Bible Commentaries
Zacarías 4

El Comentario del Púlpito de la IglesiaComentario del Púlpito de la Iglesia

Versículos 1-14

LA OBRA DEL ESP�RITU SANTO

"No con ej�rcito, ni con fuerza, sino con mi Esp�ritu, dice el Se�or de los Ej�rcitos".

Zacar�as 4:6

Hablamos de esta Persona y la de la Sant�sima Trinidad como distintas, pero en su trabajo son lo mismo. El Esp�ritu Santo clama: "�Abba, Padre!" en nuestros corazones, y toma de Cristo, y nos lo muestra.

I. Primero, �por qu� estamos justificados al creer que el Esp�ritu Santo deber�a estar presente obrando entre nosotros? �Y debo pedirles que vuelvan a pensar unos momentos en los primeros registros que tenemos de la obra del Esp�ritu Santo. Recordemos el tiempo en que esta tierra era un caos, cuando todav�a estaba, como podemos decir, en soluci�n, y se nos dice que el Esp�ritu de Dios se pos� sobre la faz de las aguas. Cuando se nos pregunta c�mo este cosmos, este orden divino, este hermoso mundo que vemos hoy, sali� de ese caos, podemos decir que es obra del Esp�ritu Santo.

Continuamos y llegamos al tiempo del Antiguo Testamento de los Profetas. �Qu� vemos entonces que hace el Esp�ritu Santo? Hombre tras hombre toma, a menudo del tipo m�s rudo, hombres sin educaci�n; pero el Esp�ritu del Se�or desciende sobre este hombre y sobre aquel, y lo usa para Su obra. Y no se comprende c�mo estos hombres sencillos y sin educaci�n hicieron una obra tan maravillosa, a menos que lo hicieran por el poder del Esp�ritu Santo.

Luego vino la siguiente obra del Esp�ritu Santo. La gran revelaci�n de Dios est� cerca. Pero, �qui�n se preparar� para la poderosa Encarnaci�n? �Qui�n va a resolverlo? �Qui�n va a llevarlo a cabo? 'El Esp�ritu Santo vendr� sobre ti, y el poder del Alt�simo te cubrir� con su sombra; y lo santo que nacer� de ti, ser� llamado Hijo de Dios. '

La Encarnaci�n es obra del Esp�ritu Santo. El Hijo Encarnado se adelanta a Su ministerio. �En el poder de qui�n est� �l para resistir la tentaci�n? �En el poder de qui�n ha de obrar sus milagros? �En el poder de qui�n est� �l para predicar? Se nos dice que fue en el poder del Esp�ritu a predicar la Palabra. Obtuvo Sus milagros en el poder del Esp�ritu Santo. El Esp�ritu lo impulsa al desierto. 'El Esp�ritu del Se�or est� sobre m�, porque el Se�or me ha ungido para predicar el Evangelio a los pobres.

Y, sin embargo, todo el tiempo el Hijo de Dios encarnado apunta a una cercan�a a�n m�s �ntima del Esp�ritu Santo. "�l est� contigo", dice, "pero estar� en ti". 'Os conviene que me vaya, porque si no me voy, el Esp�ritu Santo no vendr�'. 'No los dejar� hu�rfanos, vendr� a ustedes'.

Y luego llega ese maravilloso d�a, el cumplea�os de la Iglesia Cristiana. Cualquiera que observe la obra de Pentecost�s debe reconocer el poder de Dios el Esp�ritu Santo, y la promesa se cumpli�. �Ha vuelto al cielo? �Ha habido alg�n d�a en el que conmemoremos el regreso de Dios el Esp�ritu Santo al cielo? Gracias a Dios que no lo ha hecho. Toda la historia de la Iglesia cristiana es una gran evidencia de la presencia del poder del Esp�ritu Santo.

II. �Qu�, entonces (eso me lleva a la segunda pregunta), si estamos seguros de que �l est� aqu�, qu� deber�amos esperar que �l haga en la parroquia y en el alma individual, si �l est� obrando entre nosotros? �Primero, en la parroquia en general, si el Esp�ritu Santo ha tenido libre alcance entre ustedes debe haber una unidad creciente a�o tras a�o, porque el Esp�ritu Santo es el Esp�ritu de Amor. Debe haber m�s armon�a entre los trabajadores de la Iglesia, cada vez menos fricciones, si el Esp�ritu Santo est� obrando, entre los cristianos.

Siempre incesantemente el Esp�ritu Santo est� tratando de hacer que los cristianos se amen unos a otros. "Ahora permanece", susurra siempre, "Fe, Esperanza, Amor, estos tres; Pero el mayor de ellos es el amor.' Si el Esp�ritu Santo obra entre ustedes, debe haber un celo misionero cada vez mayor entre ustedes cada a�o, m�s y m�s determinaci�n, en cualquier sacrificio, de esparcir el reino de Jesucristo en este mundo; te habr� interesado tu propio negocio, pero diez veces m�s interesado en el negocio del Reino de Dios.

Habr� una devoci�n m�s generosa a la obra misionera, un mayor inter�s por saber si esa tribu o naci�n vendr� a escuchar el Evangelio o no. El Esp�ritu Santo, si est� obrando y se le permite el trabajo completo, esparce un celo inquebrantable por la misi�n entre el pueblo de Dios.

Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Zechariah 4". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/cpc/zechariah-4.html. 1876.