Bible Commentaries
Isaías 38

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículos 1-22

ENFERMEDAD SANTIFICADA

'Ir� en silencio todos mis a�os en la amargura de mi alma'.

Isa�as 38:15

En el texto aparece una expresi�n que abre la parte jubilosa del c�ntico de acci�n de gracias de Ezequ�as por la recuperaci�n. La versi�n King James aqu� dice: 'Ir� en silencio todos mis a�os en la amargura de mi alma'. Pero nuestra Versi�n Revisada da el significado correctamente, ' debido a la amargura de mi alma'.

La nueva lectura marginal da como sustituto de 'id suavemente', 'como en procesi�n solemne'. Es como si Ezequ�as viera en visi�n agradecida la larga procesi�n de sus d�as y a�os, a la vista de su pueblo, subiendo ante Dios, un himno de alabanza a su libertador.

La enfermedad, la tristeza o el sufrimiento de cualquier tipo, cuando se santifica, tiene este efecto suavizante. En recuerdo de lo que hemos sentido y aprendido, queremos ir con suavidad, ternura, gentileza. Esto se manifiesta de tres formas: -

I. Con ternura de conciencia. �Habiendo aprendido m�s de nuestra propia debilidad, encontramos la necesidad de caminar con suavidad, ternura. Como un hombre caminar�a sobre hielo delgado, mirando a su alrededor en busca de algo fuerte sobre lo que descansar, as� lo haremos nosotros, sabiendo que debemos pasar por lugares dif�ciles y dif�ciles, y mirando a Cristo y al Esp�ritu Santo en todas nuestras debilidades. e insuficiencia.

II. Aquel que ha sido sacudido por la mano de Dios, ya sea f�sica o moralmente, debe haber aprendido una caridad m�s grande y tierna por la debilidad de los dem�s, por sus dudas y divagaciones. �La enfermedad casi siempre trae algo de este efecto suavizante al coraz�n ya la vida por un tiempo. Corrige y somete los �ngulos y asperezas del car�cter.

III. La enfermedad santificada producir� dulzura de esp�ritu ante Dios. �Nuestros pensamientos sobre �l ser�n m�s amorosos, m�s agradecidos, m�s personales. Tendemos a pensar en Dios como una abstracci�n; hablar de �l como el qu�mico y el astr�nomo hablan de los principios de la ciencia, o del problema sobre el que hacen sumas en sus pizarras. Pero pensar� en �l no como el gran Gobernante, el Benefactor general, sino como mi Amigo, mi Sanador, Aquel que me ha levantado de las puertas de la muerte. Mi voz al pronunciar Su nombre ser� tr�mula de sentimiento y suave con intensidad y ternura de amor.

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Isaiah 38". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/isaiah-38.html. 1876.