Bible Commentaries
San Juan 21

Gran Comentario Bíblico de LapideComentario de Lapide

Versículos 1-22

1-25

CAP�TULO 21 Ver. 1. Despu�s de estas cosas , &c. De esto parece que Pedro y los dem�s Ap�stoles hab�an ido de Judea a Galilea, como Cristo les hab�a mandado ( S. Mateo 23:10 ). Porque esta aparici�n de Cristo tuvo lugar en Galilea, cuando �l, estando a punto de ir al cielo, a fin de proveer para el gobierno de los fieles, nombr� a Pedro para ser la Cabeza de la Iglesia, y Su Vicario en la tierra. Por eso San Juan subjunta estas cosas, y as� concluye su Evangelio.

Versículo 2

�l se manifest� as� , &c. Cristo quiso que se reuniera un n�mero mayor y m�s honorable de sus disc�pulos, a fin de que su manifestaci�n fuera tanto m�s gloriosa, y que delante de ellos como pr�ncipes pudiera declarar a Pedro como su Vicario en la tierra, para que para que los Ap�stoles y los dem�s fieles lo reconozcan como tal. versi�n 3. Sim�n Pedro les dijo , etc.

Diferentes escritores dan diferentes razones para esta pesca. S. Cris�stomo dice: "Porque el Se�or no estaba siempre con ellos, ni se les hab�a encomendado ning�n (ministerio), se dedicaron a la pesca". S. Gregorio ( Hom. 24.) dice: "Un empleo que era sin pecado antes de su conversi�n era sin culpa despu�s de su conversi�n. Por lo tanto, Pedro volvi� a su pesca, pero Mateo no volvi� a su recibo de costumbre.

Porque hay muchos empleos que es imposible, o apenas posible, seguir sin pecado. A tal hombre no debe volver despu�s de que se haya convertido.� A�adamos, que esta pesca tuvo lugar antes de Pentecost�s y el descenso del Esp�ritu Santo, por el cual fueron llamados a predicar el Evangelio. Por lo tanto, debido a que los Ap�stoles no ten�an nada que ocuparlos en este tiempo en el camino de la predicaci�n, y eran a la vez pobres y pescadores, propiamente volvieron a su pesca, para abastecerse de sustento.

Pero despu�s del advenimiento del Esp�ritu Santo no leemos que se dedicaron a la pesca, porque estaban enteramente ocupados en predicar el Evangelio y en guiar a los fieles por el camino de toda perfecci�n. Mientras que los fieles, estudiosos de la pobreza evang�lica, tra�an todos sus bienes a los pies de los Ap�stoles, para que los repartieran entre ellos y los dem�s creyentes.

Sin embargo, en cualquier momento, por necesidad o carencia, podr�an haber vuelto leg�timamente a pescar, as� como Pablo volvi� a hacer tiendas de campa�a, para no ser una carga para otros para su sustento. Porque �ste es ciertamente un asunto de mayor perfecci�n, y por lo tanto un consejo evang�lico, que uno debe predicar el Evangelio gratuitamente (a los oyentes), y procurar su propio sustento con el trabajo de sus manos.

Por �ltimo, los disc�pulos fueron a pescar para evitar la ociosidad y para relajarse. Cassian relata la siguiente historia acerca de cierto cazador que fue a visitar a S. John, a quien encontr� ocupado en acariciar suavemente una perdiz. Sorprendido de este espect�culo, S. Juan le pregunt�: "�Qu� es eso que tienes en la mano? "Un arco", respondi� �l. "�Por qu� no lo mantienes siempre doblado?" �l respondi�: "Ser�a inconveniente hacerlo as�". , no sea que por la curvatura continua se destruya la fuerza del arco, y suceda que cuando estoy disparando una flecha fuerte a alguna cantera, la rigidez del arco se pierde debido a su tensi�n constante, no debe ser capaz de para descargar un poderoso eje.

"De la misma manera", respondi� el Beato Juan, "no dejes que esta breve relajaci�n de mi mente te ofenda, oh mi joven amigo; porque a menos que le proporcionara alg�n alivio moderado a su excesiva tensi�n, perder�a su vigor y no ser�a capaz de obedecer cuando la necesidad lo llamara a hacer alg�n esfuerzo extenuante".

Noche : Porque la noche es el momento m�s adecuado para la pesca. Porque durante el d�a los peces se esconden en las profundidades del mar.

M�sticamente, dice Teofilacto, de noche , es decir, ante la presencia de Cristo Sol, nada captaron los profetas, porque aunque pretend�an corregir a una sola naci�n, �sta ca�a continuamente en la idolatr�a.

No tomaron nada , porque estaban pescando sin Jes�s, para que supieran que todo su �xito en la pesca de las almas depend�a enteramente de Cristo, y por lo tanto deb�an buscar el �xito de �l, seg�n las palabras del salmista, "Excepto Jehov� edifique la casa, es in�til el trabajo de los que la edifican�.

Versículo 4

Cuando lleg� la ma�ana , &c. Para mostrar que esta captura de peces fue el resultado de Su gracia, no de su propia industria. Porque (naturalmente) por la ma�ana los peces huyen de la luz y el ruido hacia las profundidades del mar.

Ellos no sab�an. Porque se les apareci� en otra forma, como a la Magdalena ( cap . xx. 14). En verdad, Cristo deseaba ser reconocido m�s por la bebida milagrosa del pez que por su forma (humana); porque esto era m�s propio del Dios encarnado.

M�sticamente : S. Gregorio dice: "El mar significa este mundo presente, que, en los tumultos de los asuntos y las corruptibles olas de la vida, se estrella contra s� mismo. Pero la solidez de la orilla significa la perpetuidad del descanso eterno. Los disc�pulos, por lo tanto, todav�a estaban embarcados en las olas de esta vida mortal, pero el Se�or estaba ahora de pie en la orilla, hacia la cual Pedro, a quien la Iglesia estaba especialmente comprometida, atrae los peces, mostrando a los fieles la estabilidad de la paz eterna.

Esto lo hizo por su predicaci�n y sus ep�stolas. Esto lo hace todav�a con se�ales y milagros diarios. versi�n 5. Jes�s, pues , etc. Como si dijera: Oh pescadores, �ten�is alg�n pescado para venderme? Porque Cristo se apareci� aqu� a sus disc�pulos en una forma desconocida, como un grave mercader, deseando comprar pescado. As� S. Cris�stomo. Por eso se dirige a ellos como a ni�os ( pueros ), como si fueran trabajadores. O "ni�os peque�os" ( ?????? ), dirigi�ndose a ellos como hijos suyos por amor.

Cualquier carne : Griego ?????????? , Vulgata pulmentarium , que significa cualquier alimento que se come con pan, ya que usamos condimentos. Tambi�n con esta palabra pulmentarium , Cristo quiso decir pez. Porque, como dice Plutarco, aunque hay muchas clases de condimentos, el pescado se llama as� especialmente, porque por el alimento que da y la facilidad con que se puede cocinar, supera a otras clases.

Tambi�n porque la mayor�a de los antiguos, de hecho todos los hombres antes del Diluvio, como he mostrado en Gen. ix., no se alimentaban de carne, sino de pescado. versi�n 6. Les dijo , etc. Pues ciertamente Jes�s con su poder oculto hab�a recogido esta multitud de peces en el lado derecho de la barca, y as� los Ap�stoles que hab�an estado pescando toda la noche en el lado izquierdo no hab�an pescado nada. De ah� aprendemos, moraliter , que muchas veces nos afanamos y trabajamos en vano porque pescamos a la izquierda sin Jes�s, en lugar de a la derecha con Jes�s.

Escuchemos ahora a S. Agust�n ( Tract. 122): "En la captura del pez se establece un sacramento de la Iglesia, a saber, lo que ser� en la �ltima resurrecci�n: para establecer lo que se significa que es como fuera el final de un libro, que deber�a ser, por as� decirlo, el pro�mium de una narraci�n que ha de seguir.Y los siete disc�pulos por su n�mero significan el final de los tiempos.Porque todo el tiempo est� incluido en siete d�as.

La orilla significa el fin del mundo, porque es el l�mite del mar. Y as� como aqu� se entiende la Iglesia, tal como ser� en el fin del mundo, as� por otra pesca se significa la Iglesia tal como es ahora. Por tanto, en aquella ocasi�n Jes�s no se par� en la orilla, sino que subi� a la barca. Entonces las redes no fueron echadas al lado derecho, para no denotar s�lo el bien; ni tampoco a la izquierda para no denotar solo lo malo: sino indiferentemente en ambos lados, para significar que los buenos estaban mezclados con los malos.

Pero ahora la red est� echada del lado derecho, para significar s�lo los buenos, que est�n reservados para la resurrecci�n de vida. Y aparecer�n en la orilla, es decir, en el fin del mundo cuando surjan. Porque la Iglesia los posee al final de esta vida en el sue�o de la paz, escondidos como si estuvieran en lo profundo, hasta que la red llegue a la orilla. Y lo que fue significado en la primera pesca por las dos naves en este lugar est� representado por los 153, a saber, los elegidos de las dos dispensaciones, la circuncisi�n y la incircuncisi�n".

Echaron por lo tanto , &c. He aqu� la recompensa y el fruto de la pronta obediencia, y esa obediencia a un desconocido, y como parec�a, un extra�o. Pero Cristo interiormente hab�a inclinado sus corazones a hacer esto. Esta multitud de peces representa m�sticamente la multitud de fieles que despu�s Pedro y los Ap�stoles atraparon en la red de la predicaci�n evang�lica y convirtieron a Cristo. Entonces SS. Agust�n, Gregorio, Cris�stomo, etc.

versi�n 7. Por lo tanto, aquel disc�pulo , etc. Te preguntar�s, �c�mo fue que Juan fue el primero en reconocer a Cristo? Cyril lo atribuye a la agudeza de su intelecto. Tambi�n S. Cris�stomo. Pedro, dice, era el m�s ferviente, pero Juan ten�a m�s sagacidad, y por eso fue el primero en reconocer a Cristo. Pero respondo que, mientras Pedro estaba ocupado en sacar la red llena de grandes peces, Juan mir� m�s atentamente a Jes�s, y Jes�s present� primero su apariencia a S.

Juan, porque lo amaba principalmente a �l, y porque era muy puro. Por lo cual S. Jer�nimo dice con raz�n ( Epist. ad Pammach .), "Primero es la virginidad de Juan para reconocer la forma virginal de Cristo. 'Bienaventurados los de limpio coraz�n, porque ellos ver�n a Dios'".

M�sticamente : cuanto m�s familiar e �ntimo est� alguien con Dios por medio de la oraci�n, m�s percibe, penetra, contempla y admira a Dios y los atributos de Dios. En fin, como Juan por su virginidad fue amado por Cristo, as� tambi�n �l mismo ama maravillosamente a las que son castas y v�rgenes. Escuche lo que escribe el abad Adelred en su vida del rey Eduardo el Confesor. "S. Edward nunca neg� la petici�n de cualquiera que pidiera en nombre de S.

Juan, a quien, despu�s del Pr�ncipe de los Ap�stoles, am� principalmente. Sucedi� una vez que en ausencia del chambel�n cierto extranjero pidi� importunamente al rey limosna en nombre de S. Juan. Entonces el rey le dio un anillo precioso, porque no ten�a nada m�s a mano. Despu�s de esto sucedi� que dos ingleses fueron a Jerusal�n a adorar la tumba del Salvador. Un d�a sucedi� que se perdieron el camino real y se estaban desviando del camino cuando se puso el sol y todo estaba oscuro.

Sin saber qu� hacer ni ad�nde ir, se les apareci� cierto anciano venerable y los condujo a la ciudad. All� fueron hospitalariamente agasajados; se puso una mesa y sus fatigados miembros se refrescaron con el sue�o. Cuando lleg� la ma�ana, mientras sal�an de la ciudad, el anciano les dijo: 'Hermanos m�os, no duden que regresar�n a su propia tierra en la mayor prosperidad, porque Dios har� que su camino sea pr�spero.

Y por amor a vuestro rey tendr� mis ojos sobre vosotros en todo el camino por donde and�is. Soy Juan, el Ap�stol de Cristo, que siento el mayor amor por vuestro rey por el m�rito de su castidad. Ll�vale este anillo que una vez me dio con el h�bito de un peregrino. Dile que se acerca el d�a de su partida. Dentro de seis meses lo visitar�, para que conmigo siga al Cordero por dondequiera que vaya.

Habiendo dicho esto, desapareci�." Por eso, los que aman la virginidad y la pureza, suelen pedir a San Juan que sea su patr�n, e invocar su ayuda, especialmente cuando est�n turbados por agresiones de la carne: y experimentar su ayuda Para dar un solo ejemplo entre muchos: S. Colette, una virgen de maravillosa austeridad y santidad, la reformadora de la Orden de S. Clara, para que pudiera mantener su virginidad sin mancha, eligi� a S. John como su patr�n Y no en vano: porque se le apareci� San Juan, y con un anillo de oro la despos� como esposa virgen consigo mismo.

Cuando Sim�n Pedro escuch� , &c., ci�� , &c. Griego ??? ?????????? ????????? , se puso la t�nica sobre la ropa. De donde es claro que no estaba antes completamente desnudo, sino s�lo, a la manera de los trabajadores, despojado de su ropa exterior.

Y se arroja al mar: o nadando, como piensan Cris�stomo y otros, o vadeando el mar, como dicen Beda y Maldonato. Porque la orilla estaba cerca. Siendo Pedro el m�s ferviente, vino a Cristo m�s pronto que los dem�s. Es improbable que Pedro en esta ocasi�n caminara sobre las aguas. Porque esto hubiera sido imprudente, ya que Cristo no le orden� hacerlo ahora.

Doscientos codos : M�sticamente, dice Beda, por los 200 codos se expresa el doble poder de la caridad. Porque por el amor a Dios y al pr�jimo nos acercamos a Cristo. versi�n 10. Tan pronto como llegaron a tierra , etc. Aqu� estaba otro milagro de Cristo, que �l para Sus disc�pulos, viniendo repentinamente a �l, cocin� pescado y prepar� una cena. Cyril piensa que este pez hab�a sido sacado r�pidamente de las profundidades del mar.

Pero Cris�stomo piensa que hab�a sido creado de la nada. Con mayor probabilidad, Leoncio y otros dicen que Cristo produjo los peces, las brasas, el fuego y el pan de la atm�sfera, o alguna otra sustancia, como hizo con los panes cuando los multiplic�. Cristo hizo esto para mostrar (1.) que la gran corriente de peces era Su propia obra, y que fue �l quien hab�a recogido todos esos peces en el lado derecho del barco.

(2.) Que no los necesitaba para s� mismo, sino que lo hab�a hecho por amor a sus ap�stoles. M�sticamente, dice Beda, de S. Agust�n. El pescado asado es Cristo en su Pasi�n. �l mismo se dign� yacer escondido en las aguas de nuestra naturaleza humana. Quiso ser apresado por el anzuelo de una muerte como la nuestra. Y �l, que se hizo pez en Su Humanidad, se convirti� en el Pan que nos alimenta de Su Divinidad.

Versículo 11

Jes�s dice ... traer del pescado , etc. Esto lo hizo para que todos pudieran percibir la multitud de los peces y la grandeza del milagro.

M�sticamente, S. Agust�n ( Tract. 123) dice: "El pescado asado es Cristo en su Pasi�n. Es el Pan bajado del cielo. Con �l se incorpora la Iglesia para alcanzar la bienaventuranza eterna, seg�n se dice. Traed del pescado que hab�is pescado , para que todos los que tenemos esta esperanza por medio del s�ptuplo n�mero de disc�pulos, por el cual se cuenta toda la multitud de los fieles, sepamos que tenemos parte en tan grande sacramento, y sois part�cipes de la misma bienaventuranza".

Sim�n Pedro subi� , es decir, a la nave, etc. Peter es mencionado como el l�der del resto. Porque �l no podr�a haber sacado la red cargada con tantos peces grandes (a tierra) por s� mismo. Aunque ciertamente S. Gregorio y Ruperto piensan que lo hizo solo, aunque no por su propia fuerza, sino por la ayuda divina. Y as� se insin�a la primac�a de Pedro. Porque �l es el primero en llamar a sus compa�eros a pescar.

Primero vino a Cristo. �l fue tambi�n el primero en tender la red, para que pudiera indicarse que todos los peces, es decir, todos los fieles, deb�an ser arrastrados y gobernados por Pedro. Por tanto, Juan era el m�s amado, pero Pedro el m�s honrado por Cristo, y por �l puesto sobre los dem�s. As� los s�bditos (espirituales) son de vez en cuando m�s santos que sus gobernantes, pero los gobernantes son m�s exaltados y m�s eminentes en autoridad que sus s�bditos.

Peces, ciento cincuenta y tres : �Por qu� hab�a exactamente ciento cincuenta y tres? S. Jer�nimo da (en Ezeq. xlvii. 9) la raz�n literal; porque hay esa cantidad de tipos diferentes de peces. Esto es lo que dice: "Los que han escrito sobre la naturaleza animada dicen que hay ciento cincuenta y tres clases de peces. Una de cada una de estas clases fue capturada por el Ap�stol, y m�s quedaron sin pescar.

Porque nobles e innobles, ricos y pobres, toda clase y condici�n de hombres, son sacados del mar de este mundo para la salvaci�n.� Sin embargo, debes entender el asunto de esta manera, que solo los principales g�neros de peces est�n incluidos en este porque, hablando estrictamente, hay muchas m�s clases.Por lo tanto, por este n�mero o s�mbolo, Cristo dio a entender que todas las naciones hab�an de ser reunidas en la red de la Iglesia, cuya cabeza y pr�ncipe es Pedro, y sus sucesores, los pont�fices romanos.

Simb�licamente, Cirilo dice que el n�mero cien significa la plenitud de los gentiles que estaba a punto de entrar en la red de Pedro y la Iglesia: el cincuenta significa el n�mero menor de los jud�os, que se salvar�an: el tres representa el misterio de la Sant�sima Trinidad, por la fe y el culto en Quien se re�nen y salvan jud�os y gentiles. Pero San Agust�n ( Tract. 122) dice: "Este n�mero se compone de tres por cincuenta m�s tres, por el misterio de la Trinidad. El quincuag�simo era el a�o del jubileo en el que todo el pueblo descansaba de todos sus trabajos. El a�o del jubileo representaba el estado de gracia del Evangelio.

M�s particularmente y claramente Rupertus y Maldonatus explican esto. Por esos tres n�meros se representa la triple carrera de los hombres que se salvan. El cien denota a los que est�n casados, 'porque estos son los m�s numerosos. El cincuenta denota las viudas y el continente, porque estos son menos en n�mero. Los tres denotan v�rgenes, la menor cantidad de todos.

Y aunque hab�a tantos , &c. Cris�stomo dice que en este milagro estaban incluidos tres milagros, por los cuales Cristo prob� su resurrecci�n y omnipotencia. La primera fue en la toma del pez. El segundo, en la producci�n de sus propios peces, el pan y las brasas. La tercera, en la integridad de la red, que significa la unidad e integridad de la Iglesia, que no puede ser rota ni rasgada por ning�n cisma. Porque los que hacen un cisma se separan ipso facto de la Iglesia, y en consecuencia dejan a la Iglesia en su propia unidad e integridad.

Jes�s les dijo: Venid y cenad. Es probable que algunos de los peces que pescaron los Ap�stoles fueran puestos por orden de Cristo sobre las brasas al rojo vivo, cuando dijo: Traed del pez que hab�is pescado ahora.

Obs�rvese tambi�n que es probable que Cristo en esta ocasi�n cen� con sus disc�pulos, cosa que estaba acostumbrado a hacer, para confirmar la verdad de su resurrecci�n.

Anag�gicamente, San Cirilo dice: De la misma manera despu�s de los trabajos de esta vida, por los cuales pescamos almas para Dios, Cristo preparar� una cena celestial, en la cual nos deleitaremos eternamente con �l en delicias divinas, seg�n est� escrito: Para que pod�is comer y beber en Mi mesa en Mi reino ( Lucas 22:30 ).

Y ninguno de los que se sentaban a la mesa: Gr. ??????? , es decir, de Sus disc�pulos. De ah� que Jansen piense que deber�amos leer discumbentium, los que se sentaban a la mesa: pero las copias romanas dicen discum. , que parece m�s adecuado al contexto.

Durst le pregunta , &c. Porque, como observa Cris�stomo ( Hom. 86), Cristo no se les presentaba todav�a en su propio aspecto y forma, sino en uno m�s augusto, del cual dudaban si era realmente el mismo Jes�s, y estaban deseando preguntarle, �Qui�n eres T�? Sin embargo, por sus rasgos, por lo que hizo y dijo, reconocieron que era Jes�s mismo, de modo que al final ya no pudieron dudar m�s. Por tanto, en parte por reverencia a Cristo, y en parte por la confianza de su reconocimiento, no se atrevieron a preguntarle.

Menos felizmente, S. Agust�n interpreta la expresi�n preguntar por dudar. Porque estos difieren como efecto y causa. versi�n 13. Y vino Jes�s y tom� pan , etc. Es decir, cuando los disc�pulos por mandato de Jes�s se hubieron sentado a la mesa, �l tambi�n vino y se sent� con ellos.

Versículo 14

Esta es ahora la tercera vez , &c. Es decir, contando aquellas apariciones que tuvieron lugar estando presentes varios de los Ap�stoles, pues de ellas s�lo San Juan hace aqu� menci�n. Porque de tales �ste fue el tercero. Por lo dem�s, si enumeramos todas las dem�s apariciones de que hacen menci�n los dem�s evangelistas, esta fue la s�ptima en orden, como he mostrado en Mat. xxviii. 10, donde los he enumerado todos en orden.

versi�n 15. Cuando hubieron cenado, Jes�s dijo a Sim�n Pedro: "Sim�n, hijo de Jon�s, �me amas m�s que estos?" Cuando Cristo estaba a punto de irse al cielo, aqu� nombra a Pedro Su vicario en la tierra, y lo crea Sumo Pont�fice, para que la �nica iglesia sea gobernada por un solo pastor. Cristo le hab�a prometido lo mismo a Peter Matt. xvi. 18 pero en este lugar le confiere el don, y lo constituye pr�ncipe y soberano de toda la Iglesia, para que nadie, a causa de la triple negaci�n de Pedro, diga que Cristo hab�a cambiado su decreto acerca de �l.

Entonces Cirilo. M�sticamente, Alcuino dice aqu� que el hebreo Sim�n significa obediente. Juan es gracia. As� se habla de Pedro como obediente a la gracia de Dios; porque, en verdad, lo abraza con un amor ardiente, efecto, no del m�rito humano, sino de un don divino.

�Me amas m�s que �stos? Primero, porque este oficio de alimentar y gobernar a todos los fieles que me propongo conferirte, exige el mayor amor de Cristo y de los fieles. "Se pide amor", dice San Agust�n, "y se manda trabajo, porque donde hay amor no hay trabajo".

En segundo lugar, para que Cristo pueda mostrar cu�nto amaba a sus ovejas, por cuanto no estaba dispuesto a encomendarlas a nadie sino a uno que se amaba a s� mismo, y en consecuencia a sus ovejas, con un amor supremo. As� S. Cris�stomo, Hom. 87, "Lo que especialmente gana para nosotros el favor divino es el cuidado de nuestro pr�jimo. Ahora bien, el Se�or, pasando por encima de los dem�s, habla a Pedro acerca de tales cosas, porque �l era el jefe de los Ap�stoles, y la boca de los disc�pulos. , y la cabeza del colegio, por lo que tambi�n le encomienda la precedencia sobre sus hermanos, tanto como para decir: La vida que dijiste que dar�as por m�, dala por mis ovejas.

En tercer lugar, porque Pedro, poco antes, hab�a negado tres veces a Cristo, y esta triple negaci�n le hab�a sido perdonada por su arrepentimiento por Cristo; por lo tanto, con raz�n exige un mayor amor de aquel a quien hab�a otorgado mayor indulgencia. �Porque a quien se le perdona poco, poco ama:� Lucas 7:47 . Entonces Cirilo.

Adem�s, Jes�s pregunta, sabiendo que Pedro lo amaba m�s que a todos, dice San Agust�n, porque aunque Juan amaba m�s tiernamente a Jes�s, sin embargo, Pedro lo amaba con un amor m�s fuerte y m�s ardiente, como se ve por todas sus obras y actos. palabras sobre Jes�s. As� los padres aman a sus hijos peque�os con un amor tierno, pero los que son j�venes, o adultos, con un amor m�s fuerte y m�s s�lido; por lo cual tambi�n les dan mayores dones que a los peque�os.

Escuche a S. Agust�n ( Serm. sobre la Pasi�n ): "Cuando el Se�or muri�, Pedro temi� y neg�; el Se�or resucitado reaviv� su amor, ahuyent� su miedo. Neg� temer morir cuando el Se�or hab�a resucitado �por qu� habr�a de hacerlo? miedo? Ya que en �l encontr� muerte hab�a muerto".

Le dijo: S�, Se�or, t� sabes que te amo. "As� es claro", dice San Agust�n, " amo " y " diligo " significan aqu� la misma cosa, aunque en lat�n amo significa m�s que diligo . Pedro no se atreve a decir, Te amo m�s que los otros. , pero te amo, tanto porque no conoc�a el coraz�n de los dem�s, en segundo lugar, porque su ca�da lo hab�a hecho m�s modesto y cauteloso.

Porque �l se hab�a puesto delante de los dem�s cuando dijo: Yo, Se�or, aunque todos se ofendan en Ti, yo nunca me ofender�, y sin embargo, un poco despu�s cay� m�s vergonzosamente que los dem�s, y neg� a Cristo, lo cual ellos No. �l le dijo: 'Apacienta mis corderos.' Apacienta , como el pastor apacienta a las ovejas llev�ndolas a pastar, y al alimentarlas, las gobierna y las gu�a para que no se aparten del reba�o, ni se acerquen a pastos nocivos, ni sean presa del lobo.

Por lo tanto , apacentar en la Escritura significa gobernar , y los reyes son llamados pastores , porque, si quisieran gobernar correctamente a sus s�bditos, deber�an hacer lo que hacen los pastores cuando alimentan a sus ovejas. De donde Sal 23:1 donde la Vulgata tiene 'el Se�or me gobierna', el hebreo es 'Adonai roi', es decir, el Se�or es mi pastor , o me alimenta. Por lo cual contin�a, '�l me hace descansar en verdes pastos.

As� David, de pastor de ovejas, fue hecho por Dios rey de hombres para apacentar, es decir , para gobernar , a Jacob su siervo, ya Israel su heredad. ( Salmo 78:71 ). As�, Ciro es llamado pastor, es decir, un pr�ncipe y rey ??designado por Dios Isa 44:28 que dice de Ciro: '�l es mi pastor.' Y Salmo 2:9 , 'Las regir�s con vara de hierro.

En hebreo Tirem , es decir, los alimentar�s. Y hablando en general, el hebreo raa , el griego ???????? , y el lat�n pasco , significan 'gobernar', como puede verse en Miqueas 5:2 ; Hechos 20:28 ; Apocalipsis 2:7 y Apocalipsis 12:5 ; Apocalipsis 19:15 . As�, Homero llama al rey griego Agamen�n ??????? ????? un pastor del pueblo".

mis corderos Cristo, como primer Pastor de las ovejas, llama aqu� a su pueblo fiel unas veces ovejas, otras, m�s tiernamente, corderos. Y que en primer lugar, por la novedad de su vida, al ser regenerados por el bautismo son hechos como corderitos de Dios. En segundo lugar, por su inocencia de cordero, que han obtenido por el bautismo, y tambi�n por su seguimiento de Cristo, llamado por Juan Bautista, "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".

�Por lo tanto, la palabra oveja significa que Cristo es el Pastor de los cristianos; la palabra corderos significa que Cristo es su Padre, s�, ciertamente su Madre, ya que ellos son aquellos a quienes �l engendr� por el bautismo para Dios, y adopt� como Sus propios hijos. Jansen dice que corderos y ovejas son lo mismo, por lo que la versi�n et�ope, en lugar de corderos , tiene ovejas , repitiendo ovejas tres veces.

Teofilacto a�ade que se les llama corderos para que el mismo nombre indique a los reci�n convertidos, y m�s tiernos en la fe, de los cuales iba a ser una gran multitud, cuando los Ap�stoles comenzaron a predicar. Y como estos requieren mayor cuidado, y deben ser criados y alimentados con mayor trabajo, por eso el Se�or dice dos veces (seg�n la Vulgata): "Apacienta mis corderos", para mostrar con esta repetici�n que quer�a que Pedro diera El mayor cuidado sobre ellos: pero a los que eran m�s fuertes en la fe �l los llama ovejas . De nuevo, por corderos entiende las almas sencillas y fieles; por ovejas maestras, pastoras, obispos y ap�stoles, que son, por as� decirlo, madres de los fieles. As� Belarmino.

De este lugar, pues, es claro que S. Pedro y su sucesor, el Romano Pont�fice, es la cabeza y pr�ncipe de la Iglesia, y que todos los fieles, incluso los obispos, patriarcas y ap�stoles, est�n sujetos a �l y deben por �l para ser alimentado y gobernado. Recogemos esto, primero porque Cristo aqu� interroga a Pedro solamente, y esto tres veces, como el jefe y boca de los Ap�stoles. Entonces SS. Cris�stomo, Teofilacto, Eutimio.

Adem�s, aqu� Cristo significa t�citamente que Pedro lo amaba m�s que a los dem�s Ap�stoles, y por tanto que era digno de sucederle en el amor y cuidado del reba�o, es decir, de la Iglesia y de los fieles. Porque ese poder que no se basa en el amor se desvanece.

En segundo lugar, esto es claro por la palabra apacentar , es decir, gobernar , como he mostrado, y por los t�rminos corderos y ovejas , porque con estas palabras Cristo significa a todos los miembros de la Iglesia como sujetos a �l, el Pastor principal, porque �l no except�a a nadie. Los que son, pues, las ovejas de Cristo, son tambi�n las ovejas de Pedro, porque Cristo aqu� se los encomienda a �l, para que los alimente y los gobierne.

Por tanto, los que no son las ovejas de Pedro, es decir, los herejes, tampoco son las ovejas de Cristo. As� tambi�n todos los dem�s Ap�stoles, en cuanto eran ovejas de Cristo, as� tambi�n son ovejas de Pedro. Desde donde era derecho de Pedro dirigirlos, arreglar sus diferencias y gobernarlos en todas las cosas. Porque Cristo instituy� el excelent�simo gobierno en su Iglesia, que es el mon�rquico, tanto para que haya una sola Iglesia, como para que sean suprimidas las ocasiones de cisma, como S.

Cipriano ense�a en su libro sobre la unidad de la Iglesia. "La primac�a", dice, "se da a Pedro, para mostrar que hay una Iglesia de Cristo y una Sede principal"; y S. Jer�nimo dice: "Entre doce, uno es elegido, para que se conserve la unidad". Escuche tambi�n a S. Leontius ( Ser. 3, de Assum .): "De todo el mundo, un Pedro es elegido, que est� puesto sobre la Iglesia, llamado de todas las naciones, y sobre todos los Ap�stoles, y todos los Padres de la Iglesia, que aunque haya en el pueblo de Dios muchos sacerdotes y muchos pastores, sin embargo, Pedro puede gobernar correctamente a todos, a quienes Cristo tambi�n gobierna en el lugar principal.

Una grande y maravillosa asociaci�n en Su propio poder, amados hermanos, la Divina condescendencia dio a este hombre, y si �l quiso que algo fuera com�n con �l a los otros pr�ncipes de la iglesia, �l s�lo dio por medio de �l lo que �l no neg�. a los dem�s."

Escuche tambi�n a San Bernardo ( L. 3, de Consid. al Papa Eugenio: hacia el final ): "Ellos", es decir , los obispos, "tienen asignado a cada uno su propio reba�o, a ti te han sido confiados todos, un pastor para uno". reba�o; no eres t� s�lo el �nico pastor de todas las ovejas, sino de todos los pastores. �Me preguntas c�mo pruebo esto? de la palabra del Se�or: porque a quienes eran absolutamente y sin distinci�n todas las ovejas digo no solamente de los obispos, sino de los ap�stoles, �comprometidos? 'Si me amas, oh Pedro, apacienta mis ovejas'; �Cu�l? �La gente de esta o aquella ciudad o regi�n o reino? ' Mis ovejas ', dice �l: �a qu� hombre no es evidente que �l no indic� s�lo algunos, sino que asign� todos? Nada se except�a donde no se hace distinci�n; "tercero

Gorra. Solitario De Mayor. et Obed .) dice: "Ahora bien, las ovejas de Cristo nos fueron encomendadas por el bienaventurado Pedro, como dice el Se�or: 'Apacienta mis ovejas', sin hacer distinci�n entre estas ovejas y otras, para mostrar que ese redil que no reconoci� a Pedro y a sus sucesores como pastores y maestros, no le pertenec�a�. Ver lo que se ha dicho sobre S. Matt. xvi.; v�ase tambi�n Belarmino, que ense�a que Cristo, por este precepto que dio a Pedro, diciendo: "Apacienta mis ovejas", al mismo tiempo fund� el Papado como Cabeza Eclesi�stica, y se lo dio a S.

Pedro y sus sucesores los obispos de Roma. En el cap. xiv. de Pont ., prueba que estas palabras fueron dichas por Cristo a Pedro solamente. En el cap. XV. �l prueba que la palabra alimentar significa gobierno y poder de gobernar. En el cap. xvi. que las ovejas significan todos los fieles, incluso los Ap�stoles, y toda la Iglesia: todo lo cual niegan Calvino, Lutero y los herejes.

De este pasaje los te�logos en general, y especialmente Su�rez sobre las indulgencias , muestran que el poder de conceder indulgencias fue dado por Cristo a Pedro ya los Pont�fices que lo sucedieron. Porque bajo esa palabra alimentar se incluye todo acto de jurisdicci�n que pueda pertenecer a cerrar o abrir el reino de los cielos, para que la d�diva sea igual a la promesa; pero la remisi�n de penas por medio de indulgencias es uno de los actos por los cuales se abre el reino de los cielos; por tanto, tambi�n est� comprendida bajo el cargo general de apacentar las ovejas de Cristo.

Versículo 16

Le dice la segunda vez: Sim�n, hijo de Jon�s, �me amas? Le dijo: S�, Se�or, t� sabes que te amo. Escuche a S. Cris�stomo: "Vuelve a temer las cosas anteriores, no sea que acaso, crey�ndose amar, sea corregido si no amaba, como antes fue corregido por creerse fuerte, y por eso se refugia en Cristo mismo ."

Le dice la segunda vez: Apacienta mis corderos. As� lo tiene el �rabe. Pero el griego y el sir�aco en lugar de corderos tienen ovejas , pero es muy probable que la Vulgata, junto con el �rabe, lea el griego ???????? intercalando iota , es decir, ovejitas , o corderos : porque el cuidado principal del pastor debe ser para ellos; y por lo tanto Cristo repite y duplica Su mandato con respecto a ellos.

Como dice S. Agust�n: "Que sea oficio del amor apacentar el reba�o del Se�or, como lo fue el temor de negar al Pastor". Por eso dice S. Gregorio en 1 Part. Pastor. cv : "El que es fuerte en la virtud y se niega a apacentar el reba�o de Dios, est� probado que no ama a su Pastor".

Versículo 17

Le dice la tercera vez: Sim�n, hijo de Jon�s, �me amas? Pedro se entristeci� porque le dijo por tercera vez me amas, y le dijo: Se�or, t� lo sabes todo; T� sabes que te amo. Le dice: Apacienta mis ovejas (sir�aco, mis corderos ). �Por qu� Cristo le pregunta tres veces a Pedro si lo amaba, y tres veces repite: Apacienta mis ovejas ? Respondo que la primera raz�n es que Pedro, por una triple y constante profesi�n, de su singular amor, pudiera expiar y cambiar su triple negaci�n de Cristo.

As� Cirilo, Leoncio, Teofilacto, Beda y S. Agust�n, el �ltimo escribe as� (Tract. 123): "Por una triple negaci�n se rinde una triple confesi�n, para que la lengua no parezca servir menos al amor que al miedo, y que La muerte inminente podr�a no parecer suscitar m�s palabras que la Vida Presente Que sea oficio de amor apacentar el reba�o del Se�or, si fue se�al de temor negar al Pastor.

Si alguno apacienta las ovejas de Cristo con esta disposici�n, que desea que sean sus propias ovejas en lugar de las suyas, est� probado que no ama a Cristo sino a s� mismo, ya sea por el deseo de jactarse, o de gobernar, o de adquirir, no por el amor de obedeciendo, y ayudando, y agradando a Dios. Contra tales, por tanto, la Palabra de Cristo, muchas veces ordenada, da advertencia, y de ellos el Ap�stol se queja de que buscan lo suyo propio, no las cosas que son de Jesucristo.

Porque decir: 'Si me amas, apacienta mis ovejas', qu� otra cosa es sino decir: Si me amas, no estudies en apacentarte a ti mismo, sino a mis ovejas; alim�ntalos como m�os, no como tuyos; busca en ellos mi gloria, no la tuya: mi dominio, no el tuyo?" De ah� que los obispos aprendan a examinar a los sacerdotes suspendidos y a otros por segunda y tercera vez, en cuanto a su enmienda, para que puedan estar seguro en restaurarlos a su oficina.

La segunda causa es que Cristo pueda mostrar el valor que le da a sus ovejas, y c�mo en el d�a del juicio examinar� a los obispos y pastores en cuanto a su cuidado, pero especialmente en cuanto a su amor por las ovejas. Por lo cual San Bernardo ( Ser. 18 in Cant .) arremete contra aquellos que, teniendo poco amor, tienen la ambici�n de ponerse por encima de los dem�s, y as� se pierden a s� mismos y a los dem�s; o si salvan a los que est�n debajo de ellos, se perder�n a s� mismos.

"T�, hermano", dice, "cuya salvaci�n a�n no es fuerte, que a�n no tienes amor, o que tan d�bil y como un junco como para ceder a cada soplo, cree todo esp�ritu, d�jate llevar por todo viento de doctrina, t�, digo, que tienes tal opini�n de ti mismo en lo que a ti mismo pertenece, �por qu� locura, te pregunto, ambicionas tener el cuidado de otros, o incluso consientes en tenerlo?

En tercer lugar, para que �l pueda mostrar que los pastores deben apacentar a sus ovejas, por as� decirlo, de una manera triple, a saber, con la palabra de verdad, con el ejemplo de vida y con la ayuda temporal ( ver S. Greg .). Y San Bernardo ( Ser. 2 sobre la Resurr .) dice que Cristo repiti� tres veces el alimento , para que un pastor apaciente a sus ovejas con la mente, con la lengua y con la mano. " Alimente ", dice, "con la mente, alimente con la boca, alimente con las obras.

Alim�ntense con la oraci�n mental, con la exhortaci�n verbal, con el ejemplo�. El mismo ( Ep. 210) dice: � Alimente con la palabra , alimente con el ejemplo, alimente con el fruto de las santas oraciones�. S. Pedro, como tambi�n en S. Juan, que en su Evangelio, y en sus Ep�stolas, por doquier se respira amor y fuego divino, ejemplo memorable de ello fue aquel joven convertido por S.

Juan y encomendado a cierto obispo por el cual hab�a sido desatendido, y as� se hab�a convertido en jefe de ladrones, a quien S. Juan, ya anciano, hizo volver al arrepentimiento y a una vida santa. Eusebio ( L. 3, Hist. c. 23. da cuenta completa de este asunto de Clemens Alexandrinus. Tambi�n S. Chrysostom ( Efesios 5 , a Theodorus, una persona muerta ).

Pedro se entristeci� porque por la pregunta tres veces repetida le parec�a que se sospechaba de su amor a Cristo, o en verdad tem�a no haber tenido parte en la Pasi�n; y como entonces negaba, as� tambi�n ahora no amaba a Cristo. Entonces S. Cris�stomo, &c. Por lo cual el Se�or lo consuela en su dolor, y dice que Pedro, por amor y ejemplo de Cristo, sea crucificado, como verdadero pastor, por las ovejas.

Apacienta Mis ovejas , como M�as, no como tuyas; busca en ellos mi gloria, no la tuya; Mi beneficio, no el tuyo. Escuche a S. Agust�n: "No nos amemos, pues, a nosotros mismos, sino a �l, y al apacentar a sus ovejas busquemos las cosas de Cristo, no las nuestras: quien se ama a s� mismo, y no a Dios, no se ama realmente a s� mismo; porque quien es no pudiendo vivir por s� mismo, muere am�ndose a s� mismo: cuando es amado por quien es la vida, al no amarse a s� mismo, el hombre se ama m�s a s� mismo, por cuanto no se ama a s� mismo para amar a Aquel por quien vive.

Tal pastor fue S. Pablo, el colega de S. Pedro, quien dijo: �pues desear�a yo mismo ser anatema por parte de Cristo por causa de mis hermanos, mis parientes, seg�n la carne� (Rom 9, 3). Donde dice S. Cris�stomo: "M�s ancho que cualquier mar, m�s vehemente que cualquier llama era este amor, y ninguna palabra puede expresarlo dignamente". En primer lugar, este yo mismo es enf�tico. �Qu� significa este yo mismo ?, dice S. .

Cris�stomo: "Soy yo quien ha sido hecho maestro de todos, yo que he acumulado oficios y m�ritos infinitos, yo que espero coronas infinitas". Pierdo el reino de los cielos, y ser� cortado de la gloria oculta, considerando que me dar�a el m�s alto consuelo si tan solo no pudiera o�r m�s vituperar a Aquel por quien tanto ardo en amor�.

Versículo 18

De cierto, de cierto te digo, cuando eras joven , etc., donde no quer�as , es decir, por tu voluntad natural de sentido o sentimiento. Porque por la voluntad racional Pedro dese� esto sobre todas las cosas. Dice S. Cris�stomo, Cristo predice su martirio, mostr�ndole de qu� manera y cu�nto debe amar a Cristo ya sus ovejas, hasta su cruz.

Cuando eras joven : por esto se muestra, dice S. Cris�stomo, que Pedro no era ni joven, ni viejo, sino un hombre perfecto. Tal conven�a que fuera el Pont�fice y pr�ncipe de los Ap�stoles, para que su edad le ganara autoridad, y sin embargo fuera apto y fuerte para las labores apost�licas.

El significado es, cuando eras joven y ten�as fuerza corporal, eras libre, y te levantabas de tu lecho, y te vest�as, y caminabas a tu antojo por donde quer�as; pero cuando seas viejo, en el momento en que los hombres buscan descanso y tranquilidad, de ninguna manera descansar�s, sino que tendr�s trabajos m�s duros. Porque te atar�n y te llevar�n a la cruz, donde extender�s tus manos, es decir , ser�s crucificado.

Menos correctamente, por lo tanto, Lyra explica te ce�ir�n para significar, 'Otro te atar� con cuerdas, no te clavar�, a la cruz. Porque las palabras ce�ir�n no se refieren a la cruz, sino, como se traducen en �rabe y sir�aco, a los lomos de Pedro, a sus manos y pies. Otro, es decir, un lictor o un verdugo, atar� tus lomos y tus brazos, y te llevar� como a un criminal a la cruz.

Adem�s, S. Pedro no fue atado a la cruz con cuerdas sino con clavos, como dice expresamente S. Cris�stomo ( Hom. in Princ. Apost .), "Al�grate, oh Pedro, que has gozado del madero de la cruz, y que no quisiste ser crucificado erguido a ejemplo de tu Maestro, sino con la cabeza hacia abajo, como lista para tu viaje de la tierra al cielo. Oh benditos clavos, que atravesaron esos sant�simos miembros�.

Admirablemente dice S. Agust�n: �Ese negacionista y amante, hinchado por la presunci�n, abatido por la negaci�n, purificado por las l�grimas, aprobado por la confesi�n, coronado por la perseverancia, encontr� tal fin, que muri� por amor perfecto del nombre de Cristo, con quien en su perversa precipitaci�n hab�a prometido morir, fortalecido por su resurrecci�n, hace lo que en su debilidad hab�a prometido temerariamente, y ahora no teme la destrucci�n de esta vida, porque el Se�or, habiendo resucitado, le hab�a mostrado el modelo de otra vida.

Ver. 19. Esto dijo, dando a entender , etc. Pedro, pues, con su muerte en la cruz glorific� a Dios, y as� su muerte no fue vergonzosa, como pensaban Ner�n y los romanos, sino para honor y gloria tanto de Dios como de Dios. Pedro La primera raz�n fue porque Pedro fue crucificado por la verdad de la Fe. Y esto fue glorioso.

2. Glorific� a Dios, porque por Dios y por su Hijo Jesucristo, a quien predicaba, sufri� la crucifixi�n. Pero, �qu� hay m�s glorioso que morir por Dios?

3. Porque en la muerte de cruz fue semejante a Cristo, para que como fue semejante a �l en su vida y pontificado, sea tambi�n semejante a �l en su cruz y muerte. Como observa S. Cris�stomo, Cristo no dice morir�s , sino que te gloriar�s , porque sufrir por Cristo es honor y gloria. Por eso el martirio de la cruz es m�s honroso que otros martirios, por lo cual fue deseado por muchos crucificados.

S. M�ximo ( Serm. 1, de Natal. Apost .) dice: "Tal fue Pedro, que cuando como disc�pulo de Cristo fue llevado a la cruz, pidi� que lo crucificaran cabeza abajo. No tem�a el sufrimiento, pero se retrajo de la igualdad con la cruz del Se�or, manifestando a todos los hombres el poder de su maravillosa humildad, y conservando en medio de sus tormentos la disciplina del misterio (de la cruz)".

4. Porque Pedro, muriendo en la cruz por Cristo, ha obtenido de �l gran gloria, tanto en el cielo como en la tierra, donde glorific� a Dios, que era como el origen y autor de su gloria. De ah� que los fieles de todo el mundo, incluso reyes y pr�ncipes, acudan en masa a Roma, para que puedan visitar y venerar el lugar de la crucifixi�n y sepultura de Pedro, y su bas�lica en el Vaticano, que es la maravilla del mundo.

Como dice S. Agust�n ( Serm. 28, de Sanct .), "Ahora, a la memoria del Pescador, el emperador dobla sus rodillas; brillan all� las gemas de su diadema, donde brillan los beneficios del Pescador". Y S. Cris�stomo dice: "Hasta los reyes y gobernadores, dej�ndolo todo, corren a los sepulcros del Pescador y del Hacedor de tiendas. Y en Constantinopla nuestros pr�ncipes consideran un gran favor si sus cuerpos pueden ser enterrados, no cerca de los Ap�stoles. , pero fuera de los p�rticos (de sus iglesias).Y los reyes se convierten en los porteros de los pescadores.

Moralmente, aprende de ah� a la gloria con SS. Pedro y Pablo en la cruz de nuestro Se�or Jesucristo, y a felicitarte cuando Cristo te hace part�cipe de ella y te env�a una peque�a porci�n de su cruz, sea por enfermedad, sea por persecuci�n, sea por oprobio, sea por cualquier otra aflicci�n. . Porque por ninguna otra cosa Dios es m�s glorificado que por el martirio y la cruz, si se llevan con paciencia y alegr�a. La cruz, por tanto, es el honor y la gloria de Cristo y de los cristianos, no su verg�enza y deshonra.

Y cuando hubo dicho esto , &c. Observe, con Cirilo, Cris�stomo, Maldonato y otros, que Cristo aqu� por Su acci�n signific� a Pedro lo mismo que hab�a dicho en palabra. Levant�ndose, pues, y yendo del lugar a la cena, invita a Pedro a que le siga, yendo delante de �l a pie, y para dar a entender que le ha de seguir como su Vicario leg�timamente designado, en aquellas cosas que ya le hab�a dicho. , a saber, en el cuidado pastoral de sus ovejas, y el castigo de la cruz.

Por eso le dice: S�gueme , (1.) Como al ir, sucede tambi�n al sucederme en el gobierno de la Iglesia. S�, pues, Mi sucesor como Pastor y Gobernante de toda Mi Iglesia.

2. S�gueme , que as� como Yo he ido delante de ti a la cruz, t� me sigues a ella. Y no te parezca que la cruz es muy dura de soportar por M�, porque Yo la soport� primero por ti. Por ti y por el resto de los fieles me adelant� y allan� el camino. Porque te conviene seguirme, tanto en tu vida y oficio pastoral, como en la muerte y en la cruz, que des tu vida por las ovejas, y seas gu�a del resto de los fieles a la cruz y al martirio. .

De donde dice la Glosa: "Si el pastor ha sido sacrificado como oveja, no teman ser sacrificados los que de ovejas se han convertido en pastores". Por lo tanto, cuando Pedro fue encerrado en la prisi�n mamertina en Roma, los cristianos lo estaban persuadiendo, y con sus s�plicas casi lo obligaron a huir. Para complacerlos lo hizo. Pero fuera de la puerta, que ahora se llama la puerta de San Sebasti�n, Cristo lo encontr�.

Pedro le pregunt�: Se�or, �ad�nde vas? El Se�or le respondi�: Voy a Roma a ser crucificado por segunda vez. Pedro entendi� que Cristo quer�a ser crucificado, no en Su propia persona, sino en la de Pedro, Su Vicario. Por lo tanto, inmediatamente volvi� a la prisi�n, y poco despu�s sufri� la muerte de cruz. El lugar donde Cristo se reuni� y convers� con Pedro todav�a se puede ver en las afueras de Roma. Est� adornado con una capilla, y es visitado religiosamente, y se conoce com�nmente como Domine, quo vadis ?

3. S�gueme , en el cuidado pastoral, para que alimentes a los fieles tanto con la palabra como con el ejemplo, y especialmente con una caridad sobreabundante.

Escuchen a Teofilacto: al decir S�gueme , lo hizo Prelado de todos los fieles. Por �ltimo, manifest� su afecto hacia �l. Porque deseamos que aquellos que est�n m�s estrictamente ligados a nosotros nos sigan.

Admirablemente dice San Ireneo: "Seguir al Salvador es participar de la salvaci�n: seguir, la luz es participar de la luz, ahora bien, los que est�n en la luz no iluminan ellos mismos la luz, sino que son iluminados por ella".

verso 20, 21. Pedro, volvi�ndose, vio a ese disc�pulo , etc. Pedro, en obediencia a Cristo, comenzaba a seguirlo, luego tambi�n Juan y los dem�s compa�eros. Entonces Pedro, preocupado por Juan y sus compa�eros, se volvi� y mir� hacia atr�s. Al verlos seguir, omiti� mencionar a los dem�s y pregunt� a Cristo qu� ser�a de Juan, es decir, si Juan seguir�a a Cristo de la misma manera que �l y morir�a en una cruz.

Pedro pregunt� esto, tanto porque amaba a Juan m�s que a los dem�s, como tambi�n porque sab�a que Cristo lo amaba a �l m�s que a los dem�s, y que se hab�a reclinado sobre Su pecho en la cena. Se maravill� de que Cristo pasara por alto a este muy amado Juan; y as� lo llama a Su memoria. Como si dijera: "�Cu�l ser� el destino de tu amado Juan? Seguramente, como lo preferiste a m� en la cena, ahora podr�as preferirlo correctamente en el oficio pastoral y sujetarme a �l como pastor". .

Pero ya que te ha parecido bien hacer lo contrario, al menos quisiera saber cu�l es la historia de su vida y muerte". Finalmente, se hizo la pregunta, porque Pedro aqu� paga, por as� decirlo, a Juan, la pregunta que Juan, instigado por �l, le hab�a hecho en la �ltima cena, cuando pregunt� a Jes�s qui�n deb�a traicionarlo? Pedro pregunt� a Jes�s acerca de Juan, pensando que Juan deseaba saber cu�l ser�a su suerte futura, y sin embargo no se atrev�a a pedirle a Cristo.

Escucha a S. Cris�stomo. �Porque el Se�or le hab�a anunciado grandes cosas, y le hab�a encomendado el mundo entero, y profetizado su martirio, y testificado de un amor m�s grande, deseando tambi�n recibir a Juan por compa�ero, dijo: Pero este hombre, �qu� (de �l) )? Porque Pedro amaba mucho a Juan, y pensando que deseaba hacer una pregunta acerca de s� mismo, pero no se atrev�a, se comprometi� a preguntar por �l".

De ah� que los prelados aprendan a no seguir sus propios afectos, a no complacer su amor, sino a seguir la raz�n en todas las cosas, y a nombrar a los pastores solo como lo consideren m�s adecuado para el oficio pastoral. Aun as�, aqu� Cristo no nombr� a Juan, aunque era su pariente m�s amado, para ser su vicario, sucesor y pont�fice de la Iglesia, sino a Pedro.

Versículo 22

Jes�s le dijo: As� que yo quiero que �l se quede hasta que yo venga, �qu� a ti ? Aqu� hay una lectura triple. La primera, la griega, y de ella las versiones sir�aca, �rabe y et�ope, Si quiero que se quede. La segunda es, la de S. Jer�nimo ( lib. 2, cent. Jovin ) y otras, si es as�. El tercero son los c�dices latinos, y especialmente los romanos, As� que quiero que se quede. Esta es la lectura de S.

Agust�n, Beda, Rupert, Gloss, S. Thomas, Lyra y otros. George Trapezuntius se esfuerza, aunque es griego, por defender esta lectura con muchos argumentos. El cardenal Bessarion lo refuta y defiende la primera lectura. Est� a favor de la primera lectura que el lat�n si se cambia f�cilmente por sic. Pero el griego ???? , no pod�a transformarse f�cilmente en ????? .

Nuevamente, la primera lectura da un sentido claro: as�, "Si quiero que Juan permanezca en vida, y no sea crucificado como yo quiero que t� seas crucificado, �qu� a ti? S�gueme, y deja a Juan a Mi cuidado. " Porque Cristo s�lo desea reprimir la curiosidad de Pedro, que, pensando s�lo en s� mismo, debe dejar el cuidado de Juan a Cristo. Entonces S. Cirilo, &c.

Los argumentos a favor de la tercera lectura son, 1. Que la edici�n romana, corregida por orden del Papa, as� como muchos MSS. e int�rpretes latinos, lo tienen. 2. Que seg�n ella Cristo da m�s satisfacci�n a la pregunta de Pedro. 3. Que de all� los disc�pulos tomar�an m�s f�cilmente la opini�n acerca de Juan, que �l no deb�a morir. 4. Porque Trapezuntius, que fue un excelente estudioso del griego, demuestra que la part�cula griega ???? y la latina si tienen esta fuerza, que unidas al modo indicativo deben tomarse afirmativamente, pero al modo subjuntivo, hipot�ticamente.

Porque una cosa es decir, si te amo, no te har� da�o , y otra es decir, si te am�, no te har� da�o. En la primera proposici�n se afirma el amor; en la segunda no, sino que se pone en duda el asunto. Por lo tanto, puesto que el evangelista usa aqu� el modo indicativo, la proposici�n es afirmativa. Adem�s, dice Trapezuntius, los Padres en este lugar tradujeron sic, as� , en lugar de si, si , para que las personas apenas familiarizadas con las lenguas griega y latina no entendieran mal el significado de si , debido a su doble fuerza.

El lat�n si, si , por lo tanto, tanto aqu� como en algunos otros lugares, es afirmativo, no dudoso. As� Virgilio (�n. vi.) dice, Si los destinos te llaman (vocant) , es decir, cuando los destinos te llaman. Y en el mismo libro, Si Orfeo pudiera (potuit) volver a llamar las melenas de su mujer , afirma que podr�a.

F�jese en las palabras, As� que lo har� esperar hasta que yo venga , muchos han pensado que Juan no est� muerto, pero vendr� con El�as y Enoc para enfrentarse al Anticristo. De hecho, el �ngel parece afirmar esto en el Apocalipsis, diciendo a Juan: "Debes profetizar de nuevo delante de los gentiles". ( Apocalipsis 10:2 .

) As� pensaba Hip�lito ( Tract. de Consummat. S�culi ), Doroteo, y Metafrastes ( Vida de S. Juan ), Damasceno ( Orat. de Trans .). Este �ltimo apoya su opini�n en Lucas ix. 27: "Hay algunos de los que est�n aqu� que no probar�n la muerte hasta que vean el reino de Dios". As�, tambi�n, S. Ambrosio entiende el pasaje ( lib. vii . en Luc .). Teofilacto, Salmer�n y Barradi se inclinan todos a adoptar el mismo punto de vista.

Otros, de nuevo, a los que S. Agust�n refuta, piensan que S. Juan est� vivo dentro del sepulcro, porque se dice que la tierra sobre su sepulcro tiembla; y pensad que esto es ocasionado por la respiraci�n de San Juan.

Pero digo que es mucho m�s como la verdad, y para m� una cuesti�n de certeza, que San Juan muri� de muerte natural.

Esta es la tradici�n general de los Padres, como Ireneo, Tertuliano, Eusebio, SS. Jer�nimo, Agust�n y Cris�stomo, S. Ambrosio, Beda y otros. De quien Baronio deduce que San Juan muri� el a�o 101 dC, en el a�o noveno del Papa Clemente, el segundo a�o del reinado de Trajano, sesenta y ocho desde la crucifixi�n de Cristo, y de su edad el noventa y tres. Digo que muri� en �feso, y fue sepultado cerca de esa ciudad, y le sucedi� en el obispado de �feso On�simo, disc�pulo de S.

Pablo. La tradici�n de la Iglesia que celebra la Fiesta de San Juan como partido de esta vida, y como ahora reinando con Cristo en el cielo, lo confirma. Porque esta es la suerte de nadie excepto despu�s de la muerte.

Gregorio de Tours ( Hist. Franc. lib. i . c . 26) describe la forma en que muri� S. Juan. "Juan el evangelista, anciano y lleno de d�as, se ech� en su sepulcro". Y en su primer libro sobre la gloria de los m�rtires dice: "Juan descendi� vivo al sepulcro, y mand� que lo cubrieran con tierra. Ahora bien, de su sepulcro hay una abundante provisi�n de man� como comida fina, de la cual el las reliquias benditas se llevan por todo el mundo y permiten curar a los enfermos.

Pedro Dami�n dice en su segundo Serm�n sobre S. Juan: "�Qui�n es el que no conmueve la maravillosa extra�eza de esta feliz migraci�n? �Qui�n no se maravilla ante la gloria de esta feliz consumaci�n? Porque el que vivi� maravillosamente, tambi�n muri� maravillosamente. Y como no llev� la vida com�n de los hombres, no pas� de aqu� por una muerte com�n. Porque, seg�n cuentan las historias, orden� que se construyera una c�mara cuadrada en la iglesia, y poco a poco descendi� a ella.

Luego, extendiendo las manos, permaneci� largo tiempo en oraci�n, y as� pas� a la eternidad. En un corto espacio de tiempo, una luz tan grande brill� sobre �l desde el cielo, que nadie pod�a soportar mirarla. Despu�s de eso, se encontr� que la c�mara conten�a solo man�, que, como se dice, contin�a produciendo abundantemente hasta el d�a de hoy. Porque as� pareci� bien que el disc�pulo, tan querido por el Autor de la vida, partiera de este mundo, y fuera ajeno a los dolores de la muerte que hab�a sido ajeno a la corrupci�n de la carne".

Nic�foro a�ade que el cuerpo de San Juan, como el de la Sant�sima Virgen, no fue encontrado en su sepulcro, sino que resucit�, y fue elevado por Cristo al cielo. S. Ambrosio hace menci�n de esta opini�n ( Ser . 20 . en PS. cxviii.) S. Thomas tambi�n, y B. Peter Damian sostuvieron esto como una opini�n piadosa. Sin embargo, no tiene un fundamento seguro ni en las Escrituras ni en la tradici�n de los Antiguos.

En efecto, se opone al hecho de que en el Concilio de �feso se mand� recoger las reliquias de los m�rtires, y especialmente de S. Juan. Y el Papa Celestino, en su ep�stola al Concilio de �feso, dice: "Antes de todas las cosas deb�is considerar especialmente, y recordar una y otra vez (estas cosas), a vosotros, a quienes predic� el Ap�stol Juan, cuyas reliquias presentan con t� honras".

Si, pues, las reliquias de San Juan estaban en �feso, no puede haber resucitado todav�a, a menos que alguno sostenga que eran las reliquias, no de su cuerpo, sino de sus vestidos, de sus libros, etc., o posiblemente de su pelo y barba. Sea como fuere, no es posible en la actualidad encontrar otras reliquias del cuerpo de S. Juan.

Os preguntar�is, �c�mo es que San Juan es llamado m�rtir por los Padres y la Iglesia, si muri� de muerte natural? Respondo, con S. Jer�nimo, que S. Juan fue m�rtir porque fue arrojado en un caldero de aceite hirviendo en Roma ante la Puerta Latina por el emperador Domiciano a causa de su predicaci�n de Cristo, como atestigua Tertuliano ( de Pr�scrip. c. . 36). El testimonio m�s antiguo de la Iglesia Romana lo confirma.

En memoria del mismo se ha erigido una iglesia en el lugar, y la Iglesia ha fijado una conmemoraci�n anual de la misma el 6 de mayo. Porque aunque San Juan no muri� entonces, sino que sali� ileso del caldero, sin embargo, porque se ofreci� voluntariamente a tan cruel muerte por Cristo, y porque aquel aceite hirviendo natural y necesariamente habr�a producido la muerte, a menos que �l se hab�a conservado milagrosamente ileso, por lo que San Juan fue verdaderamente un m�rtir, y con raz�n se le llama m�rtir.

Adem�s, este pasaje presente, as� como S. Lucas 9:27 y Apocalipsis 10:11 , como all� muestro, no favorecen una opini�n contraria. Porque el significado es, (1.) "Quiero que t�, oh Pedro, me sigas junto a la cruz, pero Juan quiero permanecer as� (sic) , es decir, sin la cruz, o una muerte violenta, hasta que yo venga , que habiendo muerto de muerte natural, lo llevar�a conmigo al cielo". Entonces S. Agust�n, Beda, &c.

(2.) Puede significar: "Quiero que Juan permanezca en vida hasta que llegue a la destrucci�n p�blica de Jerusal�n. Hasta que venga, por medio de Tito y los romanos, a vengar mi muerte como Mes�as por la destrucci�n de toda la naci�n jud�a. Porque San Pedro y los dem�s Ap�stoles fueron muertos antes de la destrucci�n de Jerusal�n. S. Juan solo de los Ap�stoles sobrevivi�. As� que esos dos hermanos, Santiago y Juan, fueron el principio y el fin. de los martirios apost�licos. As� Teofilacto y otros. Algunos a�aden con Teofilacto que S. Juan permaneci� en Judea hasta su destrucci�n, y que era lo que se entend�a por Cristo.

Cristo quiso que S. Juan sobreviviera tanto tiempo por cuatro razones. La primera era que Juan pudiera ser fundamento y columna de la Iglesia contra los ya nacientes herejes, y que testificara a todos que las palabras y obras de Cristo que fueron escritas por los otros evangelistas, as� como por �l mismo en este Evangelio , son muy ciertos, s�, que los vio con sus ojos, y los oy� con sus o�dos.

2d. Para que esta su longevidad pudiera ocupar el lugar del martirio, porque Juan deseaba mucho morir, para poder gozar de Cristo, diciendo como lo hizo al final del Apocalipsis: Ven, Se�or Jes�s. 3d. Para que cuando la destrucci�n de Judea estuviera cerca, pudiera advertir a los cristianos que se apartaran de ella. 4to. Para que pudiera testificar a todos que la destrucci�n de los jud�os fue causada por haber dado muerte a Cristo, y que hab�a sido predicho por Cristo, y que as� pudiera fortalecer a los creyentes en la fe de Cristo y convertir a los jud�os incr�dulos.

Por �ltimo, ya sea que lea si , m�s o menos , el significado ser� el mismo si se entiende si. Por lo que algunos leen si sic ( si es as� ), como si Cristo dijera: "Concedido que deseo que Juan se quede, �qu� a ti?"

Adem�s, S. C�sarius, el hermano de S. Gregory Nazianzen, ( Dial. 5), da esta nueva interpretaci�n: "Deseo que Juan se quede aqu� junto al mar de Galilea", pero esto parece demasiado literal y fr�gido.

Anag�gicamente, la vida contemplativa y beat�fica y triunfante en el cielo est� aqu� representada en San Juan, y la vida activa y militante en la tierra en San Pedro. Escuche a S. Agust�n ( Tract. 124) "�Por qu� el Se�or amaba m�s a Juan cuando Pedro amaba m�s al Se�or? Por tanto entiendo que es mejor quien m�s ama a Cristo, pero es m�s feliz a quien Cristo m�s ama. I Pensad, pues, que aqu� se significan dos modos de vida, uno que es en la fe por el ap�stol Pedro, por el primado de su apostolado, y por eso se le dice: S�gueme , por imitaci�n, a saber.

, en soportar males temporales. Pero la otra vida, que es la de la esperanza, por San Juan, de quien se dice: As� quiero que �l se quede hasta que yo venga , cuando, esto es, estoy para darle bendiciones eternas. Que la acci�n perfecta me siga, fortaleci�ndose con el ejemplo de mi Pasi�n: pero que la contemplaci�n permanezca en un estado incipiente, es decir , que busque la perfecci�n cuando Yo venga".

Información bibliográfica
Lapide, Cornelius. "Comentario sobre John 21". El Gran Comentario Bíblico de Cornelius a Lapide. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/clc/john-21.html. 1890.