Bible Commentaries
Isaías 21

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

1. La carga del desierto del mar. El Profeta, despu�s de haber ense�ado que su esperanza debe depositarse, no en los egipcios, sino solo en la misericordia de Dios, y despu�s de haber predicho que vendr�an calamidades sobre las naciones en cuyo favor confiaban, agrega un consuelo para alentar los corazones de los piadosos. �l declara que para los caldeos, de quienes ser�n cautivos, se prepara una recompensa; de lo que se deduce que Dios toma en cuenta las heridas que sufren. Por el desierto (62) se refiere a Caldea, no porque estaba desierta o poco habitada, sino porque los jud�os ten�an un desierto de ese lado; como si, en lugar de Italia, tuvi�ramos que nombrar "los Alpes", porque est�n m�s cerca de nosotros y porque debemos cruzarlos en nuestro camino hacia Italia. Esta raz�n debe tenerse en cuenta; porque �l no describe la naturaleza del pa�s, pero advierte a los jud�os que la destrucci�n de los enemigos, que �l predice, est� al alcance de la mano, y es tan cierto como si el evento hubiera estado ante sus ojos, como lo fue ese desierto. Adem�s, los profetas a veces hablaban ambiguamente sobre Babilonia, para que solo los creyentes pudieran entender los misterios ocultos, ya que Jerem�as cambia el nombre del rey. (63)

Como tormentas del sur. �l dice desde el sur, porque ese viento es tempestuoso y produce tormentas y torbellinos. (64) Cuando agrega que "viene del desierto", esto tiende a realzar la imagen; porque si surge una tormenta en una regi�n habitable y poblada, provoca menos terror que las que surgen en los desiertos. Para expresar la naturaleza impactante de esta calamidad, la compara con las tormentas, que comienzan en el desierto, y luego toman un curso m�s impetuoso y se precipitan con mayor violencia.

Sin embargo, el Profeta parece significar algo m�s, a saber, que a medida que estallan como tormentas desde esa direcci�n para poner a Judea desolada, pronto surgir�a otra tormenta para destruirlos; y por eso dice que esta carga vendr� de una tierra terrible. Por esta designaci�n entiendo que se quiere decir Judea, porque no era suficiente hablar de la ruina de Babilonia, si los jud�os no entend�an de la misma manera que ven�a de Dios. Por qu� lo llama "una tierra terrible" que hemos visto en nuestra exposici�n del cap�tulo dieciocho. (65) Fue porque, como consecuencia de tantas manifestaciones de la ira de Dios, su apariencia desfigurada podr�a aterrorizar a todos. La ocasi�n en que se pronuncian las palabras no nos permite suponer que se llama "terrible" debido al asombroso poder de Dios por el cual fue protegida. Aunque, por lo tanto, Babilonia fue tomada y saqueada por los persas y los medos, Isa�as declara que su destrucci�n vendr� de Judea; porque de esta manera Dios vengar� las heridas causadas a esa naci�n de la que hab�a prometido ser el guardi�n.

FT320 La alusi�n parece ser el uso del nombre "Coniah" en lugar de "Joaqu�n". �Aunque Coniah ... fue el sello en mi mano derecha. �Es este hombre Con�as un �dolo roto despreciado? (Jeremias 22:24.) - Ed

FT321 Lowth comenta y cita Job 1:19, en apoyo de la declaraci�n, de que "las tormentas m�s vehementes a las que Judea estuvo sujeta vinieron del gran pa�s del desierto al sur de �l". - Ed

FT322 Ver p�g. 37

FT323 Ver vol. 1 p. 341

FT324 Ver vol. 1 p. 494

FT325 "La vivacidad se transmite aqu� a la descripci�n que hace el Profeta de hablar de s� mismo como un presente babil�nico en la fiesta de Belsasar, la noche en que Ciro sorprendi� a la ciudad". - Valores

FT326 "El ma�z (heb. Hijo) de mi piso". - Ing. Ver.

FT327 �De Dumah hay dos interpretaciones, JD Michaelis, Gesenius, Maurer, Hitzig, Ewald y Umbreit lo entienden como el nombre de una tribu �rabe descendiente de Ismael, ( G�nesis 25:14) o de un lugar perteneciente a esa tribu, quiz�s la misma ahora llamada Dumah Eljandil, en los confines de Arabia y Siria. En ese caso, Seir, que se encuentra entre Jud� y el desierto de Arabia, se menciona simplemente para indicar el barrio de donde procede el sonido. Pero como Seir era la residencia de los edomitas o hijos de Esa�, Vitringa, Rosenm�ller y Knobel siguen a la Septuaginta y Jarchi al explicar ???? (Dumah) como una variaci�n de ????, (Edom,) pretend�a al mismo tiempo sugerir la idea del silencio, la soledad y la desolaci�n. - Alexander

FT328 Ver vol. 1 p. 265

FT329 "Le trajo agua (o le trajo o le impidi�) al que ten�a sed". - Ing. Ver. La versi�n de Calvino sigue de cerca la de la Septuaginta, ??? ?????????? ???? ??????? ??????, y est� de acuerdo con otras versiones antiguas; pero los cr�ticos modernos asignan fuertes razones para leer este verso en el pret�rito m�s que en el imperativo ". - Ed

FT330 Parece que, en lugar de " geminus est sensus ", algunas copias hab�an le�do, " genuinus est sensus ;" para la versi�n francesa da " Cependant l�exposition que j�ay mise en avant est plus simple ;" "Pero la exposici�n que he dado es m�s simple". - Ed

FT331 "De las espadas", o, por miedo (Heb. De la cara.) - Ing. Ver. "Desde antes de las espadas". - Valores. "De la presencia de espadas". - Alexander

FT332 Ver vol. 1 p. 496

FT333 � Diesque longa videtur opus debentibus ." - Hor. Ep. I.21. Otra lectura de este pasaje, que da � lenta � en lugar de � longa �, no es menos apropiado para el prop�sito para el cual La cita est� hecha. �Para quienes realizan tareas, el d�a parece avanzar lentamente. "- Ed

Versículo 2

2. Una visi�n dura. Como el objetivo era calmar el dolor de la gente, puede pensarse que no es apropiado llamar a una visi�n, que es la ocasi�n de la alegr�a, una visi�n dura. Pero esto se refiere a los babilonios, quienes, hinchados con su prosperidad, no tem�an ning�n peligro; porque la riqueza com�nmente produce orgullo e indiferencia. Como si hubiera dicho: "Es in�til mantener las riquezas y el poder de los babilonios, y cuando una piedra es dura, se encontrar� un martillo duro para romperla".

El spoiler A medida que Babilonia hab�a ganado su poder saqueando y arrasando otras naciones, parec�a estar libre de todo peligro. Aunque hab�an sido un terror para los dem�s y hab�an practicado todo tipo de barbarie y crueldad, no pod�an evitar convertirse en presas y sufrir lesiones similares a las que hab�an infligido a otros. El Profeta va m�s all� y, para obtener cr�dito por sus declaraciones, declara que es una represalia justa, que la violencia debe corresponder a la violencia.

Sube, oh Elam. Elam es parte de Persia; pero se toma para toda Persia, y por esta raz�n tambi�n los persas se llaman elamitas. Es digno de observaci�n que, cuando Isa�as predijo estas cosas, no hab�a probabilidad de guerra, y que estaba muerto cien a�os antes de que hubiera alguna aprensi�n de esta calamidad. Por lo tanto, es suficientemente evidente que no pudo haber derivado su informaci�n sobre este tema de otra manera que no sea el Esp�ritu de Dios; y esto contribuye en gran medida a confirmar la verdad y la certeza de la predicci�n.

Asediar, Oh Mede. Al ordenar a los medos y los persas, declara que esto no les ocurrir� a los babilonios al azar o por casualidad, sino por el seguro decreto de Dios, en cuyo nombre, y no en el de ning�n individuo privado, hace el anuncio. Por lo tanto, en nombre de Dios, puede, como un capit�n o general, ordenar a sus soldados que se re�nan para luchar. De qu� manera Dios emplea la agencia de los ladrones y los hombres malvados, se explic� anteriormente en el cap�tulo d�cimo. (66)

He hecho cesar todos sus gemidos. Algunos entienden que significa que los gemidos, a los que los babilonios hab�an dado ocasi�n, cesaron despu�s de ser sometidos por los medos y los persas; porque por sus medidas tir�nicas hab�an causado que muchos gimieran, lo que debe suceder cuando los hombres malvados e imp�os poseen rango y poder. Otros se acercan m�s, quiz�s, al significado real del Profeta, cuando dicen que "cesaron los gemidos", porque los babilonios no experimentaron compasi�n, ya que antes no hab�an mostrado nada a los dem�s. Pero lo explico m�s simplemente en el sentido de que el Se�or estaba sordo a sus gemidos; como si hubiera dicho que no habr�a lugar para sus gemidos y lamentaciones, porque habiendo sido crueles y b�rbaros, era solo que deb�an recibir de vuelta la misma medida que les hab�an dado a los dem�s. ( Mateo 7:2.)

Versículo 3

3. Por lo tanto, mis lomos est�n llenos de dolor. Aqu� el Profeta representa a las personas como realmente presentes, ya que no fue suficiente haber predicho simplemente la destrucci�n de Babilonia, si no hubiera confirmado la creencia de los piadosos de tal manera que sintieran como si el evento real fuera colocado antes de su muerte. ojos Tal representaci�n era necesaria, y el Profeta no describe aqu� los sentimientos de su propio coraz�n, como si tuviera compasi�n de los babilonios, sino, por el contrario, como hemos dicho anteriormente, ( 67) asume, por el momento, el car�cter de un babil�nico. (68) Indudablemente, debemos satisfacer nuestras mentes de que los juicios ocultos de Dios se nos presentan, como en un espejo, para que puedan despertar la lentitud de nuestra fe y, por lo tanto, los Profetas describen con mayor belleza y abundancia, y pintan con colores vivos, aquellas cosas que exceden la capacidad de nuestra raz�n. El Profeta, expresando as� su dolor, informa a los creyentes cu�n terrible es la venganza de Dios que espera a los caldeos, y cu�n terriblemente ser�n castigados, ya que nos sorprender� la sorpresa y el horror cuando se nos presente alguna triste inteligencia.

Como los dolores de una mujer que sufre. Agrega una expresi�n m�s fuerte de dolor, cuando la compara con la de una mujer en trabajo de parto, como cuando una persona bajo angustia temerosa gira en todas direcciones y se retuerce en cada parte de su cuerpo. Los Profetas emplean tales modos de expresi�n a causa de nuestra lentitud, ya que no percibimos los juicios de Dios hasta que los se�alamos, por as� decirlo, con el dedo y afectan nuestros sentidos. Se nos advierte que debemos estar en guardia antes de que lleguen.

Versículo 4

4. Mi coraz�n se sacudi�. Otros no lo hacen mal, "mi coraz�n vag�"; porque el terror excesivo mueve el coraz�n, por as� decirlo, fuera de su lugar. �l declara cu�n repentina e inesperada ser� la destrucci�n de Babilonia, porque una calamidad repentina nos hace temblar m�s de lo que se hab�a previsto y esperado durante mucho tiempo. Daniel relata que lo que Isa�as predice aqu� se logr�, y que �l fue un testigo ocular. Esa noche, Belsasar prepar� un magn�fico banquete, cuando los persas se precipitaron repentinamente sobre �l, y nada estaba m�s lejos de sus expectativas que ser asesinado. El alto deleite se transform� repentinamente en terror. ( Daniel 5:30.)

Versículo 5

5. Prepare la tabla. Estos verbos pueden tomarse como participios; como si hubiera dicho: �Mientras preparaban la mesa y nombraban un guardia, mientras com�an y beb�an, surgi� un terror repentino; hubo un llamado a las armas, Lev�ntate pr�ncipes �, etc. Pero Isa�as presenta descripciones animadas, para colocar el evento real, por as� decirlo, ante nuestros ojos. Ciertamente Jenofonte no describe tan hist�ricamente el asalto de la ciudad; y esto hace evidente que no fue la sagacidad natural, sino la inspiraci�n celestial, lo que le ense�� a Isa�as a describir tan v�vidamente los eventos que eran desconocidos. Adem�s, debemos observar el momento en que se pronunciaron estas predicciones; porque en ese momento el reino de Babilonia estaba en su condici�n m�s floreciente, y parec�a tener un poder invencible, y no tem�a ning�n peligro. Isa�as ridiculiza esta vana confianza, y muestra que este poder r�pidamente quedar� en ruinas.

Que no se considere absurdo que presente a los vigilantes mientras hablan; porque aunque el asedio no hab�a sacudido la pereza de un tirano orgulloso y tonto para impedirle caer en la alegr�a y la fiesta, a�n no hay lugar para dudar de que los hombres fueron nombrados para vigilar. De hecho, es costumbre con los pr�ncipes defenderse de los guardias, para que puedan abandonarse libremente y sin ning�n tipo de molestia a cualquier tipo de placer; pero el Profeta mezcla expresamente a los centinelas con los manjares de la mesa, para que sea m�s evidente que el malvado tirano fue atrapado con un esp�ritu de v�rtigo antes de hundirse en una fiesta de borrachera. El rey de Babilonia estaba festejando y disfrutando de la alegr�a de sus cortesanos, cuando fue alcanzado por una calamidad repentina e inesperada, no porque estuviera fuera de peligro, sino porque hizo caso omiso y despreciaba al enemigo. El d�a antes de que sucediera, podr�a haberse pensado incre�ble, porque la conspiraci�n de Gobryas y de la parte que lo traicion� a�n no se hab�a descubierto. En el momento en que Isa�as habl�, nadie hubiera pensado que un evento tan extraordinario pudiera tener lugar.

Versículo 6

6. Porque as� me lo ha dicho el Se�or. Se le ordena al Profeta que coloque un vigilante en la torre de vigilancia, para ver estas cosas a distancia; porque no pueden ser percibidos por los ojos ni aprendidos por conjeturas. Por lo tanto, para que todos sepan que no habl� al azar, declara que predice estas cosas; porque aunque son desconocidos para los hombres e incre�bles, sin embargo, �l los conoce clara y distintamente por el esp�ritu de profec�a, porque est� elevado por encima del juicio de los hombres. Esto debe ser observado cuidadosamente; porque no debemos imaginar que los profetas aprendieron de los hombres, o previeron por su propia sagacidad, aquellas cosas que dieron a conocer; y por esta raz�n tambi�n fueron justamente llamados "Videntes". ( 1 Samuel 9:9.) Aunque tambi�n los vemos, nuestra vista es aburrida y apenas percibimos lo que est� a nuestros pies; e incluso los hombres m�s agudos a menudo est�n en la oscuridad, porque no entienden nada m�s que lo que pueden reunir mediante el uso de la raz�n. Pero los profetas hablan por el Esp�ritu de Dios, como desde el cielo. La cantidad de lo que se declara es que cualquiera que intente medir esta profec�a por su propio juicio har� mal, porque procede de Dios y, por lo tanto, va mucho m�s all� de nuestro sentido.

Ve, nombra un vigilante. Le da un peso adicional a que "nombra a un vigilante en nombre de Dios". Si se objeta, "Usted relata cosas incre�bles como si realmente hubieran sucedido", responde que no las declara al azar; porque aquel a quien el pr�ncipe ha designado como vigilante, ve de lejos lo que otros no saben. As�, Isa�as vio por la revelaci�n del Esp�ritu lo que otros desconoc�an.

Versículo 7

7. Y vio un carro. Lo que ahora agrega contiene una descripci�n viva de esa derrota. Algunos piensan que lo cuenta el mensajero del rey. Esto es un error; porque el Profeta, por el contrario, predice lo que ha aprendido del vigilante a quien design� por orden de Dios. Aqu� representa al vigilante mirando e informando lo que vio. Como si a primera vista no lo hubiera visto con claridad, dice que hay "un carro" y luego, observando m�s de cerca, dice que hay "un par de caballos" en el carro. Al principio, debido a la novedad y la gran distancia de los objetos, el informe presentado es ambiguo y confuso; pero luego, cuando se obtiene una visi�n m�s cercana, se entienden mejor. No hay absurdo en aplicar a los profetas o visiones divinas lo que pertenece a los hombres; porque sabemos que Dios, al acomodarse a nuestra d�bil capacidad, toma sobre s� los sentimientos humanos.

Versículo 8

8. Y �l grit�: Un le�n. "Habiendo escuchado diligentemente con mucha atenci�n", finalmente observa un le�n. Se supone que esto significa Darius que conquist� y saque� Babilonia, como aprendemos de Daniel. ( Daniel 5:28.)

Me paro continuamente. Cuando el vigilante dice que est� continuamente en su torre de vigilancia de d�a y de noche, esto tiende a confirmar la predicci�n, como si hubiera dicho que nada puede ser m�s seguro que esta visi�n; porque aquellos a quienes Dios ha designado para vigilar no son ni somnolientos ni miopes. Mientras tanto, con este ejemplo, exhorta y estimula a los creyentes a la misma clase de atenci�n, que con la ayuda de la l�mpara de la palabra, pueden obtener una visi�n distante del poder de Dios.

Versículo 9

9. Babilonia ha ca�do, ha ca�do. Esto muestra claramente que no es el vigilante del rey Belsasar quien se presenta, ya que este discurso no ser�a adecuado para tal personaje. El Profeta, por lo tanto, da a conocer, por orden de Dios, lo que suceder�a. Ahora, esto puede referirse a Dios o a Dar�o, as� como al vigilante; y hace poca diferencia en cuanto al significado, ya que Darius, siendo el siervo de Dios en este asunto, no est� representado inapropiadamente como el heraldo de ese juicio. Habr�a mayor probabilidad de referirlo a Dios mismo; Darius no ten�a tales pensamientos cuando derroc� a los �dolos de los babilonios. Pero el discurso coincide mejor con el car�cter de un guardi�n, como si un �ngel a�adiera una interpretaci�n a la profec�a.

Y todas las im�genes grabadas de sus dioses. Aqu� hay un contraste impl�cito entre el Dios vivo y los �dolos muertos. Este modo de expresi�n tambi�n merece atenci�n cuando los llama "im�genes de dioses"; porque los babilonios sab�an, como todos los id�latras proclaman en voz alta, que sus im�genes no son dioses. Sin embargo, les atribuyeron poder divino, y cuando esto se hace, "la verdad de Dios se convierte en mentira" ( Romanos 1:25), y no solo eso, sino que Dios mismo es negado. Pero sobre este tema hablaremos m�s adelante. Aqu� vemos que, por su destrucci�n, Babilonia fue castigada por idolatr�a, porque �l asigna la raz�n por la cual Babilonia fue destruida. Fue porque el Se�or no pudo soportar que ella se glor�e en sus "im�genes grabadas".

Versículo 10

10. Mi paliza y el hijo de mi piso. (69) La riqueza de esa poderosa monarqu�a que deslumbr� a los ojos de todos los hombres por su esplendor, lo que Isa�as predijo sobre su destrucci�n podr�a considerarse fabuloso. Por lo tanto, dirige sus mentes a Dios, para informarles que fue Dios quien se hab�a comprometido a destruir Babilonia, y que no es por la voluntad de los hombres, sino por el poder divino, que tal altaner�a caer� al suelo. La "paliza" y "el hijo del piso" significan lo mismo; para este modo de expresi�n es frecuentemente empleado por escritores hebreos, quienes a menudo repiten la misma declaraci�n en un idioma diferente.

Este pasaje debe ser observado cuidadosamente, para que podamos corregir un vicio que es natural para nosotros, el de medir el poder de Dios seg�n nuestro propio est�ndar. Nuestra debilidad no solo nos coloca muy por debajo de la sabidur�a de Dios; pero somos jueces malvados y depravados de sus obras, y no podemos ser inducidos a tomar ninguna otra visi�n de ellas que no sea lo que est� al alcance de la habilidad y la sabidur�a de los hombres. Pero siempre debemos recordar su poder todopoderoso, y especialmente cuando nuestra propia raz�n y juicio nos fallan. Por lo tanto, cuando la Iglesia es oprimida por los tiranos hasta tal punto que parece que no hay esperanza de liberaci�n, h�ganos saber que el Se�or los humillar� y, pisoteando su orgullo y humillando su fuerza, demostrar� que son su "piso de paliza"; porque el tema de esta predicci�n no era una persona de rango medio, sino la m�s poderosa y floreciente de todas las monarqu�as. Cuanto m�s se hayan exaltado a s� mismos, m�s r�pidamente ser�n destruidos, y el Se�or ejecutar� su "paliza" sobre ellos. Aprendamos que lo que el Se�or ha dado aqu� como manifestaci�n de una ruina inconcebible, se aplica a personas del mismo sello.

Lo que he o�do del Se�or de los ej�rcitos. Cuando dice que "lo escuch� del Se�or de los ej�rcitos", sella, por as� decirlo, su profec�a; porque declara que no ha presentado sus propias conjeturas, sino que lo ha recibido del Se�or mismo. Aqu� es digno de nuestra atenci�n, que los siervos de Dios deben ser fortalecidos por esta valent�a para hablar en nombre de Dios, como Pedro tambi�n exhorta: "El que habla, que hable como los or�culos de Dios". ( 1 Pedro 4:11.) Los impostores tambi�n se jactan del nombre de Dios, pero sus fieles servidores tienen el testimonio de su conciencia de que no presentan nada m�s que lo que Dios ha ordenado. Observe, tambi�n, que esta confirmaci�n fue muy necesaria, ya que el mundo entero tembl� ante los recursos de esta poderosa monarqu�a.

Del Se�or de los ej�rcitos, el Dios de Israel. No sin raz�n le da a Dios estas dos denominaciones. En cuanto a lo primero, de hecho es un t�tulo que siempre se aplica a Dios; pero aqu�, indudablemente, el Profeta ten�a el ojo puesto en el asunto para contrastar el poder de Dios con todas las tropas de los babilonios; porque Dios no tiene un solo ej�rcito, sino innumerables ej�rcitos, para someter a sus enemigos. Nuevamente, lo llama "el Dios de Israel", porque al destruir Babilonia se mostr� como el defensor y guardi�n de su pueblo; porque el derrocamiento de esa monarqu�a consigui� la libertad para los jud�os. En resumen, todas estas cosas se hicieron por el bien de la Iglesia, que el Profeta tiene aqu� a la vista; porque no son los babilonios, quienes indudablemente se rieron de estas predicciones, sino los creyentes, a quienes exhorta a que descansen seguros de que, aunque fueron oprimidos por los babilonios, y dispersados ??y sacudidos, Dios los cuidar�a.

Versículo 11

11. La carga de Dumah. Es evidente por G�nesis 25:14, que esta naci�n descend�a de un hijo de Ismael, a quien se le dio este nombre, y por lo tanto su posteridad se llama Dumeans. (70) La causa de su destrucci�n, que aqu� se predice, no puede conocerse con certeza, y esta profec�a es oscura debido a su brevedad. Sin embargo, siempre debemos recordar lo que he comentado anteriormente, que era apropiado que los jud�os fueran fortificados contra los terribles escollos que se acercaban. Cuando se producen tantos cambios, especialmente si el mundo se da vuelta, y si hay una r�pida sucesi�n de eventos, estamos perplejos y abrigamos dudas sobre si todas las cosas suceden al azar y por casualidad, o si est�n reguladas por la providencia de Dios. . Por lo tanto, el Se�or muestra que es �l quien efect�a esta revoluci�n y renueva el estado del mundo, para que podamos aprender que nada aqu� es de larga duraci�n, y que nuestro coraz�n y nuestra meta est�n dirigidos al reino de Cristo. que solo es eterno.

Como, por lo tanto, estos cambios estaban cerca, era apropiado que los jud�os fueran advertidos, que cuando sucediera el evento, los llamaran a recordar, contemplar la sabidur�a de Dios y fortalecer su fe. Adem�s, no hay lugar para dudar de que los jud�os fueron acosados ??por varios pensamientos, cuando vieron al mundo entero sacudido por todos lados, y deseaban tener alg�n medio para evitar esas tormentas y tormentas; porque siempre deseamos estar a salvo y fuera del alcance del peligro. Algunos podr�an haber deseado encontrar nuevas moradas, que podr�an proporcionar mejor su propia seguridad; pero cuando las tormentas azotaban cada lado, se les recordaba que permanecieran en casa y que creyeran que no se pod�a encontrar un lugar m�s seguro que en compa��a de los piadosos.

Este ejemplo tambi�n deber�a ser una advertencia para muchos que se separan de la Iglesia por temor al peligro, y no consideran que un peligro mayor les espera. Por lo tanto, estos pensamientos pueden angustiar a los jud�os, ya que hemos visto en el cap�tulo octavo que sus mentes estaban inquietas. (71) Cuando se arrojaban as� en la incertidumbre y hu�an a naciones extranjeras, naturalmente se desanimar�an; y esta, creo, es la raz�n principal por la que se predice la destrucci�n de los dumeanos, a saber, que los jud�os podr�an buscar a Dios con todo su coraz�n, y que, sobre todo, podr�an comprometer a su cuidado la seguridad de la Iglesia. Aprendamos, por lo tanto, a mantenernos dentro de la Iglesia, aunque ella se vea afectada por varias calamidades, y tengamos paciencia con los castigos paternales que se infligen a los ni�os, en lugar de elegir extraviarse, para que podamos beber las heces que ahogan a los malvados. . (Salmo 75:8; Isa�as 51:17.) �Qu� ser� de los extra�os y los reprobados, si los ni�os son castigados? ( 1 Pedro 4:17.) Sin embargo, es posible que la gente elegida sufriera alg�n abuso sexual del pueblo de Dios, cuando sus vecinos los atacaron por todos lados.

Fuera de Seir. Mount Seir, como aprendemos del libro de G�nesis, era una monta�a de los edomitas. ( G�nesis 14:6.) Bajo el nombre de esta monta�a incluye todo el reino. En este lugar representa, como en una imagen, aquellas cosas que requer�an una direcci�n sincera.

Vigilante, �qu� hay de la noche? Es probable que los edomitas, que formularon la pregunta, no estuvieran a una gran distancia de ellos, y que fueran sol�citos sobre el peligro en el que estaban involucrados. �l los presenta como indagando al "vigilante", no por curiosidad, sino con miras a su propio beneficio, lo que hab�a observado en "la noche", tal como cuando uno hace una pregunta, una segunda y una tercera persona lo siguen. �l, preguntando lo mismo. Este es el significado de la repetici�n, que la investigaci�n no es hecha por un solo individuo, sino por muchas personas, como ocurre com�nmente en casos de duda y perplejidad, cuando cada hombre tiene miedo por su propia cuenta y no cree lo que es dicho por otros.

Versículo 12

12. Llega la ma�ana. Esto significa que la ansiedad no durar� simplemente por un solo d�a, o por un corto tiempo, como si el vigilante hubiera respondido: �Lo que te digo hoy, te lo volver� a decir ma�ana; si tienes miedo ahora, tambi�n tendr�s miedo ma�ana �. Es una condici�n muy miserable cuando los hombres son torturados con ansiedad, de tal manera que cuelgan en un estado de duda entre la muerte y la vida; y es esa maldici�n triste que el Se�or amenaza contra los hombres malvados por Mois�s,

�Ojal� hubiera vivido hasta la noche; y por la tarde, �ojal� viera el amanecer! ( Deuteronomio 28:67.)

De hecho, los piadosos est�n acosados ??por muchos peligros, pero saben que ellos y sus vidas est�n comprometidos con la mano de Dios, e incluso en las fauces de la muerte ven la vida, o al menos alivian sus inquietos temores con esperanza y paciencia. Pero los malvados siempre tiemblan, y no solo son atormentados por la alarma, sino que se desvanecen en sus penas.

Regresa, ven. Estas palabras pueden explicarse de dos maneras; ya sea que si corren continuamente, perder�n sus dolores, o de esta manera, �Si alguno de ustedes tiene m�s cuidado, d�jelos ir a Dumah, y all� d�jelos temblar m�s que en su pa�s natal, porque en ning�n lugar estar�n seguro." Pero dado que Dios siempre cuida a su Iglesia, en ning�n lugar encontraremos un retiro m�s seguro, a pesar de que debemos rodear el mar y la tierra.

Versículo 13

13. La carga sobre Arabia. Ahora pasa a los �rabes y predice que ellos tambi�n, a su vez, ser�n arrastrados al tribunal de Dios; para que no pase desapercibido ninguna de las naciones que los jud�os conoc�an. �l declara que ser�n capturados con tanto miedo que abandonar�n sus casas y huir�n al bosque; y �l indica la direcci�n en la que huir�n, es decir, a "Dedanim".

Versículo 14

14. Para satisfacer a los sedientos, trae agua. (72) Aumenta la descripci�n de ese temblor con el que el Se�or hab�a decidido golpear a los �rabes de tal manera que pensaran en nada m�s que huir, e hicieron No tome tiempo ni siquiera para recoger las cosas que fueron necesarias para el viaje. Por lo tanto, Isa�as declara que los �rabes vendr�n al pa�s de Dedanim, vac�os y despose�dos de todas las cosas, y que no se les proporcionar� ning�n alimento. Por esta raz�n, exhorta a los habitantes a salir y encontrarse con ellos con pan y agua, porque de lo contrario se desmayar�n por la necesidad de los necesitados de la vida.

Soy consciente de que este comentario es explicado de manera diferente por algunos comentaristas, que piensan que el Profeta se burla de los �rabes, que hab�an sido crueles y b�rbaros con los jud�os; como si hubiera dicho: "�Con qu� gusto le traer�as agua a los sedientos!" Pero esa exposici�n es demasiado limitada. Y sin embargo, no niego que recibieron la recompensa de su crueldad, cuando corr�an de un lado a otro en un estado de hambre. Pero el significado que he dado es doble, (73) que los �rabes en su vuelo ser�n tan miserables que ni siquiera tendr�n el suministro de agua necesario y, por lo tanto, se desmayar�n de sed si no reciben ayuda r�pidamente; e insin�a que habr� escasez tanto de comida como de bebida. Pide a los vecinos que presten asistencia; no para exhortarlos a cumplir con su deber, sino para exponer el hecho con mayor claridad; y les ordena que les den su pan, no porque se lo merezca, sino porque est�n sufriendo una necesidad extrema. Sin embargo, como se basa en la ley com�n de la naturaleza y la humanidad, el Profeta indirectamente insin�a que los hambrientos y sedientos son defraudados de su pan, cuando se les niega la comida.

Versículo 15

15. Porque huyen de la cara de las espadas. (74) Quiere decir que la calamidad ser� terrible, y que los �rabes tendr�n buenas razones para huir, porque los enemigos los perseguir�n con las armas y con espadas, para que no tengan otra forma de garantizar su seguridad que no sea por vuelo. La raz�n por la que predice esta derrota es bastante clara; porque era necesario que los jud�os obtuvieran informaci�n temprana de lo que deber�a suceder mucho despu�s, para que pudieran aprender que el mundo est� gobernado por la providencia de Dios y no por casualidad, y del mismo modo que deber�an ser ense�ados por el ejemplo de otros para contemplar a Dios como el juez de todas las naciones, dondequiera que volvieran sus ojos. No sabemos, y la historia no nos informa, si los �rabes fueron o no enemigos de los jud�os. Sea como fuere, es cierto que estas cosas se hablan para consolar a los piadosos, que pueden contemplar la justicia de Dios hacia todas las naciones y pueden reconocer que su tribunal est� en Jerusal�n, desde donde pronunciar� el juicio. en todo el mundo

Versículo 16

16. Porque as� me lo ha dicho el Se�or. A�ade que esta derrota de los �rabes, de la que profetiz�, est� al alcance de la mano; que tend�a a consolar mucho a los piadosos. Somos naturalmente ardientes y no permitimos que el objeto de nuestro deseo se retrase voluntariamente; y el Se�or toma en cuenta nuestra debilidad a este respecto, cuando dice que acelera su trabajo. Por lo tanto, declara que profetiza las cosas que suceder�n, no despu�s de muchas eras, sino de inmediato, para que los jud�os puedan soportar con m�s paciencia sus aflicciones, de las cuales saben que ser�n liberados en poco tiempo.

Sin embargo, un a�o de acuerdo con los a�os de la contrataci�n. Ya hemos hablado de la met�fora de "el a�o de la contrataci�n", que agrega con el prop�sito de exponer el asunto de manera m�s completa. (75) Significa que el tiempo no se retrasar�. Los autores paganos utilizan la misma comparaci�n, donde pretenden describir un d�a designado y deseado; Como aparece en ese pasaje en Horacio, "El d�a parece largo para aquellos que deben rendir cuentas de su trabajo". (76)

Versículo 17

17. Y el resto de los arqueros. Amenaza con que esta matanza no ser� el fin de sus males, porque si hay alg�n residuo en Arabia, disminuir�n gradualmente; como si hubiera dicho: "El Se�or no solo empobrecer� a los �rabes en una sola batalla, sino que perseguir� al m�ximo, hasta que se elimine toda esperanza de alivio y sean exterminados por completo". Tal es la venganza que ejecuta contra los imp�os, mientras modera el castigo que inflige a los piadosos, para que no puedan ser completamente destruidos.

De los hombres poderosos. Se refiere a hombres guerreros y a aquellos que estaban en condiciones de portar armas, y dice que, aunque escaparon de esa matanza, a�n ser�n cortados en su propio momento. Anteriormente amenaz� con castigos similares contra los jud�os, pero siempre acompa�ado de una promesa adecuada para aliviar su dolor o al menos para protegerlos de la desesperaci�n. Con frecuencia sucede que los hijos de Dios est�n tan gravemente afectados como los reprobados, o incluso con mayor severidad; pero la esperanza de favor que se les distingue los distingue del mundo entero. Una vez m�s, cuando nos enteramos de que Dios visita la venganza maligna y malvada, esta no es la raz�n por la que deber�amos sentir un pesar excesivo incluso por los castigos m�s pesados; pero, por el contrario, deber�amos extraer de este consuelo, que los castiga suavemente y "no los entrega a la muerte". (Salmo 118:18.)

El Dios de Israel lo ha hablado. El Profeta muestra, como hemos observado con frecuencia en ocasiones anteriores, que no solo debemos reconocer que estas cosas sucedieron por designaci�n divina, sino que fueron nombradas por ese Dios a quien Israel adora. Todos los hombres a veces se ven obligados a elevarse al reconocimiento de Dios, aunque est�n dispuestos a creer en el azar, porque les viene a la mente el pensamiento de que hay un Dios en el cielo, lo quieran o no, y tanto en la prosperidad como en la prosperidad. adversidad; pero luego imaginan una Deidad seg�n su propia fantas�a, ya sea en el cielo o en la tierra. Dado que los hombres irreligiosos imaginan ociosamente y tontamente a un Dios seg�n su propio placer, el Profeta dirige a los jud�os a ese Dios a quien adoran, para que puedan conocer el privilegio distinguido del que disfrutan al ser puestos bajo su custodia y protecci�n. Tampoco es suficiente que adoremos a Dios como gobernador del mundo, sino que debemos reconocer al Dios verdadero, que se revel� a los padres y se nos ha manifestado en Cristo. Y esto debe mantenerse seriamente, en oposici�n a los pensamientos profanos de muchas personas que idean alguna noci�n extra�a y confusa de una Deidad, porque no se atreven a negar abiertamente a Dios.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Isaiah 21". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/isaiah-21.html. 1840-57.