Bible Commentaries
Deuteronomio 11

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-32

En el cap�tulo once contin�a sus advertencias para ellos, ya que est�n a punto de entrar en la tierra. Y les vuelve a recordar los milagros que Dios hizo por ellos al sacarlos de Egipto. C�mo despoj� al Fara�n y a toda su tierra, c�mo destruy� los ej�rcitos de Egipto all� en el Mar Rojo, y c�mo los cuid�, los nutri�, los guard�, los preserv� por todo el desierto hasta este momento y qu� lo hizo con los que se rebelaron contra ellos. Dat�n y Abiram, c�mo se abri� la tierra y se los trag�.

Tus ojos han visto todas las grandes obras del Se�or que hizo. [Has visto la obra de Dios.] Por tanto, debes guardar todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, s� fuerte, entra y posee la tierra; para que os prolonguen vuestros d�as sobre la tierra que Jehov� jur� a vuestros padres que les dar�a, tierra que fluye leche y miel. La tierra adonde vas a poseer, no es la tierra de Egipto, de donde saliste, donde sembraste tu semilla, y tuviste que regarla con tu pie, como un huerto de hortaliza: Pero es una tierra, donde t� llover� lo suficiente, [Donde habr� muchos arroyos y riachuelos y dem�s.

] beber agua la lluvia del cielo. La tierra que cuida tu SE�OR ( Deuteronomio 11:7-12 )

Y esto me encanta. Este lugar particular de la tierra es la tierra que el Se�or cuida.

Y los ojos de Jehov� tu Dios est�n siempre sobre ella ( Deuteronomio 11:12 ).

Siempre me gusta pensar en esta escritura cuando estoy en Israel. Oye, estoy justo en el �rea donde Dios siempre est� mirando. Los ojos del Se�or est�n siempre sobre este lugar particular de la tierra. Es una tierra que Dios cuida.
Ahora, realmente no es la tierra m�s hermosa del mundo. He estado en muchos lugares que creo que son m�s hermosos que Israel en cuanto a belleza f�sica. Realmente, el estado de California, te levantas en las altas Sierras alrededor de Yosemite y todo y tienes bellezas que no tienen paralelo en cuanto a... no hay nada en Israel que se compare con esas cosas.

Sin embargo, es una tierra que Dios se hab�a propuesto para cumplir Su plan de redenci�n para la humanidad y, por lo tanto, era una tierra que Dios estaba interesada. Es una tierra que �l cuida porque en esta tierra iba a nacer Su hijo. En esta tierra Su Hijo iba a caminar. En esta tierra Su Hijo iba a morir. Y as�, Dios estaba interesado en esta tierra. Sus ojos estaban siempre sobre �l.

Desde el comienzo del a�o hasta el final del a�o. Y acontecer� que si oyeres atentamente mis mandamientos que te ordeno hoy, de amar a Jehov� tu Dios, de servirle con todo tu coraz�n y con toda tu alma, entonces Dios te dar� lluvia en su debido tiempo, la primera y la tard�a lluvia, para que pod�is recoger vuestro grano, y vuestro mosto, y vuestro aceite. Y enviar� hierba en los campos para tu ganado, para que comas y te sacies ( Deuteronomio 11:12-15 ).

Entonces, cuando entres, mientras ames a Dios y sirvas a Dios, Dios te bendecir�. La tierra ser� bendecida. Tendr�s lluvia en su tiempo, lluvia temprana y lluvia tard�a. Tendr�s hierba verde en el campo para tu ganado. Tendr�s buenas cosechas. Un requisito, simplemente amar a Dios y servir a Dios con todo tu coraz�n, con toda tu alma.

Pero mirad que vuestro coraz�n no sea enga�ado, y os desvi�is y sirv�is a dioses ajenos, y los ador�is; Y entonces la ira de Jehov� se encender� contra vosotros, y cerrar� los cielos, y no habr� lluvia, y la tierra no dar� su fruto; no sea que perezc�is pronto de la buena tierra que os da el SE�OR. Guarda, pues, estas palabras en tu coraz�n y en tu alma, �talas como una se�al en tu mano, para que sean como frontales entre tus ojos ( Deuteronomio 11:16-18 ).

En otras palabras, recuerda esto. Ahora lo interesante, de nuevo puedes entrar en un ritual pero puedes olvidar los significados en el ritual. Y todav�a pasan por el ritual de atar sus filacterias. Pasan por el ritual de atarse la ley en la mano, atarse la cajita con la ley en la frente, las masajistas en la puerta y besar a las masajistas. Pasan por todo el ritual, pero eso es todo, es un ritual.

No hay un verdadero servicio a Dios y amor a Dios con todo el coraz�n y el alma. El ritual ha sustituido eso. Y debemos tener cuidado de no permitir que un ritual sustituya a la realidad. Es un enga�o. Se les advirti� que no deb�an dejarse enga�ar e ir a adorar a otros dioses. Aunque lleg� la advertencia, no hicieron caso de la advertencia y, por lo tanto, incluso cuando Dios pronunci� los juicios que vendr�an, vinieron porque la palabra de Dios es verdadera.

Ens��aselas a tus hijos, h�blales cuando est�s sentado a la mesa, cuando est�s acostado en la habitaci�n por la noche, cuando est�s caminando con ellos en el camino. Escr�belas en los postes de tu casa, y en tus puertas ( Deuteronomio 11:19-20 ):

Creo que es genial tener lemas en la casa; escrituras pegadas en las paredes. Para vosotras, se�oras, en vuestros espejos pod�is tener la escritura "Enga�osa es la gracia, vana es la hermosura, mas la mujer que teme a Jehov�, �sa ser� alabada" ( Proverbios 31:30 ). Que alrededor de la casa tengamos la palabra de Dios. Dios est� diciendo: "Mira, ponlo por todos lados. Escr�belo ah�". Este es un buen grafiti.

Tenemos un compa�ero en nuestra iglesia que dise�a marcapasos y ha dise�ado algunos de los marcapasos m�s sofisticados que existen en toda la industria. Peque�as computadoras del tama�o de una moneda de veinticinco centavos que se pueden implantar debajo de la piel y permanecen operativas durante veinte a�os.
Y la otra noche me trajo las hojas de dise�o grandes para este nuevo marcapasos computarizado que ser� del tama�o de una moneda de veinticinco centavos y las estaba disponiendo en mi oficina y me mostr� estas hojas de dise�o grandes.

Toman fotograf�as de estas grandes hojas de dise�o y las colocan en estos peque�os chips de silicona y todo. Y luego, bueno, colocan los chips uno encima del otro y solo tienes una computadora en miniatura del tama�o de una moneda de veinticinco centavos. Supervisar� constantemente los latidos de su coraz�n y tan pronto como los latidos de su coraz�n caigan por debajo de cincuenta y siete o cincuenta y seis o donde el m�dico quiera configurarlo, entonces esta peque�a computadora cuando est� monitoreando su coraz�n, cuando cae por debajo de eso, se activa y comienza a lanzar una carga el�ctrica a su coraz�n para mantener el ritmo al nivel que el m�dico quiera.

Una vez implantado, tiene un peque�o sistema en el que el m�dico puede simplemente con un im�n cambiar una computadora desde el exterior. Y es una cosita muy sofisticada.
Pero me estaba mostrando estas hojas de dise�o con todos los peque�os dise�os de circuitos dentro. Pero dentro de todos los dise�os de circuitos tiene n�meros romanos nueve y diez. �Porque si confesares con mi boca que Jes�s es el Se�or, y creyeres en tu coraz�n que Dios le levant� de los muertos, ser�s salvo.

Maranatha palomas, peces, Juan 3:16 y toda clase de escrituras. "Jes�s es amor y Dios te ama" y todo, todo esto est� impreso en estos peque�os microchips en miniatura para la computadora. Toma un microscopio electr�nico para verlos, pero dice: "Supongo que cualquiera que tenga uno de estos marcapasos tendr� la palabra de Dios escondida en su coraz�n". Hombre, acabo de tener ataques en la oficina cuando estaba mirando esos. Me encanta. Me encanta ese tipo de cosas. De repente, el tipo se vuelve bueno y no sabe por qu�.

As� que pon estas palabras en tu coraz�n, dice, y en tu alma. P�ngalos alrededor del lugar para que puedan ser recordatorios para usted y sus hijos de caminar en pos del Se�or. Fue el Se�or quien te dio la tierra y si le sirves y le amas te quedar�s y seguir�s en la tierra. Pero si lo abandonas, ser�s expulsado de la tierra.

Porque si guardareis diligentemente todos estos mandamientos [vers�culo veintid�s] que yo os mando, y los hiciereis, amando a Jehov� vuestro Dios, andando en sus caminos, sigui�ndole a �l; Entonces el SE�OR echar� de delante de vosotros a todas las naciones, y poseer�is naciones mayores y m�s poderosas que vosotros. Todo lugar que pisare la planta de vuestros pies ser� vuestro: desde el desierto y el L�bano, desde el r�o, hasta el r�o �ufrates, hasta el mar m�s lejano ser� vuestro t�rmino ( Deuteronomio 11:22-24 ).

En realidad, nunca conquistaron todo lo que Dios les hab�a dado. Nunca poseyeron todo lo que era suyo por decreto divino de Dios. Creo que hay un desafortunado paralelo en nuestra vida. No creo que alguna vez poseamos todo lo que Dios tiene para nosotros o todo lo que Dios har�a por nosotros. Est� all�, todo lo que tenemos que hacer por fe es entrar y reclamarlo y tomarlo y, sin embargo, todos nosotros estamos destituidos de la gloria de Dios: lo que Dios har�a por nosotros si tan solo intervini�ramos y tom�ramos.

Es tr�gico que cuando las fronteras fueron tan ampliadas por Dios y todo lo que tienes que hacer es poseerlo, no pudieron poseer todo lo que Dios les hab�a dado, as� como es tr�gico que a menudo no podamos poseer todo lo que Dios ha dado. Ahora bien, muchas veces dejamos de poseer por diferentes razones: limitaciones intelectuales, restricciones que le hemos puesto a Dios por nuestras presuposiciones. Tantas razones por las que no logramos entrar en la plenitud que Dios tiene para nuestras vidas.

No habr� nadie que te pueda hacer frente: porque Dios va a estar contigo. [Pero �l dijo:] He aqu�, pongo hoy delante de vosotros una bendici�n y una maldici�n; Bendici�n, si obedeces los mandamientos de Jehov�: Maldici�n, si no obedeces ( Deuteronomio 11:25-28 )

Siempre es as�. Dios pone delante de vosotros la bendici�n y la maldici�n; Es tu elecci�n. Puedes elegir el camino de la bendici�n de Dios en tu vida; puedes elegir el camino que te llevar� a la maldici�n de Dios sobre tu vida. Ahora, no es que Dios te maldiga, es que la maldici�n ya est� sobre esa forma de vida. Dios te est� advirtiendo que esa forma de vida ya tiene una maldici�n sobre ella.
Ahora, si usted est� constantemente advirtiendo a una persona que el camino que est� tomando lo lleva a un pozo de arenas movedizas y, mientras avanza por el camino, todos los que se encuentra le dicen: "Oh, tenga cuidado en el camino porque hay un pozo de arenas movedizas.

No puedes pasarlo" y el tipo sigue su camino. Y cuando llega all�, alguien dice: "Oye, ten cuidado, no salgas por ah� que son arenas movedizas. Te perder�s, lo sabes, lo absorber�s". Pero �l ignora todas las advertencias, contin�a por ese camino y se atasca en las arenas movedizas y queda atrapado en ellas y se hunde. Y mientras se hunde, maldice a todas las personas que encontr� en el camino por no detenerlo.

�Est� bien? Por supuesto que no lo es. Le advirtieron ad�nde conduc�a el camino. Ahora mira, Dios te ha advertido a d�nde te lleva tu camino. Si lo desobedeces, si te rebelas contra �l, Dios dijo: "Oye, ese camino lleva a la destrucci�n". Y �l te advierte todo el camino a lo largo del camino.
Ahora bien, si vas a la destrucci�n no es que Dios te haya enviado all�. Es que deliberadamente fuiste all� en contra de todos los esfuerzos de Dios para evitar que llegaras all�.

En realidad, Jesucristo, en cierto sentido, se ha acostado ante la puerta del infierno y tienes que cruzar Su cuerpo para llegar all�. Tienes que pisotear al Hijo de Dios y considerar la sangre de Su pacto con la cual �l fue santificado como algo profano para ir al infierno. �l ha hecho todo lo posible para detenerte, interponi�ndose en tu camino, haci�ndote pasar por encima de �l para llegar all�. Y si termina all�, seguramente no puede culpar a Dios o no puede culpar a Jes�s. Solo puedes culpar a tu propia rebeli�n obstinada contra Dios. Porque Dios hizo todo lo que pudo, excepto la violaci�n de tu voluntad, para impedir que te fueras.

He puesto delante de ti una bendici�n y una maldici�n; Bendici�n, si obedeces... : Maldici�n, si no obedeces... Cuando entres en la tierra, pon estas bendiciones las bendiciones sobre el monte Gerizim, la maldici�n sobre el monte Ebal ( Deuteronomio 11:26-29 ).

Ahora, cuando entras en la tierra, en medio de la tierra, el �rea donde Abraham vino por primera vez, el lugar donde Jacob habit� durante tal tiempo, cav� un pozo; all� mismo en el �rea de Siquem, en el lado sur est� el monte Gerizim, en el lado norte est� el monte Ebal. Y cuando entraran en la tierra, algunos de los hombres deb�an subir a la cima del monte Gerizim y deb�an gritar a la gente que estaba en este valle entre estas dos monta�as, gritarles las bendiciones de la tierra y la condiciones de las bendiciones.


Y mientras estos hombres gritaban, "Benditos sean ustedes en los campos", la gente dice, "Am�n". "Y en vuestras ciudades" "Am�n" y gritaban estas bendiciones. Pero en el Monte Ebal hab�a otro grupo de tipos que gritaban las maldiciones que les caer�an si desobedec�an. Entonces, sobre Gerizim se coloc� la bendici�n y ellos gritar�an a la gente en el valle, la gente consentir�a "Am�n, Am�n".

Y desde Ebal se pronunciaron las maldiciones y nuevamente el consentido "S�, as� es. As� es, am�n, am�n. As� sea". As� que eso debe haber sido toda una experiencia.
Estuve en Yosemite cuando era ni�o y sol�an tener las cascadas de fuego y, ya sabes, en la cima de Glacier Point, los muchachos simplemente dec�an: "�Est�s listo, campamento Curry?", y la voz escuchar�as en Simi Valley y el tipo de abajo gritar�a "Estamos listos Glacier Point.

Deja que caiga el fuego". Ya sabes, entonces ver�as las hermosas cascadas de fuego. Desafortunadamente no las tienen all�; eran absolutamente espectaculares.
Pero incluso cuando esos tipos estaban en la cima de Glacier Point y abajo en el valle pod�as escuchar sus voces, tambi�n lo fue en Israel. Debe haber sido una experiencia muy notable y conmovedora tener un mill�n de personas llenando este valle y este grupo de personas en la cima del monte Gerizim invocando sobre ellos las bendiciones de Dios si caminaran y obedecieran y guardaran los mandamientos de Dios, las cosas que Dios har�a por ellos. Y luego escuchar las advertencias de Dios del otro lado. Estaba destinado a quedar grabado en sus mentes para que no No lo olvides, pero lamentablemente lo olvidaron
" .

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Deuteronomy 11". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/deuteronomy-11.html. 2014.