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Bible Commentaries
Isaías 10

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

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Versículo 1

1. �Ay de los que decretan! Ahora ataca a las personas m�s de cerca, como lo hizo en los cap�tulos primero y segundo, para hacerles sentir que est�n afligidos; porque los hombres nunca reconocen que son castigados justamente hasta que hayan sido declarados culpables y constre�idos. Aunque estaban suficientemente condenados por las pruebas anteriores, a�n as� �l consider� necesario llegar a detalles, para que por medio de ellos su hipocres�a pudiera ser expuesta; porque los hombres son tan descarados como para pensar que cualquier excusa los protege y acusar abiertamente a Dios. Cuando se hab�an vuelto tan desvergonzados, era imposible para �l reprenderlos con demasiada brusquedad, o llevar sus acusaciones m�s all� de los l�mites apropiados, para cerrar la boca, lo hicieran o no.

??? (gnamal) y ??? (aven) a menudo se unen en la Escritura, como en Salmo 7:14 ??? significa vanidad e iniquidad, pero el �ltimo significado concuerda mejor con este pasaje. ???, (gnamal,) por otro lado, denota la irritaci�n, y a menudo la causa misma de la irritaci�n, es decir, la opresi�n infligida por el m�s fuerte al m�s d�bil, cuando abusan de su autoridad y poder . Habiendo demostrado anteriormente que la maldad se origin� en los propios gobernadores ( Isa�as 1:10), los coloca en el primer rango, para que puedan sufrir el castigo de los cr�menes que hab�an ocasionado. Esto debe observarse cuidadosamente, ya que aquellos que son elevados al rango m�s alto imaginan que est�n exentos del lote ordinario de otros hombres, y que no est�n obligados a rendir cuentas a Dios; y por lo tanto, amenaza con que tengan este privilegio, que sean los primeros en ser castigados.

Algunos piensan que aqu� se describen dos clases, y hacen una distinci�n entre ?????, (chokekim,) aquellos que decretan, y ??????, (mechattebim,) aquellos que escriben (155) Pero no apruebo esto, porque ataca en general, y sin distinci�n, pr�ncipes y magistrados, que oprimieron al pueblo por decretos injustos y tir�nicos, en tales una manera en que se acercaron al robo absoluto; y, por lo tanto, incluye a toda clase de magistrados y gobernadores.

Versículo 2

2. Para retroceder. (156) Otros lo hacen, para hacer que se desv�en; pero el verdadero significado es, alejar a los pobres del juicio o hacer que pierdan su causa. Esta es la iniquidad y la opresi�n que �l hab�a mencionado en el verso anterior, que los pobres se ven privados de sus derechos, y son robados por el bien de los ricos, y se van burlados del tribunal, mientras todo est� abierto a saqueo. Menciona principalmente a los pobres, porque en su mayor parte carecen de ayuda y asistencia. Mientras que los magistrados y los jueces deber�an haberlos ayudado m�s que otros, se permiten una mayor libertad y se entregan con m�s desprecio a oprimirlos. Aquellos que tienen riqueza, amigos o favor, son menos propensos a ser oprimidos; porque tienen armas en sus manos para defenderse e incluso para vengarse. Pero el Se�or dice que cuida especialmente a los pobres ( �xodo 22:23), aunque com�nmente son despreciados; y que los cuida tanto que no permite que la opresi�n que se les inflige pase impune; porque no es sin un buen fundamento que se hace llamar protector y defensor de tales personas. (Salmo 68:5.) Por lo tanto, a partir de esta consideraci�n, los pobres y d�biles deben obtener consuelo y, con m�s calma, soportar angustias y aflicciones, porque aprenden que Dios los cuida y no permitir� ninguna injusticia hecha a ellos para pasar impune. Al mismo tiempo, se advierte a los poderosos y ricos que no lo tomen como incentivo para pecar porque no han sido castigados; porque aunque ahora no se vea ning�n vengador, el Se�or a�n se vengar�, y se encargar� de la causa de aquellos que creyeron que carec�an de toda ayuda.

Versículo 3

3. �Y qu� har�s? Aqu� el Profeta amenaza severamente a los pr�ncipes, que fueron descuidados e indolentes en medio de sus angustias, ya que los hombres intoxicados por la prosperidad no suelen despreciar altivamente todos los peligros. Por lo tanto, les advierte que, aunque Dios se demora, todav�a ha fijado un tiempo para el juicio, y ya est� cerca. Como consecuencia de haber vencido a las naciones vecinas en la guerra y haberse fortalecido mediante una alianza con una naci�n muy poderosa, ya no ten�an miedo; y por eso declara expresamente que su calamidad vendr� de lejos

En el d�a de visitaci�n. Por visita se entiende aqu� juicio, porque Dios nos visita de dos maneras, es decir, en misericordia y en juicio. En ambos sentidos, se revela a s� mismo y su poder a nosotros, tanto cuando, en compasi�n de nosotros, nos rescata de los peligros, y cuando castiga a los que son imp�os y que desprecian la palabra. Ambos tipos de visitas tienen el mismo objeto a la vista, ya que no vemos al Se�or sino en sus obras; y creemos que est� ausente a menos que nos d� una muestra de su presencia. Esta visita, por lo tanto, la Escritura se acomoda a nuestra capacidad; porque cuando estamos afligidos por las aflicciones, y cuando los imp�os se entregan libremente a la maldad, suponemos que Dios est� a gran distancia y no se interesa en nuestros asuntos.

En consecuencia, las visitas deben entenderse aqu� como el juicio por el cual Dios, en oposici�n a la inmoralidad e insolencia de los imp�os, los traer� de vuelta como desertores. Pero si los juicios de Dios son tan terribles en esta vida, �cu�n terrible ser� cuando finalmente venga a juzgar al mundo! Todos los casos de castigo que ahora producen miedo o terror, no son m�s que preparativos para esa venganza final con la que tronar� contra el reprobado, y muchas cosas por las que parece pasar, se reserva y demora deliberadamente hasta ese �ltimo d�a. Y si los imp�os no son capaces de soportar estos castigos, �cu�nto menos ser�n capaces de soportar su gloriosa e inconcebible majestad, cuando ascienda a ese horrible tribunal, ante el cual los �ngeles mismos tiemblan!

Y cuando la desolaci�n vendr� de lejos. Cuando dice desde lejos, es apropiado observar que no debemos permitir que la prosperidad que ahora disfrutamos nos deje sin sentido; porque aquellos que descuidadamente duermen en medio de sus vicios, y por esta perversa indiferencia que cuestionan el poder de Dios, r�pidamente sentir�n que en un momento, cuando quiera, puede sacudir el cielo y la tierra de este a oeste.

�A qui�n huir�s? �l declara que es en vano que conf�en en sus recursos, ya que, en oposici�n a la mano de Dios, ser�n infructuosos y ser�n in�tiles. Al mismo tiempo, tambi�n muestra que esta ser� la recompensa m�s justa; porque cuando son crueles con los dem�s, justamente se les har� sentir que ahora no tienen ayuda ni de Dios ni de los hombres.

Tendr�n juicio sin piedad que no han mostrado piedad. ( Santiago 2:13.)

Esto se aplica especialmente a los jueces, que deber�an haber sido una protecci�n para todo el pueblo; porque han sido nombrados con el prop�sito de defender a los pobres y los miserables. Pero si descuidan y traicionan, e incluso los saquean, es correcto que se les haga sentir, por su propia condici�n de indigencia, cu�n grande es esta crueldad que ofende a Dios.

�D�nde depositar�s tu gloria? Los comentaristas entienden que esto significa que ser�n expulsados ??de su alto rango. Suponen que es una pregunta ir�nica y despectiva formulada por el Profeta: "�Qu� ser� de ese rango ilustre del que los nobles se burlan cruel y tontamente cada vez que Dios los ahorra un poco?" Pero como se trataba de una interpretaci�n forzada, creo que Isa�as pregunta: "�D�nde encontrar�n un escondite seguro en el que puedan depositar su gloria?" Por lo tanto, considero que el significado es, para dejar, (157) en aras de ser preservado; y las dos cl�usulas se corresponden, �a qui�n huir�s? y, "�D�nde encontrar�s un refugio para tu gloria para preservarla?" Pero tal vez se dar� preferencia a una opini�n diferente, que he se�alado en el margen; (158) para el verbo ??? (gnazab) significa tambi�n fortalecer. Nuevamente, si Dios se dedica as� a los pr�ncipes de destrucci�n que son arrojados desde una posici�n elevada, �qu� ser� de los m�s bajos? Nadie, por lo tanto, tiene ning�n motivo para halagarse; porque todos seremos como rastrojo cuando la ira del Se�or se haya encendido contra nosotros. (Salmo 83:13.)

Versículo 4

4. Si no se caen. Como el significado de la part�cula ???? (bilti) es ambiguo, los comentaristas han dado varias interpretaciones de la misma. Algunos lo toman en un sentido exclusivo, como en muchos otros pasajes de la Escritura; como si hubiera dicho: S�lo �l caer� entre los atados y muertos; es decir, porque todos ser�n condenados y entregados al cautiverio o a la muerte. Otros lo rinden, sin m� caer�n. Si se prefiere esta interpretaci�n, el Profeta muestra que la causa de su destrucci�n es que se han rebelado de Dios; e indudablemente la causa de todas nuestras angustias es abandonar la fuente de la vida y de la salvaci�n, y de todas las bendiciones. De esta manera, reprocha bruscamente la locura de los imp�os, que se jactan de haber sido abandonados por Dios, como si nada fuera m�s deseable o placentero que retirarse a la mayor distancia de �l; y as� ser� una reprensi�n ir�nica, que su calamidad surgir� de ninguna otra fuente que no sea la ausencia de Dios, en quien, sin ninguna buena base, se regocijaron.

Otros consideran que es una expresi�n el�ptica, que no tendr�n escondite sino que se arrojar�n bajo los cautivos y los asesinados. Tambi�n podr�a ser una forma de juramento, si no lo hacen; (159) y el significado ser�a muy apropiado, que Dios jura con ira que no perdonar� a ninguno de ellos, pero abandonar� a algunos al cautiverio y entregar� hasta otros para ser ejecutados. En una palabra, esta declaraci�n muestra cu�les son las consecuencias que esperan a todos aquellos que, despu�s de haber sido advertidos por la palabra de Dios, no se arrepienten. De lo que sigue inmediatamente, aprendemos que una destrucci�n terrible y alarmante est� amenazada; porque repite lo que ya hab�a dicho con frecuencia, que la ira del Se�or a�n no es evidente, que descubrir� castigos m�s espantosos por vengarse. Esto nos ense�a que nada es m�s deseable que ser movido por un sincero sentimiento de arrepentimiento, y reconocer nuestra culpa, para que podamos obtener el perd�n del Se�or.

Versículo 5

5. O asirio. Lo que sigue ahora se relaciona con la amenaza de castigo, pero al mismo tiempo mezcla alg�n consuelo para aliviar las angustias de los piadosos. De hecho, la mayor parte del discurso est� ocupada con esta doctrina, que todas las aflicciones que los asirios traer�n sobre ellos son un flagelo temporal infligido por Dios, pero que los incr�dulos, despu�s de haberse entregado demasiado libremente, finalmente ser�n llevado a la sumisi�n. ??? (hoi) es a veces una interjecci�n expresiva de lamentaci�n, �Ah! A veces denota direccionamiento, �Oh! A veces significa, como lo tradujo el viejo traductor, Wo a. Pero aqu� no puede explicarse de otra manera que Dios llama a los asirios, o asume el car�cter de quien suspira, porque se ve obligado a infligir castigos a su pueblo por medio de los asirios.

Pero cuando examino m�s de cerca todo el asunto, prefiero llegar a esta opini�n, que aqu� el Se�or llama a los asirios, como si los armara con su autoridad para continuar la guerra. Anteriormente hab�a dicho que vendr�an; pero los hip�critas son tan descuidados que nunca se sienten conmovidos por el temor de Dios, hasta que sus flagelos no solo se ven sino que se sienten. Esta es la raz�n por la que ahora se dirige a ellos, Ven; como si un juez llamara a un oficial y le ordenara que encadenara a un malhechor, o lo entregara al verdugo para infligirle la pena capital. As�, el Se�or llama a los asirios a ejecutar su venganza con sus manos.

Y el personal en sus manos es indignaci�n m�a. Esto puede verse como una referencia al asirio, y puede explicarse como una repetici�n de la misma declaraci�n, con un ligero cambio de las palabras. Pero distingo entre ellos de esta manera, que los asirios son llamados la vara de la indignaci�n de Dios; y luego, que las espadas y armas con las que est�n provistas no son m�s que la ira de Dios; como si el Profeta hubiera dicho que Dios, seg�n su placer, hizo uso de los asirios de la misma manera que las espadas para la ejecuci�n de su ira; y adem�s, aunque porten espadas, a�n no habr� raz�n para temerles, excepto en la medida en que la ira de Dios se muestre contra los jud�os.

El significado general es: "Toda la fuerza que poseer� el enemigo procede de la ira de Dios, y su impulso secreto lo mueve a destruir a la gente, porque de lo contrario no mover�a un dedo". Dios declara que el bast�n que llevan en la mano es su ira, para informar a los jud�os que los ataques ciegos de los enemigos est�n regulados por una providencia celestial. La frase ???? (beyadam) (160) es presentada por algunos, en lugar de ellos, o en su pa�s; pero no apruebo esto, y es demasiado descabellado. En una palabra, el Se�or llama a los asirios, como ministros de su ira, a castigar los pecados de su pueblo con sus manos, y declara que todo lo que est� en sus manos es su ira.

Esta doctrina tiene dos objetos a la vista; primero, para aterrorizar a los imp�os e informarles que no en vano amenaza el Se�or su destrucci�n; a continuaci�n, se�ala la raz�n por la que los castiga. Esto fue de la mayor importancia para librarse de la lentitud de los imp�os, que se re�an para despreciar todos los discursos y amenazas del Profeta. En segundo lugar, esta doctrina fue de gran importancia cuando las personas mismas comenzaron a ser afectadas por los asirios; porque entonces vieron que lo que los Profetas hab�an predicho no carec�a de fundamento, y que estas cosas no sucedieron por casualidad.

Se objetar�: �Por qu� luego llama enojo al personal, ya que anteriormente dijo que el asirio es la vara de su indignaci�n? porque deber�a haber dicho as�: "El asirio es mi ira, y el bast�n que lleva es el bast�n de mi indignaci�n". Pero no necesitamos detenernos sol�cito con las palabras, cuando comprendemos el significado del Profeta. �l llama a los hombres el bast�n de su ira, porque los usa como un bast�n. �l llama a las armas de los hombres la ira de Dios, porque no est�n reguladas por su propia elecci�n, sino que son pruebas de la ira de Dios. Por lo tanto, el Profeta habl� apropiadamente, para que no pensemos que los malvados se precipitan hacia adelante, sin control, a donde sea que sus pasiones sin ley los lleven; pero, por el contrario, que una brida restringe y evita que hagan nada sin la voluntad de Dios.

Por lo tanto, debemos aprender que el Se�or act�a incluso de la mano de los imp�os. Pero aqu� debemos pensar y hablar con sobriedad; porque es apropiado hacer una distinci�n sabia y juiciosa entre la obra de Dios y la obra de los hombres. Hay tres formas en que Dios act�a por los hombres. Primero, todos nos movemos y existimos por �l. ( Hechos 17:28.) De ah� se deduce que todas las acciones proceden de su poder. En segundo lugar, de una manera peculiar, impulsa y dirige a los malvados seg�n lo que le parezca conveniente; y aunque nada est� m�s lejos de sus pensamientos, todav�a hace uso de su agencia para que puedan matarse y destruirse unos a otros, o que por su mano pueda castigar a su pueblo. De este m�todo, el Profeta habla en este pasaje. En tercer lugar, cuando gu�a por su Esp�ritu de santificaci�n, que es peculiar de los elegidos. Si, por lo tanto, somos atacados por tiranos o ladrones, o cualquier otra persona, o naciones extranjeras se levantan contra nosotros, siempre veamos claramente la mano de Dios en medio de la mayor agitaci�n y confusi�n, y no supongamos que algo suceda por oportunidad.

Versículo 6

6. A una naci�n hip�crita. Contin�a con la declaraci�n anterior, por la cual llam� al asirio la vara de la indignaci�n de Dios; porque como el padre no toma en vano la vara, sino que tiene este objetivo a la vista, castigar a su hijo, por lo que declara que la vara del Se�or no tiene un destino incierto, sino que es designado para el castigo de los ingratos y malvados. �l lo llama una naci�n hip�crita o malvada, porque no tiene honestidad ni sinceridad. La honestidad se contrasta con la conducta hip�crita, porque la rectitud es la principal de todas las virtudes; y de la misma manera, la hipocres�a es la madre de todos los vicios. Por lo tanto, no es una acusaci�n ligera lo que �l trae contra los israelitas; pero los acusa de lo que es m�s aborrecible y, por lo tanto, inmediatamente despu�s los llama el pueblo de su indignaci�n, como en otros lugares llama a los edomitas el pueblo de su maldici�n. ( Isa�as 34:5.) Aunque quiere decir que est� disgustado con los jud�os, la fraseolog�a hebrea es mucho m�s enf�tica; porque transmite la idea de que la raz�n por la cual esta naci�n se dedica a la destrucci�n es que no se puede encontrar m�s que motivos de ira. De hecho, Dios nunca est� enojado con nosotros a menos que lo hayamos provocado por nuestros pecados; pero cuando la maldad ha llegado a su apogeo, su indignaci�n se enciende y no puede ser apaciguada. De este modo, corta la esperanza de reconciliaci�n de los hip�critas y los hombres malvados, que no dejaron de agregar continuamente el pecado al pecado.

Le ordenar� que tome el bot�n y la presa. �l dice que ha dado rienda suelta a la ferocidad de los enemigos, para que puedan disfrutar sin control de todo tipo de violencia e injusticia. Ahora, esto no debe entenderse como si los asirios tuvieran un mandato de Dios por el cual pudieran excusarse. Hay dos formas en que Dios manda; por su decreto secreto, del cual los hombres no son conscientes; y por su ley, en la que nos exige obediencia voluntaria. Esto debe observarse cuidadosamente, para que podamos responder a los fan�ticos, que discuten de manera irreligiosa sobre el decreto de Dios, cuando desean excusar su propia maldad y la de los dem�s. Es importante, digo, hacer una distinci�n juiciosa entre estas dos formas de mando. Cuando el Se�or revela su voluntad en la ley, no debo ascender a su decreto secreto, que �l pretend�a que no conociera, sino que deb�a rendir obediencia impl�cita.

Ahora, si alguien alega que obedece a Dios, cuando cumple con sus pasiones pecaminosas, es culpable de falsedad, al tratar en vano de involucrar a Dios en la culpa de sus cr�menes, a lo que sabe que es conducido por las fallas de su propio coraz�n porque en este punto no se necesita ning�n otro testigo o juez que la conciencia de un hombre. Dios realmente hace uso de la agencia de un hombre malvado, pero el hombre no tiene esa intenci�n. Por lo tanto, es accidental, en lo que se refiere a los hombres, que act�e por los imp�os y los reprobados; porque no saben que sirven a Dios ni desean hacerlo. Por consiguiente, si aprovechan este pretexto, es f�cil demostrar que, cuando rinden obediencia a su propia pasi�n pecaminosa, est�n a la mayor distancia posible de obedecer a Dios. Tienen la voluntad de Dios declarada en su ley, de modo que es en vano que la busquen en otro lugar. En lo que a ellos respecta, no realizan la obra de Dios, sino la obra del diablo; porque sirven sus propios deseos. ( Efesios 2:2.) Ciertamente, nada estaba m�s lejos de la intenci�n de los asirios que dar sus servicios a Dios, pero su lujuria, ambici�n y codicia los apuraron. Sin embargo, el Se�or dirigi� sus esfuerzos y planes a un objeto que era totalmente diferente y que ellos mismos desconoc�an.

Este pasaje puede resumirse as�. "Ser� una instancia extraordinaria y poco com�n de la venganza de Dios, cuando los asirios los ataquen con libertad de acci�n sin restricciones; porque ser�n enviados por Dios, no para tratarlos con gentileza y moderaci�n, sino para saquearlos a la manera de un ej�rcito invasor ". Tambi�n agrega, para pisarlos. Nada puede ir m�s all� de esto, porque significa que los vencidos no est�n a salvo, sino que todas las posibles especies de abuso han sido acumuladas en ese momento.

Versículo 7

7. Sin embargo, �l no lo pensar�. (161) Cuando los hombres malvados vomitan su ira, perturban las mentes d�biles, como si no estuviera en el poder de Dios contener su orgullo y furia. Por lo tanto, el Profeta se adelanta para encontrarse con ellos y exhorta a los creyentes, sea cual sea el exceso al que los hombres malvados consuman su insolencia, a�n para sentir que son justamente castigados por un juicio secreto de Dios. �l muestra, como notamos recientemente, que nada estar� m�s lejos de la intenci�n de los asirios que dar sus servicios a Dios y ser los ministros de su ira; pero tambi�n debemos considerar cu�l es su propio motivo de acci�n.

Muchos estar�an listos para objetar: "�Por qu�, siendo el heraldo de Dios, nos amenazas con el asirio? como si esa bestia salvaje se sometiera a ejecutar los mandamientos de Dios? Por lo tanto, responde que Dios trabaja con una habilidad tan asombrosa que lleva a los hombres a rendirle obediencia, incluso sin su conocimiento o voluntad. "Aunque", dice, "sus intentos y planes son totalmente diferentes, sin embargo, esto no impedir� que Dios realice y ejecute, por medio de ellos, lo que haya decretado".

Muchos tambi�n podr�an objetar, que era una extra�a subversi�n del orden, que Dios deber�a colocar a las personas elegidas en sujeci�n a las naciones paganas; y que no era justo, por mucho que los jud�os hab�an pecado, que su condici�n fuera peor que la de aquellos ladrones que, debido a su maldad y cr�menes, merec�an el castigo m�s severo. Por lo tanto, el Profeta amenaza con que los asirios tambi�n tendr�n su turno y, a su debido tiempo, recibir�n un castigo justo; y, sin embargo, no es irracional que angustien, saqueen, devoren y maten a otras naciones, porque su propia recompensa est� reservada para ellos. Adem�s, el Profeta alivia el dolor de los piadosos y alivia su solicitud e inquietud al declarar que Dios restringe la presunci�n de los hombres malvados de llevar a cabo lo que les parezca conveniente. Por lo tanto, muestra que, por muy furiosos que sean los hombres malvados, Dios mitiga sus propios juicios desde el cielo, para proveer la salvaci�n de su Iglesia. Y as�, aunque el asirio, como una bestia salvaje, puede estar ansioso por apoderarse de su presa, les pide que levanten la vista hacia Dios, cuyo decreto est� muy lejos del alcance de esa furia ciega.

FT153 Castigar� (margen, heb. Visita) el fruto del coraz�n corpulento. - Ing. Ver.

Versículo 8

8. Porque �l dir�. Explica la raz�n por la cual el asirio no pensar� que �l es la vara de Dios. Es porque, estando cegado por el orgullo, no reconoce ninguna autoridad superior a la suya; porque es imposible para aquellos que conf�an en su propia superioridad y reclaman la capacidad de hacer esto o aquello, someterse a la providencia de Dios. La autoridad que debemos atribuir justamente a Dios es creer que no podemos mover ni siquiera el dedo m�s peque�o sin su permiso. Por otro lado, quien se imagina que puede hacer cualquier cosa, por peque�a que sea, asume, con orgullo blasfemo, el poder de Dios.

�No son mis pr�ncipes reyes del todo? El Profeta aqu� da una imagen viva de la presunci�n de un rey pagano al jactarse de que ten�a todo en su poder. Este es especialmente el caso de los Pr�ncipes eminentes que, abundantes en riqueza, recursos y poder, est�n cegados de tal manera que apenas saben que son hombres. Las oportunidades de aprender esto son demasiado abundantes; porque, �qu� Pr�ncipe hay en la actualidad, qui�n sabe o recuerda que es un hombre, y responsable de las calamidades ordinarias de la vida? Sus mentes est�n tan completamente intoxicadas y trastornadas, que creen que cualquier cosa que hayan emprendido lo lograr�n de inmediato y superar�n todos los obst�culos.

Versículo 9

9. �No es Calno como Carchemish? Aqu� menciona por nombre ciertas ciudades, aunque otras piensan que eran pa�ses; pero es m�s probable que fueran ciudades o algunos lugares fortificados. "�No va a suceder", dice �l, "a esos lugares que a�n no he sometido como ha sucedido a otros que se opusieron a m�?" Por lo tanto, compara a Calno, Arpad y Samaria, que luego someti�, a Carchemish, Hamath y Damasco, que anteriormente hab�a sometido, y dice que esos no ser�n m�s fuertes que estos. Por lo tanto, los hombres malvados no suelen jactarse y hablar con orgullo de sus acciones anteriores, a fin de imaginar que superar�n todas las obstrucciones, y que nada puede interponerse en el camino de sus planes y esfuerzos, e incluso pensar que lograr�n todo sin La voluntad o el conocimiento de Dios.

Cuando leamos esta historia, aprendamos que no debemos estar orgullosos de haber sido fuertes o haber tenido �xito a nuestro deseo; porque el que nos ha exaltado podr� derribarnos. Y si �l reprende al asirio por su arrogancia, cu�nto m�s deber�an ser reprendidos si se atribuyen a s� mismos el elogio de la justicia y la santidad, como si pudieran ser regenerados por su propio poder; �porque no se puede dudar de que le roban a Dios su honor y reclaman para s� lo que le pertenece!

Versículo 10

10. Como mi mano ha encontrado los reinos de los �dolos. El asirio ahora irrumpe en un lenguaje mucho m�s escandaloso; porque no solo insulta a los hombres, sino que tambi�n insulta a Dios mismo, e incluso a los mismos dioses a quienes adoraba. Se jacta de que los dioses, cuya protecci�n gozaron las otras naciones, no pudieron evitar que los sometiera; y que el Dios de Israel, en quien confiaban Jerusal�n y Samaria, no lo impedir�a m�s que ellos. Los hombres malvados est�n tan orgullosos que atribuyen a su propia fuerza las victorias que logran, y no dudan en exaltarse a s� mismos contra Dios y todo lo que se adora. Alegan, de hecho, que rinden homenaje a los objetos de su propia adoraci�n, es decir, a los �dolos que han inventado para s� mismos, y se inclinan ante ellos, y les ofrecen sacrificios, por lo que dan alguna indicaci�n de que atribuyen sus victorias a los dioses; pero luego, como dice Habacuc de Nabucodonosor,

queman incienso en su propia red y se sacrifican a su arrastre ( Habacuc 1:16;)

es decir, al jactarse de sus haza�as, sabidur�a, sagacidad y perseverancia. Su hipocres�a queda expuesta, y sus pensamientos secretos, que yacen ocultos bajo esos pliegues de hipocres�a, se revelan, cuando inmediatamente reclaman para s� lo que parecen atribuir a los objetos de su culto. No debemos preguntarnos, por lo tanto, que Senaquerib se exalt� a s� mismo contra todo lo que se adora, porque ese es el resultado de la impiedad.

Hay dos formas en que se expresa su blasfemia. Primero, se exalta a s� mismo por encima de Dios, y piensa que ser� m�s fuerte que Dios; y, en segundo lugar, no hace distinci�n entre Dios y los dioses falsos. Mostr� suficientemente su impiedad cuando se exalt� solo, incluso por encima de los �dolos; porque aunque no son m�s que �dolos, a pesar de que sus fieles les atribuyen cierto poder y divinidad, si se burlan de los �dolos, muestran que desprecian todo objeto de adoraci�n; porque tratan a los �dolos con el mismo desprecio como si hubieran tenido que ver con Dios mismo. Su propia conciencia testifica, por lo tanto, que contin�an la guerra contra Dios, y que no tienen excusa por la ignorancia; porque piensan que Dios habita en im�genes grabadas. Si ese tirano despreciaba a Apolo o J�piter, sin duda los despreciaba, no como �dolos, sino como teniendo en ellos algo divino. La segunda blasfemia del tirano fue que coloc� al Dios vivo al mismo nivel que los falsos dioses de los paganos, y se atrevi� a burlarse de �l y de los dem�s, y ridiculizar la confianza de Israel, como si no mayor poder pertenec�a a Dios que a los �dolos.

Versículo 12

12. Pero suceder�. Hasta entonces, el Profeta hab�a explicado cu�l ser�a el orgullo del asirio, despu�s de haber obtenido una victoria sobre Israel; pero ahora predice lo que suceder� con el asirio mismo, y cu�l ser� el prop�sito de Dios contra �l. Los hombres malvados hacen todo de la misma manera que si Dios no estuviera en el cielo y no pudieran frustrar sus designios. �Cu�l es el significado de esas palabras arrogantes? Mi mano ha encontrado los reinos de los �dolos, que esto, que pens� que vencer�a a todos los dioses. Pero Dios se opone a sus designios y, despu�s de haber hecho uso de su agencia, tambi�n se castiga.

Este verso contiene dos cl�usulas. Primero, declara que Dios castigar� a un rey malvado. En segundo lugar, sugiere que a�n no ha llegado el momento, para alentar a los creyentes al ejercicio de la paciencia. �l predice que el tiempo que Dios considera apropiado para hacerlo ser�, cuando habr� castigado los pecados de su Iglesia; de la misma manera que si el due�o de una casa resolviera los disturbios de su propia familia. El objetivo que tiene en mente es que los creyentes pueden no ceder ante el abatimiento cuando ven a un tirano malvado en tal estado de exultaci�n, y no pueden abandonar la esperanza de salvaci�n, como si fuera imposible contenerlo.

Visitar� el fruto del s�lido coraz�n del rey de Asiria. (162) Dios promete, en una palabra, que despu�s de haber permitido que el asirio se arroje sin medida, ser� a su vez un vengador; porque le pertenece reprimir el orgullo de la carne, que est� conectado con el sacrilegio. En consecuencia, la preposici�n ?? (gnal) (163) es enf�tica, como si declarase que el asirio no estar� protegido por su elevaci�n de castigo. La fruta se toma aqu� en un sentido metaf�rico, porque los hombres malvados piensan que son felices y pr�speros cuando se hinchan de orgullo, como si recolectaran algo de fruta. Coloca en primer plano el coraz�n, que es el asiento del orgullo, y que, cuando se hincha de arrogancia, derrama ferocidad y crueldad. Luego, agrega los ojos, por los cuales se manifiestan los sentimientos internos del coraz�n, y que, al ser elevados, son los heraldos del vicio secreto. En cualquier medida que el asirio, en su orgullo, pueda elevarse, Dios testifica que tiene en su propio poder los medios para cambiar repentinamente su gloria en deshonra y reproche. En consecuencia, incluye el desprecio, el desprecio, el desd�n y las miradas arrogantes, lo que indica una confianza excesiva, que generalmente se observa en los hombres orgullosos.

Visitar�. �l presenta a Dios como hablando, porque lo que Dios pronuncia con su propia boca es m�s impresionante (?????????????) que si hablara por boca del Profeta. Por lo tanto, dibuje una doctrina general. Dios no puede soportar la arrogancia de los hombres orgullosos sin reprimirla; porque libra una guerra incesante con los altivos y desde�osos. ( Proverbios 3:34; Santiago 4:6; 1 Pedro 5:5.)

Cuando el Se�or haya terminado toda su obra. Observe c�mo, para reprimir la premura inmoderada, el Profeta agreg� esto a modo de limitaci�n; porque tan pronto como vemos a un hombre orgulloso, nos preguntamos si el Se�or lo aguanta. Isa�as aqu� muestra que Dios aguanta a ese tirano orgulloso, cualquiera que sea la insolencia con la que se jacta y se exalta, porque eligi� hacer uso de su agencia, y que el tiempo estacional para la destrucci�n del malvado por parte del Se�or no siempre est� cerca. , pero que debemos esperar pacientemente. Cuando haya castigado al reino de Jud�, como si estuviera llevando a los miembros de la familia a un estado de sumisi�n, no ser� lento ni lento para castigar a un enemigo extranjero; como un padre com�nmente tira o rompe la vara con la que castig� a su hijo.

Toda su obra en el Monte Si�n y en Jerusal�n. Por una forma de hablar en la que una parte se toma por el todo, (????????????), el Monte Si�n se coloca aqu� para la Iglesia, y Jerusal�n se emplea en el mismo sentido, para que por medio de el Templo y la ciudad real, como la cabeza, �l podr�a describir todo el cuerpo, y por medio de la parte m�s importante podr�a describir todo el reino. �l lo llama todo el trabajo, porque a trav�s de nuestra est�pida prisa alej�bamos a Dios de su trabajo, aunque solo hab�a comenzado. M�s especialmente, nuestra ira contra los hombres malvados se desata con tanta fuerza que es dif�cil contener nuestra impaciencia, si Dios no cumple instant�neamente con nuestro deseo de castigarlos. Para mitigar este fervor, les pide que den tiempo completo y amplio para los castigos paternos de Dios.

Todo el trabajo denota una medida adecuada. Esta es una doctrina �til y altamente consoladora; porque vemos hombres malvados, de una manera maravillosamente arrogante y aparentemente triunfante, burl�ndose de Dios y pronunciando reproches y calumnias contra su doctrina, de modo que casi ninguna palabra puede expresar su insolencia. Si el Se�or cumpliera con nuestro deseo, inmediatamente se apresurar�a a someterlos y destruirlos. Pero primero desea humillar a su Iglesia por medio de ellos.

En el monte Sion y en Jerusal�n. Ahora no habla de sirios o egipcios, sino de los jud�os, de Sion, del Templo y de la habitaci�n que le complaci� consagrarse a s� mismo. Por lo tanto, en la actualidad, hay varias enfermedades de la Iglesia, que el Se�or determina para sanar y eliminar. De hecho, ha comenzado a hacerlo; pero nos equivocamos si pensamos que el trabajo est� terminado; y �l no cesar� hasta que nos haya sometido, para que podamos sentirnos conmovidos por el verdadero miedo a �l y someternos a su yugo con modestia y gentileza. No debemos sorprendernos, por lo tanto, de que �l da rienda suelta a los tiranos, y hasta ahora les permite enfurecerse contra la Iglesia. Pero el consuelo est� a la mano. Cuando haya hecho uso de su agencia para castigar a la Iglesia, visitar� su orgullo y arrogancia. Y no debemos preguntarnos si Dios, al golpear a sus elegidos en primer lugar, expresa de esta manera su peculiar consideraci�n por su salvaci�n. Por lo tanto, el juicio debe comenzar en la casa de Dios, y luego debe extenderse a aquellos que est�n fuera, que soportar�n castigos a�n m�s severos.

Versículo 13

13. Porque �l dijo: Por la fuerza de mi mano lo he hecho. El Profeta repite nuevamente las palabras altamente blasfemas que pronunci� el asirio; porque �l atribuye a su poder y sabidur�a todas las victorias que obtuvo. Por fuerza de mano se refiere a vastos ej�rcitos reunidos de varias naciones. Sin embargo, al mismo tiempo, se jacta de ser un rey guerrero, ya que esos fan�ticos suelen reclamar el elogio de todo lo que se hizo bajo su direcci�n, aunque disfrutaban del lujo y la facilidad de una vida retirada. Luego se jacta de que fue cauteloso y cauteloso, para usar una frase propia, (J'ay este bien entendu et expert,) Fui muy h�bil e inteligente. Pero no puede haber ninguna duda de que otorga esta honorable denominaci�n sobre los trucos y la astucia deshonesta por la cual se hab�a ganado ventaja sobre sus vecinos. �Para qu� son las estratagemas de reyes y pr�ncipes? Molestar la paz por m�todos indirectos, inventar pretextos para disputas, sembrar las semillas de la discordia y, en una palabra, por sus artificios para nivelar todas las distinciones.

He eliminado los l�mites de las naciones. Esto significa: "He extendido los l�mites de mi dominio y he agregado otros pa�ses a mis territorios, para eliminar sus l�mites y l�mites". Como si dij�ramos que el Rey de Francia elimin� los l�mites de Breta�a, Borgo�a, Aquitania, Provenza y otros pa�ses, cuando los uni� a su propio reino. Asimismo agrega, "que nada era tan secreto u oculto como para no convertirse en su presa"; Como si hubiera dicho que, por su sagacidad, atra�a a los pa�ses vecinos a sus redes, pescaba sus tesoros y le entregaba todo lo que yac�a oculto.

Versículo 14

14. Y mi mano ha encontrado como un nido. A�ade que no le cost� nada vencer a los reyes y acumular su riqueza; e ilustra esto mediante una comparaci�n. Como si uno buscara un nido y encontrara uno abandonado por las aves, y en consecuencia tomara los huevos sin dificultad; porque si los p�jaros padres estaban sentados sobre los huevos, con un deseo instintivo de proteger su nido, volar�an hacia el ladr�n y lo atacar�an con su pico, o con ruidos fuertes y desagradables se esforzar�an por alejarlo. Pero este tirano se jacta de que no hab�a nadie que se aventurara tanto a abrir la boca contra �l y, por lo tanto, que no tuvo dificultades para poner todos los reinos bajo su dominio. En consecuencia, �l reclama todas estas cosas, y las atribuye a su sabidur�a, y no reconoce la providencia de Dios. Estas pretensiones jactanciosas que el Profeta ha relacionado a prop�sito como provenientes de la propia boca del d�spota, para demostrar que eran tantos bramidos para encender el juicio de Dios; porque entre los hombres esta soberbia no pod�a ser soportada, y �c�mo no podr�a Dios contenerla?

Versículo 15

15. �Se jactar� el hacha? Ahora ridiculiza con m�s fuerza el desenfreno loco de los asirios al imaginar que podr�a crear monta�as de oro; porque nos dice que el caso es el mismo que si un hacha o un martillo despreciaran la mano que los pone en movimiento y deber�an estar orgullosos de su actividad, aunque es evidente que no tienen poder propio para moverse. Pero antes de explicar el tema m�s completamente, tocar� brevemente las palabras.

Como el levantamiento de una vara contra el que la levanta. (164) Esta segunda clase del verso es algo oscura. El asunto es bastante claro, pero en la forma de expresi�n existe cierta ambig�edad, por lo que los comentaristas difieren mucho. Sin embargo, cuando examino el asunto de cerca, la interpretaci�n que he dado parece fluir de manera m�s natural que las dem�s. "�Que es esto? Si un bast�n se levanta contra la mano del que lo levanta, y olvida que es madera, �qu� exposici�n m�s impactante ser�! Porque no es raro que la part�cula ??, (eth), que es el signo del acusativo, signifique contra; y el ? copulativo (vau) es a menudo superfluo. Tendremos as� un significado que no es ambiguo y que concuerda con las palabras del Profeta. Anteriormente reproch� al asirio por atribuir a sus planes y su ej�rcito las victorias que hab�a obtenido. Ahora dice que, de esta manera, se jacta de Dios, como si fuera un hacha, y calcul� que nada la mano del que corta, reclam� la alabanza de un trabajador o un bast�n, como si no fuera madera muerta y sin ning�n tipo de madera. fuerza propia, se levant� contra el que lo manejaba.

Por lo tanto, aprendemos que los hombres se levantan contra Dios, cada vez que se atribuyen a s� mismos m�s de lo apropiado, y que en tales casos no luchan con los hombres sino con Dios mismo. Lejos, entonces, con esas expresiones orgullosas y blasfemas, "por mi poder, sabidur�a y perseverancia he hecho, ideado y logrado estas cosas".

porque el Se�or es un Dios celoso, ( �xodo 20:5,)

y no permite que su gloria se le d� a otro. ( Isa�as 42:8.)

Debemos atender esas comparaciones por las cuales �l compara a los hombres con instrumentos; y no debemos verlo como una referencia a la providencia universal por la cual todas las criaturas son gobernadas, como algunos lo hacen, quienes reconocen que todas las criaturas son movidas por Dios, porque no pueden negarlo, pero agregan, que cada una de ellas es conducida de acuerdo a su naturaleza, como el sol, la luna, los cielos y dem�s. As� se imaginan que el hombre es conducido de un lado a otro por su propia elecci�n y por su libre albedr�o; porque Dios no hace nada m�s que continuar ese poder que una vez le otorg� al principio. Su falsa explicaci�n equivale a esto, que toda la maquinaria del mundo es sostenida por la mano de Dios, pero que su providencia no se interpone para regular movimientos particulares. Por lo tanto, atribuyen a Dios la lluvia y el buen tiempo porque �l es el Autor de la naturaleza, pero sostienen que, estrictamente hablando, Dios no ordena nada, que la lluvia es producida por vapores, y que el buen tiempo tambi�n es producido por sus causas naturales. Pero esta direcci�n confusa, que dejan a Dios, no es la mil�sima parte de ese gobierno que �l reclama para s� mismo. Justamente, por lo tanto, Isa�as muestra que Dios preside sobre los actos individuales, como los llaman, para mover a los hombres, como barras, de la manera que quiera, para guiar sus planes, dirigir sus esfuerzos; y, en una palabra, para regular sus determinaciones, para informarnos que todo depende de su providencia, y no del capricho de los hombres malvados.

Se objeta que ser�a absurdo llamar a los hombres hachas y espadas, para quitarles la voluntad y el juicio, y todo lo que los distingue de las criaturas inanimadas, y hacerlos, no hombres, sino acciones y piedras. Pero la respuesta est� a la mano. Aunque Dios compara a los hombres con las piedras, no se sigue que se parezcan a ellos en todos los aspectos. Ninguna cosa es exactamente como otra, pero est�n de acuerdo en algunos puntos; como el personal no puede moverse en ninguna direcci�n y, sin embargo, es apto para infligir golpes, los hombres malvados tienen algo que les pertenece por naturaleza y, sin embargo, no pueden moverse de un lado a otro sin ser dirigidos por la providencia y el decreto secreto de Dios. Esta aptitud de las cosas, si as� lo llamamos, no es raz�n por la cual la acci�n no debe atribuirse enteramente a Dios solo.

Pero la pregunta sobre la voluntad del hombre se presenta de manera injustificada en la presente ocasi�n. Si Dios controla los prop�sitos de los hombres y dirige sus pensamientos y esfuerzos a cualquier prop�sito que le plazca, los hombres no dejan de formar planes y de comprometerse en esta u otra empresa. No debemos suponer que hay una compulsi�n violenta, como si Dios los arrastrara contra su voluntad; pero de una manera maravillosa e inconcebible, �l regula todos los movimientos de los hombres, para que todav�a tengan el ejercicio de su voluntad.

En este pasaje, Isa�as muestra principalmente que todos los esfuerzos de los hombres son infructuosos, si Dios no les concede el �xito; y, por lo tanto, que el asirio, incluso si hubiera intentado todo, no habr�a tenido �xito si el Se�or no hubiera otorgado las victorias; y, en consecuencia, que no ten�a raz�n para reclamar elogios de aquellas cosas en las que su �xito se deb�a �nicamente a Dios. Otra met�fora confirma esto: que el levantamiento de un bast�n procede de la voluntad del que lo mueve, y no de la naturaleza de la madera. (165)

Versículo 16

16. Por eso el Se�or, el Se�or de los ej�rcitos, enviar� entre sus gordos la delgadez. Contin�a con la doctrina anterior, declarando que el Se�or le mostrar� al asirio cu�n inmerecidamente se exalta a s� mismo y arrojar� su arrogancia, de la cual tontamente se deleita. Al confiar en su riqueza y sus fuerzas, Isa�as declara que el Se�or se los llevar�; y lo hace bajo la met�fora de la gordura y la delgadez. Por la palabra gordura se refiere tanto a la riqueza como al poder b�lico, en el que deposit� demasiada confianza; como si hubiera dicho: "Todo lo gordo y rico que posee, el Se�or har� que todo se apoye. "No es raro comparar la prosperidad con la gordura; porque como los caballos que son demasiado gordos se vuelven refractarios, para arrojar al jinete o patear cuando alguien se acerca a ellos, de modo que entre los hombres la abundancia produce ferocidad de disposici�n, que se ve sometida por la delgadez

Y bajo su gloria encender� un ardor. Hay una gran belleza en la comparaci�n, que un fuego ser� puesto bajo su gloria; porque significa que cuanto mayor es el esplendor de su prosperidad, tanto m�s abundante ser� el combustible para la conflagraci�n. Sin embargo, tambi�n muestra que ser� reducido a la nada; como si uno cortara un �rbol de las ra�ces o volcara una casa desde los cimientos. Si nada m�s que cortar las ramas de un �rbol, r�pidamente brota nuevamente; o si el techo de una casa se consume por el fuego, las otras partes permanecen ilesas. Por lo tanto, no le deja nada, pero afirma que ser� derribado por la destrucci�n total.

Como la quema de un fuego. (166) La part�cula como, que se�ala la comparaci�n, no significa que el lenguaje sea metaf�rico, sino que la quema ser� tal que se consumir� por completo La gloria de los asirios.

Versículo 17

17. Y la luz de Israel ser� para fuego. Hay una elegante alusi�n a esa quema por la cual amenaz� con consumir a los asirios. En el fuego hay dos cosas, luz y calor. Como el Se�or consume a los enemigos con su calor, tambi�n ilumina a los piadosos con su luz. Es muy habitual que a veces a Dios se le llame fuego devorador ( Deuteronomio 4:24) y, a veces, desde un punto de vista diferente, se le llama luz ( Isa�as 60:20; Miqueas 7:8,) porque su poder produce efectos contrarios en lo santo y lo imp�o. Cuando brilla sobre los piadosos, les imparte vida y alimento, pero consume y destruye a los imp�os. En una palabra, mientras amenaza con destruir a los asirios, tambi�n brinda consuelo a los piadosos; y lo hace de dos maneras, primero, porque ver�n que Dios se venga de las heridas que han recibido y, en segundo lugar, que ser�n alentados por su luz, y as� recibir�n una nueva vida.

Y su Santo por una llama. Lo que esa luz es, dice claramente, y sin una met�fora, cuando agrega, su Santo, de modo que no es necesario hacer una exposici�n m�s prolongada. El significado es que �l determina proteger a las personas que ha elegido, y que ha separado del resto de las naciones para ser un pueblo peculiar para s� mismo.

Y devorar� sus espinas y abrojos en un d�a. Ahora muestra que el favor de Dios, que brilla en Israel, ser� como un fuego para consumir enemigos. En un d�a significa que los quemar� con una repentina e inesperada conflagraci�n. Denota una quema inusual y terrible, que generalmente alcanza a los malvados de repente, cuando piensan que todo est� bien con ellos y que el peligro est� a una gran distancia. Luego muestra que, sean cuales sean las defensas que presenten, ser�n como un remolque que, tan pronto como se incendie, se consumir� instant�neamente.

Versículo 18

18. Y consumir� la gloria de su bosque. Contin�a con la misma comparaci�n de un incendio, y declara que el fuego consumir� lo m�s alto y lo m�s bajo, y no dejar� nada ileso. Es posible que un incendio destruya las partes m�s altas de un edificio y no afecte las partes m�s bajas.

Y de su campo fruct�fero. No creo que ???? (Carmelo) sea aqu� un nombre propio, sino m�s bien un apelativo, que denota un suelo rico y f�rtil; porque decir que Carmel fue considerado como perteneciente al dominio del rey de Asiria, habr�a sido inadmisible. El significado, por lo tanto, es que no solo la destrucci�n alcanzar� sus bosques, sino que el ma�z ser� consumido por el mismo fuego; porque no solo se extender� por encima de las alturas, sino que penetrar� en los lugares m�s bajos.

Desde el alma hasta la carne. Esta comparaci�n est� tomada del hombre. Como el hombre consiste en un cuerpo y un alma, cada parte de �l es susceptible a enfermedades separadas. Con frecuencia sucede que, cuando el alma est� sana, el cuerpo est� enfermo; y a menudo ocurre lo contrario; pero cuando ambos no son saludables al mismo tiempo, el caso es m�s peligroso. Por esta comparaci�n, por lo tanto, amenaza con que los asirios no tengan nada seguro ni sano, sino que se dedicar�n a la destrucci�n total, porque perecer�n de la carne hasta el alma; no que las almas sean mortales, sino porque la venganza de Dios caer� sobre ellas tambi�n. Esto es realmente terrible; para el dise�o de castigos es,

que el esp�ritu puede salvarse, aunque la carne sea destruida, ( 1 Corintios 5:5;)

pero cuando el esp�ritu tambi�n est� involucrado en la destrucci�n, �qu� se puede decir o imaginar que sea m�s miserable? La llama solo quema a los piadosos, pero no los consume, ya que consume a los imp�os, en quienes no encuentra nada m�s que combustible apto para la quema.

Y ser� como el desmayo de un abanderado. Hay una alusi�n en las palabras del Profeta, que no se puede transmitir en otro idioma. El significado es el mismo que en las otras comparaciones, que habr� una destrucci�n total, como la derrota completa de un ej�rcito cuando se haya tomado el est�ndar. Cuando se han tomado las insignias, com�nmente es seguido por una gran matanza; y cuando los historiadores describen una carnicer�a temerosa, nos dicen que se llevaron las insignias. �l no amenaza estas cosas contra los asirios por su propia cuenta, para que puedan recibir ventaja de la advertencia o puedan ser llevados al arrepentimiento, sino para dar consuelo a los piadosos, para que no piensen que los asirios pasar�n sin castigo cuando ellos se enfureci� tan ferozmente contra el pueblo de Dios, o atesora temores de que el Se�or haya olvidado su promesa o que no pueda frustrar sus designios. Si el Profeta no los hubiera puesto en guardia, muchos escr�pulos de este tipo podr�an haber surgido en sus mentes.

Versículo 19

19. Y el remanente de los �rboles de su bosque ser� un n�mero. (167) Cuando agrega que el resto de ellos ser� un n�mero, emplea un idioma hebreo para expresar que ser�n pocos; y as� solo confirma la declaraci�n anterior, que la devastaci�n producida, despu�s de la calamidad que Dios traer� sobre los asirios, ser� tan grande que no habr� dificultad en contarlos.

Que un ni�o pueda numerarlos. �l va tan lejos como para decir que ser�n tan pocos que los que quedan de ellos puedan ser contados incluso por un ni�o; para los ni�os tienen dificultades para contar hasta tres o cuatro. En consecuencia, el reino de los asirios era anteriormente como un vasto bosque; pero cuando los �rboles han sido cortados y derribados, los que quedan son pocos y est�n dispersos a grandes distancias entre s�.

Versículo 20

20 Ser� en ese d�a. Volviendo ahora a las personas elegidas, describe el resultado del castigo que estaba a la mano. Como es doloroso y desagradable para nosotros soportar calamidades y aflicciones, y al rechazarlas en lo que respecta a nuestro poder, el Se�or nos se�ala el resultado de ellas, para que se nos ense�e a considerar el dise�o de ellas, y, por lo tanto, puede tener m�s paciencia: como si hubiera dicho: "Desear�as que los asirios fueran conducidos a una gran distancia de ti y que pudieras vivir con comodidad y seguridad". Pero considere que este castigo es tan necesario como lo ser�a la medicina para curar sus enfermedades; porque no reconoces el poder de Dios, y retiras tu confianza de �l para d�rselo a los hombres malvados. Es realmente horrible poner la esperanza de salvaci�n en los enemigos y confiar en aquellos que apuntan a nada m�s que a su destrucci�n ". De la misma manera, Israel confi� a veces en los asirios y otras en los egipcios.

Pero permaneceremos sobre el Se�or. No debemos despreciar esta compensaci�n hecha por el reducido n�mero de personas, que la peque�a porci�n que sobrevivi� a la calamidad aprendi� a poner su esperanza en Dios. Por lo tanto, vemos m�s claramente cu�n necesario era que Dios castigara a Israel. La mitigaci�n que sostiene, de que a�n queda un remanente, entre los cuales se mantiene la verdadera adoraci�n a Dios, es adecuada para producir un gran consuelo.

En verdad. Esta frase no es superflua; porque hasta que el Se�or los afligi�, todos quisieron ser considerados hijos de Abraham, todos hicieron profesi�n de fe y adoraron indiscriminadamente a Dios; pero era una mera pretensi�n. Por lo tanto, Isa�as reprende esta hipocres�a, y dice que su esperanza ser� luego verdadera y sincera cuando hayan sido limpiados de las imposturas; porque aunque se jactaban muy altivamente de su confianza en Dios, segu�an confiando en la ayuda de los asirios. En consecuencia, cuando sean castigados por su mano, aprender�n a confiar solo en Dios y retirar�n su coraz�n de la ayuda de los hombres. Por lo tanto, infiera que no podemos depositar nuestra confianza en Dios a menos que retengamos nuestro coraz�n de las criaturas; porque debemos confiar solo en Dios de tal manera que no pensemos que es dif�cil renunciar a todos los dem�s motivos de confianza. Donde esta confianza perfecta no existe, no hay lugar para la verdad; porque el coraz�n est� dividido y doble. (Salmo 12:2.)

Versículo 21

21. Un remanente regresar�. Esta es una confirmaci�n de la declaraci�n anterior. Sin embargo, en las palabras ??? ????, (Shear Yashub,) un remanente regresar�, parece haber una alusi�n a ese pasaje en el que el hijo de Isa�as fue llamado Shear-jashub. ( Isa�as 7:3.) En nuestras observaciones al respecto, declaramos que este nombre peculiar se le dio en referencia al evento, que podr�a considerarse como una promesa de la futura liberaci�n sobre la cual su padre profetiz�. Era necesario que los jud�os fueran confirmados de varias maneras, para que pudieran estar convencidos de que el Se�or finalmente los traer�a de vuelta. Este es tambi�n el dise�o de lo que agrega inmediatamente:

Al poderoso Dios; es decir, a aquel a quien la gente, despu�s de haber regresado de su antigua apostas�a, reconocer� ser el guardi�n de su salvaci�n. Este atributo, poderoso, se le atribuye a Dios por el motivo de la ocasi�n en que se usaron las palabras. Podr�a haber pensado que era suficiente haber expresado poder con el nombre ??, (El,) Dios, que tambi�n significa poderoso; pero tambi�n eligi� agregarle ????, (gibbor,) es decir, fuerte o poderoso, para excitar a la gente a una mayor confianza. �C�mo fue posible que la gente se acercara a los asirios y egipcios, pero porque no cre�an que Dios fuera suficiente para ellos? Esta es la fuente de todos los males, cuando no estamos completamente convencidos de que en Dios est� todo lo que se puede desear para nuestra salvaci�n.

Versículo 22

22. Porque aunque tu pueblo sea. �l derriba a los hip�critas de la tonta confianza; porque lo consideraban lo suficiente como para ser descendientes del santo Abraham seg�n la carne, y, por lo tanto, por el �nico motivo de su nacimiento, deseaban ser considerados santos. Sin embargo, exhorta a los piadosos a tener paciencia, para que aprendan a esperar con calma esa calamidad y disminuci�n de su n�mero, para que, cuando ocurra, sea inesperado y les incomode. Por lo tanto, los consuela, para que no se entristezcan ante tanta desolaci�n; porque el Se�or al menos recoger� un remanente de ella.

El consumo decretado. ??? (chalah) significa terminar, y tambi�n significa consumir. Este �ltimo es m�s apropiado. �l llama a esta disminuci�n de la gente un consumo, y uno que se completa; porque emplea un lenguaje exagerado, cuya importancia es que no estaban lejos del exterminio total, habiendo muy pocos que se salvaron.

La palabra Israel puede tomarse ya sea en el caso genitivo, de Israel, o en el caso vocativo, oh Israel, (168) para que de esta manera se dirija el patriarca Jacob, o todos los piadosos bajo su nombre. Pero es de poca importancia, ya que el significado es el mismo, en cualquiera de estas formas se tome; y por lo tanto puede leerse en el caso genitivo, de Israel. Sin embargo, estoy m�s inclinado a verlo como un nombre propio, para denotar el verdadero y no el espurio israelita. La direcci�n audaz al patriarca tiene un efecto sorprendente; porque Dios, dirigi�ndose a un hombre muerto, declara a los vivos que lo que hab�a prometido anteriormente ( G�nesis 13:16) que la posteridad de Abraham ser�a como la arena del mar, no se aplicaba a un promiscuo multitud, que hab�a renegado de la piedad, pero que habr�a una especie de interrupci�n en una naci�n corrupta, hasta que poco despu�s se renovara.

Rebosante de justicia, rebozada de justicia. (169) Se agrega otro consuelo, que esta compa��a muy peque�a desbordar� la justicia. Cuando vemos a la Iglesia angustiada por tan grandes calamidades, que pensamos que no puede estar lejos de la destrucci�n, estamos en peligro de dar paso al des�nimo y de albergar dudas sobre la misericordia de Dios. Aquellos cuyas mentes est�n impresionadas con puntos de vista justos del juicio de Dios, sienten que esta es la m�s severa de todas las tentaciones. Por lo tanto, era necesario que las mentes piadosas se fortalecieran contra eso, para que pudieran calmar su dolor al reflexionar sobre el beneficio que resultar�a de esta calamidad. El beneficio era que la justicia desbordar�a el mundo entero como un r�o; y anteriormente se hab�a dado cuenta de esto, cuando dijo ( Isa�as 10:20) que el remanente confiar�a en Dios en verdad

La palabra justicia se explica de varias maneras. Algunos lo refieren a la predicaci�n del evangelio, porque por medio de �l, como dice Pablo,

La justicia de Dios se revela de fe en fe ( Romanos 1:17;)

y por la agencia de los ap�stoles, que eran un peque�o remanente de los jud�os, se extendi� por todo el mundo. (Marco 16:15.) Otros prefieren verlo como que significa que ese consumo era una evidencia y prueba de la justicia de Dios al infligir castigos tan severos a su propio pueblo. Pero prefiero una exposici�n m�s general de la misma, a saber: �Este consumo ser� suficiente para llenar al mundo entero de justicia. El remanente que sobrevivir�, aunque peque�o, ser� suficiente para hacer fluir tales r�os de justicia, que el mundo entero se desbordar� por ellos �.

Versículo 23

23. Porque el Se�or Dios de los ej�rcitos har� un consumo. Esta repetici�n hiere nuevamente la autocomplacencia de aquellos que orgullosamente despreciaron a Dios. Era casi incre�ble que los jud�os, a quienes se les hab�an hecho tantas promesas y con quienes Dios hab�a hecho un pacto eterno, perecieran, por as� decirlo, en un instante; y parec�a ser incluso inconsistente con la naturaleza inmutable de Dios. Por lo tanto, el Profeta declara que el Se�or es el autor de este consumo, con el fin de reprimir el orgullo de los hombres malvados, quienes, confiando en su prosperidad actual, pensaron que estaban m�s all� de todo peligro y, al hincharse con esa confianza, ridiculizaron todas las amenazas. y advertencias. "Dios", dice �l, "reducir� tu tierra a un desierto, de modo que en medio estar� desolado y se parecer� a un desierto".

En medio de toda la tierra. Por el medio de la tierra se refiere a su coraz�n, es decir, sus lugares m�s fortificados y mejor defendidos. Algunos piensan que la palabra ????? (neheratzah) es un adjetivo, determinado; pero, por mi parte, lo veo como una consumaci�n sustantiva; (170) y en este sentido es utilizado por Daniel y en otros pasajes. ( Daniel 9:27.)

Pablo cita este pasaje, ( Romanos 9:28), pero en palabras algo diferentes de lo que usa el Profeta; porque �l sigue la traducci�n ordinaria que en ese momento se usaba generalmente. Aunque Pablo escribi� correcta y fielmente, y de acuerdo con el significado real del Profeta, las palabras que cita de la traducci�n griega han llevado a muchos a apartarse de lo que el Profeta realmente quiso decir. El traductor griego que us� la palabra ?????, (logos,) es decir, un discurso, muchos han entrado en discusiones sobre el Evangelio, y han dicho que denota la derogaci�n de la ley, porque pone el fin de las ceremonias y figuras, y por lo tanto, es un discurso breve y conciso, por el cual nos liberamos de la carga de la ley bajo la cual la gente gimi�. Pero eso no tiene nada que ver con el significado del Profeta; porque aqu� dice que el consumo es una disminuci�n, por lo cual la gente estar� casi arruinada. El dise�o de Paul no es diferente, y los traductores griegos no significaban nada m�s; porque por ????? (logos) significaban lo que se expresa con la palabra hebrea ???, (dabar.) Aunque el Profeta no usa la palabra ???, (dabar,) sin embargo, la palabra que usa significa una cosa consumida, es decir, consumo, y el significado de ambas palabras es el mismo. En resumen, Pablo repite ( Romanos 9:28) lo que Isa�as hab�a dicho en este pasaje sobre el consumo futuro de la gente, y muestra que esta predicci�n se cumpli� principalmente en su propio tiempo, cuando los jud�os fueron cortados. del reino de Dios a causa de su ingratitud, y solo se conserva un peque�o remanente ( Isa�as 1:9).

Versículo 24

24. Por lo tanto, as� dice el Se�or Jehov� de los ej�rcitos. Contin�a con el mismo consuelo, que pertenece solo a los piadosos, quienes en ese momento, sin duda, eran pocos en n�mero. Un gran n�mero de personas se glorificaron en el nombre de Dios, y deseaban ser contados como su pueblo; pero hab�a pocos que realmente realizaran lo que profesaban en palabras; y, por lo tanto, no se dirige a todos sin reservas, sino solo a aquellos que necesitan consuelo. Habiendo destruido el reino, podr�an albergar temores sobre ellos mismos y sus asuntos, y podr�an juzgar su propia condici�n a partir de la de los dem�s, y por lo tanto era necesario consolarlos. Deber�a observarse esta distinci�n, ya que de lo contrario ser�a inconsistente dirigir a las mismas personas declaraciones tan diferentes.

Y levantar� su bast�n contra ti en el camino de Egipto (171) Agrega un motivo de consuelo, es decir, que esa calamidad no ser� m�s que levantando una vara para castigar, pero no para destruirlos. La preposici�n ? (beth) denota semejanza. ??? (derech) significa un patr�n, y por lo tanto lo represento, despu�s del patr�n de Egipto. Como si hubiera dicho: "Aunque el asirio sea cruel, y de muchas maneras apunte a tu destrucci�n, sin embargo, solo herir�, no te matar�". Por lo tanto, mencion� el patr�n de la esclavitud egipcia, que de hecho era muy miserable, pero no mortal. ( �xodo 1:14.) Es costumbre con los Profetas, en medio de la perplejidad o el desorden, recordarle a la gente que contemple esa liberaci�n por la cual Dios los rescat� milagrosamente de las manos de Fara�n, quien era el tirano m�s cruel. Por lo tanto, el significado es: "Como el Se�or fue victorioso en ese momento y destruy� a los egipcios que se hab�an aliado por tu destrucci�n, ahora �l vencer� r�pidamente a los asirios".

Otros lo hacen, a la manera de Egipto, porque los asirios hicieron la guerra contra los jud�os a causa de los egipcios. Pero esa exposici�n no puede ser admitida; y si examinamos cuidadosamente el asunto, se descubrir� que no hay nada m�s apropiado que lo que he propuesto, y que tambi�n es aprobado por los comentaristas m�s eruditos. Hay dos cl�usulas que forman un contraste; la opresi�n que los egipcios les impusieron y la calamidad que los asirios deber�an infligir poco despu�s. �Como la opresi�n de los egipcios no fue mortal, tampoco lo ser� la opresi�n de los asirios. Has tenido experiencia con mi fuerza y ??poder contra el Fara�n, y tambi�n lo encontrar�s en Senaquerib �. Si no explicamos las cl�usulas de esta manera, no estar�an de acuerdo.

Versículo 25

25. Pero a�n un poco. Se refiere no solo al asedio de Jerusal�n, cuando Senaquerib lo rode� con un numeroso ej�rcito ( 2 Reyes 18:17), sino tambi�n al resto de las calamidades, cuando Jerusal�n fue derrocada, ( 2 Reyes 25:4,) arrasaron el Templo, y los habitantes fueron tomados prisioneros; porque contra esas terribles calamidades era necesario que los piadosos se fortalecieran con estas promesas. Esto debe ser observado cuidadosamente; porque si lo descuidamos, como hacen otros comentaristas, no podremos ver c�mo est�n de acuerdo las declaraciones. En consecuencia, el cautiverio de la gente podr�a llamarse consumo; porque Babilonia era como una tumba, y el destierro era como la muerte. Pero cuando el peligro era inmediato y urgente, y Senaquerib los atac� con su ej�rcito, y sintieron varios estrechos en ese asedio, este consuelo fue necesario; porque Judea parec�a estar completamente arruinada, y al parecer, no quedaba ninguna esperanza de seguridad.

Mi furia e indignaci�n se gastar�n. (172) El consuelo corresponde a este estado de cosas. �El Se�or te perdonar�. Por un tiempo, de hecho, se retrasar� y mantendr� su ayuda como estaba oculta; pero �l finalmente te rescatar� y vengar� a tus enemigos a quienes ha decidido destruir por completo ". Si se piensa mejor interpretar ??? (chalah) como que significa consumir o gastar, entonces dice que gasta su ira, de la misma manera que hablamos de pasar a�os y toda nuestra vida; es decir, "apreciar� mi ira hasta que destruya completamente a los asirios". Pero la palabra terminar resalta el significado m�s completamente; como si hubiera dicho, "hasta que haya descargado toda mi ira". Esta es la destrucci�n que �l tambi�n amenaza en otra parte ( Isa�as 52:1) a los incircuncisos; porque cuando la esperanza de misericordia ha sido quitada, �l ejecuta su juicio contra los imp�os.

Versículo 26

26. Y el SE�OR de los ej�rcitos provocar� un azote para �l. Aqu� Isa�as hace uso de la palabra azote, y no de vara, lo que significa que el Se�or tratar� a los enemigos con mucha m�s dureza y severidad de lo que hab�an tratado a los jud�os. Los amenaza con el exterminio, y lo hace m�s evidente con dos ejemplos; primero, el de los madianitas, ( Judas 7:25 ,) que fueron cortados por una terrible masacre en el valle de Oreb, que fue nombrado as� por su l�der, y, en segundo lugar, el de los egipcios, a quienes el Se�or, cuando persiguieron a su pueblo, se hundi� en el Mar Rojo. ( �xodo 14:27.) En el primer pasaje, se refiere a una narraci�n que era algo m�s reciente, y en el segundo a una que era m�s antigua.

Por lo tanto, inferimos que el Se�or ha demostrado su poder en la defensa de su Iglesia, a fin de que, cuando nuestros asuntos se encuentren en el estado m�s desesperado, podamos permanecer firmes en la fe y, confiando en su gracia, a�n podamos apreciar un placer esperanza. Por medios y de maneras inesperadas, a menudo entrega su Iglesia, como lo hizo con las manos de Gede�n y Mois�s. Por lo tanto, siempre debemos llamar a recordar esos beneficios, para que podamos estar cada vez m�s entusiasmados con la confianza y la perseverancia.

Por lo tanto, tambi�n debemos inferir que todas las aflicciones que soportamos son las varas del Se�or con las que nos castiga; y, sin embargo, no permite que Satan�s o sus agentes nos inflijan castigos mortales. Por otro lado, una terrible destrucci�n espera a nuestros enemigos, como vemos en los madianitas y egipcios. Por lo tanto, no es un peque�o consuelo que, cuando comparamos nuestra condici�n con la de ellos, los veamos, por un tiempo, en toda la locura de la alegr�a y de la maldad que insulta a los hijos de Dios, pero al mismo tiempo aprendemos qu� horrible frase ha sido pronunciado contra ellos; porque est�n dedicados a la destrucci�n mortal y eterna.

Versículo 27

27. Y suceder� ese d�a. No est� claro si ahora habla de la liberaci�n que tuvo lugar bajo Zorobabel, ( 2 Cr�nicas 36:22; Esdras 1:2), o de ese maravilloso derrocamiento de Senaquerib, ( 2 Reyes 19:35,) cuando asedi� Jerusal�n con un gran ej�rcito. Esta �ltima opini�n es casi universalmente preferida; y de hecho parece estar respaldado por lo que sigue, ya que inmediatamente da una descripci�n del pa�s, y enumera los principales lugares a trav�s de los cuales Senaquerib deber�a conducir su ej�rcito, hasta que lleg� a Jerusal�n, de modo que parec�a no haber nada en todo para impedir que tome posesi�n de la ciudad. Con esta opini�n, estoy parcialmente de acuerdo, pero extiendo la predicci�n m�s all�.

Isa�as tiene la intenci�n de consolar a los piadosos que estaban involucrados en la angustia actual. Podr�a pensarse que la promesa fracas� y que las calamidades que siguieron inmediatamente fueron completamente diferentes. Por ejemplo, si el Se�or promete darme comida para el pr�ximo a�o y, sin embargo, me deja completamente desamparado, �qu� fe puedo tener en una promesa tan distante, si el Se�or no me rescata de la angustia actual? Por lo tanto, la promesa del Se�or, en la que hab�a dicho que liberar�a a su pueblo de Babilonia, y que los ayudar�a continuamente, puede parecer que fracas�, cuando fue expuesta a las fauces de esa enorme bestia salvaje. Con el fin de cumplir con esta objeci�n, el Profeta incluye ambas promesas, que el Se�or ser� el guardi�n de su pueblo, hasta que finalmente los libere de la muerte. Algunos lo limitan a la masacre ( 2 Reyes 19:35) del ej�rcito de Senaquerib; pero como Isa�as promete soltar o romper el yugo, no tengo dudas de que describe la liberaci�n del cautiverio. Sin embargo, confirma la promesa de que Dios no solo los rescatar� de Babilonia, sino que tambi�n los ayudar� contra el ej�rcito sitiador del tirano, a quien no sufrir� para ir m�s all� de lo que ha sido amenazado.

Para que su carga sea quitada de tu hombro y su yugo de tu cuello, �l describe esa tiran�a de dos maneras, para ilustrar m�s completamente cu�n grande fue la bendici�n de la liberaci�n. Si se considera mejor referirlo a Senaquerib, no le hab�a puesto a los jud�os un yugo tan grave. La gente solo rindi� tributo, como aprendemos de la historia sagrada. ( 2 Reyes 23:33; 2 Cr�nicas 36:3.) �Por qu� entonces ha empleado dos nombres para describir esta tiran�a? Se puede alegar que ten�a en el ojo el peligro inminente; porque ese tirano, como una gran bestia de presa, hab�a devorado a toda Judea por su voracidad, y los hab�a oprimido hasta tal punto que parec�a casi imposible que su yugo pudiera ser quitado. Pero ya he explicado la opini�n que prefiero, que describe el curso ininterrumpido del favor de Dios hasta el momento de la redenci�n.

Y el yugo ser� destruido de la faz de la unci�n. (173) La frase, la cara de la unci�n, es explicada por algunos para referirse a la gordura con la que se cubre el yugo. Pero esa interpretaci�n es demasiado descabellada. Otros ven m�s correctamente ??? (chamen) como teniendo su significado ordinario, y como denotando unci�n o aceite. Nuevamente les recuerda a Cristo, y muestra que a trav�s de su amabilidad ser�n liberados de esa tiran�a. Unci�n es el nombre dado a ese reino que el Se�or hab�a apartado para s� mismo y que, por lo tanto, deseaba mantener intacto y sin mancha. Cuando los Profetas intentan aplaudir la majestad de ese reino, hablan de la unci�n que el Se�or le hab�a otorgado como una marca distintiva, porque era un tipo de Cristo. (Salmo 45:7.) Aunque Dios estableci� el resto de los reinos, aun as�, en algunos aspectos, eran profanos; esto se clasific� por encima de ellos como sagrado y sagrado, porque el Se�or rein� sobre Judea de una manera peculiar, y porque bajo esta figura de un reino, levant� a Cristo a su vista. Por esta raz�n, tambi�n, se le prometi� a Salom�n que su trono ser�a eterno. ( 2 Samuel 7:13; 1 Cr�nicas 22:10 ; Salmo 89:5.) En cuanto a la interpretaci�n dada por algunos, que ??? (chamen) denota al rey mismo, no solo es demasiado descabellado, sino que no transmite instrucciones s�lidas.

Por lo tanto, el Profeta se�ala los medios para derrocar esa tiran�a; porque parec�a que no hab�a raz�n para creer que el yugo de un tirano tan poderoso se romper�a. �l muestra que esto surgir� de la unci�n celestial de ese reino, para que todos puedan percibir que este beneficio depende del poder de Cristo, y no de la capacidad del hombre o de la casualidad.

Versículo 28

28. Ha venido a Aiath. Ahora que el asedio de la ciudad santa est� al alcance de la mano, Isa�as pone ante sus ojos toda la marcha de Senaquerib, para que los corazones de los piadosos, por mucho y cuidadoso estudio, puedan permanecer firmes. Esta delineaci�n se calcul� poderosamente para calmar sus temores, cuando los hombres piadosos vieron que los asirios no se mov�an un paso, sino por el nombramiento de Dios; porque por boca del Profeta hab�a dado una descripci�n viva de toda esa marcha. (174) No es necesario pasar mucho tiempo explicando la posici�n relativa de los lugares aqu� nombrados, ya que es suficiente si entendemos que Senaquerib march� por esos lugares de los cuales los jud�os hab�an sido informados.

En Michmash guardar� su equipaje. Algunos traducen las palabras que damos: �l guardar� su equipaje o armadura, ha hecho una reuni�n; para ??? (pakad) tambi�n significa n�mero. No me disgusta esta interpretaci�n, pero prefiero la primera; porque entiendo que el Profeta quiere decir que el asirio colocar� su armadura, es decir, las provisiones y el resto de los implementos de guerra, en Michmash. Es costumbre de los guerreros no liderar un ej�rcito sin proporcionar los medios de apoyo, que colocan en un lugar seguro y conveniente, para que el ej�rcito pueda recibir de �l todo lo que sea necesario. Bajo la palabra equipaje o armas, incluye no solo dardos y espadas, sino todos los suministros y provisiones de guerra. El significado de la palabra ??? (cheli) es extenso e incluye todo tipo de implementos, y por lo tanto se asemeja a la palabra (vasa) que denota vasos en el idioma latino.

Versículo 29

29. Han cruzado el vado. (175) Algunos entienden por esto el paso del Jord�n, pero no s� si podr�a ser atravesado por un vado en ese cuarto. (176) Describe cu�n grande ser� el terror cuando se enteren del acercamiento del asirio, que todo el pa�s ser� golpeado con terror y alarma, as� que que el asirio lo someter� sin ninguna dificultad. Cuando tal temor se haya apoderado de sus corazones, se rendir�n libremente ante el primer ataque del enemigo, de modo que los conquistadores podr�n hacer estragos a su gusto. Pasa del n�mero singular al plural, porque a veces habla del rey y otras de todo el ej�rcito.

Ram� tiene miedo; Gabaa de Sa�l huy�. Menciona a Ramah con preferencia al resto, porque era la ciudad m�s cercana; y describe la huida de los habitantes de algunas ciudades, como si el mero informe los hubiera aterrorizado a tal punto que entregaron su pa�s a la mano del enemigo. Despu�s de haber hablado de tanta consternaci�n, agrega. -

Versículo 30

30. Cercano, (177) Oh hija de Gallim. Por la palabra vecina denota los aullidos y gritos que se escuchar�n a distancia. Es muy com�n, en el idioma hebreo, llamar hijas a las ciudades. �l dice que el aullido ser� tan grande que incluso las ciudades vecinas lo escuchar�n; porque en Laish se oir�n los gemidos que se pronunciar�n en Anathoth

Versículo 31

31. Se elimina Madmenah. En un lenguaje exagerado, describe que esa ciudad fue sacudida hasta tal punto, como si hubiera sido trasladada a otro lugar. Esto se relaciona con los movimientos desordenados de un pueblo en vuelo; como si hubiera dicho que los habitantes de esa ciudad sufrieron una conmoci�n tan grande como si la ciudad hubiera sido arrasada hasta sus cimientos.

Los habitantes de Gebim se han reunido. Esto puede explicarse para significar que est�n tan aterrados que se api�an en un cuerpo. Otros entienden por eso que salen corriendo de manera desordenada, como si no hubiera espacio para un pasaje libre.

Versículo 32

32. Sin embargo, un d�a. (178) Algunos interpretan esto, que el asirio a�n permanecer� un d�a en Nob, que era una aldea contigua a Jerusal�n, como declaran Jerome y otros. Pero estoy bastante de acuerdo con aquellos que piensan que eso significa que tendr� una gran parte del d�a antes que �l cuando se detenga all�, a fin de prepararse para asediar Jerusal�n al d�a siguiente. Tiene la intenci�n de describir la r�pida marcha de los asirios, y cu�n cerca de Jerusal�n estaba para destruir; como si hubiera dicho, que solo ten�a una peque�a parte del viaje que realizar, y que antes de que terminara el d�a, llegar�a a esa ciudad.

�l le dar� la mano. Esto contribuye a�n m�s para mostrar su terror; Senaquerib, despu�s de haber conquistado todo el pa�s, amenazar� a Jerusal�n, como si pudiera asaltarla con la m�s m�nima expresi�n de su voluntad.

Contra la monta�a de la hija de Sion. Por una figura ret�rica, en la que una parte se toma por el todo (????????????), �l incluye a toda la ciudad bajo el nombre de la monta�a, porque esa parte era m�s alta y ten�a una vista de Los otros barrios de la ciudad. Desde esta confianza del tirano, muestra que Jerusal�n no estaba lejos de la destrucci�n total; porque todo el pa�s, e incluso la ciudad, fue golpeado con tal terror que ninguno se atrevi� a oponerse a �l. Por estos detalles, por lo tanto, el Profeta ten�a la intenci�n de dar una visi�n m�s impresionante de la bondad de Dios, que deber�a atribuirse al extraordinario favor y bondad de Dios, y no a la ayuda humana, de la que no hab�a ninguna, que Jerusal�n fue preservado, como si una oveja hubiera sido rescatada de las fauces de un le�n.

He aqu� el Se�or Jehov� de los ej�rcitos. Casi todos explican que este pasaje se refiere a los asirios. ( 2 Reyes 19:35.) Piensan que el Profeta amenaza con ellos esa matanza con la que el Se�or los destruy�, despu�s de que hab�an asediado a Jerusal�n. Como si hubiera hablado de esta manera: el asirio se enorgullecer� con tal orgullo, que tan pronto como haya visto a Jerusal�n, pensar� que est� en su poder. Todos sorprendidos con tal consternaci�n por su acercamiento, que algunos huir�n y otros se entregar�n libremente, �l se imaginar� que todos est�n sometidos a �l; pero el Se�or r�pidamente revertir� su condici�n y cortar� esas ramas altas

Pero por mi parte, cuando examino detenidamente todo el pasaje, y especialmente lo que agrega poco despu�s sobre el L�bano, y el consuelo que sigue inmediatamente, creo que este pasaje deber�a referirse a los jud�os mismos. Por lo tanto, Isa�as procede, en mi opini�n, a amenazar las calamidades que aguardaban al pueblo. Como si hubiera dicho: �No solo vendr� a Nob, sino que extender� la devastaci�n por todo el pa�s. Todo lo que sea excelente y elevado, lo desperdiciar� y destruir� por completo, de la misma manera que si uno cortara ramas de un �rbol o cortara un �rbol desde la ra�z ".

Esta interpretaci�n es confirmada por el siguiente cap�tulo, en el cual el Profeta ofrece consuelo contra esa calamidad; porque el consuelo concuerda con este vers�culo y se agrega como un remedio apropiado para aliviar el dolor. Tampoco le doy importancia a la divisi�n del cap�tulo, que a menudo es muy absurdo y que deja perplejo todo el significado del Profeta. Creo, por lo tanto, que deber�amos conectar ese consuelo con estos vers�culos, como si no hubiera habido tal divisi�n.

Versículo 34

34. Y cortar� los lugares gruesos del bosque con hierro. No hay dificultad para explicar esta met�fora, ya que es lo suficientemente claro como para que los �rboles altos y altos denoten todo lo que es poderoso, excelente o elevado. Por lo tanto, predice la destrucci�n y la ruina de Judea, que compara con la tala de un bosque; con lo cual quiere decir que no hay nada tan valioso que los enemigos no lo destruyan hasta que hayan despojado a toda la tierra de sus ornamentos.

Y el L�bano caer� violentamente. Menciona L�bano, porque esa monta�a, como todos sabemos, fue muy famosa por sus �rboles fruct�feros y de gran valor. Ahora, si hubiera estado hablando de los asirios, no habr�a sido apropiado introducir la destrucci�n del L�bano. Por lo tanto, inferimos que el Profeta, en este pasaje, nuevamente amenaza a los jud�os; y esto concuerda bien con la introducci�n del discurso, ya que comienza con una palabra que llama la atenci�n, He aqu�.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Isaiah 10". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/isaiah-10.html. 1840-57.
 
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