Lectionary Calendar
Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
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Bible Commentaries
El Comentario del Púlpito de la Iglesia Comentario del Púlpito de la Iglesia
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Psalms 4". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/psalms-4.html. 1876.
Nisbet, James. "Comentario sobre Psalms 4". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/
Versículos 1-8
AUTO-COMUNI�N
'Comun�cate con tu propio coraz�n'.
Salmo 4:4
I. Considere, primero, la naturaleza de la meditaci�n piadosa, considerada como un ejercicio distinto de nuestro cristianismo pr�ctico. �No debemos identificar el ejercicio con la contemplaci�n religiosa, esa forma superior de homenaje intelectual que la mente, cuando se eleva por encima del nivel de las cosas terrenales, rinde a la sabidur�a de Dios; tampoco se debe confundir la meditaci�n con el ejercicio de la lectura, aunque sea una lectura b�blica reflexiva y llena de oraci�n.
Tambi�n debemos distinguirlo del acto ordinario de oraci�n. La meditaci�n piadosa es el soliloquio del alma; es el coraz�n que se repite a s� mismo cu�l ser� la manera en que se presentar� ante Dios, y lo que dir�. No es tanto un acto religioso en s� mismo como una preparaci�n para todos los dem�s actos religiosos. Se prepara para la Sagrada Comuni�n acostumbrando la mente a formas m�s profundas y tranquilas de comuni�n con Dios.
II. Note algunas instrucciones pr�cticas en relaci�n con este santo ejercicio. �Est� claro que la meditaci�n no es un acto para aprender, sino un h�bito para formar. Debemos alcanzar la pericia en �l, no tanto por la observancia de reglas artificiales como por una pr�ctica diligente y perseverante. (1) David nos insin�a la conveniencia de asegurar una solemnidad y seriedad externas en este ejercicio, el aislamiento total de todas las amistades humanas, el silenciamiento de todas las voces, tanto internas como externas, para que podamos estar completamente a solas con Dios.
(2) En el texto, "Comulga con su propio coraz�n", tambi�n se recomienda un examen minucioso de uno mismo. Tenemos mucho de qu� hablar a nuestro coraz�n: nuestras misericordias, nuestros pecados, nuestro trabajo. Estos pensamientos exigen el retiro, una separaci�n por nosotros mismos, una prueba tranquila de nuestros propios esp�ritus en presencia del Padre de los esp�ritus; exigen un cumplimiento decidido y deliberado de la exhortaci�n del salmista: "Comulga con su propio coraz�n, y en su c�mara, y est� quieto".
-Rvdo. D. Moore.
Ilustraciones
(1) 'Deja que la comuni�n con tu propio coraz�n lo calme para lograr una paz y un reposo perfectos, tranquilo en la seguridad de que nada lo separar� del amor de Dios, que el gobierno de todos los mundos y de todos los seres y de todas las cosas est� sobre los hombros de Cristo, que tu El Padre celestial est� haciendo que todas las cosas en tu historia individual trabajen juntas para bien, y que puedas esperar con confianza, tranquilidad y compostura alegre el resultado de la noche de tristeza y l�grimas que ahora envuelve tu alma dentro de su pabell�n sombr�o '.
(2) `` Este es el salmo que Agust�n cita especialmente y en el que se detiene, tan digno de ser cantado en voz alta ante todo el mundo como un c�ntico de valent�a cristiana y un testimonio de la paz que Dios puede dar en los problemas externos o internos '( Conf. , ix.4).