Bible Commentaries
Colosenses 2

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-23

Vayamos ahora en nuestras Biblias a Colosenses, cap�tulo dos.
Pablo nunca hab�a visitado Colosas. Hab�a o�do hablar de la iglesia de Epafras, que era el ministro all�, quien le hab�a dicho a Pablo del amor que esta gente ten�a por Jesucristo y de la fe. Pero tambi�n le habl� de ciertas herej�as que intentaban infiltrarse en la iglesia. Y entonces, Pablo est� escribiendo para advertirles contra estas herej�as. Y entonces, en el vers�culo uno del cap�tulo dos, dijo:

Porque quisiera que supieseis el gran conflicto que tengo por vosotros, y por los de Laodicea, y por todos los que no han visto mi rostro en carne ( Colosenses 2:1 );

Pablo est� hablando de este conflicto interior que ten�a por ellos, un amor que ten�a por ellos. El deseo que ten�a de conocerlos y verlos. Y aunque no los ha visto, est� muy preocupado por ellos. Est� preocupado por estas herej�as que se estaban extendiendo como una plaga a trav�s de la iglesia. Y no s� por qu�, pero parece que la mentira o la herej�a vuelan en alas de �guila y la verdad va en lomo de tortuga.

Las herej�as pueden propagarse tan r�pidamente por todo el mundo. Y parece que la gente tiene una inclinaci�n hacia la herej�a y es tan reacia a seguir la verdad. Y como fue en los d�as de Pablo, as� es hoy. Encontramos c�mo estas herej�as que se extienden por nuestro pa�s, en realidad se extienden por todo el mundo. Y la gente queda atrapada en ellos en todo el mundo. Y esto le caus� a Pablo un tremendo conflicto interno, una gran preocupaci�n, una gran carga.
La oraci�n o el deseo de Pablo por aquellos a quienes nunca hab�a conocido cara a cara, era...

Para que sus corazones sean consolados, unidos en amor y en todas las riquezas de la plena certidumbre de entendimiento, para el reconocimiento del misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo ( Colosenses 2:2 );

Ahora bien, una de las herej�as que se estaba promulgando all� en Colosas era la herej�a gn�stica. La gente tom� su nombre para significar su pretendido conocimiento superior.
Muy a menudo, puedes saber mucho sobre un grupo solo con el nombre que elijan. Y cada vez que eligen un nombre extra�o para su comunidad, sabes que hay algo extra�o en la comunidad. Y ciertos nombres simplemente te dan una idea de las caracter�sticas de la comunidad en s�.

Ahora bien, la palabra gn�stico significa saber. Los gn�sticos pretend�an tener un conocimiento superior de las cosas misteriosas. Y a los gn�sticos les encantaba hablar de los misterios. Y ten�as que estar realmente iniciado en su peque�o club para poder entender estos misterios, y ellos siempre estaban parloteando sobre este t�rmino, "los misterios". Y as� Pablo retoma su t�rmino, y su deseo es que puedan llegar al reconocimiento del misterio de Dios y el Padre y de Cristo, que nos dijo en el cap�tulo anterior era, "Cristo en vosotros, la esperanza de gloria ( Colosenses 1:27 ).

Ahora sus corazones pueden ser consolados. En segundo lugar, para que puedan unirse en amor. Qu� cosa tan maravillosa cuando una iglesia est� simplemente unida en el amor de Jesucristo. Y luego, para que puedan experimentar las riquezas de la plena seguridad.

Realmente es triste que muchas personas luchen la mayor parte de su vida cristiana con la falta de una seguridad real de su salvaci�n. Durante a�os no estaba realmente seguro de si era salvo o no, y bajaba al altar todos los domingos por la noche para confirmar mi salvaci�n. Pero esa es una forma dif�cil de vivir. Qu� bendici�n es tener la plena seguridad. Ese es el prop�sito por el cual Juan escribi� su peque�a ep�stola: "Estas cosas os escribo a vosotros que cre�is en el nombre del Hijo de Dios, para que sep�is que ten�is vida eterna" ( 1 Juan 5:13 ). Y qu� bendici�n cuando tienes esa plena seguridad mientras cantamos, "Bendita seguridad, Jes�s es m�o". Y esta plena seguridad es lo que Pablo quer�a que experimentaran.

Ahora, �c�mo puedo tener plena seguridad? S�lo como vengo por la fe, confiando en la gracia y la misericordia de Dios, por medio de Cristo. Si estoy dependiendo de mis esfuerzos y mis obras para hacerme justo, nunca podr� tener plena seguridad. Entonces, cualquiera que tenga esta relaci�n legal con Dios o una relaci�n de trabajo con Dios, por su propia naturaleza, carece de la plena seguridad de su salvaci�n. No es hasta que realmente hayas llegado a esa comprensi�n de la gracia de Dios y nuestra posici�n en Cristo que realmente puedes disfrutar de la plena seguridad.

El deseo de Pablo es que puedan tener esta plena seguridad y la comprensi�n y el reconocimiento del verdadero misterio. No es un esfuerzo que pueda hacer para ser justo, pero el verdadero misterio es que es Cristo en m�. Esa es mi esperanza de gloria, esa obra de Jesucristo en m�. Y luego, por supuesto, debido a que siempre estaban hablando de esta sabidur�a y entendimiento y conocimiento superiores, Pablo declara:

En quien est�n escondidos todos los tesoros de la sabidur�a y el conocimiento. [Todo est� ligado a Jesucristo.] Y esto digo, [Pablo dijo,] que nadie os enga�e con palabras persuasivas. Porque aunque estoy ausente en la carne, no obstante, en el esp�ritu estoy con vosotros, goz�ndome y mirando vuestro orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo ( Colosenses 2:3-5 ).

As� que Pablo dijo: "No estoy realmente all� f�sicamente, pero estoy all� espiritualmente". Tenemos muchas personas que asisten a la iglesia de esa manera, all� en el esp�ritu pero no en la carne, no en el cuerpo. "Oh, yo estaba contigo en mi esp�ritu, hermano". Oh genial, ya sabes, si toda la iglesia fuera as�, no tendr�amos a nadie aqu�. Tendr�amos que cerrar nuestras puertas. No habr�a sentido de existir. Pero Pablo dijo,

Veo vuestro orden, y la firmeza de vuestra fe en Cristo. As� que, como hab�is recibido a Cristo Jes�s el Se�or, as� andad en �l ( Colosenses 2:5-6 ):

Ahora, aqu� para m� hay algo interesante. Por lo general, las personas vuelven a sus ra�ces. As� como hab�is recibido a Cristo Jes�s el Se�or, as� andad en �l. La mayor�a de los que tienen alguna doctrina falsa o herej�a que promover no buscan promoverla entre los no evangelizados, sino que buscan promoverla entre la iglesia. Muy pocas herej�as son evangel�sticas. No se aprovechan de los pecadores; se aprovechan de los santos.

No van a la playa a proclamar sus ideas. Van a la iglesia y tratan de infiltrarse dentro de la iglesia. Y luego diga: "Bueno, recib� esta nueva revelaci�n". O, "�Has escuchado a este nuevo profeta de Dios y alg�n nuevo entendimiento o nueva revelaci�n?" Y es por eso que generalmente se les remite a sus ra�ces, porque aquellos que son evang�licos, aquellos que realmente est�n llevando a los perdidos a Jesucristo, generalmente est�n motivados por la verdad del evangelio.


Y el evangelio tiene siempre, como efecto natural, la evangelizaci�n, alcanzando a los perdidos, pero no as� a los que son portadores de herej�a. Quieren ser par�sitos. Quieren vivir de la iglesia. Quieren traer a la iglesia alguna nueva revelaci�n. "Nuestro ministerio no es realmente para los perdidos; nuestro ministerio es para la iglesia. Nuestra verdad que tenemos que compartir, es para la iglesia". Y entonces �l los se�ala de regreso al principio, as� como usted ha recibido a Cristo Jes�s, as� camine en �l.

No se deje llevar por algunas de estas nuevas revelaciones que Dios acaba de revelar en estos �ltimos d�as. En realidad, no necesitamos nuevas revelaciones de la verdad. Lo que s� necesitamos son nuevas experiencias en la verdad establecida. Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para la vida de piedad en Su palabra; esta todo ahi No necesitamos nuevas revelaciones. Pero lo que s� necesitamos son experiencias frescas en las viejas verdades de la palabra de Dios.

As� que ten cuidado, no sea que alguien te enga�e con palabras persuasivas. Porque as� como hab�is recibido a Cristo, as� andad en �l. Arraigados y edificados en �l. Cristo es la base, el fundamento. Pero �l es tambi�n Aquel sobre quien edificamos. Nuestras vidas deben estar centradas en Jesucristo.

arraigados y sobreedificados en �l, y confirmados en la fe, as� como hab�is sido ense�ados, y abundando en acci�n de gracias ( Colosenses 2:7 ).

As� que de nuevo, de vuelta a tus ra�ces. Tus ra�ces estaban en Cristo Jes�s. Se te ense�� a creer y confiar en Jesucristo para tu salvaci�n, para el perd�n de tus pecados. Ahora, no intentes mejorar con tus obras la justicia que Dios te ha impartido a trav�s de tu fe.

Mirad que nadie os enga�e por medio de filosof�as y vanas sutilezas, seg�n las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no seg�n Cristo ( Colosenses 2:8 ).

Y as� la doble advertencia: los que con sus palabras seductoras os enga�en apart�ndolos de las ra�ces en Cristo Jes�s, y luego los que por medio de la filosof�a, vanos enga�os que son seg�n las tradiciones de los hombres. Porque Cristo es el centro de nuestra experiencia y

Porque en �l habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad ( Colosenses 2:9 ).

�l es todo; �l es todo. Y en �l habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.
Ahora, una de las cosas, por supuesto, que los gn�sticos negaban era la deidad de Jesucristo o la encarnaci�n de que Dios vino en forma humana. Pablo est� afirmando esa verdad.

Y vosotros est�is completos en �l ( Colosenses 2:10 ),

Oh, Dios, ay�danos a darnos cuenta de que est�s completo en �l. Tu justicia es completa; tu salvaci�n es completa. No se le puede agregar. Est�s completo en �l. Cu�ntas veces en mis esfuerzos por agradar a Dios le promet� a Dios que iba a ser mejor. Le har�a tantas promesas a Dios. �Se�or, voy a orar m�s. Se�or, voy a leer m�s la Biblia. Se�or, voy a mejorar esa justicia.

voy a estar mejor; Voy a ser m�s justo esta semana�. Y yo estaba esforz�ndome por mis esfuerzos, por mis obras, para ser aceptado por Dios y ser justo ante Dios. Y eso fue una lucha. alguien me ense�� en esos d�as que estaba completo en Jesucristo, solo confiar en �l y depender de �l que estoy completo, no hay nada que pueda agregar. Si est�s completo, no puedes agregar a eso. Est�s completo en �l.

Que es la cabeza de todo principado y potestad ( Colosenses 2:10 ):

Ahora, la cabeza all� se usa en el mismo sentido que se usa en 1 Corintios siete, como autoridad. Entonces, Jes�s tiene autoridad sobre todos los principados y potestades. Y ya os hemos dicho antes que los principados y potestades son clasificaciones de esp�ritus.
Ahora, en el principio, cuando Dios cre� el universo y luego Dios primero cre� seres ang�licos, millones de ellos, cientos de millones de seres ang�licos.

Estos seres ang�licos que Dios hab�a creado estaban en diferentes rangos y �rdenes. Estaban los querubines, estaban los serafines, estaban los principados y potestades y autoridades y dominios, las diversas clasificaciones de seres espirituales. Y cuando Satan�s, quien era uno de los seres espirituales de m�s alto rango en la creaci�n de Dios, cuando se rebel� contra Dios, hay una indicaci�n en el libro de Apocalipsis de que un tercio de los �ngeles se unieron a su rebeli�n.

Lo que significa que Dios los cre� como seres morales libres, as� como nos cre� como agentes morales libres, tomando nuestras propias decisiones. Y as�, aquellos que eligieron ir con Satan�s probablemente estaban igualmente fuera de cada uno de los varios rangos. Entonces, principados y potestades pueden referirse a los �ngeles ca�dos, o pueden referirse a aquellos que todav�a est�n en obediencia a Dios. Independientemente, Jes�s tiene autoridad sobre todos ellos. Naturalmente, aquellos que todav�a son obedientes a Dios en ese rango, �l gobierna sobre ellos, pero tambi�n aquellos que se han rebelado contra �l todav�a est�n bajo Su autoridad.


Ahora bien, no me gusta que me malinterpreten, y este es un concepto dif�cil de entender para la gente. Pero en el cuadro general, Satan�s est� realizando la voluntad de Dios. Es decir, est� haciendo un servicio que Dios quiso que hiciera. Ver�s, Dios lo usa con el prop�sito de probar nuestra devoci�n y compromiso con Dios. Si no fuera por Satan�s, Dios realmente no sabr�a, excepto que �l tiene todo el conocimiento.

Pero realmente no sabr�s que amas a Dios y, por lo tanto, como dijo Dios: "Te he probado". Realmente no era para que �l pudiera entender, sino para que nosotros pudi�ramos entendernos a nosotros mismos. Y as�, el prop�sito de las pruebas y las pruebas es para nuestro beneficio, para que podamos saber exactamente d�nde estamos parados. Pruebas los materiales para conocer sus fortalezas y sus debilidades, y cuando Dios nos prueba, llegamos a la comprensi�n de esos puntos d�biles.

Y Satan�s est� siendo usado por Dios, cumpliendo un prop�sito de Dios en el mundo de hoy. Es tr�gico y triste que tenga tanto, pero as� es. Ahora, �l escogi� eso, as� como los hombres hoy en d�a eligen rebelarse contra Dios. Entonces �l realmente no puede culpar a Dios.

Al igual que Judas, estaba en un aprieto. La Biblia predijo que Jes�s ser�a traicionado por uno de sus amigos. Jes�s dijo de Judas: "Hubiera sido bueno que ese hombre no hubiera nacido" ( Mateo 26:24 ), porque estaba destinado a traicionar a Jesucristo. Ahora, de la misma manera, sin embargo, eso era parte del plan predestinado, pero Judas consinti� y eligi� traicionar al Se�or.

Concepto dif�cil, realmente, de entender. Y no estoy seguro de que los comprendamos por completo. Satan�s estaba destinado a ser el instrumento por el cual el hombre pudiera ser probado y, sin embargo, eligi� rebelarse contra Dios. Pero incluso en su rebeli�n, est� realizando lo que Dios se ha propuesto, y permanece sujeto a Dios. Dios establece los l�mites y los l�mites a los que puede ir. Cuando estaba apareciendo ante Dios, en el caso de Job, y quej�ndose de que Dios hab�a a.

.. "Tienes un seto alrededor de �l; no puedo llegar a �l. Qu�tale el seto. D�jame llegar a ese tipo, te maldecir� para..." Dios, en primer lugar, ten�a la seto alrededor de Job. Cuando Dios quit� el seto, �l todav�a estableci� las limitaciones. "Est� bien, puedes ir tan lejos, pero no hagas esto". Y as� Satan�s todav�a ten�a que estar sujeto a la autoridad de Dios, y permanece. Dios establece los l�mites en los que puede trabajar. Dios establece los l�mites en los que se le permite acosarte. �l puede ir tan lejos, no m�s. Dios establece los l�mites y por lo tanto �l tiene que estar en autoridad ante Dios.

Siempre est� mal pensar en Satan�s como opuesto a Dios, ni siquiera cerca. No puedes hacer ninguna comparaci�n entre Satan�s y Dios en cuanto a opuestos o incluso parecidos. Porque Dios, nuevamente, es infinito, eterno, omnipotente y Satan�s es un ser creado. Entonces, si quieres buscar un opuesto a Satan�s, debes mirar a Miguel oa Gabriel, esos �ngeles que permanecen fieles a Dios que tienen un rango alto o el rango m�s alto entre los �ngeles.

Pero nunca pienses en Satan�s como un opuesto de Dios, porque lo est�s acreditando con mucho m�s poder del que realmente tiene, mucha m�s autoridad de la que realmente tiene. Se mueve dentro de l�mites restringidos. Dios pone los l�mites de su obra. Entonces, todos los principados y potestades est�n bajo la autoridad de Jesucristo. �l es la cabeza o la autoridad sobre todo principado y potestad.

en quien tambi�n sois circuncidados con circuncisi�n no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal en la circuncisi�n de Cristo ( Colosenses 2:11 ):

Ahora, estaban esos, y �l est� tratando ahora en esta �rea, se ha movido de los gn�sticos a los judaizantes, aquellos que estaban ense�ando que para ser justos, la fe en Cristo no era suficiente. Eso es bueno, es importante, es necesario, pero no es suficiente. Para que seas salvo, tambi�n debes adherirte a la ley. As� que tienes que ser circuncidado y tambi�n tienes que guardar la ley. La fe en Jes�s no es suficiente.

Es por eso que Pablo dijo: "Vosotros est�is completos en �l". Es suficiente. Y hab�is sido circuncidados, pero no la circuncisi�n f�sica que requer�a la ley, sino que vuestra circuncisi�n es una verdadera circuncisi�n por medio de Jesucristo. Has renunciado a la vida de la carne. Y aqu� estaba el tr�gico error de los jud�os de que realmente contaban con la experiencia f�sica y no con la espiritual. Entonces, aunque hab�an sido circuncidados f�sicamente, todav�a caminaban seg�n la carne.

Y Paul dijo que niega totalmente el ritual f�sico. La idea es cortar la vida de la carne, no vivir seg�n la carne. Entonces, Pablo dijo que si los gentiles se han apartado de la vida de la carne y viven conforme al Esp�ritu, aunque no hayan tenido el derecho f�sico de la circuncisi�n, se cuenta como circuncisi�n, porque Dios est� mirando el coraz�n de hombre. Y entonces Pablo aqu� afirma la misma verdad.

La verdadera circuncisi�n es la del esp�ritu dentro de mi coraz�n, cuando me alejo de la vida de la carne para vivir seg�n el Esp�ritu a trav�s de la fe y el poder de Jesucristo. He sido circuncidado a los ojos de Dios, es decir, he sido apartado para vivir seg�n el Esp�ritu delante de Dios. Y eso es lo que Dios cuenta.

Lo tr�gico de los rituales, los rituales f�sicos, es que con demasiada frecuencia la gente comienza a sustituir la realidad por el ritual. En el ritual del bautismo, �cu�ntas personas hoy en d�a conf�an falsamente en el ritual del bautismo para la realidad? El ritual del bautismo, como Pablo va a se�alar aqu�, en realidad, es la muerte a la vida anterior de la carne para que yo pueda estar en el Cristo resucitado, viviendo seg�n el Esp�ritu, y eso es lo que significa.

Ahora bien, si me rociaron cuando era ni�o, o me mojaron de adulto y sigo viviendo en la vida anterior, si sigo viviendo seg�n las cosas de la vida anterior, entonces el ritual f�sico significa nada. Pero, si yo, por el Esp�ritu, estoy viviendo y andando seg�n el Esp�ritu, la nueva vida en Cristo. Puede ser que me convert� en el desierto del Sahara y no hab�a suficiente agua para sumergirme, pero eso no niega mi salvaci�n ni la nueva vida que estoy viviendo en Jesucristo, porque es del Esp�ritu.

Como dijo Pedro: "Ahora bien, el bautismo salva, pero no quita las inmundicias de la carne" ( 1 Pedro 3:21 ). No es el ritual, pero es un coraz�n, la conciencia hacia Dios de vivir y caminar realmente seg�n el Esp�ritu. Entonces, estabas...

sepultados con �l en el bautismo, en el cual tambi�n hab�is resucitado con �l por la fe en la operaci�n de Dios, que le resucit� de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en vuestros pecados y en la incircuncisi�n de vuestra carne, os dio vida juntamente con �l, perdon�ndoos todos los pecados ( Colosenses 2:12-13 );

Ahora Pablo une estos dos rituales que simbolizan m�s o menos lo mismo. Para el jud�o, el ritual era la circuncisi�n, que iba a ser el s�mbolo de que voy a vivir seg�n el Esp�ritu, no seg�n la carne. Para el cristiano, el bautismo significa lo mismo, la vida nueva seg�n el Esp�ritu, la vida vieja seg�n la carne, dominada por la carne est� muerta. Est� sepultado, y ahora voy a vivir una nueva vida seg�n el Esp�ritu.

Y ambos rituales simbolizan lo mismo. Para el jud�o era la circuncisi�n; para el cristiano era el bautismo. As�, la verdad se aplica a ambos; no es el derecho f�sico el que lo hace, es lo que ha pasado en mi coraz�n y en realidad en mi vida. As� que, estando muertos en vuestros pecados, en la incircuncisi�n de vuestra carne, os ha dado vida juntamente con �l, perdon�ndoos todos los pecados. En Efesios, cap�tulo dos, es el vers�culo correspondiente aqu�: "Y vosotros, estando muertos en vuestros delitos y pecados, vivificasteis; pues en otro tiempo anduvisteis, conforme a la corriente de este mundo" ( Efesios 2:1 ; Efesios 2:2 ).

Entonces, lo que amo all�, sin embargo, despu�s de haberte perdonado todas las ofensas. Todo tu pasado ha sido borrado a trav�s de tu fe en Jesucristo. Cada transgresi�n, cada pecado ha sido borrado como resultado de tu fe en �l. No solo eso, la ley que estas personas estaban tratando de imponer a los colosenses, esto mismo... las ordenanzas de la ley, las observancias de los d�as de reposo, las leyes diet�ticas, los tipos de carne que pueden comer, y la varias tradiciones de los jud�os en cuanto a las leyes diet�ticas, dijo que Jes�s...

Anulando el acta de los decretos que hab�a contra nosotros, que nos era contraria, y quit�ndola de en medio, clav�ndola en su cruz ( Colosenses 2:14 );

Entonces, Cristo es el fin de la ley para los que creen. La ley nunca podr�a hacerte justo. La ley s�lo pod�a condenarte. Era contrario a ti. Te estaba condenando. Ahora, Jes�s ha borrado estas escrituras de ordenanzas que estaban contra nosotros. Por lo tanto, no estoy bajo la ley. No estoy bajo una justicia que se ve afectada por reglas y regulaciones. Mi justicia no tiene nada que ver con mis acciones.

Mi justicia tiene que ver con mi fe. Ahora, mi fe producir� acciones. Y si digo que tengo fe y, sin embargo, mis obras no est�n en correspondencia con ella, entonces me estoy jactando falsamente de la fe. Pero las obras siempre deben seguir y ser el resultado de la fe. Y eso significa que no dependo de mis obras como una base justa en mi posici�n ante Dios.
No digo: "Bueno, soy justo porque oro muchas veces al d�a.

Soy m�s justo que t�, porque leo mi Biblia y t� no". No, no soy justo por lo que he hecho. Soy justo porque Dios ha imputado justicia a mi cuenta porque estoy creyendo y confiando completamente en Jesucristo. Ahora, porque estoy creyendo y confiando en Jesucristo, quiero conocerlo. Entonces, leo la palabra. Porque conf�o en �l y lo amo, me comunico con �l y queremos mantenernos en constante comunicaci�n y en constante comuni�n con �l.

Pero eso no me hace justo. Ese es solo el resultado del hecho de que soy justo a trav�s de mi fe en Jes�s. Es importante que distingamos eso, de vital importancia que distingamos eso. Porque es tan f�cil para nosotros relacionar nuestra justicia con nuestras actividades y nuestras obras. Ahora, cuando hago eso, siempre me pongo en la posici�n de juzgar a otros que no est�n haciendo tanto como yo.

Y mira, eso me hace un poco mejor. Eso me hace un poco m�s justo y tambi�n me pone en la posici�n de juzgar, "Bueno, ya sabes, realmente no lo tienen". As� que es un lugar peligroso para estar. Dios no quiere que yo est� all�.
Pero cuando mi justicia es justa a trav�s de mi fe en Cristo, no puedo gloriarme en mi justicia, ni puedo gloriarme en las obras que estoy haciendo. Y si te encuentras con alguien que se jacta de sus esfuerzos, se jacta de sus sacrificios, se jacta de sus obras, tienes un ejemplo cl�sico de lo que estoy tratando.

Ver�, debido a que Dios ha hecho de la justicia algo que me imputa a m� a trav�s de mi fe, elimina totalmente la jactancia, excepto en Jes�s. Entonces, cuando hay personas que siempre est�n hablando de lo bueno que es Jes�s y lo maravilloso que es Jes�s y, "Oh, no s� qu� har�a sin el Se�or. El Se�or es tan bueno, me ha bendecido tanto". ." Entonces sabes que esa persona realmente ha llegado a un entendimiento real de lo que es tener la justicia a trav�s de la fe en Jesucristo.

Porque �l no habla de s� mismo, sino que se jacta en el Se�or y en lo que el Se�or ha hecho.
Entonces, Jes�s puso fin al dominio que la ley ten�a sobre el hombre. Clavado en Su cruz, ese es el fin de la ley. Fue maestro de escuela hasta la �poca de Cristo. Cuando Cristo vino, la ley ya no era v�lida. Era hasta ese punto, pero �l era el fin de la ley para los que creen. Para que nadie pueda ser justificado por guardar la ley. Solo puedes ser justo creyendo en Jesucristo.

Y habiendo despojado a los principados y potestades, [Ahora, leemos que �l ten�a autoridad sobre estos principados y potestades, y ahora se nos dice que los despoj� o los derrot� y] los exhibi� abiertamente [a trav�s de la cruz] triunfando sobre ellos en ella [o en la cruz] ( Colosenses 2:15 ).

Entonces, la cruz de Jesucristo es el lugar donde la victoria sobre Satan�s fue completa. Ahora, Satan�s tan a menudo ha vuelto las tornas en su contra; no es omnisciente, no sabe todas las cosas, y cae en la trampa tantas veces. Dios simplemente le da la vuelta a �l. Como Jos� y sus hermanos que conspiraron para venderlo como esclavo a Egipto. Ya sabes, para enviarlo a Egipto y ser vendido como esclavo. Y m�s tarde, cuando Jos� vino al fara�n e interpret� el sue�o y fue puesto por el fara�n como cabeza sobre Egipto.

Y luego sus hermanos bajaron a por el grano y todo. Y cuando finalmente se dieron cuenta de que era su hermano con quien traicionaron a quien estaban tratando, tuvieron mucho miedo y dijeron: "Oh, hombre, lo hemos tenido. Este tipo nos va a atrapar". �l dijo: "Ahora miren, no tengan miedo de que me voy a vengar de ustedes. S� que ustedes lo hicieron para mal, pero Dios lo hizo para bien". Y muy a menudo Dios tomar� esas malas intenciones de Satan�s y las cambiar� para bien.

Mira, �l siempre le da la vuelta a las tornas y uno pensar�a que se desanimar�a despu�s de un tiempo. Sigue esta trama y piensa: "Aj�, lo tengo todo preparado". Y luego voltear, Dios cambia las tornas, y en lugar de salir arriba, sale abajo.
Am�n, decidido a destruir a los jud�os, se iba a deshacer de ellos de una vez por todas. Y despu�s de esta experiencia mortificante donde el mismo hombre que provoc� toda su ira contra los jud�os, fue obligado por el Rey a darle un puesto de honor.

Tuvo que pasar por las calles delante de �l en un carro y decir: "Este es el hombre que el Rey quiere honrar". Oh, c�mo el Se�or le da la vuelta al viejo Am�n. Y entonces, construy� la horca, de noventa pies de alto para que toda la ciudad pudiera ver a Mardoqueo colgado, quiero decir, iba a matar a todos los jud�os, pero tengo un lugar especial para este Mardoqueo. Dejar� que se columpie en una horca de noventa pies donde todos lo vean.

Y lo colgaron en su propia horca; tan a menudo sucede de esa manera.
Satan�s, llevando a Jes�s a la cruz, levantando al pueblo contra �l, pero fue en la cruz donde Jes�s lo derrot�. Porque la ley ten�a un derecho sobre nosotros porque hab�amos violado la ley y, por lo tanto, ten�amos que morir. Satan�s ten�a derecho sobre nosotros porque hab�amos servido a Satan�s, y la paga de servir a Satan�s es la muerte, pero Jes�s nos redimi� de la maldici�n de la ley.

�l nos redimi� del poder de Satan�s. �l nos compr�. �D�nde? Al cruce. All� pag� el precio, porque muri� en nuestro lugar. Y as�, despoj� a los principados y potestades. �l triunf� sobre ellos all� en la cruz. La cruz es la exhibici�n abierta de la victoria de Jes�s.

Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a d�as de fiesta, luna nueva o d�as de reposo ( Colosenses 2:16 ):

Ahora, estas eran todas las cosas bajo la ley. No deb�an comer cierto tipo de carnes. Deb�an preparar la carne de formas especiales que com�an. Ten�an ciertos d�as santos. Ten�an el s�bado de las lunas nuevas. Y luego ten�an los d�as de reposo. Y Pablo est� diciendo: "No dejen que nadie los juzgue en estas cosas". Ya no se aplican a m� en mi relaci�n con Dios. Mi relaci�n con Dios no mejora por mantener una dieta particular.

No puedo hacerme m�s justo por medio de la dieta. "Oh, �comes cerdo? Oh, qu� verg�enza. Yo nunca comer�a cerdo". Y como si eso me hiciera m�s justo, ya ves. Entonces, hoy en d�a encontramos personas que nos juzgan en la comida o en la bebida, o con respecto a un d�a santo o d�as de reposo.
Ahora, estos d�as santos, estos d�as de reposo, estas ofrendas que se hicieron, todo era una sombra de las cosas por venir. No eran la realidad.

Eran solo una sombra. Estaban presagiando cosas por venir. La sustancia real es Jes�s, el cuerpo; la sustancia es de Cristo. Estas cosas s�lo presagiaron. Entonces, el d�a de reposo fue solo un presagio del descanso que tenemos en Jesucristo. �l es nuestro S�bado; �l es nuestro descanso. As� que realmente no importa si nos reunimos el domingo, el primer d�a de la semana para adorarlo o si nos reunimos un s�bado para adorarlo, sin importancia.

La idea del d�a de reposo era mostrar el descanso de Dios para su pueblo, pero eso era solo el presagio del descanso real que tenemos en ya trav�s de Jesucristo. Entonces, todas estas cosas dentro de la ley solo presagiaron lo que Jes�s logr�. Y es importante que estudiemos la ley solo para comprender completamente lo que Jes�s ha hecho por nosotros en Su sacrificio por nuestros pecados.

Nadie os prive de vuestra recompensa en una humildad voluntaria en la adoraci�n de los �ngeles, inmiscuy�ndose en cosas que no ha visto, vanamente hinchado por su mente carnal ( Colosenses 2:18 ),

Ahora, hay quienes dir�an: "Bueno, ahora, no quieres molestar a Dios con todas tus peque�as cosas. O puede que Dios no est� interesado en escucharte, as� que podr�a ser sabio... Existe esta particular santo que viv�a en esta �rea, y ser�a m�s sabio si le oraras para que intercediera por ti. Porque seguramente Dios lo ama. Era un hombre tan santo, y Dios lo ama, y ??lo escuchar�. oras al santo y haces que el santo interceda, porque realmente no deber�as venir a Dios con eso t� mismo.

Ya sabes, est�s un poco fuera, as� que busca a alguien que est� dentro y d�jalo interceder por ti". Que nadie te seduzca de la recompensa en humildad voluntaria, la adoraci�n de �ngeles o la santos, ya que se entrometen en las cosas que no han visto, todo es parte de la vanidad de una mente hinchada.

Y no asirse de la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios ( Colosenses 2:19 ).

Cada uno de nosotros podemos aferrarnos a Jesucristo y recibir nuestra fuerza y ??nuestro alimento directamente de �l. �Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre� ( 1 Timoteo 2:5 ). Y Mar�a no puede mediar por vosotros, ni ninguno de los santos puede mediar por vosotros. Ninguno de los �ngeles puede mediar por ti.

Un Dios y un mediador, y Jesucristo es ese mediador. Jes�s dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie puede venir al Padre sino por m�" ( Juan 14:6 ). No puedes venir al Padre a trav�s de los santos. Y claro, das un paso m�s: ve a Mar�a a hablar con su hijo para hablar con su padre. Pero sepa que puede venir directamente al Padre a trav�s de Jesucristo, quien es nuestro mediador.

�Acerqu�monos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para recibir misericordia en el momento de necesidad� ( Hebreos 4:16 ). No tengo que pasar por una cadena de mando. Jes�s ha abierto la puerta directamente al trono de Dios para ti y para m�. Nos hemos convertido en hijos de Dios. Y una cosa acerca de los ni�os, siempre tienen acceso al Padre.

Interesante, ya sabes, debido a nuestro horario no es f�cil ver a todo el mundo. Y muchas veces la gente viene y estamos tan llenos de trabajo que es dif�cil tomarse el tiempo para verlos, pero ya sabes, hay ni�os peque�os por aqu� que vienen y llaman a la puerta y dicen: "Abuelo". !" E inmediatamente se abre la puerta y siempre hay, al parecer, tiempo. Tienen acceso debido a la relaci�n.

Y eso es lo bueno de Dios, tu relaci�n, siempre hay acceso. La puerta siempre est� abierta. Puedes venir siempre. Entonces, esta es una falsa humildad. No dejes que nadie te enga�e en cuanto a las ventajas de la misma. No hay ventajas para ello.

Por tanto, si hab�is muerto con Cristo desde los rudimentos del mundo, �por qu�, como si vivierais en el mundo, est�is sujetos a las ordenanzas (no toqu�is, no gust�is, no manipul�is, las cuales todas han de perecer con el uso);) despu�s los mandamientos y las doctrinas de los hombres? ( Colosenses 2:20-22 )

Ahora bien, esta vida de ascetismo que los gn�sticos vivieron como si los hiciera m�s espirituales. Ya sabes, si realmente quieres ser espiritual, entonces ser� mejor que busques un peque�o cub�culo de ocho por ocho y te encierres, y dejes fuera al mundo, y simplemente te sientes all� y leas tu Biblia todo el d�a y cantes himnos a Dios. , y vivir dentro de ese cub�culo. Oh, entonces ser�s muy santo y muy justo. No.

Estas cosas pueden... Ayunar todo el tiempo. �No comas esto! �No comas eso! �No toques esto! �No toques eso!
Estos pueden mostrar cierta sabidur�a en la disciplina del cuerpo y en la humildad a medida que disciplinas o descuidas el cuerpo. Pero en realidad, no honran a Dios sino que solo glorifican la carne o satisfacen la carne. En otras palabras, mi carne podr�a estar muy satisfecha en un ayuno de treinta d�as, que ahora realmente he demostrado que tengo dominio sobre mi cuerpo y todo, pero realmente, entonces me estoy gloriando en lo que he hecho y no lo hace. Realmente honr� a Dios. Quiz�s algo de sabidur�a en la disciplina, pero solo trae satisfacci�n a la carne; no honra a Dios. "

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Colossians 2". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/colossians-2.html. 2014.