Bible Commentaries
Isaías 30

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

1. �Ay de los ni�os rebeldes! El Profeta exclama contra los jud�os, porque, cuando no pudieron soportar la carga, cuando los asirios y otros enemigos los presionaron, huyeron a Egipto en busca de ayuda. Esta reprensi�n podr�a parecer excesivamente severa si consider�ramos que los hombres d�biles y miserables, especialmente cuando est�n injustamente oprimidos, tienen derecho a pedir ayuda incluso a personas malvadas; porque es un principio implantado en nosotros por naturaleza, que todos los seres humanos deben, voluntariamente y por su propia voluntad, esforzarse por ayudarse mutuamente. Pero cuando lleguemos a las mismas fuentes, encontraremos que la gente no ha contra�do ninguna culpa ordinaria o despreciable.

Primero, no es un delito leve, sino una obstinaci�n perversa, ignorar e incluso despreciar al gobierno de Dios, y seguir sus propias inclinaciones. Pero Dios les hab�a prohibido estrictamente entrar en cualquier alianza o liga con los egipcios. ( �xodo 13:17; Deuteronomio 17:16.) Hubo principalmente dos causas de esta prohibici�n. Uno era general y estaba relacionado con alianzas y ligas con otras naciones; porque Dios no deseaba que su pueblo fuera corrompido por las supersticiones de los gentiles. ( �xodo 23:32; Deuteronomio 7:2.) Estamos infectados gradualmente, no s� c�mo, por los vicios de aquellos con quienes tenemos relaciones y familiaridad; y como somos m�s propensos por naturaleza a copiar vicios que virtudes, nos acostumbramos f�cilmente a las corrupciones y, en resumen, la infecci�n se propaga r�pidamente de una persona a otra. Esto le ha sucedido a nuestro propio pa�s, Francia, como consecuencia de tener relaciones sexuales con muchas naciones, lo que la lleva demasiado ansiosa a imitar sus vicios y la ha cubierto de una terrible contaminaci�n. Este deseo inmoderado de formar alianzas abri� Asia a los mahometanos, y luego abri� Europa a ellos; y aunque todav�a conservan su moderaci�n al comer y beber, todo lo que ha sido sometido por sus brazos no ha contra�do nada m�s que suciedad y degradaci�n. Esto es lo que nosotros, los franceses, tambi�n hemos derivado de nuestra relaci�n con otras naciones.

La segunda raz�n era especial y peculiar de esta naci�n; porque, dado que el Se�or hab�a librado a los jud�os de Egipto y les hab�a ordenado que recordaran un beneficio tan notable, les prohibi� tener relaciones sexuales con los egipcios. Y si hubiesen entrado en una alianza con los egipcios, el recuerdo de ese beneficio podr�a haberse borrado f�cilmente; porque no habr�an tenido la libertad de celebrarlo de la manera que se les hab�a ordenado. ( �xodo 13:3.) Era excesivamente b�sico ignorar la gloria de Dios con el prop�sito de cultivar la amistad con una naci�n irreligiosa y malvada. Dado que Dios tambi�n ten�a la intenci�n de testificar a su pueblo que solo �l era m�s que suficiente para garantizar su seguridad, deber�an haber valorado esa promesa tan altamente como para excluirse voluntariamente de otra asistencia. Fue un crimen muy atroz tratar de ganar el favor de las naciones paganas por todos lados y privar a Dios del honor que se le debe; porque si hubieran estado satisfechos con tener solo la protecci�n de Dios, no habr�an tenido tanta prisa por correr a Egipto. Su ansia ruidosa los conden� por infidelidad.

Sin embargo, no tengo dudas de que el Profeta dirigi� su indignaci�n contra ese sacrilegio, porque, al trabajar arduamente para obtener la ayuda de las naciones a su alrededor, le negaron a Dios la alabanza del poder todopoderoso. Por lo tanto, tambi�n el Esp�ritu en otro lugar compara ese ardor con las extravagancias del amor, e incluso con cursos licenciosos. (Jeremias 5:8.) Ezequiel muestra que, al unirse a los egipcios, actuaron como si fueran una mujer, transgrediendo vergonzosamente los l�mites de la decencia, no solo corr�an furiosamente despu�s de los ad�lteros, sino que incluso deseaban asociarse con caballos y asnos . ( Ezequiel 16:26.) Y sin embargo, aqu� no condena absolutamente todas las ligas que se hacen con id�latras, sino que tiene especialmente en cuenta esa prohibici�n por la cual la ley les prohibi� entrar en alianza con los egipcios. Es principalmente a causa de la prohibici�n que �l enciende tal ira; porque no fue sin derramar un profundo desprecio sobre Dios que corrieron temblando hacia Egipto. Por esta raz�n, los llama ??????, (s?r?r?m,) obstinados y rebeldes. Hemos explicado esta palabra en el primer cap�tulo. (284) Denota hombres de maldad endurecida, que a sabiendas y voluntariamente se rebelan de Dios, o cuya obstinaci�n los convierte en objetos de asco, de modo que no hay integridad o sinceridad dejado en ellos. Al principio, reprocha ese vicio por este motivo, que descuidaron la palabra de Dios y se dedicaron a sus propios consejos.

Para que puedan cubrir el secreto. Algunos comentaristas explican que las palabras ???? ????, (l?ns?ch m?ss?ch?h,) significan "derramar el derramamiento". Aunque esto no est� en desacuerdo con el significado del Profeta, es m�s correcto, en mi opini�n, traducido por otros, "que puedan cubrir una cubierta". He seguido esa versi�n, porque las palabras se refieren a consejos mantenidos en secreto y con sigilo, por los cuales astutamente se esforzaron por enga�ar a los profetas y, por as� decirlo, escapar de los ojos de Dios. Otra interpretaci�n, "para que puedan esconderse por una cubierta", es absurda; porque aunque fue por el bien de la protecci�n que buscaban a los egipcios, �l alude m�s bien a esa astucia de la que he hablado. Ambas exposiciones equivalen a la misma cosa. (285)

Por tres modos de expresi�n, hace casi la misma afirmaci�n; que "cubren sus consejos", es decir, los mantienen separados de Dios; que no piden en "la boca del Se�or"; y que no se dejen gobernar por "su Esp�ritu". Aquellos que son guiados por sus propios puntos de vista se vuelven hacia artilugios astutos, para que puedan ocultar su incredulidad y rebeli�n; y porque han resuelto no obedecer la palabra de Dios, tampoco le piden a su Esp�ritu. De ah� surge ese resultado miserable y vergonzoso. Con miseria y ruinamente deben terminar esas deliberaciones y prop�sitos, sobre los cuales el Se�or no preside. No hay sabidur�a que no se obtenga de "su boca"; y si "preguntamos a su boca", es decir, si consultamos su palabra, tambi�n seremos guiados por su Esp�ritu, de quien procede toda prudencia y sabidur�a.

Obs�rvese que dos cosas est�n conectadas aqu�, la palabra y el Esp�ritu de Dios, en oposici�n a los fan�ticos, que apuntan a los or�culos y las revelaciones ocultas sin la palabra; porque desean venir a Dios, mientras descuidan y abandonan la palabra, y por lo tanto no hacen nada m�s que intentar, como dice el dicho, volar sin alas. En primer lugar, que se considere como un principio establecido, que cualquier cosa que emprendamos o intentemos, sin la palabra de Dios, debe ser impropia y malvada, porque debemos depender totalmente de su boca. Y, de hecho, si recordamos qu� debilidad de comprensi�n, o m�s bien, qu� falta de comprensi�n, se encuentra en toda la humanidad, reconoceremos que son excesivamente tontos y que reclaman para s� tanta sabidur�a, que ni siquiera se dignan a preguntar La boca de Dios.

Si se objeta, que las Escrituras no contienen todo, y que no dan respuestas especiales sobre aquellos puntos de los que tenemos dudas, respondo, que todo lo que se relaciona con la gu�a de nuestra vida est� contenido en ellas abundantemente. Si, por lo tanto, hemos resuelto dejarnos guiar por la palabra de Dios, y siempre buscamos en ella la regla de la vida, Dios nunca har� que sigamos en la duda, pero en todas las transacciones y dificultades nos se�alar� la conclusi�n. A veces, tal vez, tendremos que esperar mucho, pero finalmente el Se�or nos rescatar� y nos librar�, si estamos listos para obedecerle. Aunque, por lo tanto, somos cuidadosos y diligentes en el uso de los medios, como se los llama, sin embargo, siempre debemos prestar atenci�n a esta consideraci�n, no llevar a cabo nada m�s que lo que sabemos que es agradable y aceptable para Dios.

El Profeta condena la presunci�n de aquellos que intentan m�todos ilegales y piensan que tendr�n �xito en ellos, cuando trabajen, bien o mal, para garantizar su seguridad, como si pudiera hacerse en contra de la voluntad de Dios. Es cierto que esto proviene de la incredulidad y la desconfianza, porque no creen que solo Dios pueda protegerlos, a menos que soliciten asistencia extranjera aunque prohibida. De ah� vienen las ligas ilegales, de ah� vienen los trucos y las trampas, por las cuales los hombres creen completamente que sus asuntos se llevar�n a cabo por carta que si actuaran el uno con el otro con sinceridad y justicia. Hay innumerables casos de esta incredulidad en todos los departamentos de la vida humana; porque los hombres piensan que se deshacer�n si est�n satisfechos con la bendici�n de Dios, y tramitar�n todos sus asuntos con verdad y rectitud. Pero debemos considerar que somos abandonados, rechazados y maldecidos por Dios, siempre que recurramos a m�todos prohibidos y formas ilegales. En todas nuestras empresas, deliberaciones e intentos, por lo tanto, debemos estar regulados por la voluntad de Dios. Siempre debemos considerar lo que �l proh�be u ordena, para estar totalmente dispuestos a obedecer sus leyes y someternos a ser guiados por su Esp�ritu, de lo contrario nuestra imprudencia tendr� mucho �xito.

Para que puedan agregar pecado al pecado. El Profeta dice esto, porque los jud�os, por esas in�tiles defensas que supuestamente los fortificaron fuertemente, no hicieron nada m�s que tropezar de nuevo en la misma piedra y duplicar su criminalidad, que ya era muy grande. Nuestra culpa aumenta y se vuelve mucho m�s pesada cuando nos esforzamos, por m�todos ilegales, para escapar de la ira de Dios. Pero deber�amos considerar especialmente esta expresi�n como aplicable a los jud�os, porque, despu�s de haber tra�do a los asirios a Judea, (porque los hab�an llamado en su ayuda contra Israel y Siria), deseaban expulsarlos con la ayuda de los jud�os. Egipcios ( 2 Reyes 16:7.) Los asirios presionaron duramente a los jud�os, y fueron castigados justamente por su incredulidad, porque recurrieron a los hombres, y no a Dios, por ayuda; y vemos que esto le sucedi� a muchas naciones que llamaron a los turcos en su ayuda. Hasta ahora, los jud�os no se arrepintieron de su conducta y reconocieron que hab�an sido castigados con justicia, que incluso agregaron el mal al mal, como si el crimen pudiera ser eliminado por el crimen. Por este motivo est�n m�s gravemente amenazados; porque aquellos que perseveran en su maldad y se apresuran con furioso entusiasmo contra Dios, y no se dejan llevar por el camino correcto por ninguna advertencia o castigo, merecen ser castigados de manera m�s severa y severa.

FT541 La frase ???? ???? (l?ns?ch m?ss?ch?h) se ha explicado de diversas maneras. El Peshito hace que derrame libaciones, probablemente con referencia a alg�n modo antiguo de ratificar pactos, y la Septuaginta en consecuencia lo traduce ????????? ?????????, 'hiciste pactos'. Cocceius lo aplica al lanzamiento de fundido im�genes, ( ad fundendum fusile ,) De Dieu para el moldeo de dise�os o parcelas. Kimchi y Calvin derivan las palabras de la ra�z a la cubierta, y suponen que la idea aqu� expresada es la de ocultamiento. Ewald sigue a J. D. Michaelis al hacer que la frase signifique tejer una red, que concuerda bien con el contexto, y se ve favorecida por el uso similar del mismo verbo y sustantivo en Isa�as 25:7. La objeci�n de Knobel, de que esta cifra es adecuada solo para un caso de traici�n, no tiene fuerza, ya que el acto de buscar ayuda extranjera fue traicionable bajo la teocracia, y el dise�o parece haberse formado y ejecutado en secreto. (Compare Isa�as 29:15, donde la referencia puede ser a la misma transacci�n.) �- Alexander

FT542 Ver p�gina 345

FT543 La alusi�n es a la cl�usula final de Isa�as 30:5 ". - Ed

FT544 "Porque los egipcios ayudar�n en vano". - Ing. Ver.

FT545 Ver comentario sobre Isa�as, vol. 1 p. 32

FT546 � Disant qu�ils demandent d�estre flattez ;� - "Cuando dice que piden ser halagados".

FT547 ???? (n?l?z) parece denotar perversidad u oblicuidad moral en general. Se representa en una forma idiom�tica fuerte por Hitzig, ( verschmitztheit , astucia,) y Ewald, ( querwege , crossway.) - Alexander El t�rmino de Luther, ( muthwillen , desenfreno,) transmite la misma idea general. - Ed

FT548 Ver Comentario sobre el Evangelio de Juan, vol. 1 p. 223 nota 1.

FT549 � Estans pleins de vent ;� - "Estar lleno de viento".

FT550 Aqu� el Autor se aparta de su manera habitual, al omitir toda menci�n de la cl�usula final y altamente expresiva del verso. �Para ???, (g?b?h,) la versi�n en ingl�s tiene 'pit,' Lowth, 'cisterna' y la mayor�a de los otros escritores '; pero en Ezequiel 47:11, denota un "pantano" o "estanque". Ewald supone una alusi�n particular a la ruptura de la jarra de barro de un hombre pobre, una idea que hab�a sido sugerida mucho antes por Gill: "como suelen hacer los pobres, tomar fuego del hogar , y agua de un pozo en un trozo de jarra rota. '�- Alexander. Todos deben admitir que cuando uno no puede encontrar un "fragmento" adecuado para el prop�sito m�s malo, el recipiente se rompe en pedazos. - Ed

FT551 Jarchi dice que en este pasaje ???? (sh?b?h) "significa descanso y tranquilidad", y aduce como un pasaje paralelo en el que la palabra se ve com�nmente como el imperativo de ???, (sh?b,) con �l parag�gico. "Da descanso, oh Se�or, a los muchos miles de Israel". ( N�meros 10:36.) Breithaupt apoya esa interpretaci�n, y deriva la palabra de ???, (y?sh?b,) "sentarse, descansar". - Ed

FT552 Ver comentario sobre Isa�as, vol. 1 p. 29

FT553 �??? (t?r?n) es tomado como el nombre de un �rbol por Augusti (Tannenbaum, el abeto) y Rosenm�ller, (pinus, el pino,) por Gesenius y Ewald como una se�al o un poste de se�al. En los dos �nicos casos en que ocurre en otro lugar, tiene el significado espec�fico de un m�stil. La alusi�n puede ser simplemente la apariencia similar de un �rbol elevado y solitario, o la idea com�n puede ser la de un asta de bandera, que se puede encontrar en cualquier situaci�n. La palabra "Beacon", empleada aqu� por Gataker y Barnes, no es coherente ni con el uso del hebreo ni del ingl�s ". - Alexander

FT554 La �ltima cita puede parecer inexacta, ya que en la versi�n en ingl�s se ejecuta as�: "Te corregir� en medida"; pero Calvino se adhiere estrechamente al original hebreo, que emplea en ambos pasajes la palabra ???? (m?sph?t) "juicio". "- Ed

Ft555 "No llorar�s m�s". - Ing. Ver.

FT556 "Sin embargo, tus maestros no ser�n removidos". - Ing. Ver.

FT557 �Aunque se vean reducidos a las extremidades habituales en los asedios largos, aunque se vean limitados por una peque�a cantidad de 'pan y agua', y se ve obligado a sufrir muchos otros inconvenientes, pero no utilicen a mis profetas, no los hagan mal. correr a las esquinas para esconderse de la violencia de una multitud impaciente; pero al�grate de verlos entre ti y deja que sus ejemplos te alienten a resistir generosamente bajo las breves aflicciones que te sobrevendr�n. Este es el significado simple de las palabras, sin correr hacia las exposiciones caprichosas de algunos que por 'Panis Angusti�', como la Vulgata traduce ??? ?? (l?ch?m tz?r,) hacen que el profeta signifique la doctrina compendiosa del evangelio, o Cristo mismo, o la eucarist�a, y como sue�os ". - Samuel White

FT558 "La explicaci�n de Kimchi de la palabra (????, m?r?h, o m�s bien ?????, m?r?m,) como el significado de la lluvia temprana, (sentido que tiene en Joel 2:23, y quiz�s tambi�n en Salmo 84:6,) ha sido retenido solo por Calvin y Lowth. La gran mayor�a de los escritores se adhieren no solo al sentido de 'maestro', sino a la importancia plural de la forma, (????? con 2 Sing. Affix.,) Y entienden la palabra como una designaci�n o descripci�n de los profetas, con referencia particular, como algunos suponen, a su reaparici�n despu�s de un per�odo de severa persecuci�n u opresi�n ". - Alexander

FT559 "Los efodios de tus im�genes fundidas, - sotanas cortas, sin mangas, con las que los paganos adornaban sus �dolos". - Valores. Cicer�n cuenta una historia sobre Dionisio, quien encontr� en el templo de J�piter Olimpo una capa dorada de gran peso, con la cual la estatua de J�piter hab�a sido adornada por Gelo del bot�n de los cartagineses y, despu�s de hacer la ingeniosa observaci�n de que era demasiado pesado para el verano y demasiado fr�o para el invierno, se lo llev� y arroj� alrededor de la estatua un manto de lana que, seg�n dijo, se adaptaba a cada estaci�n del a�o. (Cic. De Nat. Deor. L. Iii.) - Ed

FT560 � De his ". " De ces milagros-l� ".

FT561 � Isaie parle de ceste faveur speciale .�

FT562 � Qui puras nubes, et co�li numen adorant ."

FT563 "Y la carga de la misma (o, Y la gravedad de la llama) ser� pesada". - Ing. Ver. "Y pesado la columna de llamas". - Valores. �Y la quema es pesada: porque as� deber�amos traducir ????, (m?ss??h,) en el mismo sentido que en Judas 20:40 , y en otros pasajes, desde ???, (n?s?,) 'para levantar', porque la llama y el humo ascienden naturalmente �. - Rosenm�ller

Versículo 2

2. Caminan para descender a Egipto. Ya se ha explicado la raz�n por la cual el Profeta condena esta "ca�da"; (286) pero como su culpa se vio agravada por la obstinaci�n abierta y atroz, nuevamente repite que hicieron esto sin preguntar a la boca de Dios, e incluso en el Frente a su prohibici�n.

Fortaleci�ndose con la fuerza de Fara�n. Nuevamente llama su atenci�n sobre la fuente del mal, cuando dice que se hizo con el prop�sito de adquirir fuerza, porque confiaron en las fuerzas de los egipcios. De ah� surgi� ese deseo sin ley de entrar en una liga. De esta manera, demostraron que les importaba poco el poder de Dios y que no confiaban mucho en �l; y abiertamente mostraron su incredulidad.

Se podr�a objetar que los hombres son siervos de Dios y que es legal que cualquiera haga uso de sus servicios, siempre que sea necesario. Respondo que, si bien hacemos uso de los trabajos y servicios de los hombres, debe ser de tal manera que dependa solo de Dios. Pero hab�a otra raz�n peculiar para los jud�os, porque sab�an que Dios les hab�a prohibido llamar a los egipcios para que los ayudaran y, al hacerlo, le negaron a Dios todo lo que atribu�an al Fara�n y a sus fuerzas. Por lo tanto, no es sin una buena raz�n que Isa�as contrasta al Fara�n con Dios; porque las criaturas se oponen a Dios y entran, por as� decirlo, en competencia con �l cuando se levantan contra Dios, o cuando los hombres abusan de ellas, o ponen sus corazones y confianza en ellas, o las desean m�s de lo que es legal.

Versículo 3

3. Pero para ti ser� vergonzosa la fuerza del fara�n. Ahora muestra lo que ser� el fin de los imp�os, que desprecian a Dios y su palabra, y siguen los esquemas que son m�s agradables seg�n sus propios puntos de vista. Todo lo que emprendan tender� a su ruina. Amenaza no solo con que se decepcionen de su esperanza, sino tambi�n con que buscan con gran esfuerzo, destrucci�n y ruina, de las cuales no obtendr�n nada m�s que tristeza y desgracia. Para todos los hombres malvados, debe suceder inevitablemente que, aunque por un tiempo parezcan ganarse su objeto, y aunque todo tenga �xito a su deseo, al final todo ser� ruinoso para ellos. Es la recompensa justa de su imprudencia, cuando van m�s all� de los l�mites de la palabra; pues nada que haya sido adquirido por m�todos malvados e ilegales puede ser ventajoso para cualquier persona.

A modo de admisi�n, lo llama "la fuerza del fara�n", como si hubiera dicho: "Crees que obtienes mucha protecci�n del fara�n, pero te dar� reproche y desgracia". La sombra de Egipto, con la que esperabas estar cubierta, te har� sonrojar de verg�enza. En consecuencia, ambas expresiones, "verg�enza" y "desgracia", tienen el mismo significado; y como ????, (ch?rp?h,) (287) reproche, es una expresi�n m�s fuerte que "verg�enza", luego se agrega para El prop�sito de sacar el significado m�s completamente.

Versículo 4

4. Porque sus pr�ncipes estaban en Zoan. El Profeta no solo dice que se busc� la ayuda de los egipcios, y que fueron invitados a ayudar, sino que expresa algo m�s, a saber, que los jud�os la obtuvieron con gran trabajo y gasto. Tuvieron que realizar largos y dolorosos viajes, soportar mucho trabajo y gastar grandes sumas de dinero para llegar, cargados de regalos, a las ciudades m�s distantes de Egipto, que aqu� son nombradas por el Profeta. En esta embajada fueron enviados, no personas de rango medio u ordinario, sino "pr�ncipes" y nobles; y, por lo tanto, la censura fue m�s severa, porque solicitaron servilmente una alianza con Egipto y deambularon como suplicantes por varios pa�ses. Tambi�n es apropiado tener en cuenta el contraste que ya hemos se�alado. No necesitaban ir muy lejos para buscar a Dios; no necesitaban soportar mucho trabajo o gastar grandes sumas de dinero para llamarlo. Los invit� por su promesa, "Este es mi descanso", y les asegur� que en ese lugar no lo llamar�an en vano. (Salmo 132:14; Isa�as 28:12.) Pero esas personas miserables despreciaban a Dios, y prefirieron atormentarse y correr hasta los confines del mundo, en lugar de recibir la ayuda que les fue ofrecido.

Versículo 5

5. Todos se avergonzar�n. �l confirma la declaraci�n anterior; porque era muy dif�cil convencer a los hombres imp�os de que todo lo que emprendieran sin la palabra de Dios ser�a ruinoso para ellos. Para castigarlos m�s severamente, Dios a veces les otorga prosperidad, para que puedan ser cada vez m�s enga�ados, y puedan arrojarse de cabeza; porque por el justo juicio de Dios se produce que Satan�s los atrae con estos atractivos y los empuja a sus redes. Sin embargo, el resultado final es que no solo se les priva de la asistencia que esperaban, sino que tambi�n se les castiga severamente tanto por su presunci�n como por su incredulidad.

De un pueblo que no los beneficiar�. Amenaza no solo con que los egipcios demuestren ser falsos, ya que los hombres malvados a menudo abandonan la necesidad extrema, o incluso arruinan traidoramente, a aquellos a quienes han alimentado con promesas vac�as, sino que a pesar de que se esfuerzan al m�ximo para cumplir las promesas que ellos hacen. han hecho, a�n ser�n in�tiles. Cualquiera que sea la seriedad con la que los hombres se esfuerzan por ayudarnos, sin embargo, como los eventos est�n en la mano de Dios, no se "beneficiar�n" sin su bendici�n. Cuando el Profeta habl�, era dif�cil de creer que una naci�n tan poderosa no pudiera brindar ayuda; pero siempre debemos sostenerlo como un principio completamente establecido, que toda la ventaja que nos deslumbra en el mundo se desvanecer�, excepto en la medida en que Dios sea amable y amable, y asegure nuestra ventaja.

Versículo 6

6. La carga de las bestias del sur. Despu�s de haber hablado en voz alta en contra de las consultas de los jud�os sobre pedir ayuda a los egipcios, ridiculiza el enorme costo y los prodigiosos inconvenientes que sufrieron por ese motivo; porque a un precio tan alto compraron su destrucci�n; y �l amenaza la misma maldici�n que antes, porque infelizmente actuaron en oposici�n a la palabra de Dios. Menciona "el sur", porque viajaron a trav�s de una regi�n del sur, Egipto est� situado al "sur" de Judea. Por lo tanto, los llama "bestias de carga" a causa del viaje, y se dirige a ellos para despreciar a los hombres, porque fue en vano hablarles, y estaban sordos a todas las exhortaciones. En consecuencia, amenaza con que el efecto de esta predicci�n llegue a las mismas "bestias de carga", aunque los hombres no lo entienden.

En la tierra de problemas y angustia. Habiendo ignorado orgullosamente las amenazas, el Profeta se dirige a los caballos y camellos; y declara que, aunque carecen de raz�n, percibir�n que Dios no ha hablado en vano, y que, aunque la gente imaginaba que hab�a una prosperidad ininterrumpida en Egipto, ser�a una tierra de angustia y aflicci�n incluso para los animales brutos El viaje fue laborioso y dif�cil y, sin embargo, se encogieron sin esfuerzo para satisfacer su loco deseo; y a tal punto de locura fue llevado su ardor, que no se desanimaron por el tedio del viaje.

El joven le�n y el le�n fuerte. Adem�s de los inconvenientes ya mencionados, Isa�as amenaza la venganza especial de Dios, que se encontrar�n con "leones" y bestias de presa. No hab�a nada nuevo o poco com�n en esto para las personas que viajaban de Judea a Egipto; pero aqu� amenaza algo extraordinario y m�s peligroso. Adem�s de los inconvenientes y trabajos, y las sumas de dinero que gastar�n, Dios tambi�n enviar� sucesos desastrosos, y al final ser�n arruinados miserablemente.

Esta doctrina deber�a aplicarse a nosotros, que somos acusados ??de una falla extremadamente similar; porque en los peligros volamos hacia remedios ilegales y pensamos que nos beneficiar�n, aunque Dios los desaprueba. Por lo tanto, debemos experimentar el mismo resultado y caer en los mismos peligros, si no restringimos nuestra incredulidad y maldad por la palabra de Dios. Tambi�n deber�amos observar y protegernos de esa locura que nos apresura a no desperdiciar ning�n gasto y a encogernos sin esfuerzo, mientras obedecemos con excesivo ardor nuestro necio deseo. Tuvimos abundante experiencia de esto en Popery, cuando nos mantuvieron cautivos, corriendo en todas direcciones y cans�ndonos con largas y dif�ciles peregrinaciones a varios santos; Sin embargo, consideramos que las mayores molestias posibles son ligeras y triviales. Pero ahora, cuando se nos ordena obedecer a Dios y soportar "el yugo ligero" de Cristo ( Mateo 11:30), descubrimos que no podemos soportarlo.

Versículo 7

7. Seguramente los egipcios son vanidosos. (288) Este vers�culo contiene la explicaci�n de la declaraci�n anterior; porque �l repite y amenaza lo mismo, que los egipcios, despu�s de haber agotado a los jud�os por diversas molestias y por gastos prodigiosos, no les ser�n de ninguna utilidad. "La fuerza de Egipto" no les har� ning�n bien, a pesar de que �l sea sincero en ayudarlos, y emplear� todas sus fuerzas. As� se desilusionar�n los jud�os de su esperanza y se enga�ar�n a s� mismos para su gran disgusto. La part�cula ? (?) significa aqu�, ya sea para o seguramente, como la he traducido.

Por eso le he llorado. Ahora muestra que los jud�os no tienen excusa para huir con tanta prisa a Egipto, y que son voluntariamente tontos e indignos de cualquier perd�n, porque no se arrepienten cuando son advertidos. Cuando dice que "llor�" a Jerusal�n, considero que esto se refiere al mismo Dios, quien se queja de que sus advertencias e instrucciones distintas no produjeron ning�n efecto, y que su exhortaci�n a que se quedaran quietos no carec�a de fundamento, sino que ten�a la intenci�n de enfrenta los problemas y las calamidades que previ�. �De d�nde vino esa inquietud, pero porque se negaron a creer las palabras del Se�or? En una palabra, muestra que es la mera obstinaci�n lo que los impulsa a huir a Egipto; porque "sentados quietos" podr�an proporcionar su seguridad.

Por la palabra "llorar" quiere decir que no solo los advirti� con palabras, sino que tambi�n los reprendi�; y esto hace evidente que su obstinaci�n y rebeli�n fueron mayores. �Sentarse quieto� significa aqu� �quedarse y quedarse en casa�, aunque luego mostrar� ( Isa�as 30:15) que deben tener disposiciones pac�ficas. La causa de su alarma y sus apasionados esfuerzos fue que estaban aterrorizados y golpeados con consternaci�n, y no pensaban que la protecci�n de Dios era suficiente, si no ten�an tambi�n a los egipcios de su lado. Por lo tanto, aquellos que no le dan suficiente honor a Dios tienen sus corazones agitados por la incredulidad, para que tiemblen y nunca encuentren la paz.

Versículo 8

8. Ahora ve y escribe esta visi�n en una tableta. Despu�s de haber condenado a los jud�os por incredulidad manifiesta, quiere decir que debe ser atestiguado y sellado por registros permanentes, que la posteridad pueda saber cu�n obstinada y rebelde era esa naci�n, y cu�n justamente el Se�or los castig�. Hemos dicho que era costumbre con los profetas redactar un resumen de sus discursos y adjuntarlo a las puertas del templo, y que, despu�s de haber dejado tiempo completo para que todos lo vieran y leyeran, los ministros lo tomaron, y lo conserv� entre los registros del templo; y as� el libro de los profetas fue recogido y compilado. (289) Pero cuando cualquier predicci�n era notable y particularmente digna de ser recordada, entonces el Se�or orden� que se escribiera en caracteres m�s grandes, para que la gente pudiera ser inducido a leerlo y examinarlo m�s atentamente. ( Isa�as 8:1; Habacuc 2:2.) El Se�or ahora ordena que esto se haga, para dar a entender que esto no es un asunto ordinario, que todo debe escribirse cuidadosamente, y merec�a la mayor atenci�n, y que no solo deb�a leerse, sino grabarse en el recuerdo de los hombres de tal manera que ning�n lapso de tiempo pueda borrarlo.

Sin embargo, no puede haber ninguna duda de que Isa�as, por esta predicci�n, atrajo sobre s� el intenso odio de todos los rangos, porque ten�a la intenci�n de exponerlos y defenderlos para que los aborrecieran, no solo entre los hombres de su misma edad, sino tambi�n entre la posteridad. No hay nada que a los hombres les moleste m�s que que sus cr�menes se den a conocer p�blicamente y se fijen en el recuerdo de los hombres; lo consideran ignominioso y vergonzoso, y lo aborrecen por encima de todas las cosas. Pero el Profeta debe obedecer a Dios, aunque debe convertirse en el objeto del odio de los hombres, y aunque su vida debe estar en peligro inminente. Aqu� debemos observar su firmeza en no temer nada, para que pueda obedecer a Dios y cumplir su llamado. Despreciaba el odio, la aversi�n, las conmociones, las amenazas, las falsas alarmas y los peligros inmediatos, para poder cumplir con valent�a y sin temor los deberes de su cargo. Al copiar su ejemplo, debemos hacer esto, si deseamos escuchar y seguir a Dios que nos llama.

Antes que ellos. ??? (?tt?m) es traducido por algunos, "con ellos", pero es mejor traducirlo "delante de ellos" o "a la vista de ellos"; porque era apropiado que �l irritara abiertamente a los jud�os, a quienes present� esta predicci�n escrita "en una tableta". Por lo tanto, debemos inferir que los hombres malvados, aunque no pueden soportar la reprensi�n y est�n llenos de ira, deben, sin embargo, ser reprendidos de manera aguda y abierta; y que las amenazas y las reprensiones, aunque no les sean de ninguna ventaja, servir�n de ejemplo a los dem�s, cuando esos hombres sean estampados con una infamia perpetua. En ellos se cumplir� lo que est� escrito en otra parte,

"El pecado de Jud� est� escrito con una pluma de hierro y con la punta de un diamante grabado en sus corazones". (Jeremias 17:1.)

No deben pensar que han escapado, cuando han despreciado a los profetas y han cerrado sus o�dos contra ellos; porque su maldad se manifestar� a los hombres y a los �ngeles. Pero como nunca se arrepienten voluntariamente o se averg�enzan de sus cr�menes, Dios ordena que se prepare un registro de su verg�enza, que se pueda poner continuamente ante los ojos de los hombres. Como las victorias y las acciones ilustres se grabaron com�nmente en tablas de bronce, Dios ordena que la desgracia que los jud�os trajeron sobre s� mismos por sus transgresiones se inscriba en tablas p�blicas.

Que puede ser hasta el �ltimo d�a. Era muy extraordinario, como se�al� un poco antes, que el Profeta fue acusado por un mandato solemne de pronunciar infamia sobre sus compatriotas. Por esta raz�n, agrega "hasta el �ltimo d�a", ya sea para que puedan ser aborrecidos por una sucesi�n ininterrumpida de edades, o porque, a la aparici�n del juez, los cr�menes de los imp�os se dejar�n totalmente abiertos cuando �l "Ascender� a su tribunal, y los libros ser�n abiertos". porque esas cosas que antes estaban escondidas y envueltas en la oscuridad ser�n reveladas. ( Daniel 7:10.)

Aqu� debe observarse cuidadosamente, que las profec�as no fueron escritas simplemente para los hombres de una sola edad, sino que sus hijos y toda la posteridad deber�an ser instruidos por ellos, para que sepan que no deben imitar a sus padres.

�No endurezcas tus corazones como lo hicieron tus padres�. (Salmo 95:8.)

Lo que Pablo afirma sobre toda la Escritura es aplicable a la profec�a, que

"Es rentable para advertencia, para consolaci�n y para instrucci�n" ( 2 Timoteo 3:16;)

y esto es apropiado y necesario en todas las edades. Por lo tanto, debemos rechazar las fantas�as de los fan�ticos y los hombres malvados, que dicen que esta doctrina se adapt� a esos tiempos, pero afirman que no se adapta a nuestros tiempos. Lejos de tales blasfemias de los o�dos de los piadosos; porque, cuando muri� Isa�as, su doctrina debe florecer y dar fruto.

Versículo 9

9. Porque este es un pueblo rebelde. La palabra para o porque apunta a la explicaci�n de lo que ya se ha dicho; porque el Profeta explica lo que el Se�or tiene la intenci�n de declarar a la posteridad, a saber, que la perversidad de esta naci�n es desesperada, porque no pueden someterse a ser restringidos por ninguna doctrina. Que la denominaci�n honorable de la "gente" hiri� a los corazones tanto de los rangos ordinarios como de los nobles, puede inferirse de su fuerte alarde; porque se jactaban de ser la simiente santa y elegida de Abraham; como si la adopci�n de Dios hubiera sido un velo para cubrir los cr�menes m�s graves. Pero Dios ordena que, sin embargo, sus cr�menes salgan a la luz y se proclamen abiertamente.

Quienes se niegan a escuchar la ley de Jehov�. Al acusarlos de esto, se�ala la fuente de todos los males, a saber, el desprecio de la palabra, que descubre su maldad y su desprecio de Dios mismo; porque es ocioso pretender que adoran a Dios, cuando son desobedientes a su palabra. Asimismo, Isa�as agrava su culpa al decir que rechazan el remedio que la doctrina ofrece para curar sus enfermedades. Por esta raz�n, los llama no solo "rebeldes" e indomables o abandonados, sino mentirosos o personas traicioneras; porque los que se niegan a obedecer la palabra de Dios, se rebelan abiertamente de �l, como si no pudieran soportar su autoridad; y al mismo tiempo, muestran que est�n entregados a la vanidad y a las ilusiones de Satan�s, de modo que no se complacen en la sinceridad.

Versículo 10

10. Quien dice a los videntes: No vean. Ahora describe m�s claramente y muestra, por as� decirlo, a la vida, el desprecio de Dios y la obstinaci�n que mencion� anteriormente; porque los hombres malvados no solo se burlan de la doctrina, sino que la expulsan furiosamente, e incluso desear�an que fuera completamente aplastada y enterrada. Esto es lo que Isa�as pretend�a expresar. No solo apartan sus o�dos, ojos y todos sus sentidos de la doctrina, sino que incluso desear�an que fuera destruida y quitada del camino; porque la maldad es invariablemente atendida por la ira que los llevar�a a desear la destrucci�n de lo que no pueden soportar. El poder y la eficacia de la palabra hiere y los enfurece hasta tal punto, que dan rienda suelta a su ferocidad y crueldad como bestias salvajes y salvajes. Con gusto escapar�an, pero lo quieran o no, est�n obligados a escuchar a Dios hablando y a temblar ante su majestad. A esta amargura le sigue el odio a los profetas, las trampas, las alarmas, las persecuciones, el destierro, las torturas y las muertes, por las cuales piensan que pueden anular y erradicar tanto la doctrina como a los maestros; porque los hombres est�n m�s deseosos de tener sue�os y cuentos fabulosos que contarles fielmente.

No vean, no nos profeticen cosas correctas. El Profeta no relata las palabras de los hombres malvados, como si usaran abiertamente estas palabras, pero describe el estado del hecho y sus disposiciones reales; porque no ten�a que ver con hombres que eran tan tontos como para descubrir intencionalmente su maldad. Eran hip�critas singularmente astutos, que se jactaban de adorar a Dios, y se quejaban de que los profetas les reprochaban injustamente. Isa�as arranca la m�scara con la que se ocultaron y descubre lo que son, porque se negaron a dar lugar a la verdad; �De d�nde vinieron los murmullos contra los profetas, sino porque no pod�an soportar o�r a Dios hablar?

Los profetas fueron llamados videntes, porque el Se�or les revel� lo que luego se dar�a a conocer a los dem�s. Estaban estacionados, por as� decirlo, en un lugar elevado, para que pudieran contemplar desde lo alto, y como "desde una torre de vigilancia" ( Habacuc 2:1), los eventos pr�speros o adversos que fueron que se acerca. La gente deseaba que no se les dijera nada de naturaleza adversa; y, por lo tanto, odiaban a los profetas, porque, si bien censuraban y reprobaban severamente los vicios del pueblo, al mismo tiempo eran testigos del juicio inminente de Dios. Tal es la importancia de esas palabras, "No veas, no profetices cosas correctas". No es que hablaran de esta manera, como ya lo dijimos, sino porque tal era el estado de sus sentimientos, y porque deseaban que los profetas hablaran con suavidad y no pudieran soportar pacientemente la agudeza de sus reproches. Ninguno de ellos era tan descarado como para decir que deseaba ser enga�ado y que aborrec�a la verdad; porque declararon que lo buscaban con el mayor entusiasmo, como todos nuestros adversarios se jactan de hacer en la actualidad; pero negaron que lo que les dijeron Isa�as y los otros profetas era la palabra de Dios. De la misma manera, le dijeron a Jerem�as que era "mentiroso" (Jeremias 43:2) y lo amenazaron con m�s insolencia.

"No profetizar�s en el nombre del Se�or, para que no mueras por nuestra mano. ( Jeremias 11:21.)

Para ellos la verdad era intolerable; y cuando se apartaron de ella, no pudieron encontrar nada m�s que falsedad, y por eso decidieron voluntariamente ser enga�ados y que se les dijera la falsedad.

H�blanos cosas suaves. Cuando dice que desean "cosas suaves", (290) se�ala la fuente misma; porque estaban listos para recibir aduladores con aplausos sin l�mites, y de buena gana habr�an permitido que les hicieran cosquillas en el nombre de Dios. Y esta es la raz�n por la cual el mundo no solo puede dejarse llevar por los delirios, sino que los desea con fervor; porque casi todos desean que sus vicios sean tratados con paciencia y aliento. Pero es imposible que los siervos de Dios, cuando se esfuerzan fielmente por cumplir con su deber, sean acusados ??de ser severos reprobadores; y de ah� se deduce que es una evasi�n ociosa e infantil, cuando los hombres malvados fingen que voluntariamente ser�an disc�pulos de Dios, siempre que no fuera riguroso. Es como si hubieran negociado que, por su bien, deber�a cambiar su naturaleza y negarse a s� mismo; como tambi�n dice Miqueas, que los profetas no eran aceptables para los jud�os, sino que "profetizaban del vino y las bebidas fuertes". ( Miqueas 2:11.)

Versículo 11

11. Apartarse del camino. La cantidad de lo que se declara es que cuando los profetas son apartados, el Se�or tambi�n es rechazado y apartado, y no se le tiene en cuenta. Los hombres malvados fingen lo contrario, porque les da verg�enza reconocer tan grande maldad. Pero no ganan nada con eso; porque Dios desea que lo escuchemos por medio de aquellos a quienes les dio �rdenes de declararnos su voluntad y administrar la doctrina de la palabra. Por lo tanto, si es nuestro deber escuchar a Dios, si estamos obligados a rendirle un homenaje, debemos mostrarlo abrazando su palabra, tal como est� contenida en los escritos de los profetas y evangelistas. Esto debe observarse cuidadosamente en la recomendaci�n de la palabra; porque los que lo dejaron de lado act�an como si negaran que �l es Dios.

Porque el Santo de Israel se vaya. Aqu� �l nuevamente se�ala la causa de tan grande maldad, que duplica su culpa; a saber, que Dios no perdona ni adula sus vicios, sino que act�a como un m�dico bueno y h�bil. Los hombres desean sentirse halagados, y no pueden soportar pacientemente que Dios los amenace. De ah� que los hombres odien y rechacen la palabra. De ah� procede el furioso ataque contra los profetas, cuyas reprensiones y amenazas no pueden soportar; porque no hay raz�n para que los hombres se rebelen del gobierno de Dios, sino porque se deleitan en lo que est� mal y torcido, y aborrecen el camino correcto. Apropiadamente, por lo tanto, el Profeta une estas dos cosas, aversi�n a la doctrina celestial y odio a la rectitud.

Versículo 12

12. Porque has despreciado esta palabra. Luego declara el castigo de la impiedad, amenazando que no pasar�n sin castigo por negarse a escuchar a Dios hablando; y expresa su desprecio m�s fuertemente por la palabra "desd�n". �l lo llama "esta palabra", haciendo uso de lo demostrativo; porque los hombres voluntariamente inventar�an alguna palabra adaptada a su estilo de vida, pero se negar�an a escuchar a Dios cuando habla.

Y confi� en la violencia y la maldad. La gentil invitaci�n de Dios, y su exhortaci�n a descansar en silencio, se contrastan aqu� con sus b�squedas desordenadas. La palabra hebrea ??? (gn?sh?k) denota "robo" y "apoderarse de la propiedad que pertenece a otro". Otros lo convierten en "riqueza mal obtenida". Quienes lo expresan como "calumnia" no expresan suficientemente el significado del Profeta. Por mi parte, no lo veo como una referencia a las riquezas obtenidas por m�todos ilegales, sino m�s bien a esa rebeld�a en la que esa naci�n se entreg� insolentemente.

La palabra "maldad", (291) que se agrega, no debe limitarse a las decisiones de los tribunales de justicia; porque, en mi opini�n, tiene un significado m�s extenso; y con estas dos palabras ten�a la intenci�n de expresar la presunci�n de los hombres malvados, mediante los cuales se levantaron feroz y sin piedad contra Dios, porque siempre se atrevieron a seguir sus propios deseos sin ley y hacer lo que estaba prohibido. Y a medida que los poetas fingen que los gigantes hicieron la guerra con Dios, (292) esos hombres resistieron las amenazas de Dios y pensaron que vencer�an r�pidamente su poder con sus ferocidad y presunci�n.

Versículo 13

13. Por lo tanto, tu iniquidad ser� como la ca�da de una brecha. Esto es una amenaza de castigo, e Isa�as lo expresa con una met�fora muy apropiada. Compara a los hombres malvados con un muro que est� rasgado o que sobresale. Como la "hinchaz�n" de un muro amenaza su ruina, porque no puede sostenerse a menos que todas las partes se adhieran estrechamente entre s�, por lo que la arrogancia y la insolencia de los hombres malvados son una se�al y una prueba muy segura de su ruina inminente. ; porque cuanto m�s se hinchan y se hinchan sin ning�n valor s�lido, (293) m�s f�cilmente se arrojan de cabeza, y es imposible para ellos no caer r�pidamente por su propio peso. "Lev�ntate", dice �l, "y act�a insolentemente contra Dios; r�pidamente sofocar� su presunci�n e insolencia, porque no es m�s que una hinchaz�n vac�a ". Por lo tanto, aprendemos que nada es mejor para nosotros que someternos completamente a Dios y mantenernos a cargo de todos nuestros sentidos, para permanecer encadenados y atados por su autoridad; porque los que se cr�an sacudi�ndose de toda humildad, se destruyen recogiendo mucho viento. Durante un tiempo, de hecho, el Se�or permite que los hombres malvados se hinchen y pronuncien sus grandes palabras, para que al final, con su "hinchaz�n" y jactancia ociosa, puedan traer sobre s� ruina y destrucci�n.

Versículo 14

14. Y su ruptura ser�. Cuando un muro ha ca�do, todav�a quedan algunas huellas de la ruina, y sus piedras se pueden aplicar para usar, y en cierta medida el muro incluso se puede reconstruir. Pero aqu� el Profeta amenaza con que aquellos que est�n hinchados de obstinaci�n contra Dios perecer�n de tal manera que no puedan ser restaurados, y todo lo que quede de ellos ser� completamente in�til. En consecuencia, emplea la met�fora del recipiente de un alfarero, cuyos fragmentos rotos no pueden repararse ni ensamblarse. Estas amenazas deben causar una profunda impresi�n en nosotros, para que podamos abrazar con reverencia la palabra de Dios, cuando nos enteramos de que los castigos tan severos est�n preparados para aquellos que lo desprecian; porque el Profeta amenaza con que sean completamente destruidos y arruinados, y les quita toda esperanza de ser restaurados. Tampoco la amenaza es infundada; porque vemos c�mo los que desprecian a Dios, cuando han sido derribados dos y tres veces, todav�a no dejan de levantar sus crestas; porque nada es m�s dif�cil que erradicar la falsa confianza de sus corazones. (294)

Versículo 15

15. Porque as� dice el Se�or. Aqu� describe un tipo de desprecio de Dios; porque cuando las advertencias se dirigen a los hip�critas en t�rminos generales, com�nmente producen poco efecto. Adem�s de la doctrina general, por lo tanto, los profetas especifican casos particulares, que se adaptan especialmente a la conducta de aquellos con quienes tienen que hacer, para siempre apuntar a un objeto definido. Es posible que hayan discutido e instado: "�Por qu� nos acusan de tanta impiedad, como si rechaz�ramos la palabra del Se�or?" Por lo tanto, presenta esta clase, para golpear sus conciencias y acortar su sofister�a ociosa. ��No fue la palabra del Se�or, en esperanza y silencio ser� tu fortaleza? �Por qu� no confiaste en Dios? �Por qu� despertaste una conmoci�n? Por lo tanto, el Profeta los considera culpables, de modo que no pueden criticar sin la m�s descarada imprudencia o, si lo hacen, no obtendr�n ninguna ventaja.

El santo de Israel. �l hace uso de esta denominaci�n, para reprocharles m�s su ingratitud, para que sepan cu�n gran protecci�n habr�an encontrado en Dios: porque Dios deseaba ser su protector y guardi�n. Cuando lo abandonaron, su desconfianza se los llev� para solicitar la ayuda de los egipcios, lo cual fue una maldad muy grande e intolerable. Este t�tulo contiene una amarga queja de que impidieron que Dios entrara cuando se acerc� a ellos.

En reposo y tranquilidad estar�s a salvo. Algunos traducen ???? (sh?b?h) "arrepentimiento". Otros lo hacen "descansar", (295) y estoy m�s dispuesto a adoptar esa representaci�n; porque creo que el Profeta ten�a la intenci�n frecuente de impresionar a la gente, que el Se�or exige m�s de ellos que confiar plenamente en �l. Tampoco es innecesaria la repetici�n del enunciado por dos palabras; porque ten�a la intenci�n expresa de reunir las palabras "descanso y tranquilidad", para reprobar a la gente con mayor dureza por su desconfianza e incredulidad.

Este vers�culo consta de dos cl�usulas, un comando y una promesa. �l ordena a la gente que tenga una disposici�n tranquila, y luego promete que su salvaci�n ser� segura. La gente no cree esta promesa y, en consecuencia, no obedecen la orden; porque �c�mo rendir�an obediencia a Dios, a quien no creen, y en cuyas promesas no conf�an? No debemos preguntarnos, por lo tanto, que no disfrutan de la paz y el descanso; porque estos no pueden existir sin fe, y la fe no puede existir sin las promesas, y tan pronto como las promesas se han aceptado, las almas que estaban inquietas e inquietas se calman. As�, la incredulidad sola produce esa inquietud; y, por lo tanto, el Profeta lo reprende con justicia y demuestra que es la fuente de todo el mal.

Aunque nuestra condici�n no sea completamente la misma que la de los jud�os, Dios nos ordena que esperemos su ayuda con disposiciones tranquilas, que no murmuremos, que no nos preocupemos, que nos confundamos, que desconfiemos de sus promesas. Esta doctrina debe pertenecer igualmente a todos los creyentes; porque todo el objeto de los artilugios de Satan�s es angustiarlos y echarlos de su condici�n. De la misma manera, Mois�s se hab�a dirigido a ellos mucho antes:

�Callar�s, y el Se�or pelear� por ti�. ( �xodo 14:14.)

No es que �l deseara que durmieran o que estuvieran ociosos, sino que les orden� tener esta paz en sus corazones. Si lo tenemos, sentiremos que nos brinda suficiente protecci�n; y si no, seremos castigados por nuestra ligereza y precipitaci�n.

Versículo 16

16. Huiremos a caballo; por eso huir�s. �l muestra c�mo se negaron a esperar con calma la salvaci�n del Se�or; porque prefirieron "huir" a los egipcios. Esta es una instancia muy hermosa de (????????????) arrojando una expresi�n, por la cual hace que sus palabras, tan llenas de confianza, retrocedan sobre s� mismas. En la primera de estas cl�usulas, "huir" significa "escapar", y en la segunda significa "tomar vuelo". Los jud�os dijeron que ser�a mejor para ellos si adoptaran medidas oportunas para protegerse contra el peligro que estaba al alcance de la mano y, en consecuencia, que proteger�an mejor su seguridad pidiendo la ayuda de los egipcios. "Ciertamente huir�s", dice Isa�as, "no para encontrar un lugar de refugio, sino para darte la espalda y ser perseguido por caballos m�s r�pidos que el tuyo".

Ahora percibimos m�s claramente cu�l es la falla que describe Isa�as. Por la clara respuesta, No, �l muestra cu�n obstinadamente se negaron a cumplir con el consejo que les dieron los profetas, y prefirieron mantener su seguridad de otra manera. Por lo tanto, al despreciar a Dios, dieron preferencia a una apariencia de seguridad sin fundamento, que se hab�an permitido imaginar. Deber�amos, por lo tanto, apartar nuestras mentes de mirar las apariencias actuales y la asistencia externa, para que puedan estar totalmente centradas en Dios; porque es solo cuando estamos desprovistos de ayuda externa que confiamos plenamente en �l. Es l�cito para nosotros usar las cosas de este mundo para nuestra asistencia, pero abusamos de ellas por nuestra maldad al abandonar a Dios.

Tambi�n es apropiado observar cu�n infeliz es el fin de quienes conf�an m�s en las ayudas externas que en Dios; porque todo debe ser infructuoso y contrario a sus expectativas; Como vemos que estos hombres, en sus intentos por encontrar seguridad, est�n obligados a emprender un vuelo que es muy vergonzoso y del que no obtienen ninguna ventaja. Al principio hay cierta apariencia de prosperidad; pero el �nico efecto es que el cambio de condici�n hace que el resultado final sea m�s amargo y angustiante. Y, sin embargo, Isa�as no afirma que no recibir�n ayuda de Egipto, sino que les advierte que el Se�or encontrar� nuevos m�todos para frustrar esa asistencia, de modo que no puedan escapar de su mano; porque, aunque todos los hombres est�n de acuerdo, no lograr�n oponerse a Dios y a sus prop�sitos.

Versículo 17

17. Mil, como uno, huir�n a la reprensi�n de uno. Debido a que los jud�os, debido a su gran n�mero, confiaron en sus fuerzas, como suelen hacer los hombres cuando poseen alg�n poder, por lo tanto, el Profeta amenaza con que toda la protecci�n que tienen en casa no les ser� m�s �til que ayuda extranjera, porque el Se�or romper� y les quitar� el coraje, para que no puedan hacer uso de sus fuerzas. �Para qu� sirven las armas y una vasta multitud de hombres? �De qu� sirven las fortalezas y baluartes, cuando los corazones de los hombres fallan y est�n consternados? Por lo tanto, es imposible para nosotros ser fuertes y poderosos, a menos que el Se�or nos fortalezca y sostenga por su Esp�ritu. Esta declaraci�n ocurre con frecuencia en la ley, que cuando deb�an rebelarse de Dios, un n�mero muy peque�o de ellos ser�a puesto en fuga por un n�mero muy peque�o de enemigos. Pero existe esta diferencia entre la ley y los profetas, que los profetas aplican a un tema particular lo que Mois�s anunci� en t�rminos generales, como hemos explicado anteriormente. (296)

Aqu� se deben hacer dos observaciones. Primero, tendremos tanto coraje como el Se�or nos dar�; porque inmediatamente nos desanimamos si no nos apoya con su poder. En segundo lugar, es el resultado de la venganza justa de Dios, que los hombres nos aterroricen, cuando �l no pudo prevalecer sobre nosotros para temerle; que, cuando hemos despreciado la palabra y las advertencias de Dios, nos atemorizamos ante las palabras y las amenazas de los hombres. Pero tambi�n debemos agregar, en tercer lugar, que Dios no necesita grandes preparativos para castigarnos; porque si levanta un dedo contra nosotros, estamos deshechos. Un ej�rcito peque�o y d�bil ser� suficiente para destruirnos, aunque estemos bien preparados y tengamos grandes n�meros de nuestro lado. Luego, amenaza con que estas calamidades no tendr�n fin hasta que se hayan reducido al �ltimo extremo, y hasta, en medio de la espantosa desolaci�n de la tierra, pero queden pocas muestras de la compasi�n de Dios.

Como el m�stil de un barco en la cima de una monta�a. Esto puede explicarse de dos maneras. Algunos consideran que la met�fora ha sido tomada de los �rboles que han sido cortados; porque, cuando se tala un bosque, se dejan �rboles altos que pueden ser �tiles para construir barcos. Pero ??, (h?r,) "una monta�a", probablemente denota tambi�n una roca o promontorio, contra el cual los barcos se estrellan, y a los que se adhieren, y sobre los cuales un "m�stil", el emblema de naufragio, se ve despu�s. (297)

Como una pancarta en una colina. Ahora se agrega otra met�fora, tomada de trofeos erigidos para conmemorar la derrota de los enemigos. En resumen, el Profeta declara que ser�n tan pocos que todo lo que quede ser� una indicaci�n de una gran ruina. Como si hubiera dicho: �Esta gran multitud que ahora tienes deslumbra tus ojos; pero habr� tal ruina y disminuci�n que ya no tendr�s la cara de un pueblo ". Por lo tanto, se nos recuerda cu�n humilde y modestamente debemos conducirnos, a pesar de que tenemos una gran riqueza y numerosas fuerzas; porque si nuestra mente se hincha, Dios derribar� r�pidamente nuestro orgullo y nos har� m�s d�biles y cobardes que las mujeres y los ni�os, de modo que no podamos soportar la vista ni siquiera de un solo enemigo, y toda nuestra fuerza deber� derretirse como la nieve.

Versículo 18

18. Por lo tanto, Jehov� esperar�. El Profeta ahora agrega consuelo; porque hasta ahora amenazaba hasta tal punto que casi todos los piadosos podr�an caer en la desesperaci�n. Por lo tanto, ten�a la intenci�n de calmar sus mentes y alentarlos a esperar cosas mejores, para que pudieran abrazar la misericordia de Dios en medio de esas miserias, y as� alimentar sus almas con su palabra. Contrasta esta "espera" con la prisa excesiva contra la cual habl� en voz alta al comienzo del cap�tulo, donde reproch� a la gente por la prisa ruidosa y los conden� por incredulidad; pero ahora, por el contrario, les reprocha diciendo que el Se�or no rendir� por lo mismo como consecuencia del desprecio con el que lo han tratado, y no se apresurar� de esa manera a castigarlos. Otros lo explican: "�l te ordena que esperes" o "te har� esperar". Pero el significado que he presentado me parece m�s apropiado.

Porque Jehov� es un Dios de juicio. Para hacer la declaraci�n anterior m�s clara, debemos establecer este principio, que Dios ejerce moderaci�n al infligir castigo, porque est� inclinado a la misericordia. Esto es lo que quiere decir con la palabra "juicio"; porque denota no solo el castigo, sino tambi�n la moderaci�n que se ejerce en la disciplina. De la misma manera, Jerem�as dice:

"Cast�game, oh Se�or, pero en juicio, no en tu ira, para que no me mates �. ( Jeremias 10:24.)

Y de nuevo, no te consumir�, sino que te castigar� en juicio. (298) (Jeremias 30:11.) "Juicio" se contrasta as� con la severidad, cuando el Se�or observa un l�mite en castigar a los creyentes, que no puede arruinar a aquellos cuya salvaci�n siempre promueve; y, en consecuencia, como dice Habacuc, "en medio de la ira recuerda su misericordia". ( Habacuc 3:2.) No es como nosotros, por lo tanto; �l no act�a con bullicio o apuro, de lo contrario en todo momento debemos perecer, pero �l espera con calma. Tampoco es una ligera confirmaci�n de esto cuando agrega, que Dios da una prueba de su gloria al perdonar a su pueblo.

Y por lo tanto ser� exaltado, para que �l sea amable contigo. Otros traducen las palabras, "hasta que sea amable contigo"; pero creo que la traducci�n anterior es m�s apropiada, y concuerda mejor con el significado de la part�cula ? (lamed.) El Se�or parece estar quieto o dormido, siempre que permita que su Iglesia ser asaltado por los ultrajes de los hombres malvados; y el lenguaje habitual de las Escrituras es decir que se sienta o miente desempleado cuando no defiende a su Iglesia. Se podr�a pensar que se qued� quieto cuando dio riendas sueltas a los caldeos para oprimir a los jud�os; y, por lo tanto, el Profeta dice que el Se�or se levantar� y ascender� a su tribunal. �Por qu�? "Para que �l sea amable contigo".

Bienaventurados todos los que lo esperan. Esta es una inferencia de la declaraci�n anterior, en la que llam� a Jehov� "un Dios de juicio". Mientras se refrena a s� mismo, extrae de �l una exhortaci�n a la paciencia y "espera", y hace uso de una parte del mismo verbo, "espera", que hab�a usado anteriormente. Eran acusados ??de desconfianza y estaban angustiados por la extra�a inquietud y la inquietud mental; porque fueron hostigados por su incredulidad, de modo que no pod�an "esperar" a Dios con calma. Para curar este vicio, les ordena que "esperen", es decir, que tengan esperanza. Ahora, la esperanza no es m�s que la firmeza de la fe, es decir, cuando esperamos con calma hasta que el Se�or cumpla lo que ha prometido. Cuando dice que los que "esperar�n" pacientemente por �l ser�n "bendecidos", declara, por otro lado, que aquellos que se dejan llevar r�pidamente por la impaciencia y no se arrepienten de sus cr�menes y su maldad, son miserables y miserables, y al final perecer�n; porque sin esperanza en Dios no puede haber salvaci�n ni felicidad.

Versículo 19

19. Seguramente la gente de Sion morar� en Jerusal�n. Confirma la declaraci�n anterior, de que la gente realmente se ver� afectada, pero finalmente regresar� a "Si�n". Ahora, esto podr�a considerarse incre�ble despu�s de la desolaci�n de la ciudad y de todo el pa�s, ya que parec�a que toda la naci�n hab�a perecido; Sin embargo, Isa�as promete que la Iglesia ser� preservada. Comienza con el Monte "Si�n", sobre el cual se construy� el templo, y dice que a partir de entonces los hombres invocar�n al Se�or. Asimismo, agrega, "en Jerusal�n", con lo cual quiere decir que la Iglesia ser� ampliada y aumentada, y que todo lo que antes hab�a sido arrasado ser� restaurado. Sin embargo, �l insin�a que "Jerusal�n" volver� a ser populosa, porque Dios la hab�a elegido para ser su santuario.

Llorando, no llorar�s. (299) El significado es que este duelo no ser� perpetuo. La Iglesia, es decir, todos los creyentes, mientras estaban en esta condici�n miserable y angustiada, deben haber estado extremadamente tristes; pero �l dice que esas l�grimas llegar�n a su fin. Con el mismo significado es dicho por el salmista: "Los que siembran en l�grimas cosechar�n alegr�a". (Salmo 126:5.) El Se�or realmente nos permite ser afligidos con gran angustia; pero finalmente nos anima y nos da motivos para alegrarnos cuando restaura su Iglesia; porque esa es la verdadera alegr�a de los creyentes. Adem�s, como es dif�cil probar alg�n consuelo cuando la mente est� abrumada por la convicci�n de la venganza de Dios, �l mantiene un terreno de consuelo en la misericordia de Dios, porque, cuando est� apaciguado, no hay raz�n para temer esa alegr�a. y la paz no volver� de inmediato. Pero, como dice el profeta Habacuc en el pasaje ya citado, "en su ira, el Se�or recuerda la misericordia"; y nunca castiga a los creyentes con tanta severidad como para no restringir y moderar sus golpes, y poner un l�mite a sus castigos. ( Habacuc 3:2.)

A la voz de tu clamor. El Profeta se�ala la manera de obtener el perd�n, para despertar a los creyentes a orar fervientemente y suplicar con gemidos sinceros; porque si no hay arrepentimiento, si no le pedimos perd�n a Dios, somos totalmente indignos de su misericordia. Por lo tanto, si deseamos que la Iglesia se re�na y rescate de la destrucci�n mediante una especie de resurrecci�n, clamemos a Dios para escuchar nuestros suspiros y gemidos; y si no hay dolor de coraz�n que nos entusiasme a orar, no tenemos derecho a esperar ning�n alivio.

�l te responder�. Esto no significa nada m�s que dar testimonio de su amabilidad y ayuda; porque el Se�or "responde", no de palabra, sino de hecho. Sin embargo, no pensemos que �l cumplir� instant�neamente con nuestros deseos, que a menudo son apresurados e irrazonables. Indudablemente nos ayudar� cuando llegue el momento adecuado, para que sepamos que ten�a en mente nuestra salvaci�n.

Versículo 20

20. Cuando el Se�or te haya dado. Contin�a con el mismo tema y fortalece a los creyentes para que no se desmayen; porque la paciencia brota de la esperanza de un tema m�s pr�spero. Por consiguiente, los prepara para un castigo futuro duradero, porque la ira de Dios los presionar� por un tiempo; pero �l inmediatamente promete que les espera un tema alegre, cuando hayan soportado esas calamidades y angustias; porque Dios restringir� su severidad. Por lo tanto, considero que ? (vau) significa "Cu�ndo" o "Despu�s;" como si hubiera dicho: �Cuando hayas soportado esos problemas, entonces el Se�or te bendecir�; porque �l cambiar� tu condici�n para mejor ".

Tu lluvia ya no ser� contenida. (300) Algunos comentaristas consideran que la palabra ???? (m?r?h) significa "un maestro". Pero esto no est� de acuerdo con el contexto; porque, aunque el principal fruto de nuestra reconciliaci�n con Dios es tener fieles "maestros", sin embargo, dado que la multitud ignorante se vio m�s profundamente afectada por la falta de comida, Isa�as adapta su lenguaje a su ignorancia y les da un sabor de Dios bondad paternal bajo el emblema de la abundancia de alimentos.

Con las palabras "pan" y "agua", se refiere a la extrema necesidad y escasez de todas las cosas, y por eso lo llama "pan de angustia y agua de aflicci�n". (301) En lugar de esta hambruna, dice que les enviar� abundancia y abundancia. Esto es lo que quiere decir con la palabra lluvia; porque �l describe la causa en lugar del efecto, como si hubiera dicho: "La tierra dar� fruto en abundancia". Esto ten�a una referencia literal y especial a un pa�s, cuya fertilidad depend�a completamente del cielo; porque no fue regado por r�os o fuentes, sino por lluvias.

"La tierra a donde vas a poseerla", dice Mois�s, "es una tierra de colinas y valles, y bebe agua de la lluvia del cielo". ( Deuteronomio 11:11.)

�l declara que los frutos de la tierra, que el Se�or se llev� o disminuy� por la esterilidad, volver�n; porque, como consecuencia de las copiosas "lluvias", (302) habr� productos grandes y abundantes. Por lo tanto, cuando el Se�or nos castigue, consuelemos nuestros corazones con estas declaraciones y promesas.

Versículo 21

21. Entonces oir�n tus o�dos. De hecho, no fue una promesa despreciable lo que hizo de un producto abundante de los frutos de la tierra, pero el principal motivo de alegr�a y alegr�a es, cuando Dios nos restaura la doctrina pura y sana; porque ninguna escasez de trigo deber�a aterrorizarnos y alarmarnos tanto como la escasez de la palabra; y de hecho, en proporci�n a que el alma es m�s excelente que el cuerpo, tanto m�s deber�amos temer este tipo de hambruna, como tambi�n nos recuerda otro profeta. ( Am�s 8:11.) Isa�as promete esto a los jud�os como la m�s valiosa de todas las bendiciones, que ser�n alimentados con la palabra, por la falta de la que anteriormente hab�an sido muy afectados. Los falsos profetas tambi�n se jactan de la palabra, y de una manera m�s altiva y desde�osa que los maestros piadosos: desean ser considerados y declarados como los mejores gu�as; pero llevan a los hombres al error, y finalmente los sumergen en la destrucci�n. Pero la palabra que se�ala el camino correcto proviene solo de Dios, aunque ser�a de poca utilidad para nosotros, si �l tampoco prometiera que nos dar�a o�dos; porque de lo contrario hablar�a con los sordos, y no deber�amos escuchar nada m�s que un sonido confuso.

Una palabra detr�s de ti. Estas palabras deben extenderse tanto como para significar que no permitir� que lo que nos habla sea in�til, sino que mover� internamente nuestros entendimientos y corazones, para entrenarlos a la verdadera obediencia; porque por naturaleza no estamos dispuestos a aprender, y debemos ser formados por su Esp�ritu. La palabra escuchar es muy enf�tica. Compara a Dios con un maestro de escuela, que coloca a los ni�os ante sus ojos, para que pueda entrenarlos y dirigirlos de manera m�s efectiva; mediante el cual expresa el maravilloso afecto y cuidado manifestado por Dios por nosotros, quien no lo considera lo suficiente como para ir delante de nosotros, sino que tambi�n "con su mirada en nosotros nos da direcci�n". (Salmo 32:8.) Pero el Profeta declara que aquellos que siguen a Dios como su gu�a no estar�n en peligro de extraviarse.

Camina en �l. Esta es una exhortaci�n al progreso alegre, para que su viaje no se retrase, como sucede con frecuencia, por cualquier incertidumbre. Lo que agrega, sobre la mano derecha y la izquierda, podr�a considerarse absurdo; porque cuando Mois�s se�al� a la gente la forma en que deb�an caminar, al mismo tiempo les orden� "no apartarse a la derecha ni a la izquierda". ( Deuteronomio 5:32.) El camino es recto y no debemos buscar salidas de �l.

�Qu� significa entonces el Profeta? Respondo, �l usa las palabras "Derecha" e "Izquierda" en un sentido diferente; porque quiere decir con ellos todo tipo de transacciones que debemos comprometernos a realizar. Estos son varios, ya que tambi�n hay varios modos de vida; y cada persona se encuentra con dificultades de muchos tipos, y tiene la necesidad de deliberar sobre ellas. Por "mano derecha e izquierda", por lo tanto, se refiere a todas las acciones de la vida humana, sean cuales sean, para que, en todo lo que emprendemos, podamos tener a Dios como gu�a, y siempre podamos regular nuestras transacciones por su autoridad. , si debemos ir "hacia la derecha o hacia la izquierda". Y, por lo tanto, obtenemos un gran consuelo, que el Se�or favorecer� nuestras empresas y dirigir� nuestros pasos, a cualquier mano que volteemos, siempre que no nos apartemos del camino que nos se�ala.

Versículo 22

22. Entonces profanar� la cubierta. Esto demuestra que la direcci�n celestial no ser� sin efecto; porque se despedir�n de sus errores y dedicar�n sus mentes a la adoraci�n pura de Dios; y el Profeta menciona expresamente la profesi�n externa de la verdadera piedad, mediante la cual proclamar�n abiertamente que han renunciado a la idolatr�a. Porque, dado que las estatuas e im�genes son instrumentos de idolatr�a y superstici�n, los que est�n verdaderamente convertidos a Dios los detestan y aborrecen, y, en lo que respecta a su poder, los profanan mientras leemos que Jeh� lo hizo, que profan� los altares de Baal , y convirti� su templo en una alcantarilla com�n. ( 2 Reyes 10:27.) El ejemplo dado por �l y por otros de la misma clase debe ser seguido por pr�ncipes y magistrados piadosos, si desean dar una prueba genuina de su arrepentimiento; porque, aunque el arrepentimiento est� sentado en el coraz�n y tiene a Dios como testigo, sus frutos lo muestran. Isa�as ha mencionado una clase de ellos en lugar del conjunto; porque, en general, muestra que la prueba del arrepentimiento verdadero es, cuando los hombres hacen parecer que aborrecen todo lo que se opone a la adoraci�n a Dios. Cuando dice que los �dolos est�n profanados, no quiere decir que antes fueran sagrados; porque �c�mo podr�a ser algo sagrado que deshonra a Dios y contamina a los hombres por su contaminaci�n? Pero, como los hombres imaginan falsamente que poseen algo de santidad, esa es la raz�n por la que dice que son "profanados", y que deben ser despreciados y rechazados como cosas sin valor y totalmente inmundas.

La cubierta (303) de las im�genes grabadas de tu plata. Cuando habla de la "plata" y el "oro" de las im�genes grabadas, quiere decir que ninguna p�rdida o da�o impide que los creyentes aborrezcan la adoraci�n de los �dolos. Tales consideraciones impiden que muchos desechen �dolos por completo, porque ven que se pierde "oro" o "plata" u otra cosa, y prefieren mantener sus �dolos en lugar de sufrir la menor p�rdida. La codicia los mantiene en su red, de modo que est�n m�s dispuestos a pecar por su propia cuenta y contaminarse con estas abominaciones, que perder esto o aquello. Pero deber�amos preferir la adoraci�n a Dios a todo lo dem�s, poner poco valor en el oro, desechar las perlas y detestar todo lo que se considera precioso, en lugar de contaminarnos con tales cr�menes. En resumen, nada puede ser tan valioso que no deba ser despreciado y considerado in�til por nosotros, cuando se trata de competir con derrocar el reino de Satan�s y restaurar la adoraci�n a Dios. De esta manera, realmente mostramos si el amor de Dios y de la religi�n habita en nuestros corazones, cuando un sincero aborrecimiento de nuestra malvada ignorancia nos lleva a tirar todo lo que est� contaminado.

Versículo 23

23. Entonces le dar� lluvia a tu semilla. Del fruto �l nuevamente muestra cu�n deseable es convertirse a Dios; porque el fruto del arrepentimiento es que recibe a las personas convertidas en favores, y les otorga su bendici�n, de modo que no necesitan nada, sino que, por el contrario, est�n cargadas de todo tipo de bendiciones. A medida que los problemas y las angustias proceden de la ira de Dios, a quien provocamos con nuestros cr�menes, as�, cuando �l est� pacificado, todo prospera con nosotros y obtenemos todo tipo de amabilidad, como lo atestigua m�s la Ley. ( Lev�tico 26:3; Deuteronomio 28:3.) Un poco antes, �l hab�a hablado de "lluvia", de la cual se les hizo esperar un suministro abundante de alimentos; pero debido a que no hab�a observado el orden al principio con bendiciones terrenales y desvanecidas, ahora agrega a la doctrina, que es alimento espiritual, aquellas cosas que pertenecen al uso de esta vida corruptible; porque, aunque la piedad tiene la promesa de la vida presente, as� como "de lo que est� por venir" ( 1 Timoteo 4:8), antes que nada apunta al cielo. ( Mateo 6:33.)

Por lo tanto, aprendamos tambi�n que es en vano que los hombres trabajen en el cultivo de sus campos, si el Se�or no env�a lluvia del cielo. Nuestro trabajo debe ser regado por �l, y �l debe "dar el aumento"; de lo contrario no ser�n de ninguna utilidad. Sin embargo, no debemos esperar lluvia sino la bendici�n de Dios; y si recibimos abundantes productos, debemos darle la gloria. Por lo tanto, aprenda tambi�n que no necesitaremos nada, y obtendremos frutos muy abundantes de nuestro trabajo, si nos convertimos a Dios, y que es nuestra culpa que a menudo suframos pobreza y queramos, porque por nuestra maldad manejamos lejos de nosotros la bendici�n de Dios. Por lo tanto, no atribuyamos la esterilidad y el hambre a otras causas que no sean nuestra propia culpa; porque es imposible que haya una gran cantidad de hombres que sean incapaces de obtener apoyo y alimento de la tierra; pero por nuestras iniquidades y transgresiones cerramos el seno de la tierra, que de otro modo se nos abrir�a, y producir�a abundantemente frutos de toda descripci�n, para que podamos llevar una vida pr�spera y feliz.

Y tu ganado se alimentar�. Lo que ahora agrega sobre el "ganado" tiende a magnificar la gracia de Dios; porque si su bondad se desborda incluso sobre el ganado mudo, (Salmo 36:6), cu�nto m�s sobre los hombres que "cre� despu�s de su imagen". ( G�nesis 1:27.) Pero no debemos preguntarnos si las bestias brutas, que fueron creadas para el uso de los hombres, sufren hambre junto con sus amos, y que tienen una participaci�n en la concesi�n del favor cuando Dios est� reconciliado con los hombres.

Versículo 24

24. Tus bueyes tambi�n. Cuando �l promete que los bueyes y los asnos comer�n abundante y limpio proveniente, esto es una repetici�n y confirmaci�n de lo que se dijo en el vers�culo anterior. Este pasaje est� tomado de la Ley, ( Deuteronomio 28:11), y los profetas lo citan alegre y frecuentemente, para que podamos aprender a discernir en la enfermedad y muerte del ganado la indignaci�n de Dios, y desear m�s sinceramente reconciliarse con �l, para que nuestras casas se llenen de su bondad.

Versículo 25

25. Y suceder�. Cuando los profetas describen el reino de Cristo, com�nmente sacan met�foras de la vida ordinaria de los hombres; porque la verdadera felicidad de los hijos de Dios no puede describirse de ninguna otra manera que no sea exhibiendo una imagen de aquellas cosas que caen bajo nuestros sentidos corporales, y de las cuales los hombres forman sus ideas de una condici�n feliz y pr�spera. Por lo tanto, equivale a esto, que los que obedecen a Dios y se someten a Cristo como su rey ser�n bendecidos. Ahora, no debemos juzgar esta felicidad por la abundancia y muchas bendiciones externas, de las cuales los creyentes a menudo sufren escasez, y sin embargo, por eso no dejan de ser bendecidos. Pero esas expresiones son aleg�ricas, y el Profeta las acomoda a nuestra ignorancia, para que podamos saber, por medio de esas cosas que son percibidas por nuestros sentidos, esas bendiciones que tienen una excelencia tan grande y tan grande que nuestras mentes no pueden comprenderlas.

Y en cada colina alta habr� arroyos. Cuando dice que "en las monta�as" habr� "arroyos y riachuelos", da una visi�n a�n m�s sorprendente de esa abundancia y abundancia con la que el Se�or enriquecer� a su pueblo. El agua no es abundante en los picos de las monta�as, que son extremadamente secos; los valles est�n bien humedecidos y abundan en agua; pero es muy raro que el agua fluya abundantemente en las cimas de las monta�as. Sin embargo, el Se�or promete que as� ser�, aunque parezca imposible; pero por este modo de expresi�n �l predice que, bajo el reinado de Cristo, seremos felices en todos los aspectos, y que no habr� un lugar en el que no habr� un suministro abundante de bendiciones de cada descripci�n; que nada ser� tan est�ril como para no ser fruct�fero por su amabilidad, para que en todas partes podamos ser felices. Esto es lo que realmente deber�amos experimentar, si estuvi�ramos completamente bajo la autoridad de Cristo. Deber�amos ver claramente su bendici�n por todos lados, si le obedecemos sincera y honestamente; todo pasar�a a nuestro deseo; y el mundo entero y todo lo que hay en �l contribuir�a a nuestra comodidad; pero, como estamos muy lejos de rendir esa obediencia, solo tenemos un ligero sabor de esas bendiciones y las disfrutamos en la medida en que hemos avanzado en la novedad de la vida.

En el d�a de la matanza, se denota otra marca del favor divino, que Dios mantendr� a su pueblo sano y salvo contra la violencia de los enemigos; y de esta manera el Profeta da credibilidad a la predicci�n anterior; de lo contrario hubiera sido dif�cil creer que los cautivos y los exiliados disfrutar�an de tal prosperidad. Aqu� habla, por tanto, de la matanza de los imp�os; como si hubiera dicho: "El Se�or no solo te har� bien, sino que tambi�n expulsar� a tus enemigos". Generalmente se cree que el Profeta ahora habla de la derrota que le sucedi� al malvado rey Senaquerib cuando asedi� Jerusal�n. ( 2 Reyes 19:35; Isa�as 37:36.) Pero cuando lo examino m�s de cerca, estoy m�s dispuesto a ver este pasaje como una referencia a la destrucci�n de Babilonia; porque aunque una gran multitud de personas fueron asesinadas, cuando Senaquerib fue vergonzosamente puesto en fuga, a�n as� la gente no fue entregada. Esto nos recuerda que no debemos desesperarnos, aunque nuestros enemigos sean muy numerosos y tengan abundantes guarniciones, tropas y fortificaciones; porque el Se�or puede hacerlos huir f�cilmente y defender a su Iglesia. No nos asustemos de su poder o rabia, ni nos desanimemos porque somos pocos en n�mero; porque ni sus tropas, ni sus baluartes, ni su rabia e insolencia les impedir�n caer en manos de Dios.

Versículo 26

26. Y la luz de la luna ser�. El Profeta no estaba satisfecho con describir un estado ordinario de prosperidad, sin agregar algo extraordinario; porque �l dice que el Se�or ir� m�s all� del curso de la naturaleza en esta bondad y liberalidad. Nunca sucedi� que el brillo del "sol" aumentara, a menos que "el sol" se detuviera en los d�as de Josu�, para dar tiempo a perseguir a los enemigos, ( Josu� 10:12) y cuando, por el bien de Ezequ�as, el dial retrocedi�. ( 2 Reyes 20:11; Isa�as 38:8.) Pero en esta ocasi�n no se dice nada sobre esos milagros. (304) Adem�s, el Profeta no habla de prolongar el curso del "sol" sobre nuestro horizonte, sino de aumentar su brillo siete veces. �l muestra cu�l ser� la condici�n de los piadosos bajo el reinado de Cristo; porque en otros aspectos el Se�or

"Hace que su sol brille tanto en lo malo como en lo bueno". ( Mateo 5:45.)

Pero aqu� habla de la felicidad en la que los hombres imp�os no pueden participar. Hay un tipo de liberalidad que se otorga indiscriminadamente a todos, y otro tipo que es peculiar solo para los creyentes; como se dice: "Grande es la abundancia de tu bondad que has guardado para los que te temen". (Salmo 31:19.) Isa�as habla de este favor especial, (305) y, para describirlo, toma prestadas met�foras de bien- objetos conocidos En consecuencia, declara que Dios iluminar� a los creyentes con un brillo tan grande que, si se juntaran "siete" soles, su brillo ser�a muy inferior a este.

Cuando el Se�or haya atado la brecha de su pueblo. Para que el peso de las aflicciones, por las cuales las personas se vieron abrumadas poco despu�s, no les impida creer esta declaraci�n, tambi�n agrega otra promesa, que el Se�or ser� como un m�dico para sanar sus heridas. Por lo tanto, se deduce que las personas deben ser castigadas y, en cierta medida, preparadas para el arrepentimiento por las heridas, e incluso deben ser aplastadas y magulladas de tal manera que se reduzcan a casi nada.

Y cur� el golpe de su herida. Lo que ahora agrega sobre un "accidente cerebrovascular" tiene la intenci�n de mostrar que este hematoma no ser� leve; porque se asemeja a un cuerpo golpeado y herido por muchos golpes. Por lo tanto, si estamos listos en cualquier momento para pensar que el Se�or nos trata con dureza, hagamos un llamado para recordar esas predicciones, que el Se�or "vendar� nuestras heridas", que de lo contrario podr�an parecer mortales. Y si alguien pregunta por qu� el Se�or castiga a su pueblo tan severamente, respondo que no produce ning�n efecto positivo en nosotros cuando nos trata con suavidad; Nuestros vicios est�n profundamente arraigados y se adhieren a nuestra m�dula, y no pueden separarse sino con una navaja de afeitar que tiene un filo afilado y agudo.

Versículo 27

27. He aqu� viene el nombre del Se�or. Amenaza con la destrucci�n de los asirios, que en ese momento eran los principales enemigos de la Iglesia. De casi todos sus vecinos, de hecho, los jud�os recibieron molestia; pero como los asirios eran muy superiores a los dem�s en riqueza y poder, los profetas, cuando hablan de enemigos, los mencionan casi exclusivamente, y luego los babilonios, que obtuvieron la monarqu�a; sin embargo, como ya hemos visto, con frecuencia, por una forma de hablar en la que se toma una parte del todo, incluyen a los caldeos con el nombre de asirios. Por "el nombre de Dios" sin duda se refiere a Dios mismo; pero hace uso de esta circunlocuci�n, porque los asirios y otras naciones adoraban a los dioses hechos de oro y plata, y reten�an a los jud�os para ridiculizarlos, porque no lo adoraban bajo ninguna imagen, estatua o parecido; como alguien que escribi� en contra de ellos dice que "adoran las nubes brillantes y la deidad del cielo". (306) As�, los hombres malvados e imp�os siempre juzgan a Dios seg�n las apariencias externas; mientras que los profetas, por otro lado, recuerdan a los creyentes "el nombre de Dios". "Ese Dios que se revel� a ti por su nombre, a quien no sientes, a quien no ves, se vengar� de tus insultos".

Desde lejos. Agrega esto como si concediera lo que dijeron; Para los hombres imp�os, cuando no perciben la mano de Dios, piensan que �l est� a gran distancia y se burlan de la confianza de los creyentes como infundados. En consecuencia, el Profeta, adaptando su lenguaje a las opiniones de los incr�dulos, muestra que Dios, a quien pensaban que estaba a gran distancia, vendr�, o m�s bien, ya ha venido, y est� cerca. Esto es lo que quiere decir con la part�cula ???, (h?nn?h,) he aqu�, que contrasta con la palabra ?????, (m?mm?rh?k,) "desde lejos", dirigiendo a los creyentes, de esta manera, superar todas las obstrucciones, para que con su esperanza puedan llegar a esa asistencia que �l prometi�.

Su cara arde. Para demostrar que la celebraci�n del nombre de Dios en Judea no es vana o infundada, el Profeta describe el poder de Dios, es decir, el poder que emplear� para expulsar a los enemigos de la Iglesia, como terrible. Cuando se dirige a los que creen en �l, para alentarlos al ejercicio de la fe, se muestra amable, gentil, paciente, lento para la ira y misericordioso; pero para los imp�os no ofrece nada m�s que miedo y terror. ( �xodo 34:6.) Y como los imp�os est�n aterrorizados cuando se menciona a Dios, los creyentes, atra�dos por la convicci�n de su bondad, conf�an en �l y no se sienten angustiados por tales temores. Esto nos muestra que debemos perseverar continuamente en el temor de Dios, para que no encontremos a Dios como lo que el Profeta describe aqu�.

Su carga es pesada. (307) Es decir, el Se�or traer� consigo terribles calamidades que los imp�os no podr�n soportar; porque por "cargas" se refiere a los castigos que se infligen a los imp�os. Expresa lo mismo con las palabras labios y lengua. �Pero por qu� habl� de ellos en lugar de hablar de las manos? Es as�, porque los hombres imp�os se burlan de todas las amenazas pronunciadas por la palabra de Dios, y tratan como fabuloso todo lo que declaran los profetas. Por lo tanto, a su propio costo, aprender�n que el sonido que procede del sagrado nombre de Dios no carece de sentido y no es un trueno inactivo destinado simplemente a golpear los o�dos, sino que al final sabr� por experiencia cu�l es el poder de esa palabra que despreciaron.

Versículo 28

28. Y su Esp�ritu. (308) Contin�a con la amenaza que hab�a comenzado a pronunciar, a saber, que la Iglesia ser� castigada, pero que los asirios perecer�n por completo; porque �l dice que ser�n "hundidos" en las profundidades por el "Esp�ritu" de Dios, o m�s bien, que el "Esp�ritu" mismo es como un torrente profundo que los tragar�. Otros traducen ???, (309) (r??ch,) al "soplar", y piensan que la alusi�n es a una tormenta o violencia viento.

Y con un tamiz in�til. La siguiente met�fora empleada es la de un "tamiz", que es muy frecuente en las Escrituras ( Mateo 3:12). Dice que sacudir� a los asirios con un tamiz para golpearlos y esparcirlos; y por eso lo llama "el tamiz de la vanidad", es decir, un tamiz in�til, (310) destinado no a preservar, sino a destruir; porque, en otro sentido, el Se�or no suele "tamizar" tambi�n a su propio pueblo, para juntarlo como un buen grano en el granero.

Y una brida que hace errar. (311) La tercera met�fora es la de una "brida", mediante la cual el Se�or frena continuamente el orgullo y la rebeld�a de los hombres malvados, y, en una palabra, muestra que �l es su juez. Es cierto, de hecho, el Se�or com�nmente restringe y somete a su propio pueblo con una "brida", pero es para llevarlos a la obediencia; mientras, por otro lado, �l restringe a los hombres malvados de tal manera que los arroja de cabeza a la destrucci�n. Esto es lo que quiere decir con la frase "causando error". Mientras los jinetes furiosos son conducidos en todas direcciones por sus jinetes, y cuanto m�s patean, m�s violentamente son golpeados y golpeados; as� que los imp�os, cuando son retenidos, corren ansiosos en la direcci�n opuesta, como lo describe bellamente David. (Salmo 32:9.)

El objetivo de estas met�foras es mostrar que no debemos hacer deporte con el Se�or; porque, aunque parezca actuar por un tiempo diferente, al final sabremos por experiencia la verdad de lo que dice el Profeta, que su "aliento" solo ser� como un torrente que derribar� a los malvados, para que puedan ser abrumados de repente . Luego, cuando advierte que las naciones ser�n aventadas con "un tamiz in�til", debemos temer no sea que el Se�or, si no encuentra en nosotros m�s que paja, nos arroje al esti�rcol. Por �ltimo, debemos observar la diferencia que existe entre los hijos de Dios y los reprobados; porque el Se�or castiga a ambos, pero de diferentes maneras, a los hijos de Dios, para que puedan ser purificados y preservados, y a los reprobados, para que sean arrojados de cabeza y destruidos.

FT565 �Grotius hace enojar a ??? (r??ch), Luther y la versi�n en ingl�s respiran; pero no hay raz�n suficiente para excluir una alusi�n al Esp�ritu Santo como agente personal ". - Alexander

FT566 �El tamiz del vac�o. Un tamiz lleno de agujeros, que sufre tanto el ma�z como la paja para pasar juntos al suelo. As� Jehov� no har� distinci�n entre los enemigos de Israel ". - Valores

FT567 "Y una brida enga�osa". - Alexander

FT568 �Su gloriosa voz. (Heb. La gloria de su voz.) "- Ing. Ver. "La majestad de su voz". - Valores

FT569 La frase de Calvin, baculus fundatas , es seguida por casi todos los int�rpretes latinos, incluido Vitringa, y parece haber sugerido la representaci�n, el personal con base, que se da en nuestra versi�n com�n, y ha sido seguido por otros traductores. Casi todos los comentaristas tratan a ????? (m?s?d?h) como el Hophal particular de ??? (y?s?d); pero hay fuertes razones para verlo como un sustantivo abstracto, ya que Rosenm�ller ha observado justamente que ??? (m?tt?h,) con Tzere en lugar de Segol, est� en el estado de construcci�n. Aprovechando, como parece, esta sugerencia, el profesor Alexander lo convierte muy felizmente en "la vara de la fatalidad". "La versi�n com�n, personal con base", dice, "es casi ininteligible. Ahora se acepta de manera muy general que ????? (m?s?d?h) denota la determinaci�n o decreto divino, y que toda la frase significa la vara designada por �l, o, para ponerla en una forma exacta y po�tica a la vez , la vara del destino o la fatalidad ". La versi�n italiana de Diodati da "(lang. It) Ed ogni passagio della verga ferma", "y cada paso del personal de la firma". - Ed

FT570 � Que la playe a est� agregado au dos de l�Assyrien ;� - "Que la herida se ha fijado a la espalda del asirio".

FT571 ??? ????, (g?h?nn?m,) "el Valle de Hinnom".

FT572 "De anta�o". - Ing. Ver.

Versículo 29

29. Y tendr�s una canci�n como en la noche. Aqu� declara que todos los castigos que amenaz� contra los asirios tender�n a la ventaja de la Iglesia, porque el Se�or castiga los ultrajes cometidos contra su pueblo no menos severamente que si se hubieran cometido contra s� mismo. De esta manera testifica su infinito amor y bondad hacia su propia gente, cuando se dign� tomar las armas en su nombre. Por lo tanto, debemos concluir que todas las amenazas que se encuentran en cualquier parte de la Escritura tienden a consolar a los creyentes.

Cuando se mantiene un festival. �l dice que esta "canci�n" ser� sagrada, y la compara con una "santa solemnidad", con el fin de entusiasmar a los creyentes con el agradecimiento y demostrar que su alegr�a debe estar dirigida a Dios; porque no es suficiente regocijarnos, a menos que nuestra alegr�a mire directamente a Dios, y a menos que lo mantengamos solo siempre a nuestra vista; de lo contrario, nuestra alegr�a ser� infructuosa e irreligiosa, y no promover� nuestra salvaci�n ni ser� aceptable para Dios. Lo llama "una canci�n de la noche", porque los jud�os comenzaron el d�a al atardecer y, tan pronto como lleg� la noche, celebraron el festival.

A la monta�a. Explica m�s completamente de qu� naturaleza ser� esta alegr�a. No bailar�n, como lo hacen los hombres irreligiosos, sino que alzar�n y fijar�n sus ojos en Dios, a quien reconocen como el autor de toda bendici�n. Por "la monta�a" se refiere al templo que fue construido "en la monta�a". �l llama a Dios el Poderoso de Israel, porque fue con su ayuda que hab�an sido redimidos y preservados; y, por lo tanto, les recuerda que en el futuro no estar�n a salvo de otra manera que no sea poniendo su esperanza solo en Dios. Y, de hecho, cuando apreciamos cualquier convicci�n de nuestra propia fuerza, le robamos a Dios este t�tulo, que le es otorgado real y sinceramente por nadie m�s que los humildes y humildes, que han dejado de lado toda confianza en su propia fuerza.

Versículo 30

30. Y Jehov� har� que se escuche. Confirma lo que dijo anteriormente sobre el juicio de Dios sobre los asirios, y lo describe en sentido figurado, como es muy habitual tanto con �l como con los otros profetas. Cuando Dios se demora y no castiga de inmediato al malvado, pensamos que est� dormido o que no es poderoso, y que la duda y la incertidumbre lo distraen. Y si contemplamos algunos de sus juicios, sin embargo, tal es nuestra estupidez natural, o m�s bien nuestra ingratitud, que guardamos ante nosotros esas m�scaras que nos impiden percibir la gloria de Dios; porque lo atribuimos a la fortuna, oa los planes, artilugios y fortaleza de los hombres, y nunca, a menos que nos veamos obligados, reconocer que le debemos algo a Dios.

El poder de su voz. (312) Por las razones ahora expuestas, el Profeta no estaba satisfecho con haber predicho una vez la venganza de Dios contra los asirios; pero tambi�n lo describe de manera viva y lo repite con gran seriedad. �l declara que la destrucci�n ser� tal que los hombres se ver�n obligados a escuchar "la voz de Dios"; es decir, reconocer su juicio y confesar que esta calamidad ha procedido de �l, como si hubiera hablado abiertamente. El asunto, por lo tanto, puede resumirse as�. El evento ser� tan manifiesto, que no habr� nadie que no entienda que esta calamidad provino de "la boca", es decir, del decreto de Dios.

Y el descenso de su brazo har� que sea visto. Comienza con "la voz de Dios", para que sepamos que dirige por su autoridad todo lo que se hace en la tierra. Sin embargo, al mismo tiempo, aplaude el poder de su doctrina, en la que era necesario que su pueblo confiara, para que el efecto pudiera mostrarse abiertamente en el momento adecuado. Pero a medida que la obra sigue r�pidamente el decreto y la "voz de Dios", agrega "el descenso de su brazo". Estas dos cosas siempre deben estar juntas; porque no debemos imaginar que Dios es como los hombres, o que repentinamente emprende algo y luego lo deja defectuoso o incompleto. Lo que �l ha decretado, �l tambi�n lo ejecuta, y su mano nunca puede separarse de su boca. Por otro lado, no ejecuta nada al azar, pero todo debe haber sido decretado previamente, de modo que todos los castigos que inflige son tantas muestras de juicio justo.

Con diluvio y granizo. Esa venganza se ilustra, en la conclusi�n del vers�culo, con figuras, a fin de que su car�cter fabuloso pueda llevar a los jud�os de manera m�s alegre a elevar su fe en lo alto; porque les resultaba muy consolador saber que, aunque estaban muy afligidos, un juicio mucho m�s terrible pronto caer�a sobre sus enemigos. Y, sin embargo, no debemos so�ar, como lo hacen los Rabbins, que los asirios fueron golpeados por un rayo, porque su conjetura es excesivamente fr�vola. Por el contrario, el Profeta sigue la costumbre ordinaria y, mediante estas comparaciones, describe el juicio de Dios, que nuestra prodigiosa dulzura nos hace demasiado lentos para comprender. Las conflagraciones, los rayos, las inundaciones y los diluvios son eventos algo inusuales y monstruosos, y por lo tanto producen una impresi�n m�s fuerte en nuestras propias mentes. Por esta raz�n, los profetas hacen una comparaci�n de ellos, para que los hombres puedan percibir la mano terrible y vengativa de Dios contra los imp�os.

Versículo 31

31. Seguramente por la voz de Jehov�. Agreg� esto por dos razones; primero, para mostrar por qu� el asirio debe ser herido; porque, como era cruel y salvaje con los dem�s, es apropiado que

"La misma medida que �l le impuso deber�a medirse a �l nuevamente". ( Mateo 7:2.)

Este es el juicio ordinario de Dios contra los tiranos, como dice el Profeta en un pasaje posterior de este libro:

"�Ay de ti, que te echa a perder, porque ser�s mimado!" ( Isa�as 33:1.)

La segunda raz�n es porque el poder del rey asirio parec�a ser tan grande que no pod�a caer. Aunque, por lo tanto, fue fortificado por todos lados, no solo para defenderse, sino tambi�n para atacar a otros, sin embargo, el Profeta dice que "solo por la voz de Dios" ser� herido. Por lo tanto, aprendemos cu�n infundada es la confianza de los hombres malvados, que conf�an en sus guarniciones y armas, y presuntuosamente desprecian a Dios, como si no hubieran sido responsables ante su juicio. Pero para destruirlos, el Se�or no necesitar� m�s armas que su propia "voz"; porque por la m�s m�nima expresi�n de su voluntad, los pondr� bajo. Tampoco se puede dudar de que el Profeta tiene la intenci�n de retirar las mentes de los creyentes de los medios terrenales, que no pueden preguntar c�mo se har�, sino que pueden estar satisfechos con la promesa de Dios, que es plenamente capaz de ejecutar su palabra como tan pronto como sali� de �l.

Versículo 32

32. Y habr� en cada pasaje. �l quiere decir que los asirios intentar�n en vano todos los m�todos para escapar de la mano de Dios; porque donde quiera que vayan, ya sea que intenten avanzar o retroceder, la mano de Dios los perseguir�. En cuanto a la frase, personal fijo, (313) adopto f�cilmente la opini�n de aquellos que piensan que la met�fora se toma de aquellos a quienes se les ha infligido golpes pesado, que las marcas del instrumento de castigo permanecen, como si una varilla o bast�n estuvieran "sujetos" en la herida. Quiz�s se considere preferible interpretar que significa que la herida est� "apretada" (314) en el asirio, ya que los cimientos est�n fijos en la tierra ; porque lo que no est� "sujeto" puede ser sacado de su lugar y llevado. Pero �l muestra que esa herida est� tan profundamente reparada que no puede ser sacudida o eliminada. De la misma manera, el peso de la ira de Dios recae sobre los reprobados, y los mantiene pesados ??hasta el final. Para demostrar que no hay esperanza de poder sacar ventaja de un cambio de lugar, dice en todas partes, declarando as� que no habr� retirada. La cl�usula deber�a estar as� dispuesta, "donde quiera que pase el personal, all� se mantendr� firme".

Con tabrets y arpas. Quiere decir que el tema de la batalla no ser� dudoso, como cuando los combatientes se encuentran en igualdad de condiciones; porque �l dice que la victoria ser� segura; porque, tan pronto como Dios determina salir a pelear, �l ya tiene la victoria en su mano. "Tabrets y arpas", las manos extendidas y levantadas, expresan la alegr�a de los conquistadores, cuando gritan en voz alta y cantan la canci�n de la victoria.

Luchar� contra ella. Algunos comentaristas consideran que el pronombre femenino ?? (b?hh) se refiere al ej�rcito; pero el Profeta, sin duda, ten�a la intenci�n de expresar algo m�s elevado, a saber, el jefe del ej�rcito, es decir, Babilonia, en contraste con Jerusal�n, que tambi�n denot� anteriormente con un pronombre similar.

De estas declaraciones debemos inferir que los malvados ser�n finalmente destruidos, aunque parezcan tener muchos medios de escape; porque dondequiera que vayan, sea cual sea el camino que tomen, el "bast�n" del Se�or los perseguir�, y siempre permanecer� "atado" a sus espaldas; nunca escapar�n de su mano ni se librar�n de sus heridas. Nosotros tambi�n somos castigados por la mano de Dios, pero las heridas no siempre duran; nuestros dolores se alivian y disminuyen, y "nuestro dolor se convierte en alegr�a". ( Juan 16:20.) Adem�s, Dios contin�a la guerra contra el reprobado de tal manera que no pueden resistirlo ni ganar nada con sus intentos. Se une a la batalla con ellos, de hecho, pero es como un vencedor; incluso les permite obtener algunas ventajas, pero reprime su insolencia cada vez que lo considera apropiado. Si, por lo tanto, luchamos bajo su estandarte, entretengamos sin duda alguna la obtenci�n de la victoria; porque, cuando lo tengamos como nuestro l�der, estaremos a salvo de todo peligro, y sin duda saldremos de los conquistadores.

Versículo 33

33. Para Tophet est� ordenado. El Profeta contin�a amenazando la venganza de Dios, y dice que no solo una calamidad temporal, sino tambi�n una destrucci�n eterna espera a los malvados; porque el infierno est� preparado para ellos, y no solo para personas de rango ordinario, sino tambi�n para el rey mismo y los nobles. Por "Tophet", sin duda, se refiere al infierno; no es que debamos imaginarnos alg�n lugar en el que los malvados est�n encerrados, como en una prisi�n, despu�s de su muerte, para soportar los tormentos que merecen; pero denota su condici�n miserable y tormentos insoportables. En el libro de Reyes, denota ese lugar donde los jud�os sacrificaron a sus hijos al �dolo Moloch. ( 2 Reyes 23:10.) Tambi�n lo menciona Jeremiah, (Jeremias 19:6;) y ese lugar fue destruido y profanado por Josiah a causa de la detestable superstici�n cometida en �l. ( 2 Reyes 23:10.) Los profetas, no tengo dudas, pretend�an dar el nombre de este lugar a los castigos y tormentos de los imp�os, para que la simple menci�n de ello pudiera despertar horror en las personas piadosas. , y que la idolatr�a podr�a ser considerada universalmente con mayor aborrecimiento. La palabra "Gehenna" (315) tiene la misma etimolog�a; porque "el Valle de Hinom" era un nombre dado al Infierno (Gehenna) a causa del abominable sacrilegio practicado en �l.

Desde ayer. (316) Cuando vemos que todo va bien con los malvados y que tienen todo lo que desean, pensamos que pasar�n impunes. Por esta raz�n, el Profeta, por el contrario, exclama: "Desde ayer, es decir, desde el principio del mundo, el Se�or ha determinado qu� castigos les infligir�". Aunque este decreto todav�a est� oculto para nosotros, debe ser cierto y no puede fallar. Por lo tanto, no juzguemos la suerte de los imp�os seg�n las apariencias externas; esperemos al Se�or, quien a su debido tiempo ejecutar� su justo juicio. Sin embargo, no seamos precipitados, ni pensemos que Dios ha olvidado vengarse; porque hab�a determinado lo que deb�a hacer antes de que pudiera entrar en nuestra mente; ni podemos desear tan r�pidamente la destrucci�n de los imp�os como para no tener nuestros pensamientos y deseos anticipados mucho antes por el Se�or, porque desde el principio determin� infligirles castigos y tormentos. Algunos piensan que es un pasaje paralelo al del Ap�stol, "Cristo ayer, hoy y por los siglos". ( Hebreos 13:8.) Pero considero que "ayer" se usa aqu� simplemente en contraste con nuestros pensamientos, para que no pensemos que poseemos tanta sabidur�a como para ser capaces de anticipar a Dios: porque hay nada repentino en sus prop�sitos, pero todos fueron resueltos y determinados por �l hace mucho tiempo. �l habla de los castigos de la vida venidera, como ya he dicho, es decir, de los castigos que soportar�n los malvados, adem�s de las angustias que sufren en esta vida. Sobre este tema es extra�o que los saduceos ( Mateo 22:23; Hechos 23:8) fueran tan aburridos y est�pidos como para limitar recompensas y castigos dentro de los l�mites de esta vida, como si el juicio de Dios no se extendi� m�s all� de este mundo; porque los modos de expresi�n que siguen inmediatamente no se aplicar�an a los castigos temporales, y el mismo nombre "Tophet", tomado metaf�ricamente, no podr�a denotar nada m�s que la maldici�n m�s alta de Dios.

S�, para el rey est� preparado. �l muestra que ni siquiera los "reyes", que se supone que tienen derecho, debido a su majestad y poder, a disfrutar de alg�n privilegio peculiar, est�n exentos de este castigo. Su grandeza deslumbra los ojos de los hombres, pero no les dar� ninguna defensa, para evitar que el Se�or los castigue como se merecen.

�l dice que la matanza de ellos ser� en un lugar profundo, para que sepamos que no pueden escapar o ser rescatados de ella; y �l llama al infierno amplio, para que sepamos que por numerosos que sean, aunque conspiren todos juntos, tambi�n perecer�n; porque el Se�or no se agotar� castigando, y tendr� un lugar tan grande como para contener a todos sus enemigos.

El mont�n de esto es fuego. Habla metaf�ricamente sobre la destrucci�n de los reprobados, que de otro modo no podemos comprender lo suficiente, de la misma manera que no entendemos la vida bendecida e inmortal, a menos que algunas figuras adaptadas a nuestra capacidad lo oculten. Por lo tanto, es evidente lo tontos y absurdos que son los sofistas, quienes entran en sutiles argumentos sobre la naturaleza y la calidad de ese fuego, y se torturan a s� mismos al dar varias explicaciones. Tales imaginaciones groseras deben ser desterradas, ya que sabemos que el Profeta habla en sentido figurado; y en otro pasaje ( Isa�as 66:24) veremos que "fuego" y el "gusano" est�n unidos.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Isaiah 30". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/isaiah-30.html. 1840-57.