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Bible Commentaries
Salmos 4

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

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Versículos 1-8

AUTO-COMUNI�N

'Comun�cate con tu propio coraz�n'.

Salmo 4:4

I. Considere, primero, la naturaleza de la meditaci�n piadosa, considerada como un ejercicio distinto de nuestro cristianismo pr�ctico. �No debemos identificar el ejercicio con la contemplaci�n religiosa, esa forma superior de homenaje intelectual que la mente, cuando se eleva por encima del nivel de las cosas terrenales, rinde a la sabidur�a de Dios; tampoco se debe confundir la meditaci�n con el ejercicio de la lectura, aunque sea una lectura b�blica reflexiva y llena de oraci�n.

Tambi�n debemos distinguirlo del acto ordinario de oraci�n. La meditaci�n piadosa es el soliloquio del alma; es el coraz�n que se repite a s� mismo cu�l ser� la manera en que se presentar� ante Dios, y lo que dir�. No es tanto un acto religioso en s� mismo como una preparaci�n para todos los dem�s actos religiosos. Se prepara para la Sagrada Comuni�n acostumbrando la mente a formas m�s profundas y tranquilas de comuni�n con Dios.

II. Note algunas instrucciones pr�cticas en relaci�n con este santo ejercicio. �Est� claro que la meditaci�n no es un acto para aprender, sino un h�bito para formar. Debemos alcanzar la pericia en �l, no tanto por la observancia de reglas artificiales como por una pr�ctica diligente y perseverante. (1) David nos insin�a la conveniencia de asegurar una solemnidad y seriedad externas en este ejercicio, el aislamiento total de todas las amistades humanas, el silenciamiento de todas las voces, tanto internas como externas, para que podamos estar completamente a solas con Dios.

(2) En el texto, "Comulga con su propio coraz�n", tambi�n se recomienda un examen minucioso de uno mismo. Tenemos mucho de qu� hablar a nuestro coraz�n: nuestras misericordias, nuestros pecados, nuestro trabajo. Estos pensamientos exigen el retiro, una separaci�n por nosotros mismos, una prueba tranquila de nuestros propios esp�ritus en presencia del Padre de los esp�ritus; exigen un cumplimiento decidido y deliberado de la exhortaci�n del salmista: "Comulga con su propio coraz�n, y en su c�mara, y est� quieto".

-Rvdo. D. Moore.

Ilustraciones

(1) 'Deja que la comuni�n con tu propio coraz�n lo calme para lograr una paz y un reposo perfectos, tranquilo en la seguridad de que nada lo separar� del amor de Dios, que el gobierno de todos los mundos y de todos los seres y de todas las cosas est� sobre los hombros de Cristo, que tu El Padre celestial est� haciendo que todas las cosas en tu historia individual trabajen juntas para bien, y que puedas esperar con confianza, tranquilidad y compostura alegre el resultado de la noche de tristeza y l�grimas que ahora envuelve tu alma dentro de su pabell�n sombr�o '.

(2) `` Este es el salmo que Agust�n cita especialmente y en el que se detiene, tan digno de ser cantado en voz alta ante todo el mundo como un c�ntico de valent�a cristiana y un testimonio de la paz que Dios puede dar en los problemas externos o internos '( Conf. , ix.4).

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Psalms 4". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/psalms-4.html. 1876.
 
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