Bible Commentaries
Colosenses 3

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-25

Por lo que entonces,

Si, pues, hab�is resucitado con Cristo [Si hab�is resucitado con Cristo... volviendo a ser sepultados con Cristo en el bautismo, ahora resucitados con �l], buscad las cosas de arriba, donde est� Cristo sentado a la diestra de Dios ( Colosenses 3:1 ).

No est�s realmente atado a estas cosas del mundo, los rudimentos del mundo. No est�s bajo las leyes: no toques, no manejes, no pruebes. Has resucitado con Cristo. Est�s viviendo en una nueva dimensi�n de la vida, la dimensi�n espiritual de la vida. Y deb�is buscar aquellas cosas que est�n arriba, donde Cristo est� sentado a la diestra de Dios.

Pon tu afecto en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque est�is muertos, y vuestra vida est� escondida con Cristo en Dios ( Colosenses 3:2-3 ).

Ahora, nuevamente, mi vida es el reflejo de lo que soy y lo que creo. Y no significa que Pablo les est� dando a estas personas una licencia para vivir seg�n la carne. No significa que est� diciendo que no importa c�mo vivas. Lo que est� diciendo, que estas no son las cosas que te hacen justo. Y no deber�as vivir en una relaci�n negativa con Dios bajo la ley; debes estar viviendo una relaci�n positiva con Dios, buscando las cosas que son espirituales, buscando y persiguiendo las cosas de arriba.

Poniendo vuestros afectos en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque realmente est�s muerto para ellos, y ese es el principio que est� ense�ando. He sido crucificado con Cristo, por tanto, estoy muerto a la carne ya las cosas de la carne ya la vida de la carne; No deber�a estar viviendo seg�n la carne. Porque est�s muerto y tu vida est� escondida con Cristo en Dios. Ah� es donde ahora estoy viviendo en Cristo, en Dios. Y,

Cuando Cristo, quien es nuestra vida, [Ahora, ven, esta es la clave aqu� mismo. �Puedes decir que Cristo es mi vida? Como dijo Pablo: "Para m� el vivir es Cristo", y me encanta esta poderosa declaraci�n]. Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros tambi�n ser�is manifestados con �l en gloria ( Colosenses 3:4 ).

Jes�s va a venir de nuevo como dijo con "las nubes del cielo... y gran gloria" ( Mateo 24:30 ). "He aqu� que viene... todo ojo le ver�" ( Apocalipsis 1:7 ). �Varones galileos, �por qu� est�is mirando al cielo? Este mismo Jes�s ha de venir otra vez� ( Hechos 1:11 ).

Y cuando Cristo, que es nuestra vida, se manifieste, nosotros seremos manifestados con �l en gloria. Oh, pero qu� importante que podamos decir: "Cristo, que es mi vida". Que mi vida est� tan completamente unida y centrada en Cristo que �l sea mi vida. Cristo que es mi vida. Me encanta.

Mortificad [o matad], pues, vuestros miembros que est�n sobre la tierra [es decir, los miembros de vuestro cuerpo, esos deseos corporales los matan]; fornicaci�n, inmundicia, pasiones desordenadas, malas concupiscencias y avaricia, que es idolatr�a: Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia ( Colosenses 3:5-6 ):

Ahora, mientras Pablo escribe a los Efesios, les dice casi las mismas cosas, que por estas cosas la ira de Dios viene sobre la tierra. Por lo tanto, no debemos ser culpables de estas cosas. "Sabed esto", dijo, "ning�n fornicario, ni inmundo, ni avaro que es id�latra tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os enga�e con palabras vanas, porque por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia" ( Efesios 5:5 ; Efesios 5:6 ).

Mientras escrib�a a los g�latas y enumeraba las obras de la carne, dijo: "Sabemos que los que hacen estas cosas no heredar�n el reino de los cielos" ( G�latas 5:21 ). En Romanos uno dice: "Porque la ira de Dios se revelar� contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad de Dios" ( Romanos 1:18 ).

Y luego, al dar esta larga lista de cosas, una lista paralela aqu�, dijo que "los que hacen tales cosas son dignos de muerte" ( Romanos 1:32 ).

As� que no te dejes enga�ar; no dejes que los hombres te enga�en. No pod�is vivir seg�n vuestra carne y heredar el reino de Dios. El mismo hecho de que he aceptado a Jesucristo, todo el concepto es que he renunciado a la vida de la carne. Estoy muerto a la carne para poder estar vivo para Dios en Cristo, viviendo seg�n el Esp�ritu. Y si sigo viviendo seg�n mi carne, no s�lo se niega el ritual del bautismo, sino que tambi�n se niega todo lo que yo pueda decir.

Juan dijo: �Si alguno dice que ama a Dios y odia a su hermano, es mentiroso� ( Juan 4:20 ). �La verdad no est� en �l� ( Juan 2:4 ). Si un hombre dice que permanece en Cristo, entonces debe andar como anduvo Cristo. En otras palabras, no es lo que dices lo que realmente cuenta; es c�mo est�s caminando lo que cuenta.

Entonces, �est�s caminando seg�n el Esp�ritu? �Has renunciado a estas cosas ocultas del mundo? �Has mortificado las obras de la carne? Porque no os enga��is, si viv�s seg�n la carne, no sois herederos del reino de Dios. Es un reino espiritual para aquellos que est�n viviendo y caminando en el Esp�ritu, sin importar lo que digas o afirmes que es as�. Los que hacen tales cosas no heredar�n el reino de Dios.

Y as� enumera estas cosas y dice: "Mira, la ira de Dios viene sobre la tierra por causa de estas cosas. No presum�is de la gracia de Dios". Los hijos de Israel cometieron un tr�gico error al pensar: "Bueno, somos el pueblo escogido de Dios y podemos vivir como las naciones que nos rodean". no puedes Deben vivir como pueblo de Dios. Mortificad, pues, las cosas de la carne,

en las cuales tambi�n anduvisteis vosotros en otro tiempo, cuando en ellas viv�ais. Mas ahora tambi�n vosotros despojaos de todo esto; [no solo estos pecados m�s manifiestos de la carne, sino tambi�n quitadlos, quitad] la ira, la ira, la malicia, la blasfemia, las palabras obscenas de vuestra boca. No mint�is los unos a los otros, habi�ndoos despojado del hombre viejo con sus obras; y revest�os del hombre nuevo, que se renueva en el conocimiento seg�n la imagen del que lo cre� ( Colosenses 3:7-10 ):

Entonces debemos ser como dice Juan, andando como anduvo Jes�s. �l es nuestro ejemplo; �l es la imagen a la que el Esp�ritu de Dios est� tratando de conformar nuestras vidas. As� que desp�jense del viejo y v�stanse del nuevo.

Donde no hay griego ni jud�o, circuncisi�n ni incircuncisi�n, b�rbaro ni escita, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos ( Colosenses 3:11 ).

No tenemos distinciones en Jesucristo, religiosas, �tnicas o lo que sea; Cristo es todo. �l es todo, y �l est� en todo. No hay ricos ni pobres, no hay clases privilegiadas y especiales; somos todos uno.

Vest�os, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, [ahora, vest�os de Jesucristo, despojaos de estas cosas, quitaos la ira, la ira y la malicia y vest�os en cambio] entra�as de misericordia, bondad, humildad de mente, mansedumbre, longanimidad; soport�ndoos unos a otros, y perdon�ndoos unos a otros, y si alguno tuviere pleito contra otro, as� como Cristo os perdon�, as� tambi�n hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vest�os de caridad [amor], que es el v�nculo de la perfecci�n [totalidad] ( Colosenses 3:12-14 ).

Entonces, no solo debo despojarme de las obras de la carne, la vida anterior, sino que debo vestirme de Jesucristo, viviendo seg�n �l.

Y reine en vuestros corazones la paz de Dios, a la cual tambi�n sois llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos ( Colosenses 3:15 ).

Entonces, estamos llamados a la acci�n de gracias; estamos llamados a la paz de Dios. Y luego, el verso diecis�is:

Que la palabra de Cristo habite en vosotros ricamente en toda sabidur�a; [Y es por eso que estamos aqu� esta noche. Para que la palabra de Cristo more ricamente en nuestros corazones. Para que podamos ense�arnos y amonestarnos unos a otros.] ense��ndonos y amonest�ndonos unos a otros con salmos e himnos y c�nticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones al Se�or. Y todo lo que hac�is, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Se�or Jes�s, dando gracias a Dios y Padre por medio de �l. Casadas, som�tanse a sus propios maridos, como conviene en el Se�or ( Colosenses 3:16-18 ).

Ahora, como hab�amos mencionado cuando repas�bamos Efesios, Dios dio reglas muy simples para el matrimonio. Dos reglas: una para la esposa, otra para el esposo. Y si seguimos estas reglas podemos tener un matrimonio muy feliz y una relaci�n feliz. Pero si violamos estas reglas, traeremos miseria a nuestro matrimonio. La regla para la esposa: som�tete a tu propio marido. Al marido: ama a tu mujer, no seas amargo con ella.

As� que el esposo debe amar a su esposa como Cristo am� a la iglesia. La esposa debe someterse al esposo. Estos dos est�n unidos. Dios sabe que la mayor necesidad que tiene la mujer es saberse amada, que es amada supremamente. Cuando ella sabe que es amada supremamente, est� segura y siente esa seguridad, y por lo tanto todo lo que hace mi hombre est� bien. Entonces le resulta f�cil someterse a �l, porque sabe que �l la ama supremamente.

Y como ella dice: "Bueno, cari�o, lo que quieras". Dios sabe que la mayor necesidad que tiene un hombre es ser macho, sentir que tiene el control. Y desafiar eso es enfrentar problemas. Pero jugar a eso es abrir la puerta a todo tipo de demostraciones de amor. "Oh, mi dulce coraz�n. Hombre, �qu� puedo hacer por ella hoy? Es una mu�eca. Conf�a en mi juicio, conf�a en mi sabidur�a. �C�mo puedo mostrarle cu�nto la aprecio y la amo?" Entonces, cuando la esposa se somete, al esposo le resulta f�cil mostrar su amor.

Mientras ella se rebela, �l tiene que demostrar que es macho. "No te necesito, no necesito a nadie. Soy capaz de manejar. Soy macho. Puedo hacer lo que quiero". Y as� se vuelve fr�o. Y a medida que �l se enfr�a, ella se siente a�n m�s insegura y tiene que desafiar a�n m�s. "�Este asqueroso! No s� si me ama o no. Creo que lo que quiere hacer es una estupidez. Tenemos que perderlo todo, y luego se ir�.

S� que lo es, porque no s� si me ama o no". As� que sientes que tienes que desafiarlo todo. "�Est�s seguro? �Realmente sabes lo que est�s haciendo?" Macho, "S� lo que estoy haciendo. D�jame en paz". Se enfr�a.
Dos reglas: las esposas se someten, los esposos aman. Entonces tienes una relaci�n feliz. Porque la esposa siente el amor y la seguridad y sabe: "Oye, �l es mi hombre". Y el esposo, se siente tan macho, "Oye, ella es mi peque�a chica; ella est� confiando en m� para hacer lo correcto.

"Y es hermoso. Es el cielo en la tierra. Simple, �no? "Bueno", dice usted, "y ser�a simple si mi esposo realmente supiera lo que est� haciendo". Pero ella dice: "Ser�a simple". si realmente me amaba, como Jes�s amaba a la iglesia". Ahora,

Hijitos, obedeced en todo a vuestros padres, porque esto agrada mucho al Se�or ( Colosenses 3:20 ).

Cuando est�bamos leyendo Efesios, dijo: "Obedeced en el Se�or a vuestros padres, porque esto es justo". Y reconocemos que la m�xima autoridad en nuestra vida es Dios. Y nosotros, la presunci�n aqu�, es que los padres son cristianos y est�n buscando el bienestar espiritual del ni�o. Si los padres no son cristianos y exigen que el ni�o haga algo que ser�a una violaci�n, si es consciente ante Dios, entonces debemos obedecer a Dios antes que al hombre. Pero suponiendo que los padres amen al Se�or y teng�is un hogar cristiano, hijos, obedeced a vuestros padres en todo; esto es muy agradable al Se�or.

Padres, no provoqu�is a ira a vuestros hijos, para que no se desalienten ( Colosenses 3:21 ).

Y, para enfadar, no est� en el texto original. Notar�s que est� en cursiva. Es simplemente: "Padres, no provoqu�is a vuestros hijos, para que no se desalienten". Es f�cil desanimar al ni�o con demandas irrazonables. �No es interesante c�mo queremos asegurarnos de que nuestros hijos no cometan los mismos errores que cometimos nosotros? C�mo queremos que sean mejores de lo que �ramos nosotros. No queremos que pierdan el tiempo y obtengan calificaciones mediocres en la escuela.

Queremos que obtengan todas A's. Y a veces, somos culpables de empujar a nuestros hijos con demandas irrazonables, y lo que s� provoca es el des�nimo de su parte. Aseg�rese de que no les hagamos demandas irrazonables, quit�ndoles su humanidad, causando des�nimo. As� que no provoqu�is a vuestros hijos para que se desanimen. En realidad, he visto algo que creo que es un mal terrible.

Y es que, he visto a padres a veces molestar a sus peque�os beb�s hasta que el beb� grita de frustraci�n. "Toma, �quieres este dulce? Ja, ja. Aqu� el dulce, ja, ja, ja, ja". Y siguen molestando al ni�o, alej�ndolo hasta que el ni�o simplemente pierde el control y grita, y luego, �no es tan gracioso?, y luego les entrega los dulces. No hagas eso. No provoques a tus hijos. Eso no es una cosa sabia que hacer. No les est�s ense�ando cuando haces cosas as�.

Siervos [o empleados], obedeced en todo a vuestros amos [jefes] seg�n la carne; no sirviendo al ojo, como los que complacen a los hombres; sino con sencillez de coraz�n, temerosos de Dios: Y todo lo que hag�is, hacedlo de coraz�n, como para el Se�or, y no para los hombres ( Colosenses 3:22-23 );

Oh, que pudieras tener empleados as�, que est�n haciendo las cosas como para el Se�or. Lo hacen de todo coraz�n; lo hacen con alegr�a. Lo hacen con un gran esp�ritu. No para complacer a los hombres, "Oh, viene el jefe. Parece ocupado". Pero haci�ndolo como para el Se�or,

sabiendo que del Se�or recibir�is la recompensa de la herencia, porque serv�s [eres siervo de] Cristo el Se�or ( Colosenses 3:24 ).

Ahora, puede que te ganes la vida trabajando all� en esa oficina, o f�brica, o donde sea. Eso puede ser poner pan en la mesa, pero tu vida realmente est� ligada a Jesucristo. Eres Su sirviente. Est�s llamado a servirle. Ahora te ganas la vida aqu�. Pero, incluso al ganarse la vida, si hace las cosas de coraz�n como para el Se�or, se le abrir�n muchas oportunidades para testificar.

La gente dir�: "�C�mo es que el lunes puedes estar tan feliz? Est�s silbando. Hombre, me duele tanto la cabeza que apenas puedo ver. Pareces tener una actitud tan buena. Chico, si �l te hubiera dicho me dijo eso, realmente hubiera dicho: 'Oye, toma este trabajo, hombre y c�brelo'. Ten�as una actitud tan buena. Y simplemente seguiste adelante y lo hiciste. �C�mo es? Oye, abre tantas oportunidades para testificar por ti. Hazlo como para el Se�or, eres siervo del Se�or. �l est� mirando.

Mas el que hiciere mal, recibir� por el mal que hiciere; y no hay acepci�n de personas ( Colosenses 3:25 ).

"

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Colossians 3". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/colossians-3.html. 2014.