Bible Commentaries
1 Timoteo 4

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículo 7

RELIGI�N Y VIDA MORAL

"Ejerc�tate m�s bien para la piedad".

1 Timoteo 4:7

A menudo se dice que no se puede hacer moral a un hombre por ley del Parlamento. Bueno, eso significa que todo lo que puede hacer el Parlamento es reducir las oportunidades y ocasiones de hacer mal.

I. Debe llegar a la religi�n para darle fuerza moral a un hombre � Se puede hacer mucho cuando la Iglesia, la naci�n y el Parlamento trabajan juntos. La Iglesia puede despertar y formar una opini�n p�blica sensata, y eso significa que se aprobar�n buenas leyes; pero adem�s de eso, la Iglesia debe hacer su parte en la construcci�n de un car�cter moral fuerte y sano que ser�, por as� decirlo, independiente de esas leyes. La Iglesia funcionar� de dos formas. Intentar� hacer que se aprueben buenas leyes y desarrollar� lo que ninguna ley puede hacer jam�s: el car�cter moral que es capaz de resistir la tentaci�n.

II. En todas las cuestiones morales es dif�cil trazar la l�nea divisoria entre lo que est� bien y lo que est� mal , e incluso es mejor trazar dos l�neas. Es decir, trazamos una l�nea aqu�, y decimos, todo de este lado es perfectamente inofensivo e inocente; y luego dejamos un espacio y trazamos otra l�nea y decimos que todo lo que est� en el otro lado es incorrecto y pecaminoso. El espacio entre estas dos l�neas es dudoso y discutible.

El terreno sobre el que no estamos seguros es un terreno peligroso, y cuando oramos "No nos dejes caer en la tentaci�n", lo que realmente queremos decir es que no se nos permitir� desviarnos de �l. Estamos decididos a no cortejar una ca�da. Por lo tanto, simpatizaremos y honraremos a cualquiera que se niegue a cruzar la l�nea de un lado en el que sabe que todo est� a salvo.

III. Se necesita una postura firme . Es, por supuesto, muy f�cil decir esto desde el p�lpito, pero dif�cil de poner en pr�ctica debido a la presi�n de la vida social. Al mismo tiempo, vale la pena ser lo que la gente llama "insociable" en un asunto como este. Por ejemplo, no vale la pena jugar ning�n juego si no se puede jugar sin dinero. En el cricket nunca pensamos en el dinero y en el billar no es necesario.

Y, ciertamente, cuando escuchamos que las j�venes se han metido en todo tipo de problemas al verse obligadas a jugar al bridge en casas de campo por apuestas muy por encima de lo que pueden pagar, debemos considerar que vale la pena defender este principio. �Es realmente bueno para mi? �Me levanta o me baja? Eso es lo que tenemos que considerar en todos estos casos en los que el fundamento es dudoso o discutible.

-Rvdo. TR Hine-Haycock.

Ilustraciones

(1) 'Ustedes que han estado mucho a la orilla del mar saben que a menudo podemos caminar por un sendero de acantilado muy cerca de un precipicio, pero bastante seguro. Alg�n d�a llegamos a un obst�culo que bloquea el camino. Hay que hacer un nuevo camino a unos diez o seis metros tierra adentro. Luego, poco a poco, llegas de nuevo al antiguo camino. Sabemos por eso que una parte del acantilado se ha ca�do y que otras partes se est�n agrietando. Si somos temerarios y j�venes, es muy probable que saltemos el obst�culo y caminemos sobre el terreno debatible o dudoso una docena de veces sin ning�n da�o. Pero la docena y la primera vez puede ser la �ltima. Y as� es entre lo que est� bien y lo que est� mal �.

(2) �En todas las ciudades grandes, la pr�ctica de apostar entre hombres y ni�os, e incluso entre mujeres y ni�as, ha ido en aumento, causando mucho mal y miseria. Todos creemos que se debe hacer algo para crear una opini�n m�s s�lida sobre este asunto. Si existiera una opini�n p�blica realmente fuerte, ser�a imposible que continuaran muchas formas de apuestas, pero sin esa opini�n p�blica poco se puede hacer para obstaculizar la vergonzosa maldad del hombre que apuesta, la miseria que se acarrea a s� mismo y tambi�n a su persona. casa, su esposa y sus hijos.

Lamentablemente, hay miles de personas que se entregan a esta pr�ctica con la conciencia perfectamente clara. Algunos descubren cuando ya es demasiado tarde que la pasi�n se ha apoderado de ellos, que es una maldici�n y una esclavitud. Se dice que hay una dificultad en esto, como en todo asunto, para trazar la l�nea entre lo que puede ser inocente e inofensivo y lo que es ciertamente pecaminoso y malo. Pero, �no creemos que es sabio y tiene raz�n un hombre que se niega a apostar o jugar a las cartas, incluso por peque�as apuestas? Es mejor que todos nos cuidemos de una pr�ctica que, aunque pueda comenzar de una manera peque�a, est� plagada de enormes peligros.

Versículos 7-8

DISCIPLINA CRISTIANA

"Y ejerc�tate para la piedad; porque el ejercicio corporal es provechoso para un poco".

1 Timoteo 4:7 (RV)

La piedad, y no el ascetismo, debe ser el objetivo del cristiano. El 'ejercicio corporal', o las severidades y privaciones f�sicas, como las que muchos de los primeros santos se impusieron a s� mismos, se contrasta aqu� con 'piedad' o piedad, como s�lo un medio para el logro de esta �ltima, y ??no por lo tanto un fin en s� mismo. La 'piedad' aqu� inculcada est� bien interpretada por la antigua palabra inglesa, de la que probablemente se deriv�, a saber.

dios como ness. Es el cultivo de un car�cter Divino en nosotros mismos, un temperamento, gusto y disposici�n celestiales. As� como la 'pietas' del mundo antiguo consist�a en un apego reverente y amoroso a los dioses, a los padres y a la familia, el cristiano debe mostrarse en el servicio de Dios, nuestro Padre celestial, y en la santificaci�n de la vida dom�stica. corbatas. El fin supremo del cristianismo es la santidad, una vida consagrada a Dios y en constante comunicaci�n con �l.

Por tanto, todo debe estar subordinado a esto y ser probado por �l. Ni siquiera la "verdad" en abstracto debe buscarse principalmente, sino aquello "que es despu�s de la piedad" ( Tito 1:1 ); y s�lo asegurando este fin, el cristiano debe poner alg�n �nfasis en la disciplina externa o los ritos de la Iglesia.

La piedad requiere entrenamiento constante. Su logro es el m�s elevado al que puede aspirar el hombre. No es m�s que ser como Dios.

I. El cristiano, por tanto, debe imponerse disciplina a s� mismo . No es que deba inventar juicios o cortejar la tentaci�n: las circunstancias de cada vida est�n ordenadas divinamente. Pero lo que nuestro Padre celestial ha ordenado, o lo que puede implicar el deber cristiano, debe someterse y someterse a ello de modo que muestre las gracias del Evangelio y permita que toda experiencia produzca la debida impresi�n en el esp�ritu. Las dificultades no deben eludirse a costa de principios. Las pruebas m�s duras y las dispensaciones m�s misteriosas deben aceptarse como de la mano del Amor Infinito.

II. Para tener �xito debe ser continuo y persistente � Los s�miles m�s en�rgicos, por ejemplo, una pelea, una carrera, etc., son empleados por San Pablo para describir la b�squeda de la piedad. El que quiera seguir al Crucificado debe contentarse con tomar su cruz todos los d�as.

III. Su gran fin debe tenerse siempre presente � No es simplemente la imposici�n de penitencias o privaciones lo que ha de ser para nosotros una fuente de satisfacci�n espiritual. Siempre que nos sintamos tentados a descansar en las obras exteriores y a felicitarnos por nuestra diligencia en ellas, debemos desconfiar de nosotros mismos. Lo que tenemos que hacer no es destruir nuestra naturaleza en ninguna de sus partes, sino hacer que, en su conjunto, responda a la voluntad celestial.

Versículo 8

EL PRESENTE BENEFICIO DE UNA VIDA P�A

"Pero la piedad es �til para todas las cosas, porque tiene promesa de la vida que ahora es y de la venidera".

1 Timoteo 4:8

La religi�n no est� destinada �nicamente a prepararnos para el cielo. No es menos para este estado actual. Y si tan s�lo permiti�ramos que la religi�n ocupe el lugar que le corresponde, y la ponemos en todo, tendr�amos pocas razones para estar descontentos con nuestra condici�n; y debemos llegar al secreto m�s profundo y verdadero del bienestar de la sociedad.

I. Ese hombre debe carecer por completo de fe en el gobierno moral de Dios, que podr�a dudar de que favorece a los que le agradan y que su bendici�n recae sobre los justos.

II. Se puede decir que el gran fin del cristianismo , en lo que respecta al hombre mismo, es darle una sensaci�n de perfecta seguridad. La compostura es un gran principio del �xito. Y as�, el verdadero cristiano lleva consigo la ventaja en la vida diaria e ilustra, con su compostura y su fuerza, la verdad de la proposici�n del texto.

III. Sigue a un hombre en algunas de las relaciones de la vida .

( a ) Quiz�s nuestro primer deber sea tratar con justicia a nuestros semejantes . El cristiano ser� un hombre m�s justo en todas sus transacciones que cualquier otro, porque, m�s que ning�n otro, ha estudiado la justicia, ha disfrutado de la justicia y es el monumento mismo de la justicia.

( b ) El mismo principio se aplicar� al amor . El amor humano es una emanaci�n del amor divino.

( c ) De la misma manera, �qui�n ser� el hombre altruista sino el que ha contemplado y sentido el inmenso altruismo de Jes�s?

IV. La conclusi�n de todo el asunto : "Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque este es todo el deber del hombre". Hay un secreto m�s profundo de la "ciencia social" que el que jam�s haya conocido la sabidur�a de los m�s sabios de este mundo. El verdadero remedio de todo mal moral y f�sico radica en ese proceso restaurativo, que Dios ha provisto para un mundo desorganizado y degradado.

Ilustraci�n

'La piedad no es tristeza ni ascetismo. No convierte a ning�n hombre en monje, a ninguna mujer en monja. Disfrutar con Dios, todo lo que Dios ha creado, es piedad. La piedad no desprecia lo bueno ni lo bello, sino que recibe gratuitamente todo lo bueno en acci�n de gracias y lo convierte en alegr�a. Al disfrutar de las bendiciones de este mundo, atesore la confianza de que son sombras, y solo sombras, de bendiciones m�s ricas: las bendiciones y delicias perfectamente humanas del reino-hogar de nuestro Padre '.

(SEGUNDO ESQUEMA)

PIEDAD Y REPOSO

�De qu� sirve la piedad para esta vida? Es provechoso, proporcion�ndonos una fuerza templada y firme en toda acci�n; un ingrediente edulcorante en acci�n placentera; un consuelo en la acci�n dolorosa. Si estamos en verdadera simpat�a con Dios, como Dios est� en Cristo, nuestro anhelo ser� por lo que es puro y perfecto. Anhelaremos el bien com�n.

La promesa de piedad para la vida venidera es descanso, satisfacci�n con Dios en ese descanso y disfrute de los resultados de nuestro trabajo en esa satisfacci�n. El descanso es algo dulce y necesario. Nuestro d�a de reposo es el d�a del Se�or; nuestro pa�s de reposo, el pa�s del Se�or. �l es el Dador del descanso. Muy cercana, entonces, es la asociaci�n entre piedad y reposo.

�Qu� haremos para avivar y cultivar esa piedad que es fortaleza aqu� y descansar despu�s?

I. Debemos orar � Dios nuestro Sol no es un orbe muerto, sino un Simpatizante, Iluminador y Animador consciente.

II. Debemos revisar nuestras estimaciones de las cosas temporales que son deseables. El peor de los casos es el de aquellos que profesan ser espirituales, pero solo se preocupan por esas cosas. El siguiente peor caso es el de ellos, que buscan tanto las cosas de arriba como las de abajo. Pero hay otro caso: es renunciar a las cosas "mundanas" porque hacerlo es correcto, pero permanecer preocupado porque otros menos escrupulosos las han obtenido.

III. �Se mueve nuestra mente hacia Dios de forma natural? ��Se difunde un sentimiento de eternidad a lo largo de nuestros d�as? El que vive en la sombra no ve su propia sombra; el que camina al sol lo hace. Viviendo en Dios vivimos bajo el sol.

Ilustraci�n

'S t. Las palabras de Pablo se citan a veces como si quisiera decir que a trav�s de la piedad podr�amos construir nuestro futuro aqu� y en el m�s all�, y como si un cristiano h�bil pudiera encontrar la vida como una especie de sopa sabrosa, agradable para los delicados, mediante la debida mezcla de lo terrenal y lo celestial. ingredientes. Cristo entr� despu�s en Su gloria . La piedad pag� su camino, pero ese camino lo llev� a la Cruz '.

(TERCER BOSQUEJO)

'LA VIDA QUE AHORA ES'

La comodidad y el bienestar esenciales de la vida actual dependen principalmente de tres condiciones, todas las cuales est�n hasta ahora bajo el control del hombre mismo, y todas las cuales influyen bastante materialmente en la piedad y piedad personal.

I. Un cuerpo sano � Esa es una de las bendiciones m�s selectas de la vida, cuyo valor nunca conocemos hasta que llegamos a perderlo. No puede haber comodidad esencial sin salud. La preservaci�n de la salud, hablando en general, no puede haber ninguna duda, conduce directamente a la piedad. Todo lo que ayude a un hombre a ser limpio en su cuerpo, templado en sus h�bitos, ordenado en su vida; Todo lo que le ayude a salir de la indolencia, por un lado, o al exceso, por el otro, a los malos compa�eros, y le haga dedicar una s�ptima parte de su tiempo a la adoraci�n, es �til para esa piedad que 'es �til para todas las cosas', tanto en 'la vida que ahora es' y 'la que ha de venir'.

II. Un hogar feliz � Esto est� m�s a menudo bajo nuestro control que un cuerpo sano. Un hogar feliz, ese lugar m�s brillante de la tierra, el ojo de Dios mira hacia abajo. El amor y la paz en su hogar env�an la luz del sol alrededor de un hombre dondequiera que vaya; desorden y problemas hay miseria en todas partes. Hay pocas preocupaciones en la vida de las que un hombre no pueda deshacerse de vez en cuando; pero, �qui�n puede liberarse del esqueleto en el armario, de la preocupaci�n en el hogar, de la ampolla en el coraz�n? Un d�a dir� cu�ntos hombres llev� eso con �l sin hacer una mueca de dolor hasta la tumba.

Cuando el marido y la mujer se ayudan mutuamente en el mejor sentido, cuando el orden, el amor y la bondad prevalecen en la casa, entonces el hombre que tiene una dura batalla en la vida que librar puede dejar atr�s sus luchas cuando entre all�.

III. Una conciencia limpia y un coraz�n santo ; y saliendo de all� como un arroyo de la fuente, habr� una conducta santa, una vida santa, una vida bien ordenada, movida por metas dignas, inspirada por altas esperanzas, en paz con el mundo y en s� mismo, porque en paz con Dios, confiando en Su m�rito, santificado por Su gracia, y esperando el descanso del hogar eterno.

Ilustraci�n

�Un hombre inteligente, un marqu�s espa�ol, mientras manten�a la religi�n cat�lica romana como la �nica verdadera en el mundo, admiti� la condici�n atrasada de los pa�ses cat�licos romanos en comparaci�n con otros; pero sostuvo que las cosas del tiempo no eran nada comparadas con las cosas de la eternidad, una afirmaci�n que significaba que la b�squeda de las cosas del tiempo es incompatible con las cosas de la eternidad, y que la forma m�s segura para que una naci�n est� bien con Dios es descuidar tanto como sea posible los deberes de la tierra.

Cuando se habla de este mundo en tales t�rminos, y los duros deberes de la vida cotidiana son tratados con desprecio en comparaci�n con los deberes de la eternidad; cuando ser religioso es estar sombr�o y malhumorado, entiendo por qu� los hombres deber�an pensar con dureza en una religi�n as� presentada y decir: si esto es cristianismo, no tendr� nada que ver con eso. Hay mucho que es irreal publicado y predicado en nombre de la religi�n, y los hombres no tendr�n irrealidad.

Decirle a los hombres que tienen que trabajar duro desde el amanecer hasta el atardecer, de d�a a d�a, de mes a mes, de a�o a a�o, que los asuntos de este mundo tienen poca importancia, es simplemente decirles lo que saben que son tonter�as. .

Versículo 16

LA FE CRISTIANA

Presta atenci�n a ... la doctrina '.

1 Timoteo 4:16

I. La fuente de la fe � Las Sagradas Escrituras son la fuente � la fuente infalible � de las doctrinas de nuestra sant�sima religi�n. Son rentables para la ense�anza; fueron escritos para nuestro aprendizaje; ellos, y solo ellos, pueden hacer a los hombres sabios para la salvaci�n.

II. La defensa de la fe � Pero si las Escrituras son la fuente sagrada de la verdad divina, la Iglesia y los ministros de la Iglesia son los guardianes y guardianes de esa verdad.

III. El temperamento de la fe � Siguiendo la fuente de la fe cristiana y la defensa de la fe cristiana est�n los votos que nos recuerdan el temperamento de la fe cristiana: tranquilidad, paz, amor.

IV. La disciplina de la fe � Hay un voto m�s a considerar � el voto de obediencia � la disciplina piadosa de sumisi�n a la autoridad legal representada por el obispo y los ministros principales de la Iglesia.

�Archdeacon Madden.

Ilustraci�n

'El ataque a la fortaleza de la verdad revelada cambia con las edades. Ayer fueron Voltaire y Tom Paine; hoy es Haeckel, Herbert Spencer y la Encyclop�dia Biblica . Cada uno tiene su peque�o d�a y pasa; la verdad de Dios permanece para siempre '.

Versículos 16-17

VIDA Y DOCTRINA

'Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; contin�a en ellos; porque haciendo esto, te salvar�s a ti mismo y a los que te oyen.

1 Timoteo 4:16

Hay que se�alar dos cosas sobresalientes en el texto:

I. La conexi�n entre nuestra doctrina y nosotros mismos: 'Ten cuidado de ti mismo y de tu doctrina'.

II. La conexi�n entre dos grandes resultados: "As� te salvar�s a ti mismo ya los que te escuchan".

Ese no es el orden en el que podr�amos poner esos dos pares de cosas. Oye, maestro, padre, madre, consejero, a ti mismo y luego a tu doctrina. Ten cuidado para que te salves a ti mismo.

Ilustraci�n

Si bien nuestra doctrina es aquello por lo que influimos en los dem�s, la mejor manera de mantener nuestra doctrina verdadera y correcta es cuidar nuestro propio coraz�n. Salvaci�n: "s�lvate a ti mismo". �Qu� significa eso? Toma medidas para cultivar la sumisi�n a Dios, la aceptaci�n de una expiaci�n que te eximir� del infierno en el futuro. �A eso le llamas salvarte a ti mismo? Oh no; la verdadera salvaci�n que Jesucristo vino y muri� para darnos a ti ya m� es una salvaci�n aqu� y ahora, hoy en tu casa, entre tus hijos, en tu coraz�n. '

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre 1 Timothy 4". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/1-timothy-4.html. 1876.