Bible Commentaries
Ezequiel 44

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-31

Ahora que llegamos al cap�tulo 44, llegamos a una profec�a que a menudo se malinterpreta. Y debo confesarte que muchas veces he malinterpretado esta profec�a. Y a medida que lo leo con m�s cuidado y lo he le�do con m�s cuidado esta vez, y este es uno de los problemas que tengo con esta �ltima porci�n de Ezequiel, que cada vez que lo leo me parece ver algo m�s que no entend� del todo. Entiendo antes y todo mi punto de vista tiene que cambiar de nuevo.

Pero �l me hizo volver al camino de la puerta del santuario exterior que mira hacia el oriente; y se cerr� ( Ezequiel 44:1 ).

Ahora, pasa a Jerusal�n hoy y la puerta este del muro de Jerusal�n est� cerrada. Ha sido tapiado. Hay piedras grandes, y la puerta est� cerrada. Y a menudo se�alar�n esta puerta y les declarar�n que esta puerta cerrada es en realidad el cumplimiento de Ezequiel 44. Y que esta puerta est� cerrada y se cerrar� hasta que el pr�ncipe entre por la puerta. Pero si lo lees todo cuidadosamente, te dar�s cuenta, en primer lugar, de que el pr�ncipe aqu� no es Jesucristo.

Porque a medida que avanzamos un poco m�s, el pr�ncipe tiene hijos a quienes les da su herencia. El pr�ncipe se menciona unas trece veces aqu� y ser� un pr�ncipe, pero no como a menudo hemos pensado que es Jesucristo. La puerta que est� aqu� cerrada est� abierta para el pr�ncipe. Lo usa como entrada y como salida, esa es la puerta hacia el este, y es solo para su entrada al atrio. Esos otros que entran vienen de las puertas del norte y del sur.

Pero no es la puerta que hoy se llama Puerta Dorada en el muro este del antiguo muro de Jerusal�n.
Ahora, la raz�n por la cual esa puerta est� cerrada y tapiada es que alguien malinterpret� esta profec�a hace mucho tiempo. Del pr�ncipe o el Mes�as entrando por la puerta del este y pensaron que impedir�an Su venida sellando esa puerta hacia el este. Pero a medida que leo esto con m�s atenci�n, encuentro que esta es la puerta del santuario.

Estar� en este nuevo templo y es la puerta al santuario mismo, y por lo tanto no puede ser esa puerta hacia el este que encuentras bloqueada all�. Y le sugiero que lea esto de nuevo con m�s cuidado. Ahora, encontr� esto una gran decepci�n, porque me encanta se�alar esa puerta a la gente y leerles esta profec�a de Ezequiel, y mostrarles c�mo, "Mira, est� sellada, est� cerrada, y va a permanecer as� hasta que entre el Mes�as Pr�ncipe.

"
Pero aqu� no se hace referencia al pr�ncipe como el Mes�as, ni como David. Ahora, en otros lugares s� tenemos al Pr�ncipe David y la referencia all� y el pr�ncipe definitivamente all� es Jesucristo. Pero este pr�ncipe nunca se menciona como David aqu� en el cap�tulo cuarenta y cuatro en adelante, y habla mucho del pr�ncipe, y como digo habla de sus hijos a quienes les da una herencia y de sus siervos.

Y eso pr�cticamente excluye a Jesucristo como pr�ncipe.
Pero como lo leemos, "Me hizo volver al camino de la puerta del santuario exterior que mira hacia el oriente, y estaba cerrada".

Entonces me dijo el SE�OR; Esta puerta estar� cerrada, no se abrir�, y nadie entrar� por ella; porque Jehov� Dios de Israel ha entrado por ella, por tanto, ser� cerrada ( Ezequiel 44:2 ).

La gloria del Se�or entr� por la puerta del oriente y por eso deb�a cerrarse.

Pero es para el pr�ncipe; el pr�ncipe, se sentar� en ella para comer pan delante de Jehov�; por el camino del p�rtico de la puerta entrar�, y por el camino de la misma saldr�. Y luego me llev� por el camino de la puerta del norte, delante de la casa; y mir�, y he aqu�, la gloria de Jehov� llen� la casa de Jehov�; y ca� sobre mi rostro ( Ezequiel 44:3-4 ) .

Entonces, dando la vuelta a esta puerta hacia el norte, Ezequiel mir� hacia adentro, as� como la gloria del Se�or llen� el templo de Salom�n, as� la gloria del Se�or llen� el �rea del templo, y Ezequiel cay� sobre su rostro.

Y me dijo Jehov�: Hijo de hombre, mira bien, y mira con tus ojos, y oye con tus o�dos todo lo que yo digo acerca de todas las ordenanzas de la casa de Jehov�, y todas sus leyes; y tened muy en cuenta la entrada de la casa, y cada salida del santuario ( Ezequiel 44:5 ).

As� que ahora el Se�or le dice que haga una cuenta cuidadosa de esto, an�telo bien.

Dir�s al rebelde, a la casa de Israel: As� ha dicho el Se�or DIOS; Oh casa de Israel, bastaos de todas vuestras abominaciones, habiendo tra�do a mi santuario a extra�os, incircuncisos de coraz�n e incircuncisos de carne ( Ezequiel 44:6-7 ),

El ap�stol Pablo habla de la circuncisi�n del coraz�n. Y muchas veces las personas que pasan por un ritual que tiene un simbolismo pronto empiezan a confiar en el ritual, pero no hay realidad. Y por lo tanto es un ritual sin sentido. El ritual de la circuncisi�n era en realidad para hablar de un pueblo que no viv�a seg�n la carne sino que viv�a seg�n el esp�ritu. El corte de la carne, y as� fue la negaci�n de la vida de la carne para vivir la vida del esp�ritu.

Pero el rito en s� no lo garantizaba. Muchas personas que hab�an pasado por el rito de la circuncisi�n todav�a viv�an seg�n la carne. Y as� todo el ritual fue totalmente negado por el hecho de que estaban viviendo seg�n la carne.
Ahora, el ritual del bautismo es para significar que tu viejo hombre fue crucificado y est�s viviendo la nueva vida despu�s de Jesucristo. El hombre viejo seg�n la carne est� muerto; est� enterrado en las aguas del bautismo y ahora tienes una vida completamente nueva en el esp�ritu.

Pero el ritual carece totalmente de sentido si despu�s del bautismo sigues viviendo seg�n la carne, la vida anterior de la carne y seg�n la naturaleza del hombre viejo. Y no me importa de cu�ntas maneras o veces haya sido bautizado; es s�lo un ritual y se convierte en un ritual sin sentido a menos que exista la realidad que se ha llevado a cabo en tu vida. Entonces, lo importante no es si has experimentado el ritual, sino si has experimentado la realidad de la que el ritual es un s�mbolo.


Y entonces �l habla aqu� de la incircuncisi�n del coraz�n y Pablo recoge eso en el libro de Romanos mostr�ndoles a los jud�os que el rito de la circuncisi�n fue totalmente negado por el hecho de que todav�a viv�an seg�n la carne, porque Dios quiere la circuncisi�n. del coraz�n, no de la carne. Y es la circuncisi�n del coraz�n lo que cuenta. Es decir, lo que ha sucedido dentro de tu coraz�n es lo que realmente le importa a Dios, no lo que has hecho en los rituales externos.

Y aqu� es donde la gente de hoy que conf�a en los rituales est� en gran peligro. Porque podr�a ser simplemente algo sin sentido por lo que has pasado. Y la iglesia tiene muchos rituales que se vuelven totalmente sin sentido a menos que exista la realidad correspondiente en tu vida. El ritual no significa nada aparte de la realidad que ha sucedido en tu vida.
As� que dices: "Bueno, yo tomo la comuni�n". Asi que. "He sido bautizado.

" Entonces. Esos son rituales maravillosos. Son rituales muy significativos si la verdad se ha actualizado en tu propia experiencia. Pero hay muchas personas que simplemente conf�an en el hecho de que han tomado la comuni�n para que mis pecados sean lavados. O yo "He sido bautizado, as� que soy una nueva criatura. Pero tiene que haber una realidad correspondiente en nuestras vidas.
Entonces, Dios est� hablando en contra de estos que se han presentado ante �l incircuncisos en sus corazones y en su carne. Y as� en este templo futuro no habr� nada permitido en lo que profane o sea profanado.

Ahora, hay algo interesante para m� cuando llegamos al vers�culo Ezequiel 44:17 .

Acontecer� que [cuando los sacerdotes] entren por las puertas del atrio interior, estar�n vestidos con vestiduras de lino; y no les cubrir� lana, mientras ministran en las puertas del atrio interior, y dentro ( Ezequiel 44:17 ).

Entonces, una vez que entraron en ese atrio interior, el �rea donde los sacerdotes ven�an a ministrar al Se�or las ofrendas y los sacrificios y dem�s, solo se usar�an prendas de lino, no de lana.

Cofias de lino tendr�n sobre sus cabezas, calzoncillos de lino sobre sus lomos; no se ce�ir�n de cosa que haga sudar ( Ezequiel 44:18 ).

Ahora que para m� es extremadamente interesante. Dios realmente no quiere que sudes cuando lo est�s sirviendo. Pero la transpiraci�n es muy a menudo un signo de falta de inspiraci�n. Y cuando no tienes inspiraci�n muy a menudo, necesitas transpirar para pasar. Ahora, Jes�s dijo: "Mi yugo es f�cil, mi carga es ligera" ( Mateo 11:30 ).

Una cosa que Dios nunca quiere es que el hombre se queje de su servicio o de lo que le ha dado a Dios. Es por eso que el Nuevo Testamento nos ense�a que debes determinar en tu propio coraz�n lo que vas a dar. Nadie deber�a presionarte, empujarte, animarte a dar. Pero cada hombre debe determinar en su propio coraz�n lo que va a dar al Se�or y luego debe dar a Dios con un coraz�n gozoso o con un esp�ritu hilarante.

Porque Dios ama al dador hilarante. Dios quiere que seas hilarante por todo lo que le has dado. �l nunca quiere que est�s a rega�adientes o quej�ndote de lo que has dado. Dios no quiere ning�n servicio que requiera sudor.

Dios no quiere ninguna queja por lo que se le ha dado. Por lo tanto, si no puedes dar a Dios de manera divertida, ser�a mejor que no le dieras nada. Especialmente si te encuentras quej�ndote o quej�ndote de lo que le has dado a Dios. Qu� insulto a Dios que anduviera quej�ndome o quej�ndome de lo que di.
Es por eso que somos extremadamente cuidadosos aqu� de nunca tratar de animar a la gente a dar a Dios o incluso animar a la gente a dar a Dios.

De hecho, notaron que estaban en el tercer servicio. Creo que fue esta ma�ana cuando Mark estaba haciendo los anuncios despu�s de que dijo: "Los ujieres ahora vendr�n a recibir la ofrenda". Les he dicho a los j�venes: "Ahora miren, no aceptamos ofrendas de la gente. Recibimos ofrendas". Con gusto recibiremos lo que quieras darle a Dios, pero no te vamos a quitar nada. No queremos quitarte nada.

Si quieres darle a Dios, lo recibiremos, pero depende completamente de ti lo que Dios ha puesto en tu coraz�n. Nunca habr� presiones por compromisos o cualquier otra cosa, porque eso es algo entre t� y Dios. Y cuando se lo das a Dios, debes d�rselo al Se�or de forma divertida, feliz y gozosa, y que el Se�or lo acepte y te bendiga por ello. Pero �l no quiere que salgas de aqu� diciendo: "Ohhh, no s� lo que voy a hacer.

Le he dado tanto a Dios. Ohhh". Dios simplemente no puede soportar eso, y �l no quiere ese tipo de dar. Tampoco quiere un servicio bajo presi�n, donde estoy bajo presi�n; estoy sudando mientras sirvo a Dios. As� que es Es muy significativo para m� que deben usar solo ropa de lino. No deben usar nada que cause sudor.
Ahora, cuando salen al pueblo, entonces se cambian las vestiduras. Y las vestiduras con las que ministraron, las ponen all� en las c�maras sagradas.

Ahora bien, no se rapar�n la cabeza, ni se dejar�n crecer la cabellera; s�lo encuestar�n sus cabezas. Ning�n sacerdote beber� vino cuando entre en el atrio interior ( Ezequiel 44:20-21 ).

De nuevo, Dios no quiere servicio bajo ning�n falso estimulante. Recordamos cuando el tabern�culo fue erigido por primera vez all� en el desierto y el fuego de Dios vino y encendi� las brasas en el altar y el sacrificio fue consumido. Un momento emocionante porque aqu� hubo combusti�n espont�nea. Hab�an puesto el sacrificio sobre el altar, estaban listos para instituir todo cuando vino fuego de Dios y el altar se encendi�.

Un momento emocionante porque la gloria de Dios ascendi� sobre el sagrario. Y todas las personas cayeron sobre sus rostros cuando vieron esto y fue un momento glorioso y emocionante. Dios manifest� Su presencia en medio del pueblo. Y los dos hijos de Aar�n agarraron sus censores peque�os y pusieron incienso en ellos y fueron a ofrecer incienso delante del Se�or, pero encendieron sus censores con fuego que Dios llam� fuego extra�o.

Y el fuego sali� del altar y los dos hijos de Aar�n fueron muertos, fueron consumidos por el fuego que sali� del altar. Y luego el Se�or, al instruir a Mois�s, dijo: "Dile a Aar�n ya sus hijos que no beban vino cuando vengan o antes de que vengan a ofrecer delante del Se�or el sacrificio o cuando vengan delante del Se�or para servir". No estar bebiendo vino. Porque Dios no quiere el servicio de ning�n tipo de falso estimulante.

Dios quiere que tu mente est� totalmente clara. S� lo que estoy haciendo. No estoy siendo falsamente estimulado mientras sirvo a Dios.
S� que Dios me ha perdonado, pero soy culpable de haber estimulado a la gente a servir a Dios con falsos estimulantes. Sol�a ??ofrecer bicicletas a los ni�os si tra�an tantos a la escuela dominical. El que traiga m�s obtendr� un viaje gratis a Disneylandia. Y sol�a ofrecer todo tipo de incentivos para que los ni�os empujaran a sus amigos a la escuela dominical.

Y estos incentivos que estaba ofreciendo a los ni�os eran en realidad falsos estimulantes y yo era culpable de ofrecer este tipo de falsos incentivos para servir a Dios. El �nico incentivo con el que Dios quiere que le sirvas es el incentivo de un coraz�n de amor. Pablo dijo: "Porque el amor de Cristo me constri�e". Y el �nico servicio real que Dios aceptar� de ti es ese servicio que viene de un coraz�n de amor.

Ese es el �nico estimulante que cualquiera de nosotros deber�a necesitar. Cantamos el coro, "Te servir� porque te amo", y de eso se trata. Ese es el est�mulo para servir a Dios. Dios no quiere que le sirvas bajo ning�n otro estimulante. �l no quiere que le sirvas para que puedas complacer al pastor o al presidente del comit�, o a la junta o lo que sea. �l quiere que lo sirvas solo porque lo amas.

Y es por eso que nos hemos alejado totalmente de cualquier tipo de concurso o cualquier otra cosa que pueda crear un falso est�mulo para que la gente sirva a Dios. Por eso nunca le pedimos a la gente que sirva a Dios.
Muchas veces la gente viene y dice: "Hemos estado viniendo a Calvary durante mucho tiempo y sol�amos estar involucrados en la iglesia y nos encanta ense�ar en la escuela dominical. �C�mo llegas a... c�mo te conviertes en un maestro de escuela dominical aqu�?" Y decimos: "Bueno, te acabas de enterar.

Tienes que preguntar." Nadie va a venir a preguntarte poniendo un libro de escuela dominical en tu mano y diciendo: "�Podr�as ense�ar a nuestros alumnos de segundo grado en el tercer servicio?" Si quieres servir al Se�or, hay muchas oportunidades. para que le sirvas a �l, pero nadie te va a presionar ni empujar para que lo hagas. Dios tiene que hacer esa obra en tu coraz�n y t� le vas a servir por amor a �l.

Y de esa manera no tenemos que estar pateando a todos semana tras semana para mantenerlos en marcha. No tenemos que estar presionando.
Regres� a Lubbock, Texas y pastore�... o no pastore�, ministr� durante una semana m�s o menos en una iglesia bautista del sur en Lubbock. Y el pastor all� atr�s dijo algo que pens� que era extremadamente interesante. �l dijo: "Decidimos dejar que cada programa muera de muerte natural". �l dijo: "Decidimos quitar los sistemas artificiales y dejar morir todo lo que no pod�a sobrevivir por s� solo.

No �bamos a mantener las cosas funcionando con sistemas de apoyo artificial". �l dijo: "Hemos estado haciendo eso durante demasiados a�os". con su propio �mpetu. Pens� que era extremadamente sabio. M�s o menos hacemos lo mismo aqu�. No tenemos ning�n sistema de soporte de vida artificial mediante el cual mantenemos vivos los programas.

Y somos muy directos y claros al respecto. Si Dios quiere que algo se vaya, se ir�. �l es capaz de hacerlo funcionar y no vamos a tratar de forzarlo cuando Dios est� tratando de matarlo. D�jalo morir de muerte natural con dignidad y no sigas con estos soportes artificiales.
As� que los sacerdotes no deb�an beber vino cuando entraran en el atrio interior. y sus esposas,

No tomar�n por mujer a la viuda, ni a la repudiada, sino que tomar�n doncellas de la casa de Israel, o viuda cuyo marido fuere sacerdote. Y ense�ar�n a mi pueblo la diferencia entre lo santo y lo profano ( Ezequiel 44:22-23 ),

Esto es algo de lo que habl�bamos esta ma�ana, cu�n importante es para nosotros discernir entre lo santo y lo profano. Y ese es el ministerio de los sacerdotes. Deb�an hacer que ellos, el pueblo, discernieran estas cosas.

En cualquier controversia se presentar�an en juicio; y juzguen seg�n mis juicios; mis leyes y estatutos guardar�n en todas mis asambleas; y santificar�n mis d�as de reposo ( Ezequiel 44:24 ).

Y contin�a dando las leyes y todo lo relacionado con los sacerdotes all� en la Era del Reino.

No recibir�n herencia alguna; porque Jehov� es su heredad ( Ezequiel 44:28 ):

Tanto como lo eran los sacerdotes en el tiempo de Josu� cuando llegaron a la tierra. "

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Ezekiel 44". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/ezekiel-44.html. 2014.