Bible Commentaries
1 Corintios 14

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

Como previamente los hab�a exhortado a seguir despu�s de los regalos m�s excelentes ( 1 Corintios 12:31), los exhorta ahora a seguir despu�s del amor, (806) porque esa era la excelencia distinguida, (807) que hab�a prometido que les mostrar�a. Por lo tanto, se regular�n con propiedad en el uso de regalos, si el amor prevalece entre ellos. Porque �l reprende t�citamente la falta de amor, ya que aparece en esto: que hasta ahora hab�an abusado de sus dones y, deduciendo de lo anterior, que donde no asignan amar el lugar principal, no toman el camino correcto hacia Al alcanzar la verdadera excelencia, les muestra lo tonta que es su ambici�n, lo que frustra sus esperanzas y deseos.

1. Codiciar los dones espirituales. Para que los corintios no se opongan a que hicieron da�o a Dios, si despreciaban sus dones, el Ap�stol anticipa esta objeci�n al declarar que no fue su intenci�n apartarlos incluso de aquellos dones que hab�an abusado; m�s bien, elogia la b�squeda de ellos, y desea que tengan un lugar en la Iglesia. Y seguramente, como hab�an sido conferidos para la ventaja de la Iglesia, el abuso de ellos por parte del hombre no deber�a dar lugar a que fueran arrojados como in�tiles o perjudiciales, pero mientras tanto elogia la profec�a sobre todos los dem�s dones, ya que era el El m�s �til de todos. �l observa, por lo tanto, un medio admirable, al desaprobar nada que fuera �til, mientras que al mismo tiempo los exhorta a no preferir, por un entusiasmo absurdo, cosas de menor consecuencia a lo que era de importancia primordial. Ahora �l asigna el primer lugar a la profec�a. Codicia, por lo tanto, los dones espirituales, es decir, "No descuides ning�n don, porque te exhorto a que los busques a todos, siempre que solo la profec�a tenga el primer lugar".

Versículo 2

2. Porque el que habla en otro (808) lengua, habla, etc. ahora muestra por el efecto, por qu� prefer�a la profec�a a otros dones, y la compara con el don de lenguas, en el cual es probable que los corintios se ejercitaran m�s, porque ten�a m�s de espect�culo relacionado con �l, porque Cuando las personas escuchan a un hombre hablar en una lengua extranjera, su admiraci�n es com�nmente excitada. En consecuencia, muestra, desde principios ya asumidos, cu�n perverso es esto, en la medida en que no contribuye en absoluto a la edificaci�n de la Iglesia. Al principio dice: El que habla en otra lengua, no habla a los hombres, sino a Dios: es decir, seg�n el proverbio: "Se canta a s� mismo ya las Musas". (809) En el uso de la palabra lengua, no hay pleonasma, (810) como en esas expresiones:" Ella habl� as� con la boca "y" Capt� el sonido con estos o�dos ". El t�rmino denota un idioma extranjero. La raz�n por la que no habla a los hombres es porque nadie escucha, es decir, como una voz articulada. Para todos escuchan un sonido, pero no entienden lo que se dice.

�l habla en el Esp�ritu, es decir, "por un don espiritual, (porque as� lo interpreto junto con Cris�stomo). Habla misterios y cosas ocultas, y cosas, por lo tanto, que no tienen ning�n beneficio". Cris�stomo entiende los misterios aqu� en un buen sentido, como significado: revelaciones especiales de Dios. Sin embargo, entiendo el t�rmino en un mal sentido, como significado: dichos oscuros, oscuros e involucrados, como si hubiera dicho: "Habla lo que nadie entiende".

Versículo 3

3. El que profetiza, habla a los hombres "Profec�a", dice �l, "es provechoso para todos, mientras que un idioma extranjero es un tesoro escondido en la tierra. �Qu� gran locura, entonces, es pasar todo el tiempo en lo que es in�til y, por otro lado, descuidar lo que parece ser m�s �til! " Hablar de edificaci�n es hablar de lo que contiene la doctrina adecuada para edificar. Porque entiendo que este t�rmino significa doctrina, por la cual estamos entrenados para la piedad, la fe, la adoraci�n y el temor de Dios, y los deberes de santidad y justicia. Como, sin embargo, en su mayor parte necesitamos aguijones, mientras que otros est�n presionados por las aflicciones o el trabajo d�bil, agrega a la doctrina, la exhortaci�n y el consuelo. Parece de este pasaje, y de lo que precede, que la profec�a s� no significa el don de predecir eventos futuros: pero como he dicho esto una vez antes, no lo repito.

Versículo 4

4. El que habla en otra lengua, se edifica a s� mismo. En lugar de lo que hab�a dicho antes, que �l habla a Dios, dice ahora, se habla a s� mismo, pero lo que sea que se haga en la Iglesia, debe ser para el beneficio com�n. �Lejos, entonces, con esa ambici�n mal dirigida, que da ocasi�n para la ventaja de que la gente generalmente se ve obstaculizada! Adem�s, Paul habla a modo de concesi�n: porque cuando la ambici�n hace uso de tales vauntings vac�os, (811) internamente no hay deseo de hacer el bien; pero Pablo, en efecto, aleja de la sociedad com�n de creyentes a aquellos hombres de simple espect�culo, que solo se miran a s� mismos.

Versículo 5

5. Quisiera que todos hablaran en lenguas Nuevamente declara que no le da tanta preferencia a la profec�a, como para no dejar un lugar para las lenguas extranjeras. Esto debe ser observado cuidadosamente. Porque Dios no ha conferido nada a su Iglesia en vano, y los idiomas fueron de alg�n beneficio. (812) Por lo tanto, aunque los corintios, por un deseo mal dirigido por mostrar, hab�an hecho que ese regalo fuera en parte in�til e in�til, y en parte incluso perjudicial, pero Paul, sin embargo , recomienda el uso de lenguas. Hasta ahora no desea que sean abolidos o desechados. En la actualidad, si bien el conocimiento de los idiomas es m�s que simplemente necesario, y aunque Dios en este momento, con su maravillosa amabilidad, los ha llevado de la oscuridad a la luz, en la actualidad hay grandes te�logos que los declaran furiosos. celo. Como es seguro, que el Esp�ritu Santo ha honrado el uso de lenguas con alabanzas que nunca mueren, podemos muy f�cilmente reunirnos, �cu�l es el tipo de esp�ritu que acciona a esos reformadores, (813) que nivelan tantos reproches como pueden en contra de perseguirlos. Al mismo tiempo, los casos son muy diferentes. Porque Pablo toma idiomas de cualquier tipo, como los que sirven simplemente para la publicaci�n del evangelio entre todas las naciones. Ellos, por otro lado, condenan esos idiomas, de los cuales, como fuentes, debe extraerse la verdad pura de las Escrituras. Se agrega una excepci�n: que no debemos estar tan ocupados con el uso de los idiomas, como para tratar con la profec�a de negligencia, que deber�a tener el primer lugar.

A menos que �l interprete. Porque si se agrega interpretaci�n, habr� profec�a. Sin embargo, no debe comprender que Pablo le da libertad aqu� a nadie para que aproveche el tiempo de la Iglesia sin ning�n beneficio murmurando palabras en una lengua extranjera. �Por rid�culo que fuera, repetir lo mismo en una variedad de idiomas sin ninguna necesidad! Pero a menudo sucede que el uso de una lengua extranjera es razonable. En resumen, simplemente tengamos un ojo en esto como nuestro fin: que la edificaci�n puede redundar en la Iglesia.

Versículo 6

6. Ahora, hermanos, si debo venir. Se propone a s� mismo como ejemplo, porque en su persona el caso se exhibi� de manera m�s llamativa (814) Los corintios experimentaron en s� mismos abundantes frutos de su doctrina. Les pregunta, entonces, qu� ventaja ser�a para ellos, si hiciera uso de lenguas extranjeras entre ellos. �l les muestra en esta instancia, cu�nto mejor fue aplicar sus mentes a las profec�as. Adem�s, era menos envidioso reprobar este vicio en su propia persona, que en la de otro.

Sin embargo, menciona cuatro tipos diferentes de edificaci�n: revelaci�n, conocimiento, profec�a y doctrina. Como hay una variedad de opiniones entre los int�rpretes que los respetan, perm�tanme permitirme tambi�n presentar mi conjetura. Sin embargo, como no es m�s que una conjetura, dejo que mis lectores lo juzguen. La revelaci�n y la profec�a las puse en una clase, y soy de la opini�n de que la �ltima es la administraci�n de la primera. Soy de la misma opini�n en cuanto al conocimiento y la doctrina. Lo que, por lo tanto, cualquiera ha obtenido por revelaci�n, lo dispensa al profetizar. La doctrina es la forma de comunicar el conocimiento. Por lo tanto, un Profeta ser� uno que interprete y administre la revelaci�n. Esto est� m�s a favor de la definici�n que he dado anteriormente, que en desacuerdo con ella. Porque hemos dicho que profetizar no consiste en una interpretaci�n simple y simple de la Escritura, sino que tambi�n incluye el conocimiento para aplicarla al uso actual, que se obtiene solo por revelaci�n y la inspiraci�n especial de Dios.

Versículo 7

7. Incluso las cosas sin vida. Propone similitudes, primero de los instrumentos musicales, y luego de la naturaleza de las cosas en general, ya que no hay voz que no tenga alguna peculiaridad, adecuada para la distinci�n. (815) "Incluso las cosas sin vida", dice, "nos instruyen". Hay, es cierto, muchos sonidos aleatorios o bloqueos, sin ninguna modulaci�n, (816) pero Paul habla aqu� de voces en las que hay algo de arte, como si hubiera dicho: �Un hombre no puede dar vida a un arpa o flauta, pero lo hace emitir un sonido que est� regulado de tal manera que se puede distinguir. �Qu� absurdo es entonces, que incluso los hombres, dotados de inteligencia, emitan un sonido confuso e indistinguible!

Sin embargo, no debemos entrar aqu� en una discusi�n minuciosa sobre las armon�as musicales, en la medida en que Paul simplemente ha tomado lo que com�nmente se entiende; como, por ejemplo, el sonido de la trompeta, (817) del cual habla poco despu�s; porque est� tan calculado para elevar los esp�ritus, que despierta, no solo hombres, sino incluso caballos. Por lo tanto, en los registros hist�ricos se relaciona que los lacedemonianos, al unirse a la batalla, prefer�an el uso de la flauta, (818) para que el ej�rcito no lo hiciera, al principio cargar, precipitarse sobre el enemigo con un comienzo demasiado agudo. (819) En resumen, todos sabemos por experiencia qu� poder tiene la m�sica en los sentimientos emocionantes de los hombres, de modo que Plat�n afirma, y ??no sin una buena raz�n, que la m�sica tiene mucho efecto al influir, de una forma u otra, en los modales de un estado. Hablar al aire es batir el aire ( 1 Corintios 9:26) sin ning�n prop�sito. "Tu voz no alcanzar� ni a Dios ni al hombre, sino que se desvanecer� en el aire".

Versículo 10

10. Ninguno de ellos tonto (820) Ahora habla de una manera m�s general, porque ahora capta las voces naturales de los animales. �l usa el t�rmino tonto aqu�, para significar confundido, en lugar de una voz articulada; porque el ladrido de los perros difiere del relincho de los caballos y el rugido de los leones por el rebuzno de los asnos. Cada tipo de ave tambi�n tiene su propia forma particular de cantar y cantar. Todo el orden de la naturaleza, por lo tanto, designado por Dios, nos invita a observar una distinci�n. (821)

Versículo 11

11. Ser� para el que habla un b�rbaro (822) La lengua debe ser un �ndice de la mente, no solo en el sentido del proverbio, sino en el sentido que explica Arist�teles al comienzo de su libro: "Sobre la interpretaci�n". (823) Qu� tonto es y absurdo en un hombre, pronunciar en una asamblea una voz de la que el oyente no entiende nada, en la que no percibe ninguna se�al de donde puede aprender lo que la persona quiere decir! No es sin una buena raz�n, por lo tanto, que Paul lo ve como el colmo del absurdo, que un hombre debe ser un b�rbaro para los oyentes, parloteando en una lengua desconocida, y al mismo tiempo trata elegantemente con burla la tonta ambici�n. de los corintios, que estaban ansiosos por obtener alabanzas y fama por este medio. "Esta recompensa", dice �l, "ganar�s, que ser�s un b�rbaro". Para el t�rmino b�rbaro, ya sea artificial, (como piensa Strabo, (824) ) o derivado de alg�n otro origen, se toma en un mal sentido . De ah� que los griegos, que se consideraban a s� mismos como las �nicas personas que hablaban bien y ten�an un lenguaje refinado, dieron a todos los dem�s el nombre de b�rbaros, por su dialecto grosero y r�stico. Sin embargo, ning�n lenguaje se cultiva de manera tal que no se considere b�rbaro cuando no se entiende. "El que escucha", dice Pablo, "ser� para m� un b�rbaro, y yo lo ser� para �l a cambio". Con estas palabras, insin�a que hablar en una lengua desconocida no es tener comuni�n con la Iglesia, sino mantenerse alejado de ella, y que el que actuar� en esta parte ser� merecidamente despreciado por los dem�s, porque �l primero los desprecia.

Versículo 12

12. Ya que est�s en busca de dones espirituales, Pablo concluye que el don de lenguas no ha sido conferido con el fin de dar alarde de unos pocos, sin dando ventaja a la Iglesia. �Si los dones espirituales�, dice �l, �te deleitan, deja que el fin sea edificaci�n. Entonces, solo puede reconocer que ha alcanzado una excelencia que es verdadera y digna de elogio, cuando la Iglesia recibe ventaja de usted. Paul, sin embargo, por el presente no da permiso a nadie para apreciar la ambici�n de sobresalir, incluso para el beneficio de la Iglesia, pero al corregir la falla, muestra cu�n lejos est�n de lo que est�n persiguiendo, y en al mismo tiempo les hace saber qui�nes son los que deber�an ser m�s apreciados. Tendr�a un hombre para ser considerado en mayor estimaci�n, en proporci�n, ya que se dedica con entusiasmo a promover la edificaci�n. Mientras tanto, es nuestra parte tener este �nico objeto a la vista: que el Se�or pueda ser exaltado, y que su reino pueda ampliarse d�a a d�a.

El t�rmino esp�ritus, (825) que emplea aqu�, por metonimia, para denotar dones espirituales, ya que el esp�ritu de doctrina, o de entendimiento, o de juicio, es empleado para denotar doctrina espiritual, o comprensi�n, o juicio. De lo contrario, debemos tener en cuenta lo que dijo anteriormente, que es el mismo Esp�ritu, quien distribuye a cada hombre varios dones de acuerdo con su voluntad. ( 1 Corintios 12:11.)

Versículo 13

13. Por lo tanto, perm�tale que hable en otra lengua. Esto es una anticipaci�n, como respuesta a una pregunta que se le puede proponer f�cilmente. �Si alguien, por lo tanto, puede hablar un idioma extranjero, �ser� in�til el regalo? �Por qu� se debe retener eso, que podr�a sacarse a la luz, para la gloria de Dios? �l muestra el remedio. �D�jalo�, dice �l, �p�dele a Dios el don de interpretaci�n tambi�n. Si no tiene esto, que se abstenga mientras tanto de ostentaci�n. (826)

Versículo 14

14. Porque si rezo en otra lengua. (827) Si bien este ejemplo tambi�n sirve para confirmar lo que ha mantenido anteriormente, forma, al mismo tiempo, en mi opini�n, un particular adicional. Porque es probable que los corintios hubieran tenido la culpa tambi�n a este respecto, que, como ellos hablaron, tambi�n oraron en lenguas extranjeras. Al mismo tiempo, ambos abusos surgieron de la misma fuente, ya que de hecho fueron comprendidos en una clase. Lo que se entiende por orar en una lengua, (828) aparece de lo que precede: enmarcar una oraci�n en un idioma extranjero.

Sin embargo, el significado del t�rmino esp�ritu no se explica tan f�cilmente. La idea de Ambrosio, que se refiere al Esp�ritu que recibimos en el bautismo, no solo no tiene fundamento, sino que ni siquiera tiene apariencia. Agust�n lo toma de una manera m�s refinada, como denotando esa aprehensi�n, que concibe ideas y signos de cosas, de modo que es una facultad del alma que es inferior a la comprensi�n. Hay m�s plausibilidad en la opini�n de aquellos que lo interpretan como la respiraci�n de la garganta, es decir, la respiraci�n. Sin embargo, esta interpretaci�n no concuerda con el significado que el t�rmino lleva invariablemente en la discusi�n de Pablo en este lugar: m�s a�n, parece que se ha repetido el ofrendador a modo de concesi�n. Para ellos se glorificaron en esa distinci�n honoraria, que Paul, es cierto, les permite, mientras que, por otro lado, muestra cu�n absurdo es abusar de (829) algo que es bueno y excelente. Es como si hubiera dicho: "Me haces alarde de tu esp�ritu, pero �con qu� prop�sito, si es in�til?" De esta consideraci�n, me llevo a estar de acuerdo con Cris�stomo, en cuanto al significado de este t�rmino, quien lo explica, como en la instancia anterior, ( 1 Corintios 14:12) para significar un don espiritual. Por lo tanto, mi esp�ritu significar�: el don que me ha sido conferido. (830)

Pero aqu� surge una nueva pregunta; porque no es cre�ble (al menos en ninguna parte lo hemos le�do) que alguien hablara bajo la influencia del Esp�ritu en un idioma que para ellos era desconocido. Porque el don de lenguas fue conferido, no con el solo prop�sito de pronunciar un sonido, sino, por el contrario, con el fin de hacer una comunicaci�n. Por lo rid�culo que ser�a, que la lengua de un romano fuera enmarcada por el Esp�ritu de Dios para pronunciar palabras griegas, que eran completamente desconocidas para el hablante, ya que a los loros, urracas y cuervos, se les ense�a a imitar las voces humanas. ! Si, por otro lado, el hombre que estaba dotado con el don de lenguas, no hablara sin sentido y comprensi�n, Pablo no habr�a tenido la oportunidad de decir que el esp�ritu ora, pero la comprensi�n es infructuosa, porque la comprensi�n debe se han unido al esp�ritu

Respondo, que Pablo aqu�, por el bien de la ilustraci�n, hace una suposici�n, que no ten�a realidad, de esta manera: "Si el don de lenguas se separa del entendimiento, de modo que el que habla es un b�rbaro para s� mismo, como as� como a los dem�s, �de qu� le servir�a balbucear de esta manera? Porque no es as�, parece que aqu� se dice que la mente es infructuosa, (???????) sobre la base de que la Iglesia no tiene ninguna ventaja, en la medida en que Pablo est� hablando de las oraciones privadas de un individuo . Por lo tanto, tengamos en cuenta que las cosas que est�n conectadas entre s� est�n aqu� separadas por el bien de la ilustraci�n, no por el hecho de que puede suceder, o por lo general sucede. El significado ahora es obvio. "Por lo tanto, si enmarco las oraciones en un idioma que no entiendo y el esp�ritu me proporciona palabras, el esp�ritu mismo, que regula mi lengua, rezar� en ese caso, pero mi mente estar� divagando en alguna parte de lo contrario, o al menos no tendr�n parte en la oraci�n ".

Tengamos en cuenta que Pablo considera que es un gran error si la mente no est� ocupada en la oraci�n. Y no es de extra�ar; porque �qu� m�s hacemos en oraci�n, sino que derramamos nuestros pensamientos y deseos ante Dios? Adem�s, como la oraci�n es la adoraci�n espiritual de Dios, �qu� est� m�s en desacuerdo con la naturaleza de la misma, que que debe proceder simplemente de los labios, y no del alma m�s �ntima? Y estas cosas deben haber sido perfectamente familiares para todas las mentes, si el diablo no hubiera asediado al mundo hasta tal punto, como para hacer creer a los hombres que rezan correctamente, cuando simplemente hacen que sus labios se muevan. Tan obstinados tambi�n son los papistas en su locura, que no solo justifican la oraci�n sin comprender, sino que incluso prefieren que los ignorantes murmuren en murmullos desconocidos. (831) Mientras tanto, se burlan de Dios por un sofisma agudo (832) - que el final la intenci�n es suficiente, o, en otras palabras, que es un servicio aceptable a Dios, si un espa�ol maldice a Dios en el idioma alem�n, mientras que en su mente es sacudido con varias preocupaciones profanas, siempre que solo lo haga, poni�ndose a s� mismo Su forma de oraci�n, inventa asuntos con Dios por medio de un pensamiento que se desvanece r�pidamente. (833)

Versículo 15

15. Orar� con el esp�ritu Para que nadie pregunte, a modo de objeci�n: "�Ser� el esp�ritu in�til en la oraci�n?" �l ense�a que es l�cito, de hecho, orar con el esp�ritu, siempre que la mente sea empleada al mismo tiempo, es decir, la comprensi�n que permite, por lo tanto, y sanciona el uso de un don espiritual en la oraci�n, pero requiere: lo que es lo principal, que la mente no est� desempleada. (834)

Cuando �l dice, cantar� Salmos, o, cantar�, �l hace uso de una instancia particular, en lugar de una declaraci�n general. Porque, como las alabanzas de Dios fueron el tema de los Salmos, quiere decir con el canto de los Salmos (835) - bendiciendo a Dios, o dando gracias a �l, porque en nuestras s�plicas, le pedimos algo a Dios o reconocemos alguna bendici�n que nos ha sido conferida. Sin embargo, a partir de este pasaje, inferimos al mismo tiempo que la costumbre de cantar era, incluso en ese momento, utilizada entre los creyentes, como parece, tambi�n, de Plinio, quien, escribiendo al menos cuarenta a�os o m�s tarde, despu�s La muerte de Pablo, menciona, que los cristianos estaban acostumbrados a cantar salmos a Cristo antes del amanecer. (836) Tampoco tengo ninguna duda de que, desde el principio, siguieron la costumbre de la Iglesia jud�a al cantar salmos.

Versículo 16

16 De lo contrario, si quieres bendecir con el esp�ritu. Hasta ahora ha estado demostrando que las oraciones de cada uno de nosotros ser�n vanas e infructuosas, si el entendimiento no va junto con la voz. Ahora viene a hablar de oraciones p�blicas tambi�n. �Si la asamblea no comprende al que enmarca o pronuncia oraciones en nombre de la gente, �c�mo agregar� la gente com�n una expresi�n de sus deseos al final para participar en ellos? Porque no hay comuni�n en la oraci�n, a menos que todos con una sola mente se unan en los mismos deseos. El mismo comentario se aplica a la bendici�n, o dar gracias a Dios ".

La expresi�n de Pablo, sin embargo, insin�a, (837) que alguno de los ministros pronunci� o pronunci� oraciones con una voz distinta, y que toda la asamblea sigui� en sus mentes las palabras de esa �nica persona, hasta que lleg� a su fin, y luego todos dijeron Am�n, en �ntimo, que la oraci�n ofrecida por esa persona era la de todos en com�n. (838) Se sabe que Am�n es una palabra hebrea, derivada del mismo t�rmino del que proviene la palabra que significa fidelidad o verdad. (839) Es, en consecuencia, una se�al de confirmaci�n, (840) ambos en alarmante y con ganas. (841) M�s lejos, como la palabra era, desde hace mucho tiempo, familiar entre los jud�os, se abri� paso de ellos a los gentiles, y los griegos hicieron uso de ella como si hubiera pertenecido originalmente a su propio idioma. Por lo tanto, lleg� a ser un t�rmino de uso com�n entre todas las naciones. Ahora Pablo dice: �Si en la oraci�n p�blica haces uso de una lengua extranjera, eso no es entendido por los ignorantes y la gente com�n entre quienes hablas, no habr� comuni�n, y tu oraci�n o bendici�n ya no ser� p�blica. . " "�Por qu�?" "Nadie", dice �l, "puede agregar su Am�n a tu oraci�n o salmo, si �l no lo entiende".

Los papistas, por otro lado, consideran que es una observancia sagrada y leg�tima, que Paul rechaza decididamente. En esto descubren una asombrosa impudencia. M�s a�n, esta es una se�al clara de la que aprendemos cu�n gravemente, y con qu� libertad desenfrenada, Satan�s se enfurece con los dogmas de Popery. (842) �Qu� puede ser m�s claro que esas palabras de Pablo, que una persona ignorante no puede participar en la oraci�n p�blica si no comprende lo que se dice? Qu� puede ser m�s claro que esta prohibici�n: "no se ofrezcan oraciones o acciones de gracias en p�blico, excepto en la lengua vern�cula". Al hacer todos los d�as, lo que Pablo dice que no se debe hacer, o incluso no se puede hacer, �no creen que sea analfabeto? Al observar con la mayor rigurosidad lo que �l proh�be, �no condenan deliberadamente a Dios? Vemos, entonces, c�mo Satan�s se divierte entre ellos con impunidad. Su obstinaci�n diab�lica se muestra en esto: que, cuando son amonestados, est�n tan lejos de arrepentirse, que defienden este grave abuso con fuego y espada.

Versículo 18

18. Agradezco, etc. Como hay muchos que restan valor a las excelencias de los dem�s, en los que ellos mismos no pueden tener distinci�n, Paul, para que no parezca que se desprecia , a trav�s de la malignidad o la envidia, el don de lenguas, anticipa esa sospecha, al demostrar que �l es, a este respecto, superior a todos ellos. �Mira�, dice �l, �qu� poca ocasi�n tienes para sospechar el dise�o de mi discurso, como si despreciara lo que yo mismo carec�a; porque si tuvi�ramos que luchar por las lenguas, ninguno de ustedes podr�a compararse conmigo. Si bien, sin embargo, podr�a mostrar ventaja en este departamento, estoy m�s preocupado por la edificaci�n �. La doctrina de Pablo deriva poco peso de la circunstancia de que no tiene un ojo para s� mismo. Sin embargo, para que no parezca excesivamente arrogante, al preferirse a s� mismo antes que a los dem�s, se lo atribuye todo a Dios. As� �l templa su jactancia con modestia.

Versículo 19

19. Prefiero hablar cinco palabras. Esto se habla hiperb�licamente, a menos que entiendas cinco palabras, lo que significa cinco oraciones. Ahora, como Paul, que de otro modo podr�a haberse regocijado en su poder de hablar en lenguas, se abstiene voluntariamente de ello y, sin ning�n espect�culo, apunta exclusivamente a la edificaci�n, reprocha, por este medio, la ambici�n vac�a de aquellos que est�n ansiosamente deseosos de lucirse con tintineos vac�os. ( 1 Corintios 13:1.) La autoridad del Ap�stol tambi�n debe tener poco peso para sacarlos de la vanidad de este tipo.

Versículo 20

20. Hermanos, no se�is ni�os en la comprensi�n. �l avanza un paso m�s; porque muestra que los corintios est�n tan enamorados que ellos, por su propia voluntad. recurrir a ellos mismos y desear ansiosamente, como si fuera un beneficio singular, lo que el Se�or amenaza con enviar, cuando se propone infligir a su pueblo el castigo m�s severo. �Qu� terrible locura es esta: perseguir con entusiasmo con todo su deseo lo que, a los ojos de Dios, se considera una maldici�n! Sin embargo, para que podamos comprender con mayor precisi�n el significado de Pablo, debemos observar que esta declaraci�n se basa en el testimonio de Isa�as, que inmediatamente despu�s se une. ( Isa�as 28:11.) Y como los int�rpretes han sido enga�ados, al no observar que la conexi�n es de esta naturaleza, para evitar cualquier error, primero explicaremos el pasaje en Isa�as, y luego iremos a la casa de Pablo. palabras.

En ese cap�tulo, el Profeta inventa con severidad contra las diez tribus, que se hab�an abandonado a todo tipo de maldad. El �nico consuelo es que Dios todav�a ten�a un pueblo incorrupto en la tribu de Jud�; pero enseguida deplora la corrupci�n de esa tribu tambi�n; y lo hace con mayor dureza, porque no hab�a esperanza de enmienda. Porque as� habla en nombre de Dios: �a qui�n ense�ar� conocimiento? los que son destetados de su madre? los que se extraen de los senos Con esto quiere decir que no son m�s capaces de ense�ar que los ni�os peque�os, sino que recientemente han sido destetados.

Se agrega: precepto sobre precepto, instrucci�n sobre instrucci�n, carga sobre carga, direcci�n sobre direcci�n, aqu� un poco y all� un poco. En estas palabras, expresa, al estilo de una m�mica, ( 843) la lentitud y el descuido por los cuales fueron retenidos. "Al ense�arles, pierdo mi trabajo, ya que no progresan, porque est�n sin medida incultos, y lo que les hab�an ense�ado a trav�s del trabajo prolongado, lo olvidan en un solo momento".

Se agrega a�n m�s: el que habla a esa gente es como uno que usa labios tartamudos y un idioma extranjero. Este es el pasaje que cita Pablo. Ahora el significado es, (844) que las personas han sido visitadas con tanta ceguera y locura, que ya no entienden a Dios cuando les hablan, de lo que lo har�an alg�n b�rbaro o extranjero, tartamudeando en una lengua desconocida, lo cual es una terrible maldici�n. Sin embargo, no ha citado las palabras del Profeta con exactitud, porque lo calcul� lo suficiente como para hacer una referencia puntual al pasaje, para que los corintios, al ser amonestados, pudieran considerarlo atentamente. En cuanto a su dicho de que estaba escrito en la ley, (845) esto no est� en desacuerdo con el uso com�n; porque los Profetas no ten�an un ministerio distinto de la ley, sino que eran los int�rpretes de la ley, y su doctrina es, por as� decirlo, una especie de ap�ndice; de ah� que la ley incluyera todo el cuerpo de la Escritura, hasta el advenimiento de Cristo. Ahora, de esto, Pablo infiere lo siguiente: �Hermanos, es necesario protegerse contra esa infantilidad, que el Profeta reprueba tan severamente, que la palabra de Dios suena en sus o�dos sin ning�n fruto. Ahora, cuando rechazas la profec�a, que est� a tu alcance, y prefieres quedarte asombrado ante el sonido vac�o, �no es esto voluntariamente incurrir en la maldici�n de Dios? (846)

Adem�s, no sea que los corintios digan en respuesta que ser espiritualmente ni�os se recomienda en otra parte ( Mateo 18:4), Pablo anticipa esta objeci�n y los exhorta, de hecho, a ser ni�os en la malicia, pero a cuidado con ser ni�os en la comprensi�n. Por lo tanto, inferimos cu�n desvergonzados son los que act�an y hacen que la sencillez cristiana consista en la ignorancia. Pablo querr�a que todos los creyentes estuvieran, en la medida de lo posible, en plena madurez para comprender al Papa, en la medida en que es m�s f�cil gobernar a los asnos que los hombres, da �rdenes, con el pretexto de la simplicidad, de que todo lo que est� debajo de �l permanezca sin instrucci�n. (847) Hagamos una comparaci�n entre el dominio del papado y la instituci�n de Cristo, y veamos hasta qu� punto est�n de acuerdo. (848)

Versículo 22

22. Por lo tanto, las lenguas son para un signo Este pasaje puede explicarse de dos maneras, considerando la palabra por lo tanto como una referencia meramente a la oraci�n anterior, o como teniendo un teniendo en cuenta en general toda la discusi�n anterior. Si se trata de una inferencia particular, el significado ser�: "Ustedes ven, hermanos, que lo que tan ansiosamente desean no es una bendici�n otorgada por Dios a los creyentes, sino un castigo por el cual inflige venganza a los incr�dulos". De esta manera, no se considerar�a que Pablo tomara el uso de lenguas en todas las circunstancias, sino que simplemente tocara lo que ocurri� en una ocasi�n. Sin embargo, si alguien prefiere extenderlo a toda la discusi�n, no tengo ninguna objeci�n, aunque no me desagrada la interpretaci�n anterior.

Tom�ndolo de manera general, el significado ser� "Las lenguas, en la medida en que se den para una se�al, es decir, para un milagro, no se designan adecuadamente para los creyentes, sino para los no creyentes". Las ventajas derivadas de las lenguas fueron diversas. Proporcionaron contra la necesidad: que la diversidad de lenguas no impidiera que los Ap�stoles diseminaran el evangelio por todo el mundo: en consecuencia, no hab�a ninguna naci�n con la que no pudieran tener comuni�n. Tambi�n sirvieron para conmover o aterrorizar a los incr�dulos ante la vista de un milagro, ya que el dise�o de este milagro, al igual que otros, era preparar a aquellos que a�n estaban lejos de Cristo para rendirle obediencia. Los creyentes, que ya se hab�an dedicado a su doctrina, no necesitaban tanta preparaci�n. Por lo tanto, los corintios presentaron ese don de manera inadecuada y fuera de su lugar correcto, lo que permiti� que, mientras tanto, se descuidara la profec�a, que se separ� de manera peculiar y especial para los creyentes y, por lo tanto, deber�a ser familiar para ellos, porque en lenguas No busc� nada m�s all� del milagro.

Versículo 23

23. Si, por lo tanto, toda la Iglesia se uniera Como no vieron su culpa, como consecuencia de tener sus mentes ocupadas con un deseo tonto y depravado, �l les dice que estar�n expuestos al desprecio de los malvados o los ignorantes, si los hay, al llegar a su reuni�n, deber�an escucharlos pronunciar un sonido, pero no hablar. Porque, �qu� persona ignorante no considerar� a aquellos que est�n fuera de su sano juicio, quienes, en lugar de hablar, emiten un sonido vac�o y se sienten atra�dos por esa vanidad, mientras se reunieron con el prop�sito de escuchar la doctrina de Dios? Esta declaraci�n tiene mucho de cortante: �Se aplauden en su propia manga; pero los malvados y los ignorantes se r�en de tus tonter�as. Por lo tanto, no ves lo que para los ignorantes e incr�dulos es perfectamente manifiesto ".

Aqu� Cris�stomo comienza una pregunta: "Si se les diera lenguas a los no creyentes por una se�al, �por qu� dice el Ap�stol ahora, que ser�n ridiculizados por ellos?" �l responde que son una se�al para llenarlos de asombro, no para instruirlos o reformarlos. Al mismo tiempo, agrega, que se debe a su maldad, que ven el signo como una locura. Esta explicaci�n no me satisface; sin embargo, una persona no creyente o ignorante puede verse afectada por un milagro, y puede considerar con reverencia el don de Dios, no deja de criticar y condenar un abuso indebido del don, (849) y piensa as� consigo mismo: ��Qu� quieren decir estos hombres al cansarse a s� mismos ya otros sin ning�n prop�sito? �De qu� sirve hablar, si no se aprende nada de �l? El significado de Pablo, por lo tanto, es que los corintios ser�an justamente condenados de locura por los incr�dulos y los ignorantes, por mucho que se complacieran. (850)

Versículo 24

24. Pero si todo profetiza Como �l les hab�a mostrado previamente, �cu�nto m�s ventajosa es la profec�a para aquellos que son de la familia de la fe ( G�latas 6:10) que el don de lenguas, por lo que ahora muestra que ser�a �til tambi�n para aquellos que est�n fuera. ( 1 Corintios 5:13.) Esta es una consideraci�n muy poderosa para mostrar a los corintios su error. Para lo que es una parte b�sica es depreciar un regalo que es m�s �til tanto dentro como fuera, y estar totalmente ocupado con otro regalo que es in�til para los que est�n dentro de la casa; y, adem�s de esto, ofende a los que est�n fuera. �l presenta ante ellos esta ventaja de la profec�a, que convoca a las conciencias de los imp�os al tribunal de Dios, y los golpea con una aprehensi�n viva del juicio divino de tal manera, que el que antes despreciaba completamente la sana doctrina, es obligado a dar gloria a Dios.

Sin embargo, encontraremos que es mucho m�s f�cil entender este pasaje si lo comparamos con otro que aparece en la Ep�stola a los Hebreos ( Hebreos 4:12).

La Palabra de Dios es r�pida y poderosa, y m�s aguda que cualquier espada de dos filos; perforando hasta la divisi�n del alma y el esp�ritu, y de las articulaciones y la m�dula, un discernidor de los pensamientos del coraz�n. (851)

Porque en ambos pasajes, se habla del mismo tipo de eficacia de la Palabra de Dios: solo en ese otro pasaje se habla de manera m�s completa y distintiva. En lo que respecta al pasaje que tenemos ante nosotros, no es dif�cil entender ahora qu� se entiende por ser convencido y juzgado. Las conciencias de los hombres est�n en un estado t�rrido, (852) y no se sienten tocados con ning�n sentimiento de insatisfacci�n a causa de sus pecados, siempre que est�n envueltos en la oscuridad de la ignorancia En resumen, la incredulidad es como un letargo que quita el sentimiento. Pero la Palabra de Dios penetra incluso hasta los rincones m�s remotos de la mente, y al introducir, por as� decirlo, una luz, disipa la oscuridad y ahuyenta ese letargo mortal. Por lo tanto, los incr�dulos est�n convencidos, ya que est�n seriamente afectados y alarmados, al saber que tienen que ver con Dios; y, de la misma manera, se les juzga a este respecto, que si bien anteriormente estuvieron involucrados en la oscuridad y no percib�an su propia miseria y bajeza, ahora son tra�dos a la luz del d�a y est�n obligados a dar testimonio contra s� mismos .

Cuando �l dice que todos son juzgados y convencidos, debes entenderlo como que significa toda esa profec�a; porque �l hab�a dicho un poco antes, si todos profetizaran, ( 1 Corintios 14:24.) �l ha hecho uso expreso de un t�rmino general, con el fin de eliminar el disgusto que sent�an por la profec�a. (853) El incr�dulo, digo, est� convencido, no como si el Profeta pronunciara un juicio sobre �l en silencio en la mente o abiertamente con la boca, sino porque la conciencia del oyente aprende de la doctrina su propio juicio. Es juzgado, en la medida en que desciende en s� mismo, y, despu�s de un examen exhaustivo, se conoce a s� mismo, mientras que anteriormente no se preocupaba por s� mismo. Con el mismo prop�sito, tambi�n, es ese dicho de Cristo:

El Esp�ritu, cuando venga, convencer� al mundo del pecado, ( Juan 16:8;)

y esto es lo que agrega de inmediato: que los secretos de su coraz�n se manifiestan porque, en mi opini�n, no significa que se manifieste a los dem�s qu� tipo de persona es, sino que su propia conciencia se despierta, as� que que percibe sus pecados, que anteriormente yac�an ocultos a su vista.

Aqu�, nuevamente, Cris�stomo pregunta c�mo se cumple que la profec�a es tan efectiva para despertar a los incr�dulos, mientras que Pablo hab�a dicho un poco antes que no se les hab�a dado. �l responde que no se les dio como una se�al in�til, sino con el prop�sito de instruirlos. Por mi parte, sin embargo, creo que ser� m�s simple y, por lo tanto, m�s adecuado decir que no fue dado a los no creyentes, que perecen, cuyos corazones

Satan�s ha cegado, para que no puedan ver la luz que brilla desde �l. ( 2 Corintios 4:3.)

Tambi�n ser� mejor conectar esta declaraci�n con la profec�a (854) de Isa�as ( Isa�as 28:11), porque el Profeta habla de los no creyentes , entre los cuales la profec�a no tiene provecho ni ventaja.

Versículo 25

25. Cayendo de bruces, adorar� porque es solo el conocimiento de Dios lo que puede derribar el orgullo de la carne. A eso, la profec�a nos trae. Por lo tanto, es su propio efecto y naturaleza derribar a los hombres de su nobleza, para que, con un homenaje postrado, rindan culto a Dios. Para muchos, sin embargo, la profec�a tampoco es beneficiosa; m�s a�n, lo que oyen empeora. Ni siquiera fue la intenci�n de Pablo atribuir este efecto a la profec�a, como si siempre fuera el resultado de ello. Simplemente dise�� para mostrar cu�nta ventaja se deriva de �l y cu�l es su oficina. Por lo tanto, es una recomendaci�n singular, que extorsiona a los no creyentes esta confesi�n: que Dios est� presente con su pueblo, y que su majestad brilla en medio de su asamblea.

Versículo 26

26. �Qu� es entonces? Ahora muestra la forma en que pueden remediar esos males. En primer lugar, cada regalo debe tener su lugar, pero en orden y en medida. Adem�s, la Iglesia no debe ser llevada a ning�n prop�sito con ejercicios no rentables, sino que, en todo lo que se haga, debe tener en cuenta la edificaci�n. Sin embargo, habla en primer lugar de la edificaci�n de esta manera: "Que cada uno, seg�n lo que le ha sido otorgado con alg�n don particular, haga que su objetivo sea exponerlo en beneficio de todos". Porque es de esta manera que debemos entender la palabra que se da a cada uno: que nadie puede tomarlo como una universalidad, como si todo un hombre estuviera dotado de un don semejante.

Versículo 27

27. Si alguien habla en otra lengua, ahora describe el orden y limita la medida. �Si tiene la intenci�n de hablar en otras lenguas, deje que solo dos hablen, o, como m�ximo, no m�s de tres, y que haya al mismo tiempo un int�rprete sentado sin un int�rprete, las lenguas no tienen ninguna ventaja: deje por lo tanto, prescindir de ellos ". Sin embargo, debe observarse que �l no ordena, sino que simplemente lo permite; porque la Iglesia puede, sin ning�n inconveniente, prescindir de lenguas, excepto en la medida en que sean ayudas para la profec�a, como lo son los idiomas hebreo y griego en este d�a. Sin embargo, Pablo hace esta concesi�n para que no parezca privar a la asamblea de creyentes de ning�n don del Esp�ritu.

Al mismo tiempo, podr�a parecer que incluso esto no fuera aceptable para razonar, en la medida en que dijo antes ( 1 Corintios 14:22) que las lenguas, en la medida en que son para una se�al, son adecuadas a los no creyentes. Respondo que, si bien se puede realizar un milagro m�s particularmente con miras a los no creyentes, sin embargo, no se sigue, que no puede ser de alguna ventaja para los creyentes tambi�n. Si comprende, que una lengua desconocida es una se�al para los incr�dulos en el sentido de que las palabras de Isa�as (857) llevan, el m�todo de procedimiento, que Pablo aqu� prescribe, es diferente. Porque permite otras lenguas de tal manera que, al unirse la interpretaci�n con ellas, no queda nada oscuro. �l observa, por lo tanto, un medio admirable para corregir la falta de los corintios. Por un lado, no deja de lado ning�n regalo de Dios, (858) para que todos sus beneficios puedan verse entre los creyentes. Por otro lado, hace una limitaci�n: que la ambici�n no usurpa el lugar que se debe a la gloria de Dios, y que ning�n don de importancia inferior se interpone en el camino de aquellos que son el momento principal; y agrega la salsa (859) - para que no haya mera ostentaci�n, sin ventaja.

Versículo 28

28. D�jelo hablar a s� mismo y a Dios "D�jelo disfrutar", dice �l, "su don en su propia conciencia, y d�le gracias a Dios". . " Porque de esta manera explico la expresi�n para hablar a s� mismo y a Dios, como significado: reconocer en su propia mente con acci�n de gracias el favor conferido a �l, (860) y disfrutarlo como propio, cuando no hay una oportunidad para presentarlo de manera p�blica. Porque �l hace un contraste entre esta forma secreta de hablar y hablar p�blicamente en la Iglesia, lo cual �l proh�be. (861)

Versículo 29

29. Profetas, dos o tres. En cuanto a la profec�a, tambi�n prescribe l�mites, porque "multitud", como se suele decir, "genera confusi�n". Esto es cierto, porque lo sabemos por la experiencia de cada d�a. Sin embargo, no restringe el n�mero tan definitivamente, como cuando trataba las lenguas, ya que hay menos peligro, en el caso de que se apliquen por m�s tiempo a las profec�as, es m�s, la aplicaci�n continua ser�a lo m�s deseable. cosa de todos; pero Pablo consider� lo que la debilidad de los hombres pod�a soportar.

Sin embargo, todav�a queda una pregunta: �por qu� asigna el mismo n�mero a las profec�as y a las lenguas, excepto que, en cuanto a esto �ltimo, agrega particularmente, a lo sumo, si las lenguas son menos �tiles, seguramente ser un uso m�s moderado de ellos? Respondo que incluso en lenguas, mientras toma el t�rmino, la profec�a est� incluida; para lenguas se usaban para discursos, (862) o para oraciones. En el departamento anterior, el int�rprete estaba en el lugar del profeta: por lo tanto, era el ejercicio principal y m�s frecuente del mismo. Solo �l limita la medida, para que no caiga en el desprecio a trav�s de un sentimiento de disgusto, y para que aquellos que son menos h�biles eviten que aquellos que est�n mejor calificados tengan tiempo y oportunidad de hablar; porque, indudablemente, tendr�a a aquellos a quienes les asigna el deber de hablar, que sean de la clase m�s selecta y nombrados por sus sufragios comunes. (863) Ninguno, sin embargo, est� m�s inclinado a avanzar, que aquellos que tienen un poco de aprendizaje, por lo que el proverbio es bueno " La ignorancia es pert. (864) Paul ten�a la intenci�n de remediar este mal, asignando la oficina de hablar a dos o tres

Deja que los dem�s juzguen. Para que no se d� ninguna ocasi�n a los dem�s para quejarse, como si deseara que el don de Dios (865) fuera suprimido entre ellos y enterrado, �l muestra de qu� manera pueden usarlo legalmente para el beneficio de la Iglesia, incluso al guardar silencio, si se ponen a juzgar lo que otros dicen. Porque no es una peque�a ventaja, que haya algunos que sean h�biles para juzgar, que no permitan que la doctrina sana sea pervertida por las imposturas de Satan�s, o sea corrompida de otra manera por tonter�as. Pablo, en consecuencia, ense�a que los otros profetas ser�n �tiles para la Iglesia, incluso al guardar silencio.

Sin embargo, puede parecer absurdo que los hombres tengan libertad para juzgar la doctrina de Dios, que debe colocarse m�s all� de toda controversia. Respondo que la doctrina de Dios no est� sujeta al escrutinio de los hombres, sino que simplemente se les da permiso para juzgar por el Esp�ritu de Dios, si es su palabra la que se les presenta, o si los inventos humanos son, sin cualquier autoridad, parti� bajo este pretexto, ya que tendremos ocasi�n de volver a notarlo antes de mucho tiempo.

Versículo 30

30. Pero si algo se revela a otro. Aqu� hay otra ventaja: que siempre que haya ocasi�n, el camino tambi�n estar� abierto para ellos. (866) Por lo tanto, ya no tienen ocasi�n de quejarse, de que el Esp�ritu est� atado o de que su boca est� cerrada. Para todos, la oportunidad y la libertad les permitieron hablar, cuando hay una ocasi�n para ello, siempre que nadie interfiera de manera indebida, teniendo en cuenta que se complace a s� mismo, en lugar de servir a alg�n prop�sito �til. Ahora �l requiere esta modestia de parte de todos: que cada uno en su lugar dar� paso a otro que tenga algo mejor que presentar. (867) Porque esto es solo la verdadera libertad del Esp�ritu, no es que a todos se les permita decir precipitadamente lo que quieran, sino que todo, desde el de lo m�s alto a lo m�s bajo, voluntariamente se permiten estar bajo control, y que el �nico Esp�ritu sea escuchado, por cualquier boca que hable. En cuanto a la certeza de la revelaci�n, la veremos antes.

Versículo 31

31. Puede todos, uno por uno. En primer lugar, cuando dice todo, no incluye a los creyentes universalmente, sino solo a aquellos que fueron dotados con este don. Adem�s, no quiere decir que todos deber�an tener su turno por igual, sino que, seg�n sea para beneficio de la gente, cada uno debe hablar con m�s frecuencia o con menos frecuencia. (868) �Nadie permanecer� siempre desempleado; pero se presentar� una oportunidad de hablar, a veces a uno y otras a otro ".

A�ade, que todos puedan aprender. Esto es aplicable, es cierto, a toda la gente, pero es particularmente adecuado para los Profetas, y Pablo se refiere m�s especialmente a ellos. Porque nadie ser� nunca un buen maestro, que no se muestre ense�able, ya que nunca se encontrar� a nadie que tenga, en s� mismo, tal desbordamiento con respecto a la perfecci�n de la doctrina, como para no obtener el beneficio de escuchar a otros. Por lo tanto, que todos asuman el oficio de ense�ar sobre este principio, que no se nieguen ni renuncien, para ser eruditos entre s� a su vez, siempre que haya otros medios para edificar la Iglesia.

�l dice, en segundo lugar, que todos pueden recibir consuelo. Por lo tanto, podemos inferir que los ministros de Cristo, lejos de envidiar, deber�an regocijarse con todo su coraz�n, que no son las �nicas personas que sobresalen, sino que tienen compa�eros del mismo don, una disposici�n que Mois�s descubri�: como se relata en la historia sagrada. ( N�meros 11:28.) Porque cuando su sirviente, inflamado con celos tontos, estaba muy disgustado, porque el don de profec�a fue conferido a otros tambi�n, lo reprende: "No", dice �l, "lo har�a �que todo el pueblo de Dios comparti� conmigo este regalo superior! Y, sin duda, es un consuelo especial para los ministros piadosos, ver el Esp�ritu de Dios, cuyos instrumentos son, trabajando en otros tambi�n, y se derivan tambi�n de esta confirmaci�n no peque�a. Tambi�n es un consuelo que contribuye a la difusi�n de la palabra de Dios, cuanto m�s tiene de ministros y testigos.

Sin embargo, como la palabra ?????????????, que Pablo emplea aqu�, tiene un significado dudoso, (869) tambi�n puede ser traducida recibir exhortaci�n (870) Tampoco ser�a inadecuado, ya que a veces es una ventaja escuchar a los dem�s, para que podamos estar m�s poderosamente motivados al servicio.

Versículo 32

32. Y los esp�ritus de los Profetas. Esta tambi�n es una de las razones por las cuales es necesario que se turnen, porque a veces suceder� que, en la doctrina de un Profeta, los dem�s pueden encontrar algo para reprender. "No es razonable", dice �l, "que cualquiera deba estar m�s all� de la esfera del escrutinio. De esta manera, a veces le toca el turno de hablar a una persona, que estaba entre la audiencia y estaba sentada en silencio ".

Algunos han entendido mal este pasaje, como si Pablo hubiera dicho, que los Profetas del Se�or no eran como personas tomadas con un frenes� repentino, que, cuando un impulso divino (????????????) una vez los hab�a capturado, (871) ya no eran due�os de s� mismos. (872) Es cierto que los Profetas de Dios no est�n desordenados en su mente; pero esto no tiene nada que ver con este pasaje de los escritos de Pablo. Porque significa, como ya he dicho, que nadie est� exento del escrutinio de los dem�s, sino que todos deben ser escuchados, con este entendimiento, de que su doctrina debe, sin embargo, ser sometida a examen. Sin embargo, no es sin dificultad, ya que el Ap�stol declara que sus esp�ritus est�n sujetos. Aunque habla de dones, �c�mo pueden los hombres juzgar la profec�a, que es dada por el Esp�ritu Santo, de modo que el Esp�ritu mismo no sea juzgado por ellos? De esta manera, incluso la palabra de Dios, que es revelada por el Esp�ritu; ser� sometido a examen. La falta de conveniencia de esto no necesita ser se�alada, ya que es en s� misma muy evidente. Sin embargo, mantengo que ni el Esp�ritu de Dios ni su palabra est�n restringidos por un escrutinio de este tipo. El Esp�ritu Santo, digo, retiene su majestad intacta, para

juzga todas las cosas, mientras que nadie lo juzga. ( 1 Corintios 2:15.)

La sagrada palabra de Dios tambi�n conserva el respeto debido a ella, de modo que se recibe sin ninguna disputa, tan pronto como se presenta.

"�Qu� es, entonces", dir�n, "que est� sujeto a examen?" Respondo: si a alguien se le diera una revelaci�n completa, ese hombre indudablemente, junto con su don, estar�a por encima de todo escrutinio. No hay, yo digo, sujeci�n, donde hay una plenitud de revelaci�n; pero como Dios ha distribuido su esp�ritu a cada uno en cierta medida, de tal manera que, incluso en medio de la mayor abundancia, siempre hay algo que falta, no es de extra�ar, si nadie se eleva a tal altura, como mirar desde arriba a todos los dem�s y no tener a nadie que lo juzgue. Ahora podemos ver c�mo es que, sin ninguna deshonra para el Esp�ritu Santo, sus dones admiten ser examinados. M�s a�n, donde, despu�s de un examen completo, no se encuentra nada que sea digno de reproche, todav�a habr� algo que necesita ser pulido. La suma de todo, por lo tanto, es esto: que el don se somete a un examen de tal manera que, lo que sea que se establezca, los Profetas lo consideran: si procede del Esp�ritu de Dios; porque si parece que el Esp�ritu es su autor, no queda lugar para la vacilaci�n.

Sin embargo, a�n se pregunta m�s: "�Qu� regla se debe utilizar en el examen?" Esta pregunta es respondida en parte por la boca de Pablo, quien, en Romanos 12:6, requiere que la profec�a se regule de acuerdo con la proporci�n de fe. Sin embargo, en cuanto a la emisi�n del juicio, no hay duda de que debe estar regulado por la palabra y el Esp�ritu de Dios, que nada puede ser aprobado, sino lo que se descubre que proviene de Dios, que nada puede ser encontrado culpable. con, pero de acuerdo con su palabra, en fin, que solo Dios puede presidir en este juicio, y que los hombres pueden ser simplemente sus heraldos.

De este pasaje de los escritos de Pablo, podemos conjeturar cu�n ilustre fue esa Iglesia, con respecto a una extraordinaria abundancia y variedad de dones espirituales. Hab�a colegios de profetas, por lo que hab�a que esforzarse para que pudieran tener sus respectivos turnos. Hab�a tanta diversidad de dones que hubo una superabundancia. Ahora vemos nuestra delgadez, no, nuestra pobreza; pero en esto tenemos un castigo justo, enviado para compensar nuestra ingratitud. Porque ni se agotan las riquezas de Dios, ni se disminuye su benignidad; pero no merecemos su generosidad ni somos capaces de recibir su liberalidad. A�n as�, tenemos una amplia suficiencia de luz y doctrina, siempre que no haya deficiencias con respecto al cultivo de la piedad y los frutos que brotan de ella.

� Non comtaee mansere comae; sed pectus anhelum, Et rabie fera corda tument: majorque videri, Nee mortale sonans, attlata est numine quando Jam propiore dei . �

"Pero cuando el dios testarudo, a�n no aplacado, Con el frenes� sagrado, la Sibyl se incaut�, El terror congel� su espeluznante cabello; su pecho Palpitante con furia sagrada, todav�a expresado A mayor horror, y ella parece m�s grande, Swaln con el afflatus, mientras que en gritos sagrados Ella revela los misterios ocultos del destino".

Virg Aen.VI. 48-51. - Ed.

Versículo 33

33. Porque Dios no es de confusi�n. (873) Debemos entender la palabra Autor, o alg�n t�rmino de ese tipo. (874) Aqu� tenemos una declaraci�n muy valiosa, por la cual se nos ense�a, que no servimos a Dios a menos que en el caso de que seamos amantes de la paz, y con ganas de promocionarlo. Siempre que, por lo tanto, hay una disposici�n a pelear, all�, es cierto, Dios no reina. �Y qu� f�cil es decir esto! �Cu�n en general todos lo tienen en la boca! Sin embargo, mientras tanto, la mayor�a de las personas se enfurecen por nada, o molestan a la Iglesia, por un deseo de que, de alguna manera, puedan aparecer y parecer algo. ( G�latas 2:6.)

Por lo tanto, tengamos en cuenta que, al juzgar a los siervos de Cristo, esta marca debe mantenerse a la vista, ya sea que apunten o no a la paz y la concordia y, al conducirse pac�ficamente, eviten las disputas al m�ximo de su poder, siempre que, sin embargo, entendamos por esto una paz de la cual la verdad de Dios es el v�nculo. Porque si somos llamados a luchar contra las doctrinas malvadas, aunque el cielo y la tierra se unan, debemos, sin embargo, perseverar en la contienda. Debemos, de hecho, en primer lugar, hacer nuestro objetivo, que la verdad de Dios pueda, sin contenci�n, mantener su terreno; pero si los malvados se resisten, debemos poner nuestra cara contra ellos, y no tener miedo, para que la culpa de los disturbios no sea puesta a nuestro cargo. Porque maldita es esa paz de la cual la rebeli�n de Dios es el v�nculo, y benditas son esas contiendas por las cuales es necesario mantener el reino de Cristo.

Como en todas las iglesias. La comparaci�n (875) no se refiere simplemente a lo que se dijo inmediatamente antes, sino a toda la representaci�n anterior. �Hasta ahora no he ordenado nada que no se observe en todas las Iglesias, y de esta manera, se mantienen en paz. Por lo tanto, deje que le importe pedir prestado lo que otras Iglesias han encontrado, por experiencia, saludable y m�s rentable para mantener la paz ". Su menci�n expl�cita del t�rmino santos es enf�tica, como si se tratara de eximir a las Iglesias correctamente constituidas de una marca de desgracia. (876)

Versículo 34

Parece que la Iglesia de los Corintios tambi�n fue infectada con esta falla, que se le permiti� a la locuacidad de las mujeres un lugar en la asamblea sagrada, o m�s bien que se le dio la libertad m�s plena. Por lo tanto, les proh�be hablar en p�blico, ya sea con el prop�sito de ense�ar o de profetizar. Esto, sin embargo, debemos entender que se refiere al servicio ordinario, o donde hay una Iglesia en un estado regularmente constituido; porque puede ocurrir una necesidad de tal naturaleza que requiera que una mujer hable en p�blico; pero Paul tiene simplemente en vista lo que se est� convirtiendo en una asamblea debidamente regulada.

34. Que est�n en sujeci�n, como tambi�n dice la ley. �Qu� conexi�n tiene el objeto que tiene en vista con la sujeci�n bajo la cual la ley coloca a las mujeres? "Porque, �qu� hay", alguien dir�, "para obstaculizar su sujeci�n y, al mismo tiempo, ense�ar?" Respondo que el oficio de ense�anza (877) es una superioridad en la Iglesia y, en consecuencia, es inconsistente con la sujeci�n. �Por muy indecoroso que fuera, aquel que est� sujeto a uno de los miembros, debe presidir (878) sobre todo el cuerpo! Por lo tanto, es un argumento de cosas inconsistentes: si la mujer est� sometida, en consecuencia, se le proh�be la autoridad para ense�ar en p�blico. (879) Y sin lugar a dudas, (880) donde se ha mantenido incluso la propiedad natural, las mujeres han sido excluidos en todas las edades de la gesti�n p�blica de los asuntos. Es el dictado del sentido com�n, que el gobierno femenino es inapropiado e indecoroso. M�s a�n, mientras originalmente ten�an permiso en Roma para declararse ante un tribunal, (881) el desencanto de Caia Afrania (882) llev� a que fueran interceptados, incluso a partir de esto. El razonamiento de Paul, sin embargo, es simple: esa autoridad para ense�ar no es adecuada para la estaci�n que ocupa una mujer, porque, si ella ense�a, preside a todos los hombres, mientras que se convierte en ella sometida.

Versículo 35

35. Si desean aprender algo. Para que no parezca, por este medio, excluir a las mujeres de las oportunidades de aprendizaje, las desea, si tienen dudas sobre algo, preguntar en privado, que no pueden provocar ninguna disputa en p�blico. Cuando dice, esposos, no les proh�be consultar a los Profetas, si es necesario. Para todos los esposos no son competentes para dar una respuesta en tal caso; pero, como est� razonando aqu� en cuanto a la pol�tica externa, considera que es suficiente se�alar lo que es indecoroso, para que los corintios puedan protegerse de ello. Mientras tanto, es parte del lector prudente considerar que las cosas que trata aqu� son intermedias e indiferentes, en las cuales no hay nada ilegal, sino lo que est� en desacuerdo con la propiedad y la edificaci�n.

Versículo 36

36 �Sali� de ti la palabra de Dios? Esta es una reprensi�n algo m�s aguda, pero nada m�s que lo necesario para vencer la arrogancia de los corintios. Eran, sin medida, autocomplacientes. No pod�an soportar que ni ellos mismos, ni lo que les pertenec�a, fuera culpable de nada. Pregunta, en consecuencia, si son los �nicos cristianos en el mundo; m�s a�n, si son los primeros o si ser�n los �ltimos. "�La palabra de Dios", dice �l, "sali� de ti?" es decir, "�Se origin� contigo?" "�Ha terminado contigo?" es decir, "�No se extender� m�s?" El dise�o de la advertencia es este: que no pueden, sin tener en cuenta a los dem�s, complacerse en sus propios artilugios o costumbres. Y esta es una doctrina de aplicaci�n general; porque ninguna Iglesia debe ser tomada consigo misma exclusivamente, en descuido de otros; pero, por el contrario, todos deber�an, a su vez, extenderse la mano derecha el uno al otro, en la forma de apreciar el compa�erismo mutuo y acomodarse el uno al otro, en la medida en que lo requiera la armon�a. (883)

Pero aqu� se pregunta si cada Iglesia, seg�n ha tenido la precedencia de otra en el orden del tiempo, (884) tambi�n la tiene en su poder obligarlo a observar sus instituciones. (885) Para Paul parece intimar esto en lo que dice. Por ejemplo, Jerusal�n era la madre de todas las Iglesias, en la medida en que hab�a salido la palabra del Se�or. �Ten�a entonces la libertad de asumir un derecho superior para obligar a todos los dem�s a seguirla? Respondo que Pablo aqu� no emplea un argumento de aplicaci�n universal, sino uno que fuera especialmente aplicable a los corintios, como suele ser el caso. Ten�a, por lo tanto, un ojo puesto en los individuos, m�s que en la cosa misma. Por lo tanto, no se sigue necesariamente que las Iglesias que son de origen posterior deben estar obligadas a observar, en cada punto, las instituciones de las anteriores, en la medida en que incluso el mismo Pablo no se oblig� a s� mismo por esta regla, para interferir con otras Iglesias las costumbres que estaban en uso en Jerusal�n. Que no haya nada de ambici�n; que no haya nada de obstinaci�n; que no haya nada de orgullo y desprecio por otras Iglesias; que, por otro lado, haya un deseo de edificar; que haya moderaci�n y prudencia; y en ese caso, en medio de una diversidad de observancias, no habr� nada que sea digno de reproche.

Tengamos en cuenta, por lo tanto, que la altivez de los corintios es reprobada aqu�, quienes, preocupados exclusivamente por ellos mismos, (886) no mostraron respeto por el Iglesias de origen anterior, de las cuales hab�an recibido el evangelio, y no se esforzaron por acomodarse a otras iglesias, de las cuales el evangelio hab�a salido de ellas. �Ojal� Dios no hubiera Corinto en nuestros tiempos, con respecto a esta falla, as� como a los dem�s! Pero vemos c�mo los hombres salvajes, que nunca han probado el Evangelio, ( Hebreos 6:5) perturban a las Iglesias de los santos mediante una aplicaci�n tir�nica de sus propias leyes. (887)

Versículo 37

37. Si alguien piensa de s� mismo. Marque aqu� el juicio, que previamente hab�a asignado a los Profetas: que deber�an recibir lo que reconocieron como de Dios. Sin embargo, no desea que investiguen sobre su doctrina, como si fuera un asunto dudoso, sino que la reciban como la segura palabra de Dios, en la medida en que la reconozcan como la palabra de Dios, si juzgan correctamente. . Adem�s, es en virtud de la autoridad apost�lica, que �l se encarga de prescribirles la oraci�n que deben pronunciar. (888)

Todav�a hay una mayor confianza en lo que agrega de inmediato: el que es ignorante, que sea ignorante. Esto, es cierto, era permisible para Pablo, quien estaba completamente seguro de la revelaci�n que hab�a recibido de Dios, y tambi�n deber�a haber sido bien conocido por los corintios, de modo que no deber�an haberlo visto en ning�n otro luz, que como ap�stol del Se�or. Sin embargo, no es para cada uno avanzar tal reclamo para s� mismo, o si lo hace, por su jactancia, se abrir� a la burla merecida, porque entonces solo hay terreno para tal confianza, cuando lo que se afirma con la boca se muestra en la realidad. Fue con la verdad que Pablo afirm�, que sus preceptos eran los del Se�or. Muchos estar�n preparados para fingir lo mismo por motivos falsos. Su gran objetivo es este: que se perciba claramente, que el que no se deja controlar, habla desde el Esp�ritu Santo, no desde su propio cerebro. Ese hombre, por lo tanto, que no es otro que un �rgano puro del Esp�ritu Santo, tendr� el coraje de declarar sin temor con Pablo, que aquellos que rechazar�n su doctrina, no son Profetas ni personas espirituales; y esto lo har� en virtud de un derecho que le pertenece, de acuerdo con lo que ten�amos al comienzo de la Ep�stola: el que es espiritual, juzga todas las cosas. ( 1 Corintios 2:15.)

Pero se puede preguntar aqu�, �c�mo es que Pablo declara que esas cosas son mandamientos del Se�or, en cuanto a que ninguna declaraci�n se encuentra en las Escrituras? Adem�s de esto, tambi�n hay otra dificultad que se presenta: que si son los mandamientos del Se�or, es necesario que se observen, y atan la conciencia y, sin embargo, son ritos relacionados con la pol�tica, en cuanto a la observancia de los cuales No existe tal necesidad. Sin embargo, Pablo simplemente dice que no ordena nada, sino lo que est� de acuerdo con la voluntad de Dios. Ahora Dios lo dot� de sabidur�a, para que �l pudiera recomendar este orden en cosas externas en Corinto, y en otros lugares, no porque podr�a ser una ley inviolable, como las que se relacionan con la adoraci�n espiritual de Dios, sino que podr�a ser un directorio �til para todos los hijos de Dios, y de ninguna manera debe ser despreciado.

Versículo 38

38. Pero si alg�n hombre es ignorante La vieja traducci�n dice as�: El que no sabe esto, ser� desconocido; (889) pero esto es un error. Porque Paul ten�a la intenci�n de cortar todos los contactos con las personas contenciosas, que no tienen fin de disputas, y eso, con el pretexto de indagar, como si el asunto a�n no estuviera claro; o al menos insin�a en t�rminos generales, que no consideraba en absoluto a nadie que cuestionara lo que dijo. �Si alguien es ignorante, no me detengo a tomar nota de sus dudas, ya que la certeza de mi doctrina no se ve afectada por ello. D�jalo ir, sea quien sea. En cuanto a usted, no menos en esa cuenta dar cr�dito a Cristo, como hablando por m� ". Bien, �l insin�a que los esc�pticos, las personas contenciosas y los disputadores sutiles; (890) no disminuyen, en ning�n grado, las preguntas que plantean, la autoridad de la sana doctrina y de esa verdad sobre qu� creyentes deben sentirse seguros , y al mismo tiempo nos amonesta, para no permitir que sus dudas sean un obst�culo en nuestro camino. Sin embargo, esa elevaci�n de la mente, que desprecia todos los juicios humanos, debe basarse en la verdad comprobada. Por lo tanto, como ser�a parte de la imprudencia perversa, ya sea para mantener pertinazmente, en oposici�n a los puntos de vista de todos los dem�s, una opini�n que alguna vez fue tomada, o audazmente aferrarse a ella, mientras que otros tienen dudas, entonces, Por otro lado, cuando nos hemos sentido seguros de que Dios es el que habla, rompamos sin temor todos los impedimentos humanos y todas las dificultades. (891)

Versículo 39

39. Por lo tanto, hermanos Esta es la conclusi�n en relaci�n con la pregunta principal: que la profec�a es preferible a otros regalos, porque es el regalo m�s �til de todo, mientras que al mismo tiempo otros regalos no deben ser despreciados. Debemos observar, sin embargo, su manera de hablar. Para �l, esa profec�a es digna de ser aspirada con entusiasmo y ardientemente por todos. Mientras tanto, los exhorta a que no envidien a los dem�s con el regalo m�s raro, (892) que no es tanto desear; m�s a�n, para permitirles el elogio que se les debe, despoj�ndose de toda envidia.

Versículo 40

40. Todas las cosas decentemente y en orden Aqu� tenemos una conclusi�n m�s general, que no solo incluye, en resumen, todo el caso, sino tambi�n los diferentes partes. M�s a�n, es una regla por la cual debemos regular (893) todo lo que tiene que ver con la pol�tica externa. Como hab�a comentado, en varios casos, en cuanto a los ritos, deseaba resumir todo aqu� en un breve resumen, que se debe observar el decoro, que se debe evitar la confusi�n. Esta declaraci�n muestra que no deseaba vincular las conciencias con los preceptos anteriores, como si fueran en s� mismos necesarios, sino solo en la medida en que estuvieran subordinados a la propiedad y la paz. Por lo tanto, reunimos (como he dicho) una doctrina que siempre est� en vigor, en cuanto al prop�sito al que debe dirigirse la pol�tica de la Iglesia. El Se�or ha dejado ritos externos en nuestra elecci�n con este punto de vista, para que no pensemos que su adoraci�n consiste totalmente en estas cosas.

Mientras tanto, no nos ha permitido una libertad divagante y desenfrenada, sino que la ha incluido (por as� decirlo) con barandillas, (894) o al menos tiene puso una restricci�n a la libertad otorgada por �l de tal manera, que despu�s de todo es solo de su palabra que podemos juzgar lo que es correcto. Este pasaje, por lo tanto, cuando se considera debidamente, mostrar� la diferencia entre los edictos tir�nicos del Papa, que oprimen las conciencias de los hombres con una esclavitud terrible, y las regulaciones piadosas de la Iglesia, por las cuales se mantienen la disciplina y el orden. M�s a�n, podemos deducir f�cilmente de esto, que estas �ltimas no deben considerarse como tradiciones humanas, en la medida en que se basan en este mandato general, y tienen una aprobaci�n manifiesta, por as� decirlo, de la boca de Cristo mismo.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre 1 Corinthians 14". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/1-corinthians-14.html. 1840-57.