Bible Commentaries
Salmos 12

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Versículo 1

Al m�sico jefe el d�a ocho. Con respecto a la palabra octava, hay dos opiniones entre los int�rpretes. Seg�n algunos, significa un instrumento musical; mientras que otros tienden a pensar que es una melod�a. Pero como no es de gran importancia cu�l de estas opiniones es adoptada, no me preocupo mucho sobre este asunto. La conjetura de algunos, que fue el comienzo de una canci�n, no me parece tan probable como que se refiere a la melod�a, y ten�a la intenci�n de se�alar c�mo se cantaba el salmo. (255) Al principio, David se queja de que la tierra estaba tan extendida con hombres malvados y personas que hab�an irrumpido en la comisi�n de todo tipo de maldad, que la pr�ctica de la justicia y la justicia hab�a cesado, y no se encontr� a nadie que defienda la causa del bien; en resumen, que ya no quedaba ni humanidad ni fidelidad. Es probable que el salmista aqu� hable del tiempo en que Sa�l lo persigui�, porque entonces, de lo m�s alto a lo m�s bajo, hab�an conspirado para destruir a un hombre inocente y afligido. Es algo muy angustiante relatar, y sin embargo, era completamente cierto, que la justicia fue derrocada tan completamente entre el pueblo elegido de Dios, que todos, con un consentimiento, de su hostilidad a una causa buena y justa, se hab�an roto adelante en actos de indignaci�n y crueldad. David no acusa aqu� a extra�os o extranjeros, pero nos informa que este diluvio de iniquidad prevaleci� en la Iglesia de Dios. Que los fieles, por lo tanto en nuestros d�as, no se desanimen indebidamente ante la melanc�lica visi�n de un estado del mundo muy corrupto y confuso; pero d�jenlos considerar que deber�an soportarlo con paciencia, ya que su condici�n es igual a la de David en el pasado. Y debe observarse que, cuando David pide ayuda a Dios, se anima a s� mismo con la esperanza de obtener de esto, que no haya rectitud entre los hombres; para que de su ejemplo aprendamos a acercarnos a Dios cuando no veamos nada a nuestro alrededor excepto la desesperaci�n negra. Deber�amos estar completamente persuadidos de esto, que cuanto mayor es la confusi�n de las cosas en el mundo, Dios es mucho m�s listo para ayudar y socorrer a su pueblo, (256) y que es la temporada m�s adecuada para que interponga su asistencia.

1. El hombre misericordioso ha fallado. Algunos piensan que esta es una queja de que los justos hab�an sido injustamente ejecutados; Como si el salmista hubiera dicho, Sa�l ha cortado cruelmente a todos los que observaban la justicia y la fidelidad. Pero entender�a las palabras en un sentido m�s simple, lo que significa que ya no queda ninguna beneficencia o verdad entre los hombres. �l ha expresado en estas dos palabras en qu� consiste la verdadera justicia. Como hay dos clases de injusticia, violencia y enga�o; as� que los hombres viven rectamente cuando, en sus relaciones mutuas, se abstienen concienzudamente de hacerse da�o o lastimarse unos a otros, y cultivan la paz y la amistad mutua; cuando no son leones ni zorros. Sin embargo, cuando vemos el mundo en un estado de desorden tal como se describe aqu�, y estamos afectados por ello, debemos tener cuidado de no aullar con los lobos, ni de dejarnos llevar por la disipaci�n y la inundaci�n desbordante. de iniquidad que vemos prevalecer a nuestro alrededor, pero que m�s bien deber�a imitar el ejemplo de David.

Versículo 2

2. Todo hombre habla enga�o. David en este vers�culo expone esa parte de la injusticia que es contraria a la verdad. �l dice que no hay sinceridad o rectitud en su discurso, porque el gran objeto sobre el cual est�n inclinados es enga�ar. Luego describe la manera en que enga�an, a saber, que cada hombre se esfuerza por atrapar a su pr�jimo con adulaci�n (257) Tambi�n se�ala la fuente y la primera causa de esto, hablan con doble coraz�n. Esta duplicidad de coraz�n, como puedo llamarlo, hace que los hombres sean dobles y variables en su discurso, con el fin de disfrazarse de diferentes maneras, (258) o para hacerse parecer a los dem�s diferentes de lo que realmente son. Por lo tanto, la palabra hebrea ?????, chalakoth, que denota adulaci�n, se deriva de una palabra que significa divisi�n. Como aquellos que est�n decididos a actuar con sinceridad en sus relaciones sexuales con sus vecinos, dejan abierta e ingeniosamente todo su coraz�n; as�, las personas traicioneras y enga�osas mantienen oculta una parte de sus sentimientos dentro de sus propios senos, y la cubren con el barniz de hipocres�a y un bello exterior; para que de su discurso no podamos reunir ninguna cosa cierta con respecto a sus intenciones. Nuestro discurso, por lo tanto, debe ser sincero para que pueda ser como si fuera un espejo, en el que se pueda contemplar la rectitud de nuestro coraz�n.

Versículo 3

Para su queja en el verso anterior, ahora se une a una imprecaci�n, que Dios cortar�a las lenguas enga�osas. No est� claro si desea que los hombres enga�osos puedan ser completamente destruidos, o solo que se les pueda quitar los medios para hacer da�o; pero el alcance del pasaje nos lleva m�s bien a adoptar el primer sentido y a ver a David como el deseo de que Dios, de una forma u otra, elimine esa plaga del camino. Como no hace menci�n de la malicia, mientras que suspira con vehemencia contra sus lenguas envenenadas, concluimos, por lo tanto, que hab�a sufrido mucho m�s da�o por el segundo que por el primero; y ciertamente la falsedad y las calumnias son m�s mortales que las espadas y cualquier otro tipo de arma. De la segunda cl�usula del tercer verso, se ve m�s claramente de qu� clase de aduladores eran, de quienes se hizo menci�n en el verso anterior: La lengua que habla cosas grandes u orgullosas. Algunos se halagan de una manera servil y plena, declarando que est�n listos para hacer y sufrir cualquier cosa que puedan para nuestro beneficio. Pero David aqu� habla de otro tipo de aduladores, a saber, aquellos que se jactan orgullosamente de lo que lograr�n, y mezclan el descaro y la amenaza con sus artes enga�osas. Por lo tanto, no habla de la manada de personas mezquinas y engre�das entre la gente com�n que hace un trato de adulaci�n, para que puedan vivir a expensas de otras personas; (259) pero se�ala su imprecaci�n contra los grandes calumniadores de la corte a la que estaba adscrito, (260) que no solo se insinuaron a s� mismos con artes suaves, sino que tambi�n mintieron de manera dise�ada para jactarse de s� mismos y en el discurso grande y altivo con el que abrumaron a los pobres y simples. (261)

Versículo 4

Esto lo confirma el salmista m�s completamente en el siguiente verso: Quien ha dicho, seremos fortalecidos por nuestras lenguas. Esos deben poseer una gran autoridad que piensen que, en la misma falsedad a la que son adictos, tienen la fuerza suficiente para lograrlo. sus prop�sitos y para protegerse a s� mismos. Es el colmo de la maldad que las personas entren en tal presunci�n, que no tengan por qu� derrocar toda ley y equidad con su lenguaje arrogante y jactancioso; porque, al hacer esto, es como si declararan abiertamente la guerra contra Dios mismo. Algunos leen, fortaleceremos nuestras lenguas. Esta lectura es pasable, en lo que respecta al sentido, pero apenas est� de acuerdo con las reglas gramaticales, porque se agrega la letra ?, lamed. Adem�s, el sentido que es m�s adecuado es el siguiente: que las personas malvadas que hablan de estar armadas con sus lenguas, van m�s all� de todos los l�mites y piensan que pueden lograr por este medio lo que quieran; as� como este conjunto de hombres deforman cada cosa con sus calumnias, que casi cubrir�an el sol con oscuridad.

Versículo 5

5. Debido al malcriado de los necesitados. David ahora se presenta ante s� mismo como una cuesti�n de consuelo, la verdad de que Dios no sufrir� a los malvados para causar estragos sin fin y sin medida. Cuanto m�s efectivamente se establezca a s� mismo y a los dem�s en la creencia de esta verdad, presenta a Dios mismo como hablando. La expresi�n es m�s enf�tica cuando se representa que Dios se adelanta y declara con su propia boca que ha venido a liberar a los pobres y angustiados. Tambi�n hay un gran �nfasis en el adverbio ahora, por el cual Dios insin�a que, aunque nuestra seguridad est� en su mano, y, por lo tanto, en la seguridad, no concede la liberaci�n inmediata de la aflicci�n; porque sus palabras implican que hasta ahora hab�a estado, por as� decirlo, acostado y dormido, hasta que fue despertado por las calamidades y los gritos de su pueblo. Por lo tanto, cuando las heridas, las extorsiones y las devastaciones de nuestros enemigos no nos dejan m�s que l�grimas y gemidos, recordemos que ahora es el momento en que Dios tiene la intenci�n de levantarse para ejecutar el juicio. Esta doctrina tambi�n deber�a servir para producir en nosotros paciencia, y evitar que la enfermemos, que seamos contados entre el n�mero de pobres y afligidos, cuya causa Dios promete tomar en sus manos.

Con respecto al significado de la segunda cl�usula del verso, los expositores difieren. Seg�n algunos, establecer en seguridad significa lo mismo que dar o brindar seguridad, como si la letra ?, beth, que significa, fuera superflua. Pero el lenguaje contiene m�s bien una promesa de otorgar a aquellos que est�n injustamente oprimidos, una restituci�n total. Lo que sigue es atendido con m�s dificultad. La palabra ???, phuach, que hemos utilizado para tender trampas, a veces significa soplar, o soplar, - otras veces para atrapar, o poner trampas; y a veces, tambi�n, para hablar. Aquellos que piensan que est� aqu� para hablar tambi�n difieren entre s� con respecto al significado. Algunos lo hacen Dios se hablar� a s� mismo; es decir, Dios determinar� consigo mismo; pero como el salmista ya hab�a declarado la determinaci�n de Dios, esta ser�a una repetici�n innecesaria y vana. Otros lo refieren al lenguaje de los piadosos, como si David los presentara hablando unos a otros sobre la fidelidad y la estabilidad de las promesas de Dios; porque con esta palabra conectan la siguiente oraci�n: Las palabras del Se�or son palabras puras, etc. Pero este punto de vista es a�n m�s tenso que el anterior. La opini�n de otros, que suponen, que a la determinaci�n de Dios de surgir, se une el lenguaje dirigido a los santos, es m�s admisible. No ser�a suficiente que Dios determinara consigo mismo qu� har�a por nuestra seguridad si no nos hablara expresamente y por su nombre. Es solo cuando Dios nos hace entender, por su propia voz, que �l ser� amable con nosotros, que podemos albergar la esperanza de la salvaci�n. Dios, es verdad, habla tambi�n a los no creyentes, pero sin producir ning�n buen efecto, al ver que son sordos; tal como cuando los trata con gentileza y liberalidad, no tiene efecto, porque son est�pidos y devoran sus beneficios sin ning�n sentido de que provienen de �l. Pero como percibo que bajo la palabra ????, yomar, dir�, las promesas de Dios pueden ser comprendidas de manera adecuada y adecuada, para evitar una repetici�n de lo mismo, adopto sin dudar el sentido del La �ltima cl�usula, que he dado en la traducci�n, es decir, que Dios declara que se levantar� para restaurar a salvo a aquellos que parecen estar rodeados por las trampas de sus enemigos, e incluso atrapados en ellos. La importancia del lenguaje es esta: los imp�os pueden mantener a los pobres y afligidos enredados en sus trampas como una presa que han atrapado; pero los pondr� a salvo. Si se respondiera, que la lectura en hebreo no es para qui�n, sino para �l, observar�a, que no es algo nuevo para estas palabras, �l, para �l, en lugar de para qui�n y para qui�n. (264) Si alguien prefiere la sensaci�n de resoplar, no estoy muy dispuesto a oponerme a �l. Seg�n esta lectura, David se burlaba con elegancia del orgullo de los imp�os, quienes con confianza imaginan que pueden hacer cualquier cosa, (265) incluso con su aliento, como nosotros He visto en el d�cimo salmo, en el quinto verso.

Versículo 6

6. Las palabras de Jehov�. El salmista ahora declara que Dios es seguro, fiel y firme en sus promesas. Pero la inserci�n por medio de esta recomendaci�n de la palabra de Dios no tendr�a ning�n prop�sito, si �l no se hubiera llamado primero a s� mismo, y a otros creyentes, a meditar en las promesas de Dios en sus aflicciones. En consecuencia, el orden del salmista debe ser atendido, es decir, que despu�s de decirnos c�mo Dios da a sus siervos la esperanza de una pronta liberaci�n, incluso en sus m�s profundas angustias, agrega ahora, para apoyar su fe y esperanza, que Dios no promete nada en vano, o con el prop�sito de decepcionar al hombre. Esto, a primera vista, parece un asunto de poca importancia; pero si alguna persona considera m�s atenta y atentamente cu�n propensas son las mentes de los hombres a desconfiar y a las dudas imp�as, percibir� f�cilmente cu�n necesario es que nuestra fe sea respaldada por esta seguridad, de que Dios no es enga�oso, que no enga�arnos o enga�arnos con palabras vac�as, y que �l no magnifica m�s all� de toda medida ni su poder ni su bondad, sino que lo que promete en palabras lo har� de hecho. No hay ning�n hombre, es cierto, que no confiese francamente que tiene la misma convicci�n que David registra aqu�, que las palabras de Jehov� son puras; pero aquellos que, mientras yacen a la sombra y viven a sus anchas, exaltan generosamente sus alabanzas a la verdad de la palabra de Dios, cuando se enfrentan a la adversidad en serio, aunque no se aventuran abiertamente a dar blasfemias contra Dios, a menudo acusan �l con no cumplir su palabra. Cada vez que retrasa su asistencia, cuestionamos su fidelidad a sus promesas y murmuramos como si nos hubiera enga�ado. No hay verdad que sea m�s generalmente recibida entre los hombres que Dios es verdadero; pero hay pocos que francamente le dan cr�dito por esto cuando est�n en la adversidad. Por lo tanto, es muy necesario para nosotros cortar la ocasi�n de nuestra desconfianza; y cada vez que cualquier duda que respete la fidelidad de las promesas de Dios nos invada, debemos levantar inmediatamente contra ella este escudo, que las palabras del Se�or son puras. La similitud de la plata, a la que se une el salmista, est� muy por debajo de la dignidad y la excelencia de un tema tan grande; pero est� muy bien adaptado a la medida de nuestra comprensi�n limitada e imperfecta. La plata, si se refina a fondo, se valora a un alto precio entre nosotros. Pero estamos lejos de manifestar la palabra de Dios, cuyo precio es inestimable, una consideraci�n igual; y su pureza es menos importante para nosotros que la de un metal corruptible. S�, una gran cantidad de monedas son meras escorias en su propio cerebro, para borrar u ocultar el brillo que brilla en la palabra de Dios. La palabra ?????, ba�lil, que hemos traducido crisol, es interpretada por muchos pr�ncipes o se�ores, como si fuera una palabra simple. Seg�n ellos, el significado ser�a que la palabra de Dios es como la plata m�s pura, de la cual la escoria se ha eliminado por completo con el mayor arte y cuidado, no para uso com�n, sino para el servicio de un gran se�or o pr�ncipe. de algun pais. Sin embargo, estoy bastante de acuerdo con otros que consideran que ?????, ba�lil, es una palabra compuesta de la letra ?, beth, que significa, y el sustantivo ????, alil, que significa un recipiente o crisol limpio o bien pulido.

Versículo 7

7. T�, oh Jehov�. Algunos piensan que el lenguaje del salmista aqu� es el de la oraci�n renovada; y ellos, por lo tanto, entienden las palabras como expresivas de su deseo, y las traducen en el estado de �nimo optativo, de modo que, oh Jehov�, gu�rdalas (266) Pero creo que David, animado con santa confianza, se jacta de la seguridad segura de todos los piadosos, de quienes Dios, que no puede enga�ar ni mentir, se declara el guardi�n. Al mismo tiempo, no desapruebo por completo la interpretaci�n que considera que David renueva sus s�plicas en el trono de la gracia. Algunos dan esta exposici�n del pasaje. Los guardar�s, es decir, tus palabras; (267) pero esto no me parece adecuado. (268) David, no tengo dudas, vuelve a hablar de los pobres, de quienes hab�a hablado en la parte anterior del salmo. Con respecto a que cambie el n�mero, (porque, dice primero, los guardar�s, y luego, lo preservar�s (269) es un algo bastante com�n en hebreo, y el sentido no se vuelve ambiguo. Estas dos oraciones, por lo tanto, las guardar�s y lo preservar�s, significan lo mismo, a menos que, quiz�s, podamos decir que, en la segunda, bajo la persona de un hombre, el salmista tiene la intenci�n de se�alar la peque�a cantidad de hombres buenos. Suponer que esto no es irrazonable o improbable; y, seg�n este punto de vista, la importancia de su lenguaje es, aunque solo un buen hombre debe ser dejado vivo en el mundo, sin embargo, la gracia y la protecci�n de Dios lo mantendr�an en perfecta seguridad, pero como los jud�os, cuando hablan en general, a menudo cambian el n�mero, dejo a mis lectores libremente para formar su propio juicio. de hecho, no puede ser controvertido, que por la palabra generaci�n, o raza, se denota una gran multitud de personas imp�as, y casi el todo el cuerpo de la gente. Como la palabra hebrea ???, dor, significa tambi�n los hombres que viven en la misma edad, como el espacio de tiempo mismo, David, sin duda, aqu� significa que los siervos de Dios no pueden escapar, y contin�e a salvo, a menos que Dios los defienda de la malicia de todo el pueblo y los libere de los hombres perversos y perversos de la �poca en que viven. De donde aprendemos que el mundo, en ese momento, era tan corrupto, que David, a modo de reproche, los pone a todos, por as� decirlo, en un solo paquete. Adem�s, es importante recordar lo que ya hemos dicho, que �l no habla aqu� de naciones extranjeras, sino de los israelitas y el pueblo elegido de Dios. Es bueno se�alar esto con cuidado, para que no nos desanime la gran multitud de imp�os, si a veces vemos un inmenso mont�n de paja en el suelo del granero del Se�or, mientras que solo unos pocos granos de ma�z se esconden debajo. Y luego, por peque�o que sea el n�mero de los buenos, dejemos que esta persuasi�n se fije profundamente en nuestras mentes, que Dios ser� su protector, y eso para siempre. Se agrega la palabra ?????, leolam, que significa para siempre, para que podamos aprender a extender nuestra confianza en Dios en el futuro, al ver que nos ordena que esperemos su ayuda, no solo una vez, o por un d�a, pero mientras la maldad de nuestros enemigos contin�e su obra de travesura. Sin embargo, de este pasaje, al mismo tiempo, se nos advierte que la guerra no est� preparada contra nosotros solo por un corto tiempo, sino que debemos participar diariamente en el conflicto. Y si la tutela que Dios ejerce sobre los fieles a veces est� oculta y no se manifiesta en sus efectos, que esperen con paciencia hasta que �l se levante; y cuanto mayor sea la avalancha de calamidades que los desborda, que se mantengan tanto m�s en el ejercicio del temor y la solicitud divinos.

Versículo 8

8. Los imp�os caminan por todos lados. La palabra hebrea ????, sabib, que hemos traducido a cada lado, significa un circuito o una vuelta; y, por lo tanto, algunos lo explican aleg�ricamente as�: los imp�os se apoderan de todos los desfiladeros o partes estrechas de caminos, para callar o asediar el bien por todos lados; y otros lo exponen a�n m�s ingeniosamente, por lo tanto: que ponen trampas por medios indirectos, y por inventos llenos de arte y enga�o. Pero creo que el significado simple es que poseen toda la tierra y se extienden por cada parte de ella; Como si el salmista hubiera dicho: Dondequiera que gire los ojos, veo tropas de ellos por todos lados. En la siguiente cl�usula, se queja de que la tiran�a oprime vergonzosamente a la humanidad. Este es el significado, siempre que la cl�usula se lea como distinta por s� misma, separada del precedente, un punto sobre el cual los int�rpretes difieren, aunque esta opini�n parece estar m�s cerca de la mente del escritor inspirado. Algunos interpretan el verso en una oraci�n continua, as�: Los imp�os vuelan por todas partes, cuando se exaltan los reproches entre los hijos de los hombres (es decir, cuando los in�tiles y los desechos de los hombres), una exposici�n que no es inadecuada. . Suele suceder que, a medida que las enfermedades fluyen de la cabeza a los miembros, la corrupci�n procede de los pr�ncipes e infecta a toda la gente. Sin embargo, como la exposici�n anterior es m�s generalmente recibida, y los gram�ticos m�s eruditos nos dicen que la palabra hebrea ????, zuluth, que hemos traducido reproche, es un sustantivo del n�mero singular, tengo adopt� la primera exposici�n, no porque no est� satisfecho con la segunda, sino porque debemos elegir uno u otro.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Psalms 12". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/psalms-12.html. 1840-57.