Bible Commentaries
Salmos 140

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículos 1-13

DIOS EL REFUGIO DEL ALMA

'Los soberbios me han escondido lazo y cuerdas; han tendido red junto al camino; me han puesto pecados. Dije al Se�or: T� eres mi Dios; oye la voz de mis s�plicas, oh Se�or.

Salmo 140:5

En estas palabras de David vemos lo que un creyente, que no traicionar� la verdad, debe esperar de los hombres, y ad�nde debe huir cuando es atacado por los enemigos del alma.

I. Los soberbios escondieron una 'trampa' para el rey. �Quer�an enredarlo; porque esperaban su detenci�n y se habr�an regocijado de su ca�da. Si su vida hubiera sido m�s parecida a la de ellos, o si no hubieran sentido que su carrera era una protesta contra la de ellos, no habr�a sido molestado: "el mundo habr�a amado lo suyo". Pero como su forma de vida reprendi� a la de ellos, le escondieron lazo y cuerdas.

Fue tratado como una bestia salvaje y se emplearon redes y desmotadoras para asegurarlo. Sin duda, el lenguaje es figurativo, y no debemos leerlo como si fuera literalmente cierto que se extendi� una red junto al camino para el rey de Israel. Pero por el lenguaje gr�fico que usa, David cuenta los dolores que se tomaron los malvados para atraparlo o eludirlo: su camino estuvo rodeado de peligros.

II. Pero, �cu�l era su alternativa? ��Ad�nde huy� en medio de estas pruebas de odio o persecuci�n? Dijo al Se�or: "T� eres mi Dios". Eso fue suficiente. Entonces, ning�n mal podr�a sobrevenirle al perseguido monarca. Los imp�os podr�an conspirar contra �l, podr�a convertirse en canci�n de borrachos y burlarse de los imp�os; pero ten�a una Roca, un Refugio, una Torre alta. Ten�a la Omnipotencia como escudo y el Eterno como amigo.

Ese amigo har�a suya la causa de David, y el hombre perseguido podr�a, por lo tanto, poseer su alma con paciencia. El que cree, no tiene por qu� darse prisa: Dios le ayudar�, y desde muy temprano, contra diez mil peligros.

III. Pero m�s. David derram� su coraz�n en oraci�n a Dios. �'Oye la voz de mis s�plicas, oh Se�or. ' �Cu�ndo se supo que un hijo de Dios refrenaba la oraci�n en sus apuros? �Qu� puede hacer sino huir a Dios para esconderlo en el d�a de la angustia? �D�nde podr�a buscar o encontrar refugio en el d�a de la prueba, sino bajo la sombra de Aquel que es el Todopoderoso?

�Y no es el Se�or de David nuestro Se�or? �No es �l el mismo ayer, hoy y siempre? �No se nos llama o se nos ruega que echemos todas nuestras preocupaciones sobre �l, porque �l se preocupa por nosotros? Deja que cada alma se aparte, entonces, hazlo as� en cada hora de necesidad. �Conspiran los malvados contra nosotros? Dejemos que sus maquinaciones nos acerquen m�s al �nico Dios sabio, nuestro Salvador. �El tentador lanza sus dardos de fuego? M�s debemos buscar el Refugio Todopoderoso.

�Hay miedos por dentro y luchas por fuera? Estos tambi�n deben instarnos a huir m�s y a mantenernos m�s cerca de Aquel que puede salvarnos en todas nuestras tribulaciones, que puede evitar que caigamos, y afirmarnos, fortalecernos y asentarnos en medio de todo lo que es apropiado para perturbarnos o perturbarnos. para malgastar el alma.

Ilustraciones

(1) 'La evidencia interna confirma el testimonio del encabezado de que este es uno de los salmos de David. La suya fue una vida tormentosa, continuamente molestada por hombres malvados y violentos, que imaginaban travesuras en su coraz�n y provocaban guerras. Otros hombres que se han propuesto destruir nidos de v�boras han tenido que hacer las mismas quejas, como Clarkson en Inglaterra y Garrison en los Estados Unidos. Los malvados, violentos y orgullosos unen sus manos y trazan sus planes para atrapar y derrocar a todos los que interfieren con sus nefastos beneficios.

En esos momentos nos volvemos al Se�or. �l es la fuerza de nuestra salvaci�n, y cubre nuestra cabeza en el d�a de la batalla. '

(2) �Me refiero a un salmo como este a mi conflicto con el Maligno, a quien Bunyan llama Apollyon. Por supuesto, algunos que leen estas palabras son sensibles a los malignos complots de un Doeg o Ahithophel; pero por lo general no luchamos contra sangre y carne, sino contra los esp�ritus malignos de los lugares celestiales. Malvados, violentos, imaginando travesuras, reuniendo continuamente para la guerra, lengua de serpiente y veneno de v�bora, escondiendo una trampa, extendiendo una red y desmotadoras, �cu�n verdaderas son estas expresiones de la constante oposici�n y maldad a la que nos oponemos! Si tan solo nos di�ramos cuenta de que estamos en el pa�s de un enemigo, y que se est�n utilizando todas las ventajas que se pueden tomar contra nosotros, y que se ponen en nuestro camino todos los dispositivos para asegurar nuestra ca�da, deber�amos estar m�s alerta y preparados. con oraci�n y fe para resistir en los d�as malos. '

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Psalms 140". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/psalms-140.html. 1876.