen lo que ellos dicen, por lo tanto, dice que cuando el rey Mes�as cabalga sobre un asno y "no le agrada la fuerza de un caballo ", no habr� otro en Jerusal�n o en las tierras de las tribus, que tendr�n el placer de montar a caballo. Y por eso dice: "Y cortar� el carro de Efra�n y el caballo de Jerusal�n". y �l asigna la raz�n de esto, cuando dice: "Y la batalla se cortar� y hablar� paz entre las naciones", es decir, no habr� m�s guerra en el mundo, porque �l "hablar� paz a las naciones, y por la palabra de sus labios �l dispondr� paz para ellos ". Isa�as 26:12.

Y sobre un potro, el potro de un asno - La palabra traducida como "potro", como con nosotros, significa el animal joven, todav�a intacto. En el cumplimiento, nuestro Se�or orden� a sus disc�pulos que buscaran "un asno atado y un potro con ella, en el que nunca se sent� el hombre" Mateo 21:2; Marco 11:2; Lucas 19:3. El profeta predijo que cabalgar�a sobre ambos animales; Nuestro Se�or, al ordenar que se trajeran a ambos, mostr� que el profeta ten�a un significado especial al nombrar a ambos. Mateo relata que ambos fueron empleados. "Trajeron el asno y el potro, y se pusieron sus ropas, y lo pusieron sobre �l". El potro no entrenado, un ap�ndice de su madre, era un animal a�n m�s humilde. Pero como toda la acci�n fue una imagen de la humildad de nuestro Se�or y de la falta de terrenal de su reino, as�, sin duda, su cabalgar sobre los dos animales fue parte de esa imagen. No hab�a necesidad de dos animales para soportar a nuestro Se�or por esa corta distancia. Juan se da cuenta especialmente, "Estas cosas no entendieron a Sus disc�pulos al principio" Juan 12:16. El asno, un est�pido e ignorante est�pido e ignorante, era en s� mismo una imagen de un hombre no regenerado, un esclavo de sus pasiones y demonios, trabajando bajo la carga del pecado cada vez mayor. Pero, del hombre, el jud�o hab�a estado bajo el yugo y estaba quebrado; los gentiles eran el potro salvaje e ininterrumpido. Ambos deb�an ser sometidos a la obediencia a Cristo.

Versículo 10

Y cortar� el carro - El caballo es el s�mbolo del poder mundano, como el asno de la mansedumbre. �Algunos�, dice el salmista, �conf�an en los carros, y algunos en los caballos; pero recordaremos el nombre del Se�or nuestro Dios �Salmo 20:7. "Un caballo no es m�s que una cosa vana para salvar a un hombre" Salmo 33:17. �No se deleita en la fuerza de un caballo� Salmo 147:1). En casi ning�n lugar de la Sagrada Escritura se habla del caballo en relaci�n con el hombre, excepto como instrumento de guerra. Representa el poder humano, que debe ser consagrado al Se�or o destruido por �l (ver Miqueas 5:1). Como la "piedra, cortada sin manos" Daniel 2:34, se rompi� en pedazos y absorbi� en s� todos los reinos del mundo, as� que �l, cuyo Reino no deber�a ser de este mundo, deber�a reemplazar el poder humano . Su reino iba a comenzar eliminando, entre Sus seguidores, todo, por lo cual se establecen reinos humanos. Primero corta el carro y el caballo, no de sus enemigos, sino de su propio pueblo; Su pueblo, no como un gobierno civil, sino como el pueblo de Dios. Porque el profeta habla de ellos como Efra�n y Jud�, pero Efra�n ya no ten�a una existencia distinta.

Y hablar� paz al pagano - Como dice el Ap�stol: "Vino y predic� la paz a los que estaban lejos y a los que estaban cerca" Efesios 2:17. �l les hablar� como el que tiene poder para d�rselos, paz con Dios, paz en s� mismos, la reconciliaci�n de Dios y el hombre, y la remisi�n de sus pecados.

Osorio: �En su nacimiento, la hueste celestial anunci� la paz a los hombres; toda su doctrina tiene paz para su fin; Cuando su muerte estaba cerca, especialmente elogi� la paz a sus disc�pulos, esa paz que el mundo no conoce, que est� contenida en la tranquilidad de la mente, ardiendo celo por la caridad. Gracia divina. Esta misma paz la trajo a todos los que se reunieron en su imperio y gu�a, para que, emergiendo de las guerras intestinales y la obscena oscuridad, pudieran contemplar la luz de la libertad y, con toda sabidur�a, guardar la gracia de Dios ".

Y su dominio ser� de mar a mar - Los l�mites de la tierra prometida, en su mayor alcance, en el oeste, eran el mar Mediterr�neo; en el este, "el gran r�o", el �ufrates. El profeta describe su extensi�n, para abrazar al mundo entero, quitando, primero uno atado, luego el otro. "De mar a mar" es desde el Mediterr�neo hasta el extremo este, donde el oc�ano rodea el continente de Asia; "Desde el r�o hasta los confines de la tierra" es desde el �ufrates hasta el extremo oeste, abarcando toda Europa; y lo que sea que est� m�s all�, hasta los confines de la tierra, donde la tierra deja de estar. Es este mismo rey humilde y afligido, cuya entrada en Jerusal�n es sobre un animal despreciado, quien, por su sola voluntad, har� cesar la guerra, quien, por su mera palabra, dar� paz al pagano.

Versículo 11

En cuanto a ti tambi�n - El profeta pasa de la liberaci�n de todo el mundo a las personas anteriores, las penas que deber�an tener en el camino y la protecci�n que Dios les otorgar�a por causa de �l, quien, seg�n la carne, iba a nacer de ellos. "T� tambi�n;" �l hab�a hablado de las glorias de la Iglesia, como su rey, cuando venga, deber�a extenderla, abrazando los l�mites m�s remotos de la tierra: se vuelve hacia ella, Israel seg�n la carne, y le asegura la protecci�n continua de Dios, incluso en su finca m�s baja. La liberaci�n bajo los Macabeos fue, como lo hab�an sido los jueces, una imagen de la salvaci�n de Cristo y una preparaci�n para ella. Eran m�rtires del Dios �nico y de la fe en la Resurrecci�n y, ya sea haciendo o sufriendo, preservaron la l�nea sagrada, hasta que Cristo viniera.

Por la sangre de tu pacto - Osorius: "No por la sangre de las v�ctimas de la antig�edad, sino por la sangre de tu pacto, estar�s unido a la imperio de Cristo, y as� obtener la salvaci�n. Como el mismo Se�or dice: Esta es la sangre del pacto, que es derramada por ti �. �Los dones y el llamado de Dios son sin arrepentimiento� Romanos 11:29. Esa sangre simb�lica, por la cual, significando de antemano el Nuevo Pacto, los convirti� en su propio pueblo, "He aqu� la sangre del pacto, que el Se�or ha hecho contigo con respecto a todas estas palabras", �xodo 24:8 , aguant� a�n, en medio de toda su infidelidad y sus infracciones. En virtud de ello, Dios enviar�a a sus prisioneros "fuera del" pozo "profundo y seco", "la mazmorra" donde podr�an mantenerse seguros, porque la vida no estaba amenazada (como en G�nesis 37:24 ) De cualquier profundidad de miseria sin esperanza, en la que parec�an estar encerrados, Dios los librar�a; como dice David: "�l tambi�n me sac� de un pozo horrible, de la arcilla de mir�a, y puso mis pies sobre una roca y estableci� mis pasos" Salmo 40:2; y Jerem�as: �Me cortaron la vida en el calabozo y me arrojaron una piedra. Invoqu� tu nombre, oh Se�or; desde la mazmorra baja has escuchado mi voz � Lamentaciones 3:53, Lamentaciones 3:55. Agust�n, de Civ. Dei xviii. 35. 3): "La profundidad seca y �rida de la miseria humana, donde no hay corrientes de justicia, sino el fango de la iniquidad".

Versículo 12

Vu�lvanse a la fortaleza - es decir, Dios Todopoderoso; como dicen los salmistas con tanta frecuencia: "El Se�or es la defensa de mi vida" (Salmo 27:1, agregue Salmo 31:5; Salmo 37:39; Salmo 43:2; Salmo 52:9); y Joel, "El Se�or ser� fortaleza de los hijos de Israel"; y Nah�m, "El Se�or es una fortaleza en el d�a de la angustia" Nah�m 1:7; Y, David dijo: �Has sido un refugio para m�, una torre fuerte contra el enemigo� Salmo 61:3; �El Nombre del Se�or es una torre fuerte, el justo corre hacia ella y est� a salvo� Proverbios 18:1; y de nuevo: "S� t� para m� una roca de fortaleza, una casa de defensa para salvarme. S�came de la red que me han tendido en secreto; porque t� eres mi fortaleza ". La "fortaleza", "cortada" de todo enfoque de un enemigo, contrasta con la profunda mazmorra de la calamidad. El "retorno" debe ser un retorno dispuesto, uno en su propio poder; "Volver a la fortaleza", que es Dios Todopoderoso, debe ser por conversi�n de coraz�n y voluntad. Incluso un comentarista jud�o, Kimchi, parafrasea: �Volveos a Dios; porque es fortaleza y torre de fortaleza ".

Ye prisioneros de - (la) esperanza No, en consecuencia, ninguna esperanza, o en general, "esperanza", sino la esperanza especial de Israel, "la esperanza" que los sostuvo en todos esos a�os de pacientes expectativas, ya que Paul habla de "la esperanza de Israel", por lo que dice: "Estoy atado a esta cadena" Hechos 28:2. �Creo que se me juzgar� por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres, a la cual prometen que nuestras doce tribus, sirviendo a Dios instant�neamente d�a y noche, esperan venir; por lo que espero, rey Agripa, estoy acusado de los jud�os � Hechos 26:6. Y en sus Ep�stolas, "la esperanza puesta para ti en el cielo" Colosenses 1:5; "La esperanza del Evangelio" Colosenses 1:23; y, "buscando la bendita esperanza y la gloriosa aparici�n del gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo" Tito 2:13. �l tambi�n escribe sobre "mantener firme el regocijo de la esperanza hasta el final" Hebreos 3:6; de "la plena seguridad de la esperanza hasta el final" Hebreos 6:11; de "huir para aferrarse a la esperanza que tenemos ante nosotros; que esperamos tener como ancla del alma, segura y firme � Hebreos 6:18. No habla de la esperanza como una gracia o virtud teol�gica, sino objetivamente como lo que esperaba. Entonces Zacar�as los llama atados como atados, retenidos por "la esperanza", atados, por as� decirlo, a �l y a �l, para no dejarlo ir, en medio de la persecuci�n del mundo o el cansancio de la expectativa; como tambi�n dice Pablo, "antes de que llegara la fe, est�bamos protegidos, guardados bajo la ley, encerrados en la fe que estaba a punto de ser revelada" G�latas 3:23.

Incluso hoy - En medio de todas las apariencias contrarias, "�declaro que te rendir� el doble?" como lo hab�a dicho Isa�as: �Para tu verg�enza, tendr�s doble� Isa�as 61:7.

Versículo 13

Cuando - o porque he inclinado a Jud� por m� como un poderoso arco que solo se estira con la fuerza humana completa, colocando el pie para estabilizarlo. Se convierte en un instrumento fuerte, pero solo a voluntad de Dios. Dios mismo lo dobla. No puede doblarse solo. "Y llen� el arco con Efra�n". El arco se llena cuando la flecha se coloca sobre �l. Dios emplear�a a ambos en sus diferentes oficinas, como uno solo. "Y levantaste a tus hijos, oh Si�n, contra tus hijos, oh Grecia". Dejemos que las personas coloquen esta profec�a donde quieran, nada en la historia del mundo fue m�s contradictorio a lo que era posible a la vista humana. �Grecia fue, hasta Alejandro, una naci�n colonizadora, no conquistadora. Los hebreos no ten�an conocimiento humano del sitio o las circunstancias de Grecia. No hab�a una peque�a nube, como la mano de un hombre, cuando Zacar�as predijo absolutamente el conflicto y su problema. Sin embargo, aqu� tenemos una profec�a definitiva posterior a Daniel, encajando con su profec�a temporal, expandiendo parte de ella, llegando m�s all� del tiempo de Ant�oco y anunciando la ayuda de Dios en dos formas definidas de protecci�n;

(1) "sin guerra" contra el ej�rcito de Alejandro Zacar�as 9:1;

(2) "en la guerra" de los Macabeos; y estos, dos de los per�odos m�s cr�ticos de su historia despu�s del cautiverio Zech. 9-16.

Sin embargo, al ser expansiones de parte de la profec�a de Daniel, el per�odo al que pertenecen se hace m�s claro en el evento con la ayuda de las profec�as m�s completas. Eran dos puntos en la predicci�n m�s grande de Daniel del tercer imperio ".

Y te har� como la espada de un hombre poderoso - La fuerza a�n no es la suya. En toda la historia de Israel, solo se hab�an encontrado en una batalla contra un ej�rcito, de uno de los imperios mundiales, y lo derrotaron, en un momento, cuando toda la poblaci�n de Asa que pod�a portar armas era de 580,000 (2 Cr�nicas 14:8-1 ff), y conoci� a Zerah et�ope con su mill�n de combatientes, adem�s de sus 500 carros, y lo derrot�. Y esto, confiando en el �Se�or su Dios, a quien �l grit�, Se�or, no es nada para ti ayudar, ya sea con muchos o con aquellos que no tienen poder; ay�danos, Se�or Dios nuestro; porque descansamos en Ti, y en Tu Nombre vamos contra esta multitud � 2 Cr�nicas 14:11. Las palabras de Asa encontraron eco en Judas Maccabaeus (1 Macc. 3: 16-19), cuando la "peque�a compa��a con �l le pregunt�: �C�mo podremos, siendo tan pocos, luchar contra una multitud tan grande y tan fuerte? " "No es dif�cil", respondi� Judas, "que muchos se callen en manos de unos pocos, y con Heaven es todo para entregar con una gran multitud o una peque�a empresa". Porque la victoria de la batalla no est� en la multitud de un ej�rcito; pero la fuerza viene del cielo ". Pero sus ej�rcitos no eran m�s que un pu�ado; 3.000, en tres ocasiones (1 Mac. 4: 6; 7:40; 9: 5), en una de las cuales el miedo reduce a 800 (1 Mac. 9: 6); 10,000 en dos ocasiones (1 Mac. 4:29; 10:74); en otro, dos ej�rcitos de 8,000 y 3,000, con una guarnici�n, en quienes no se confiaba para luchar en campo abierto (1 Mac. 5: 17-20); en uno, 20,000 (1 Macc. 16: 4); una vez solo 40,000, que Tryphon traicion� persuasivamente a Jonathan para que se dispersara; Estos fueron los n�meros con los que, siempre contra los "grandes anfitriones", Dios dio la victoria al coraz�n de le�n Judas y sus hermanos. Pero qui�n, excepto �l, en cuyas manos est�n los corazones de las personas, podr�a prever que �l, en ese momento cr�tico, levantar�a a esa familia devota, o inspirar�a esa fe, a trav�s de la cual "de la debilidad se hicieron fuertes, se volvieron valientes. pelear, voltearse para huir de los ej�rcitos de los extraterrestres? Hebreos 11:34.

Versículo 14

Y el Se�or ser� visto sobre ellos - o "�l se revelar� a s� mismo", protegi�ndolos. Cirilo: "�l dice claramente, que el Se�or Dios estar� con ellos y pelear� en conjunto con ellos y con ellos someter� a los que se resistan a ellos". Es como si �l dijera: �Cuando salgan y prediquen en todas partes, el Se�or trabajar� con ellos y confirmar� la palabra con los signos que siguen� Marco 16:2. "Y su flecha saldr� como el rayo". Habacuc llama directamente a los rel�mpagos las flechas de Dios: "a la luz de tus flechas fueron". Aqu� es probablemente de una agencia invisible, y por lo tanto, comparado con ese horrible s�mbolo de su presencia, el rayo.

Y el Se�or Dios tocar� la trompeta - Como su Comandante, ordenando sus salidas. El toque de la trompeta por parte de los sacerdotes en la guerra fue ordenado, como una reminiscencia de s� mismos ante Dios, "Si ustedes van a la guerra en su tierra contra el enemigo que los oprime, entonces tocar�n una alarma con las trompetas, y deber�n recuerda ante el Se�or tu Dios, y ser�s salvo de tus enemigos � N�meros 10:9. Ab�as dijo: "Dios mismo est� con nosotros para nuestro capit�n, y sus sacerdotes con trompetas para hacer sonar la alarma contra ti" 2 Cr�nicas 13:12.

Y debe ir con torbellinos del sur - Como el m�s vehemente y destructivo. Entonces Isa�as, �Mientras los torbellinos en el sur pasan, �l viene de un desierto, de una tierra terrible� Isa�as 21:1. Tal hiri� las cuatro esquinas de la casa donde estaban los hijos de Job, y perecieron.

Versículo 15

El Se�or de los ej�rcitos, los defender� - Como Dios dice: "Defender� esta ciudad para salvarla, por mi propio bien y por el bien de mi siervo David" . La palabra es usada por Isa�as solo antes de Zacar�as, y de la protecci�n del Dios Todopoderoso. La imagen de la protecci�n completa en todos los lados se encuentra primero en las palabras de Dios a Abraham: "Yo soy tu escudo" G�nesis 15:1; David le dice a Dios: "T�, Se�or, eres un escudo a mi alrededor" (Salmo 3:4, (Salmo 3:3 en ingl�s)).

Y devorar�n, y someter�n - O m�s probablemente (como en el margen), "pisar�n, las piedras de la honda", como en la imagen del leviat�n en Job: �El hijo del arco no lo har� huir; las hondas son para �l convertidas en rastrojos; los clubes se cuentan como rastrojo; se r�e de la sacudida de una lanza �( Job 41:20 (28, 29 ingl�s)). Sus enemigos caer�n debajo de ellos, tan inofensivos y de poca importancia como las hondas que no han alcanzado su objetivo, y yacen como el camino por el que pasar. No se expresa lo que devorar�n, por lo que la imagen no se lleva a cabo, sino que se deja indefinida, solo como destrucci�n o absorci�n; como en eso, "consumir�s (literalmente, comer�s) todo el pueblo que el Se�or tu Dios te librar�" Deuteronomio 7:16; y, "ellos son nuestro pan" N�meros 14:9; y en eso, "devorar�n (literalmente, comer�n) a toda la gente alrededor" Zacar�as 12:6, donde la imagen es de fuego, no de comer. El �nico pensamiento parece ser, que sus enemigos deber�an dejar de ser, para molestarlos m�s, ya sea por dejar de ser sus enemigos o por dejar de serlo. Aqu� no hay comparaci�n (como en Balaam) con el le�n; o de comer carne o beber sangre, lo que, aparte de la imagen de la bestia salvaje, ser�a intolerable para Israel, a quien el uso de sangre, incluso de animales, estaba estrictamente prohibido. Deben desaparecer, tan completamente como el combustible antes del fuego, o la comida antes del hambriento. El fuego fue vigorizado, no extinguido, por la multitud del combustible: la multitud de los enemigos pero nerviosa y prepar� a los que intentaron destruir.

Y se llenar�n como cuencos, como las esquinas del altar - Ser�n instrumentos consagrados de Dios; no prevalecer�n por s� mismos, sino por �l; ser�n santificados como los cuencos del templo, de los cuales se roc�a la sangre del sacrificio sobre su altar, o "como las esquinas del altar" que la recibe.

Versículo 16

Y el Se�or su Dios los salvar� en ese d�a - A�n as� todo deber�a ser obra de Dios; ellos mismos no estaban sino como un reba�o, como ovejas entre lobos, listos para la matanza; pero ellos eran "el reba�o, su pueblo", como �l dice, "los aumentar� como el reba�o, hombres, como el reba�o de las cosas santas, como el reba�o de Jerusal�n en sus fiestas solemnes; as� se llenar�n las ciudades de desperdicios con reba�os, hombres � Ezequiel 36:37. "Como un hombre salva a su reba�o con todas sus fuerzas, as� salvar� a su pueblo; porque ellos son su reba�o ". Como en, "guiaste a tu pueblo como ovejas de la mano de Mois�s y Aar�n" Salmo 77:2.

Ser�n como las piedras de una corona - Mientras que los enemigos de Dios ser�n pisoteados, como algo com�n que ha fallado su fin, estas ser�n piedras preciosas ; una diadema consagrada de rey o sacerdote, "elevada en alto", para que todos puedan ver. "En su tierra". Fue establecido, como t�tulo de propiedad de toda su tenencia, "la tierra es m�a" Lev�tico 25:23, y mucho m�s nuestra tierra cristiana, comprada y purificada por la sangre de Cristo.

Versículo 17

Porque cu�n grande es Su bondad - �Porque es indescriptible! Como dijo el salmista: "�Oh Se�or, nuestro Se�or, cu�n excelente es tu nombre en toda la tierra!" Salmo 8:1, y Jacob, "�Qu� horrible es este lugar!" G�nesis 28:17, y el salmista, "�Qu� horribles son tus acciones!" La bondad y la belleza son la bondad y la belleza de Dios, cuyas grandes obras hab�an sido su tema antes. De la bondad a menudo hablan los escritores sagrados, ya que tenemos una gran necesidad. Y esto le mostr� a Mois�s: �Har� que toda mi bondad pase ante tu rostro� �xodo 33:19. De esto sabemos algo personalmente en esta vida; por al lado de la superaci�n. Para ser asombrosos en el trabajo de nuestra redenci�n, estamos rodeados de �l, inmersos en �l, como en un oc�ano insondable y sin orillas de amor infinito, que encuentra la entrada en nuestras almas, siempre que no lo excluimos.

La bondad es ese atributo de Dios, por el cual �l ama comunicarse a todos, quienes pueden o lo recibir�n, todo bien; s�, "quien es la plenitud y la universalidad del bien, creador de todo bien, no de una manera, no solo en un tipo de bondad, sino absolutamente, sin principio, sin l�mite, sin medida, salvo aquello por lo que sin medida �l posee y abraza toda excelencia, toda perfecci�n, toda bendici�n, todo bien ". Este bien que su bondad otorga a todos y cada uno, de acuerdo con la capacidad de cada uno para recibirlo, ni hay ning�n l�mite para su entrega, salvo la capacidad de recepci�n de su criatura, que tambi�n es un buen regalo de �l. �De �l todas las cosas dulces derivan su dulzura; todo es justo, su belleza; todas las cosas brillantes, su esplendor; todas las cosas que viven, su vida; todas las cosas sensibles, su sentido; todo ese movimiento, su vigor; todas las inteligencias, su conocimiento; todas las cosas perfectas, su perfecci�n; todas las cosas en cualquier bien sabio, su bondad ".

La belleza de Dios - Pertenece m�s bien a la visi�n beat�fica. Sin embargo, David habla de la belleza de Cristo: "Eres m�s justo que los hijos de los hombres" Salmo 45:2; e Isa�as dice: "Tus ojos contemplar�n al Rey en su hermosura" Isa�as 33:17. Pero la Belleza de Dios "el ojo no ha visto, ni el o�do ha o�do, ni el coraz�n del hombre puede concebir". Aqu�, en la tierra, la belleza creada puede, al menos cuando se ve de repente, mantener el marco inm�vil, perforar el alma, pegarle el coraz�n y entrar en los afectos. La luz del cielo enciende en belleza nuestras sustancias materiales m�s apagadas; el alma en gracia difunde belleza sobre el semblante humano m�s apacible; Se sabe que el alma, antes de que haya pasado del cuerpo, capta, a trav�s de los portales entreabiertos, tal brillo de luz, que el ojo incluso por un tiempo despu�s de la muerte ha conservado un brillo, m�s all� de cualquier cosa de la tierra. �La forma de belleza de la tierra es una especie de voz de la tierra tonta. No, al considerar la belleza de este universo, su forma misma te responde con una sola voz: "�No me hice yo mismo, sino Dios?". Los poetas han dicho:

"Viejos amigos ... ser�n m�s encantadores,

A medida que m�s del cielo en cada uno vemos "

(Christian Year. Morning Hymn.)

O,

"Cuando vio,

"- Dios dentro de �l ilumina su rostro".

(Tennyson, In memoriam. T. has �The God.�)

Y la Sagrada Escritura nos dice que cuando Esteban, "lleno de fe y del Esp�ritu Santo", estaba a punto de hablar de Jes�s al concilio que lo proces�, "todos los que estaban sentados en el concilio, mir�ndolo fijamente, vieron su rostro como hab�a sido la cara de un �ngel � Hechos 6:5, Hechos 6:15. Se ha dicho que si pudi�ramos ver un alma en gracia, su belleza nos perforar�a tanto que morir�amos. Pero la belleza natural del alma trasciende toda belleza corporal que tanto nos atrae; La belleza natural del �ltimo �ngel sobrepasa toda belleza natural del alma. Si pudi�ramos ascender de la forma m�s bella, que el alma podr�a imaginar aqu�, al cuerpo menos glorioso de los beatificados, una y otra vez a trav�s de los innumerables miles de cuerpos gloriosos, en comparaci�n con el cielo oscuro y el sol perder�a su brillo; y a�n m�s desde el alma deificada m�s bella, como se ve aqu�, hasta la belleza del alma incorp�rea, cuya imagen apenas se reconocer�a, porque "los ojos corporales brillaban con radiancia angelical"; s�, deja que el alma iluminada por Dios siga y siga, a trav�s de todos los coros de las jerarqu�as celestiales, vestidos con la vestimenta de la Divinidad, de coro en coro, de jerarqu�a en jerarqu�a, admirando el orden, la belleza y la armon�a de la casa de Dios; s�, que, ayudado por la gracia y la luz divinas, ascienda a�n m�s alto y alcance el l�mite y el t�rmino de toda la belleza creada, sin embargo, debe saber que el poder y la sabidur�a divinos podr�an crear otras criaturas, mucho m�s perfectas y hermosas que todas las que �l ha creado hasta ahora.

No, permita que el m�s alto de todos los serafines sume en uno toda la belleza por naturaleza, gracia y gloria de todas las criaturas, pero no podr�a estar satisfecho con esa belleza, pero debe, porque no estaba satisfecho con ella, concebir una belleza superior . Si Dios fuera inmediatamente, en todo momento para crear esa belleza superior a su antojo, a�n podr�a concebir algo m�s all�; porque, al no ser Dios, su belleza no puede satisfacer su concepci�n. As� que d�jelo quieto, y en cien mil, cien mil, mil a�os con el m�s r�pido vuelo de comprensi�n multiplique continuamente esos grados de belleza, de modo que cada nuevo grado pueda duplicar lo anterior, y el poder divino deber�a, con la misma rapidez, concurrir en creando esa belleza, como dijo al principio, "que haya luz y haya luz"; despu�s de todos esos millones de a�os, volver�a a estarlo. al principio, y no habr�a comparaci�n entre esto y la belleza divina de Jesucristo, Dios y el hombre. Porque es la dicha de lo finito no alcanzar el Infinito. Esa ciudad de la bendici�n que est� iluminada por la gloria de Dios, y el Cordero es la luz de ella, la ve, habilitada por Dios, como el ojo creado puede verla, y se mantiene firme ante Dios en una exultante alegr�a de amor eterno.

�El profeta, nacido de s� mismo por la consideraci�n de la bondad divina, se sorprende, mientras contempla la belleza y la Deidad de Cristo: �estalla con una admiraci�n desacostumbrada! �Cu�n grande es su bondad, que, para proteger a su reba�o, descender� a la tierra para dar su vida por la salvaci�n de sus ovejas! �Cu�n grande es Su belleza, que es el "brillo de la gloria y la Imagen del Padre", y comprende en Su Divinidad la medida de todo orden y belleza! Con qu� firme poder fortalece, con qu� alegr�a abruma a las almas que contemplan con mayor frecuencia su belleza, y da en gran medida y generosamente ese ma�z, por cuya fuerza los j�venes se fortalecen. �l suministra abundantemente el vino, por el cual las v�rgenes, en llamas con su amor, se regocijan y embellecen. Pero ambos son necesarios, que la fuerza del fuerte debe ser sostenida por el "pan del cielo", y que las mentes sanas e incorruptas, derretidas con la dulzura del amor, deben recrearse con vino, es decir, la dulzura de lo Santo. Esp�ritu, y ser llevado en el aire con gran alegr�a, en medio de trabajos extremos. Para todos los que guardan la fe de Cristo, pueden ser llamados "j�venes", por su fuerza invencible, y v�rgenes por su pureza e integridad de alma. Para todo esto, el pan celestial est� preparado, para que no se debilite su fuerza y ??se vierta el vino, para que no solo se refresquen, sino que vivan con la mayor dulzura ".

Información bibliográfica
Barnes, Albert. "Comentario sobre Zechariah 9". "Notas de Barnes sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/bnb/zechariah-9.html. 1870.