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Apocalipsis 18

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Introducción

Dios se acord� de las iniquidades de Babilonia Apocalipsis 18

Ya hemos escuchado el mensaje de que "Babilonia la Grande" hab�a ca�do. Ahora veremos la ca�da de esa naci�n grande y malvada. Esta rica ciudad mercantil est� reducida a la desolaci�n. La destrucci�n y la desolaci�n vinieron como resultado de la rebeli�n contra el Creador. La imagen de la ca�da de Babilonia fue la de una destrucci�n total.

Dios llam� a su pueblo fuera de Roma para que no participaran de los pecados ni de las plagas de destrucci�n. Las plagas de Roma vendr�an sobre ella de repente. Esta gran desolaci�n vino sobre Roma porque sus cr�menes y transgresiones se amontonaron hasta el cielo. Dios se acord� de su maldad y ahora los llam� a un arreglo. Las aflicciones y calamidades vinieron sobre Roma en un solo d�a porque "poderoso es el Se�or Dios que la juzga".

Hubo mucho lamento por la ca�da de Babilonia. El lamento proced�a, no del pueblo de Dios, sino de aquellos que hab�an sido corrompidos por Roma o que se hab�an beneficiado de ella. Los que lloraron fueron: (1) los gobernantes y l�deres de la tierra que se hab�an unido a su inmoralidad y lujo, (2) los comerciantes lloraron por ella porque nadie comprar�a m�s sus bienes, y (3) los capitanes de barcos, pilotos y navegantes lloraron porque les quitaron sus medios de enriquecerse. No hab�a mercanc�as para transportar.

Mientras muchos lamentaban la ca�da de Roma, Dios llam� a otros a regocijarse. El pueblo de Dios iba a celebrar la ca�da de esta naci�n malvada. Los ap�stoles y profetas deb�an regocijarse porque Dios hab�a vengado su sangre en ella. La destrucci�n de esa naci�n malvada fue tanto grande como final. "Y nunca m�s brillar� en ti la luz de una l�mpara, y nunca m�s se oir� en ti la voz del novio y de la novia; porque tus negociantes eran los hombres grandes y prominentes de la tierra, y por tus hechizos m�gicos y hechizos venenosos todas las naciones fueron descarriadas (seducidas y enga�adas)".

Versículos 1-8

Un �ngel anunciando la ca�da de Babilonia Apocalipsis 18:1-8 : La aparici�n del �ngel muestra que algo grande est� por suceder. Este �ngel posee gran autoridad, resplandor y esplendor. Su anuncio es casi incre�ble. La ciudad m�s fuerte de Satan�s est� a punto de ser destruida. El �ngel grit� con voz poderosa: "�Ha ca�do la poderosa Babilonia!" Babilonia se convirti� en morada de demonios y esp�ritus repugnantes.

Se convirti� en morada de toda ave inmunda y abominable. Esta ciudad malvada ahora pagar� por los pecados de falta de castidad, fornicaci�n espiritual y mundanalidad. �Lamentablemente, Roma hab�a llevado a muchos otros a unirse a sus pecados y ahora todos juntos sienten la ira de Dios!

Hubo otra voz del cielo que habl� para llamar al pueblo de Dios a salir de Babilonia. Los justos fueron llamados para que no participen de sus pecados, ni participen de sus plagas. Ahora es el "d�a de pago" y Roma debe pagar por sus transgresiones. Estas transgresiones fueron apiladas hasta el cielo. Dios siempre ha llamado a su pueblo a "salir de Babilonia". Roma ser� recompensada por lo que ha hecho a los dem�s.

Uno de los problemas de Roma era el "orgullo". Se glorificaba a s� misma y se deleitaba en su libertinaje. Ella se jact� de que "no soy viuda". Ella dijo: "Me siento como una reina en el trono". Roma sinti� que era tan grande que nunca ver�a sufrimiento ni experimentar�a tristeza. Roma vivi� en el lujo pero ahora sufrir� un doble castigo. En un d�a enfrentar� las plagas de pestilencia, angustia, tristeza y hambre. El Dios fuerte la consumir� por completo.

Versículos 9-16

Un gran lamento de reyes y mercaderes Apocalipsis 18:9-16 : Los gobernantes y l�deres de la tierra que se hab�an unido a Roma en su mundanalidad lloraron y se lamentaron. Lloraron porque hab�an disfrutado de las cosas pecaminosas de Roma. Tambi�n hubo l�grimas porque si esto le pudo pasar a "Great Babylon" ciertamente les podr�a pasar a ellos. Se distribuyen especialmente por la repentina destrucci�n de este poder maligno. �En una sola hora la ruina de Roma la alcanz�!

Los comerciantes de la tierra tambi�n se afligen por Roma. Ya no pueden vender sus bienes. Ten�an los mejores bienes y nada que ver con ellos. Comerciaban con telas finas, joyas, instrumentos de guerra, caballos y ganado, los materiales de construcci�n m�s costosos, toda clase de especias, los alimentos m�s deliciosos, esclavos y hasta las almas de los hombres para su horrible placer. �Los comerciantes en estas cosas lloraban y se lamentaban porque sus lujos, delicadezas y elegancia se hab�an perdido, para nunca m�s ser recuperados o experimentados! Grande fue el lamento por aquella "Gran Ciudad".

Versículos 17-19

Un gran lamento de capitanes y marineros Apocalipsis 18:17-19 : En una sola hora el poder de Roma se perder�a y todas sus vastas riquezas ser�an aniquiladas. Todos los capitanes de barco, pilotos y navegantes y todos los que viven de la navegaci�n tambi�n lamentaron la ca�da de Roma. Ella los hab�a hecho ricos, pero ahora lloran porque no tienen m�s cargamentos que entregar. Mientras los marineros observaban lo que le sucedi� a Roma, solo pod�an lamentarse: "�Qu� ciudad podr�a compararse con la gran ciudad!"

Su lamentaci�n fue tan grande que echaron polvo sobre sus cabezas, lloraron y se entristecieron. En una sola hora, la ira de Dios se encendi� contra Roma y fue destruida. Los que se hab�an enriquecido gracias a su extravagancia se entristecieron. �La rica Roma ha sido destruida y se ha convertido en un desierto! Nuevamente vemos que sin Cristo hay una gran p�rdida.

Versículos 20-24

Gran gozo al ver la ruina de Babilonia &mdash Apocalipsis 18:20-24 : Los justos fueron afectados de manera muy diferente por la ca�da de Roma. El pueblo de Dios deb�a celebrar el hecho de que �l se hab�a vengado de Roma. El mensaje de Dios fue: "Babilonia, la gran ciudad, ser� arrojada a la destrucci�n y nunca m�s ser� hallada.

Dios le dijo a su pueblo: �Alegraos sobre ella, cielos, y vosotros, santos ap�stoles y profetas; porque Dios te ha vengado de ella.� ( Apocalipsis 18:20 ) El hombre nunca debe tomar venganza personal. Sin embargo, podemos estar seguros de que Dios vengar� a Su pueblo perseguido. �Nada m�s� es la triste descripci�n que se da de Roma.

No habr�a m�s m�sica. Toda la alegr�a se hab�a ido. La vida econ�mica se paralizar�a. La piedra de molino no producir�a alimento. No habr�a luz, ni matrimonios. �Qu� triste derrocamiento de la naci�n que hab�a descarriado, seducido y enga�ado a todas las naciones de la tierra! La ca�da de Roma fue grande porque se hab�a llenado de orgullo, hab�a practicado la hechicer�a y matado a los hijos de Dios. "Y en ella se hall� la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos (masacrados) en la tierra". ( Apocalipsis 18:24 )

Información bibliográfica
Box, Charles. "Comentario sobre Revelation 18". "Puntuaciones de Box sobre Libros Seleccionados de la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/box/revelation-18.html. 2014.