Bible Commentaries
2 Crónicas 26

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículos 1-23

UNA GRAN EPITAPH

"Que tuvo entendimiento en las visiones de Dios".

2 Cr�nicas 26:5

I. Nunca hubo un epitafio m�s grandioso que este. �Hay visiones que no son m�s que sue�os sin valor: el vuelo salvaje de un cerebro desenfrenado; y est�n aquellos, como los pensamientos nocturnos de Daniel, que traen revelaciones de la Divinidad. Toda la naturaleza muestra visiones de Dios. Estos son presenciados por el sabio y el necio, y posiblemente por el ganado inocente de los campos. Y la verdadera diferencia de los hombres no est� en dar nombre a todas las cosas, que es ciencia; sino discerniendo su importancia y entendi�ndolas como visiones de Dios.

En las especulaciones del pensamiento humano y el amor m�ltiple del coraz�n humano hay visiones de Dios. Una filosof�a que no logra captar eso no es m�s que un vano enga�o. El Esp�ritu Santo se promete a aquellos que creen en el Hijo de Dios como el gran Revelador. Su trabajo es dar entendimiento a las visiones de Dios.

II. Dios no cerr� la puerta del Templo de la Naturaleza, se encerr� a S� mismo y perdi� la llave. �Ha habitado all� no del todo oculto. El Gran Maestro nos ha dicho que se necesita pureza de coraz�n para ver a Dios. A trav�s de la enfermedad del pecado, multitudes son ciegas a la Deidad. De ah� el consejo de nuestro Se�or, que nos pide que le busquemos colirio para que podamos ver. Al alma pura hay constantemente la visi�n de Dios, y al alma sabia se le da la comprensi�n de esa visi�n. Y este es el logro m�s noble de sus facultades para el hombre.

Ilustraci�n

'Un hombre fuertemente religioso, como Zacar�as, puede ejercer una influencia muy saludable en los asuntos p�blicos. Por supuesto, obtenga sus "visiones de Dios"; pero tenga el mismo cuidado de vincularlos con servicios pr�cticos, influencia y consejos. Emerson habla de enganchar nuestro carro a una estrella. �Incluso un carro se mover� r�pidamente entonces! �Cu�nta bendici�n recibir�a el mundo si aquellos que tienen visiones de lo Invisible y Eterno les dieran un ejemplo pr�ctico! El vidente de la visi�n tiende a volverse visionario; el as� llamado hombre pr�ctico tiende a mirar s�lo hacia la tierra. Deber�a haber una combinaci�n de estas dos actitudes. La imagen de la Transfiguraci�n de Rafael combina la gloria en la cima de la monta�a con el milagro del ni�o demon�aco '.

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre 2 Chronicles 26". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/2-chronicles-26.html. 1876.