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Miqueas 6

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

Aqu� el Profeta asume declaradamente que las personas fueron suficientemente probadas como culpables; y, sin embargo, resistieron a trav�s de la resistencia lo m�s obstinado, y rechazaron todas las advertencias sin verg�enza y sin ning�n criterio. Por lo tanto, se le ordena dirigir su discurso a las monta�as y a las colinas; porque su trabajo hab�a sido durante mucho tiempo in�til para los hombres. El significado, entonces, es que cuando el Profeta hab�a dedicado mucho trabajo a la gente y no hab�a dado fruto, finalmente se le ordena llamar a las monta�as y las colinas para que den su testimonio a Dios; y as� antes de que los elementos se den a conocer y demuestren la impiedad y la obstinaci�n de la gente. Pero antes de relatar lo que se le hab�a encomendado, hace un prefacio para llamar la atenci�n.

Escucha lo que dice Jehov�. Los Profetas no suelen, en temas muy serios, hacer un prefacio tal como lo hizo aqu� Miqueas: y de hecho es suficientemente evidente por el pasaje, que �l no tiene aqu� un tema ordinario para su ense�anza, sino que, por el contrario, �l reprende su monstruosa estupidez; porque se hab�a dirigido a los sordos sin ninguna ventaja. Como entonces el Profeta estaba a punto de declarar nada com�n, pero para ser testigo de un nuevo juicio, esta es la raz�n por la que les ordena que est�n excepcionalmente atentos. Escuche, dice, lo que Jehov� dice. �Qu� es? Podr�a haber agregado: �Jehov� te ha hablado muy a menudo, ha intentado por todos los medios para llevarte al camino correcto; pero como ya pasaste la recuperaci�n, la venganza solo queda para ti: ya no gastar� m�s trabajo en vano en ti; porque no encuentra en ti verg�enza, ni mansedumbre, ni docilidad. El Profeta podr�a haberles hablado as�; pero �l dice que otra cosa fue encomendada a su cargo por el Se�or, y es contender o suplicar ante las monta�as. Y este reproche deber�a haber tocado de manera m�s aguda los corazones de la gente: porque aqu� hay una comparaci�n impl�cita entre las monta�as y los jud�os; como si el Profeta dijera: "Las monta�as carecen de entendimiento y raz�n, y, sin embargo, el Se�or prefiere tenerlas como testigos de su causa en lugar de ustedes, que superan en estupidez todas las monta�as y rocas". Ahora percibimos el dise�o de Dios.

Algunos toman monta�as y colinas en un sentido metaf�rico para los hombres principales que luego gobernaron: y esta forma de hablar con mucha frecuencia ocurre en las Escrituras: pero en cuanto al pasaje actual, no tengo ninguna duda de que el Profeta menciona monta�as y colinas sin figura. ; porque, como ya he dicho, establece la dureza de la gente en oposici�n a las rocas e insin�a que habr�a m�s atenci�n y docilidad en las mismas monta�as de lo que hab�a encontrado hasta ahora en las personas elegidas. Y la part�cula ??, at, a menudo se toma en el sentido de antes: significa tambi�n con; pero en este lugar lo tomo por ?, lamed, antes o cerca, ya que se podr�an citar muchas instancias. Pero que este es el significado del Profeta, es f�cil de deducir del siguiente verso, cuando dice:

Versículo 2

Escuchen, monta�as, la controversia de Jehov�, (161) �c�mo? y vosotros cimientos s�lidos de la tierra, dice. Aqu� no habla m�s de colinas, sino que convoca al mundo entero; como si dijera: �No hay uno de los elementos que no debe ser testigo de la obstinaci�n de este pueblo; porque la voz de Dios penetrar� hasta las ra�ces m�s lejanas de la tierra, alcanzar� las profundidades m�s bajas: estos hombres al mismo tiempo continuar�n sordos ". Y �l dice que no, que el Se�or te amenaza o denuncia tu juicio; pero Jehov� tiene una contienda con su pueblo. Ahora vemos que no hay met�fora en estas palabras; pero que el Profeta simplemente muestra cu�n monstruoso era el estupor de la gente, que no se beneficiaba de nada con la doctrina celestial que se les entregaba, de modo que las monta�as y toda la maquinaria de la tierra y el cielo, aunque carec�an de raz�n, ten�an m�s comprensi�n que estas. hombres. Y sabemos que no es inusual que los Profetas conviertan su discurso en elementos mudos, cuando no hay esperanza de �xito para los hombres. Pero nuestro Profeta no aborda abruptamente las monta�as y las colinas como lo hace Isa�as ( Isa�as 1:2) y como tambi�n lo hab�a hecho Mois�s,

"Escuchen, cielos, lo que dir�, que la tierra escuche las palabras de mi boca" ( Deuteronomio 32:1)

pero �l presenta su discurso al decir que se le hab�a ordenado especialmente convocar las monta�as y las colinas a juicio de Dios. Al decir entonces: "Escuchad lo que Jehov� dice", �l prepara, como he dicho, que los jud�os escuchen, para que sepan que se anunciar�a algo poco com�n y totalmente inusual, que el Se�or, para condenar m�s plenamente ellos de extrema impiedad, con la intenci�n de defender su causa ante las monta�as.

Lev�ntate, entonces, y suplica ante las monta�as, y deja que las colinas escuchen tu voz. �Qu� tipo de voz era esta? Los que piensan que los jueces est�n se�alados en sentido figurado pueden ser f�cilmente refutados; porque Miqueas en el siguiente verso menciona la sustancia de esta s�plica, a saber, que el Se�or expuso con su pueblo. Por lo tanto, vemos que Dios no ten�a contenci�n con las monta�as, sino que, por el contrario, las monta�as fueron convocadas, para que pudieran entender la s�plica de Dios, no contra ellos, sino contra el pueblo. Escuchen, pues, monta�as, la controversia de Jehov�, y los cimientos fuertes de la tierra, es decir, las rocas mismas. No hay nada tan dif�cil en el mundo, dice, que no sea una estupidez escuchar; para esta s�plica alcanzar� las profundidades m�s bajas. Entonces Jehov� tiene una controversia con su pueblo, y �l suplicar�, o contender�, con Israel.

Versículo 3

Aqu� Dios, en primer lugar, ofrece dar una raz�n, si fue acusado de algo. De hecho, parece impropio del car�cter de Dios, que �l est� preparado para ser culpable, pero esto se dice a modo de concesi�n; porque el Profeta no podr�a expresar lo contrario, que nada de lo que merec�a la culpa se pod�a encontrar en Dios. Es una personificaci�n, por la cual un personaje; no es suyo, se le atribuye a Dios. Por lo tanto, no deber�a parecer inconsistente, que el Se�or se destaca aqu�, y est� preparado para escuchar cualquier acusaci�n que la gente pueda tener, para que �l pueda dar una respuesta, �Mi pueblo! �Qu� he hecho? Al usar esta amable expresi�n, mi gente, �l duplica su maldad; porque Dios aqu� desciende de su propia elevaci�n, y no solo se dirige a su pueblo, de manera paterna, sino que se para como si estuviera en el lado opuesto, y est� preparado, si la gente tiene algo que decir, para responderle, entonces para que puedan discutir mutuamente la cuesti�n, como suelen hacerla los amigos. Ahora, cuanto m�s bondadoso e indulgente trata el Se�or con su pueblo, m�s mejorado, como he dicho, es su pecado.

Primero dice: �Qu� te he hecho? es decir, �con qu� tienes que acusarme? �l agrega �En qu� he causado problemas (162) para ti? o �En qu� te he sido problem�tico? Testifique, dice, contra m�. Este testimonio deb�a hacerse a las monta�as y colinas; como si dijera: �Estoy listo para defender mi causa ante el cielo y la tierra; en una palabra, ante todas mis criaturas ". Algunos interpretan el pasaje: �Cont�stame:� y ???, uno, tambi�n es para responder; pero el contexto requiere el significado anterior; porque Dios concedi� tanta libertad a los jud�os, que podr�an presentar contra �l cualquier falta que tuvieran que alegar. Testifique, dice, contra m�; es decir, hay testigos presentes; haga p�blico ahora su caso declarando detalles, estoy listo para la defensa Por lo tanto, vemos la verdad de lo que he dicho antes: que un personaje, no el suyo, se le atribuye a Dios: pero esto se hace por concesi�n. Luego agrega:

Versículo 4

Dios, habiendo testificado que en nada hab�a sido problem�tico para la gente, ahora declara cu�n grande y con cu�ntos beneficios los hab�a vinculado a s� mismo. Pero podemos preferir tomar las palabras como explicativas y algo ir�nicas de que �l registre sus beneficios en lugar de problemas o molestias; sin embargo, a mi juicio, es mejor leer las dos cl�usulas separadas. Te he tra�do, dice, de la tierra de Egipto, de esa esclavitud miserable; y luego dice: Te he redimido (163) Por la palabra, redimir, �l expresa m�s claramente e ilustra m�s su bondad. Luego agrega, te he puesto como l�deres Mois�s, y Aar�n, y Miriam, la hermana de ambos. Los beneficios, sabemos, a menudo van acompa�ados de lesiones; y el que obliga a otro destruye todo su favor, cuando convierte la bondad como suele suceder, en reproche. Por lo tanto, con frecuencia es el caso, que el que ha sido amable con otro trae una lesi�n tan grave que el recuerdo de su bondad no debe continuar. Dios menciona aqu� estas dos cosas, que hab�a conferido grandes beneficios a la gente, y que, sin embargo, en nada les hab�a resultado gravosas; como si dijera: "Muchas son las cosas que puedo, si es necesario, presentar de mi parte, por las cuales te he endeudado m�s de cien veces; ahora no puedes a tu vez traer nada contra m�; No puedes decir que he acompa�ado mis beneficios con errores, o que has sido despreciado, porque ten�as obligaciones conmigo, como suele ser el caso de los hombres que orgullosamente dominan, cuando piensan que han obligado a otros a ellos. Entonces no he pensado en acompa�ar mis grandes favores con nada problem�tico o grave para usted ". Ahora entendemos por qu� el Profeta menciona expresamente estas dos cosas, que Dios en nada hab�a sido irritante para su pueblo, y que los hab�a tra�do de la tierra de Egipto.

Esa redenci�n fue tan grande, que la gente no deber�a haberse quejado, si hubiera sido la voluntad de Dios de poner sobre sus hombros algunas cargas muy pesadas: porque esta respuesta podr�a haber sido dada alguna vez, - �Ustedes fueron liberados por m�. ; Me debes tu vida y tu seguridad. Por lo tanto, no hay ninguna raz�n por la cual algo deba ser oneroso para usted; porque la esclavitud de Egipto debe haber sido m�s amarga para ti que cien muertes; y te redim� de esa esclavitud ". Pero, como el Se�or hab�a tratado a su pueblo redimido con tanta amabilidad y humanidad, s�, con tanta indulgencia, �cu�n grande e intolerable era su ingratitud al no responder a su gran amabilidad? Ahora entendemos m�s completamente el significado del Profeta en estas palabras.

Te he hecho ascender, dice, desde Egipto; y luego te redim�. Contin�a, como hemos dicho, gradualmente. Luego agrega: He enviado delante de ti a Mois�s, Aar�n y Miriam. Dios quiere decir aqu� que no hab�a sido una bondad moment�nea; porque continu� su favor hacia los jud�os cuando les impuso Mois�s y Aar�n, y Miriam, lo cual era una evidencia de su constante cuidado, hasta que complet� su trabajo de entregarlos. Para Mois�s fue un ministro de su liberaci�n en la defensa del orden civil, y Aar�n en cuanto al sacerdocio y la disciplina espiritual. Con respecto a Miriam, ella tambi�n realiz� su parte hacia las mujeres; y como encontramos en �xodo 15, ella compuso una canci�n de acci�n de gracias despu�s de pasar por el Mar Rojo: y de ah� surgi� su envidia b�sica con respecto a Mois�s; por ser muy elogiada, se cre�a igual a �l en dignidad. Al mismo tiempo, es correcto mencionar que fue algo extraordinario, cuando Dios le dio autoridad a una mujer, como fue el caso de Deborah, que nadie puede considerar este precedente singular como una regla com�n. Ahora sigue:

Versículo 5

Dios registra brevemente aqu� lo que sucedi� en el desierto, que la gente necesitaba una ayuda extraordinaria adem�s de los muchos beneficios que �l les hab�a conferido. Porque aunque la gente viv�a segura en el desierto en cuanto a los egipcios, a pesar de que los alimentaba el man� y el agua de la roca flu�a hacia ellos, aunque la nube los proteg�a durante el d�a del calor del sol, y la columna de fuego brillaba sobre ellos. durante la noche, sin embargo, la corriente de la misericordia de Dios parec�a haberse detenido cuando Balaam apareci�, que era un Profeta, y luego, como uno armado con armas celestiales, luch� contra el pueblo y se opuso a su liberaci�n. Ahora, si Dios hubiera permitido que Balaam maldijera a la gente, �qu� pudo haber sucedido, pero que debieron haber sido privados de todas sus bendiciones? Esta es la raz�n por la cual el Profeta se refiere espec�ficamente a esta historia, que la maldici�n de Balaam se convirti� milagrosamente en una bendici�n, incluso a trav�s del prop�sito secreto de Dios. Miqueas podr�a haberse referido a todos esos detalles por los cuales Dios pudo haber probado la ingratitud de la gente; pero consider� que era suficiente tocar el hecho de su redenci�n, y tambi�n mencionar por cierto este extraordinario ejemplo de la bondad de Dios.

Recuerde, dice, lo que ide� Balak, es decir, cu�n astuto fue su consejo: porque el verbo ???, iots, debe tomarse aqu� en un mal sentido, y es muy enf�tico; como si el Profeta hubiera dicho que hab�a m�s peligro en este fraude que en toda la violencia de los enemigos; porque Balac no pudo haber hecho tanto da�o si hubiera preparado un gran ej�rcito contra los israelitas, como contratando a un Profeta para maldecir al pueblo. Es cierto que, aunque Balaam era un impostor y estaba lleno de enga�os, ya que es probable que fuera un hombre dado a las supersticiones profanas, todav�a estaba dotado del don de profec�a. Este fue el caso sin duda; y sabemos que Dios ha distribuido a menudo los dones de su Esp�ritu, que ha honrado con el oficio prof�tico incluso a los imp�os e incr�dulos: porque era un don especial, distinto de la gracia de la regeneraci�n. Balaam entonces era un profeta. Ahora, cuando Balak vio que ten�a un poder desigual para oponerse a la gente, pens� en este recurso: hacer que un Profeta se interpusiera con el prop�sito de excitar la ira de Dios contra la gente. Esta es la raz�n por la cual se dice aqu�: Recuerda lo que Balac consult� contra ti; es decir, "Entonces estabas en el mayor peligro, cuando vino un Profeta, contratado para ese prop�sito, para que en el nombre de Dios pudiese pronunciarte una maldici�n".

Se puede preguntar, �si Balaam realmente podr�a maldecir al pueblo de Israel? La respuesta es f�cil: la pregunta aqu� no es cu�l podr�a haber sido el efecto, sin el permiso de Dios; pero Micah aqu� solo se refiere al oficio con el que Balaam fue honrado y dotado. Como entonces era el Profeta de Dios, podr�a haber maldecido a la gente, si Dios no lo hubiera impedido. Y sin duda Balak fue lo suficientemente sabio como para saber que los israelitas no pod�an ser resistidos por el poder humano y que, por lo tanto, no le quedaba m�s que la interposici�n de Dios; y como no pod�a bajar a Dios del cielo, envi� a buscar un Profeta. Dios pone su propio poder en su palabra, ya que la palabra de Dios resid�a en Balaam, y como era, por as� decirlo, su depositario, no es de extra�ar que Balak pensara que se convertir�a en el conquistador del pueblo de Israel, siempre que fueron maldecidos por la boca de Balaam; porque esto habr�a sido as�, el anuncio de la ira de Dios.

Ahora se une, y lo que Balaam, el hijo de Beor, le respondi�. Aqu� se muestra, por un lado, un peligro, porque Balaam era m�s astuto que todos los dem�s enemigos del pueblo, porque podr�a haber hecho m�s por su artificio que si se hubiera armado contra ellos en todo el mundo: aqu� estaba el peligro. Pero, por otro lado, sabemos lo que respondi�; y es seguro que la respuesta de Balaam no procedi� de s� mismo, sino, por el contrario, del Esp�ritu de Dios. Cuando Balaam habl� por la influencia secreta del Esp�ritu, contrario al deseo de su propio coraz�n, Dios demostr� que estaba presente en ese mismo momento, cuando la seguridad de las personas estaba en peligro. Piensa, entonces, o recuerda lo que respondi� Balaam; como si dijera: "Balaam estaba casi maldici�ndote, porque su boca estaba abierta: porque se hab�a vendido a un rey imp�o, y nada podr�a haberlo complacido m�s que haber derramado muchos anatemas y muchas maldiciones: pero �l fue obligado a bendecir a tus padres. �Qu� signific� esto? �No brill� el maravilloso favor de Dios en este caso? Ahora percibimos el dise�o del Profeta, y qu� gran significado hay en estas palabras.

Luego agrega generalmente, desde Shittim hasta Gilgal. Esto no est� conectado con la �ltima cl�usula; porque Balaam no sigui� a la gente de Sitim a Gilgal; pero debe entenderse un verbo, (164) como si dijera: "T� sabes lo que te sucedi� desde Sittim a Gilgal, desde el principio hasta el fin; en el momento en que entraste en el desierto, comenzaste a provocar la ira de Dios ". Y sabemos que incluso en Sitim los israelitas cayeron en la idolatr�a; y esa deserci�n, en cierto modo, los alej� de Dios. Por lo tanto, Dios muestra aqu� que �l, en su bondad y misericordia, hab�a competido con los caminos imp�os de la gente incluso a Gilgal; es decir, "Nunca has dejado de provocarme". De hecho, sabemos que la gente continuamente se excitaba contra ellos mismos por el desagrado de Dios, y que sus deserciones eran muchas y variadas. En resumen, el Profeta muestra que Dios hab�a tratado tan misericordiosamente con la gente, que hab�a superado, de la manera m�s asombrosa, su maldad con su bondad.

Por fin se une, para que conozcas las justicia de Jehov�. Por justicia quiere decir actos de bondad, como el sentido de la palabra se encuentra en muchos otros pasajes: porque la justicia de Dios a menudo se toma no solo por la rectitud, sino tambi�n por la fidelidad y la verdad que �l manifiesta hacia su pueblo. Revela, por lo tanto, la relaci�n entre Dios y su Iglesia, siempre que la palabra justicia se entienda en este sentido. Para que luego conozcas las justicia de Jehov�; es decir, esa experiencia en s� misma puede demostrarte cu�n fiel, cu�n ben�fico, cu�n misericordioso ha sido Dios con tu raza. (165) Desde entonces, la justicia de Dios era conspicua, la gente seguramente debe haber sido muda y no ten�a nada por lo que pudiera exponerse justamente con Dios: lo que quedaba �Pero que su extrema impiedad, completamente detectada ante el cielo y la tierra y todos los elementos, los expuso a su juicio? Ahora sigue:

Mi gente, recuerden, oro, �Qu� consult� Balac, el rey de Moab? �Y qu� le respondi� Balaam, hijo de Beor, (Y lo que hice) desde Shittim hasta Gilgal, Para que sepas los tratos fieles de Jehov�.

- Ed.

Versículo 6

El Profeta ahora pregunta, como en nombre del pueblo, qu� era necesario hacer: y �l da por sentado estos dos principios, que el pueblo no ten�a ninguna excusa y se vio obligado a confesar su pecado, y que Dios hasta ahora hab�a competido con ellos para ning�n otro fin y sin otro dise�o, sino para restaurar a la gente de la manera correcta; porque si su prop�sito hubiera sido condenar al pueblo por su maldad, no habr�a sido necesario hacer estas preguntas. Pero el Profeta muestra lo que se ha dicho anteriormente, que cada vez que Dios reprende a su pueblo, les abre la puerta de la esperanza en cuanto a su salvaci�n, siempre que los que han pecado se arrepientan. Como esto debe haber sido bien conocido por todos los jud�os, el Profeta aqu� pregunta, como con su boca, qu� se deb�a hacer.

As� los presenta como inquisitivos: �Con qu� me acercar� a Jehov� y me inclinar� ante el Dios supremo? (166)

�Debo acercarme a �l con holocaustos, (167) con terneros de un a�o? Pero al mismo tiempo no hay duda, sino que indirectamente se refiere a esa noci�n tonta, por la cual los hombres en su mayor parte se enga�an a s� mismos; porque cuando se demuestre su culpabilidad, de hecho saben que no hay remedio para ellos, excepto que se reconcilien con Dios: pero, sin embargo, fingen seguir un curso tortuoso para acercarse a Dios, mientras desean estar siempre lejos de �l. Esta disimulaci�n siempre ha prevalecido en el mundo, y ahora prevalece: ven que aquellos a quienes Dios condena y su propia conciencia condena, no pueden descansar con seguridad. Por lo tanto, desean cumplir su deber hacia Dios como una necesidad; pero al mismo tiempo buscan algunos modos ficticios de reconciliaci�n, como si fuera suficiente para halagar a Dios, como si pudiera ser pacificado como un ni�o con algunas frivolidades. Por lo tanto, el Profeta detecta esta maldad, que alguna vez hab�a prevalecido demasiado entre ellos; como si dijera: "Veo lo que est� a punto de decir; porque no hay necesidad de contender por m�s tiempo; como no tienes nada que objetar a Dios, y �l tiene innumerables cosas que alegar contra ti: entonces est�s m�s que condenado; pero, sin embargo, tal vez dir�n lo que siempre han alegado ustedes y siempre los hip�critas, incluso esto: - Deseamos reconciliarnos con Dios, y confesamos nuestras faltas y buscamos perd�n; mientras tanto, que Dios se muestre listo para reconciliarse con nosotros, mientras le ofrecemos sacrificios. �No hay duda, pero el Profeta se burl� de esta locura, que siempre ha prevalecido en los corazones de los hombres: siempre piensan que Dios puede ser pacificado por ritos externos y actuaciones fr�volas.

Luego agrega: Te ha proclamado lo que es bueno. El Profeta reprende la hipocres�a por la cual los jud�os deliberadamente se enga�aron a s� mismos, como si dijera: �De hecho, finges alguna preocupaci�n por la religi�n cuando te acercas a Dios en oraci�n; pero esta tu religi�n no es nada; no es m�s que desvergonzadamente disimular; porque no pec�is por ignorancia o por un concepto err�neo, sino que trat�is a Dios con burla �. - �C�mo es eso? �Porque la Ley te ense�a con suficiente claridad lo que Dios requiere de ti; �no le muestra claramente lo que es la verdadera reconciliaci�n? Pero cierran los ojos a la ense�anza de la Ley y, mientras tanto, finjan ignorancia. Esto es extremadamente infantil. Dios ya ha proclamado lo que es bueno, incluso para juzgar, amar la bondad y caminar humildemente con Dios ". Ahora percibimos el dise�o del Profeta.

Como entonces �l dice aqu�: �Con qu� me presentar� ante Dios? debemos tener en cuenta que, tan pronto como Dios condesciende a entrar en juicio con los hombres, se decide la causa; porque es una disputa dudosa. Cuando los hombres litigan entre s�, no hay una causa tan buena, sino lo que una parte opuesta puede oscurecer con los sofismas. Pero el Profeta insin�a que los hombres pierden todo su trabajo por evasi�n, cuando Dios los convoca a un juicio. Esta es una cosa Tambi�n muestra qu� ra�ces profundas tiene la hipocres�a en los corazones de todos, porque siempre se enga�an a s� mismos y tratan de enga�ar a Dios. �C�mo es que los hombres, probados culpables, no se retoman de inmediato y de la manera correcta ante Dios, sino que siempre buscan serpenteantes? �C�mo es esto? No es porque tengan dudas sobre lo que es correcto, excepto porque se enga�an voluntariamente, sino porque disimulan y buscan deliberadamente los subterfugios del error. Por lo tanto, parece que los hombres se extrav�an perversamente cuando alguna vez se arrepienten, no como deber�an, y no traen a Dios una verdadera integridad de coraz�n. Y por lo tanto, tambi�n parece que todo el mundo que contin�a en sus supersticiones no tiene excusa. Porque si examinamos las intenciones de los hombres, finalmente llegaremos a esto, que los hombres buscan cuidadosa y ansiosamente varias supersticiones, porque no est�n dispuestos a presentarse ante Dios y a dedicarse a �l, sin disimulo e hipocres�a. Como es as�, lo cierto es que todos los que desean apaciguar a Dios con sus propias ceremonias y otras insignificancias no pueden escapar por ning�n pretexto. Lo que se dice aqu� est� al mismo tiempo estrictamente dirigido a los jud�os, que hab�an sido instruidos en la ense�anza de la Ley: y as� son los papistas de este d�a; aunque extenden pretensiones enga�osas para disculpar su ignorancia, a�n pueden ser refutados por este �nico hecho: que Dios ha prescrito de manera clara y clara lo que requiere: pero desean ignorar esto; por lo tanto, su error es siempre deliberado. Deber�amos notar esto especialmente en las palabras del Profeta; pero no puedo seguir adelante ahora.

Versículo 8

Luego dice que Dios hab�a mostrado por su Ley lo que es bueno; y luego agrega lo que es hacer justicia, amar la misericordia o la bondad y ser humillado ante Dios. Es evidente que, en los dos primeros detalles, se refiere a la segunda tabla de la Ley; es hacer justicia y amar la misericordia (169) Tampoco es de extra�ar que el Profeta comience con los deberes del amor; aunque, para que la adoraci�n a Dios preceda a estos deberes, y debe ser justamente considerada as�, la justicia, que debe ejercerse hacia los hombres, es la evidencia real de la verdadera religi�n. El Profeta, por lo tanto, menciona la justicia y la misericordia, no que Dios deseche lo que es principal: la adoraci�n de su nombre; pero muestra, por evidencias o efectos, qu� es la verdadera religi�n. Los hip�critas colocan toda santidad en los ritos externos; pero Dios requiere lo que es muy diferente; porque su adoraci�n es espiritual. Pero como los hip�critas pueden mostrar un gran celo y una gran solicitud en la adoraci�n externa de Dios, los Profetas prueban la conducta de los hombres de otra manera, preguntando si act�an justa y amablemente el uno con el otro, si est�n libres de todo. fraude y violencia, si observan la justicia y muestran misericordia. Esta es la forma en que nuestro Profeta sigue ahora, cuando dice, que la Ley de Dios prescribe lo que es bueno, y es, hacer justicia, observar lo que es equitativo para los hombres y tambi�n realizar los deberes de la misericordia.

Luego agrega lo que en orden es primero, es decir, humillarse para caminar con Dios: (170) es literalmente, "Y ser humilde en caminar con tu Dios ". Sin duda, como el nombre de Dios es m�s excelente que cualquier otra cosa en todo el mundo, la adoraci�n a �l debe considerarse m�s importante que todos los deberes por los cuales demostramos nuestro amor hacia los hombres. Pero el Profeta, como ya he dicho, no fue tan particular en observar el orden; su objetivo principal era mostrar c�mo los hombres deb�an demostrar que tem�an seriamente a Dios y cumpl�an su Ley: luego habla de la adoraci�n de Dios. Pero su manera de hablar, cuando dice, que los hombres deben ser humildes, para que puedan caminar con su Dios, es digno de atenci�n especial. Condenado, entonces, est� aqu� todo orgullo, y tambi�n toda la confianza de la carne: porque quien se arroga a s� mismo incluso lo m�s m�nimo, de alguna manera, lucha con Dios como con una parte opuesta. La verdadera manera de caminar con Dios es, cuando nos humillamos completamente, s�, cuando nos hundimos en la nada; porque es el comienzo de adorar y glorificar a Dios cuando los hombres tienen una opini�n humilde y baja de s� mismos. Pasemos ahora -

Versículo 9

El Profeta se queja aqu� de que �l y otros maestros hicieron muy poco, aunque su grito reson� y fue escuchado por toda la gente. Por eso dice que la voz de Dios llor�; como si hubiera dicho que no hab�a excusa para la ignorancia, porque Dios los hab�a exhortado indiscriminadamente a todos al arrepentimiento. Ahora, dado que lo que se les ense�� era com�n para todos, el Profeta lamenta su perversidad, porque muy pocos estaban atentos; y la f�bula se cantaba, seg�n el proverbio, a sordos. Entonces debemos notar la palabra llorar; La voz de Dios, dice, grita. Dios no susurr� al o�do de uno o dos, pero dise�� su voz para que todos la oyeran, desde el m�s grande hasta el m�s grande. Los Profetas entonces lloraron lo suficientemente fuerte, pero no hab�a o�dos para escucharlos.

Podemos tomar la palabra ????, laoir, de dos maneras. ???, oir, significa una ciudad. Pero algunos lo derivan de ???, our, y lo representan como si estuviera escrito ?????, laeoir. Si ?, se lo coloca, se debe representar, Para despertar; y la letra ?, �l, puede ocultarse debajo de los chamets de puntos; y este sentido ser�a el m�s adecuado. La voz de Jehov� llora para despertar o despertar; es decir, que la gente es torpe, y como estaba abrumada por el sue�o, porque se entregaron a sus pecados; Sin embargo, la voz de Dios deber�a ser suficiente para despertarlos a todos: por so�olientos que pudieran haber estado, todav�a hab�a suficiente poder en la doctrina de la Ley, que el Profeta proclamaba diariamente. �Pero a�n as� esta voz, por la cual todo el pueblo deber�a haber sido despertado, no se escuch�!

El hombre comprensivo, dice, ver� tu nombre. La palabra ?????, tushie, significa comprensi�n adecuada, como queda claro en muchos otros pasajes; pero el Profeta quiere decir que hab�a un n�mero muy peque�o que pod�a ense�ar; y los llama hombres de entendimiento. Al mismo tiempo, �l indirectamente reprende la indolencia de la gente, aunque todos se jactaban de que eran sabios, y tambi�n se jactaban de que eran los aprendices de la Ley. El Profeta muestra aqu� por implicaci�n, que la comprensi�n era algo raro entre esa gente; porque pocos escucharon la voz de Dios. Y as� vemos cu�l era su objeto; porque deseaba tocar a los jud�os r�pidamente, para que pudieran reconocer que no ten�an mente ni entendimiento, porque se hab�an endurecido contra Dios, para que su voz no llegara a sus corazones. Por lo tanto, muestra que todos estaban fuera de s� mismos; porque si hubieran entendido correctamente, habr�an escuchado a Dios que les hablaba, ya que eran sus disc�pulos. �Qu� podr�a haber sido m�s extra�o, incluso m�s inhumano, que para los hombres rechazar la doctrina de su salvaci�n y apartarse de escuchar incluso a Dios mismo? As� se reprendi� la locura del pueblo; porque aunque la voz de Dios son� en los o�dos de todos ellos, a�n no se escuchaba.

Si uno prefiere leer: En la ciudad, entonces, sin duda, el Profeta quiere decir que la voz de Dios se proclam� en todas las ciudades: para confinarla, como hacen algunos int�rpretes, a Jerusal�n o a Samaria, parece fr�gida. Entonces debemos entender un cambio de n�mero y tomar la ciudad para cualquier gran concurrencia de personas; como si hubiera dicho que no hab�a ciudad en la que Dios no llorara y que no hubiera o�dos en ning�n lado.

Luego sigue, ver� tu nombre. Algunos lo rendir�n, Temer�n, (171) como si fuera de ???, ira; pero viene por el contrario de ???, rae; y las reglas de gram�tica no permitir�n que se vea de otra manera. Y el Profeta habla de manera sorprendente, cuando dice, que el hombre inteligente ve el nombre de Dios. Porque de donde proced�a el desprecio de los hombres malvados, de modo que ignoraron la voz de Dios, excepto de esto, que su majestad no tuvo efecto en ellos; es decir, �no reconocieron que ten�an que ver con Dios? Porque si realmente entendieran lo que he dicho, que Dios les habl�, su majestad habr�a aparecido de inmediato, habr�a detenido todos sus pensamientos. Dios habr�a obligado incluso a los m�s descuidados a temerle, si no hubiera sido, que se hubieran imaginado que la voz que sonaba en sus o�dos era la del hombre. Significativamente, entonces, dice el Profeta, que fue un acto de prudencia singular ver el nombre de Dios, es decir, de qui�n procede la doctrina. En cuanto escuchamos a Dios, su majestad, como he dicho, debe penetrar en todos nuestros pensamientos, para humillarnos ante �l y obligarnos a rendirle homenaje. El desprecio entonces de la doctrina espiritual, y tambi�n la perversidad de los hombres imp�os, proceden de esto, que no ven el nombre de Dios, que no entienden que es su nombre.

Luego agrega: Escuchad la vara, y al que os la proclama por vara quiere decir amenazante; como si dijera: "Su arrogancia al burlarse de Dios no quedar� impune, como si su voz fuera un sonido vac�o: entonces no hay raz�n para que se enga�en con la esperanza de la impunidad; porque Dios vengar� el desprecio de su palabra ". Ahora, el dise�o del Profeta era denunciar una venganza inminente contra aquellos que no acudieron voluntariamente a Dios y no recibieron su palabra con genuina docilidad mental. Cada vez, entonces, los hombres desprecian la voz de Dios, como si procediera solo de un ser mortal, en tal Miqueas denuncia una venganza inminente; porque el desprecio de su palabra es algo intolerable para Dios. Esta es la raz�n por la cual agrega inmediatamente, despu�s de haberse quejado del desprecio de su palabra, que la venganza no estaba lejos; O�d entonces la vara, y qui�n declara o testifica acerca de ella.

Esta �ltima cl�usula debe ser especialmente notada; porque los imp�os no se aterrorizan cuando Dios declara que �l ser� un vengador, porque piensan que no deben dar cuenta de su vida, o solo ven al hombre mortal, ��Ah! �quien habla? �Es �l realmente nuestro Dios? �Est� armado con poder celestial? �No vemos a un hombre mortal y a uno como nosotros? Diariamente vemos que los imp�os rechazan todo temor y se endurecen voluntariamente contra los juicios de Dios. No es entonces sin raz�n que el Profeta ordena seriamente a los jud�os que consideren qui�n testifica de la vara; como si dijera: "De hecho confieso que soy un hombre mortal, pero recuerda qui�n me envi�; porque no salgo como un particular, ni he entrado presuntuosamente en esta oficina; pero estoy armado con el mandato de Dios; no, Dios mismo habla por mi boca. Si entonces me desprecian, el Se�or est� presente, quien reivindicar� sus propios mandamientos porque no se dejar� despreciar por sus siervos, aunque puedan ser despreciables seg�n la carne, a�n tendr� la reverencia que merece ser. pagado a su palabra ". Ahora percibimos el verdadero significado del Profeta. Ahora sigue:

Y hay una buena sabidur�a con ellos que temen su nombre: O�d, tribus, el que da testimonio.

Esta versi�n se deriva en parte de la Septuaginta; que no podr�a haberse seguido completamente, ya que difiere tanto del hebreo y apenas presenta ning�n significado. Hay mucha m�s correspondencia en el pasaje, tal como se presenta en nuestra versi�n, y por Calvin, y tambi�n por Henderson; y el hebreo es seguido de cerca. Druso y otros est�n de acuerdo con Calvino, que ?????, que a menudo se traduce como "sabidur�a sensata", debe tomarse aqu� como algo concreto, lo que significa un hombre sabio. ??? es evidentemente la barra de correcci�n, y se usa en este sentido en Isa�as 10:5; y es m�s consistente con todo el pasaje considerar ???? como un futuro, interpretado, como en tiempo presente, con un afijo, de ??, para testificar, que desde ??? para designar, - "Escuchad la vara", la vara de castigo, "y qui�n testifica de ello". Newcome lo vio como este verbo; pero �l no se da cuenta de su afijo ?, que se refiere a la vara, por la cual se representa el castigo. - Ed.

Versículo 10

Los int�rpretes difieren en cuanto a la palabra ???, eash: algunos piensan que debe leerse ????, eaish, con una adici�n de dos letras, y lo traducen como "�Es �a�n hombre? Pero esto har�a abrupto el pasaje. Otros traducen: "�Todav�a hay fuego?" Como si fuera ??, ash; y suponen que la riqueza, obtenida perversa e injustamente, se llama as� porque se consume a s� misma. Pero como esto va en contra de lo que la gram�tica requiere, estoy m�s inclinado a tomar su punto de vista, quien piensa que ???, eash, debe tomarse aqu� por ???, eish, (172) , aleph se pone por jod: y con raz�n consideran que la oraci�n debe leerse como una pregunta, �Todav�a hay tesoros de maldad en la casa? de los imp�os? Si se aprueba este punto de vista, entonces debemos considerar que el Profeta propone una pregunta con respecto a algo realmente monstruoso: �C�mo puede ser que los tesoros, reunidos por el saqueo y la maldad, a�n permanezcan contigo, ya que has sido advertido tan a menudo, y �Ya que Dios te urge diariamente a arrepentirte? �Cu�n grande es tu dureza, que ning�n temor de Dios se apodera de tus mentes? Pero el significado no ser�a inadecuado si consider�ramos a Dios como un juez que los examina con respecto a un asunto desconocido. �Todav�a hay tesoros de impiedad en la casa de los imp�os? es decir, "ver� si los imp�os y los imp�os esconden sus tesoros", porque Dios a menudo asume el car�cter de jueces terrenales; no es que se le escape nada, sino que sepamos que no es precipitado a la hora de decidir una pregunta. Esta opini�n, entonces, no es de ninguna manera inapropiada, es decir, que Dios aqu� asume el car�cter de un juez terrenal, y por lo tanto habla: �Ver� si todav�a hay tesoros escondidos por los imp�os; Buscar� sus casas; Sabr� si todav�a se han arrepentido de sus cr�menes. as�, entonces, pueden entenderse las palabras del Profeta: �Existen todav�a los tesoros de la maldad en la casa de los imp�os? Dios, como ya dije, muestra que �l sabr�a respetar a los saqueadores y los diversos tipos de crueldad que hab�an ejercido.

Luego agrega: �Existe la medida b�sica, es decir, una medida menor de lo que deber�a ser, que es detestable? (173) Luego dice:

�Alguien sigue siendo la casa de un hombre deshonesto? �Los tesoros de la deshonestidad? �Y el peque�o detestable ephah?

- Ed.

Versículo 11

�Debo justificar? etc. (174) Este vers�culo est� conectado con el �ltimo y se agrega como explicaci�n. Para que Dios haya salido como Juez, ahora muestra qu� tipo de Juez es, incluso uno que no est� predispuesto por el favor, que no cambia su juicio, que no muestra respeto por las personas. Pero los hombres, en su mayor parte, se enga�an mucho a s� mismos cuando transforman a Dios de acuerdo con su propia voluntad, y se prometen a s� mismos que ser� propicio para ellos, siempre que solo le hagan falsas pretensiones. Entonces, Dios aqu� declara que difiere ampliamente de los jueces terrenales, que ahora se inclinan hacia un lado y luego hacia el otro, que son cambiables y a menudo se desv�an del curso correcto: pero, por el contrario, dice aqu�: �Debo justificar a los malvados? saldos? �Debo justificar pesos de fraude o enga�osos? es decir, "Sac�dete todas esas ilusiones por las cuales no te enga�ar�s a ti mismo; porque no cambio mi naturaleza ni mi prop�sito; pero de acuerdo con la verdadera ense�anza de mi Ley, castigar� a todos los malvados sin ning�n respeto de las personas: dondequiera que se encuentre la maldad y la iniquidad, se impondr� el castigo �.

Ahora entendemos c�mo estos dos vers�culos armonizan juntos. Dios muestra que �l ser� un juez, y luego, que difiere de los hombres, que a menudo cambian, como se ha dicho, en sus decisiones.

Mencionar� otro significado, que tal vez sea preferido por algunos. La pregunta, a la manera de los hebreos, puede tomarse como una afirmaci�n, como si hubiera dicho, que en poco tiempo, (para ???, oud, a veces significa poco tiempo) no se encontrar�an tesoros de iniquidad, porque ser�an quitados: luego sigue una confirmaci�n, por fraudes y robos por medidas falsas y pesos enga�osos no pudieron escapar del juicio de Dios. El significado entonces ser�a que, como Dios necesariamente debe, seg�n su propio cargo, castigar los robos, no puede ser que sufra a los hombres, que enga�an con falsos pesos para continuar siempre impunes. Ahora sigue:

Versículo 12

El Profeta quiere decir que la gente estaba tan entregada a la avaricia y al saqueo, que todas las riquezas que hab�an acumulado hab�an sido obtenidas por robos inicuos o por ganancias perversas. Ahora se dirige a los ciudadanos de Jerusal�n: porque si bien la iniquidad prevaleci� en toda Judea, todav�a hab�a una raz�n por la que deb�a acusar claramente a los habitantes de Jerusal�n; porque deben haber liderado el camino con su ejemplo, y tambi�n eran peores en la maldad que el resto de la gente: eran al menos m�s obstinados, ya que escuchaban diariamente a los Profetas de Dios.

Por lo tanto, dice, sus hombres ricos no recolectan su riqueza excepto por la violencia. De hecho, es cierto que los ricos no eran los �nicos culpables ante Dios; pero este mal ha prevalecido demasiado, que cuanto m�s libertad posee alguien, m�s lo emplea para hacer el mal. Aquellos que no tienen el poder se abstienen, no porque no est�n inclinados a hacer da�o, sino porque son como si estuvieran restringidos; porque la pobreza es a menudo un freno para los hombres. Como entonces los ricos pod�an extender sus trampas, ya que ten�an el poder de oprimir a los pobres, el Profeta les dirige sus palabras, no porque el resto fue sin culpa ni culpa, sino porque la iniquidad era m�s visible en los ricos, y eso, porque su riqueza, como ya dije, les dio m�s poder.

Luego extiende su discurso a todos los habitantes. Todos, dice, hablan falsedad, es decir, no tienen sinceridad, ni honestidad; son totalmente entregados a fraudes y enga�os. Y su lengua es falsa en su boca. Este modo de hablar parece aparentemente absurdo; porque donde puede estar la lengua, excepto en la boca? Parece entonces una especie de redundancia, cuando dice que su lengua era enga�osa en su boca. Pero es un modo enf�tico de hablar, con lo que los hebreos quieren decir que los hombres tienen falsedades en cuanto se abren la boca. Es entonces lo mismo que si el Profeta hubiera dicho que ninguna palabra pura y libre de enga�o podr�a salir de ellos, ya que tan pronto como abrieron la boca, las falsedades surgieron instant�neamente; su lengua era fraudulenta, de modo que nadie pod�a esperar de estos hombres ninguna verdad o fidelidad. - �C�mo es eso? Porque tan pronto como comenzaron a hablar, descubrieron instant�neamente cierta astucia, siempre hubo alguna disposici�n para falsear lo simple.

Ahora vemos que no pocos hombres fueron convocados ante el tribunal de Dios, sino que todos, sin excepci�n, fueron condenados; como si el Profeta hubiera dicho que ya no hab�a integridad en la ciudad, y que las corrupciones prevalec�an en todas partes, ya que todos intentaban enga�arse unos a otros. Sigue -

Versículo 13

Dios, despu�s de haber declarado que �l ser�a el Juez del pueblo, ahora habla m�s claramente de su castigo. Dice, por lo tanto, que estaba armado de venganza: porque sucede a menudo, cuando un juez, incluso uno que odia la maldad, no puede castigar, porque teme la ferocidad de aquellos a quienes considera desiguales restringir. Por lo tanto, Dios insin�a aqu�, que no le faltar� un poder para castigar a la gente, te afligir�, dice, golpe�ndolo o hiri�ndote; pues algunos rinden las palabras. (176) La suma de lo que se dice es, - que nada ser�a un obst�culo para evitar que Dios infligiera castigo a la gente, porque no habr�a falta de poder en su caso. Por lo tanto, no hay raz�n para que los hombres se prometan escapar cuando Dios asciende a su tribunal; porque si estuvieran fortificados por todos los medios posibles, no podr�an alejar la mano de Dios.

Por lo cual comenzar� a golpearte.

Siguiendo algunos MSS. Y la Septuaginta, toma el verbo aqu� para ser ?????, lo que significa, comenzar; pero el renderizado parece plano, y no se adapta al pasaje; y no es cierto, porque el Se�or a menudo los ha herido antes. El verbo est� en tiempo pasado, y esto ha creado una dificultad. Los verbos en el siguiente verso, que est� relacionado con esto, est�n en tiempo futuro, refiri�ndose a un juicio venidero. Para eliminar esta dificultad, propongo la siguiente versi�n:

Pero incluso yo, que te he hecho llorar por golpearte, te har� completamente desolado a causa de tus pecados:

Entonces se especifica la desolaci�n amenazada. El verbo ????, haciendo desolado, es evidentemente un participio conectado con ??? I, al comienzo del verso, el resto es una cl�usula de intervenci�n: y cuando un participio sigue un caso nominativo, que a menudo ocurre en hebreo, el verbo auxiliar debe ser provisto en una traducci�n, que en su tiempo debe ser regulado por el contexto, y aqu� por el verso que sigue. Piscator lo convierte en Desolabo y dice que es un juego infinitivo para el futuro. Ya se hab�a producido dolor o pena, pero ahora toda la desolaci�n est� amenazada. - Ed.

Versículo 14

Y se�ala qu� tipo de castigo ser�a; y �l menciona incluso dos clases en este verso. Primero dice: Comer�s, y no te saciar�s. Sabemos que una de las plagas de Dios es la hambruna, y as� el Profeta aqu� declara que la gente estar�a hambrienta, pero no por la esterilidad de los campos. Dios ciertamente trae hambre de dos maneras: ahora la tierra no da fruto; el ma�z se marchita o, al ser golpeado con granizo, no da fruto; y as�, Dios, por la esterilidad de los campos, a menudo reduce a los hombres a la necesidad y al hambre: entonces se adopta otro modo, mediante el cual puede consumir a los hombres con necesidad, a saber, cuando rompe el bast�n del pan, cuando le quita el pan a su alimento. virtudes para que ya no pueda sostener a los hombres, cualquiera que sea la cantidad que puedan tragar; y esto es lo que demuestra la experiencia, si solo tenemos ojos para observar los juicios de Dios. Ahora vemos el significado de esta cl�usula, cuando dice: Comer�s, y no te saciar�s; como si dijera: �De hecho, siempre que me place, puedo privarte de toda comida; la tierra misma se volver� est�ril a mis �rdenes; pero para que comprendan m�s claramente que su vida est� en mis manos, se producir� un buen suministro de fruto, pero no lo satisfar�. Entonces percibir�s que el pan no es suficiente para sostenerte; porque al comer no pod�is obtener del pan ning�n alimento �.

Luego agrega: Y tu abatimiento (177) estar� en medio de ti; es decir, aunque ning�n hombre sin perturbarlo o afligirlo, sin embargo, usted se deshar� de los males intestinales. Este es el verdadero significado; y los int�rpretes no han considerado suficientemente lo que quiere decir el Profeta, por demasiada negligencia. Pero el pasaje debe ser notado: para el Profeta, despu�s de haber amenazado con una hambruna, no por falta, sino por la maldici�n secreta de Dios, ahora agrega: Tu abatimiento estar� en medio de ti; es decir: "Aunque no deba despertar contra ti ning�n enemigo, aunque no aparezcan evidencias de mi ira, como para ser visto a distancia, s�, aunque nadie deba molestarte, sin embargo, tu des�nimo, tu calamidad, estar� en el en medio de ti, como si se estuviera cortando en tus entra�as; porque te enredar�s en una enfermedad oculta, cuando Dios te pronuncie su maldici�n.

�l ahora se une a otro tipo de castigo. Tomar�s control, (178) pero no entregar�s, y lo que entregar�s, entregar� la espada Algunos leen: "Una mujer echar� mano", es decir, concebir� semilla, "y no la preservar�". y luego, "aunque ella pueda dar a luz a su debido tiempo, todav�a renunciar� a lo que pueda nacer de la espada". Pero este significado es demasiado tenso. Otros aplican las palabras a los padres: "T�, padre, echar�s mano"; es decir, tratar�s de preservar a tus hijos, "y no los preservar�s". Pero me pregunto si los int�rpretes han trabajado en vano en un asunto tan simple y sencillo. Porque �l se dirige aqu� a la tierra, o se dirige a la ciudad: como si dijera: "La ciudad se apoderar�", o se abrazar�, como lo hace todo el que quiera preservar o conservar algo; para lo que deseamos mantener a salvo, lo agarramos y lo mantenemos como si estuviera en nuestros brazos; "Y lo que preservar�s, lo entregar� a la espada: intentar�s por todos los medios preservarte a ti mismo y a tu pueblo, pero no tendr�s �xito: entonces perder�s todo tu trabajo, porque aunque debes preservar algo, sin embargo, el preservado no escapar� a la destrucci�n ".

Si alguien prefiere referir lo que se dice a las mujeres, con respecto a la concepci�n, como se usa la tercera persona del g�nero femenino, que tenga su propia opini�n; porque ciertamente se puede admitir este sentido, es decir, que el Se�or volver�a est�riles a las mujeres, y que lo que pudieran producir se entregar�a a la matanza, en la medida en que el Se�or finalmente destruir�a con la espada tanto a los padres como a los padres. sus ni�os.

Versículo 15

El Profeta agrega otro tipo de castigo, que era seguir la calamidad amenazada en el �ltimo verso. Hab�a dicho que los que escaparon ser�an finalmente destruidos por la espada; ahora dice que toda la tierra se convertir�a en presa de los enemigos: y tom� sus palabras de Mois�s; porque era habitual con los profetas, cuando deseaban obtener mayor autoridad para ellos mismos, para citar literalmente las maldiciones contenidas en la Ley, como en el presente caso: ver Deuteronomio 28 y Lev�tico 26. Ahora es bien sabido, que Dios denunci� este castigo, con otros, sobre la gente, que cuando sembraban sus campos, otro cosechar�a, que cuando cultivaban con gran trabajo sus vi�edos, otros se convert�an en los a�ejos. El significado es que cualquier fruto que produzca la tierra, entrar�a en manos de los enemigos, porque todas las cosas estar�an expuestas al saqueo. Ahora es algo muy grave, cuando vemos no solo nuestras provisiones consumidas por los enemigos, sino tambi�n el fruto de nuestro trabajo; que es lo mismo que si bebieran nuestra sangre: porque el trabajo del hombre a menudo se compara con la sangre, en ocasiones de trabajo la transpiraci�n. Ahora sigue:

Versículo 16

Algunos leen las palabras en tiempo futuro, �Y observar�n los estatutos de Omri�, etc., y captan este significado, que el Profeta ahora prev� por el Esp�ritu, que la gente continuar�a tan perversa en sus pecados, como para excluir toda esperanza de que puedan ser reformados por cualquier castigo. El significado entonces ser�a: �El Se�or ha determinado castigar severamente y severamente la maldad de este pueblo; pero no se arrepentir�n; sin embargo, seguir�n siendo est�pidos en su obstinaci�n y continuar�n en sus supersticiones, que han aprendido de los reyes de Israel ". Sin embargo, hay otro punto de vista, y uno m�s aprobado en general, y es que los jud�os, habiendo abandonado a Dios y despreciado su Ley, se hab�an desviado a las supersticiones del reino de Israel. Por lo tanto, dice que se observaron los decretos de Omri, y cada obra de la casa de Acab Omri era el padre de Acab, quien fue nombrado rey por elecci�n de los soldados, cuando Zimri, que hab�a matado al rey, fue rechazado. Cuando Omri compr� Samaria, construy� all� una ciudad; y para asegurar su honor, agreg� un templo; y, por lo tanto, la idolatr�a aument�. Luego, su hijo Acab se abandon� a toda clase de supersticiones. As� las cosas empeoraron continuamente. Por lo tanto, el Profeta, al mencionar aqu� al rey Omri y su posteridad, (incluido en las palabras, "la casa de Acab") claramente significa que los jud�os que hab�an adorado puramente a Dios, por fin degeneraron y ahora eran completamente diferentes a los israelitas, como hab�an abrazado todas esas abominaciones que Omri y su hijo Acab hab�an ideado. La verdadera religi�n a�n prevalec�a en la tribu de Jud�, aunque el reino de Israel se hab�a corrompido y las supersticiones inmundas hab�an ganado ascendencia, pero con el tiempo los jud�os tambi�n se vieron implicados en supersticiones similares. De este pecado, el Profeta los acusa ahora; es decir, que se hicieron socios de los israelitas: Observados (179) luego est�n los edictos de Omri, y todo el trabajo de la casa de Acab: Ye caminar, dice, (el futuro aqu� significa un acto continuo, como a menudo en otros lugares), caminas en sus consejos.

Debe observarse que el Profeta aqu� usa t�rminos respetables, cuando dice que se observaron ????, chekut, estatutos o decretos; y cuando agrega, "los consejos" de los reyes de Israel: sin embargo, esto no se declara de ninguna manera como una excusa para ellos; porque aunque los hombres no solo est�n contentos con sus propios dispositivos, sino que tambi�n los elogien mucho, el Se�or los abomina a todos. Sin duda, el Profeta adopt� estas palabras para mostrar que esas pretensiones eran fr�volas y sin importancia, que los hombres supersticiosos aducen, ya sea para elogiar o excusar sus propios inventos. Siempre se refieren a la autoridad p�blica: "Esto ha sido recibido con el consentimiento de todos; eso ha sido decretado; no es el error de uno o dos hombres; pero toda la Iglesia lo ha determinado: y los reyes tambi�n lo ordenan; ser�a un gran pecado no mostrarles obediencia ". Por lo tanto, el Profeta, para mostrar cu�n pueriles son tales excusas, dice: "De hecho, permito que tus supersticiones sean distinguidas honorablemente por ti, ya que son aprobadas por los edictos de tus reyes y son recibidas por el consentimiento de muchos, y parecen no haber sido desconsiderados y desaconsejados, sino ideados con prudencia, incluso por grandes hombres, que se volvieron h�biles a trav�s de una larga experiencia ". Pero cu�nto se habr�an jactado de sus estatutos y consejos, y por muy plausible que se hayan referido a la prudencia y el poder para disfrazar sus idolatr�as, sin embargo, todas esas cosas no ten�an importancia ante Dios. Seg�n los consejos, el Profeta sin duda se refer�a a ese tipo de sabidur�a falsa que siempre brilla en las tradiciones de los hombres; y por estatutos, se refer�a a la autoridad real.

Por lo tanto, vemos que es algo vano colorear lo que es id�latra, alegando poder por un lado a su favor y sabidur�a por el otro. - �C�mo es eso? Porque Dios no permitir� que se le haga deshonra por cosas tan absurdas; pero �l nos ordena que lo adoremos de acuerdo con lo prescrito en su Palabra.

Y ahora sigue una denuncia de castigo: Que yo te entregue a la desolaci�n, a sus habitantes, etc. Hay un cambio de persona; el Profeta continuamente se dirige a la tierra, y bajo ese nombre, al pueblo, para que luego te entregue al exilio, o la desolaci�n, y a tus habitantes a silbar. Es una cita de Mois�s: y silbando significa el reproche y la burla a que hombres en un estado miserable est�n expuestos.

Finalmente, a�ade: "Deber�is soportar el reproche de mi pueblo. Algunos toman la palabra, gente, en el buen sentido, como si el Profeta hubiera dicho aqu�, que Dios castigar�a los errores que los ricos hab�an hecho a la gente com�n angustiada; pero esta opini�n, a mi juicio, es demasiado limitada. Otros entienden esto por el reproche del pueblo de Dios, que nada ser�a m�s reprochable para los jud�os que haber sido el pueblo de Dios; porque redundar�a en su deshonra y deshonra, que ellos, que hab�an sido honrados con un nombre tan honorable, fueran luego entregados a tan grandes miserias. Pero el pasaje puede explicarse de otra manera: podemos entender por el pueblo de Dios los israelitas; como si el Profeta dijera: ��No perciben c�mo han sido tratados los israelitas? �No eran parte de mi gente? Eran descendientes de la raza de Abraham como t�; ni puedes jactarte de una dignidad m�s alta: entonces eran iguales a ti en la opini�n de todos; y, sin embargo, este privilegio no impidi� mi juicio, no me impidi� visitarlos como se merec�an ". Tal punto de vista armoniza con el pasaje: pero creo que hay algo ir�nico en la expresi�n "mi pueblo"; como si dijera: "La confianza de que hasta ahora hab�is sido de mi pueblo te endurece; pero esta jactancia falsa y malvada aumentar� tu castigo; porque no te infligir� un castigo ordinario, como a los paganos y extra�os; pero castigar� tu maldad mucho m�s severamente; porque es necesario que tu castigo sea proporcional a mi favor, que has sido tan vergonzosamente despreciado por ti. Por lo tanto, por el reproche del pueblo de Dios, entiendo los juicios m�s pesados, que fueron preparados con justicia para todos los imp�os, a quienes Dios hab�a favorecido con un honor tan especial, como para considerarlos como su pueblo: para el siervo, que conoc�a la voluntad de su amo. , y no lo hizo, fue por esa raz�n m�s severamente corregido, (180) , Lucas 12:47. Pasemos ahora -

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Micah 6". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/micah-6.html. 1840-57.