Bible Commentaries
Colosenses 2

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

1. Quiero que lo sepas. �l declara su afecto hacia ellos, para que tenga m�s cr�dito y autoridad; porque f�cilmente creemos que aquellos a quienes conocemos desean nuestro bienestar. Tambi�n es una evidencia de ning�n afecto ordinario, que estaba preocupado por ellos en medio de la muerte, es decir, cuando estaba en peligro de su vida; y para que pueda expresar m�s enf�ticamente la intensidad de su afecto y preocupaci�n, lo llama conflicto. No encuentro ning�n defecto con la interpretaci�n de Erasmo: ansiedad; pero, al mismo tiempo, se debe notar la fuerza de la palabra griega, ya que ???? se utiliza para denotar contenci�n. Por la misma prueba, confirma su declaraci�n, que su ministerio est� dirigido a ellos; �de d�nde surge una preocupaci�n tan ansiosa por su bienestar, pero de esto, que el ap�stol de los gentiles ten�a la obligaci�n de abrazar en su afecto y preocupaci�n incluso a aquellos que le eran desconocidos? Sin embargo, como com�nmente no hay amor entre aquellos que son desconocidos entre s�, �l habla levemente del conocido que se contrae de la vista, cuando dice, tantos como no han visto mi rostro en la carne; porque entre los siervos de Dios hay una visi�n diferente de la de la carne, que excita el amor. Como se acuerda casi universalmente que la Primera Ep�stola a Timoteo fue escrita desde Laodicea, algunos, por este motivo, asignan a Galacia que Laodicea de la que Pablo hace menci�n aqu�, mientras que el otro era la metr�poli de Frigia Pacatiana. (345) Sin embargo, me parece m�s probable que esa inscripci�n sea incorrecta, como se notar� en su lugar.

Versículo 2

2. Para que sus corazones reciban consuelo. Ahora insin�a lo que desea para ellos y muestra que su afecto es verdaderamente apost�lico; porque declara que �l no desea nada m�s que estar unidos en la fe y el amor. Demuestra, por consiguiente, que no fue por afecto irracional (como sucede en el caso de algunos) que fue llevado a asumir una preocupaci�n tan grande por los colosenses y otros, sino porque el deber de su cargo lo requer�a.

El t�rmino consuelo se toma aqu� para denotar esa verdadera quietud en la que pueden descansar. Esto declara que finalmente lo disfrutar�n en caso de que est�n unidos en amor y fe. A partir de esto, aparece d�nde est� el bien principal y en qu� consiste: cuando se acuerdan mutuamente en una sola fe, tambi�n nos unimos en amor mutuo. Esto, digo, es la alegr�a s�lida de una mente piadosa: esta es la vida bendecida. Como, sin embargo, el amor se elogia aqu� por su efecto, porque llena la mente de los piadosos con verdadera alegr�a; entonces, por otro lado, �l se�ala la causa de esto, cuando dice, con toda su comprensi�n. (346) El v�nculo tambi�n de la santa unidad es la verdad de Dios, cuando la adoptamos con un consentimiento; Porque la paz y el acuerdo con los hombres fluyen de esa fuente.

Riquezas de la seguridad de la comprensi�n. Como muchos, contentos con un ligero sabor, no tienen m�s que un conocimiento confuso y evanescente, menciona expresamente las riquezas de la comprensi�n. Con esta frase quiere decir percepci�n plena y clara; y, al mismo tiempo, les advierte que, seg�n la medida de la comprensi�n, deben progresar tambi�n en el amor.

En el t�rmino garant�a, distingue entre fe y mera opini�n; porque ese hombre realmente conoce al Se�or que no vacila ni duda en duda, sino que se mantiene firme en una persuasi�n firme y constante. Esta constancia y estabilidad con frecuencia llama a Pablo (???????????) plena seguridad, (t�rmino que tambi�n usa aqu�), y siempre lo conecta con la fe, ya que indudablemente no puede separarse de �l m�s que el calor. o la luz puede ser del sol. La doctrina, por lo tanto, de los escolares es diab�lica, en la medida en que quita la seguridad y sustituye en su lugar la conjetura moral, (347) como la llaman.

Es un reconocimiento del misterio. Esta cl�usula debe leerse como a�adida a modo de aposici�n, ya que explica cu�l es ese conocimiento, del cual ha hecho menci�n, que no es m�s que el conocimiento del evangelio. Porque los falsos ap�stoles se esfuerzan por hacer estallar sus imposturas bajo el t�tulo de sabidur�a, pero Pablo retiene a los hijos de Dios dentro de los l�mites del evangelio exclusivamente, para que no deseen saber nada m�s. ( 1 Corintios 2:2.) Ya se explic� por qu� usa el t�rmino misterio para denotar el evangelio. Sin embargo, aprendamos de esto, que el evangelio puede ser entendido solo por la fe, no por la raz�n ni por la perspicacia del entendimiento humano, porque de lo contrario es algo que se nos oculta.

El misterio de Dios lo entiendo en una significaci�n pasiva, como significado, aquello en lo que Dios se revela, porque �l agrega inmediatamente, y del Padre y de Cristo, con cuya expresi�n quiere decir que Dios no puede ser conocido sino en Cristo. como, por otro lado, el Padre necesariamente debe ser conocido donde se conoce a Cristo. Para John afirma ambos:

El que tiene al Hijo, tiene tambi�n al Padre; el que no tiene al Hijo, tampoco tiene al Padre. ( 1 Juan 2:23.)

De ah� que todos los que piensan que saben algo de Dios aparte de Cristo, se inventan un �dolo en el lugar de Dios; como tambi�n, por otro lado, que el hombre ignora a Cristo, quien no es guiado por �l al Padre y que no abraza a Dios por completo. Mientras tanto, es un pasaje memorable para probar la divinidad de Cristo y la unidad de su esencia con el Padre. Por haber hablado previamente sobre el conocimiento de Dios, inmediatamente lo aplica al Hijo, as� como al Padre, de donde se deduce que el Hijo es Dios igualmente con el Padre.

Versículo 3

3. �En qui�n est�n todos los tesoros? La expresi�n in quo (en qui�n o en qu�) puede tener una referencia colectiva a todo lo que ha dicho sobre el reconocimiento del misterio, o puede relacionarse simplemente con lo que vino inmediatamente antes, es decir, Cristo. Si bien no hay mucha diferencia entre uno u otro, prefiero la �ltima vista, y es la que se recibe de manera m�s general. El significado, por lo tanto, es que todos los tesoros de la sabidur�a y el conocimiento est�n escondidos en Cristo, lo que quiere decir que somos perfectos en sabidur�a si realmente conocemos a Cristo, por lo que es una locura desear saber algo adem�s de �l. Ya que el Padre se ha manifestado totalmente en �l, ese hombre desea ser sabio sin Dios, que no est� contento solo con Cristo. Si alguien elige interpretarlo como una referencia al misterio, el significado ser� que toda la sabidur�a del piadoso est� incluida en el evangelio, por medio del cual Dios se nos revela en su Hijo.

�l dice, sin embargo, que los tesoros est�n ocultos, porque no se los ve brillando con gran esplendor, sino que se esconden bajo la despreciable humillaci�n y la sencillez de la cruz. Porque la predicaci�n de la cruz es siempre una tonter�a para el mundo, como encontramos en Corintios. ( 1 Corintios 1:18.) No creo que haya una gran diferencia entre la sabidur�a y la comprensi�n en este pasaje, ya que el empleo de dos t�rminos diferentes solo sirve para dar fuerza adicional, como si �l hubiera dicho, que ning�n conocimiento, erudici�n, aprendizaje, sabidur�a, se puede encontrar en otros lugares.

Versículo 4

4. Esto digo que ning�n hombre puede enga�arte. Como los artilugios de los hombres tienen (como veremos m�s adelante) una apariencia de sabidur�a, las mentes de los piadosos deben preocuparse por esta persuasi�n: que el conocimiento de Cristo es en s� mismo ampliamente suficiente. Y, sin duda, esta es la clave que puede cerrar la puerta contra todos los errores b�sicos. (348) Por cu�l es la raz�n por la cual la humanidad se ha involucrado en tantas opiniones malvadas, en tantas idolatr�as, en tantas especulaciones tontas, pero esto - que , despreciando la simplicidad del evangelio, �se han aventurado a aspirar m�s alto? Todos los errores, en consecuencia, que est�n en el papado, deben considerarse como resultado de esta ingratitud: que, no descansando satisfechos solo con Cristo, se han entregado a doctrinas extra�as.

Por lo tanto, con propiedad, el Ap�stol act�a por escrito a los hebreos, en la medida en que, al desear exhortar a los creyentes a que no se dejen enga�ar (349) por doctrinas extra�as o nuevas, en primer lugar hace uso de esta base:

Cristo ayer, y hoy, y por los siglos. ( Hebreos 13:8.)

Con esto quiere decir que aquellos que est�n fuera de peligro y permanecen en Cristo, pero que aquellos que no est�n satisfechos con Cristo est�n expuestos a todas las falacias y enga�os. Entonces, aqu� Pablo tendr�a a todos, que no ser�an enga�ados, fortificados por medio de este principio: que no es legal que un cristiano sepa nada m�s que a Cristo. Todo lo que se presente despu�s de esto, que tenga una apariencia tan imponente, no tendr� ning�n valor. En resumen, no habr� persuasi�n en el habla (350) que puede desviar tanto como un dedo las mentes de aquellos que han dedicado su comprensi�n a Cristo Es un pasaje, ciertamente, que debe ser singularmente estimado. Porque como el que ha ense�ado a los hombres a no saber nada excepto a Cristo, ha provisto contra todas las doctrinas malvadas, (351) as� que hay la misma raz�n por la que deber�amos en este D�a destruye todo el papado, que, es manifiesto, se basa en la ignorancia de Cristo.

Versículo 5

5. Porque aunque estoy ausente en el cuerpo. Para que nadie se oponga a que la advertencia fuera irrazonable, ya que proviene de un lugar tan remoto, dice, que su afecto hacia ellos lo hizo estar presente con ellos en esp�ritu, y juzgar lo que les conviene, como si estuviera presente. . Al alabar, tambi�n, su condici�n actual, les advierte que no retrocedan ni se aparten.

Regocij�ndose, dice �l, y viendo, eso es: �Porque veo. "Por y significa para, como es costumbre entre los latinos y los griegos. "Contin�a como has comenzado, porque s� que hasta ahora has seguido el rumbo correcto, en la medida en que la distancia del lugar no me impide verte con los ojos de la mente".

Orden y constancia. Menciona dos cosas, en las que consiste la perfecci�n de la Iglesia: el orden entre ellas y la fe en Cristo. Por el t�rmino orden, quiere decir: acuerdo, nada menos que una moral debidamente regulada, y toda la disciplina. Elogia su fe, con respecto a su constancia y firmeza, lo que significa que es una sombra vac�a de fe, cuando la mente vacila y vacila entre las diferentes opiniones. (352)

Versículo 6

6. Como hab�is recibido. Para elogiar, agrega una exhortaci�n, en la que les ense�a que el haber recibido a Cristo una vez no les ser� de ninguna ventaja, a menos que permanezcan en �l. Adem�s, cuando los falsos ap�stoles pronunciaron el nombre de Cristo con el fin de enga�ar, obvia este peligro dos veces, exhort�ndolos a continuar como se les hab�a ense�ado, y como hab�an recibido a Cristo. Porque en estas palabras los amonesta, que deben adherirse a la doctrina que hab�an abrazado, tal como les fue entregada por Epafras, con tanta constancia, como para estar en guardia contra cualquier otra doctrina y fe, de acuerdo con lo que Isa�as dijo,

Este es el camino, camina en �l. ( Isa�as 30:21.)

E, indudablemente, debemos actuar de tal manera que la verdad del evangelio, despu�s de que se nos haya manifestado, pueda ser para nosotros como un muro de bronce (353) para contener todas las imposturas. (354)

Ahora, con tres met�foras, insin�a qu� firmeza de fe les exige. El primero est� en la palabra caminar. Porque �l compara la doctrina pura del evangelio, tal como la hab�an aprendido, de una manera segura, de modo que si alguien la conserva, estar� m�s all� de todo peligro de error. Les exhorta, en consecuencia, si no se extrav�an, que no se aparten del curso en el que han entrado.

El segundo est� tomado de los �rboles. Como un �rbol que ha golpeado sus ra�ces profundamente tiene suficiente apoyo para resistir todos los ataques de vientos y tormentas, por lo tanto, si alguien est� profundamente y completamente fijado en Cristo, como en una ra�z firme, no ser� posible que sea arrojado desde su posici�n correcta por cualquier maquinaci�n de Satan�s. Por otro lado, si alguien no ha fijado sus ra�ces en Cristo, (355) ser� f�cilmente

llevado a cabo con cada viento de doctrina, ( Efesios 4:14,)

tal como un �rbol que no es compatible con ninguna ra�z. (356)

La tercera met�fora es la de un cimiento, porque una casa que no est� apoyada por un cimiento cae r�pidamente en ruinas. El caso es el mismo con aquellos que se apoyan en cualquier otro fundamento que Cristo, o al menos no est�n fundados de manera segura en �l, pero tienen la construcci�n de su fe suspendida, por as� decirlo, en el aire, como consecuencia de su debilidad y ligereza. .

Estas dos cosas deben observarse en las palabras del Ap�stol: que la estabilidad de aquellos que conf�an en Cristo es inamovible, y su curso no es nada vacilante ni susceptible de error (y este es un admirable elogio de la fe por su efecto). ;) y, en segundo lugar, que debemos progresar en Cristo s� y hasta que hayamos arraigado profundamente en �l. De esto podemos deducir f�cilmente que aquellos que no conocen a Cristo solo deambulan por los senderos, y son sacudidos por la inquietud.

Versículo 7

7. Y confirmado en la fe. Ahora repite sin figura lo mismo que hab�a expresado por met�foras: que el enjuiciamiento del camino, el apoyo de la ra�z y del fundamento, es la firmeza y la firmeza de la fe. Y observe que este argumento se presenta ante ellos como consecuencia de haber sido bien instruidos, para que puedan asegurar con seguridad y confianza su posici�n en la fe con la que se familiarizaron.

Abundante No los dejar�a simplemente inm�viles, sino que los har�a crecer cada d�a m�s y m�s. Cuando agrega, con acci�n de gracias, les hace recordar siempre de qu� fuente procede la fe misma, para que no se enreden con la presunci�n, sino que m�s bien con el miedo reposen en el don de Dios. Y, sin lugar a dudas, la ingratitud es con frecuencia la raz�n por la que estamos privados de la luz del evangelio, as� como de otros favores divinos.

Versículo 8

8. Tenga cuidado de que nadie lo saquee. Nuevamente les da instrucciones sobre el veneno, que el ant�doto presentado por �l debe usarse para contrarrestarlo. Porque aunque esto, como hemos dicho, es un remedio com�n contra todas las imposturas del diablo, (359) ten�a, sin embargo, en ese momento un peculiar ventaja entre los colosenses, a los que requer�a aplicarse. Cuidado, dice �l, para que nadie te saquee. Hace uso de un t�rmino muy apropiado, ya que alude a saqueadores, quienes, cuando no pueden llevarse al reba�o con violencia, expulsan a parte del ganado de manera fraudulenta. De este modo, hace de la Iglesia de Cristo un redil de ovejas, y la doctrina pura del evangelio es el recinto del redil. �l insin�a, en consecuencia, que nosotros, que somos las ovejas de Cristo, descansamos con seguridad cuando mantenemos la unidad de la fe, mientras que, por otro lado, compara a los falsos ap�stoles con saqueadores que nos alejan de los pliegues. �Ser�a entonces considerado como perteneciente al reba�o de Cristo? �Te quedar�as en sus pliegues? No desv�es la amplitud de un clavo de la pureza de la doctrina. Sin lugar a dudas, Cristo actuar� como parte del buen Pastor al protegernos si solo escuchamos su voz y rechazamos la de los extra�os. En resumen, el d�cimo cap�tulo de Juan es la exposici�n del pasaje que tenemos ante nosotros. [Juan 10]

A trav�s de la filosof�a. Como muchos han imaginado err�neamente que Pablo condena aqu� la filosof�a, debemos se�alar lo que quiere decir con este t�rmino. Ahora, en mi opini�n, se refiere a todo lo que los hombres se inventan a s� mismos cuando desean ser sabios a trav�s de su propio entendimiento, y no sin un pretexto enga�oso de la raz�n, para tener una apariencia plausible. Porque no hay dificultad en rechazar esos artilugios de hombres que no tienen nada que los encienda, (360) sino en rechazar aquellos que cautivan las mentes de los hombres por una falsa presunci�n de sabidur�a. O si alguien prefiere que se exprese en una palabra, la filosof�a no es m�s que un discurso persuasivo, que se insin�a en las mentes de los hombres con argumentos elegantes y plausibles. De tal naturaleza, reconozco, ser�n todas las sutilezas de los fil�sofos, si se inclinan a agregar algo propio a la pura palabra de Dios. Por lo tanto, la filosof�a no ser� m�s que una corrupci�n de la doctrina espiritual, si se mezcla con Cristo. Sin embargo, tengamos en cuenta que, bajo el t�rmino filosof�a, Pablo simplemente ha condenado todas las doctrinas espurias que surgen de la cabeza del hombre, cualquiera sea la apariencia de raz�n que puedan tener. Lo que sigue inmediatamente, en vano enga�o, lo explico as�; "Cuidado con la filosof�a, que no es m�s que un vano enga�o", de modo que esto se agrega a modo de aposici�n. (361)

Seg�n la tradici�n de los hombres. Se�ala con mayor precisi�n qu� tipo de filosof�a reprende y, al mismo tiempo, la condena por vanidad por dos razones: porque no es seg�n Cristo, sino seg�n las inclinaciones de los hombres; (362) y porque consiste en los elementos del mundo. Obs�rvese, sin embargo, que coloca a Cristo en oposici�n a los elementos del mundo, igualmente en cuanto a la tradici�n de los hombres, por medio de la cual �l insin�a, que todo lo que nace en el cerebro del hombre no est� de acuerdo con Cristo, quien nos ha designado por el Padre como nuestro �nico Maestro, para que nos retenga en la simplicidad de su evangelio. Ahora, eso est� corrompido incluso por una peque�a porci�n de la levadura de las tradiciones humanas. �l tambi�n insin�a que todas las doctrinas son ajenas a Cristo que hacen que la adoraci�n a Dios, que sabemos que es espiritual, de acuerdo con la regla de Cristo, consista en los elementos del mundo, (363) y tambi�n tales como amarrar las mentes de los hombres con tales peque�eces y frivolidades, mientras que Cristo nos llama directamente a s� mismo.

Pero, �qu� se entiende por la frase: elementos del mundo? (364) No hay duda de que significa ceremonias. Pues inmediatamente despu�s aduce una instancia a modo de ejemplo: la circuncisi�n. La raz�n por la que los llama por ese nombre generalmente se explica de dos maneras. Algunos piensan que es una met�fora, por lo que los elementos son los rudimentos de los ni�os, que no conducen a una doctrina madura. Otros lo toman en su significado apropiado, como denotando cosas que son externas y susceptibles de corrupci�n, que no sirven para nada para el reino de Dios. La exposici�n anterior que apruebo, como tambi�n en G�latas 4:3

Versículo 9

9. Porque en �l habita. Aqu� tenemos la raz�n por la cual esos elementos del mundo, que son ense�ados por hombres, no concuerdan con Cristo, porque son adiciones para suplir una deficiencia, mientras hablan. Ahora en Cristo hay una perfecci�n, a la que no se le puede agregar nada. Por lo tanto, todo lo que la humanidad misma mezcla, est� en desacuerdo con la naturaleza de Cristo, porque lo acusa de imperfecci�n. Este argumento en s� mismo ser� suficiente para dejar de lado todos los artilugios de los papistas. �Para qu� tienden, (365) pero para perfeccionar lo que comenz� Cristo? (366) Ahora este ultraje sobre Cristo (367) no es de ninguna manera soportado Alegan, es cierto, que no a�aden nada a Cristo, en la medida en que las cosas que han agregado al evangelio son, por as� decir, parte del cristianismo, pero no logran escapar por un cavillo de este tipo. Porque Pablo no habla de un Cristo imaginario, sino de un Cristo predicado, (368) que se ha revelado a s� mismo por doctrina expresa.

Adem�s, cuando dice que la plenitud de la Deidad habita en Cristo, quiere decir simplemente que Dios se encuentra completamente en �l, de modo que el que no est� contento con Cristo solo, desea algo mejor y m�s excelente que Dios. La suma es esta, que Dios se ha manifestado a nosotros plena y perfectamente en Cristo.

Los int�rpretes explican de diferentes maneras el adverbio corporal. Por mi parte, no tengo dudas de que se emplea, no en sentido estricto, como un significado sustancial. (369) Porque �l coloca esta manifestaci�n de Dios, que tenemos en Cristo, a todos los dem�s que se han hecho. Porque Dios a menudo se ha manifestado a los hombres, pero ha sido solo en parte. En Cristo, por otro lado, se nos comunica completamente. Tambi�n se ha manifestado a nosotros de otra manera, pero es en cifras, o por poder y gracia. En Cristo, por otro lado, se nos ha aparecido esencialmente. As�, la declaraci�n de Juan es v�lida:

El que tiene al Hijo, tiene tambi�n al Padre. ( 1 Juan 2:23.)

Para aquellos que poseen a Cristo, tenga a Dios verdaderamente presente, y disfr�telo por completo.

Versículo 10

10. Y ustedes est�n completos en �l. Agrega, que esta esencia perfecta de la Deidad, que est� en Cristo, nos es rentable a este respecto, que tambi�n somos perfectos en �l. "En cuanto a la morada de Dios totalmente en Cristo, es para que nosotros, habi�ndolo obtenido, podamos poseer en �l toda una perfecci�n". Aquellos, por lo tanto, que no descansan satisfechos con Cristo solo, hacen da�o a Dios de dos maneras, porque adem�s de restarle valor a la gloria de Dios, al desear algo por encima de su perfecci�n, tambi�n son ingratos, ya que buscan en otro lado lo que ya tener en Cristo Sin embargo, Pablo no significa que la perfecci�n de Cristo se transfunde en nosotros, sino que hay en �l recursos de los cuales podemos ser llenados, para que nada nos falte.

Quien es la cabeza �l ha introducido esta cl�usula nuevamente a causa de los �ngeles, lo que significa que los �ngeles tambi�n ser�n nuestros, si tenemos a Cristo. Pero de esto despu�s. Mientras tanto, debemos observar esto, que estamos cercados, arriba y abajo, con barandas, (370) que nuestra fe no puede desviarse ni siquiera a la m�s m�nima extensi�n de Cristo.

Versículo 11

11. En quien ustedes tambi�n est�n circuncidados. De esto parece que �l tiene una controversia con los falsos ap�stoles, quienes mezclaron la ley con el evangelio, y de esa manera hicieron que Cristo tuviera, por as� decir, dos caras. Sin embargo, especifica una instancia a modo de ejemplo. �l prueba que la circuncisi�n de Mois�s no es meramente innecesaria, sino que se opone a Cristo, porque destruye la circuncisi�n espiritual de Cristo. La circuncisi�n fue dada a los Padres para que pudiera ser la figura de algo que estaba ausente: aquellos, por lo tanto, que conservan esa figura despu�s del advenimiento de Cristo, niegan el logro de lo que prefigura. Por lo tanto, tengamos en cuenta que la circuncisi�n externa se compara aqu� con la espiritual, como una figura con la realidad. La figura es de una cosa que est� ausente: por lo tanto, elimina la presencia de la realidad. Lo que Pablo defiende es esto: en la medida en que lo que fue ensombrecido por una circuncisi�n hecha con manos, se ha completado en Cristo, ahora no hay fruto ni ventaja. (371) Por lo tanto, dice que la circuncisi�n que se hace en el coraz�n es la circuncisi�n de Cristo, y que, por este motivo, lo que es exterior es ahora no se requiere, porque, donde existe la realidad, ese emblema oscuro se desvanece, (372) en la medida en que no tiene lugar excepto en ausencia de la realidad.

Por el aplazamiento del cuerpo. Emplea el t�rmino cuerpo, por una elegante met�fora, para denotar una masa compuesta de todos los vicios. Porque as� como estamos rodeados por nuestros cuerpos, as� estamos rodeados por todos lados por una acumulaci�n de vicios. Y como el cuerpo est� compuesto por varios miembros, cada uno de los cuales tiene sus propios actos y cargos, de esa acumulaci�n de corrupci�n todos los pecados surgen como miembros de todo el cuerpo. Hay una manera similar de expresi�n en Romanos 6:13.

Toma el t�rmino carne, como es habitual, para denotar la naturaleza corrupta. El cuerpo de los pecados de la carne, por lo tanto, es el viejo hombre con sus obras; solo que hay una diferencia en la forma de expresi�n, porque aqu� expresa m�s adecuadamente la masa de vicios que proceden de la naturaleza corrupta. �l dice que obtenemos esto (373) a trav�s de Cristo, por lo que sin duda una regeneraci�n completa es su beneficio. Es �l quien circuncida el prepucio de nuestro coraz�n, o, en otras palabras, mortifica todos los deseos de la carne, no con la mano, sino con su Esp�ritu. De ah� que haya en �l la realidad de la figura.

Versículo 12

12. Enterrado con �l, en el bautismo. Explica a�n m�s claramente la forma de la circuncisi�n espiritual, porque, siendo enterrados con Cristo, somos participantes de su muerte. �l declara expresamente que lo obtenemos por medio del bautismo, que puede ser m�s evidente que no hay ventaja de la circuncisi�n bajo el reinado de Cristo. De lo contrario, alguien podr�a objetar: ��Por qu� abol�s la circuncisi�n con este pretexto, que su logro est� en Cristo? �No fue tambi�n Abraham circuncidado espiritualmente y, sin embargo, esto no impidi� agregar la se�al a la realidad? La circuncisi�n externa, por lo tanto, no es superflua, aunque lo que es interno es conferido por Cristo ". Pablo anticipa una objeci�n de este tipo al mencionar el bautismo. Cristo, dice �l, logra en nosotros la circuncisi�n espiritual, no a trav�s de ese antiguo signo, que estaba en vigor bajo Mois�s, sino por el bautismo. El bautismo, por lo tanto, es un signo de lo que se nos presenta, que mientras estuvo ausente fue prefigurado por la circuncisi�n. El argumento est� tomado de la econom�a (374) que Dios ha designado; Los que retienen la circuncisi�n idean un modo de dispensaci�n diferente del que Dios ha designado.

Cuando dice que estamos enterrados con Cristo, esto significa m�s que eso, estamos crucificados con �l; porque el entierro expresa un proceso continuo de mortificaci�n. Cuando dice que esto se hace por medio del bautismo, como tambi�n lo dice en Romanos 6:4, habla de su manera habitual, atribuyendo eficacia al sacramento, para que no signifique infructuosamente lo que no existe. . (375) Por el bautismo, por lo tanto, somos sepultados con Cristo, porque Cristo al mismo tiempo logra eficazmente esa mortificaci�n, que all� representa, que la realidad puede estar unido con el signo.

En el cual tambi�n vosotros hab�is resucitado. �l magnifica la gracia que obtenemos en Cristo, como ser muy superior a la circuncisi�n. "No solo somos", dice �l, "injertados en la muerte de Cristo, sino que tambi�n nos elevamos a la novedad de la vida", de ah� que aquellos que se esfuerzan por llevarnos de vuelta a la circuncisi�n se lastimen m�s a Cristo. Agrega, por fe, porque sin lugar a dudas recibimos lo que se nos presenta en el bautismo. �Pero qu� fe? La de su eficacia u operaci�n, con lo que quiere decir, que la fe se basa en el poder de Dios. Como, sin embargo, la fe no deambula en una contemplaci�n confusa e indefinida, mientras hablan, del poder divino, �l insin�a qu� eficacia deber�a tener a la vista: aquello por lo que Dios levant� a Cristo de la muerte. Sin embargo, da esto por sentado que, dado que es imposible que los creyentes sean separados de su cabeza, el mismo poder de Dios, que se manifest� en Cristo, se difunde entre todos en com�n.

Versículo 13

13. Y t�, cuando estabas muerto. Advierte a los colosenses que reconozcan, lo que hab�a tratado de manera general, como aplicable a ellos mismos, que es, con mucho, la forma m�s efectiva de ense�ar. Adem�s, como eran gentiles cuando se convirtieron a Cristo, �l aprovecha la ocasi�n para mostrarles lo absurdo que es pasar de Cristo a las ceremonias de Mois�s. Estabas, dice �l, muerto en la incircuncisi�n. Este t�rmino, sin embargo, puede entenderse ya sea en su significado propio o figurado. Si lo comprende en el sentido correcto, el significado ser�: �La incircuncisi�n es la insignia de la alienaci�n de Dios; porque donde no existe el pacto de gracia, hay contaminaci�n, (376) y, en consecuencia, maldici�n y ruina. Pero Dios te ha llamado a ti mismo desde la incircuncisi�n y, por lo tanto, desde la muerte. (377) De esta manera no representar�a la incircuncisi�n como la causa de la muerte, sino como una muestra de que estaban alejados de Dios. Sabemos, sin embargo, que los hombres no pueden vivir de otra manera que no sea aferrarse a su Dios, quien solo es su vida. Por lo tanto, se deduce que todas las personas malvadas, por muy vivas que parezcan en el m�s alto grado de vida y prosperidad, est�n, sin embargo, espiritualmente muertas. De esta manera, este pasaje se corresponder� con Efesios 2:11, donde se dice,

Recuerden que, en el pasado, cuando eran gentiles, y se les llamaba incircuncisi�n, por esa circuncisi�n que se hace con las manos en la carne, en ese momento estaban sin Cristo, alienados de la comunidad de Israel y extra�os a las promesas.

Tom�ndolo metaf�ricamente, de hecho, habr�a una alusi�n a la incircuncisi�n natural, pero al mismo tiempo, Pablo estar�a hablando de la obstinaci�n del coraz�n humano, en oposici�n a Dios, y de una naturaleza contaminada por los afectos corruptos. Prefiero la exposici�n anterior, porque se corresponde mejor con el contexto; porque Pablo declara que la incircuncisi�n no era un obst�culo en el camino para que se convirtieran en participantes de la vida de Cristo. De ah� se deduce que esa circuncisi�n se derog� de la gracia de Dios, que ya hab�an obtenido.

En cuanto a su atribuir la muerte a la incircuncisi�n, esto no es como si fuera la causa, sino como la insignia de la misma, como tambi�n en ese otro pasaje en la Ep�stola a los Efesios, que hemos citado. Tambi�n es costumbre en las Escrituras denotar la privaci�n de la realidad por la privaci�n del signo, como en G�nesis 3:22, -

Para que no sea que Ad�n coma del fruto de la vida y viva.

Porque el �rbol no confiri� vida, pero ser quitado fue un signo de muerte. (378) Paul en este lugar expres� brevemente ambos. �l dice que estos estaban muertos en pecados: esta es la causa, porque nuestros pecados nos alejan de Dios. A�ade, en la incircuncisi�n de tu carne. Esto era contaminaci�n externa, una evidencia de muerte espiritual.

Al perdonarte. Dios no nos aviva con la mera remisi�n de los pecados, pero aqu� menciona esto en particular, porque esa reconciliaci�n libre con Dios, que derroca la justicia de las obras, est� especialmente relacionada con el punto en la mano, donde trata las ceremonias abrogadas. , como �l habla de m�s en general en la Ep�stola a los G�latas. Para los falsos ap�stoles, al establecer ceremonias, los atan con un cabestro, del cual Cristo los liber�.

Versículo 14

14. Habiendo borrado la escritura a mano que estaba en nuestra contra. Ahora lucha con los falsos ap�stoles en combate cuerpo a cuerpo. Porque este era el punto principal en cuesti�n: �era necesaria la celebraci�n de ceremonias bajo el reinado de Cristo? Ahora Pablo sostiene que las ceremonias han sido abolidas, y para probar esto las compara con una escritura a mano, por la cual Dios nos sostiene como si estuviese obligado, para que no podamos negar nuestra culpa. Ahora dice, que hemos sido liberados de la condena, de tal manera, que incluso la escritura a mano se borra, para que no quede ning�n recuerdo. Porque sabemos que en lo que respecta a las deudas, la obligaci�n sigue vigente, siempre y cuando la escritura a mano permanezca; y que, por otro lado, al borrar o desgarrar la escritura, el deudor queda en libertad. Por lo tanto, se deduce que todos aquellos que todav�a exigen la observancia de las ceremonias, restan valor a la gracia de Cristo, como si la absoluci�n no fuera obtenida para nosotros a trav�s de �l; porque restauran a la escritura a mano su frescura, para mantenernos a�n bajo obligaci�n.

Esta, por lo tanto, es una raz�n verdaderamente teol�gica para probar la abrogaci�n de las ceremonias, porque, si Cristo nos ha redimido completamente de la condenaci�n, tambi�n debe haber borrado el recuerdo de la obligaci�n, para que las conciencias puedan estar pacificadas y tranquilas a la vista de Dios. , porque estas dos cosas est�n unidas. Si bien los int�rpretes explican este pasaje de varias maneras, ninguno de ellos me satisface. Algunos piensan que Pablo habla simplemente de la ley moral, pero esto no tiene fundamento. Porque Pablo est� acostumbrado a dar el nombre de ordenanzas a ese departamento que consiste en ceremonias, como lo hace en la Ep�stola a los Efesios, ( Efesios 2:15), y como veremos, lo hace poco despu�s. M�s especialmente, el pasaje en Efesios muestra claramente que Pablo est� aqu� hablando de ceremonias.

Otros, por lo tanto, lo hacen mejor, al restringirlo a las ceremonias, pero ellos tambi�n se equivocan al respecto, que no agregan la raz�n por la que se llama escritura a mano, o m�s bien asignan una raz�n diferente de la verdadera, y no aplican de manera adecuada esta similitud al contexto. Ahora, la raz�n es que todas las ceremonias de Mois�s ten�an en ellos un cierto reconocimiento de culpabilidad, lo que limitaba a los que los observaban con un lazo m�s firme, por as� decirlo, a juicio del juicio de Dios. Por ejemplo, �qu� m�s fueron los lavados que una evidencia de contaminaci�n? Cada vez que se sacrificaba una v�ctima, �no ve�a la gente que estaba parada en ella una representaci�n de su muerte? Porque cuando las personas sustituyeron en su lugar a un animal inocente, confesaron que ellos mismos merec�an esa muerte. En resumen, en proporci�n a las ceremonias que le pertenec�an, hab�a tantas exhibiciones de culpa humana y escritos a mano sobre obligaciones.

Si alguien objeta que fueron sacramentos de la gracia de Dios, como lo son para nosotros el Bautismo y la Eucarist�a en este d�a, la respuesta es f�cil. Porque hay dos cosas a tener en cuenta en las ceremonias antiguas: que se adaptaban a la �poca y que conduc�an a los hombres hacia el reino de Cristo. Lo que se hizo en ese momento no mostr� nada m�s que obligaci�n. La gracia fue suspendida de alguna manera hasta el advenimiento de Cristo, no es que los Padres estuvieran excluidos de ella, pero no ten�an una manifestaci�n presente en sus ceremonias. Porque no vieron nada en los sacrificios sino la sangre de las bestias, y en sus lavados nada m�s que agua. Por lo tanto, en cuanto al punto de vista actual, la condena permaneci�; m�s a�n, las ceremonias sellaron la condena. El Ap�stol tambi�n habla de esta manera en toda su Ep�stola a los Hebreos, porque coloca a Cristo en oposici�n directa a las ceremonias. Pero como es ahora? El Hijo de Dios no solo nos ha liberado por su muerte de la condenaci�n de la muerte, sino que para que la absoluci�n sea m�s segura, derog� esas ceremonias, para que no quedara ning�n recuerdo de la obligaci�n. Esta es la libertad total: que Cristo por su sangre no solo ha borrado nuestros pecados, sino toda escritura a mano que pueda declararnos expuestos al juicio de Dios. Erasmo en su versi�n ha involucrado en la confusi�n el hilo conductor del discurso de Pablo, dici�ndolo as�: "lo cual era contrario a nosotros por ordenanzas". Conserve, por lo tanto, la interpretaci�n que he dado, como la verdadera y genuina.

Lo quit� del camino, sujet�ndolo a su cruz. �l muestra la manera en que Cristo ha borrado la escritura a mano; porque mientras �l ataba a la cruz nuestra maldici�n, nuestros pecados, y tambi�n el castigo que se nos deb�a, as� tambi�n le ha aferrado a ella la esclavitud de la ley y todo lo que tiende a unir las conciencias. Porque, al estar atado a la cruz, tom� todas las cosas para s� mismo, e incluso las at� a �l, para que no pudieran tener m�s poder sobre nosotros.

Versículo 15

15. Principales estropeados. No hay duda de que se refiere a demonios, a quienes las Escrituras representan como parte de acusarnos ante Dios. Sin embargo, Paul dice que est�n desarmados, de modo que no pueden presentar nada en contra nuestra, ya que la certificaci�n de nuestra culpa est� siendo destruida. Ahora, agrega expresamente esto con el fin de mostrar, que los falsos ap�stoles desfiguran la victoria de Cristo, que �l se ha procurado para �l y para nosotros sobre Satan�s, y que se nos priva del fruto cuando restauran el ceremonias antiguas Porque si nuestra libertad es el bot�n que Cristo ha rescatado del diablo, �qu� hacen los dem�s, que nos llevar�an de vuelta a la esclavitud, pero le devolver�an a Satan�s el bot�n del que hab�a sido despojado?

Triunfando sobre ellos en ella. La expresi�n en griego permite, es cierto, nuestra lectura, en s� mismo; m�s a�n, la mayor parte de los manuscritos tienen ?? ???? con un aspirante. La conexi�n del pasaje, sin embargo, requiere imperativamente que lo leamos de otra manera; porque lo que ser�a exiguo aplicado a Cristo, se adapta admirablemente a la cruz. Porque como hab�a comparado previamente la cruz con un trofeo de se�al o una muestra de triunfo, en el que Cristo condujo a sus enemigos, ahora tambi�n lo compara con un autom�vil triunfal, en el que se mostr� visiblemente. (379) Porque aunque en la cruz no hay nada m�s que maldici�n, sin embargo, fue tragado por el poder de Dios de tal manera que (380) ha puesto, por as� decirlo, una nueva naturaleza. Porque no hay un tribunal tan magn�fico, ni un trono tan majestuoso, ni un espect�culo de triunfo tan distinguido, ni un carro tan elevado, (381) como es el pat�bulo en el que Cristo ha sometido a la muerte y al diablo, el pr�ncipe de la muerte; ni m�s, los ha pisado por completo bajo sus pies.

Versículo 16

16. Que nadie te juzgue. Lo que hab�a dicho anteriormente sobre la circuncisi�n ahora lo extiende a la diferencia de carnes y d�as. Para la circuncisi�n fue la primera introducci�n a la observancia de la ley, otras cosas (384) seguidas despu�s. Juzgar significa aqu�, declarar culpable de un delito o imponer un escr�pulo de conciencia, para que ya no seamos libres. �l dice, por lo tanto, que no est� en el poder de los hombres hacernos sujetos a la observancia de los ritos que Cristo aboli� con su muerte, y nos exime de su yugo, para que no nos permitamos ser encadenados por las leyes que han impuesto T�citamente, sin embargo, coloca a Cristo en contraste con toda la humanidad, para que nadie se ensalce con tanta audacia que intente quitarle lo que le ha dado.

Con respecto a un d�a de festival. Algunos entienden que ?? ????? significa participaci�n. Cris�stomo, en consecuencia, piensa que us� el t�rmino parte, porque no observaron todos los d�as festivos, ni siquiera guardaron vacaciones estrictamente, de acuerdo con el nombramiento de la ley. Esto, sin embargo, no es m�s que una mala interpretaci�n. (385) Considere si no se puede considerar que significa separaci�n, para aquellos que hacen una distinci�n de d�as, separados, por as� decirlo, uno del otro. Tal modo de partici�n era adecuado para los jud�os, para que pudieran celebrar religiosamente (386) los d�as que fueron designados, separ�ndolos de los dem�s. Entre los cristianos, sin embargo, tal divisi�n ha cesado.

Pero alguien dir�: "Seguimos observando d�as". Respondo que no observamos de ninguna manera los d�as, como si hubiera algo sagrado en las vacaciones, o como si no fuera legal trabajar sobre ellos, sino que se respeta al gobierno y al orden, no a los d�as. Y esto es lo que agrega de inmediato.

Versículo 17

17. Que son una sombra de lo que vendr�. La raz�n por la que libera a los cristianos de la observancia de ellos es que eran sombras en un momento en que Cristo todav�a estaba, de alguna manera, ausente. Porque contrasta las sombras con la revelaci�n, y la ausencia con la manifestaci�n. Aquellos, por lo tanto, que a�n se adhieren a esas sombras, act�an como alguien que deber�a juzgar la apariencia de un hombre desde su sombra, mientras que, mientras tanto, se ten�a personalmente ante sus ojos. Porque Cristo ahora se nos manifiesta, y por eso lo disfrutamos como presente. El cuerpo, dice �l, es de Cristo, es decir, EN Cristo. La sustancia de esas cosas que las ceremonias antiguamente prefiguraron ahora se presenta ante nuestros ojos en Cristo, en la medida en que �l contiene en s� mismo todo lo que marcaron como futuro. Por lo tanto, el hombre que devuelve el uso de las ceremonias, o entierra la manifestaci�n de Cristo, o le roba a Cristo su excelencia y lo deja vac�o. (387) En consecuencia, si alguno de los mortales asumiera en este asunto el cargo de juez, no nos sometamos a �l, en la medida en que Cristo, el �nico Juez competente, nos libera. Porque cuando dice: Que nadie te juzgue, no se dirige a los falsos ap�stoles, sino que proh�be que los colosenses cedan el cuello a requisitos irrazonables. Abstenerse, es cierto, de la carne de cerdo, en s� mismo es inofensivo, pero la obligaci�n de hacerlo es perniciosa, porque anula la gracia de Cristo.

�Deber�a alguien preguntar: ��Qu� punto de vista, entonces, se debe tomar de nuestros sacramentos? �No nos representan tambi�n a Cristo como ausentes? Respondo que difieren ampliamente de las antiguas ceremonias. Como los pintores no muestran en el primer borrador una imagen en colores vivos y (?????????) expresivamente, pero en primera instancia dibujan l�neas groseras y oscuras con carb�n, de modo que la representaci�n de Cristo bajo el la ley no estaba pulida, y fue, por as� decirlo, un primer boceto, pero en nuestros sacramentos se ve atra�da por la vida. Paul, sin embargo, ten�a algo m�s a la vista, ya que contrasta el aspecto desnudo de la sombra con la solidez del cuerpo, y les advierte que es parte de un loco aferrarse a las sombras vac�as, cuando est� en su poder para manejar la sustancia s�lida. Adem�s, si bien nuestros sacramentos representan a Cristo tan ausente como para ver y distanciar el lugar, es de tal manera que testifica que alguna vez se manifest�, y ahora tambi�n nos lo presentan para que lo disfrutemos. No son, por lo tanto, sombras desnudas, sino, por el contrario, s�mbolos (388) de la presencia de Cristo, porque contienen ese S� y Am�n de todas las promesas de Dios. , ( 2 Corintios 1:20), que una vez se nos ha manifestado en Cristo.

Versículo 18

18. Que nadie te quite la palma. (389) Alude a corredores o luchadores a quienes se les asign� la palma de la mano, a condici�n de que no cedan en el medio del curso o despu�s El concurso hab�a comenzado. Les advierte, por lo tanto, que los falsos ap�stoles no ten�an como objetivo nada m�s que arrebatarles la palma, en la medida en que los apartan de la rectitud de su curso. Por lo tanto, se deduce que deben ser evitados como las plagas m�s perjudiciales. El pasaje tambi�n debe ser cuidadosamente marcado como intimidante, para que todos aquellos que nos apartan de la simplicidad de Cristo nos enga�en del premio de nuestro alto llamamiento. ( Filipenses 3:14 .)

Deseoso de humildad. Algo debe ser entendido; por lo tanto, he insertado en el texto id facere (para hacerlo), porque se�ala el tipo de peligro contra el que deb�an protegerse. Todos desean defraudarte de la palma de la mano, quienes, con el pretexto de la humildad, te recomiendan la adoraci�n de los �ngeles. Porque su objeto es, que puedes alejarte del camino, dejando el �nico objetivo. Leo conjuntamente la humildad y la adoraci�n de los �ngeles, porque uno sigue al otro, as� como en este d�a los papistas utilizan el mismo pretexto cuando filosofan en cuanto al culto a los santos. Por su razonamiento sobre la base de la humillaci�n del hombre, (390) que debemos, por lo tanto, buscar mediadores para que nos ayuden. Pero por esta misma raz�n, Cristo se ha humillado a s� mismo: para que podamos acercarnos directamente a �l, sin importar cu�n miserables pecadores que seamos.

Soy consciente de que la adoraci�n de los �ngeles es interpretada por muchos de otra manera, como el significado que los �ngeles han entregado a los hombres; porque el diablo siempre se ha esforzado por hacer estallar sus imposturas bajo este t�tulo. El Papa en este d�a se jacta de que todas las peque�eces con las que ha adulterado la adoraci�n pura de Dios son revelaciones. De la misma manera, los te�rgos (391) de anta�o alegaban que todas las supersticiones que hab�an inventado les eran entregadas por los �ngeles, como si fueran de mano en mano. (392) Ellos, en consecuencia, piensan que Pablo aqu� condena todas las fantasiosas clases de adoraci�n que se establecen falsamente bajo la autoridad de los �ngeles. (393) Pero, en mi opini�n, condena m�s bien la artima�a en cuanto a la adoraci�n de los �ngeles. Es por este motivo que se ha aplicado con tanto cuidado a esto en el comienzo de la Ep�stola, para someter a los �ngeles bajo sujeci�n, para que no oscurezcan el esplendor de Cristo. (394) En resumen, como hab�a preparado en el primer cap�tulo el camino para abolir las ceremonias, tambi�n lo hizo para la eliminaci�n de todos los dem�s obst�culos que provocan nosotros lejos de Cristo solo. (395) En esta clase es la adoraci�n de los �ngeles

Las personas supersticiosas desde el principio adoraron a los �ngeles, (396) que a trav�s de ellos podr�a haber libre acceso a Dios. Los plat�nicos infectaron a la Iglesia cristiana tambi�n con este error. Porque aunque Agust�n se burla bruscamente de ellos en su d�cimo libro "Sobre la ciudad de Dios" y condena en gran medida todas sus disputas sobre el culto a los �ngeles, vemos sin embargo lo que ha sucedido. Si alguien compara los escritos de Plat�n con la teolog�a popish, descubrir� que han extra�do totalmente de Plat�n su parloteo sobre el culto a los �ngeles. La suma es esta, que debemos honrar a los �ngeles, a quienes Plat�n llama demonios, ????? ??? ??????? ?????????? (por el bien de su intercesi�n auspiciosa). (397) �l presenta este sentimiento en Epinomis, y lo confirma en Cratylus, (398) y muchos otros pasajes. �En qu� se diferencian los papistas de esto? "Pero", se dir�, "no niegan que el Hijo de Dios sea Mediador". Tampoco los que sostienen con Pablo; pero como se imaginaban que Dios deb�a acercarse a Dios con la ayuda de los �ngeles, y que, en consecuencia, se les deb�a rendir un poco de adoraci�n, entonces colocaron a los �ngeles en el asiento de Cristo y los honraron con el oficio de Cristo. H�ganos saber, entonces, que Pablo aqu� condena todo tipo de adoraci�n de la invenci�n humana, que se presta a los �ngeles o a los muertos, como si fueran mediadores, prestando asistencia despu�s de Cristo o junto con Cristo. (399) Por el momento, retrocedemos de Cristo, cuando transferimos la parte m�s peque�a de lo que le pertenece a cualquier otro, ya sean �ngeles u hombres .

Entrometerse en esas cosas que no ha visto. El verbo ??????????, el participio del que Pablo hace uso aqu�, tiene varios significados. La interpretaci�n que Erasmo, despu�s de Jer�nimo, le dio, caminando con orgullo, no ser�a adecuada, si hubiera un ejemplo de tal significaci�n en cualquier autor de nota suficiente. Porque vemos todos los d�as con cu�nta confianza y orgullo las personas imprudentes pronuncian una opini�n sobre cosas desconocidas. No, incluso en el mismo tema que trata Pablo, hay una ilustraci�n notable. Porque cuando los divinos de Sorbona ponen sus bagatelas (400) respetando la intercesi�n de los santos o los �ngeles, declaran, (401) como si fuera de un or�culo, (402) que los muertos (403) conoce y contempla nuestras necesidades, en la medida en que ven todas las cosas en la luz refleja de Dios. (404) Y, sin embargo, �qu� es menos seguro? M�s a�n, �qu� es m�s oscuro y dudoso? Pero tal es, verdaderamente, su libertad magistral, que afirman sin temor y audacia lo que no solo no es conocido por ellos, sino que no puede ser conocido por los hombres.

Este significado, por lo tanto, ser�a adecuado, si ese significado del t�rmino fuera habitual. Sin embargo, se encuentra entre los griegos tomados simplemente como querer caminar. A veces tambi�n significa preguntar. Si alguien decide entenderlo as� en este pasaje, Pablo, en ese caso, reprobar� una curiosidad tonta en la investigaci�n de cosas que son oscuras, y que incluso se ocultan de nuestra vista y la trascienden. (405) Sin embargo, me parece que he entendido el significado de Paul, y lo he expresado fielmente de esta manera, entrometi�ndome en las cosas que �l no tiene visto Porque ese es el significado com�n de la palabra ?????????? - para entrar en una herencia, (406) o tomar posesi�n, o poner un pie en cualquier lugar. En consecuencia, Budaeus presenta este pasaje as�: - "Pisando, o entrando en posesi�n de las cosas que no ha visto". He seguido su autoridad, pero he seleccionado un t�rmino m�s adecuado. Para tales personas en realidad penetrar e inmiscuirse en cosas secretas, (407) de las cuales Dios todav�a no nos habr�a descubierto. El pasaje debe ser cuidadosamente observado, con el prop�sito de reprobar la imprudencia (408) de aquellos que preguntan m�s all� de lo permitido.

Hinchado en vano por una mente carnal. Emplea la expresi�n mente carnal para denotar la perspicacia del intelecto humano, por grandioso que sea. Porque lo pone en contraste con esa sabidur�a espiritual que nos es revelada desde el cielo de acuerdo con esa declaraci�n:

La carne y la sangre no te lo han revelado. ( Mateo 16:17.)

Quien; por lo tanto, depende de su propia raz�n, en la medida en que la agudeza de la carne est� trabajando completamente en �l, (409) Pablo declara que est� hinchado en vano . Y verdaderamente toda la sabidur�a que los hombres tienen de s� mismos es un simple viento: por lo tanto, no hay nada s�lido excepto en la palabra de Dios y la iluminaci�n del Esp�ritu. Y observe que se dice que aquellos que se insuflan y se insin�an a s� mismos (410) bajo una muestra de humildad. Pues sucede, como Agust�n escribe elegantemente a Paulino, por medios maravillosos, en cuanto al alma del hombre, que est� m�s hinchado de una falsa humildad que si estuviera abiertamente orgulloso.

Versículo 19

19. No sujeta la cabeza. �l condena en el uso de una palabra lo que no tiene relaci�n con Cristo. Tambi�n confirma su afirmaci�n sobre el terreno de que todas las cosas fluyen de �l y dependen de �l. Por lo tanto, si alguien nos llama a otro lugar que no sea a Cristo, aunque en otros aspectos era grande con el cielo y la tierra, est� vac�o y lleno de viento: por lo tanto, sin preocupaci�n, le decimos adi�s. Observe, sin embargo, de qui�n est� hablando, es decir, de aquellos que no rechazaron o negaron abiertamente a Cristo, pero que no entendieron con precisi�n su oficio y poder, buscando otras ayudas y medios de salvaci�n (como com�nmente se habla). no estaban firmemente arraigados en �l.

De quien todo el cuerpo por articulaciones. Simplemente quiere decir esto, que la Iglesia no se mantiene de otra manera que en el caso de que Cristo, la Cabeza le proporcione todas las cosas y, en consecuencia, que toda su seguridad (411) consiste en �l. El cuerpo, es cierto, tiene sus nervios, sus articulaciones y ligamentos, pero todas estas cosas derivan su vigor �nicamente de la Cabeza, de modo que toda la uni�n de ellas proviene de esa fuente. �Qu� se debe hacer entonces? La constituci�n del cuerpo estar� en un estado correcto, si simplemente la Cabeza, que proporciona a los varios miembros todo lo que tienen, se le permite, sin ning�n impedimento, tener la preeminencia. Pablo habla de esto como el aumento de Dios, por lo que quiere decir que no todo aumento es aprobado por Dios, sino solo aquello que tiene relaci�n con la Cabeza. Porque vemos que el reino del Papa no es simplemente alto y grande, sino que se expande en un tama�o monstruoso. Sin embargo, como no vemos all� lo que Pablo requiere aqu� en la Iglesia, qu� diremos, sino que es un cuerpo jorobado y una masa confusa que caer� en pedazos.

Versículo 20

20. Si est�is muertos. Anteriormente hab�a dicho que las ordenanzas estaban sujetas a la cruz de Cristo. ( Colosenses 2:14.) Ahora emplea otra forma de hablar: que estamos muertos para ellos, como nos ense�a en otra parte, que estamos muertos para la ley, y la ley, por otro lado, para nosotros. ( G�latas 2:19.) El t�rmino muerte significa abrogaci�n, (416) pero es m�s expresivo y m�s enf�tico, (??? ?????????????.) Dice, por lo tanto, que los colosenses no tienen nada que ver con las ordenanzas. �Por qu�? Porque han muerto con Cristo en ordenanzas; es decir, despu�s de que murieron con Cristo por regeneraci�n, fueron, por su bondad, liberados de las ordenanzas, para que ya no puedan pertenecerles. Por lo tanto, concluye que de ninguna manera est�n obligados por las ordenanzas, que los falsos ap�stoles intentaron imponerles.

Versículo 21

21. No coma, no pruebe. Hasta ahora, esto se ha traducido: no lo maneje, pero como otra palabra sigue inmediatamente, lo que significa lo mismo, todos ven cu�n fr�a y absurda fue tal repetici�n. Adem�s, el verbo ???????? es empleado por los griegos, entre otros significados, en el sentido de comer, (417) de acuerdo con la representaci�n que he dado. Plutarco lo utiliza en la vida de C�sar, cuando relata que sus soldados, en la indigencia de todas las cosas, comieron animales que antes no estaban acostumbrados a usar como alimento. (418) Y esta disposici�n es natural en otros aspectos y tambi�n est� m�s de acuerdo con la conexi�n del pasaje; para Pablo se�ala, (?????????), a modo de imitaci�n, hasta qu� punto la cautela de aquellos que atan a las conciencias por sus leyes no va a proceder. Desde el comienzo son excesivamente rigurosos: por lo tanto, se propone con su prohibici�n, no solo contra comer, sino incluso contra participar un poco. Despu�s de haber obtenido lo que desean, van m�s all� de esa orden, de modo que luego declaran que es ilegal probar lo que no desean que se coma. Por fin lo hacen criminal incluso tocarlo. En resumen, cuando las personas alguna vez se han enfrentado a ellas para tiranizar las almas de los hombres, no hay fin de nuevas leyes que se agregan diariamente a las antiguas, y nuevas promulgaciones que comienzan de vez en cuando. �Qu� brillante es este espejo en Popery! Por lo tanto, Pablo act�a admirablemente bien al advertirnos que las tradiciones humanas son un laberinto, en el que las conciencias est�n cada vez m�s enredadas; m�s a�n, son trampas, que desde el principio se unen de tal manera que con el tiempo se estrangulan al final.

Versículo 22

22. Todas las cosas que tienden a la corrupci�n. �l deja de lado, por un doble argumento, las representaciones de las cuales ha hecho menci�n, porque hacen que la religi�n consista en cosas externas y fr�giles, que no tienen conexi�n con el reino espiritual de Dios; y en segundo lugar, porque son de hombres, no de Dios. �l combate el primer argumento, tambi�n, en Romanos 14:17, cuando dice:

El reino de Dios no est� en la carne y la bebida;

igualmente en 1 Corintios 6:13,

Carne para el vientre y el vientre para las carnes: Dios destruir� a ambos.

Cristo tambi�n mismo dice:

Lo que entra en la boca no contamina al hombre, porque baja al vientre y se expulsa. ( Mateo 15:11.)

La suma es esta: que la adoraci�n a Dios, la verdadera piedad y la santidad de los cristianos no consisten en bebidas, alimentos y vestimenta, que son cosas transitorias y susceptibles de corrupci�n, y perecen por abuso. El abuso se aplica adecuadamente a aquellas cosas que est�n da�adas por el uso de ellos. Por lo tanto, las promulgaciones no tienen valor en referencia a aquellas cosas que tienden a excitar los escr�pulos de conciencia. Pero en Popery dif�cilmente encontrar�as otra santidad que la que consiste en peque�as observancias de cosas corruptables.

Se agrega una segunda refutaci�n (419) - que se originaron con los hombres y no tienen a Dios como su Autor; y con este rayo se postra y se traga todas las tradiciones de los hombres. �Para que? Este es el razonamiento de Pablo: "Aquellos que traen la conciencia a la esclavitud hacen da�o a Cristo y anulan su muerte. Porque lo que sea de invenci�n humana no ata la conciencia ".

Versículo 23

23. Que tienen un espect�culo. Aqu� tenemos la anticipaci�n de una objeci�n, en la cual, mientras �l reconoce a sus adversarios lo que alegan, al mismo tiempo considera que no tiene ning�n valor. Porque es como si hubiera dicho, que no considera que tengan una sabidur�a. Pero el espect�culo se pone en contraste con la realidad, ya que es una apariencia, como com�nmente se habla, que enga�a por semejanza. (420)

Observe, sin embargo, en qu� colores consiste este espect�culo, seg�n Paul. Hace menci�n de tres: adoraci�n auto-inventada, (421) humildad y negligencia del cuerpo. La superstici�n entre los griegos recibe el nombre de ?????????????, t�rmino que aqu� utiliza Pablo. Sin embargo, tiene un ojo en la etimolog�a del t�rmino, porque ????????????? literalmente denota un servicio voluntario, que los hombres eligen por s� mismos a su propia opci�n, sin la autoridad de Dios. Las tradiciones humanas, por lo tanto, est�n de acuerdo con nosotros en este sentido, que est�n de acuerdo con nuestro entendimiento, ya que cualquiera encontrar� en su propio cerebro los primeros bosquejos de ellas. Este es el primer pretexto.

La segunda es la humildad, en la medida en que se finge la obediencia a Dios y a los hombres, para que los hombres no rechacen ni siquiera las cargas irrazonables. (422) Y en su mayor parte, las tradiciones de este tipo son de tal naturaleza que parecen ser admirables ejercicios de humildad.

Atraen, tambi�n, por medio de un tercer pretexto, en la medida en que parecen ser de gran utilidad para la mortificaci�n de la carne, mientras no se ahorra el cuerpo. Paul, sin embargo, se despide de esos disfraces, porque

Lo que se tiene en alta estima entre los hombres es a menudo una abominaci�n ante los ojos de Dios. ( Lucas 16:15.)

M�s all�, eso es una obediencia traidora, y una humildad perversa y sacr�lega, que transfiere a los hombres la autoridad de Dios; y la negligencia del cuerpo no es tan importante como para ser digno de ser admirado como el servicio de Dios.

Sin embargo, alguien se sorprender� de que Paul no se esfuerce m�s en quitarse esas m�scaras. Respondo que �l, con buenos motivos, descansa contento con el simple programa de t�rmino. Porque los principios que �l hab�a tomado en oposici�n a esto son incontrovertibles: que el cuerpo est� en Cristo, y que, en consecuencia, esos no hacen nada m�s que imponer a los hombres miserables, que ponen ante ellos sombras. En segundo lugar, el reino espiritual de Cristo de ninguna manera est� ocupado con elementos fr�giles y corruptables. En tercer lugar, por la muerte de Cristo se puso fin a tales observancias, para que no pudi�ramos tener conexi�n con ellas; y, cuarto, Dios es nuestro �nico legislador. ( Isa�as 33:22.) Cualquier cosa que se presente al otro lado, que tenga tanto esplendor, es un espect�culo fugaz.

En segundo lugar, lo calcul� lo suficiente como para amonestar a los colosenses, para no dejarse enga�ar por poner cosas vac�as. No hab�a necesidad de morar m�s en reprenderlos. Porque debe ser un punto establecido entre todos los piadosos, que la adoraci�n a Dios no debe medirse seg�n nuestros puntos de vista; y que, en consecuencia, cualquier tipo de servicio no es legal, simplemente por el hecho de que es aceptable para nosotros. Esto, tambi�n, deber�a ser un punto com�nmente recibido: que le debemos a Dios tal humildad como para rendir obediencia simplemente a sus mandamientos, para no apoyarnos en nuestro propio entendimiento, etc., ( Proverbios 3:5 ,) - y que el l�mite de la humildad hacia los hombres es este - que cada uno se someta a los dem�s en amor. Ahora, cuando sostienen que la falta de carne est� reprimida por la abstinencia de las carnes, la respuesta es f�cil: que no debemos abstenernos de ning�n alimento en particular como impuro, sino que debemos comer con moderaci�n de lo que comemos, tanto en para que podamos usar los dones de Dios de manera sobria y templada, y que no podamos, impedidos por demasiada comida y bebida, olvidar esas cosas que son de Dios. Por lo tanto, fue suficiente decir que estos (423) eran m�scaras, que los Colosenses, siendo advertidos, podr�an estar en guardia contra falsos pretextos.

Por lo tanto, en la actualidad, los papistas no carecen de pretextos enga�osos, para establecer sus propias leyes, como puedan ser, algunos imp�os y tir�nicos, y otros tontos y tontos. Sin embargo, cuando les hemos otorgado todo, queda, sin embargo, esta refutaci�n de Paul, que es en s� misma m�s que suficiente para disipar todos sus vapores humeantes; (424) no quiere decir qu� tan lejos est�n (425) son de un honor apariencia como la que describe Pablo. La santidad principal del papado, (426) en la actualidad, consiste en el monje, y de qu� naturaleza es, me da verg�enza y pena hacer menci�n , para no despertar un olor tan abominable. Adem�s, es importante considerar aqu�, cu�n propensa, no, cu�n avanzada es la mente del hombre a los modos artificiales de adoraci�n. Porque el Ap�stol aqu� describe gr�ficamente (427) el estado del antiguo sistema de monjes, que entr� en uso cien a�os despu�s de su muerte, como si nunca hubiera dijo una palabra El celo de los hombres, por lo tanto, por la superstici�n es incre�blemente loco, lo que no puede ser restringido por una declaraci�n tan clara de Dios, como lo demuestran los registros hist�ricos.

No en ning�n honor. Honor significa cuidado, de acuerdo con el uso de la lengua hebrea. Honra a las viudas, ( 1 Timoteo 5:3), es decir, cu�dalas. Ahora Paul encuentra fallas en esto, que (428) ense�an a dejar de cuidar el cuerpo. Porque como Dios nos proh�be consentir el cuerpo indebidamente, �l ordena que se les d� tanto como sea necesario. Por lo tanto, Pablo, en Romanos 13:14, no condena expresamente el cuidado de la carne, sino que satisface las lujurias. No tengas cuidado, dice �l, por la carne, por la satisfacci�n de sus deseos. Entonces, �qu� se�ala Pablo como defectuoso en aquellas tradiciones que trata? Es que no dieron honor al cuerpo por satisfacer la carne, es decir, seg�n la medida de la necesidad. Satisfacer aqu� significa una mediocridad, que se limita al simple uso de la naturaleza, y por lo tanto se opone al placer y a todas las delicias superfluas; porque la naturaleza se contenta con poco. Por lo tanto, rechazar lo que requiere para sostener la necesidad de la vida, no est� menos en desacuerdo con la piedad, que inhumano.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Colossians 2". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/colossians-2.html. 1840-57.