Bible Commentaries
Isaías 22

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-25

Ahora, en el cap�tulo 22, dirige su atenci�n a Jerusal�n, a la que se refiere como el valle de la visi�n. Y esto es,

La carga del valle de la visi�n. �Qu� te pasa ahora que has subido a las azoteas? Que est�s llena de alboroto, ciudad tumultuosa, ciudad alegre: tus muertos no son muertos a espada, ni muertos en batalla. Todos tus pr�ncipes huyeron juntos, fueron atados por los arqueros: todos los que se hallan en ti fueron atados juntos, los que huyeron de lejos. Por eso dije: Apartaos de m�; Llorar� amargamente, no os afan�is por consolarme, por el despojo de la hija de mi pueblo ( Isa�as 22:1-4 ).

Y as� ve que no los matan a espada. Y al ver su destrucci�n, llora. �l dijo: "No intentes consolarme, porque estoy llorando por el despojo de la hija de mi pueblo".

Porque es d�a de angustia, d�a de holladura y de perplejidad por parte del Se�or DIOS de los ej�rcitos en el valle de la visi�n, derribando los muros, y de clamor a los montes. Y Elam llev� la aljaba con carros de hombres y jinetes, y Kir descubri� el escudo. Y acontecer� que vuestros valles escogidos se llenar�n de carros, y la caballer�a se pondr� en orden a la puerta.

Y descubri� la cubierta de Jud�, y miraste en aquel d�a las armas de la casa del bosque. Has visto tambi�n las brechas de la ciudad de David, que son muchas; y has juntado las aguas del estanque de abajo. Y contasteis las casas de Jerusal�n, y derribasteis las casas para fortificar el muro ( Isa�as 22:5-10 ).

Ahora est� hablando de los preparativos que estaban ocurriendo en ese momento en Jerusal�n prepar�ndose para la amenaza de invasi�n de Asiria, que hab�a destruido el Reino del Norte, y ahora Asiria amenazaba con venir con sus ej�rcitos para destruir Jerusal�n. Y entonces Ezequ�as el rey estaba tomando estas precauciones. En primer lugar, cav� este t�nel a unos 1.700 pies desde el manantial de Guih�n hasta el estanque de Silo�.

Viniendo debajo del muro de la ciudad debajo del �rea de Efal all�, la ciudad vieja que... Efal que sub�a del manantial de Gih�n. Y a trav�s de esta roca cavaron este t�nel de 1,700 pies de largo porque el manantial de Gih�n tiene una buena cabeza de agua que fluye por �l constantemente. Y ese era uno de los principales suministros de agua en Jerusal�n. Sucedi� que estaba fuera del muro porque estaba abajo en el Valle de Cedr�n en la base de Ofel all�.

Y entonces, lo que hicieron fue cavar el t�nel y luego taparon el manantial para que los asirios no supieran la fuente del suministro de su agua. Y as� lo desviaron a trav�s de este t�nel. La trajo al estanque de Silo� dentro de las puertas para que tuvieran suministro de agua durante el asedio de los asirios.
Y luego tomaron algunas de las casas y derribaron los muros para fortificar.

.. las casas, las derribaron para fortificar las brechas que hab�a en los muros que rodeaban a Jerusal�n. Y ellos solo estaban fortificando la ciudad y prepar�ndola para esta pr�xima invasi�n de Asiria.

Has hecho un foso entre los dos muros para el agua del estanque viejo ( Isa�as 22:11 ):

Y ellos han hecho todas estas cosas, pero�y esto es a lo que se refiere el profeta en su caso. Hiciste todo, fortaleciste los muros, cavaste la piscina... el t�nel para el agua y dem�s,

pero no mirasteis al que la hizo, ni respetasteis al que la form� ( Isa�as 22:11 ).

En otras palabras, �qui�n cre� el manantial de Gih�n? �Qui�n puso all� la fuente de agua? Trataste de fortalecerte con tu propio ingenio, pero realmente no has buscado en Dios tu ayuda o tu gu�a o tu protecci�n o tu fortaleza.
Este es un error que creo que cometemos a menudo, es que estamos haciendo todo en lo natural, pero no estamos haciendo nada en lo sobrenatural.

No estamos mirando a Dios. No estamos buscando la fuerza de Dios o la gu�a de Dios o la ayuda de Dios. Mucha gente hoy en d�a que est� haciendo todo tipo de cosas para almacenar alimentos y tratando de prepararse para una desolaci�n venidera que imaginan, y en realidad no est�n mirando a Dios. En realidad, no recurren a Dios en busca de gu�a, de ayuda. Realmente no est�n confiando en el Se�or. Est�n confiando en sus propias capacidades. Y as� el profeta los critica por no mirar a Dios.

En aquel d�a llam� el Se�or DIOS de los ej�rcitos al llanto y al luto, a la calvicie y al ce�imiento de cilicio ( Isa�as 22:12 ):

Ahora bien, la calvicie era el rapado de sus cabezas como un voto a Dios. Y Dios los estaba llamando a una consagraci�n y un compromiso con �l. Ahora bien, Dios hab�a dicho: "Si se humillare mi pueblo, invocado por mi nombre, y oraren, y buscaren mi rostro, entonces yo oir� desde los cielos" ( 2 Cr�nicas 7:14 ). Pero en lugar de humillarse y orar y buscar a Dios, estaban tomando todas las precauciones naturales que pod�an, pero sin tener en cuenta a Dios en absoluto.

Ahora bien, Dios espera que usemos sabidur�a y tomemos precauciones naturales. Pero tambi�n quiere que lo miremos a �l y que confiemos en �l. Y cuando Dios nos est� llamando a tiempos de ayuno y oraci�n y de esperar en �l, entonces est� manifiestamente mal que busquemos nuestros propios recursos para nuestra liberaci�n. Y as�, cuando deb�an estar llorando y lament�ndose, ce�i�ndose de cilicio, hac�an fiestas.

Hubo matanza de bueyes, matanza de ovejas, comida de carne, bebida de vino: [y dec�an] comamos, bebamos [y alegr�monos]; porque ma�ana vamos a morir ( Isa�as 22:13 ).

Nos recuerda el mundo en el que vivimos hoy que se enfrenta a una de las mayores crisis en la historia de la humanidad mientras las superpotencias se preparan para la guerra. Mientras Estados Unidos est� desviando m�s y m�s de nuestro presupuesto hacia una postura militar para que podamos contrarrestar la tremenda acumulaci�n militar de Rusia y la superioridad militar que ha ganado. Y las superpotencias se preparan para una superguerra.

Y miramos alrededor a la escena en Am�rica cuando Dios est� llamando al llanto, Dios est� llamando a la oraci�n, Dios est� llamando al cilicio. Vemos a la gente simplemente buscando alegremente el placer, dejando a Dios fuera de sus vidas, y parece ser la actitud: "Come, bebe y divi�rtete, ma�ana moriremos". Y entonces el profeta sale en contra de esto.

Y fue revelado a mis o�dos por Jehov� de los ej�rcitos, Ciertamente esta iniquidad no ser� limpiada hasta que mueras ( Isa�as 22:14 ),

No hay limpieza para ello. El curso est� establecido. La suerte est� echada. No cambiar�n hasta que venga el juicio.

dice el Se�or DIOS de los ej�rcitos ( Isa�as 22:15 ).

Qu� acusaci�n tan terrible e impresionante.

As� ha dicho Jehov� Dios de los ej�rcitos: Ve, ll�vate a este tesorero, a Sebna, que est� sobre la casa, y di: �Qu� tienes aqu�, y a qui�n tienes aqu�, que te has labrado un sepulcro aqu�? , como el que cava para s� un sepulcro en lo alto, y el que cava para s� una morada en una pe�a? He aqu�, Jehov� te llevar� con gran cautiverio, y te cubrir� ( Isa�as 22:15-17 ).

Ahora, mientras todo esto suced�a, aqu� este hombre que era el tesorero de la naci�n estaba construy�ndose de la roca un hermoso sepulcro. Si van a Israel en el Valle de Cedr�n, ver�n algunos hermosos sepulcros que fueron excavados en la roca all� en el Valle de Cedr�n. Y este tipo le estaba cortando uno de estos lujosos sepulcros para s� mismo. Y el profeta Isa�as dice: "Oye, �por qu� te haces un sepulcro de lujo aqu� en la tierra como si fueras a ser enterrado aqu�? Te vas a llevar cautivo y te van a cubrir en alg�n lugar". m�s."
Ya sabes, gente haciendo planes para el futuro. Dios va a interrumpir tus planes.

Seguramente se volver� con violencia y te arrojar� como una pelota en un pa�s grande: all� vas a morir, y all� los carros de tu gloria ser�n la verg�enza de la casa del se�or. Y te echar� de tu puesto, y de tu estado te derribar�. Y acontecer� en aquel d�a que llamar� a mi siervo Eliaquim hijo de Hilc�as, y lo vestir� con tu manto, y lo fortalecer� con tu cinto, y pondr� tu gobierno en su mano, y �l ser� por padre al morador de Jerusal�n, ya la casa de Jud� ( Isa�as 22:18-21 ).

Ahora Sebna era el tesorero, pero Eliaquim tambi�n era uno de los consejeros de Ezequ�as. Ambos eran hombres de estado. Y m�s tarde cuando el Rabsaces, que es uno de los portavoces del rey Senaquerib de Asiria, cuando vino a traer el... no un edicto, sino una demanda de rendici�n del rey Ezequ�as, Eliaquim y Sebna eran dos de los hombres que negociaban en los asuntos de estado. Ahora, Eliaquim evidentemente fue la elecci�n de Dios.

Sebna era un extranjero que estaba usurpando un lugar all�, tratando de construirse una gran tumba para ser enterrado y todo. �l dijo: �Vas a ser llevado y enterrado en otro lugar en una gran tierra�, y todo.
Ahora, en estos dos hombres, Sebna y Eliaquim, tienes uno de estos casos donde tienes una profec�a que est� velada en el cumplimiento cercano y en el cumplimiento lejano. Estaba lidiando con una situaci�n particular.

Estos dos hombres eran en ese momento hombres de estado en Israel. Y Sebna iba a perder su posici�n y Eliaquim fue trasladado�la elecci�n de Dios. Pero desde un punto de vista prof�tico, tenemos aqu� a Sebna como tipo del anticristo ya Eliaquim como tipo de Jesucristo. Y as� como el anticristo vendr� y ser� aclamado y tratar� de congraciarse con Israel, ser� destruido y el verdadero Mes�as, Jesucristo, vendr� y establecer� el reino.

Entonces tienes aqu� tipos de todav�a el futuro. Y entonces, cuando llegas al vers�culo Isa�as 22:22 , se desvanece y Jes�s retoma el vers�culo Isa�as 22:22 cuando est� hablando con la iglesia de Filadelfia. Y �l se est� presentando a S� mismo a la iglesia de Filadelfia en Apocalipsis cap�tulo 3, �Escribe a la iglesia de Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra, y nadie abre" ( Apocalipsis 3:7 ).

As� que Jes�s hace que este vers�culo se aplique a �l. Por eso decimos que tuvo un cumplimiento inmediato, pero tambi�n mir� hacia abajo prof�ticamente y sin embargo tiene un cumplimiento futuro ya que Jes�s toma estas mismas palabras del vers�culo Isa�as 22:22 y se las aplica a S� mismo.

Y la llave de la casa de David pondr� sobre su hombro ( Isa�as 22:22 );

Ese es Eliaquim.

y �l abrir�, y nadie cerrar�; y �l cerrar�, y nadie abrir�. Y lo clavar� como un clavo en lugar seguro; y ser� por trono de gloria a la casa de su padre ( Isa�as 22:22-23 ).

Y as� irrumpi� una peque�a luz del futuro y luego volvi� a la situaci�n local.

Y colgar�n de �l toda la gloria de la casa de su padre, la descendencia y la descendencia, todos los vasos peque�os, desde los vasos de las copas hasta todos los vasos de los c�ntaros. En aquel d�a, dice Jehov� de los ej�rcitos, el clavo que est� puesto en lugar firme ser� quitado, y cortado, y caer�; y la carga que sobre �l estaba ser� quitada, porque Jehov� lo ha dicho ( Isa�as 22:24-25 ). "

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Isaiah 22". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/isaiah-22.html. 2014.