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Ezequiel 1

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-28

Volvamos ahora a la profec�a de Ezequiel.
Ezequiel dijo,

Aconteci� en el a�o treinta, en el mes cuarto, a los cinco d�as del mes ( Ezequiel 1:1 ),

As� que eso ser�a el cinco de julio. Ser�a probablemente el trig�simo a�o de la vida de Ezequiel, cuando ten�a treinta a�os.

estando �l entre los cautivos junto al r�o Quebar, que se abrieron los cielos, y vi visiones de Dios ( Ezequiel 1:1 ).

Ezequiel fue llevado a Babilonia en el segundo cautiverio en el momento en que Joaqu�n tambi�n fue llevado cautivo. Hubo tres ocasiones en que los ej�rcitos de Nabucodonosor vinieron contra Jerusal�n, llev�ndose cautivos a Babilonia. Daniel volvi� en el primer cautiverio. Ezequiel fue en el segundo cautiverio.
Ahora, b�sicamente Ezequiel estaba profetizando a los cautivos, y cuando comenz� su profec�a, Jerusal�n todav�a estaba en pie.

Ahora, hab�a falsos profetas en Babilonia que le dec�an a la gente: "Mira, no te establezcas. No consigas una casa. Dios va a derrotar pronto a Babilonia, y vamos a regresar de inmediato. As� que Tranquil�cense, porque solo vamos a estar un poco de tiempo. El Se�or va a liberar a Su pueblo, y vamos a regresar de Babilonia muy pronto. As� que no se establezcan�.
Ahora, Jerem�as les hab�a estado escribiendo diciendo: �No escuchen a los profetas o a los supuestos profetas que les est�n diciendo que no se establezcan.

Pero en lugar de eso, c�lmate, aj�state, porque vas a estar all� durante setenta a�os. La mayor�a de ustedes van a morir en Babilonia. As� que es mejor que te acostumbres a ese hecho y simplemente te establezcas, aproveches al m�ximo la situaci�n".
Y as�, hab�a dos escuelas de profetas: los verdaderos profetas, los falsos profetas. Pero Ezequiel, el verdadero profeta de Dios, les estaba declarando lo mismo que dec�a Jerem�as: que Jerusal�n no va a ser restaurada inmediatamente, sino que Jerusal�n va a ser completamente destruida por Babilonia.

El pueblo va a ser destruido y esparcido, y �l le est� diciendo al pueblo de Babilonia. Ahora, Jerem�as est� escribiendo desde Jerusal�n, pero Ezequiel est� all� entre ellos, diciendo: �Ahora, miren, escuchen la palabra del Se�or. Solo sigan adelante y asentarse aqu� e instalarse, porque va a ser un largo tiempo que estar�s en cautiverio".
Entonces, al comienzo de las profec�as de Ezequiel, �l comenz� su profec�a antes de que Jerusal�n fuera destruida en el a�o 596.

Entonces, al comienzo de sus profec�as, est� prediciendo la destrucci�n de Jerusal�n. A medida que avanza en su profec�a, a medida que pasa el tiempo y la profec�a se cumple y Jerusal�n es destruida, entonces hay un cambio, y ahora est� alentando al pueblo de que Dios, en Su tiempo, va a restaurar nuevamente la gloria a Israel. Ahora, �l vio la gloria de Dios partir de Jerusal�n por la puerta del este.

Pero a medida que las profec�as contin�an y la gente se desanima, cuando escuchan la noticia de que Jerusal�n ha sido devastada, destruida, �l comienza a animarlos: "Dios va a obrar una vez m�s entre su pueblo. La gloria de Dios volver�". La gloria de Dios va a llenar la casa y la gloria postrera va a ser mayor que la gloria anterior�. Israel a�n no ha visto su apogeo, en cierto sentido.

Todav�a no se ha visto el pico. Dios todav�a va a restaurar Su gloria y todo, sobre Jerusal�n y sobre Israel. Los tiempos dif�ciles intervendr�n o estar�n en los per�odos intermitentes, sin embargo, la obra de Dios todav�a se llevar� a cabo entre Su pueblo.
Entonces, las profec�as de Ezequiel en realidad van m�s all� incluso de nuestros d�as. Ahora Ezequiel vio la restauraci�n de la tierra. Vio a la naci�n renacer. Predijo el movimiento sionista moderno y el renacimiento de la naci�n de Israel.

Y predijo que cuando Israel naciera de nuevo como naci�n, Rusia vendr�a e invadir�a Israel. Y a medida que avanzamos en la profec�a de Ezequiel, nos adentramos en todas estas cosas interesantes y maravillosas, porque en realidad nos movemos desde el presente hacia el futuro. Y vemos no solo lo que est� sucediendo ahora, sino que Ezequiel contin�a avanzando y vemos cosas que suceder�n dentro de un a�o m�s o menos, o cinco, diez a�os como m�ximo.

Y luego se mueve incluso m�s all� de eso. Y vemos cosas que suceder�n en Israel durante la Era del Reino y el glorioso reinado de Jesucristo, cuando �l vuelva y entre por la puerta este de la ciudad y establezca Su reino aqu� sobre la tierra.
Y as�, la profec�a de Ezequiel realmente comienza desde este punto, cuando �l ten�a como treinta a�os, cuando la palabra del Se�or vino a �l por primera vez, cuando vio estas visiones de Dios.

Esto es antes de la ca�da de Jerusal�n, la destrucci�n completa, y describe aqu� su visi�n de Dios.
Ahora, Isa�as tuvo una visi�n de Dios. Ezequiel tuvo una visi�n del trono de Dios, y Juan en el Nuevo Testamento tuvo una visi�n del trono de Dios. Y as�, a partir de estas percepciones de estos tres hombres, recopilamos nuestra informaci�n sobre el trono de Dios, sobre la escena celestial. Ahora, inmediatamente surge una dificultad porque estamos hablando ahora de cosas celestiales.

Pero estamos tratando de describirlos en un lenguaje terrenal. Ahora bien, hay, sin duda, palabras que a�n no conocemos que describen adecuadamente las cosas en el cielo. Pero en la actualidad tienen que permanecer para nosotros s�lo como im�genes verbales.
Entonces, tomas el lenguaje que es com�n al hombre, las palabras que son comunes al hombre, y las usas lo mejor que puedes para expresar cosas que nunca has visto antes. Criaturas de aspecto extra�o como nunca has so�ado, seres inteligentes, y tratas de describir con lenguaje humano lo que est�s viendo.

E inmediatamente est�s limitado por el lenguaje, incluso como si trat�ramos de describir, si de repente tuvi�ramos una idea de, digamos, el a�o 2000 y pudi�ramos ver todos los avances t�cnicos y todo lo que el hombre habr� logrado para el a�o 2000. Y tratamos de describir ahora con nuestro lenguaje actual, los modos de transporte y todo lo que el hombre habr� desarrollado para ese tiempo. Mientras miramos dispositivos extra�os que no tenemos idea de qu� se tratan, y sin embargo los vemos funcionando y movi�ndose y todo, y decimos: "Sabes, la cosa solo tiene estas pilas o lo que sea, y el humo sale.

Y la gente, ya sabes..." y tratas de describir las cosas, pero est�s limitado por el lenguaje.
Entonces, hace que definirlas o relacionarlas sea dif�cil debido a la limitaci�n del lenguaje. Entonces, nosotros' Tendr� que tratar de imaginar esas cosas de las que habla Ezequiel.
Recuerdas cuando Jes�s estaba hablando con Nicodemo, y hablando sobre el hecho de que un hombre tiene que nacer de nuevo.

Y estaba tratando de explicarle a Nicodemo estos conceptos que no le eran familiares a Nicodemo. Y Nicodemo estaba haciendo estas preguntas: "Bueno, �c�mo puede un hombre nacer de nuevo cuando es viejo? Ya sabes, no puedes volver al vientre de tu madre para nacer. �C�mo puedes hacerlo?"
Y Jes�s dijo: "Mira, si te he hablado de cosas terrenales y no puedes entenderlas, �c�mo entender�as si tratara de hablarte de cosas celestiales? Ahora la Biblia dice: "Nadie entiende las cosas de Dios, salvo que el Esp�ritu se las revele.

"Entonces, al entrar en estas �reas, estamos hablando de cosas de Dios. Definitivamente necesitamos la ayuda del Esp�ritu Santo en nuestro entendimiento y comprensi�n de estas cosas. Para que podamos vislumbrar o captar algo de ellas.
Ahora bien, estoy convencido de que lo que ellos vieron lo estaremos viendo cuando entremos en la escena celestial, por lo que es bueno que te familiarices lo mejor posible con estas cosas, aunque por ahora te parezcan dif�ciles de entender. comprender en su mente, sin embargo, un d�a, cuando los veamos, y los pongamos, ya sabes, uno al lado del otro, diremos: "Bueno, no hizo un trabajo tan malo.

S�, se parece mucho a eso, �sabes?
As� que este era el quinto a�o en el que Joaqu�n hab�a sido llevado cautivo a Babilonia. Sedequ�as era actualmente el rey en Jud�, en Jerusal�n. Joaqu�n hab�a reinado solo tres meses cuando Nabucodonosor vino y lo llev� cautivo junto con su madre y su familia, y otros de Jud�.

Y vino palabra de Jehov� expresamente al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos junto al r�o de Quebar; y la mano de Jehov� estaba all� sobre �l ( Ezequiel 1:3 ).

Ezequiel usa esta expresi�n siete veces, "la mano del Se�or estaba sobre m�". Y esta es la primera de las siete veces que lo usa. Lo encontraremos nuevamente en nuestro estudio esta noche en el cap�tulo 3, vers�culos Ezequiel 1:14 y Ezequiel 1:22 , y luego no lo encontraremos hasta el cap�tulo 8.

Y mir�, y he aqu� un torbellino que sal�a del noRuth ( Ezequiel 1:4 ),

Ahora, el norte aqu� ser�a en realidad la morada de Dios. En Isa�as, al hablar de la exaltaci�n de s� mismo por parte de Satan�s, dijo: "Subir� a los lados del norte". Se cree que en relaci�n, por supuesto, con la tierra, ese reino celestial de Dios mora en alg�n lugar del �rea del norte.
Recientemente, la semana pasada, de hecho, hubo un art�culo interesante en el peri�dico sobre un vasto espacio vac�o que se ha encontrado en el universo que desconcierta a los cient�ficos.

Y es como trastornar ciertas teor�as que han tenido en el pasado. Realmente podr�a ser muy perturbador para la teor�a del Big Bang, porque supuestamente los escombros del Big Bang se distribuyeron por igual en todo el universo y en realidad no dan lugar a vastas �reas de espacio vac�o. Pero, sin embargo, se ha descubierto recientemente esta �rea extremadamente vasta de espacio vac�o. Y el �rea resulta ser en realidad hacia la Estrella del Norte.

Y est� esta vasta �rea de vac�o en el espacio, que en la actualidad es un verdadero enigma para los astr�nomos que la estudian, ya que tratan de alinear este descubrimiento con las teor�as actuales que existen sobre el origen del universo.
Este torbellino sali� del norte. Esto no estar�a fuera de Babilonia. Estaba en Babilonia cuando lo vio.

una gran nube, y un fuego que se envuelve ( Ezequiel 1:4 ),

Ahora bien, �has visto alguna vez fuego que se envuelve a s� mismo? Es como si rodara cuando hay una explosi�n de materiales altamente vol�tiles. Y a medida que la bola de fuego sube, se envuelve a s� misma. Rueda y se engancha a medida que sube. Es todo un fen�meno para observar.
Regresaba a casa desde Los �ngeles hace a�os, cuando iba a la escuela all� y viv�a en Santa Ana. Y estaba esto... antes hab�a muchos olivares por aqu� en la zona de La Mirada.

Y all� hab�a una f�brica de aceite de oliva y la cosa se hab�a incendiado. Cuando volv�amos a casa, pasamos y, por supuesto, ya sabes, siempre te fascina el fuego. Salimos a mirar el fuego. Est�bamos un poco cerca, y de repente la cosa explot�. Y vimos esta bola de fuego ascendiendo, y el fuego envolvi�ndose a s� mismo a medida que ascend�a. Esta bola de fuego est� subiendo, pero sigue viniendo y envolvi�ndose en esta bola.

Y es un fen�meno fascinante de contemplar.
Y como Ezequiel est� viendo ahora, saliendo de esta �rea del norte, esta gran nube, y es interesante que la Biblia habla tan a menudo de Dios siendo cubierto con una nube. Las nubes de gloria que rodean a Dios. All�, en el monte, cuando Dios descendi� y habl� con Mois�s, estaba la nube de la gloria de Dios que cubr�a el monte Sina� y el fuego, nuevamente, las bolas de fuego que sal�an de �l.

el resplandor lo rodeaba [hab�a un resplandor alrededor de �l], y de en medio [o del medio] de �l era color de �mbar, que sal�a de en medio del fuego. Y de en medio de ella sal�an semejanzas de cuatro seres vivientes ( Ezequiel 1:4 ).

As� que aqu�, en medio de este brillo glorioso que es como una bola de fuego envolvi�ndose en la nube, all� en medio estaba este hermoso color �mbar y tambi�n estas cuatro criaturas que part�an.

Y esta era su apariencia; se parec�an un poco a un hombre. Pero cada uno de ellos ten�a cuatro caras, y cada uno ten�a cuatro alas. Y sus pies eran pies derechos; y la planta de sus pies era como la planta de pie de becerro, y centelleaban como color de bronce bru�ido ( Ezequiel 1:5-6 ).

Entonces, nuevamente, est� usando el lenguaje humano para describir criaturas como nunca antes hab�a visto. Y entonces, tenemos que usar nuestra imaginaci�n para tratar de, en nuestras mentes, representar o visualizar estas cuatro criaturas vivientes, que se parecen un poco a un hombre, cada una con cuatro caras, cada una con cuatro alas. Sus pies son como los de un becerro, algo hendidos como los pies de un becerro, pero se ven como bronce bru�ido brillante.

Y ten�an manos de hombre debajo de sus alas a sus cuatro lados; y los cuatro ten�an sus rostros y sus alas. Y sus alas estaban unidas la una con la otra, y no se volv�an cuando iban; pero iban todos de frente ( Ezequiel 1:8-9 ).

Por lo tanto, su movimiento era en l�nea recta, en lugar de redondear, una especie de movimiento recto de estas criaturas.
Ahora, a medida que avanzamos con la descripci�n de estos cuatro seres vivientes, nos damos cuenta de que estos son paralelos a los cuatro seres vivientes que vio Juan, cuando en el libro de Apocalipsis, cap�tulo 4, tambi�n tuvo una visi�n del trono de Dios. Y vio a estos cuatro seres vivientes con sus cuatro caras, y Juan tambi�n los describe en el libro de Apocalipsis.

Ezequiel los describe nuevamente en el cap�tulo 10, cuando los ve en el cap�tulo 10. Y all� nos identifica lo que son estos seres vivientes, y all� descubrimos que estos son querubines, un ser creado de Dios, seres inteligentes de Dios, seres que rodean a Dios. En Apocalipsis se nos dice que no cesan de decir de d�a ni de noche: "Santo, santo, santo, Se�or Dios Todopoderoso, el que es, que era, y que ha de venir.

Ahora
bien, esto se vincula con las instrucciones de Dios a Mois�s en la construcci�n del tabern�culo, que el libro de Hebreos nos dice que es un modelo del cielo. Ahora, la mayor�a de ustedes, compa�eros, han construido en alg�n momento de su vida un modelo de un auto o un avi�n. Y no est�s construyendo un P-51, pero est�s construyendo un modelo del P-51. No puedes entrar y volarlo, pero cuando construyes el modelo, parece , se parece a la cosa real.

Un modelo es solo una semejanza de lo real. Entonces, el tabern�culo era solo un modelo de lo real. Lo real est� en el cielo. El tabern�culo era un modelo del cielo. Y en el tabern�culo, en el Lugar Sant�simo, que es un modelo del trono de Dios en el cielo, se le dijo a Mois�s que hiciera estos querubines de oro sobre el propiciatorio. Sus alas toc�ndose una a la otra, y los bordes de sus alas tocando el borde de este peque�o cub�culo, que era un cuarto dorado de quince pies c�bicos, y este es nuevamente el modelo de las cosas celestiales.


Entonces, est�n estos querubines, estas criaturas vivientes, sin duda criaturas muy inteligentes, aunque parecen ser, tal vez, una especie de monstruo gen�tico, en cuanto a combinarse con cuatro caras y pies como un becerro y todo, pero aun as� son estas criaturas que est�n all� alrededor del trono de Dios.
Contin�a describi�ndolos.

En cuanto a la semejanza de sus caras, los cuatro ten�an cara de hombre, y cara de le�n al lado derecho; y cara de buey al lado izquierdo; y tambi�n ten�an cara de �guila ( Ezequiel 1:10 ).

Entonces, hab�a cuatro caras en cada uno de ellos. La cara frontal era como un hombre. El lado derecho era como un le�n. El lado izquierdo como un buey, y por detr�s como un �guila. Ahora, como digo, parec�an una especie de monstruosidad gen�tica cuando los miras. Hay algunos que ven en estos cuatro rostros los cuatro evangelios que describen a Jesucristo. Porque en los evangelios, Cristo se describe como el Hijo del hombre en el evangelio de Lucas.

En el evangelio de Mateo se le describe como el Le�n de la tribu de Jud�, o m�s bien, el evangelio de Marcos. El evangelio de Mateo, �l es el siervo, el buey, la bestia de servicio. Y en el evangelio de Juan, la deidad, el �guila.

Pero as� eran sus rostros: sus alas estaban extendidas hacia arriba; dos alas de cada uno estaban unidas una a la otra, y dos cubr�an sus cuerpos. Y fueron por todas partes en l�nea recta: donde el esp�ritu deb�a ir, ellos fueron; y no se volvieron cuando iban ( Ezequiel 1:11-12 ).

Ahora, debido a que ten�an caras que iban en todas direcciones, simplemente, ya sabes, te mueves en l�nea recta. No tienes que girar la cabeza para ir, simplemente te mueves con movimientos rectos.

Y en cuanto a la semejanza de estos seres vivientes, su apariencia era como carbones encendidos ( Ezequiel 1:13 ),

Ahora imagina tu barbacoa y las brasas encendidas sobre ella.

y como aspecto de l�mparas: y sub�a y bajaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandeci�, y del fuego salieron rel�mpagos. Y los seres vivientes corr�an y volv�an como la apariencia de un rel�mpago ( Ezequiel 1:13-14 ).

Entonces podr�an moverse casi a la velocidad de la luz. Su movimiento fue extremadamente r�pido y como un rayo, simplemente, ya sabes. La aparici�n de un rel�mpago.

Ahora bien, mientras miraba a los seres vivientes, he aqu� una rueda sobre la tierra por los seres vivientes, con sus cuatro caras. Y el aspecto de las ruedas y su obra era como del color del berilo: y las cuatro ( Ezequiel 1:15-16 )

que seria verde.

los cuatro ten�an una misma semejanza; y su apariencia y su obra era como una rueda en medio de una rueda ( Ezequiel 1:16 ).

Entonces, nuevamente, est� usando lenguaje humano tratando de describir su apariencia y dem�s, y estas ruedas. Y era como una rueda en el medio de la rueda y estos destellos de luz y dem�s a medida que se mueven en este resplandor verde, como un color berilo.

Y cuando iban, iban sobre sus cuatro costados; y no se volv�an cuando iban ( Ezequiel 1:17 ).

Esta es la tercera vez que menciona esto, por lo que probablemente sea bastante notable para �l. �l no ha visto nada como esto, hasta donde t� sabes, la tierra y sobre la tierra.

En cuanto a sus anillos, eran tan altos que eran espantosos [impresionantes]; sus anillos estaban llenos de ojos alrededor de los cuatro. Y cuando los seres vivientes iban, las ruedas pasaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes eran levantados de la tierra, las ruedas se levantaban. Y dondequiera que el esp�ritu iba a ir, ellos iban, y all� iba su esp�ritu a ir; y las ruedas se alzaron contra ellos, porque el esp�ritu del ser viviente estaba en las ruedas.

Ahora, cuando aquellos se fueron, estos se fueron; cuando aqu�llos se detuvieron, �stos se detuvieron; y cuando fueron levantados de la tierra, las ruedas se levantaron contra ellos: porque el esp�ritu del ser viviente ( Ezequiel 1:18-21 )

Nuevamente repite,

estaba en las ruedas. Y la semejanza del firmamento [sobre sus cabezas] sobre las cabezas de los seres vivientes era del color de un cristal imponente, extendido sobre sus cabezas arriba ( Ezequiel 1:21-22 ).

En otras palabras, ahora est� describiendo el �rea alrededor del trono de Dios. Estas criaturas estaban bajo el trono de Dios. Y esto era como un cristal impresionante.
Juan vio este mar de vidrio semejante al cristal que estaba all� ante el trono de Dios. Y a medida que lea Apocalipsis 4, encontrar� que se asemeja mucho a esta visi�n de Ezequiel cuando estos dos hombres, atados por limitaciones humanas, trataron de describir la escena celestial, el trono de Dios y la gloria de Dios que ellos he aqu� en estas visiones.

Y debajo del firmamento estaban sus alas derechas, y una hacia la otra: cada uno ten�a dos, que cubr�an su costado, cada uno ten�a dos, que cubr�an los costados de su cuerpo ( Ezequiel 1:23 ).

Con dos se tocaban, con dos se tapaban los costados del cuerpo.

Y cuando iban, o� el ruido de sus alas, como el estruendo de muchas aguas ( Ezequiel 1:24 ),

�Has estado alguna vez en las Cataratas del Ni�gara? �Alguna vez has estado en Yosemite en Vernal Falls o Nevada Falls y escuchas este ruido de grandes aguas, una especie de rugido? Y as�, mientras se mov�an hab�a este rugido. El flash es como un rayo y los movimientos de tipo de direcci�n recta.

como la voz del Todopoderoso, la voz de la palabra, como el estruendo de un ej�rcito: cuando se levantaron, bajaron sus alas ( Ezequiel 1:24 ).

Entonces, cuando estaban de pie, sus alas bajaban a su costado.

Y hubo una voz de [este cielo] este firmamento [esta expansi�n sobre ellos] que estaba sobre sus cabezas, cuando se pararon, y hab�an bajado sus alas. Y sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas hab�a la semejanza de un trono, como la apariencia de una piedra de zafiro [que es azul]: y sobre la semejanza del trono hab�a una semejanza como la apariencia de un hombre encima de �l. Y vi el color del �mbar, como la apariencia de fuego alrededor de �l, desde el aspecto de sus lomos hacia arriba, y desde el aspecto de sus lomos hacia abajo, vi como una apariencia de fuego, y ten�a brillo alrededor.

Como el aspecto del arco que est� en las nubes en el d�a de la lluvia, as� era el aspecto del resplandor en derredor. Esta era la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehov�. Y cuando lo vi, ca� sobre mi rostro, y o� la voz de uno que hablaba ( Ezequiel 1:25-28 ).

Entonces, puede resultarle interesante cuando tenga su propio estudio para leer Daniel 7:9 y 10, ya que Daniel describe su visi�n de Dios. Isa�as cap�tulo 6, cuando describe su visi�n del trono de Dios, y luego Apocalipsis cap�tulo 4, como Juan describe la suya, y los pones todos juntos y obtienes una muy buena composici�n de c�mo debe ser la escena celestial.

Este arco, Juan lo describe en Apocalipsis cap�tulo 4, un arco como esmeralda, una especie de color verdoso que est� alrededor del trono de Dios. Ezequiel lo describe aqu�. John tuvo la misma reacci�n de simplemente caer sobre su rostro. Daniel estaba d�bil como resultado de su visi�n. Simplemente estaba totalmente debilitado por eso. Ezequiel cay� sobre su rostro y oy� la voz de uno que hablaba.
Ahora, los aficionados a los platillos voladores declaran que Ezekiel en realidad vio un platillo volador.

Que hay seres extraterrestres que han visitado la tierra y han estado visitando la tierra durante el periodo hist�rico del hombre. Y que en realidad explican muchos de los fen�menos de la historia que de otro modo ser�an inexplicables, algunos de los gigantescos proyectos de construcci�n del hombre antiguo, que todav�a nos desconciertan hoy. Y ellos, por supuesto, salen al desierto o a varias �reas, y tienen estos avistamientos de estos platillos voladores, y hay much�simo que se ha escrito, se ha discutido, se ha hablado sobre platillos voladores, y Ha habido muchos informes y muchos fen�menos interesantes en torno a estos platillos voladores.


Muchos de ellos pueden explicarse como, quiz�s, gases de pantano y otras cosas, pero hay otros que hombres razonablemente inteligentes han expresado y descrito y es dif�cil descartarlos a todos.
A Lambert Dolphin, un cient�fico de la Universidad de Stanford, uno de los cient�ficos, creo que su �rea es la de la astrof�sica, un hombre bastante destacado y muy inteligente, se le pidi� que hablara en una de estas convenciones de platillos voladores.

As� que prepar� un documento sobre platillos voladores en el que pens� que, antes de la convenci�n, desacreditar�a a fondo todo este platillo volador como... lo que �l pensaba que era mitolog�a. Y lo estaba abordando desde un punto de vista puramente cient�fico, e iba a tomar muchos de los conceptos que ten�an sobre el movimiento de las fuerzas magn�ticas y todo eso, y buscar�a desacreditarlo completamente, desde un punto de vista cient�fico.


Mientras estaba sentado en la plataforma, y ??hab�a unas tres mil personas en esta convenci�n, el orador, y por supuesto, estaba interesado en que no fueran personas raras. Sabes, crees que las personas que ven platillos voladores y todo eso son una especie de personas marginales y raras. Pero se dio cuenta de que entre ellos hab�a profesores, otros cient�ficos, agentes del orden p�blico, una amplia muestra representativa de nuestra sociedad.


El l�der de la convenci�n pregunt� a la gente: "�Cu�ntos de ustedes han visto alguna vez un platillo volador?" Y se sorprendi� de que cerca de dos tercios de las manos en el auditorio se levantaran. La gente hab�a dicho que hab�an visto platillos voladores. Luego pregunt�: "�Cu�ntos de ustedes han sido llevados a bordo de un platillo volador?" Y la tercera parte del pueblo levant� la mano. Y empez� a preocuparse un poco. Cuando se puso de pie para hablar, escuch� un grito que lo distra�a mucho.

Y se pregunt�: "�De d�nde viene eso?" Y mir� alrededor de la audiencia para ver en qu� direcci�n podr�a estar mirando la gente, porque pens� que aquellos que estaban m�s cerca del ruido de los gritos lo estar�an mirando y podr�a localizar d�nde estaba y luego pedirle a los ujieres o a alguien que se cuidara. de eso y deshacerse de �l. Pero dijo, de repente se dio cuenta de que nadie estaba mirando a ning�n lado y que �l era el �nico que estaba escuchando este ruido de gritos.

Y a este hombre de ciencia le lleg� de repente la conciencia: "Oye, todo esto es demon�aco". Y se conmovi� tanto que no pudo entregar su art�culo en el que iba a desacreditar toda la teor�a o las ideas, los conceptos del platillo volador. Estaba totalmente conmocionado.
Ahora, lo interesante para m� es que estas personas tratan de traer a Ezequiel a su redil, a su n�mero. "Mira, lo describe.

�l lo describe perfectamente en su libro.� Un momento, �qu� describe Ezequiel? Como dije, en el cap�tulo 10 Ezequiel nuevamente lo describe, pero nos dice de qu� se trata, �Estos son los querubines que est�n all� delante del trono de Dios". Estas ruedas dentro de las ruedas, con los rel�mpagos y los movimientos y dem�s. Y si los escuchaste describir c�mo los platillos voladores se mueven en el tipo de l�neas rectas, no hacen un amplio arco cuando giran. .

Ellos simplemente... tipo de movimiento en l�nea recta, siendo capaces de cambiar de direcci�n y as� sucesivamente con una velocidad tremenda. Capaz de flotar y luego moverse repentinamente a velocidades tremendas.
�Es posible que estas personas que est�n viendo estos ovnis tambi�n est�n incursionando en el ocultismo y est�n viendo querubines ca�dos? Sabemos que cuando cay� Satan�s, la tercera parte de la hueste ang�lica se fue con �l. Es interesante que la Biblia dice que Satan�s era en verdad un querub�n.

�l era el ungido, no un querub�n, porque querub�n es plural. Querub�n es el singular. Era un querub�n ungido que cubr�a. Pero hay querubines, plural. Es muy posible que estemos tratando en un �rea interesante de lo oculto y que existan estos querubines que se est�n haciendo visibles para aquellos que est�n incursionando en ese �mbito del ocultismo.
Ahora, lo que Ezequiel vio fueron los querubines all� en el trono de Dios, pero tambi�n estar�a de pie que los querubines que cayeron tendr�an una semejanza o apariencia y movimientos similares.

Entonces, es posible que no podamos descartar completamente todo este fen�meno de los platillos voladores como un mont�n de basura, pero de hecho podr�a ser que en estos �ltimos d�as, las fuerzas sat�nicas est�n creciendo, en cuanto a las demostraciones de su poder. Que como fue en los d�as de No�, as� ser� en los d�as de la venida del Hijo del hombre. Y hubo una fuerte actividad demon�aca en los d�as de No�, y estamos llegando nuevamente al �rea de una fuerte actividad demon�aca.


Ahora lo ofrezco solo como una sugerencia. No te estoy declarando, "Oh, tengo una gran verdad misteriosa que estoy revelando ahora, ya sabes. Esta es la forma en que sucedi� o esta es la forma". Es s�lo una sugerencia. Algo sobre lo que pensar. Y lo dejar� as�.
Volvamos ahora a la profec�a de Ezequiel.
Ezequiel dijo,

Aconteci� en el a�o treinta, en el mes cuarto, a los cinco d�as del mes ( Ezequiel 1:1 ),

As� que eso ser�a el cinco de julio. Ser�a probablemente el trig�simo a�o de la vida de Ezequiel, cuando ten�a treinta a�os.

estando �l entre los cautivos junto al r�o Quebar, que se abrieron los cielos, y vi visiones de Dios ( Ezequiel 1:1 ).

Ezequiel fue llevado a Babilonia en el segundo cautiverio en el momento en que Joaqu�n tambi�n fue llevado cautivo. Hubo tres ocasiones en que los ej�rcitos de Nabucodonosor vinieron contra Jerusal�n, llev�ndose cautivos a Babilonia. Daniel volvi� en el primer cautiverio. Ezequiel fue en el segundo cautiverio.
Ahora, b�sicamente Ezequiel estaba profetizando a los cautivos, y cuando comenz� su profec�a, Jerusal�n todav�a estaba en pie.

Ahora, hab�a falsos profetas en Babilonia que le dec�an a la gente: "Mira, no te establezcas. No consigas una casa. Dios va a derrotar pronto a Babilonia, y vamos a regresar de inmediato. As� que Tranquil�cense, porque solo vamos a estar un poco de tiempo. El Se�or va a liberar a Su pueblo, y vamos a regresar de Babilonia muy pronto. As� que no se establezcan�.
Ahora, Jerem�as les hab�a estado escribiendo diciendo: �No escuchen a los profetas o a los supuestos profetas que les est�n diciendo que no se establezcan.

Pero en lugar de eso, c�lmate, aj�state, porque vas a estar all� durante setenta a�os. La mayor�a de ustedes van a morir en Babilonia. As� que es mejor que te acostumbres a ese hecho y simplemente te establezcas, aproveches al m�ximo la situaci�n".
Y as�, hab�a dos escuelas de profetas: los verdaderos profetas, los falsos profetas. Pero Ezequiel, el verdadero profeta de Dios, les estaba declarando lo mismo que dec�a Jerem�as: que Jerusal�n no va a ser restaurada inmediatamente, sino que Jerusal�n va a ser completamente destruida por Babilonia.

El pueblo va a ser destruido y esparcido, y �l le est� diciendo al pueblo de Babilonia. Ahora, Jerem�as est� escribiendo desde Jerusal�n, pero Ezequiel est� all� entre ellos, diciendo: �Ahora, miren, escuchen la palabra del Se�or. Solo sigan adelante y asentarse aqu� e instalarse, porque va a ser un largo tiempo que estar�s en cautiverio".
Entonces, al comienzo de las profec�as de Ezequiel, �l comenz� su profec�a antes de que Jerusal�n fuera destruida en el a�o 596.

Entonces, al comienzo de sus profec�as, est� prediciendo la destrucci�n de Jerusal�n. A medida que avanza en su profec�a, a medida que pasa el tiempo y la profec�a se cumple y Jerusal�n es destruida, entonces hay un cambio, y ahora est� alentando al pueblo de que Dios, en Su tiempo, va a restaurar nuevamente la gloria a Israel. Ahora, �l vio la gloria de Dios partir de Jerusal�n por la puerta del este.

Pero a medida que las profec�as contin�an y la gente se desanima, cuando escuchan la noticia de que Jerusal�n ha sido devastada, destruida, �l comienza a animarlos: "Dios va a obrar una vez m�s entre su pueblo. La gloria de Dios volver�". La gloria de Dios va a llenar la casa y la gloria postrera va a ser mayor que la gloria anterior�. Israel a�n no ha visto su apogeo, en cierto sentido.

Todav�a no se ha visto el pico. Dios todav�a va a restaurar Su gloria y todo, sobre Jerusal�n y sobre Israel. Los tiempos dif�ciles intervendr�n o estar�n en los per�odos intermitentes, sin embargo, la obra de Dios todav�a se llevar� a cabo entre Su pueblo.
Entonces, las profec�as de Ezequiel en realidad van m�s all� incluso de nuestros d�as. Ahora Ezequiel vio la restauraci�n de la tierra. Vio a la naci�n renacer. Predijo el movimiento sionista moderno y el renacimiento de la naci�n de Israel.

Y predijo que cuando Israel naciera de nuevo como naci�n, Rusia vendr�a e invadir�a Israel. Y a medida que avanzamos en la profec�a de Ezequiel, nos adentramos en todas estas cosas interesantes y maravillosas, porque en realidad nos movemos desde el presente hacia el futuro. Y vemos no solo lo que est� sucediendo ahora, sino que Ezequiel contin�a avanzando y vemos cosas que suceder�n dentro de un a�o m�s o menos, o cinco, diez a�os como m�ximo.

Y luego se mueve incluso m�s all� de eso. Y vemos cosas que suceder�n en Israel durante la Era del Reino y el glorioso reinado de Jesucristo, cuando �l vuelva y entre por la puerta este de la ciudad y establezca Su reino aqu� sobre la tierra.
Y as�, la profec�a de Ezequiel realmente comienza desde este punto, cuando �l ten�a como treinta a�os, cuando la palabra del Se�or vino a �l por primera vez, cuando vio estas visiones de Dios.

Esto es antes de la ca�da de Jerusal�n, la destrucci�n completa, y describe aqu� su visi�n de Dios.
Ahora, Isa�as tuvo una visi�n de Dios. Ezequiel tuvo una visi�n del trono de Dios, y Juan en el Nuevo Testamento tuvo una visi�n del trono de Dios. Y as�, a partir de estas percepciones de estos tres hombres, recopilamos nuestra informaci�n sobre el trono de Dios, sobre la escena celestial. Ahora, inmediatamente surge una dificultad porque estamos hablando ahora de cosas celestiales.

Pero estamos tratando de describirlos en un lenguaje terrenal. Ahora bien, hay, sin duda, palabras que a�n no conocemos que describen adecuadamente las cosas en el cielo. Pero en la actualidad tienen que permanecer para nosotros s�lo como im�genes verbales.
Entonces, tomas el lenguaje que es com�n al hombre, las palabras que son comunes al hombre, y las usas lo mejor que puedes para expresar cosas que nunca has visto antes. Criaturas de aspecto extra�o como nunca has so�ado, seres inteligentes, y tratas de describir con lenguaje humano lo que est�s viendo.

E inmediatamente est�s limitado por el lenguaje, incluso como si trat�ramos de describir, si de repente tuvi�ramos una idea de, digamos, el a�o 2000 y pudi�ramos ver todos los avances t�cnicos y todo lo que el hombre habr� logrado para el a�o 2000. Y tratamos de describir ahora con nuestro lenguaje actual, los modos de transporte y todo lo que el hombre habr� desarrollado para ese tiempo. Mientras miramos dispositivos extra�os que no tenemos idea de qu� se tratan, y sin embargo los vemos funcionando y movi�ndose y todo, y decimos: "Sabes, la cosa solo tiene estas pilas o lo que sea, y el humo sale.

Y la gente, ya sabes..." y tratas de describir las cosas, pero est�s limitado por el lenguaje.
Entonces, hace que definirlas o relacionarlas sea dif�cil debido a la limitaci�n del lenguaje. Entonces, nosotros' Tendr� que tratar de imaginar esas cosas de las que habla Ezequiel.
Recuerdas cuando Jes�s estaba hablando con Nicodemo, y hablando sobre el hecho de que un hombre tiene que nacer de nuevo.

Y estaba tratando de explicarle a Nicodemo estos conceptos que no le eran familiares a Nicodemo. Y Nicodemo estaba haciendo estas preguntas: "Bueno, �c�mo puede un hombre nacer de nuevo cuando es viejo? Ya sabes, no puedes volver al vientre de tu madre para nacer. �C�mo puedes hacerlo?"
Y Jes�s dijo: "Mira, si te he hablado de cosas terrenales y no puedes entenderlas, �c�mo entender�as si tratara de hablarte de cosas celestiales? Ahora la Biblia dice: "Nadie entiende las cosas de Dios, salvo que el Esp�ritu se las revele.

"Entonces, al entrar en estas �reas, estamos hablando de cosas de Dios. Definitivamente necesitamos la ayuda del Esp�ritu Santo en nuestro entendimiento y comprensi�n de estas cosas. Para que podamos vislumbrar o captar algo de ellas.
Ahora bien, estoy convencido de que lo que ellos vieron lo estaremos viendo cuando entremos en la escena celestial, por lo que es bueno que te familiarices lo mejor posible con estas cosas, aunque por ahora te parezcan dif�ciles de entender. comprender en su mente, sin embargo, un d�a, cuando los veamos, y los pongamos, ya sabes, uno al lado del otro, diremos: "Bueno, no hizo un trabajo tan malo.

S�, se parece mucho a eso, �sabes?
As� que este era el quinto a�o en el que Joaqu�n hab�a sido llevado cautivo a Babilonia. Sedequ�as era actualmente el rey en Jud�, en Jerusal�n. Joaqu�n hab�a reinado solo tres meses cuando Nabucodonosor vino y lo llev� cautivo junto con su madre y su familia, y otros de Jud�.

Y vino palabra de Jehov� expresamente al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos junto al r�o de Quebar; y la mano de Jehov� estaba all� sobre �l ( Ezequiel 1:3 ).

Ezequiel usa esta expresi�n siete veces, "la mano del Se�or estaba sobre m�". Y esta es la primera de las siete veces que lo usa. Lo encontraremos nuevamente en nuestro estudio esta noche en el cap�tulo 3, vers�culos Ezequiel 1:14 y Ezequiel 1:22 , y luego no lo encontraremos hasta el cap�tulo 8.

Y mir�, y he aqu� un torbellino que sal�a del noRuth ( Ezequiel 1:4 ),

Ahora, el norte aqu� ser�a en realidad la morada de Dios. En Isa�as, al hablar de la exaltaci�n de s� mismo por parte de Satan�s, dijo: "Subir� a los lados del norte". Se cree que en relaci�n, por supuesto, con la tierra, ese reino celestial de Dios mora en alg�n lugar del �rea del norte.
Recientemente, la semana pasada, de hecho, hubo un art�culo interesante en el peri�dico sobre un vasto espacio vac�o que se ha encontrado en el universo que desconcierta a los cient�ficos.

Y es como trastornar ciertas teor�as que han tenido en el pasado. Realmente podr�a ser muy perturbador para la teor�a del Big Bang, porque supuestamente los escombros del Big Bang se distribuyeron por igual en todo el universo y en realidad no dan lugar a vastas �reas de espacio vac�o. Pero, sin embargo, se ha descubierto recientemente esta �rea extremadamente vasta de espacio vac�o. Y el �rea resulta ser en realidad hacia la Estrella del Norte.

Y est� esta vasta �rea de vac�o en el espacio, que en la actualidad es un verdadero enigma para los astr�nomos que la estudian, ya que tratan de alinear este descubrimiento con las teor�as actuales que existen sobre el origen del universo.
Este torbellino sali� del norte. Esto no estar�a fuera de Babilonia. Estaba en Babilonia cuando lo vio.

una gran nube, y un fuego que se envuelve ( Ezequiel 1:4 ),

Ahora bien, �has visto alguna vez fuego que se envuelve a s� mismo? Es como si rodara cuando hay una explosi�n de materiales altamente vol�tiles. Y a medida que la bola de fuego sube, se envuelve a s� misma. Rueda y se engancha a medida que sube. Es todo un fen�meno para observar.
Regresaba a casa desde Los �ngeles hace a�os, cuando iba a la escuela all� y viv�a en Santa Ana. Y estaba esto... antes hab�a muchos olivares por aqu� en la zona de La Mirada.

Y all� hab�a una f�brica de aceite de oliva y la cosa se hab�a incendiado. Cuando volv�amos a casa, pasamos y, por supuesto, ya sabes, siempre te fascina el fuego. Salimos a mirar el fuego. Est�bamos un poco cerca, y de repente la cosa explot�. Y vimos esta bola de fuego ascendiendo, y el fuego envolvi�ndose a s� mismo a medida que ascend�a. Esta bola de fuego est� subiendo, pero sigue viniendo y envolvi�ndose en esta bola.

Y es un fen�meno fascinante de contemplar.
Y como Ezequiel est� viendo ahora, saliendo de esta �rea del norte, esta gran nube, y es interesante que la Biblia habla tan a menudo de Dios siendo cubierto con una nube. Las nubes de gloria que rodean a Dios. All�, en el monte, cuando Dios descendi� y habl� con Mois�s, estaba la nube de la gloria de Dios que cubr�a el monte Sina� y el fuego, nuevamente, las bolas de fuego que sal�an de �l.

el resplandor lo rodeaba [hab�a un resplandor alrededor de �l], y de en medio [o del medio] de �l era color de �mbar, que sal�a de en medio del fuego. Y de en medio de ella sal�an semejanzas de cuatro seres vivientes ( Ezequiel 1:4 ).

As� que aqu�, en medio de este brillo glorioso que es como una bola de fuego envolvi�ndose en la nube, all� en medio estaba este hermoso color �mbar y tambi�n estas cuatro criaturas que part�an.

Y esta era su apariencia; se parec�an un poco a un hombre. Pero cada uno de ellos ten�a cuatro caras, y cada uno ten�a cuatro alas. Y sus pies eran pies derechos; y la planta de sus pies era como la planta de pie de becerro, y centelleaban como color de bronce bru�ido ( Ezequiel 1:5-6 ).

Entonces, nuevamente, est� usando el lenguaje humano para describir criaturas como nunca antes hab�a visto. Y entonces, tenemos que usar nuestra imaginaci�n para tratar de, en nuestras mentes, representar o visualizar estas cuatro criaturas vivientes, que se parecen un poco a un hombre, cada una con cuatro caras, cada una con cuatro alas. Sus pies son como los de un becerro, algo hendidos como los pies de un becerro, pero se ven como bronce bru�ido brillante.

Y ten�an manos de hombre debajo de sus alas a sus cuatro lados; y los cuatro ten�an sus rostros y sus alas. Y sus alas estaban unidas la una con la otra, y no se volv�an cuando iban; pero iban todos de frente ( Ezequiel 1:8-9 ).

Por lo tanto, su movimiento era en l�nea recta, en lugar de redondear, una especie de movimiento recto de estas criaturas.
Ahora, a medida que avanzamos con la descripci�n de estos cuatro seres vivientes, nos damos cuenta de que estos son paralelos a los cuatro seres vivientes que vio Juan, cuando en el libro de Apocalipsis, cap�tulo 4, tambi�n tuvo una visi�n del trono de Dios. Y vio a estos cuatro seres vivientes con sus cuatro caras, y Juan tambi�n los describe en el libro de Apocalipsis.

Ezequiel los describe nuevamente en el cap�tulo 10, cuando los ve en el cap�tulo 10. Y all� nos identifica lo que son estos seres vivientes, y all� descubrimos que estos son querubines, un ser creado de Dios, seres inteligentes de Dios, seres que rodean a Dios. En Apocalipsis se nos dice que no cesan de decir de d�a ni de noche: "Santo, santo, santo, Se�or Dios Todopoderoso, el que es, que era, y que ha de venir.

Ahora
bien, esto se vincula con las instrucciones de Dios a Mois�s en la construcci�n del tabern�culo, que el libro de Hebreos nos dice que es un modelo del cielo. Ahora, la mayor�a de ustedes, compa�eros, han construido en alg�n momento de su vida un modelo de un auto o un avi�n. Y no est�s construyendo un P-51, pero est�s construyendo un modelo del P-51. No puedes entrar y volarlo, pero cuando construyes el modelo, parece , se parece a la cosa real.

Un modelo es solo una semejanza de lo real. Entonces, el tabern�culo era solo un modelo de lo real. Lo real est� en el cielo. El tabern�culo era un modelo del cielo. Y en el tabern�culo, en el Lugar Sant�simo, que es un modelo del trono de Dios en el cielo, se le dijo a Mois�s que hiciera estos querubines de oro sobre el propiciatorio. Sus alas toc�ndose una a la otra, y los bordes de sus alas tocando el borde de este peque�o cub�culo, que era un cuarto dorado de quince pies c�bicos, y este es nuevamente el modelo de las cosas celestiales.


Entonces, est�n estos querubines, estas criaturas vivientes, sin duda criaturas muy inteligentes, aunque parecen ser, tal vez, una especie de monstruo gen�tico, en cuanto a combinarse con cuatro caras y pies como un becerro y todo, pero aun as� son estas criaturas que est�n all� alrededor del trono de Dios.
Contin�a describi�ndolos.

En cuanto a la semejanza de sus caras, los cuatro ten�an cara de hombre, y cara de le�n al lado derecho; y cara de buey al lado izquierdo; y tambi�n ten�an cara de �guila ( Ezequiel 1:10 ).

Entonces, hab�a cuatro caras en cada uno de ellos. La cara frontal era como un hombre. El lado derecho era como un le�n. El lado izquierdo como un buey, y por detr�s como un �guila. Ahora, como digo, parec�an una especie de monstruosidad gen�tica cuando los miras. Hay algunos que ven en estos cuatro rostros los cuatro evangelios que describen a Jesucristo. Porque en los evangelios, Cristo se describe como el Hijo del hombre en el evangelio de Lucas.

En el evangelio de Mateo se le describe como el Le�n de la tribu de Jud�, o m�s bien, el evangelio de Marcos. El evangelio de Mateo, �l es el siervo, el buey, la bestia de servicio. Y en el evangelio de Juan, la deidad, el �guila.

Pero as� eran sus rostros: sus alas estaban extendidas hacia arriba; dos alas de cada uno estaban unidas una a la otra, y dos cubr�an sus cuerpos. Y fueron por todas partes en l�nea recta: donde el esp�ritu deb�a ir, ellos fueron; y no se volvieron cuando iban ( Ezequiel 1:11-12 ).

Ahora, debido a que ten�an caras que iban en todas direcciones, simplemente, ya sabes, te mueves en l�nea recta. No tienes que girar la cabeza para ir, simplemente te mueves con movimientos rectos.

Y en cuanto a la semejanza de estos seres vivientes, su apariencia era como carbones encendidos ( Ezequiel 1:13 ),

Ahora imagina tu barbacoa y las brasas encendidas sobre ella.

y como aspecto de l�mparas: y sub�a y bajaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandeci�, y del fuego salieron rel�mpagos. Y los seres vivientes corr�an y volv�an como la apariencia de un rel�mpago ( Ezequiel 1:13-14 ).

Entonces podr�an moverse casi a la velocidad de la luz. Su movimiento fue extremadamente r�pido y como un rayo, simplemente, ya sabes. La aparici�n de un rel�mpago.

Ahora bien, mientras miraba a los seres vivientes, he aqu� una rueda sobre la tierra por los seres vivientes, con sus cuatro caras. Y el aspecto de las ruedas y su obra era como del color del berilo: y las cuatro ( Ezequiel 1:15-16 )

que seria verde.

los cuatro ten�an una misma semejanza; y su apariencia y su obra era como una rueda en medio de una rueda ( Ezequiel 1:16 ).

Entonces, nuevamente, est� usando lenguaje humano tratando de describir su apariencia y dem�s, y estas ruedas. Y era como una rueda en el medio de la rueda y estos destellos de luz y dem�s a medida que se mueven en este resplandor verde, como un color berilo.

Y cuando iban, iban sobre sus cuatro costados; y no se volv�an cuando iban ( Ezequiel 1:17 ).

Esta es la tercera vez que menciona esto, por lo que probablemente sea bastante notable para �l. �l no ha visto nada como esto, hasta donde t� sabes, la tierra y sobre la tierra.

En cuanto a sus anillos, eran tan altos que eran espantosos [impresionantes]; sus anillos estaban llenos de ojos alrededor de los cuatro. Y cuando los seres vivientes iban, las ruedas pasaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes eran levantados de la tierra, las ruedas se levantaban. Y dondequiera que el esp�ritu iba a ir, ellos iban, y all� iba su esp�ritu a ir; y las ruedas se alzaron contra ellos, porque el esp�ritu del ser viviente estaba en las ruedas.

Ahora, cuando aquellos se fueron, estos se fueron; cuando aqu�llos se detuvieron, �stos se detuvieron; y cuando fueron levantados de la tierra, las ruedas se levantaron contra ellos: porque el esp�ritu del ser viviente ( Ezequiel 1:18-21 )

Nuevamente repite,

estaba en las ruedas. Y la semejanza del firmamento [sobre sus cabezas] sobre las cabezas de los seres vivientes era del color de un cristal imponente, extendido sobre sus cabezas arriba ( Ezequiel 1:21-22 ).

En otras palabras, ahora est� describiendo el �rea alrededor del trono de Dios. Estas criaturas estaban bajo el trono de Dios. Y esto era como un cristal impresionante.
Juan vio este mar de vidrio semejante al cristal que estaba all� ante el trono de Dios. Y a medida que lea Apocalipsis 4, encontrar� que se asemeja mucho a esta visi�n de Ezequiel cuando estos dos hombres, atados por limitaciones humanas, trataron de describir la escena celestial, el trono de Dios y la gloria de Dios que ellos he aqu� en estas visiones.

Y debajo del firmamento estaban sus alas derechas, y una hacia la otra: cada uno ten�a dos, que cubr�an su costado, cada uno ten�a dos, que cubr�an los costados de su cuerpo ( Ezequiel 1:23 ).

Con dos se tocaban, con dos se tapaban los costados del cuerpo.

Y cuando iban, o� el ruido de sus alas, como el estruendo de muchas aguas ( Ezequiel 1:24 ),

�Has estado alguna vez en las Cataratas del Ni�gara? �Alguna vez has estado en Yosemite en Vernal Falls o Nevada Falls y escuchas este ruido de grandes aguas, una especie de rugido? Y as�, mientras se mov�an hab�a este rugido. El flash es como un rayo y los movimientos de tipo de direcci�n recta.

como la voz del Todopoderoso, la voz de la palabra, como el estruendo de un ej�rcito: cuando se levantaron, bajaron sus alas ( Ezequiel 1:24 ).

Entonces, cuando estaban de pie, sus alas bajaban a su costado.

Y hubo una voz de [este cielo] este firmamento [esta expansi�n sobre ellos] que estaba sobre sus cabezas, cuando se pararon, y hab�an bajado sus alas. Y sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas hab�a la semejanza de un trono, como la apariencia de una piedra de zafiro [que es azul]: y sobre la semejanza del trono hab�a una semejanza como la apariencia de un hombre encima de �l. Y vi el color del �mbar, como la apariencia de fuego alrededor de �l, desde el aspecto de sus lomos hacia arriba, y desde el aspecto de sus lomos hacia abajo, vi como una apariencia de fuego, y ten�a brillo alrededor.

Como el aspecto del arco que est� en las nubes en el d�a de la lluvia, as� era el aspecto del resplandor en derredor. Esta era la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehov�. Y cuando lo vi, ca� sobre mi rostro, y o� la voz de uno que hablaba ( Ezequiel 1:25-28 ).

Entonces, puede resultarle interesante cuando tenga su propio estudio para leer Daniel 7:9 y 10, ya que Daniel describe su visi�n de Dios. Isa�as cap�tulo 6, cuando describe su visi�n del trono de Dios, y luego Apocalipsis cap�tulo 4, como Juan describe la suya, y los pones todos juntos y obtienes una muy buena composici�n de c�mo debe ser la escena celestial.

Este arco, Juan lo describe en Apocalipsis cap�tulo 4, un arco como esmeralda, una especie de color verdoso que est� alrededor del trono de Dios. Ezequiel lo describe aqu�. John tuvo la misma reacci�n de simplemente caer sobre su rostro. Daniel estaba d�bil como resultado de su visi�n. Simplemente estaba totalmente debilitado por eso. Ezequiel cay� sobre su rostro y oy� la voz de uno que hablaba.
Ahora, los aficionados a los platillos voladores declaran que Ezekiel en realidad vio un platillo volador.

Que hay seres extraterrestres que han visitado la tierra y han estado visitando la tierra durante el periodo hist�rico del hombre. Y que en realidad explican muchos de los fen�menos de la historia que de otro modo ser�an inexplicables, algunos de los gigantescos proyectos de construcci�n del hombre antiguo, que todav�a nos desconciertan hoy. Y ellos, por supuesto, salen al desierto o a varias �reas, y tienen estos avistamientos de estos platillos voladores, y hay much�simo que se ha escrito, se ha discutido, se ha hablado sobre platillos voladores, y Ha habido muchos informes y muchos fen�menos interesantes en torno a estos platillos voladores.


Muchos de ellos pueden explicarse como, quiz�s, gases de pantano y otras cosas, pero hay otros que hombres razonablemente inteligentes han expresado y descrito y es dif�cil descartarlos a todos.
A Lambert Dolphin, un cient�fico de la Universidad de Stanford, uno de los cient�ficos, creo que su �rea es la de la astrof�sica, un hombre bastante destacado y muy inteligente, se le pidi� que hablara en una de estas convenciones de platillos voladores.

As� que prepar� un documento sobre platillos voladores en el que pens� que, antes de la convenci�n, desacreditar�a a fondo todo este platillo volador como... lo que �l pensaba que era mitolog�a. Y lo estaba abordando desde un punto de vista puramente cient�fico, e iba a tomar muchos de los conceptos que ten�an sobre el movimiento de las fuerzas magn�ticas y todo eso, y buscar�a desacreditarlo completamente, desde un punto de vista cient�fico.


Mientras estaba sentado en la plataforma, y ??hab�a unas tres mil personas en esta convenci�n, el orador, y por supuesto, estaba interesado en que no fueran personas raras. Sabes, crees que las personas que ven platillos voladores y todo eso son una especie de personas marginales y raras. Pero se dio cuenta de que entre ellos hab�a profesores, otros cient�ficos, agentes del orden p�blico, una amplia muestra representativa de nuestra sociedad.


El l�der de la convenci�n pregunt� a la gente: "�Cu�ntos de ustedes han visto alguna vez un platillo volador?" Y se sorprendi� de que cerca de dos tercios de las manos en el auditorio se levantaran. La gente hab�a dicho que hab�an visto platillos voladores. Luego pregunt�: "�Cu�ntos de ustedes han sido llevados a bordo de un platillo volador?" Y la tercera parte del pueblo levant� la mano. Y empez� a preocuparse un poco. Cuando se puso de pie para hablar, escuch� un grito que lo distra�a mucho.

Y se pregunt�: "�De d�nde viene eso?" Y mir� alrededor de la audiencia para ver en qu� direcci�n podr�a estar mirando la gente, porque pens� que aquellos que estaban m�s cerca del ruido de los gritos lo estar�an mirando y podr�a localizar d�nde estaba y luego pedirle a los ujieres o a alguien que se cuidara. de eso y deshacerse de �l. Pero dijo, de repente se dio cuenta de que nadie estaba mirando a ning�n lado y que �l era el �nico que estaba escuchando este ruido de gritos.

Y a este hombre de ciencia le lleg� de repente la conciencia: "Oye, todo esto es demon�aco". Y se conmovi� tanto que no pudo entregar su art�culo en el que iba a desacreditar toda la teor�a o las ideas, los conceptos del platillo volador. Estaba totalmente conmocionado.
Ahora, lo interesante para m� es que estas personas tratan de traer a Ezequiel a su redil, a su n�mero. "Mira, lo describe.

�l lo describe perfectamente en su libro.� Un momento, �qu� describe Ezequiel? Como dije, en el cap�tulo 10 Ezequiel nuevamente lo describe, pero nos dice de qu� se trata, �Estos son los querubines que est�n all� delante del trono de Dios". Estas ruedas dentro de las ruedas, con los rel�mpagos y los movimientos y dem�s. Y si los escuchaste describir c�mo los platillos voladores se mueven en el tipo de l�neas rectas, no hacen un amplio arco cuando giran. .

Ellos simplemente... tipo de movimiento en l�nea recta, siendo capaces de cambiar de direcci�n y as� sucesivamente con una velocidad tremenda. Capaz de flotar y luego moverse repentinamente a velocidades tremendas.
�Es posible que estas personas que est�n viendo estos ovnis tambi�n est�n incursionando en el ocultismo y est�n viendo querubines ca�dos? Sabemos que cuando cay� Satan�s, la tercera parte de la hueste ang�lica se fue con �l. Es interesante que la Biblia dice que Satan�s era en verdad un querub�n.

�l era el ungido, no un querub�n, porque querub�n es plural. Querub�n es el singular. Era un querub�n ungido que cubr�a. Pero hay querubines, plural. Es muy posible que estemos tratando en un �rea interesante de lo oculto y que existan estos querubines que se est�n haciendo visibles para aquellos que est�n incursionando en ese �mbito del ocultismo.
Ahora, lo que Ezequiel vio fueron los querubines all� en el trono de Dios, pero tambi�n estar�a de pie que los querubines que cayeron tendr�an una semejanza o apariencia y movimientos similares.

Entonces, es posible que no podamos descartar completamente todo este fen�meno de los platillos voladores como un mont�n de basura, pero de hecho podr�a ser que en estos �ltimos d�as, las fuerzas sat�nicas est�n creciendo, en cuanto a las demostraciones de su poder. Que como fue en los d�as de No�, as� ser� en los d�as de la venida del Hijo del hombre. Y hubo una fuerte actividad demon�aca en los d�as de No�, y estamos llegando nuevamente al �rea de una fuerte actividad demon�aca.


Ahora lo ofrezco solo como una sugerencia. No te estoy declarando, "Oh, tengo una gran verdad misteriosa que estoy revelando ahora, ya sabes. Esta es la forma en que sucedi� o esta es la forma". Es s�lo una sugerencia. Algo sobre lo que pensar. Y lo dejar� as�. "

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Ezekiel 1". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/ezekiel-1.html. 2014.