Bible Commentaries
Deuteronomio 3

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-29

En el cap�tulo tres:

Y volvimos, y fuimos por el camino de Bas�n: a Og rey de Bas�n, que sali� contra nosotros, con todo su pueblo. Y el SE�OR me dijo: No le temas, porque a �l ya todo su pueblo y su tierra los entregar� en tus manos; y har�s con �l como hiciste con Seh�n rey de los amorreos, que habitaba en Hesb�n. Y el SE�OR nuestro Dios entreg� tambi�n en nuestras manos a Og, rey de Bas�n, y a todo su pueblo.

Y tomamos toda su ciudad, no hubo ciudad de ellos que no fuera tomada, unas sesenta ciudades. [Ahora se�ala,] Todas estas ciudades estaban cercadas con altos muros, puertas y barras; y adem�s de eso tomamos muchas ciudades sin murallas ( Deuteronomio 3:1-5 ).

En otras palabras, hab�an conquistado sesenta ciudades amuralladas de Basham. Ahora vas a entrar y tienes los informes y recuerdas que el informe que infundi� miedo en los corazones fue que hay ciudades con murallas altas y gigantes. Y eso fue precisamente lo que infundi� terror y temor en sus corazones, lo que destruy� su fe, hizo que se apartaran. As� que ahora Mois�s est� se�alando: "Mira, no es nada para Dios.

No tienes que preocuparte por las ciudades amuralladas. No tienes que preocuparte por los gigantes. Si Dios es por nosotros, �qui�n contra nosotros?�
Y Dios ha prometido ir delante de ustedes y expulsar a sus enemigos, y por lo tanto, estas cosas que causaron terror y temor en sus corazones que destruyeron su fe no necesitan cesar. Ud. ahora, entre. Y �l est� buscando edificar su fe en Dios. Avent�rense, dejen que Dios tenga una oportunidad de obrar. Y entonces �l tiene cuidado de se�alar que ya hab�an conquistado ciudades amuralladas en las �reas de los gigantes.
Y as� en el vers�culo once,

Porque s�lo qued� Og, rey de Bas�n, de los restos de los gigantes ( Deuteronomio 3:11 );

Og mismo era un gigante. Ten�a una cama de trece pies de largo (cama tama�o king) y unos seis pies de ancho. Era un tipo grande, necesitaba una cama grande. Fue el �ltimo de los gigantes en esa zona. Y Dios lo entreg� en tus manos. Y pose�steis su tierra, y fue dada a los rubenitas ya los gaditas. Y luego la otra �rea hacia el norte fue dada a Manas�s; claro hasta el monte Herm�n, toda esa �rea del Gol�n fue conquistada.
Y as�, les declara, vers�culo veintiuno,

Vuestros ojos han visto todo lo que Jehov� vuestro Dios ha hecho con estos dos reyes; y as� har� Jehov� con los reinos por donde pasar�is ( Deuteronomio 3:21 ).

Has visto lo que Dios puede hacer y lo que va a hacer en estos reyes donde vas a venir. No tengas miedo, no te detengas, no te rindas ahora.

No los tem�is, porque Jehov� vuestro Dios pelear� por vosotros. Y en aquel tiempo rogu� a Jehov�, diciendo: Se�or, t� has comenzado a mostrar tu grandeza a tu siervo, y tu mano poderosa; porque qu� Dios hay en el cielo o en la tierra, que pueda hacer seg�n tus obras, y seg�n tu poder? Y te ruego que me dejes pasar y ver la buena tierra que est� al otro lado del Jord�n, y los hermosos montes, y el L�bano ( Deuteronomio 3:22-25 ).

Oh Mois�s, aunque ten�a ciento veinte a�os estaba preparado para ello. "Se�or, vamos. Por favor, d�jame entrar. Te he visto, Se�or, que comienzas a eliminar a los enemigos. Oh, esto es emocionante, Se�or. Me encanta esto. Y Se�or, me encantar�a ver esa tierra. Quisiera ver las monta�as del L�bano. Quisiera ver esta tierra que prometiste. Se�or, �no me dejar�s entrar? Y Mois�s aqu� est� orando, pidi�ndole a Dios que le permita entrar.


Ahora, cuando hab�an venido al desierto y estaban necesitando agua, le hab�an dicho a Mois�s: "Danos agua para beber. Estamos pereciendo". Mois�s entr� ante el Se�or y dijo: "Se�or, esta gente est� lista para matarme, quieren agua". Y Dios dijo: "Sal y habla a la roca y saldr� agua". La primera vez Dios dijo "golpea la roca y saldr� agua". La segunda vez Dios dijo "h�blale a la roca".

Pero Mois�s se enoj� con el pueblo y sali� de la presencia del Se�or y dijo: "�Tengo que herir esta roca otra vez para daros agua?" Y tom� su vara y golpe� la roca y sali� agua. Pero Dios dijo: "Mois�s, ven aqu�, hijo. Mois�s, lo arruinaste. No me representaste adecuadamente ante ese pueblo.
Ahora, Mois�s era el representante de Dios y Dios no estaba enojado con ellos, pero Mois�s s�. Y Mois�s, como representante de Dios , represent� a Dios enojado con ellos y no represent� apropiadamente a Dios ante la gente.

Y Dios dijo: "Mois�s, eso es un grave error y porque no me has representado adecuadamente ante la gente, no puedes entrar a la tierra".
Dios quer�a grabar en la mente de estas personas la importancia de la obediencia, la importancia de que seamos representantes apropiados de �l. Porque t� eres el representante de Dios en el mundo de hoy. Jes�s dijo: "Vosotros sois mis testigos". Debes representar a Jes�s ante el mundo.

Ahora, la pregunta es: �Lo estamos representando adecuadamente? �Qu� conceptos obtienen las personas de Jes�s cuando nos miran? Como somos los representantes de Dios en el mundo de hoy, �qu� conceptos recibe la gente de Dios? �Realmente saben que a Dios le importa? �Saben realmente que Dios es amor? �C�mo represento a Dios? Muy importante que representemos adecuadamente a Dios. Y Dios est� enfatizando y tratando de enfatizar la importancia de que reconozcamos que somos Sus representantes y que lo representamos fiel y verazmente ante el mundo.


Mois�s fracas�. Representaba a Dios enojado. Dios no estaba enojado. Y entonces Dios dijo: "Mois�s, porque no me representaste ante el pueblo, no puedes entrar en la tierra". Ahora Mois�s ha visto algunos de los enemigos conquistados. Los ve comenzando a tomar la tierra; la adrenalina fluye, esto es emocionante. "Oh Se�or, por favor me encantar�a entrar y ver las monta�as del L�bano. Me gustar�a ver esos valles y los r�os y todo lo que hay all�. Se�or, me encantar�a ver la tierra. D�jame ir adentro, Se�or. Quiero verte, ya sabes, golpear a los enemigos all�. Quiero ver a la gente".
Y el Se�or dijo a Mois�s:

Que te baste; no me hables m�s de este asunto ( Deuteronomio 3:26 ).

Mois�s, no me hables de eso. no puedo ir
Ahora aqu� est� el caso donde Dios no respondi� afirmativamente a la oraci�n de Mois�s. Respondi� a la oraci�n, dijo que no. Y Dios siempre contesta las oraciones; a veces las respuestas son s�, a veces las respuestas son no. Pero este es el caso si la petici�n de Mois�s no fue concedida por Dios, para que Dios pudiera ense�ar a la naci�n la importancia de la obediencia.
Y en los a�os venideros, mientras las madres jud�as sosten�an a sus beb�s en sus regazos y les contaban las gloriosas historias de c�mo Dios us� a un hombre llamado Mois�s, quien de ni�o fue protegido por Dios y sacado de los juncos. por los pr�ncipes de la tierra de Egipto, cuando se orden� que todos los ni�os deb�an morir.

Y c�mo creci� en la corte del Fara�n y c�mo tom� la decisi�n de alinearse con el pueblo de Dios en lugar de disfrutar los placeres del pecado por una temporada. Y c�mo Dios trajo a trav�s de �l las plagas sobre los egipcios y despoj� a los egipcios y c�mo sac� al pueblo de Egipto y de su servidumbre. Y c�mo el Mar Rojo fue partido por la vara que �l levant� y c�mo Dios sac� agua de la pe�a.

Y entonces sus voces se callar�an. Y en voz baja dir�an que Dios no le permiti� a Mois�s cumplir el sue�o de su vida y entrar a la tierra porque no represent� a Dios apropiadamente. Desobedeci� a Dios en las aguas de la contienda, Meriba.
Y se convirti� en una lecci�n profundamente arraigada en la mente de la naci�n sobre la importancia de la obediencia a Dios; y as�, por el bien de una naci�n, Dios retuvo el deseo de un hombre. Dios dijo: "Mira, no me vuelvas a hablar de esto. La respuesta ha sido dada".

Pero manda a Josu�, an�malo y fortal�celo, porque �l pasar� delante de este pueblo, y �l les har� heredar la tierra que t� ver�s. As� que nos quedamos en el valle frente a Bet-peor ( Deuteronomio 3:28-29 ).

Entonces Dios le dijo a Mois�s que no puedes entrar, pero te dejar� subir a la cima del monte Pisga, y all� podr�s contemplar la tierra. Desde Pisgah basta con echar un vistazo a la tierra que promet�. Y luego encargas a Josu� y animas a Josu� y lo fortaleces porque �l guiar� a la gente
" .

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Deuteronomy 3". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/deuteronomy-3.html. 2014.