Bible Commentaries
Isaías 57

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

1. El justo ha perecido. Isa�as contin�a su tema; porque, despu�s de haber demostrado cu�n intr�pidos hip�critas se entregan a sus lujos, y con qu� descaro desprecian la palabra de Dios, tambi�n se queja de que no consideran las obras de Dios. Hemos sido colocados aqu�, como en un teatro espacioso, para contemplar las obras de Dios; y no hay obra de Dios tan peque�a que debamos pasar por alto; a la ligera, pero todo debe ser observado con cuidado y diligencia.

Y nadie se lo pone en el coraz�n. El Se�or sostiene como un espejo este evento de su providencia, m�s notable que todos los dem�s, que quita a los hombres buenos y dignos de esta vida, cuando decide castigar severamente a su pueblo. Pero ning�n hombre lo considera, o refleja que es una se�al de acercarse a la destrucci�n, que Dios los re�ne y los pone a salvo de ser afligidos por las aflicciones prevalecientes. El significado general es que los hombres malvados se enga�an a s� mismos gravemente al suponer que no hay mayor felicidad que continuar la vida hasta una gran edad, y de este modo caer en su superioridad a los siervos de Dios, que mueren temprano. Al estar apegados al mundo, tambi�n se endurecen con esta pretensi�n, que, por nada m�s que una manifestaci�n del favor de Dios hacia ellos, mientras otros mueren, contin�an estando sanos y salvos.

Los hombres de misericordia est�n reunidos. Si por "hombres de misericordia" se entiende hombres amables o de coraz�n tierno, esta descripci�n debe estudiarse cuidadosamente, mediante la cual el Profeta muestra cu�l es la verdadera justicia de los hijos de Dios; los hip�critas consideran que esto no tiene valor. Pero nada es m�s aceptable para Dios que la bondad, por la cual damos evidencia de nuestra justicia, y manifestamos que nuestro coraz�n est� libre de toda hipocres�a. Sin embargo, podemos tomar con igual propiedad la frase "hombres de misericordia" en un sentido pasivo, en el sentido de aquellos a quienes el Se�or ha abrazado por su misericordia; porque es una frase de ocurrencia frecuente en los escritos hebreos. Tampoco ser� inapropiado suponer que existe un contraste impl�cito entre la gracia de Dios y los juicios malvados y desfavorables de los hombres; porque no suelen considerar a esas personas condenadas a las que se llevan en la flor de su edad. Pero, dado que Dios, en muchos pasajes de la Escritura, representa la gentileza y la bondad como una marca distintiva de sus hijos, esta puede ser, como he dicho, una definici�n de la verdadera justicia.

Por lo tanto, vemos que el Se�or, en ese momento, reuni� a muchos hombres buenos, cuya muerte presagiaba una terrible calamidad y, sin embargo, que los jud�os no ten�an en cuenta tales advertencias, e incluso procedieron a longitudes de maldad m�s atrevidas; porque pensaban que todo iba bien con ellos, cuando eran los sobrevivientes de muchos hombres excelentes. Esta doctrina es muy apropiada para todas las edades. Con frecuencia sucede que Dios saca a los hombres buenos de este mundo, cuando tiene la intenci�n de castigar severamente las iniquidades de los imp�os; porque el Se�or, teniendo una consideraci�n peculiar hacia su propio pueblo, se compadece de ellos y, por as� decirlo, los arrebata del fuego para que incluso los sobrevivientes puedan percibir en �l la ira de Dios. Y sin embargo, esta no es una regla invariable; porque los hombres justos est�n frecuentemente involucrados, junto con los reprobados, en castigos temporales; pero es tan frecuente que rara vez ocurre de otra manera. (105)

En nuestros tiempos, se dio un ejemplo notable de esto en la muerte de Lutero, que fue arrebatado del mundo poco tiempo antes de que esa terrible calamidad ocurriera en Alemania, que hab�a predicho muchos a�os antes, cuando exclam� en voz alta en contra de ese desprecio por el Evangelio, y esa maldad y libertinaje que prevaleci� en todas partes. Con frecuencia hab�a suplicado al Se�or que lo sacara de esta vida antes de ver ese castigo terrible, cuya anticipaci�n lo llen� de temblor y horror. Y lo obtuvo del Se�or. Poco despu�s de su muerte, he aqu�, una guerra repentina e imprevista surgi�, por la cual Alemania se vio terriblemente afectada, cuando nada estaba m�s lejos de sus pensamientos que el temor de tal calamidad.

Instancias de este tipo ocurren todos los d�as; y si los hombres los observaran, no se halar�an tan despreocupadamente de s� mismos y de sus vicios. Pero pens� que era correcto prestar especial atenci�n a este evento, tanto porque sucedi� �ltimamente, (106) y porque en un distinguido predicador del Evangelio y profeta de Dios debe verse m�s claramente. Debemos, por lo tanto, considerar diligentemente los mundos del Se�or, tanto en la vida como en la muerte de "los justos", pero especialmente en su muerte, por la cual el Se�or los llama a una vida mejor, para que puedan ser rescatado de esas aflicciones en las que los imp�os deben ser hundidos.

Versículo 2

2. La paz vendr�. El Profeta describe cu�l ser� la condici�n de los creyentes en la muerte; para los malvados, que piensan que no hay vida sino el presente, imaginen que los hombres buenos han perecido; porque en la muerte no ven nada m�s que ruina. Por esta raz�n, dice que "vendr� la paz", que es m�s deseable que mil vidas llenas de problemas; como si los comparase con los soldados dados de baja, a quienes se les permite disfrutar del caso y la tranquilidad.

Descansar�n en sus camas. Agrega la met�fora del sue�o, para demostrar que estar�n absolutamente libres de toda la inquietud de los cuidados, como si estuvieran dormidos de forma segura "en sus camas".

El que camina delante de �l. (107) No creo que el verbo "walketh" est� conectado con ????, (shalom,) "paz", como algunos lo hacen, suponiendo que el significado sea este, que la paz ir� ante los creyentes, para ser, por as� decirlo, la gu�a de su vida. Pero soy de la opini�n de que los creyentes, por el contrario, son descritos por ella; como si hubiera dicho: "Todo aquel que camine delante de Dios gozar� de paz". Por lo tanto, cuando los hombres justos mueren, y sus diversas labores terminan, y su curso termina, son llamados a la paz y al reposo. "Descansan en sus camas", porque todav�a no disfrutan de la perfecta bendici�n y gloria; pero se lamentan; para el �ltimo d�a de la resurrecci�n, cuando todo ser� perfectamente restaurado; y eso, creo, es lo que Isa�as quiso decir.

Se dir�: "�No disfrutan los justos esta paz mientras viven?" porque el fruto de la fe es eso; "Con paciencia podemos poseer nuestras almas". ( Lucas 21:19) Aunque la fe produce paz en nuestros corazones, ( Romanos 5:3), sin embargo, somos sacudidos por varias tormentas y tempestades; y nunca en la vida estamos tan tranquilos y pac�ficos como cuando el Se�or nos lleva consigo. Pac�fica y tranquila, por lo tanto, es la muerte de los justos (Salmo 116:15) porque es "preciosa a la vista de Dios"; pero tormentoso es la muerte de los imp�os. (108) Por lo tanto, tambi�n podemos aprender que las almas son inmortales; porque si las almas no tuvieran sentimientos (como algunos fan�ticos han so�ado) no podr�an disfrutar de la "paz". As� disfrutan la paz y el reposo, porque viven en Cristo.

Versículo 3

3. Y ac�rcate, hijos de la hechicera. Despu�s de haber hablado de la muerte feliz y pac�fica de los hombres buenos, estalla con gran vehemencia contra los malvados, que no dejaron de llevar una vida baja y vergonzosa, y no fueron conmovidos por la muerte de los creyentes. Como hab�a dicho que los hombres buenos disfrutan de la paz, amenaza con que los malvados tengan una guerra incesante. �l ense�� que para los santos siervos de Dios la muerte ser� incluso como un escondite, para protegerlos del torbellino, la tormenta y otras tempestades, para que pueda amenazar los peores males contra los obstinados despreciadores de Dios. Aqu� deber�amos observar el contraste entre los hombres buenos que caminan delante de Dios y los malvados, que no dejan de resistirse rebeldemente a Dios. Los primeros gozar�n de paz cuando mueran; este �ltimo no tendr� paz durante la vida, y sentir� terribles tormentos en la muerte.

�l les ordena que vayan al tribunal de Dios, del cual esperan poder escapar con sus disfraces; y por eso afirma que no ganan nada con su negativa, porque ser�n arrastrados contra su voluntad. Cuanto m�s endurecidos estaban, m�s agudas eran las emociones que deb�an aplicarse a ellos; y, por lo tanto, la dureza del Profeta no pod�a ser excesiva, ya sea para despertar su estupidez o para abatir su orgullo. Y de hecho es bien sabido cu�n insolente fue la vanidad de los jud�os a causa de su genealog�a; Por esta raz�n, los profetas frecuentemente golpeaban su arrogancia y orgullo, y afirmaban que no eran hijos de Abraham, porque eran bastardos y traidores.

Por este motivo, Isa�as los llama "la simiente de los ad�lteros y de las rameras". De la misma manera, Ezequiel les reprocha: �Tu padre es amorreo; tu madre es hitita. ( Ezequiel 16:3) Se encuentran formas similares de expresi�n en muchas partes de la Escritura. Por lo tanto, derriba su intolerable resistencia y los arrastra hacia �l de mala gana y de mala gana, para que no piensen que podr�an escapar del juicio de Dios.

Versículo 4

4. �En qui�n has hecho deporte? El Profeta muestra que no hay raz�n para que los jud�os se jacten tan orgullosamente de su nacimiento, al ver que se burlaron de Dios y de los profetas. Pensaron que ten�an que tratar con hombres, cuando rechazaron la palabra; como vemos que los hombres malvados en el d�a presente, mientras desprecian sin temor la doctrina de Dios y se r�en de los ministros, sin embargo se refugian y se glor�an falsamente en el nombre de Dios. Esta es la raz�n por la cual el Profeta los ataca y censura con severidad.

�Sobre qui�n has abierto la boca? El significado de las palabras es: "Cuando alzas la lengua contra Dios y te burlas de su palabra, �crees que tienes que tratar con un hombre mortal?" La pregunta ("�Sobre qui�n?") Significa que recurrieron a disfraces y ocultamientos para ocultar su impiedad; porque los hombres malvados no confiesan que son rebeldes contra Dios, e incluso se quejan de que son tratados injustamente. Pero deben ser arrastrados a la luz y condenados por su maldad; porque si hay un Dios en el cielo, contin�an la guerra con �l, atacando y rechazando su palabra y trat�ndola como una f�bula.

"Abrir la boca" y "sacar la lengua" significa lo mismo, excepto que por estas expresiones ha descrito m�s completamente su maldad, no solo rechazando a Dios, sino tambi�n burl�ndose de �l. El desprecio interior del coraz�n los hab�a llevado a abuchear abucheos y blasfemias, de modo que no les conmovi� el miedo a la desgracia.

Semilla del ad�ltero y la ramera. Finalmente concluye que son ni�os traicioneros, una simiente mentirosa, y que justamente los ha reprochado por ser "los hijos de la ramera"; porque tal desprecio de Dios no se pudo encontrar en los hijos de Abraham. Por lo tanto, aprendemos de qu� manera los hombres malvados deben ser tratados, y con qu� severidad deben ser reprobados, para que no se halaguen a s� mismos; y cuanto m�s desprecian todo lo que se presenta en el nombre de Dios, m�s se debe exponer y sacrificar su maldad sacr�lega a la vista del p�blico.

Versículo 5

5. Inflamarse. Otros lo expresan como "deleit�ndose" o "consuelo"; pero el Profeta hace uso de una met�fora que a menudo se encuentra en las Escrituras, y que est� extremadamente adaptada al tema presente; porque el Se�or compara el ardor por el cual los id�latras se apresuran con el amor de una ramera, por el cual los pobres hombres miserables se inflaman para ser transportados con ciego entusiasmo. (Jeremias 3:1; Oseas 2:2) Los id�latras no tienen moderaci�n, y no se dejan recuperar de su locura por ning�n argumento. A los ojos de Dios, la idolatr�a es un tipo muy b�sico de fornicaci�n.

Debajo de los robles, o, con los dioses. Algunos traducen ???? (elim) "dioses" y otros "robles". (109) Dejo a todos en libertad de adoptar cualquier lectura; porque el significado siempre ser� el mismo, y los comentaristas est�n de acuerdo en que el Profeta condena la idolatr�a. No discuto, por lo tanto, sobre la lectura; aunque es probable que lo mismo se repita dos veces, de acuerdo con la pr�ctica de los escritores hebreos, en una forma particular y general, y que el Profeta, por medio de una palabra ambigua, alude a "los dioses".

Sacrificar ni�os. Aqu� �l se muestra a�n m�s duro con los jud�os, y muestra que no son la verdadera simiente de Abraham; viendo que se contaminan con supersticiones de todo tipo. Como consecuencia del deleite que los jud�os tomaron en tales pr�cticas, expone su vileza. "De hecho, se refugian bajo el nombre de religi�n, pero declaro que cometen fornicaci�n con �dolos". De esta manera, era apropiado exponer y se�alar libremente esa maldad que los hombres de base y maliciosos intentan encubrir bajo diversas pretensiones; y as� el Profeta cumple con valent�a su deber al convocar a los hombres al tribunal de Dios y eximirlos de su culpa, aunque desean tomar todos los m�todos para excusarse. �l muestra que son traicioneros, y se han apartado de la ley de Dios por una idolatr�a abominable, y menciona un tipo de adoraci�n impactante e incluso maldita y monstruosa; a saber, el "sacrificio de ni�os", del cual es muy evidente cu�n poderoso es el esp�ritu de error, cuando los hombres una vez se apartaron de Dios. Satan�s se apodera de sus mentes ( 2 Tesalonicenses 2:9) de tal manera que los lleva a la locura y la ira. Quienes no duden en matar a sus hijos, como si se tratara de un sacrificio justo, deben estar en un estado de furiosa locura.

Y, sin embargo, esos crueles asesinos de sus hijos no quer�an fingir; porque encubrieron su crimen bajo el ejemplo de Abraham, quien lo hizo. no sobra ( G�nesis 22:16) su hijo unig�nito; y los antiguos escritores hebreos dicen que fue (?????????) una imitaci�n perversa "Si somos descendientes de Abraham, no debemos perdonar a nuestros hijos". Pero Abraham hizo esto ( G�nesis 22:2) por orden de Dios; mientras lo hicieron por su propia voluntad, y sin el mandato de Dios. Fue un ejemplo extraordinario, por el cual el Se�or intent� probar y atestiguar la fe de Abraham. Adem�s, Isaac no fue sacrificado; porque el Se�or estaba satisfecho con la voluntad alegre y lista de Abraham. ( G�nesis 22:12) Mataron a sus hijos. Era, por lo tanto, una imitaci�n perversa y condenable, ya que difer�an ampliamente de su padre. Esto deber�a observarse cuidadosamente; porque una gran parte de las supersticiones ha procedido de esta fuente de imitaci�n perversa (?????????). Los hombres han aprovechado imprudentemente y sin discriminaci�n todo lo que hicieron los padres.

Versículo 6

6. En medio de piedras pulidas, o, en partes del valle. Contin�a con el mismo tema y reprende de diversas maneras las supersticiones que abundaban en Judea; porque ning�n lugar estaba completamente libre de idolatr�a. No hab�a rocas, ni r�os, ni valles, ni rincones, en los que no hubieran erigido un monumento de su superstici�n. Ten�an sus arboledas y monta�as, en las que se sacrificaban a la manera de los gentiles.

Ya sea que adoptemos aqu� la lectura, "Piedras pulidas" o "Partes del r�o", el significado ser� el mismo. El Profeta quiere decir que los jud�os eligieron su propio m�todo de adorar a Dios, y se apartaron de la regla que �l hab�a establecido en su Ley; y, en consecuencia, todo tipo de adoraci�n que siguieron por su propia elecci�n fue abominable y malvado; porque en la religi�n y en la adoraci�n a Dios es solo a la voz de Dios que debemos escuchar. Si se considera preferible convertirlo en "piedras pulidas", entonces Isa�as reprende el desprecio de la Ley por la cual Dios prohibi� el uso de martillos, ( �xodo 20:25) al cortar o cincelar las piedras que se emplear�n en construyendo el altar; porque no deseaba que se ofrecieran sacrificios en ning�n altar sino en uno. Pero como era costumbre con los gentiles dedicar templos cerca de fuentes y r�os, el otro significado ser� igualmente apropiado.

Ellos son tu suerte. La repetici�n de "ellos, ellos" es muy enf�tica. Se puede suministrar una palabra a modo de permiso, como si el Se�or permitiera a los jud�os acatar sus pr�cticas, ya que lo hab�an abandonado y preferido los �dolos y la adoraci�n falsa; como se dice: "Ve, sacrifica a los �dolos". ( Ezequiel 20:39) Estoy dispuesto a favorecer esta lectura; como si hubiera dicho: �Te dejo tus inventos, y de buena gana te permito dedicarte por completo a ellos, y renunciar a mi derecho; porque no tengo nada que ver con traidores y ap�statas ". Y, sin embargo, indudablemente alude a ese pasaje en los escritos de Mois�s, por cuya boca Dios dijo que �l ser�a la herencia de su pueblo, de modo que deber�an estar satisfechos con tenerlo solo. ( N�meros 18:20) Esto tambi�n fue seguido por David, quien dice: "El Se�or es mi porci�n, mi herencia". (Salmo 16:5) Dado que, por lo tanto, los jud�os se hab�an rebelado de Dios, y hab�an seguido a los �dolos, el Se�or les orden� con justicia que guardaran los �dolos para ellos, e insinu� que no tendr�a nada en com�n con ellos.

Incluso a ellos les has servido una ofrenda. Contin�a enumerando las supersticiones y confirma la afirmaci�n de que ha sido rechazado y rechazado por ellos; porque enajenaron a dioses falsos lo que �l deseaba pertenecer solo a s� mismo. Los jud�os podr�an haber respondido a cada palabra del Profeta, que no ten�an otra intenci�n que adorar a Dios. Pero el Profeta no tiene en cuenta tales pretensiones ociosas y fr�volas; porque la ira de Dios es provocada por la adoraci�n falsa, y se inflama m�s en proporci�n a ella, ya que es m�s constante y dura m�s. Por lo tanto, aprendemos qu� sobriedad debemos observar en la adoraci�n a Dios, para que podamos depender solo de su palabra; porque cualquiera que se desv�e de ella en el menor grado, no solo perder� su trabajo, sino que encender� la ira de Dios, cuya majestad insulta malvadamente y hace todo lo que est� en su poder para disminuir.

�Debo disfrutar estas cosas? Tambi�n podr�a traducirse: "�Me arrepiento?" Esta interpretaci�n ha sido adoptada en general, porque desea asignar una raz�n por la que castiga a la gente. Como si hubiera dicho: "Cuando me vengue de estas transgresiones, �es posible que me arrepienta?" Sin embargo, la interpretaci�n que he seguido me parece preferible: "�Me deleitar�, o consolar�, de esos sacrificios que t� haces?" me has ofrecido? Porque los id�latras com�nmente se deleitan en sus propios inventos, e imaginan que Dios tambi�n est� encantado con todo lo que persiguen con ansia loca y furiosa. Tampoco es una pregunta tan superflua; porque los hombres piensan que Dios es como ellos y aprobar�n todo lo que les sea agradable. Por el contrario, declara que nada es aprobado por �l o que es aceptable para �l, sino lo que est� de acuerdo con su palabra. (110)

Versículo 7

7. Sobre una monta�a alta y alta. Repite de nuevo esa met�fora a la que hemos mirado anteriormente. Las personas supersticiosas cometen fornicaci�n con sus �dolos, porque, al abandonar la simplicidad de la palabra, violan el v�nculo de ese santo matrimonio en el que Dios ha entrado con ellos y se prostituyen con Satan�s. Pero ahora Isa�as ten�a la intenci�n de expresar algo m�s; porque, cuando dice que acomodan su cama en un lugar elevado, quiere decir que no se averg�enzan de su conducta vergonzosa. Como una ramera, que ha perdido toda verg�enza, no teme a la vista de los hombres, y no le importa su reputaci�n, por lo que cometieron abierta y vergonzosamente fornicaci�n en un lugar elevado y visible. Compara altares y arboledas con "camas" en las que se comete ese maldito crimen, y compara a los hombres que se sacrifican en ellas con rameras insolentes y abandonadas. En cuanto a la opini�n de algunos, que esto se relaciona con los sof�s en los que se reclinaban en sus fiestas de sacrificio, no hay una buena base para ello.

Ofrecer un sacrificio. Aqu� describe sin una figura ese tipo de fornicaci�n que reprende, a saber, que ofrecieron sacrificios a los �dolos. Se imaginaban, de hecho, que al hacerlo estaban prestando obediencia a Dios; pero el Se�or rechaza todo lo que los hombres inventan seg�n su propio placer, y aborrece ese libertinaje.

Versículo 8

8. Detr�s de la puerta. �l se detiene en gran medida en el crimen del que ya hemos hablado, que la gente ya no puede halagarse en sus inventos. Es probable que Isa�as alude a las palabras de Mois�s, por medio de las cuales Dios les orden� que pusieran la Ley continuamente delante de ellos, que la adjuntaran a los postes de sus casas, y que la mantuvieran escrita y envuelta alrededor de sus brazos y las franjas de sus prendas, para que se les recuerde constantemente su deber. ( Deuteronomio 6:9) Pero los jud�os, por el contrario, contaminaron las puertas y postes de sus casas con s�mbolos de idolatr�a, y no dejaron ning�n rinc�n libre o puro de tales contaminaciones. As� llegaron a olvidar en todas partes a Dios y la Ley, y sustituyeron en su habitaci�n las emociones de su propia lujuria.

Has ensanchado tu cama. Repite nuevamente lo que dijo anteriormente, y vuelve a esa cl�usula, que los jud�os cometen fornicaci�n con �dolos cuando piensan que est�n adorando a Dios; porque no siguen la regla de la palabra. Es lo mismo que si una mujer, despu�s de haber abandonado a su esposo, se prostituyera en un burdel y recibiera libremente todo lo que viniera, como si la cama hubiera sido una gran llanura y capaz de contener una gran multitud.

Por esta raz�n, �l dice que ella fue detectada por �l, porque, dejando de lado la modestia del estado de casada, se permiti� ser deshonrada y violada por otros; porque Dios ocupa el lugar de un esposo, a quien ella deber�a haber estado sujeta, pero ella busc� nuevos esposos y rompi� el v�nculo del matrimonio, �l describe su culpa agravada, al decir que los jud�os por su propia voluntad se dedicaron a los �dolos. , como si una mujer de base corriera tras un hombre con ciego entusiasmo.

Amaste su cama en el lugar que viste. Por una figura diferente, los acusa de ese amor apresurado, porque, como si por una sola mirada, se apresuraran repentina y ansiosamente a cualquier lugar. Sin embargo, culpa a la temeridad de los hombres, que piensan que son sagaces al adorar a Dios, y seleccionan lugares seg�n su propio placer. Pero esta sagacidad es diab�lica; porque Dios nos ordena mantener nuestros ojos fijos en s� mismo y en su palabra, para estar cerrados contra todo lo dem�s.

Versículo 9

9. Y fuiste al rey con ung�ento. Aqu� el Profeta censura otro vicio estrechamente relacionado con el primero; porque la impiedad engendra varios errores, y conduce a angustias graves e intrincadas a aquellas mentes que son fr�volas y despose�das del temor de Dios; porque es apropiado que aquellos que se niegan a descansar en Dios sean sacudidos, o m�s bien empujados hacia arriba y hacia abajo. Por lo tanto, reprocha a los jud�os que hayan trabajado mucho y mucho tiempo buscando la ayuda de los imp�os; es decir, con haber intentado llevar a los egipcios contra los asirios, y luego, cuando hab�an estado decepcionados de su esperanza, con haber comenzado a enfrentarse a los babilonios. Cuando sus corazones se han alejado de Dios, buscan ayuda de otra parte, y con gran esfuerzo y gastos traen sobre s� angustias m�s severas. Sin embargo, mientras el Se�or concede reposo a su pueblo, para que puedan realizar su trabajo en paz, los hombres malvados "se enfadan en vano, se levantan temprano, se retrasan para descansar, comen el pan de la tristeza", como se dice, (Salmo 127:2) y, sin embargo, no ganan un pedo, porque todo lo que hacen es sin la autoridad o la gu�a de Dios. Pero el Esp�ritu les inflige este castigo, de modo que deambulan incesantemente y son sacudidos por la duda y la incertidumbre, y nunca pueden descansar en sus mentes.

Versículo 10

10. Est�s cansado. �l quiere decir que los hombres emprenden labores superfluas e in�tiles, cuando no siguen a Dios. Se enfadan en vano, como ya se ha dicho; porque nada de lo que se intente en oposici�n a Dios puede tener �xito. Adem�s, rid�culamente ridiculiza las pr�cticas perversas de aquellos que prefieren desperdiciarse por el trabajo incesante que avanzar con calma donde Dios los llame.

Y no has dicho: No hay esperanza; es decir: �Aunque veas que tus labores son infructuosas, persevera obstinadamente y persigue tus designios; mientras que incluso los tontos, cuando no tienen �xito, com�nmente se arrepienten ". Por lo tanto, los hombres deben ser obstinados y desesperados, cuando una cuesti�n infeliz y fracasada de sus esquemas a veces no los lleva a preguntarse: �Qu� est�s haciendo? Jerem�as mira esta obstinaci�n, pero en palabras diferentes; porque �l dice que los jud�os eran tan insensatos como para decir:

�Estamos deshechos, pero seguiremos nuestros propios pensamientos. Esto ha sido determinado por nosotros, y nuestra opini�n no se puede cambiar ". (Jeremias 18:12)

Pero aqu� censura esa estupidez que los desconcertaba tanto que no pod�an reconocer su locura y arrepentirse, y volver nuevamente al camino correcto.

Has encontrado la vida de tu mano. Aqu� se supone que "vida" significa "comida"; "Como si el Profeta hubiera dicho:" Tu trabajo fue tan delicioso para ti como si estuvieras obteniendo alimento para ti con tu mano ". (111) Otros consideran que "la vida de la mano" significa deleite, o el mayor placer; y ambas interpretaciones equivalen a lo mismo.

Pero hay una dificultad algo mayor en la pregunta: "�Habla sinceramente o ir�nicamente?" Si las palabras se toman en sentido literal, el significado ser�: "No te afligiste, porque la fortuna pareci� favorecerte por un tiempo". Cuando los incr�dulos logran su deseo, se animan m�s en su incredulidad y, como dice el dicho com�n, "la prosperidad cega a los hombres". Pero especialmente esto sucede cuando los hombres han abandonado a Dios y acatan sus propios caminos y planes; porque entonces desprecian sin temor a Dios. Pero tambi�n pueden ser vistos como ir�nicos: ��C�mo es posible que no vuelvas sobre tus pasos y te arrepientas? �Por qu� no reconoces tu locura? �Es porque tienes vida en tu mano, y porque todo te va bien? (112)

Prefiero la �ltima interpretaci�n, aunque no rechazo la primera. Est� bastante claro en la historia que los jud�os no ten�an buenas razones para estar orgullosos de su prosperidad o �xito; porque el tratado en el que entraron, primero con los egipcios, luego con los asirios, y finalmente con los babilonios, fue destructivo y fatal para ellos; y descubrieron por experiencia lo imprudente que hab�an sido al pedir ayuda a los aliados; para que el Profeta se burle de ellos justamente por haber encontrado "la vida de sus manos". Por lo tanto, aumenta su descripci�n de la necedad de este pueblo, que voluntariamente se precipita hacia su propia destrucci�n, y obstinadamente se derrumba sobre s� mismo, cuando deber�an, al menos, como tontos, haber ganado sabidur�a por la miseria que hab�an experimentado. .

Versículo 11

11. �Y a qui�n has adorado y temido? Aqu� �l estalla m�s vehementemente contra los jud�os, porque eran indigentes del temor de Dios, aunque se jactaban de su santidad y se refugiaban bajo un t�tulo vac�o de religi�n. Los hip�critas no solo se halagan en sus supersticiones, sino que la gente com�n tambi�n los considera santos y piadosos; y, por lo tanto, act�an con arrogancia e insolentemente hacia Dios y los hombres. Pero el Profeta declara que el verdadero temor a Dios no puede existir, donde la adoraci�n no es pura y agradable a su palabra. Todas las opiniones entretenidas por los hombres, en cuanto a las formas plausibles de culto observadas por las personas supersticiosas, son absoluta maldad y necedad, declara, por lo tanto, que no hay temor de �l ni religi�n entre ellos, aunque est�n muy encantados con su mascaras

Adem�s, por sus ceremonias religiosas, como pruebas manifiestas, demuestran que no tienen reverencia ni temor a Dios; porque Dios testifica, por Mois�s, que prueba si lo aman o no con todo su coraz�n, cuando permite que los falsos profetas introduzcan la superstici�n y la idolatr�a. ( Deuteronomio 13:3) Todos los que vuelan hacia ellos, por lo tanto, muestran que son completamente indigentes del temor de Dios; porque, si consideraban que alg�n d�a deb�an rendirle cuentas, no pisotear�an tan audazmente sus mandamientos.

Y no me has recordado. Cuando se queja de haber sido olvidado, muestra que fue a trav�s de la obstinada maldad que lucharon contra Dios, y no a trav�s de la ignorancia que se alejaron de �l; porque, teniendo una regla segura de llevar una vida santa, se rebelaron voluntariamente de �l y rompieron la promesa que le hab�an hecho. Deber�amos considerar diligentemente cu�n terrible es el trueno lanzado contra los hip�critas, que se burlan de todas las amenazas y se cubren con disfraces vanos, cuando declara que son indigentes del temor de Dios, y que son mentirosos y lo han olvidado.

�No es porque guard� mi paz? (113) Aqu� he pensado que es correcto insertar la palabra "porque", que debe ser suministrada, para resaltar m�s completamente el significado del Profeta; para aquellos que no proporcionan alguna palabra, se someten a una gran cantidad de problemas para presentar una exposici�n; y sabemos con qu� frecuencia este modo de expresi�n es empleado por los escritores hebreos. �l reprocha a los jud�os haber abusado de la paciencia y la paciencia de Dios, por lo que sus corazones deber�an haberse suavizado. Pero tal es la maldad de los hombres, que los vuelve m�s audaces en la transgresi�n y les hace pensar que pueden hacer lo que les plazca sin ser castigados.

En consecuencia, en la �ltima cl�usula del verso considero que la part�cula ? (vau) significa por lo tanto. "Y, por lo tanto, no debes temerme, porque yo callaba, mientras que prefer�as haber sido derretido por mi bondad". Por lo tanto, inferimos que los jud�os no pod�an quejarse de la severidad excesiva de Dios, ya que �l los soport� pacientemente durante mucho tiempo, y empeoraron cada vez m�s como consecuencia de haber sido exentos del castigo. Por lo tanto, era necesario que asumiera un car�cter totalmente diferente y los castigara m�s severamente por sus iniquidades.

Versículo 12

12. Declarar� tu justicia. El Profeta afirma que el Se�or ya no soportar� lo que antes soport�, y que en adelante debe seguir un m�todo diferente. Lo llama ir�nicamente "su justicia", porque quiere decir con ella toda la maldad y todos los errores por los cuales fueron manchados y corrompidos; como si hubiera dicho: "Mostrar� cu�l es la naturaleza de tu justicia". Mientras Dios "calla", los que son m�s injustos y m�s imp�os parecen ser personas "justas"; pero cuando el Se�or asciende a su tribunal, los hombres son sacados de sus lugares de acecho, y su bajeza es arrastrada a la vista del p�blico. Y as�, el Profeta quiere decir que la mayor maldad pasa en el mundo por "justicia", siempre que Dios mantenga su paz, pero que al final se dispersar�, cuando �l ascienda a su asiento de juicio; porque los hombres, despu�s de haberse halagado mucho y por mucho tiempo, al final sentir�n que �l es su juez.

Y no te sacar�n provecho. Esto se relaciona con el efecto, por el cual los hombres casi siempre juzgan; porque no preguntan si una cosa es justa o injusta, sino que piensan que cualquier cosa que sea rentable para ellos debe ser aprobada. Por lo tanto, el Profeta amenaza con que todas las obras de las que esperaban obtener alg�n beneficio ser�an destructivas para ellos.

Versículo 13

13. Cuando llores, deja que tus tropas te entreguen. �l declara m�s completamente lo que hab�a tocado ligeramente en el verso anterior, que, cuando se acerquen, se avergonzar�n; para el estado de �nimo potencial, "D�jelos entregar", equivale a decir: "No lo har�n". �l alude a lo que hab�a dicho anteriormente, (vers�culo 9): "T� fuiste al rey con ung�entos". Y, en consecuencia, da el nombre de "tropas" a todos los medios de defensa por los cuales los jud�os pensaban que estar�an a salvo; porque, al confiar en ellos, se abandonaron a todo tipo de vicios, como si estuvieran seguros de escapar del castigo, porque estaban vigilados y fortificados por todos lados. Pero el Se�or muestra cu�n in�tiles son todas las tropas reunidas sin su autoridad.

"Grito" denota aqu� esa calamidad por la cual deb�an ser afectados; porque, confiando en sus tratados y en la ayuda de los aliados, pensaron que disfrutar�an de una paz profunda, como si nunca antes hubieran sido enga�ados. Pero declara que todas las defensas militares que han recogido para s� mismos no les ser�n de ninguna ventaja. Detestable y maldita es esa confianza que los hombres, habiendo abandonado a Dios, depositan en las cosas de este mundo o en las defensas humanas. (Jeremias 17:5) Anteriormente lo tra�a como un reproche contra la gente, que no estaban satisfechos con las suaves aguas de Shiloah, y deseaban tener los r�os r�pidos e impetuosos que finalmente los desbordar�an. ( Isa�as 8:6) Esto realmente sucedi�; porque los asirios y egipcios, y finalmente los babilonios, no solo no eran rentables, sino incluso ruinosos, para los jud�os cuyos aliados eran.

Pero el que espera en m�. Luego sigue un contraste, en el que los invita a confiar en Dios, que es el remedio que debe emplearse contra todos los males; como, por otro lado, todos los males surgen de la incredulidad y la desconfianza. En cuanto a la promesa de una herencia para aquellos que esperan en Dios, equivale a esto: ��Qu� m�s buscas que permanecer sano y salvo y que tu herencia no sufra da�os? Soy yo quien puede hacer esto. �Por qui�n te trajo a este pa�s? �Qui�n te dio posesi�n de �l? Y, sin embargo, corres tras Egipto y buscas ayuda de los hombres, lo que ser� de poca utilidad, y no tomas en cuenta mi ayuda.

Tendr� la tierra por herencia. No tengo dudas de que con la palabra "herencia" se refiere a Judea, en la que los jud�os deseaban permanecer a salvo; porque luego menciona la "monta�a de su santidad", es decir, la monta�a sobre la cual se construy� el templo. Entonces, los jud�os no le atribuyeron al Se�or lo que le pertenec�a, cuando huyeron, no a �l, sino a los asirios o egipcios, en busca de ayuda. Por lo tanto, debemos dibujar una doctrina universal, a saber, que nuestros asuntos tendr�n un �xito admirable, si esperamos en el Se�or; y si desechamos la confianza en �l, ciertamente no debemos preguntarnos si vacilamos y somos sacudidos de varias maneras.

Cuando llama a la monta�a a la que los jud�os deb�an ser devueltos "la monta�a de la santidad", quiere decir que la vida y todas sus comodidades no son deseables en s� mismas, excepto que podemos adorar a Dios; porque el fin de la vida humana es esto, para que Dios tenga un pueblo que le rinda pureza de adoraci�n. Por lo tanto, que nuestros ojos est�n siempre fijos en la adoraci�n y el servicio a Dios, si deseamos la vida, la liberaci�n o cualquiera de las comodidades de la vida.

Versículo 14

14. Y �l dir�: Prep�rate, prep�rate. Debido a que esta promesa de que los que esperaban en el Se�or deber�an poseer la tierra, podr�a considerarse rid�cula (porque poco despu�s ser�an expulsados ??de ella), por el bien de los creyentes que a�n permanec�an, se agrega esta segunda promesa. , por lo cual se compromete a s� mismo a que, aunque hayan sido expulsados ??de la tierra de Cana�n y desterrados a un pa�s lejano, ser�n devueltos a �l. Por lo tanto, se encuentra con una duda que podr�a surgir, que los hombres buenos no se desesperen durante ese destierro doloroso y prolongado, o imaginen que la promesa de Dios hab�a fallado en su cumplimiento. Algunos explican que significa que el Se�or enviar� profetas verdaderos y fieles para limpiar de sus esc�ndalos a la Iglesia que hab�a sido corrompida por falsos profetas y gobernantes malvados; como �l demostr� anteriormente que de ellos surgi� la causa de su ruina; y entonces piensan que esto es una promesa de una condici�n mejor y m�s feliz. Pero tal interpretaci�n es excesivamente forzada, y por lo tanto elijo adoptar la interpretaci�n anterior, que, aunque por un tiempo los jud�os ser�n privados de esa tierra, sin embargo, ser�n restaurados por el Se�or, quien ordenar� los caminos. para ser nivelado, con el fin de traerlos de vuelta.

Este pasaje est� de acuerdo con lo que examinamos anteriormente ( Isa�as 40:1) en el que el Se�or mand� traer consuelo a su pueblo, proclamar y publicar el regreso a Judea, y despejar los caminos; porque, como consecuencia de haber sido encerrados en Babilonia como en una tumba, y de la duraci�n y dificultad del viaje, y del vasto desierto que los separaba, apenas pod�an tener la esperanza de regresar a su pa�s natal. Por lo tanto, era apropiado que Isa�as no pasara por alto este asunto a la ligera, que no temieran las monta�as o el mar que se extend�a entre ellos, ni ninguna otra obstrucci�n.

Nivelar el camino. Se dirige a Ciro y Dar�o, cuyas mentes el Se�or inspir� para abrir el camino y otorgar protecci�n a los jud�os; como si hubiera dicho que el Se�or enviar� ministros, que ahora son desconocidos para ellos, por cuya agencia "preparar� el camino" y sacar� a la gente. El ap�strofe, tambi�n, por el cual se dirige directamente a ellos, tiene mayor fuerza que si hubiera hablado en tercera persona. Al ordenarles que retiren los escollos, muestra que no hay raz�n por la que deber�an estar aterrorizados por las dificultades y obstrucciones de los caminos, que el Se�or "quitar�" f�cilmente cuando lo considere conveniente.

Fuera del camino de mi gente. La esperanza de retorno est� contenida en esto, que el Se�or determina traer de regreso a su pueblo y colocarlo nuevamente en la tierra de Cana�n. Por lo tanto, aunque no haya otro camino, debe haber uno, y cada barra y obst�culo debe ser eliminado; porque el Se�or ha prometido su regreso, y en consecuencia es su l�der en el viaje.

Versículo 15

15. Porque as� ha hablado el Alto y Elevado. Confirma la declaraci�n anterior sobre la restauraci�n de la gente del cautiverio. Pero este vers�culo puede explicarse de dos maneras; o que el Profeta se encuentra con la duda que puede surgir en los corazones de los hombres buenos, y as� compara las cosas que se contrastan entre s�; o, que saca un argumento de la naturaleza de Dios, para fortalecer las mentes d�biles. Para explicar estas cosas m�s claramente, sabemos, primero, que nuestros corazones a menudo se distraen con estos pensamientos, que Dios est� realmente en el cielo, pero que hay una gran distancia entre �l y nosotros, y que �l pasa por alto o desprecia los asuntos humanos y, en una palabra, que no se preocupa por nosotros. Con el fin de corregir esta imaginaci�n, el Profeta dice que Dios realmente habita en un lugar elevado, pero no por eso mira este mundo y lo gobierna por su providencia; porque est� ansioso por la salvaci�n de los hombres, y habita con los afligidos y con los que tienen un coraz�n quebrantado y humilde; como se dice, "Jehov� es alto y respeta a los humildes" (Salmo 138:6) y en otros pasajes.

El otro significado es que el Profeta muestra que Dios es muy diferente a nosotros; porque temblamos en la adversidad, porque lo medimos seg�n nuestra norma y decimos: "�C�mo nos ayudar� el Se�or a los oprimidos?" Adem�s, los hombres que est�n en apuros son com�nmente ignorados y despreciados. Por lo tanto, pensamos que Dios no nos tiene en ninguna estimaci�n, porque formamos nuestras ideas sobre �l a partir de nuestra propia naturaleza. Pero deber�amos tener opiniones muy diferentes sobre �l; y por lo tanto dice que "habita en el cielo" para dar a entender que no est� sujeto a las pasiones humanas; porque �l es como �l en todo momento, y nunca cambia su prop�sito; y por lo tanto, como �l prometi� una vez la restauraci�n a su pueblo, as� lo realizar�. No me disgusta esta interpretaci�n, ni rechazo la primera, que es m�s completa y abundante, y est� de acuerdo con otros pasajes de la Escritura, que com�nmente unen esas dos cosas; que el Se�or habita en el cielo y se ocupa de los asuntos humanos, y especialmente de sus hijos, como dije brevemente un poco antes.

Quien habita en la eternidad. Somos volubles y aplicamos nuestras mentes a veces a un tema, y ??a veces a otro; y nuestros corazones no contin�an fijos en lo que alguna vez hemos abrazado. Por esta raz�n �l distingue entre Dios y los hombres, porque sobre �l no cae ninguna sombra de cambio; pero no tenemos tanta firmeza como para ejercer un cuidado constante sobre aquellos que necesitan nuestra ayuda.

Habito en lo alto y santo. ???? (kadosh) a veces denota el templo, pero aqu� denota el cielo mismo. Vemos la raz�n por la que lo llama "el Santo" y "el habitante del lugar santo y elevado". Es para informarnos cu�nto difiere de nosotros y cu�n diferente es de nuestra naturaleza. Adem�s, deber�amos extraer de �l un consuelo singular, que el Se�or desea ayudar a los miserables, e incluso elige para s� una habitaci�n entre ellos, es decir, siempre que reconozcan su miseria.

Y con el que es humilde de esp�ritu. Los hombres malvados son oprimidos por varias calamidades, pero no dejan de ser feroces y altivos. Ser� vano para ellos esperar que Dios se acerque a ellos; (114) porque sus corazones deben ser humildes y totalmente abatidos, si esperan obtener ayuda de Dios. En consecuencia, desciende incluso a los sin vida, para que pueda darles nueva vida y formarlos de nuevo. Dos veces menciona expresamente el "esp�ritu humilde" y el "coraz�n afligido", para que sepamos que estas promesas pertenecen a aquellos que, en sus aflicciones, no ser�n despiadados y rebeldes, y que, en resumen, dejar�n de lado todo arrogancia y s� manso y humilde.

Versículo 16

16. Porque no por siempre me esforzar�. �l contin�a la misma doctrina; porque era dif�cil persuadirlos de esto, al ver que durante ese cautiverio doloroso percibieron que Dios era su enemigo, y apenas pod�an obtener un sabor de la gracia de Dios, por lo cual sus corazones podr�an ser alentados o aliviados. Por lo tanto, el Profeta encuentra esta duda y muestra que los castigos que soportar�n ser�n por un corto tiempo, y que Dios no siempre se enojar� con ellos; que Dios realmente tiene muy buenas razones para estar enojado, pero que renunciar� a su derecho y disminuir� lo que podr�a haber exigido. De este modo, conecta la ira de Dios con esa moderaci�n mediante la cual calma a los creyentes, para que no se desanimen; porque, aunque saca un argumento de la naturaleza de Dios, esta promesa est� especialmente dirigida a la Iglesia.

Por lo tanto, esta oraci�n siempre debe ser recordada por nosotros en medio de nuestras m�s dolorosas aflicciones, para que no pensemos que Dios es nuestro enemigo, o que �l siempre luchar� con nosotros. Cuando dice que Dios est� enojado, habla como si admitiera, y de acuerdo con los sentimientos de nuestra carne; porque no podemos formar ninguna otra concepci�n de Dios durante nuestras aflicciones, aparte de que �l est� enojado con nosotros. Incluso es rentable sentirse conmovido por este sentimiento, que nos puede dar instrucciones de arrepentimiento; y por lo tanto, esta forma de expresi�n debe verse como una referencia exclusiva a nuestra capacidad, y no a Dios.

Porque el esp�ritu estar� vestido (o estar� oculto o fracasar�). Asigna la raz�n por la cual no siempre luchar�. Hay varias interpretaciones de este pasaje. Entre otros, esto me parece m�s apropiado; que "el esp�ritu est� vestido" con el cuerpo, como con una prenda. Por eso tambi�n el cuerpo se llama tabern�culo y, por as� decirlo, la habitaci�n del esp�ritu. Si adoptamos este significado de la palabra, habr� dos modos de interpretar esta cl�usula. Algunos explican que se refiere a la �ltima resurrecci�n: "el esp�ritu ser� vestido", es decir, despu�s de haber salido del cuerpo, volver� nuevamente a �l en cuanto a su habitaci�n. Por lo tanto, habr� una discusi�n de mayor a menor: �Levantar� cad�veres; �por qu�, entonces, no te devolver�, aunque medio muerto, a una vida mejor? Otro significado, que tambi�n es adoptado por algunos, ser� m�s simple y mejor; porque la interpretaci�n de la cl�usula, en referencia a la �ltima resurrecci�n, es demasiado remota del contexto. "Rode� el esp�ritu con un cuerpo"; como si hubiera dicho: "Cre� hombres, y por lo tanto los cuidar�".

Pero por mi parte, creo que el Profeta se eleva m�s alto; porque muestra que el Se�or trata con nosotros tan gentil y amablemente, porque percibe cu�n d�biles y d�biles somos; como tambi�n se se�ala en otros pasajes de la Escritura, como Salmo 103:13. �Como el padre se compadece de sus hijos, el Se�or se compadece de los que le temen. �l conoce nuestra condici�n, recordando que somos polvo. La edad del hombre es como la hierba, y florece como una flor en el campo �. Lo mismo se dice en Salmo 78:38. "Sin embargo, al inclinarse por la misericordia, fue amable con su iniquidad, y no los destruy�, y a menudo record� su ira, y no despert� toda su indignaci�n, recordando que eran carne, y un viento que pasa y no regresa. de nuevo." Aqu� el Profeta me parece que significa lo mismo; como si el Se�or hubiera dicho: "No estoy dispuesto a probar mi fuerza con el aliento o el viento, que ser�a como con hierba o una hoja, que se desvanecer� repentinamente cuando sientan el calor del sol". ????? (yagnatoph) es explicado por algunos como "Fallar�", lo cual concuerda muy bien con este pasaje; porque nuestro esp�ritu fracasar� cuando el Se�or ejerza su poder contra nosotros. Dejando el significado de las palabras como algo dudoso, entendemos suficientemente el dise�o del Profeta. �l muestra que Dios trata gentilmente con nosotros y act�a con poca severidad al corregir nuestros pecados, porque toma en cuenta nuestra debilidad y desea apoyarla y aliviarla.

Versículo 17

17. Por la iniquidad de su lujuria. Aqu� se queja de la obstinada maldad del pueblo y muestra que el Se�or ten�a muy buenas razones para castigarlo de esta manera; para que no pueda quejarse de su crueldad inmoderada. ???? (betzagno) es traducido por algunos "lujuria" y por otros "codicia". Si se trata de "codicia", ser� un modo figurativo de expresi�n, en el que una parte se toma por el todo; porque esta es la fuente de donde surgen todos los males. ( 1 Timoteo 6:10) Pero podemos tomarlo generalmente para todo tipo de deseo pecaminoso; porque fue a causa de los diversos y numerosos vicios por los cuales los jud�os fueron contaminados, que el Se�or se enoj� y les infligi� severos castigos. Pero �l menciona expresamente "lujuria", para dar a entender que fueron castigados, no porque fueran abiertamente malvados, sino porque eran pecaminosos a la vista de Dios; porque es suficiente condenarlos, que Dios es Juez de los corazones y castiga no solo por cr�menes externos, sino tambi�n por disposiciones malvadas y "lujurias". Al mismo tiempo, les recuerda que su castigo es justo, para que, siendo conscientes de la culpa, puedan rezar humildemente por el perd�n.

Lo golpe�, me escond�. Quiere decir que su favor fue, en algunos aspectos, retirado y "oculto" por un tiempo. Ahora, �l habla de acuerdo con la opini�n de los hombres, porque, como ya hemos dicho, imaginamos que Dios es un enemigo, y est� enojado con nosotros, cuando castiga por nuestras transgresiones. Y es necesario que tengamos esos puntos de vista y concepciones de �l, para que podamos llegar a un verdadero reconocimiento de nuestros pecados; porque nunca deber�amos reconocerlos sinceramente, o estar angustiados por ellos, si no reflexionamos con nosotros mismos y saber que hemos provocado la ira de Dios. Pero, aunque es deseable que seamos conducidos al arrepentimiento de esta manera, debemos tener cuidado, por otro lado, no sea que, como consecuencia de imaginar que Dios es hostil y no est� dispuesto a reconciliarse con nosotros, el dolor nos trague . El Profeta por lo tanto restringe estos terrores inmoderados y nos proh�be juzgar a Dios de acuerdo con nuestra disposici�n natural; porque aunque nos castiga, no deja de apreciar el amor y el afecto de un padre hacia aquellos a quienes una vez abraz�.

Pero se fue. Esta es la rebeld�a que el Profeta culpa y reprende, que la gente en ning�n grado mejor�, sino que persever� en su maldad. �l muestra que estaban desesperados, porque los remedios violentos que el Se�or hab�a intentado no pod�an devolverlos al camino correcto.

Versículo 18

18. He visto sus caminos. (115) Aqu�, por el contrario, el Se�or magnifica su misericordia, porque es misericordioso con esa gente, aunque obstinada y rebelde, y los anticipa por su gracia y misericordia Como si hubiera dicho: �Trabaj� para que este pueblo se arrepintiera con mis castigos, porque persiguieron violentamente sus deseos; pero eran obstinados e indomables; todo lo que hice fue en vano. De hecho, podr�a haberlo arruinado, pero elijo m�s bien sanar y preservar. Esto no puede hacerse sino mediante una misericordia distinguida e incomparable. Por lo tanto, dejar� de castigarlos ". Por estas razones, Isa�as gradualmente magnifica la misericordia de Dios, a quien representa como m�dico considerando qu� remedios se adaptan mejor para sanar a esta gente. Ahora, nuestras enfermedades son incurables, si el Se�or no nos anticipa con su misericordia.

Y lo guiar�. Ning�n castigo, por severo que sea, nos llevar� al arrepentimiento, si el Se�or no nos aviva con su Esp�ritu; porque la consecuencia ser� hacernos m�s rebeldes y duros de coraz�n. Y as� podemos contemplar, en el ejemplo de este pueblo, una imagen de la humanidad; para que podamos ver claramente cu�l es nuestra rebeli�n y obstinaci�n contra Dios, y qu� remedios son necesarios para curar nuestras enfermedades; y que, cuando estamos enfermos y casi fuera de toda esperanza, somos sanados, regresamos al camino correcto y luego continuamos en �l. Por lo tanto, sigue el consuelo:

Restaurando las comodidades para �l. Si la piedad es deficiente, no puede haber fe ni consuelo; porque aquellos que no est�n insatisfechos consigo mismos debido a sus vicios no pueden buscar nada m�s que la ira de Dios, los terrores y la desesperaci�n. Es apropiado, por lo tanto, observar el contexto, en el cual el Profeta, despu�s de mencionar "curaci�n", luego menciona "consuelo", porque aquellos cuyas enfermedades han sido curadas obtienen, al mismo tiempo, esa alegr�a de coraz�n y ese consuelo de que hab�an sido privados.

Cuando agrega: Para sus dolientes, parece denotar especialmente a los hombres buenos, (116) que eran pocos en n�mero; como se desprende claramente de las quejas de los profetas, quienes exclaman en voz alta contra la estupidez que se apoder� de la gente por todos lados. Por lo tanto, describe a aquellos que, en medio de la culpa universal, se vieron obligados a llorar sinceramente, y que no solo lamentaron las miserias de la gente, sino que tambi�n se quejaron profundamente bajo la carga de la ira de Dios, mientras que otros disfrutaron libremente de sus placeres.

Versículo 19

19. Creo el fruto de los labios. Esta es una explicaci�n de la declaraci�n anterior, o de la manera en que el Se�or dar� consuelo a este pueblo. Lo es, porque �l les prometer� y les ofrecer� paz; porque por "el fruto de los labios" quiere decir que har� que escuchen las buenas nuevas de la paz, por las cuales se llenar�n de gozo.

Paz Paz. Creo que �l habla de la publicaci�n de "paz", cuyo ministerio estaba comprometido con los profetas, y luego fue ordenado a los ap�stoles y a los otros ministros del Evangelio; como Pablo ense�a que "son embajadores de Cristo, para reconciliar a los hombres con Dios". ( 2 Corintios 5:20) La repetici�n de la palabra "Paz" pretende expresar no solo certeza, sino tambi�n continuidad ininterrumpida. Como si hubiera dicho: �Ahora no escuchas nada m�s que amenazas terribles. La doctrina de la gracia y la salvaci�n es silenciosa, porque eres incapaz de ello. Tal es su obstinaci�n que debo tratar con amenazas y terrores. Pero alg�n d�a restaurar� la doctrina de la "paz" y abrir� los labios de los profetas, para que ellos te la proclamen ".

A los que est�n lejos. Esto se agrega, porque las personas que hab�an sido llevadas al cautiverio no pensaban que estas cosas les pertenec�an (porque estaban "lejos"), sino quiz�s a quienes estaban en casa; porque el cautiverio era una especie de rechazo. Pero el Profeta predice que, aunque est�n a una gran distancia, ser�n participantes de esta gracia.

Y lo curo. Finalmente agrega el fin o efecto que el Se�or determina para sanar a la gente; es decir, hacerlos sanos y salvos. Por lo tanto, inferimos lo que coment� un poco antes, que todo lo que se relaciona con la felicidad plena y perfecta de la Iglesia es absolutamente un don de Dios.

Pablo parece haber mirado este pasaje, cuando dice que Cristo

"Trajo paz a los que est�n cerca y a los que est�n lejos". ( Efesios 2:17)

�l habla de gentiles y jud�os; porque los jud�os estaban "cerca", porque Dios hab�a hecho un pacto con ellos; pero los gentiles estaban "lejos", porque eran extra�os a ese pacto. Pero el Profeta parece hablar solo de jud�os.

Respondo, Paul se adhiere al verdadero significado del Profeta, si todo se examina cuidadosamente; porque se dice que los jud�os, en este pasaje, est�n "lejos", porque el Se�or parec�a haberlos expulsado de su casa; y en ese aspecto se parec�an a los gentiles. Como, por lo tanto, en el momento de la expulsi�n, no hab�a diferencia entre ellos y los gentiles, Pablo, al poner a ambos, por as� decirlo, en el mismo rango, los situ� justamente al mismo nivel que los jud�os, y as� los aplic�. a ellos lo que el Profeta les hab�a hablado de los jud�os; como, de una manera no muy diferente, �l aplica a los gentiles un pasaje en Oseas. ( Romanos 9:25; Oseas 1:10)

Versículo 20

20. Pero los malvados. Habiendo hablado anteriormente de la "paz" que disfrutar�n los hombres buenos, amenaza con que los malvados, por el contrario, tengan una guerra continua y una incesante inquietud y angustia de coraz�n; para que los hombres buenos puedan valorar m�s la excelente bendici�n de la "paz", y luego, que los reprobados sepan que su condici�n no mejorar� en ninguna medida como consecuencia de la paz que se promete a los hijos de Dios. Pero debido a que los reprobados hacen falsas pretensiones al nombre de Dios, y en vano se glor�an en �l, el Profeta muestra que no hay ninguna raz�n por la que deber�an halagarse, o presentar cualquier reclamo, sobre la base de esta promesa, ya que no pueden tener compartir en esta paz Tampoco les servir� de nada, que Dios, teniendo compasi�n de su pueblo, los reciba en favor, y ordene que se les proclame la paz.

Como el mar turbulento. Esa met�fora del "mar" es elegante y est� muy bien adaptada para describir la inquietud de los imp�os; por s� mismo "el mar est� turbado". Aunque no sea golpeado por el viento ni agitado por las temibles tempestades, sus olas contin�an una guerra mutua y se lanzan una contra la otra con terrible violencia. De la misma manera, los hombres malvados est�n "perturbados" por la angustia interna, que est� profundamente asentada en sus corazones. Est�n aterrorizados y alarmados por la conciencia, que es el m�s agonizante de todos los tormentos y el m�s cruel de todos los verdugos. Las furias agitan y persiguen a los malvados, no con antorchas encendidas (como corren las f�bulas), sino con angustia de conciencia y el tormento de la maldad; porque cada uno est� angustiado por su propia maldad y su propia alarma; (117) cada uno es agonizado y llevado a la locura por su propia culpa; est�n aterrorizados por sus propios pensamientos malvados y por los dolores de la conciencia. Por lo tanto, lo m�s apropiado es que el Profeta los haya comparado con un mar tempestuoso y turbulento. Quien quiera evitar estas alarmas y esta espantosa agon�a de coraz�n, no rechace la paz que el Se�or le ofrece. No puede haber curso medio entre ellos; porque, si no dejas de lado los deseos pecaminosos y aceptas esta paz, inevitablemente debes estar angustiado y atormentado.

Versículo 21

21. No hay paz para los malvados. �l confirma la declaraci�n anterior, a saber, que en vano el reprobado se esforzar� por buscar la paz, porque en todas partes se encontrar�n con la guerra. Es Dios quien amenaza la guerra, y por lo tanto no puede haber esperanza de "paz". Los hombres malvados realmente desear�an disfrutar de la paz, y ardientemente desearla; porque no hay nada que deseen m�s ansiosamente que sentirse c�modos y calmar sus conciencias, para que puedan disfrutar libremente de sus placeres y disfrutar de sus vicios. Ahuyentan todos los pensamientos sobre el juicio de Dios y se esfuerzan por estupirse y descansar en la indolencia, y piensan que estas son las mejores formas y m�todos para obtener la paz. Pero nunca lo disfrutar�n; porque, hasta que los hombres se hayan reconciliado con Dios, la conciencia nunca dejar� de molestarlos y continuar la guerra con ellos.

Dice mi dios As�, �l representa a Dios como el �nico autor de la paz, para que, con esta terrible amenaza, les quite a los jud�os sus placeres m�s queridos; y lo llama "su Dios", en oposici�n a la vana jactancia de aquellos que se jactaban falsamente de su nombre; porque no pueden reconocer a Dios, siempre y cuando rechacen a su Profeta y su doctrina. Por esta raz�n, el Profeta declara audazmente que ha recibido una orden de Dios de declarar una guerra perpetua contra ellos.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Isaiah 57". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/isaiah-57.html. 1840-57.