Bible Commentaries
Miqueas 7

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Introducción

La oraci�n de Miqueas y la respuesta de Dios

miqueas siete

Miqueas no pudo encontrar un buen hombre entre los jud�os que fuera misericordioso y bueno con su pr�jimo. En una ocasi�n David escribi�: "Ayuda, Se�or, porque el hombre piadoso se extingue, porque los fieles decaen de entre los hijos de los hombres". ( Salmo 12:1 ) El "pr�ncipe", el "juez" y el "gran hombre" eran todos culpables. Hicieron el mal con ambas manos con seriedad.

Conspiraron para llevar a cabo toda clase de maldades. Los que deber�an haber sido l�deres piadosos del pueblo no eran menos que una zarza o una espina; pinchando con heridas a los que entraron en contacto con ellos.

Los tiempos eran tan traicioneros que Dios les advirti� que no confiaran en amigos, consejeros o incluso en sus propias esposas. Dios hab�a advertido: "Si tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer de tu seno, o tu amigo, que es como tu propia alma, te enga�a en secreto, diciendo: Vamos y servid a dioses ajenos que no conociste ni t� ni tus padres, es decir, de los dioses de los pueblos que est�n alrededor de ti, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra; no le consentir�s, ni le dar�s o�do; ni tu ojo le tendr� piedad, ni ser�s indulgente, ni le encubrir�s; sino que ciertamente lo matar�s; tu mano ser� la primera sobre �l para darle muerte, y despu�s la mano de todo el pueblo.

Y lo apedrear�s con piedras, y morir�; porque procur� apartarte de Jehov� tu Dios, que te sac� de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Y todo Israel oir�, y temer�, y no volver� a hacer semejante maldad entre vosotros.� ( Deuteronomio 13:6-11 ) El �nico en quien se puede confiar y admirar en todas las situaciones es Dios.

Mientras est� en Babilonia, Israel debe soportar con paciencia el castigo que se impone a causa del pecado. Aunque el pueblo estaba enfrentando castigo f�sico, Dios quer�a que fuera un tiempo de renovaci�n espiritual. Los muros fueron derribados, la ciudad y la tierra quedaron desoladas, pero bajo Ciro, despu�s de setenta a�os de cautiverio, los jud�os fueron restaurados a su patria. Dios no se olvid� de los jud�os en esta tierra extra�a.

Miqueas or� para que Dios bendiga y libere a Su pueblo. Dios har�a cosas maravillosas al restaurar a Su pueblo a su tierra natal. Muchos, con temor, se volver�an al Se�or en busca de salvaci�n. El agradecimiento por el futuro prometido para Israel hizo que Miqueas ofreciera fuertes alabanzas a Dios por su grandeza y bondad. Miqueas sab�a que el pueblo pod�a contar con que Dios ser�a fiel a sus promesas.

Versículos 1-7

Israel era muy corrupto &mdash Miqueas 7:1-7 : El pueblo de Israel era incre�blemente malvado, pero Miqueas todav�a ten�a una gran confianza en Dios. Estaba terriblemente triste por la conducta del pueblo de Dios. Describi� sus sentimientos con una v�vida imagen verbal. Se sent�a como alguien que viene a espigar en un vi�edo y descubre que ya se ha recogido la �ltima uva.

No quedaba nada para comer; sin uvas ni ninguno de los deliciosos higos. Busc� gente buena y honesta y no encontr� ninguna. Solo encontr� a aquellos que quer�an aprovecharse de los dem�s e incluso matarlos. El pueblo hizo el mal con ambas manos. Los jueces y los l�deres exigen sobornos, y los gobernantes enga�aron a la gente en la corte. Estas personas planearon hacer el mal y Dios odia especialmente una conspiraci�n para hacer el mal.

Lo mejor de ellos era peor que un parche de espinas. El d�a del Juicio de Dios y su castigo hab�a llegado. Ahora se enfrentar�an a la perplejidad y la confusi�n. El profeta les advirti� que no creyeran a nadie, ni siquiera a un amigo cercano o consejero. Incluso se les advirti� que tuvieran cuidado con lo que le dec�an a su esposa. Advirti� que los hijos piensan que sus padres son tontos. Las hijas se niegan a obedecer a sus madres. "Los enemigos de un hombre son las personas que ahora viven en su propia casa.

" Cosas similares ocurrir�an en la era evang�lica. ( Mateo 10:34-36 ) Miqueas aconsej� al pueblo que no confiara en su pariente m�s cercano sino que confiara en Dios. �l dijo: "Pero en cuanto a m�, velar� por lo que el Se�or har�. Esperar� en Dios, que me salva".

Versículos 8-13

Israel se volvi� a Dios - Miqueas 7:8-13 : La naci�n de Israel hab�a ca�do muy bajo. Despu�s de un tiempo de arrepentimiento y crecimiento espiritual, Dios los resucitar�a. Las cosas podr�an haber sido oscuras, pero se acercaba un d�a m�s brillante. Dios continuar�a castigando a Israel hasta que se hiciera el castigo apropiado por los pecados.

Despu�s de eso, arreglar�a las cosas para Su pueblo y castigar�a a la naci�n cruel que hab�a sido tan dura con Su pueblo. Dios castig� a Israel por sus pecados y despu�s de un tiempo de arrepentimiento por parte del pueblo, defendi� su causa contra sus enemigos. Esto les har�a entender que Dios siempre hace lo correcto. La naci�n cruel que hab�a castigado a Israel se avergonzar�a de siempre preguntar: "�D�nde est� tu Dios?"

Llegar�a el momento en que terminar�a el cautiverio e Israel ser�a restaurado. En ese momento se reconstruir�an las murallas de las ciudades y las fronteras de su pa�s ser�an mucho m�s amplias. El cumplimiento de esta promesa est� registrado en los libros de Esdras y Nehem�as. El remanente vendr�a de Asiria, Egipto y de toda la tierra. Lo desgarrador es que la gente sufrir�a mucho a causa de sus pecados antes de que llegara este tiempo de restauraci�n.

Versículos 14-17

La Oraci�n de Miqueas y la Respuesta del Se�or &mdash Miqueas 7:14-17 : Miqueas or� para que Dios gobernara y guiara a Su pueblo. Pidi� que Dios "los dejara apacentar en Bas�n y Galaad, como en los d�as antiguos". A�os antes los asirios hab�an tomado estos lugares, pero al final del cautiverio a Israel se le permitir�a vivir all� nuevamente.

Dios volver�a a cuidar de su pueblo despu�s de haber pasado por el terrible tiempo del cautiverio. El Todopoderoso sac� a Israel de Egipto y los librar�a del confinamiento babil�nico. Al liberar a los de Egipto, hizo cosas tremendas y har�a grandes cosas por su pueblo nuevamente.

Cuando Dios trajo de vuelta al remanente, eran un grupo de personas comparativamente peque�o. Sin embargo, las naciones paganas ver�an lo que Dios hizo por Israel y se avergonzar�an. Reconocer�an que sus ej�rcitos estaban indefensos contra el poder del Todopoderoso. Estar�an en estado de shock. Ser�an como personas sordas y mudas que no pueden hablar ni o�r. El temor del Se�or Dios har�a que estas naciones vinieran temblando ante �l, arrastr�ndose fuera de sus fortalezas como una serpiente fuera de su agujero. Estas naciones lamer�an el polvo o enfrentar�an una humillaci�n total. Se ver�an obligados a respetar la supremac�a del Dios vivo y verdadero.

Versículos 18-20

No hay Dios como el Dios verdadero &mdash Miqueas 7:18-20 : Miqueas dijo que no hay Dios como el Dios vivo y verdadero. Dios escogi� a Israel para ser Su pueblo, el pueblo que �l usar�a para traer al Mes�as al mundo. ��l perdona la iniquidad y pasa por alto la transgresi�n del remanente de Su heredad! Dios no siempre estar� enojado con Su pueblo, porque �l se deleita en la misericordia y la bondad amorosa.

"La caracter�stica m�s maravillosa del trato de Dios hacia su pueblo infiel es su disposici�n a perdonarlos". La expresi�n, "El dominar� nuestras iniquidades" tiene una referencia especial a c�mo su idolatr�a fue curada por el cautiverio. Dios amaba a estas personas. Le encantaba ser amable con ellos. Pisote� sus pecados y los arroj� al mar.

Miqueas sab�a que Israel pod�a depender de Dios por las promesas que �l hab�a hecho previamente. "T� har�s la verdad a Jacob, y la misericordia a Abraham, que juraste a nuestros padres desde los d�as antiguos". ( Miqueas 7:20 ) Dios hab�a prometido a los patriarcas que edificar�a una gran naci�n a trav�s de la cual nacer�a el Mes�as.

Dios hab�a hecho espec�ficamente estas promesas a Abraham y a Jacob o Israel. Dios "realizar�a la verdad a Jacob". Mantendr�a las promesas que primero le hab�a hecho a Abraham y luego las renov� a Jacob. (G�nesis 12-25) Nuestro Dios es un Dios fiel; Est� lleno de bondad amorosa y misericordia.

Información bibliográfica
Box, Charles. "Comentario sobre Micah 7". "Puntuaciones de Box sobre Libros Seleccionados de la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/box/micah-7.html. 2014.