Cap�tulo tres, El ni�o Samuel ministr� al Se�or delante de El�. Y la palabra del Se�or era preciosa [o escasa] en aquellos d�as; no hab�a visi�n abierta. [Dios simplemente no le estaba hablando al hombre.] Y aconteci� que cuando El� se acostaba en la cama por la noche,... Samuel entr� en su dormitorio; Y Samuel oy� una voz que lo llamaba, y dijo: Aqu� estoy. Y corri� hacia El�, y dijo: �Me llamaste? Y Eli dijo: No, yo no te llam�; regresa a la cama.
Samuel volvi� a acostarse. Y oy� la voz, Samuel, Samuel. Y entr� corriendo, dijo: Aqu� estoy, �qu� quieres? Dijo, no te llam�, vuelve a la cama, chico. Samuel volvi� a acostarse y otra vez escuch� la voz que dec�a, Samuel, Samuel, entr� corriendo y dijo: Seguro que me llamaste �qu� quieres? [El anciano comenz� a hacerse una idea en este punto y pens� que, "Oye, tal vez Dios te est� hablando a ti".
su hijo".] Y �l dijo: Vuelve a la cama, si oyes que te llaman por tu nombre otra vez, di: Habla, mi Se�or, que tu siervo oye. Entonces Samuel volvi� a la cama. Y oy� la voz, Samuel, Samuel. Y �l dijo: Habla mi Se�or, que tu siervo oye. Y el Se�or dijo a Samuel: Voy a hacer una obra en Israel, [que cuando el pueblo la vea,] o la oiga, les van a zumbar los o�dos. En aquel d�a har� contra Eli todas las cosas que he dicho acerca de su casa: y cuando comience, lo terminar�.
Porque le he dicho que juzgar� su casa para siempre por la iniquidad que �l conoce; porque sus hijos se envilecieron, y �l no los detuvo ( 1 Samuel 2:1-13 ).
Aqu� hay algo para m� que es muy interesante, algo de lo que es mejor que tomemos nota. Fue su negativa a disciplinar a sus hijos lo que trajo el juicio de Dios sobre su casa. Su negativa a disciplinarlos en sus acciones. Padres, ustedes tienen la responsabilidad de disciplinar a sus hijos. No eludas esa responsabilidad. Eli no disciplin� a sus hijos. Les permiti� continuar con estas acciones, y as� Dios prometi� que iba a juzgar la casa.
Y por tanto, he jurado a la casa de Eli, que la iniquidad de la casa de Eli no ser� limpiada con sacrificios ni ofrendas para siempre. [No pueden ofrecer ning�n sacrificio para purificarlos.] Samuel se acost� hasta la ma�ana, y abri� las puertas de la casa del Se�or. Pero ten�a miedo de contarle a Eli la visi�n. Y El� llam� a Samuel, y �l dijo: Samuel, hijo m�o. Y �l respondi�: Heme aqu�. Y dijo: �Qu� es lo que os ha dicho el Se�or? Ruego que no me lo encubras, porque as� te haga Dios, y a�n te a�ada, si encubres algo de todo lo que Dios ha dicho.
[Chico, eso no es justo, sabes que te pone algo as�, "Dime y Dios te haga lo mismo y m�s tambi�n si no me dices todo lo que Dios dijo".] Entonces Samuel le dijo todo, no le ocult� nada. Y �l dijo: El Se�or es; haga lo que bien le pareciere ( 1 Samuel 2:14-18 ).
Ahora bien, esta es toda una actitud para el anciano, una sumisi�n al juicio de Dios. "Es el Se�or: que haga lo que bien le parezca". Un compromiso de s� mismo con ese juicio, ese juicio prometido de Dios.
As� creci� Samuel, el Se�or estaba con �l. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, se dio cuenta de que Samuel hab�a sido establecido para ser el profeta del Se�or. Y el Se�or apareci� de nuevo en Silo: y el Se�or se revel� a Samuel en Silo por la palabra del Se�or ( 1 Samuel 2:19-21 ). "
Información bibliográfica Smith, Charles Ward. "Comentario sobre 1 Samuel 3". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/1-samuel-3.html. 2014.
Versículos 1-21
Cap�tulo tres,
El ni�o Samuel ministr� al Se�or delante de El�. Y la palabra del Se�or era preciosa [o escasa] en aquellos d�as; no hab�a visi�n abierta. [Dios simplemente no le estaba hablando al hombre.] Y aconteci� que cuando El� se acostaba en la cama por la noche,... Samuel entr� en su dormitorio; Y Samuel oy� una voz que lo llamaba, y dijo: Aqu� estoy. Y corri� hacia El�, y dijo: �Me llamaste? Y Eli dijo: No, yo no te llam�; regresa a la cama.
Samuel volvi� a acostarse. Y oy� la voz, Samuel, Samuel. Y entr� corriendo, dijo: Aqu� estoy, �qu� quieres? Dijo, no te llam�, vuelve a la cama, chico. Samuel volvi� a acostarse y otra vez escuch� la voz que dec�a, Samuel, Samuel, entr� corriendo y dijo: Seguro que me llamaste �qu� quieres? [El anciano comenz� a hacerse una idea en este punto y pens� que, "Oye, tal vez Dios te est� hablando a ti".
su hijo".] Y �l dijo: Vuelve a la cama, si oyes que te llaman por tu nombre otra vez, di: Habla, mi Se�or, que tu siervo oye. Entonces Samuel volvi� a la cama. Y oy� la voz, Samuel, Samuel. Y �l dijo: Habla mi Se�or, que tu siervo oye. Y el Se�or dijo a Samuel: Voy a hacer una obra en Israel, [que cuando el pueblo la vea,] o la oiga, les van a zumbar los o�dos. En aquel d�a har� contra Eli todas las cosas que he dicho acerca de su casa: y cuando comience, lo terminar�.
Porque le he dicho que juzgar� su casa para siempre por la iniquidad que �l conoce; porque sus hijos se envilecieron, y �l no los detuvo ( 1 Samuel 2:1-13 ).
Aqu� hay algo para m� que es muy interesante, algo de lo que es mejor que tomemos nota. Fue su negativa a disciplinar a sus hijos lo que trajo el juicio de Dios sobre su casa. Su negativa a disciplinarlos en sus acciones. Padres, ustedes tienen la responsabilidad de disciplinar a sus hijos. No eludas esa responsabilidad. Eli no disciplin� a sus hijos. Les permiti� continuar con estas acciones, y as� Dios prometi� que iba a juzgar la casa.
Y por tanto, he jurado a la casa de Eli, que la iniquidad de la casa de Eli no ser� limpiada con sacrificios ni ofrendas para siempre. [No pueden ofrecer ning�n sacrificio para purificarlos.] Samuel se acost� hasta la ma�ana, y abri� las puertas de la casa del Se�or. Pero ten�a miedo de contarle a Eli la visi�n. Y El� llam� a Samuel, y �l dijo: Samuel, hijo m�o. Y �l respondi�: Heme aqu�. Y dijo: �Qu� es lo que os ha dicho el Se�or? Ruego que no me lo encubras, porque as� te haga Dios, y a�n te a�ada, si encubres algo de todo lo que Dios ha dicho.
[Chico, eso no es justo, sabes que te pone algo as�, "Dime y Dios te haga lo mismo y m�s tambi�n si no me dices todo lo que Dios dijo".] Entonces Samuel le dijo todo, no le ocult� nada. Y �l dijo: El Se�or es; haga lo que bien le pareciere ( 1 Samuel 2:14-18 ).
Ahora bien, esta es toda una actitud para el anciano, una sumisi�n al juicio de Dios. "Es el Se�or: que haga lo que bien le parezca". Un compromiso de s� mismo con ese juicio, ese juicio prometido de Dios.
As� creci� Samuel, el Se�or estaba con �l. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, se dio cuenta de que Samuel hab�a sido establecido para ser el profeta del Se�or. Y el Se�or apareci� de nuevo en Silo: y el Se�or se revel� a Samuel en Silo por la palabra del Se�or ( 1 Samuel 2:19-21 ). "