Bible Commentaries
Deuteronomio 26

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

1. Y ser� cuando vengas. Se ordena a los israelitas que ofrezcan sus primicias, por la misma raz�n que pagar�an el tributo por cada alma; a saber, que pudieran confesar que ellos mismos, y todo lo que ten�an, pertenec�an a Dios. Esta era la �nica distinci�n, que el tributo era un s�mbolo de su emancipaci�n, para que pudieran reconocerse como libres, como redimidos por la misericordia especial de Dios; pero por las primicias testificaron que la tierra era tributaria de Dios, y que no eran due�os de ella por ning�n otro t�tulo que como inquilinos a voluntad, de modo que la soberan�a directa y la propiedad de la misma permanec�an solo con Dios. Este, entonces, era el objeto de los primeros frutos, que podr�an renovar cada a�o el recuerdo de su adopci�n; porque la tierra de Cana�n les fue dada como su herencia peculiar, en la cual deb�an adorar a Dios en piedad y santidad, y al mismo tiempo reflejar que Dios no los aliment� promiscuamente, como los gentiles, sino como ni�os; de donde tambi�n su comida era sagrada. Pero tendremos que volver a hablar en otra parte de las primicias, en la medida en que formaban parte de las oblaciones; sin embargo, era necesario insertar aqu� su objeto principal, para que supi�ramos que fueron designados para ser ofrecidos por la gente, en piadoso reconocimiento de que su comida fue recibida de Dios, y mostrar que, al estar separados de otras naciones, estaban depende solo del Dios de Israel.

Versículo 2

2. Que tomar�s del primero. Sabemos que en los primeros frutos todo el producto del a�o fue consagrado a Dios. La gente, (338) por lo tanto, dio en ellos un testimonio de su piedad hacia �l, a quien experimentaron diariamente como su conservador y el dador de su comida. . Este rito t�pico ahora, de hecho, ha cesado, pero Pablo nos dice que la observaci�n verdadera a�n permanece, donde nos exhorta, ya sea que comamos o bebamos, a hacer todo para la gloria de Dios. ( 1 Corintios 10:31.) En cuanto al lugar donde se ofrecer�an las primicias, y por qu� se dice que Dios coloc� Su nombre all�, consideraremos de aqu� en adelante, cuando venimos a los sacrificios; Ahora solo toco brevemente lo que concierne al tema actual.

Yo profeso este d�a. En estas palabras, los israelitas confiesan que no hab�an ganado el dominio de la tierra ni por su propia fuerza ni por su buena fortuna, sino por el don gratuito de Dios, y eso seg�n su promesa. Hay, por lo tanto, dos cl�usulas en esta oraci�n; primero, que Dios hab�a prometido gratuitamente otorgar esa tierra a Abraham como la herencia de sus descendientes; y, en segundo lugar, que hab�a cumplido su promesa, no solo cuando hab�a tra�do a los hijos de Abraham a la posesi�n, sino al agregar "a su gracia al disfrutar pac�ficamente de ella". �l persigue el mismo punto de manera m�s completa inmediatamente despu�s, donde se ordena a los israelitas que declaren cu�n miserable era la condici�n de sus padres, antes de que el Se�or los abrazara con Su favor y les diera Su misericordia. La palabra original en el vers�culo 5, que significa responder, traduzco simplemente, seg�n el idioma hebreo, hablar o decir; a menos que testificar se piense mejor, lo que ser�a muy adecuado; porque aqu� se describe la profesi�n solemne, por la cual se unen cada a�o a Dios. No cuentan su origen de Abraham, sino de Jacob, en cuya persona la gracia de Dios brill� m�s intensamente; por haber sido obligado a volar desde la tierra de Cana�n, hab�a pasado una buena parte de su vida en Siria (porque no regres� a su hogar hasta que fue viejo) y luego, siendo nuevamente llevado a Egipto por la hambruna, �l al fin hab�a muerto all�. Por lo tanto, la tierra no les hab�a ca�do por derecho hereditario, ni por sus propios esfuerzos; a su padre Jacob no se le permiti� ni siquiera quedarse all�. Lo llaman sirio, porque cuando se cas� con las hijas de Lab�n, y engendr� hijos, y fue golpeado a�os antes de que regresara a casa, parec�a haber renunciado a la tierra de Cana�n. Desde entonces se hab�a contentado durante muchos a�os con la vivienda que eligi� para s� mismo en Siria, sus descendientes confesaron justamente que era un peregrino y extra�o, debido a su largo exilio; y por la misma raz�n por la que tambi�n podr�an considerarse extranjeros. Agregan que su padre Jacob volvi� a abandonar la tierra de Cana�n cuando la hambruna lo oblig� a descender a Egipto; y mientras cuentan que �l residi� all� con unos pocos, y luego se convirti� en una naci�n poderosa, por lo tanto reconocen que eran egipcios, ya que hab�an surgido de all�, donde fue el comienzo de su nombre y raza. En el resto del pasaje confirman a�n m�s el hecho de que fueron conducidos a la tierra de Cana�n por la mano de Dios; porque cuando fueron oprimidos por la tiran�a, clamaron a �l y fueron escuchados. Tambi�n se les ordena celebrar los signos y maravillas mediante los cuales su redenci�n se manifest� con mayor claridad, a fin de que sin dudarlo den gracias a Dios y contrasten su adoraci�n pura con todas las imaginaciones de los paganos: de lo contrario, esto hubiera sido solo un ejercicio fr�o de piedad. Lo que sigue en el �ltimo verso, "Y te regocijar�s", etc., parece haber sido una promesa, como si Dios, al presentarles ante ellos la seguridad de Su bendici�n, a�adiera un est�mulo para despertar a la gente a un afecto m�s alegre. ; pero el sentido parecer�a m�s claro y natural si la c�pula se transformara en el adverbio temporal entonces; porque esto es lo principal en el uso de nuestra carne y bebida, con una conciencia alegre y alegre de aceptarlo como un testimonio del favor paternal de Dios. Nada es m�s miserable que la duda; y por lo tanto, Pablo requiere especialmente de nosotros esta confianza, pidi�ndonos que comamos no sin fe. ( Romanos 14:23.) Entonces, para hacer que los israelitas sean m�s r�pidos en su deber, Mois�s les recuerda que solo podr�an regocijarse libremente en el uso de los dones de Dios, si hubieran expresado su gratitud como lo orden�.

Versículo 12

12. Cuando hayas terminado con el diezmo. En este pasaje, Mois�s los estimula con urgencia para que ofrezcan los diezmos voluntaria y abundantemente, colocando a Dios, por as� decirlo, ante sus ojos, como si los hubieran entregado en su mano: porque se ordena una protesta solemne, en la que se condenan a s� mismos como culpables. ante Dios, si no han pagado fielmente el impuesto impuesto sobre ellos; pero rezan por gracia y paz si han cumplido honestamente su deber. Porque nada puede despertar m�s a los hombres que cuando (219) Dios es presentado como el juez de cualquier asunto en particular. Esta es la raz�n por la cual les ordena protestar a los ojos de Dios de que han obedecido su ordenanza en el pago de sus diezmos. Separarse, o "sacar de la casa", es equivalente a que sean conscientes de que no hay fraude al negarle a Dios lo que era suyo; y, por lo tanto, no ten�an culpa del sacrilegio, ya que no hab�an desviado nada sagrado para su uso privado. Lo que sigue, "no he transgredido tus mandamientos, ni los he olvidado", solo debe referirse al asunto en cuesti�n; porque hubiera sido un acto de temeridad y arrogancia demasiado grande para ellos, jactarse de haber guardado y cumplido la Ley en cada parte. A�n as�, esta forma de hablar significa deseo m�s que perfecci�n; como si hubieran dicho que el prop�sito de sus mentes era obedecer los preceptos de Dios. Sin embargo, debemos recordar lo que he dicho, que esto se refiere adecuadamente a las ceremonias legales. Con el mismo significado, poco despu�s se dice: "He hecho de acuerdo con todo lo que me has mandado", porque si se hubieran glorificado en su perfecci�n, no tendr�an necesidad de sacrificios u otros medios de purificaci�n. Pero como acabo de decir, Dios solo los invita a examinarse a s� mismos, (220) para que puedan invocarlo con sinceridad de coraz�n como testigos de su piedad.

Versículo 14

14. No he comido de eso en mi luto (tristitia) Est� claro que aqu� se habla de las ofrendas sagradas; pero la pregunta es, �qu� se entiende por comer de luto? Esta es la exposici�n recibida por consentimiento casi universal; que aunque el deseo puede haberlos tentado a robo y fraude, la gente afirma que, incluso en su pobreza y estrechez, se han abstenido de las cosas sagradas; y a esto acepto voluntariamente; aunque esta palabra "duelo" puede tomarse por la ansiedad de una mente consciente de su iniquidad en este sentido, "no he comido a sabiendas y voluntariamente nada consagrado a Dios, para que el hierro caliente (cauterio) de una conciencia maligna me queme". , en la forma en que la culpa del hombre lo atormenta y perturba ". En cuanto a la segunda cl�usula, los int�rpretes difieren. Algunos traducen la palabra '??? bagnar, (221) "destruir:" como si se dijera que no han sufrido nada perecer por inmundicia; pero otros lo explican, no he quitado nada con un prop�sito profano. Sin embargo, mi propia opini�n es que la palabra �???, tama, se usa adverbialmente para" impuramente ", de modo que las personas testifiquen que no est�n contaminadas o contaminadas al retener algo. (222) Por lo tanto, en mi idea, algunos no lo traducen mal "por impureza:" porque no era posible que los israelitas aplicaran los diezmos a otros usos, sin contraer contaminaci�n por su malvado abuso de ellos. La ambig�edad en la tercera cl�usula es a�n mayor; literalmente es: "No se lo he dado a los muertos". En mi versi�n, he seguido a quienes lo refieren a los ritos funerarios; pero algunos suponen que la palabra "muerto" se usa metaf�ricamente para algo inmundo; otros, en un sentido menos natural, para gastos, que no contribuyen a sostener la vida del hombre. Pero todav�a no parece por lo que deber�a decir que no se hab�a gastado nada en los ritos funerarios. Es cierto que todo lo que hab�a tocado un cad�ver era inmundo; y, por lo tanto, algunos lo explican, que las v�ctimas no hab�an sido contaminadas por ninguna conexi�n con los preparativos del funeral. Pero si se prefiere este sentido, la expresi�n debe ser tomada por synecdoche para cualquier cosa impura. Sin embargo, mi propia opini�n es que, bajo esta cabeza particular, se incluyen todas las cosas que tienen un toque de piedad. El entierro de los muertos era un oficio digno de alabanza y un ejercicio religioso; (223) para que pueda proporcionar un pretexto colorable para la laxitud peculiar; en esta palabra, por lo tanto, Dios har�a que los israelitas declararan que no ofrec�an excusa si hab�an empleado mal alguna de las cosas consagradas.

Versículo 15

15. Mira hacia abajo desde tu habitaci�n sagrada. Mientras se les ordena ofrecer sus oraciones y s�plicas, que Dios bendiga la tierra, con esta condici�n, que no se han contaminado por ning�n sacrilegio, al mismo tiempo se les recuerda, por otro lado, que la bendici�n de Dios no fue m�s de lo que se espera. Mientras tanto, la expresi�n es notable: "Bendice la tierra que nos has dado, una tierra que fluye leche y miel", porque de aqu� inferimos que la tierra no era tan f�rtil por naturaleza, como porque Dios la reg� diariamente por Su bendici�n secreta para que sea as�.

Versículo 16

16. Este d�a el Se�or tu Dios. Nuevamente les recuerda que Dios es el autor de la Ley, para que Su majestad los impresione m�s; y no solo eso, sino que, dado que la Ley se les entreg� especialmente, su observaci�n fue la m�s ordenada para ellos. Por lo tanto, los exhorta fervientemente a que apliquen sus corazones a las cosas que Dios les hab�a ordenado que guardaran, porque los hombres se vuelven descuidados en sus deberes, a menos que a menudo se agiten. Porque, indudablemente, Dios reprende indirectamente la indiferencia de la gente, llam�ndola tan a menudo a la obediencia. Por las palabras "con toda tu alma" se entiende aprensi�n seria, y cuidado, as� como sinceridad, libre de todo disfraz y enga�o. Porque nada es m�s desagradable para Dios que la hipocres�a, porque �l ve el coraz�n. Si alg�n objeto que fue en vano exigirles lo que ning�n mortal puede realizar, a saber, mantener la Ley con todo su coraz�n, respondo que todo el coraz�n se opone a un coraz�n doble o dividido, y es equivalente a todo , o totalmente sin enga�o, aunque (como veremos m�s adelante) no es absurdo proponer a los creyentes un objeto al que apunten, aunque pueden no alcanzarlo mientras la debilidad de la carne los obstaculice.

Versículo 17

17. Has declarado al Se�or (231) �l les muestra la consecuencia de que nada puede ser mejor o m�s deseable para ellos que abrazar la Ley de Dios; porque nada puede ser m�s honorable para nosotros que dar a Dios su debido honor y exaltar su gloria a su debida preeminencia. Mois�s declara que, si los israelitas se someten a la Ley, esto ser�, por as� decirlo, colocarlo en Su dignidad leg�tima; y �l promete que el fruto volver� a ellos, porque Dios, por su parte, los exaltar�, de modo que sobresalir�n por mucho todas las dem�s naciones; como se dice en Isa�as, ( Isa�as 8:13,) "Santifica al Se�or de los ej�rcitos, y �l ser� para un santuario". Porque de ninguna otra manera desea ser glorificado por nosotros, que hacernos a su vez participantes de su gloria; y as� Mois�s los incita suavemente a recibir la Ley, porque su felicidad s�lida consiste en este piadoso deber, si se dedican por completo a la obediencia. Pero esta excelencia de la Iglesia, aunque brilla en el mundo, todav�a est� oculta para los ciegos y, dado que es espiritual, solo obtiene su alabanza ante Dios y los �ngeles.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Deuteronomy 26". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/deuteronomy-26.html. 1840-57.