Bible Commentaries
1 Samuel 9

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículos 1-27

EL REY DESPU�S DEL CORAZ�N DEL HOMBRE

'M�s alto que cualquiera de las personas'.

1 Samuel 9:2

Ya aflora el car�cter de Sa�l. A pesar de lo grande que era, no se confiaba en que fuera solo; el sirviente llevaba el dinero; pronto se cans� de la b�squeda de los asnos y mostr� signos de nostalgia, y parece haber sido apto s�lo para encontrar dificultades donde deber�a haber sido m�s valiente para conquistarlos. Su naturaleza moral nunca estuvo a la altura de su estatura f�sica. En toda la lecci�n,

I. Note la maravillosa bondad de Dios. �En el cap�tulo anterior le dice a Samuel: "No te han desechado a ti, sino que me han desechado a m�, para que yo no reine sobre ellos". En este cap�tulo, �l dice: 'Te enviar� un hombre ... para que salve a mi pueblo ... porque he mirado a mi pueblo, porque su clamor ha llegado a m�'. Dios siempre tiene que trabajar con instrumentos imperfectos. Como es as�, no tira los instrumentos a un lado.

II. Aprenda algo sobre Providence. �Aqu� hay dos l�neas en las que Dios est� actuando. El primero es el curso natural de los acontecimientos, los asnos perdidos, el siervo perseverante, la ciudad del vidente, la fiesta. Estos no est�n fuera de lo com�n. La segunda l�nea es sobrenatural, 'El Se�or le hab�a dicho a Samuel en su o�do', por as� decirlo, se hab�a levantado el turbante y le hab�a susurrado al o�do sobre la venida y el destino de Sa�l.

"Cuando Samuel vio a Sa�l, el Se�or le dijo: He aqu� el hombre de quien te habl�". As� es como obra Dios. No podemos decir m�s que a trav�s de nuestras p�rdidas, nuestros viajes, nuestros encuentros accidentales con otros, la voluntad de Dios puede no estar funcionando. Como dijo Oliver Cromwell, '�Llamas a estos eventos desnudos? �El Se�or se apiade de ti!

III. Vea lo que podemos aprender sobre c�mo seguir adelante en la vida. �Dice el viejo proverbio alem�n: "Haz lo siguiente". "Todo lo que tu mano encuentre para hacer, hazlo". La b�squeda de la manada de asnos perdida no fue un asunto muy noble, pero condujo a la corona. La forma de levantarse es agacharse. La forma de gobernar es servir. Esta es una lecci�n valiosa para quienes comienzan en la vida.

IV. Observa la recompensa de la obediencia. �Aqu� hay buenos rasgos en Sa�l, as� como algunos que no son buenos. No estaba demasiado orgulloso para hacer lo que se le orden�. No estaba por encima de ser conducido por un sirviente, y tambi�n era cari�oso. 'No sea que mi padre se vaya a cuidar de los traseros y se preocupe por nosotros', dice al instar que es mejor que se vayan a casa.

V. Aqu� hay una peque�a lecci�n sobre las proporciones. �Saulo a�n no pod�a ver cu�l era mayor y cu�l menor, los asnos o el reino. Nunca aprendi� del todo a ser rey. Al final fue mezquino y mezquino, aunque, como se ha dicho, fue noble en rachas. �Qu� eran los asnos, perdidos o encontrados, comparados con el hecho de que �l era el deseo de Israel y la elecci�n del Se�or? El cristiano no debe tener cuidado y preocuparse por muchas cosas. El que le ha dado a Cristo, ciertamente con Cristo le dar� todas las cosas gratuitamente.

VI. Aprenda la diferencia que hay entre la grandeza verdadera y la falsa. �El ideal de rey de Sa�l no se parec�a a �l. Ser�a bueno para algunas personas si pudieran creer lo reales que pueden ser. Sa�l tampoco reconoci� a Samuel. Probablemente nunca hab�a o�do hablar mucho de �l. Su sirviente sab�a mejor que �l a qui�n acudir. Y cuando vieron a Samuel, ni el siervo ni el amo lo conocieron. Le preguntaron el camino a su propia casa. Las mejores personas del mundo no son conocidas por el mundo. Dios obra su voluntad por medio de profetas no reconocidos y reyes sin corona. Lo hace ahora. �Quiz�s haya un profeta o un rey en esta congregaci�n!

Ilustraciones

(1) �Existe una costumbre en Espa�a que permite a cualquiera el privilegio, cuando el rey pasa en su carruaje por las calles de Madrid, de correr a su lado y lanzarle peticiones. No hace mucho, una anciana se lanz� hacia el carruaje del rey, pero un polic�a, confundiendo su motivo, la agarr� con rudeza y la arroj� entre la multitud. Al instante, el rey orden� que se detuviera el carruaje y, saltando, corri� hacia el polic�a.

"�Por qu� tocaste a esa mujer?" el demando. �Nunca debes poner tus manos sobre una mujer con rudeza. Lo has hecho muy mal ". Luego se volvi� hacia la anciana y, levant�ndose el sombrero, dijo: "Tomar� su petici�n, se�ora". Y cuando ella se lo entreg�, �l le dio las gracias y se inclin�. �sa es una bonita historia y sugiere la noble cortes�a propia de un rey.

(2) 'Hubo otro Saulo que pudo decir: "No fui desobediente a la visi�n celestial". Mejor hubiera sido para el hijo de Kish ser como el joven fariseo de Tarso. Nosotros tambi�n tenemos llamadas Divinas en nuestras vidas, y �ay! nosotros, tambi�n, no pocas veces nos escondemos entre las cosas y tratamos de evitar asumir alg�n trabajo pesado absorbiendo nuestras mentes en el bien material. Pocas cosas tienen mayor poder de oscurecer la visi�n celestial y de hacernos reacios a obedecerla, que el aferrarse a las cosas de este mundo, que est�n en su lugar como equipaje del viajero, necesarias en el camino pero muy fuera de su alcance. lugar cuando se conviertan en un escondite para un hombre a quien Dios est� llamando al servicio '.

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre 1 Samuel 9". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/1-samuel-9.html. 1876.