Lectionary Calendar
Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
Attention!
Tired of seeing ads while studying? Now you can enjoy an "Ads Free" version of the site for as little as 10¢ a day and support a great cause!
Click here to learn more!

Bible Commentaries
Salmos 13

Comentario de Calvino sobre la BibliaComentario de Calvino

Buscar…
Enter query below:

Versículo 1

1. Cu�nto tiempo, oh Jehov�. Es muy cierto que la generalidad de la gente odiaba tanto a David, a causa de las calumnias y los informes falsos que hab�an circulado contra �l, que casi todos los hombres juzgaban que Dios no era menos hostil que Sa�l (270) y sus otros enemigos fueron. Pero aqu� no habla tanto seg�n la opini�n de los dem�s, como seg�n el sentimiento de su propia mente, cuando se queja de que Dios lo descuida. No es que la persuasi�n de la verdad de las promesas de Dios se haya extinguido en su coraz�n, o que no haya descansado en su gracia; pero cuando durante mucho tiempo estamos abrumados por calamidades, y cuando no percibimos ning�n signo de ayuda divina, este pensamiento inevitablemente se impone sobre nosotros, que Dios nos ha olvidado. Reconocer en medio de nuestras aflicciones que Dios realmente se preocupa por nosotros, no es la forma habitual con los hombres, o lo que provocar�an los sentimientos de la naturaleza; pero por fe aprehendemos su providencia invisible. Por lo tanto, le pareci� a David, por lo que pod�a juzgarse por contemplar el estado real de sus asuntos, que hab�a sido abandonado por Dios. Al mismo tiempo, sin embargo, los ojos de su mente, guiados por la luz de la fe, penetraron hasta la gracia de Dios, aunque estaba oculto en la oscuridad. Cuando no vio ni un solo rayo de buena esperanza en el cuarto en el que se dirigi�, hasta donde la raz�n humana pod�a juzgar, limitado por el dolor, grita que Dios no lo mir�; y sin embargo, con esta misma queja, �l prueba que la fe le permiti� elevarse m�s alto y concluir, contrario al juicio de la carne, que su bienestar estaba asegurado en la mano de Dios. Si hubiera sido de otra manera, �c�mo podr�a dirigirle sus gemidos y oraciones? Siguiendo este ejemplo, debemos luchar tanto contra las tentaciones como para asegurarnos por fe, incluso en medio del conflicto, que las calamidades que nos impulsan a la desesperaci�n deben superarse; tal como vemos que la enfermedad de la carne no puede impedir que David busque a Dios y recurra a �l, y as� se ha unido en su ejercicio, muy bellamente, afectos que aparentemente son contrarios entre s�. Las palabras, �cu�nto tiempo, para siempre? son una forma de expresi�n defectuosa; pero son mucho m�s enf�ticos que si hubiera formulado la pregunta de acuerdo con el modo habitual de hablar: �Por qu� durante tanto tiempo? Al hablar as�, nos da a entender que, con el prop�sito de abrigar su esperanza y alentarse en el ejercicio de la paciencia, extendi� su visi�n a la distancia, y que, por lo tanto, no se queja de una calamidad de un pocos d�as de duraci�n, como est�n acostumbrados a hacer los afeminados y los cobardes, que solo ven lo que est� delante de ellos e inmediatamente sucumben en el primer asalto. �l nos ense�a, por lo tanto, con su ejemplo, a extender nuestra visi�n lo m�s lejos posible hacia el futuro, para que nuestro dolor actual no nos prive de la esperanza.

Versículo 2

2. �Cu�nto tiempo tendr� consejo en mi alma? Sabemos que los hombres en la adversidad dan paso al descontento y miran a su alrededor, primero a una cuarta parte y luego a otra, en busca de remedios. Especialmente, al ver que carecen de todos los recursos, se atormentan enormemente y se distraen con una multitud de pensamientos; y en grandes peligros, la ansiedad y el miedo los obligan a cambiar sus prop�sitos de vez en cuando, cuando no encuentran ning�n plan sobre el cual puedan arreglar con certeza. David, por lo tanto, se queja de que, mientras piensa en diferentes m�todos para obtener alivio, y delibera consigo mismo ahora de una manera y ahora de otra, est� agotado sin ning�n prop�sito con la multitud de sugerencias que pasan por su mente; y al unir a esta queja la tristeza que sent�a a diario, se�ala la fuente de esta inquietud. Como en una enfermedad grave, los enfermos desear�an cambiar de lugar en cada momento, y cuanto m�s agudos son los dolores que los afligen, m�s inquietos y ansiosos est�n en cambiar y cambiar; entonces, cuando la tristeza se apodera de los corazones de los hombres, sus v�ctimas miserables se agitan violentamente en su interior, y les resulta m�s tolerable atormentarse sin obtener alivio, que soportar sus aflicciones con mentes compuestas y tranquilas. El Se�or, de hecho, promete dar a los fieles "el esp�ritu de los consejos" ( Isa�as 11:2) pero no siempre se los da al comienzo de cualquier asunto en el que est�n interesados, pero sufre por un tiempo avergonzarse por una larga deliberaci�n sin llegar a una decisi�n determinada, (271) o perplejo, como si estuvieran enredados entre espinas, sin saber a d�nde girar, (272) o qu� curso tomar. Algunos explican que la palabra hebrea ????, yomam, significa todo el d�a. Pero me parece que, m�s bien, significa otro tipo de continuaci�n, a saber, que su dolor regres� y se renov� todos los d�as. Al final del verso deplora otro mal, que sus adversarios triunfan sobre �l con mayor audacia, cuando lo ven debilitado por completo, y como lo desperdicia la languidez continua. Ahora, este es un argumento de gran peso en nuestras oraciones; porque no hay nada que sea m�s desagradable para Dios, y con el que �l tendr� menos paciencia, que la cruel insolencia que muestran nuestros enemigos, cuando no solo se deleitan vi�ndonos en la miseria, sino que tambi�n se levantan m�s alto contra nosotros, y nos tratan con m�s desd�n, m�s nos ven oprimidos y afligidos.

Versículo 3

3. M�rame, resp�ndeme. Como cuando Dios no brinda asistencia a sus siervos con prontitud, parece l�gico que no contemple sus necesidades, David, por esta raz�n, le pide a Dios, en primer lugar, que lo mire y, en primer lugar, segundo lugar, para socorrerlo. Ninguna de estas cosas, es cierto, es anterior o posterior con respecto a Dios; pero ya se ha dicho en un salmo anterior, y con frecuencia tendremos ocasi�n de repetir la declaraci�n, que el Esp�ritu Santo se acomoda deliberadamente a nuestra comprensi�n de los modelos de oraci�n registrados en las Escrituras. Si David no hubiera sido persuadido de que Dios ten�a sus ojos sobre �l, no le habr�a servido de nada llorar a Dios; pero esta persuasi�n fue el efecto de la fe. Mientras tanto, hasta que Dios realmente extienda su mano para dar alivio, la raz�n carnal nos sugiere que cierre los ojos y no nos contemple. La forma de expresi�n aqu� empleada equivale a lo mismo que si hubiera puesto la misericordia de Dios en primer lugar, y luego le haya agregado su ayuda, porque Dios nos escucha, cuando, teniendo compasi�n de nosotros, se conmueve y inducido a socorrernos. Iluminar los ojos significa lo mismo en el idioma hebreo que dar el aliento de vida, porque el rigor de la vida aparece principalmente en los ojos. En este sentido, Salom�n dice:

�El pobre y el hombre enga�oso se encuentran; el Se�or ilumina ambos ojos ". ( Proverbios 29:13)

Y cuando Jonathan se desmay� de hambre, la historia sagrada relata que sus ojos estaban nublados por la oscuridad; y de nuevo, que cuando hab�a probado el panal, sus ojos se iluminaron ( 1 Samuel 14:27.) La palabra dormir, como se usa en este pasaje, es una met�fora de un tipo similar. para la muerte. En resumen, David confiesa que, a menos que Dios haga que la luz de la vida brille sobre �l, se ver� inmediatamente abrumado por la oscuridad de la muerte, y que ya es un hombre sin vida, a menos que Dios le infunda un nuevo vigor. Y ciertamente nuestra confianza en la vida depende de esto, de que aunque el mundo puede amenazarnos con miles de muertes, Dios posee innumerables medios para restaurarnos a la vida. (273)

Versículo 4

4. No sea mi enemigo. David nuevamente repite lo que hab�a dicho un poco antes sobre el orgullo de sus enemigos, a saber, c�mo ser�a una cosa que no se convertir�a en el car�cter de Dios si abandonara a su siervo a la burla de los imp�os. Los enemigos de David yac�an, por as� decirlo, en una emboscada observando la hora de su ruina, para que pudieran burlarse de �l cuando lo vieran caer. Y como es el oficio peculiar de Dios reprimir la audacia y la insolencia de los malvados, tan a menudo como se glor�an en su maldad, David le suplica a Dios que los prive de la oportunidad de disfrutar de tal jactancia. Sin embargo, debe observarse que ten�a en su conciencia un testimonio suficiente de su propia integridad, y que confiaba tambi�n en la bondad de su causa, por lo que habr�a sido impropio e irrazonable si se hubiera quedado sin ayuda. en peligro, y si hubiera sido abrumado por sus enemigos. Por lo tanto, podemos orar con confianza por nosotros mismos, de la manera en que David lo hace por s� mismo, solo cuando luchamos bajo el est�ndar de Dios y somos obedientes a sus �rdenes, para que nuestros enemigos no puedan obtener la victoria sobre nosotros sin triunfando malvadamente sobre Dios mismo.

Versículo 5

El salmista todav�a no siente cu�nto se ha beneficiado al orar; pero dependiendo de la esperanza de liberaci�n, que la fiel promesa de Dios le permiti� entretener, utiliza esta esperanza como un escudo para repeler esas tentaciones con el terror del cual podr�a estar muy angustiado. Aunque, por lo tanto, est� gravemente afectado, y una multiplicidad de preocupaciones lo instan a la desesperaci�n, no obstante, declara que es su resoluci�n continuar firme en su confianza en la gracia de Dios y en la esperanza de la salvaci�n. Con la misma confianza, todos los piadosos deben ser provistos y sostenidos, para que puedan perseverar debidamente en la oraci�n. De donde, tambi�n, reunimos lo que anteriormente hab�a anunciado, que es por fe que aprehendemos la gracia de Dios, que est� oculta y desconocida para la comprensi�n de la carne. Como los verbos que usa el salmista no se ponen en el mismo tiempo, se pueden extraer diferentes significados de los diferentes tiempos; pero David, no tengo ninguna duda, aqu� desea testificar que continu� firme con la esperanza de la liberaci�n prometida a �l, y continuar�a as� hasta el final, sin importar la carga de las tentaciones que pudieran presionarlo. En consecuencia, la palabra exulta se pone en tiempo futuro, para denotar el ejercicio continuo del afecto del que se habla, y que ninguna aflicci�n sacudir� jam�s de su coraz�n la alegr�a de la fe. Debe observarse que �l coloca primero la bondad de Dios en orden, como la causa de su liberaci�n. Cantar� al Se�or. Traducir� esto al tiempo futuro. David, es cierto, a�n no hab�a obtenido lo que deseaba sinceramente, pero convencido de que Dios ya estaba cerca para otorgarle la liberaci�n, se compromete a agradecerle por ello. Y seguramente nos convertimos en oraci�n en un estado de �nimo tal que al mismo tiempo estamos listos para cantar las alabanzas de Dios; algo que es imposible, a menos que estemos completamente convencidos de que nuestras oraciones no ser�n ineficaces. Puede que no estemos completamente libres de tristeza, pero sin embargo es necesario que esta alegr�a de la fe se eleve por encima de ella y ponga en nuestra boca una canci�n a causa de la alegr�a que est� reservada para nosotros en el futuro, aunque a�n no la hayamos experimentado. ; (275) tal como vemos a David aqu� prepar�ndose para celebrar en las canciones la gracia de Dios, antes de percibir el problema de sus problemas. La palabra ???, gamal, (276) que otros dan como recompensa, no significa nada m�s que otorgar un beneficio de la gracia pura , y este es su significado en muchos otros pasajes de las Escrituras. �Qu� tipo de acci�n de gracias, te ruego que consideres, ser�a decir que Dios recompens� y entreg� a su siervo la debida recompensa? Esto es suficiente para refutar el sofisma absurdo y trivial de aquellos que luchan este pasaje para probar el m�rito de las obras. En resumen, lo �nico que queda por observar es que David, al apresurarse con prontitud de alma a cantar los beneficios de Dios antes de recibirlos, coloca la liberaci�n, que aparentemente estaba a cierta distancia, inmediatamente ante sus ojos.

Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Psalms 13". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cal/psalms-13.html. 1840-57.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile