Bible Commentaries
Job 11

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículos 1-20

EL LADO BRILLANTE DE ENVEJECER

'Y tu edad ser� m�s clara que el mediod�a; resplandecer�s, ser�s como la ma�ana.

Job 11:17

A nadie le gusta, naturalmente, la idea de envejecer despu�s de haber "dejado la escuela". Hay una sensaci�n de opresi�n y depresi�n al respecto. La marcha irresistible e inevitable de momentos y a�os sin la posibilidad de una pausa de un instante �una marcha que, incluso en el lado cuesta arriba de la vida, conduce al lado cuesta abajo� proyecta una sombra oto�al sobre muchos cumplea�os. �Pero cu�n seguramente la Biblia nos da el lado bueno de todo! En este caso da tres lados brillantes de un hecho, que, sin �l, no podr�a evitar ser l�gubre.

I. Abre la perspectiva segura de un brillo creciente a aquellos que han comenzado a caminar en la luz. �Incluso si el sol de nuestra vida ha alcanzado el cenit aparente, y hemos conocido un mediod�a de ser mental y espiritual, no son las 'sombras occidentales' po�ticas las que van a alargarse en nuestro camino, sino 'nuestra edad est� por terminar'. m�s claro que el mediod�a. �Qu� sugerente es esa palabra! La luz, aunque m�s intensa, deslumbrar� menos; 'en tu luz veremos la luz', podremos soportar mucho m�s, ver todo lo dem�s con m�s claridad, reflejarlo m�s claramente. Deber�amos haber dicho: "Al atardecer habr� sombra"; Dios dice: 'Al atardecer habr� luz'.

Adem�s, no debemos buscar una tarde de vida muy l�gubre con solo un resplandor final del atardecer; porque �l dice que 'brilla m�s y m�s hasta el d�a perfecto'; y "cada vez m�s" no deja intervalos oscuros; debemos esperar un camino que se ilumine continuamente. Solo piense, cuando tenga siete, diez o veinte a�os m�s, eso solo significar� siete, diez o veinte a�os m�s de experiencia de Su amor y fidelidad, m�s luz del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro. de Jesucristo; �Y a�n as� se abrir� ante nosotros 'm�s y m�s hasta el d�a perfecto '? �Estamos 'seguros de esto mismo'!

II. El segundo lado positivo es la creciente fecundidad. �No nos confundamos entre obras y frutos. Muchos santos en la tierra de Beulah no pueden hacer nada en absoluto y, sin embargo, est�n dando frutos para Dios m�s all� de los trabajadores m�s ocupados. De modo que incluso cuando lleguemos a los d�as en que 'los hombres fuertes se inclinar�n', puede haber frutos m�s agradables para nuestro Maestro, m�s maduros, m�s abundantes y m�s dulces que nunca.

Porque 'a�n dar�n fruto en la vejez'; y el hombre que simplemente 'conf�a en el Se�or' 'no tendr� cuidado en el a�o de sequ�a, ni dejar� de dar fruto'.

Algunos de los frutos del Esp�ritu parecen ser especial y peculiarmente caracter�sticos de los a�os ancianos santificados. Mire la espl�ndida madurez de la 'fe' de Abraham en su vejez; la grandeza de la 'mansedumbre' de Mois�s cuando subi� a la monta�a solo para morir; la dulzura del "gozo" de San Pablo en sus �ltimas ep�stolas; y la maravillosa "dulzura" de San Juan, que casi nos hace olvidar su car�cter temprano de "un hijo del trueno", queriendo invocar los rel�mpagos de ira de Dios. Se nos da 'el mismo Esp�ritu', para que tambi�n nosotros produzcamos 'frutos que abunden' y siempre 'm�s frutos'.

III. El tercer lado positivo es el m�s brillante de todos. - 'Incluso hasta tu vejez, soy �l'; siempre el mismo Jehov�-Jes�s; con nosotros "todos los d�as", llev�ndonos y llev�ndonos "todos los d�as"; reiterando Su promesa: 'incluso a las canas te llevar� ...; Yo tambi�n te llevar� y te librar�, 'as� como llev� los corderos en su seno. Porque siempre seremos Sus peque�os hijos, y 'sin duda' �l siempre ser� nuestro Padre. �La prisa de los a�os no puede tocar esto!

Ilustraciones

(1) 'No temas a las sombras del oeste,

�Oh hijos del d�a!

Para m�s brillante todav�a y m�s brillante

Ser� tu camino de regreso a casa.

Resplandeciente como la ma�ana,

Con mayor brillo y poder,

Y m�s claro que el mediod�a

Ser� tu hora de la tarde.

(2) 'Enderecemos nuestro coraz�n, y estiremos nuestras manos hacia �l, y desechemos la iniquidad; entonces nuestro rostro estar� sin nube, y nuestros pies sin resbalar, y la miseria del pasado ser� olvidada como r�os. que fluyen hacia el mar. La vida llegar� a su meridiano; La noche ser� sin alarma, y ??los hombres encontrar�n en nuestra ayuda y consuelo la suplici�n de sus carencias. Si�ntete bien con Dios, y estar�s bien con el hombre y le ayudar�s. El amor de Dios que brota del coraz�n se derrama en corrientes refrescantes sobre el mundo '.

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Job 11". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/job-11.html. 1876.