Bible Commentaries
Ezequiel 27

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículos 1-36

EL DIRGE OF TIRE

�Un lamento por Cyrus.

Ezequiel 27:2

I. Este es un canto f�nebre sobre Tiro. �Se la compara con un vasto barco, para cuya construcci�n y dotaci�n est�n sujetas a contribuci�n todas las naciones. Sus velas blancas como la nieve, sus alegres estandartes, sus h�biles pilotos, sus renombrados guerreros, su amplio tr�fico, parecen garantizar un viaje pr�spero; pero sus remeros la llevan a aguas muy grandes, y se quebranta en el coraz�n de los mares.

Tiro, con todas sus ventajas mundanas y las espirituales que se acumularon por su proximidad cercana a Israel, no hab�a buscado el favor de Dios; la opresi�n y la injusticia estaban en medio de ella; por lo tanto, sus fuentes aparentes de riqueza y estabilidad no lograron detener su decadencia, y cay� en medio de los mares el d�a de su ruina ( Ezequiel 27:27 ).

Sorprendentemente se dijo de Napole�n Bonaparte: "Hizo todo lo que hab�a en �l para vivir y prosperar sin principios morales". Pero la ley eterna lo desanim� y lo arruin�; y el resultado en un mill�n de experimentos ser� el mismo. Todo experimento, realizado por multitudes o por individuos, que tenga un objetivo sensual y ego�sta, fracasar�. Tenga cuidado nuestra gran naci�n mercantil, la Tiro de los tiempos modernos. Ella debe descansar su seguridad, no en sus armadas o recursos materiales, ni siquiera en la valent�a o la laboriosidad de sus hijos, sino en el favor de Dios y la justicia que solo exalta a una naci�n.

II. Cu�n a menudo sucede que las almas individuales pasan por experiencias como las que se describen aqu�. Empiezan en la vida abundantemente dotados de todas las ventajas que el rango, la riqueza y la educaci�n pueden conferir, pero su carrera es de amarga decepci�n; sus compa�eros o sus propias pasiones, su amor por el placer y la ausencia de dominio propio, los llevan a grandes aguas, donde se rompen irremediablemente. Solo Uno puede detener ese destino: el que durmi� durante la tormenta nocturna hasta que los disc�pulos lo despertaron: se levant� y reprendi� la furia de los elementos y los reprendi� por su falta de fe.

Ilustraci�n

Cuando sus enemigos contemplan a los hijos de Dios, tienden a suponer que no hay diferencia entre ellos y los dem�s. No pueden ver el ambiente Divino en el que viven, y suponen que pueden f�cilmente hacer su voluntad. Dicen: He aqu�, esta gente es como otras personas; no tenemos m�s que extender la mano, y podemos estropearles como a un ni�o los nidos de la primavera. Entonces descubren que tienen a otro con quien contar, y que Dios se levantar� para defender la causa de su pueblo y ejecutar juicio sobre sus opresores. No en vano dijo a Abraham, y por medio de �l a todos los que creen: "Bendecir� al que te bendiga y maldecir� al que te maldiga". '

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Ezekiel 27". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/ezekiel-27.html. 1876.