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Bible Commentaries
1 Tesalonicenses 3

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

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Versículo 1

1 Por lo tanto, cuando ya no pudimos soportarlo. Por el detalle que sigue, les asegura el deseo del que hab�a hablado. Porque si, al estar detenido en otro lugar, no hubiera enviado a ning�n otro a Tesal�nica en su lugar, podr�a haber parecido que no estaba tan preocupado por ellos; pero cuando sustituye a Timothy en su lugar, elimina esa sospecha, m�s especialmente cuando los prefiere antes que �l. Ahora que los estima por encima de s� mismo, deduce de esto, que prefiri� quedarse solo que dejarlos abandonados: por estas palabras, consideramos que es bueno quedarse solo, son enf�ticos. Timothy era un compa�ero muy fiel para �l: en ese momento no ten�a otros con �l; por lo tanto, era inconveniente y angustioso para �l estar sin �l. Por lo tanto, es una muestra de afecto raro y deseo ansioso que no se niegue a privarse de todo consuelo, con el fin de aliviar a los tesalonicenses. En el mismo sentido, est� la palabra ???????????, que expresa una r�pida inclinaci�n de la mente. (554)

Versículo 2

2 Nuestro hermano. Le asigna estas se�ales de elogio, para que pueda mostrar con mayor claridad cu�nto se inclinaba a consultar su bienestar: porque si les hubiera enviado a una persona com�n, no podr�a haberles brindado mucha ayuda; y en la medida en que Paul hubiera hecho esto sin inconvenientes para s� mismo, no habr�a dado pruebas notables de su preocupaci�n paternal con respecto a ellos. Es, por otro lado, una gran cosa que se priva de un hermano y compa�ero de trabajo, y uno a quien, como declara en Filipenses 2:20 , no encontr� igual, en la medida en que todo apuntaba a la promoci�n de sus propios intereses. Mientras tanto, (555) �l adquiere autoridad para la doctrina que hab�an recibido de Timoteo, para que permanezca m�s profundamente impresionado en su memoria.

Sin embargo, es con raz�n que dice que hab�a enviado a Timothy con este punto de vista, que podr�an recibir una confirmaci�n de su fe de su ejemplo. Pueden sentirse intimidados por informes desagradables sobre persecuciones; pero la constante constancia de Paul se ajustaba tanto m�s para animarlos, como para evitar que cedieran. Y, seguramente, la comuni�n que deber�a subsistir entre los santos y los miembros de Cristo se extiende incluso hasta ahora: que la fe de uno es el consuelo de los dem�s. Por lo tanto, cuando los Tesalonicenses oyeron que Pablo continuaba con celo infatigable, y que por la fe venci� todos los peligros y todas las dificultades, y que su fe continu� victoriosa en todas partes contra Satan�s y el mundo, esto no les trajo un peque�o consuelo. M�s especialmente, somos, o al menos deber�amos ser, estimulados por los ejemplos de aquellos por quienes fuimos instruidos en la fe, como se afirma al final de la Ep�stola a los Hebreos. ( Hebreos 13:7) Pablo, en consecuencia, significa que deber�an ser fortificados por su ejemplo, para no ceder ante sus aflicciones. Sin embargo, como podr�an haberse ofendido si Paul hubiera tenido miedo por temor a que todos cedieran ante las persecuciones (en la medida en que esto hubiera sido una evidencia de desconfianza excesiva), mitiga esta dureza diciendo: no sea que nadie, o , que nadie. Sin embargo, hab�a buenas razones para temer esto, ya que siempre hay algunas personas d�biles en cada sociedad.

Versículo 3

3 Porque ustedes mismos lo saben. Como todos con gusto se eximir�an de la necesidad de llevar la cruz, Pablo ense�a que no hay raz�n por la cual los creyentes se sientan consternados en ocasiones de persecuciones, como si fuera algo nuevo e inusual, ya que esta es nuestra condici�n. que el Se�or nos ha asignado. Para esta forma de expresi�n, estamos designados para ello, es como si �l hubiera dicho que somos cristianos en esta condici�n. �l dice, sin embargo, que lo saben, porque se convirti� en ellos para luchar con mayor valent�a, (556) en la medida en que hab�an sido advertidos a tiempo. Adem�s de esto, las aflicciones incesantes hicieron a Pablo despreciable entre las personas groseras e ignorantes. A este respecto, declara que nada le hab�a sucedido sino lo que ten�a mucho antes, a la manera de un profeta, predicho.

Versículo 5

5 No sea que el tentador te haya tentado. Con este t�rmino nos ense�a que las tentaciones siempre deben ser temidas, porque es el oficio propio de Satan�s el tentar. Como, sin embargo, �l nunca deja de hacernos emboscadas por todos lados, y nos pone trampas a nuestro alrededor, por lo que debemos estar atentos y prestar atenci�n. Y ahora dice abiertamente lo que al principio hab�a evitado decir, por ser demasiado severo, que se hab�a sentido preocupado por temor a que su trabajo fuera en vano, si, por casualidad, Satan�s prevaleciera. Y esto lo hace para que puedan estar atentos a su vigilancia, y puedan agitarse m�s vigorosamente ante la resistencia.

Versículo 6

�l se muestra aqu�, por otro argumento, por el afecto extraordinario que fue actuado hacia ellos, en la medida en que fue transportado casi fuera de sus sentidos por la alegre inteligencia de que estaban en una condici�n pr�spera. Porque debemos tomar nota de las circunstancias que �l relata. Estaba afligido y necesitado: por lo tanto, parec�a no haber lugar para la alegr�a. Pero cuando escucha lo que tanto deseaba respetando a los tesalonicenses, como si se hubiera extinguido toda su angustia, lo llevan a la alegr�a y la felicitaci�n. Al mismo tiempo, contin�a, gradualmente, expresando la grandeza de su alegr�a, porque dice, en primer lugar, recibimos consuelo: luego habla de una alegr�a que se derram� abundantemente. (557) Esta felicitaci�n, (558) sin embargo, tiene la fuerza de una exhortaci�n; y la intenci�n de Pablo era despertar a los tesalonicenses a la perseverancia. Y, seguramente, esto debe haber sido una emoci�n muy poderosa, cuando supieron que el santo Ap�stol sinti� un gran consuelo y alegr�a por el avance de su piedad.

6 Fe y amor. Esta forma de expresi�n deber�a ser observada m�s cuidadosamente por nosotros en proporci�n a la frecuencia con la que Paul la utiliza, porque en estas dos palabras comprende brevemente la suma total de la verdadera piedad. Por lo tanto, todos los que apuntan a esta doble marca durante toda su vida est�n m�s all� de todo riesgo de errar: todos los dem�s, por mucho que puedan torturarse, deambulan miserablemente. La tercera cosa que agrega en cuanto a su buen recuerdo de �l, se refiere al respeto entretenido por el Evangelio. Porque no fue por otra raz�n que tuvieron a Pablo con tanto afecto y estima.

Versículo 8

8 Por ahora vivimos. Aqu� parece a�n m�s claro que Pablo casi se olvid� de s� mismo por el bien de los tesalonicenses, o, al menos, consider�ndose una mera consideraci�n secundaria, dedic� sus primeros y principales pensamientos a ellos. Al mismo tiempo, no lo hizo tanto por el afecto a los hombres como por el deseo de la gloria del Se�or. Porque el celo por Dios y Cristo resplandeci� en su santo seno hasta tal punto que de alguna manera se trag� todas las dem�s ansiedades. "Vivimos", dice �l, es decir, "tenemos buena salud, si persevera en el Se�or. "Y ahora, bajo el adverbio, repite lo que hab�a dicho anteriormente, que hab�a sido muy presionado por la aflicci�n y la necesidad; Sin embargo, declara que cualquier mal que sufra en su propia persona no obstaculiza su alegr�a. �Aunque en m� estoy muerto, pero en tu bienestar vivo. De este modo, se advierte a todos los pastores qu� tipo de conexi�n debe existir entre ellos y la Iglesia: que se consideren felices cuando va bien con la Iglesia, aunque en otros aspectos deber�an estar abarcados por muchas miserias y, por otro Por otro lado, que se arrepientan de dolor y pena si ven el edificio que han construido en un estado de decadencia, aunque de lo contrario las cosas deber�an ser alegres y pr�speras.

Versículo 9

9 Por qu� acci�n de gracias. No satisfecho con una simple afirmaci�n, insin�a cu�n extraordinaria es la grandeza de su alegr�a, pregunt�ndose qu� gracias puede darle a Dios; porque al hablar as� declara que no puede encontrar una expresi�n de gratitud que pueda llegar a la medida de su alegr�a. �l dice que se regocija ante Dios, es decir, verdaderamente y sin ning�n pretexto.

Versículo 10

10 Orar sin medida. Regresa a una expresi�n de su deseo. Porque nunca est� permitido felicitar a los hombres, mientras viven en este mundo, en t�rminos tan calificados que no siempre desean desearles algo mejor. Porque todav�a est�n en el camino: pueden retroceder, extraviarse o incluso retroceder. Por lo tanto, Pablo desea tener la oportunidad de darle lo que falta en la fe de los Tesalonicenses, o lo que es lo mismo, completar en todas sus partes su fe, que todav�a era imperfecta. Sin embargo, esta es la fe que �l hab�a ensalzado previamente maravillosamente. Pero de esto deducimos que aquellos que superan por mucho a los dem�s todav�a est�n muy lejos de la meta. Por lo tanto, cualquier progreso que hayamos logrado, tengamos siempre en cuenta nuestras deficiencias, (??????????,) (559) que Puede que no sea reacio a apuntar a algo m�s.

De esto tambi�n parece cu�n necesario es que prestemos atenci�n cuidadosa a la doctrina, ya que los maestros (560) no fueron nombrados simplemente con la visi�n de hombres principales, en el curso de un solo d�a o mes, a la fe de Cristo, pero con el prop�sito de perfeccionar la fe que ha comenzado. Pero en cuanto a que Pablo se reclama a s� mismo lo que �l declara en otro lugar pertenece peculiarmente al Esp�ritu Santo, ( 1 Corintios 14:14) esto debe restringirse al ministerio. Ahora, como el ministerio de un hombre es inferior a la eficacia del Esp�ritu, y para usar la expresi�n com�n, est� subordinado a �l, nada le resta valor. Cuando dice que rez� d�a y noche m�s all� de toda medida ordinaria, (561) podemos deducir de estas palabras cu�n asiduo fue al orar a Dios, y con con qu� ardor y seriedad cumpli� ese deber.

Versículo 11

11 Ahora Dios mismo. Ahora reza para que el Se�or, despu�s de haber eliminado las obstrucciones de Satan�s, pueda abrir una puerta para s� mismo y ser, por as� decirlo, el l�der y el director de su camino hacia los Tesalonicenses. Con esto, �l insin�a que no podemos avanzar un paso con �xito, (562) de otra manera que bajo la gu�a de Dios, pero que cuando extiende su mano, es sin ning�n prop�sito que Satan�s emplee todos los esfuerzos para cambiar la direcci�n de nuestro curso. Debemos tener en cuenta que �l asigna el mismo oficio a Dios y a Cristo, ya que, sin lugar a dudas, el Padre no nos otorga ninguna bendici�n, excepto por la mano de Cristo. Sin embargo, cuando habla de ambos en los mismos t�rminos, ense�a que Cristo tiene divinidad y poder en com�n con el Padre.

Versículo 12

12 Y el Se�or te llene. Aqu� tenemos otra oraci�n: que mientras tanto, mientras su camino est� obstruido, el Se�or, durante su ausencia, puede confirmar a los Tesalonicenses en santidad y llenarlos de amor. Y de esto nuevamente aprendemos en qu� consiste la perfecci�n de la vida cristiana: en el amor y la santidad pura del coraz�n, que fluye de la fe. Recomienda el amor que se aprecian mutuamente y luego a todos, ya que, como corresponde, se debe comenzar con los que pertenecen a la familia de la fe ( G�latas 6:10) para que nuestro amor deba Salir a toda la raza humana. Adem�s, como se debe apreciar la conexi�n m�s cercana, (563) no debemos pasar por alto a los que est�n m�s alejados de nosotros, para evitar que mantengan su lugar adecuado.

Har�a que los tesalonicenses abundaran en amor y se llenaran de �l, porque en la medida en que progresemos en el conocimiento de Dios, el amor de los hermanos debe al mismo tiempo aumentar en nosotros, hasta que tome posesi�n de todo nuestro coraz�n. El amor corrupto de uno mismo siendo extirpado. Ora para que el amor de los Tesalonicenses pueda ser perfeccionado por Dios, insinuando que su aumento, no menos que su comienzo, fue solo de Dios. Por lo tanto, es evidente cu�n absurda es una parte de aquellos que act�an y miden nuestra fuerza seg�n los preceptos de la ley divina. El fin de la ley es el amor, dice Paul, ( 1 Timoteo 1:5) pero �l mismo declara que es una obra de Dios. Cuando, por lo tanto, Dios marca nuestra vida, (564) no mira lo que podemos hacer, sino que nos exige lo que est� por encima de nuestra fuerza, que podemos aprender a pedirle poder para lograrlo. Cuando dice, como nosotros tambi�n hacia usted, los estimula con su propio ejemplo.

Versículo 13

13 Para que �l pueda confirmar sus corazones. Emplea el t�rmino corazones aqu� para referirse a la conciencia, o la parte m�s interna del alma; porque quiere decir que un hombre es aceptable para Dios solo cuando trae santidad de coraz�n; es decir, no solo externo, sino tambi�n interno. Pero se pregunta, si por medio de la santidad estamos ante el tribunal de Dios, si es as�, �para qu� prop�sito es la remisi�n de los pecados? Sin embargo, las palabras de Pablo parecen implicar esto: que su conciencia podr�a ser irreprochable en santidad. Respondo que Pablo no excluye la remisi�n de los pecados, de lo que se deduce que nuestra santidad, que de otro modo se mezcla con muchas contaminaciones, lleva el ojo de Dios, por la fe, por la cual Dios se pacifica hacia nosotros, para perdonar nuestras faltas. , (565) precede a todo lo dem�s, ya que la base viene antes del edificio. Sin embargo, Pablo no nos ense�a qu� o cu�n grande puede ser la santidad de los creyentes, sino que desea que se incremente, hasta que alcance su perfecci�n. Sobre esta cuenta, dice: en la venida de nuestro Se�or, lo que significa que la finalizaci�n de esas cosas, que el Se�or ahora comienza en nosotros, se retrasa hasta ese momento.

Con todos sus santos. Esta cl�usula puede explicarse de dos maneras, ya sea que significa que los Tesalonicenses, con todos los santos, pueden tener corazones puros en la venida de Cristo, o que Cristo vendr� con todos sus santos. Mientras adopto este segundo significado, en lo que respecta a la construcci�n de las palabras, al mismo tiempo no tengo dudas de que Pablo emple� el t�rmino santos con el prop�sito de amonestarnos de que Cristo nos llam� para este fin: que nosotros puede reunirse con todos sus santos. Por esta consideraci�n deber�a despertar nuestro deseo de santidad.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre 1 Thessalonians 3". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/1-thessalonians-3.html. 1840-57.
 
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