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the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Isaías 26

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

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Versículos 1-21

Vayamos al cap�tulo 26 de Isa�as al comenzar nuestro estudio esta noche.

Ahora Isa�as 26:1-21 va junto con Isa�as 25:1-12 porque declara,

En aquel d�a ( Isa�as 26:1 )

�En qu� d�a? En el d�a en que est�n sucediendo las cosas sobre las que escribi� en el cap�tulo 25. �Y cu�les son las cosas sobre las que estaba escribiendo en el cap�tulo 25? �Cu�les son los d�as sobre los que estaba escribiendo? Vers�culo Isa�as 26:8 , "�l devorar� a la muerte en victoria; y el Se�or Dios enjugar� las l�grimas de todos los rostros; y quitar� la reprensi�n de Su pueblo de sobre toda la tierra, porque el Se�or lo ha dicho. .

Y se dir� en aquel d�a: 'He aqu�, este es nuestro Dios; en �l hemos esperado, y �l nos salvar�: �ste es el Se�or; le hemos esperado, nos gozaremos y nos regocijaremos en su salvaci�n� ( Isa�as 25:8-9 ). As� que es el d�a en que Jes�s establece Su reino sobre la tierra. Ese d�a por el cual hemos estado orando cuando orar, "Venga tu reino" ( Mateo 6:10 ) As� en aquel d�a cuando Su reino sea establecido.

este c�ntico ser� cantado en la tierra de Jud�; Tenemos una ciudad fuerte; salvaci�n pondr� Dios para los muros y baluartes. Abrid las puertas, para que entre la naci�n justa que guarda la verdad. Porque t� guardar�s en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. Conf�a en el SE�OR para siempre: porque en el SE�OR JEHOV� est� la fortaleza eterna ( Isa�as 26:1-4 ):

Hermosos versos de la escritura. Me encanta esa promesa! "T� guardar�s en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera". En el Nuevo Testamento Pedro habla de la paz que sobrepasa el entendimiento humano. El mundo no puede entender la paz que tenemos en Cristo Jes�s. Jes�s dijo: "La paz os dejo, mi paz os doy. Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro coraz�n, ni tenga miedo" ( Juan 14:27 ). Y el efecto de la justicia, dice la Biblia, es la paz. Hay una caracter�stica o cualidad que nosotros como cristianos debemos poseer, y esa es la paz de Dios en nuestros corazones y vidas.

Ahora bien, para tener la paz de Dios, es necesario ante todo tener paz con Dios y esto s�lo es posible a trav�s del sacrificio de Jesucristo. Porque la escritura dice: "Porque �l ha hecho la paz a trav�s de Su sangre" ( Colosenses 1:20 ). �l ha hecho una base para que tengas paz con Dios por el derramamiento de Su sangre y as� el perd�n de nuestros pecados.

As� que eso es primero y b�sico que experimentes paz con Dios. Ya no se rebela contra la ley de Dios, sino que ahora busca someterse a la ley de Dios. Ya no huyendo de Dios, sino rindi�ndose a Dios. Y luego tienes paz con Dios cuando te rindes y recibes a Jesucristo.

Pero es triste que hay muchos, muchos cristianos que tienen paz con Dios que ha sido establecida a trav�s de Jesucristo, pero nunca han entrado en esa experiencia de conocer la paz de Dios que mantiene sus corazones, sus mentes, sus vidas firmes en Cristo. As� que es importante que tengas m�s que solo paz con Dios; es importante que experimentes la paz de Dios. Ahora bien, esta es una referencia a la paz de Dios: "T� lo guardar�s en perfecta paz.

"
�C�mo puedo conocer esa paz perfecta de Dios dentro de mi coraz�n viviendo en un mundo que est� tan lleno de caos, agitaci�n, luchas? �C�mo puedo conocer esa paz? "Aquellos cuya mente est� puesta en Ti". Ahora realmente no puedes experimentar la paz de Dios que vas recibiendo, mirando constantemente las cosas del mundo, tienes que apartar la mirada de las pruebas, tienes que apartar la mirada de la locura de este mundo y mirarlo a �l.

Mant�n tu mente firme en �l. Cu�ntas veces el Se�or tiene que traer mi mente de regreso a �l. Empiezo a enojarme. Puedo tan emocionado, en la agitaci�n. "�Mira lo que est�n haciendo! No pueden hacer eso. Yo no..." El Se�or dice: "Oye, espera un momento. �Qui�n dirige esto?" "T� lo eres, Se�or". "Entonces, �qu� es lo que te emociona?" "No lo s�. Solo me gusta emocionarme, supongo".
Pero aprendes a girarlo.

Traes los pensamientos en cautiverio a la obediencia de Jesucristo. Y Dios muy a menudo te detendr�. Empiezas a preocuparte por un problema. Y Dios te detendr� y te dir�: "Oye, espera un minuto. Estoy en el trono. Tengo el control". Y a medida que tu mente se vuelve hacia �l, entonces la paz de Cristo comienza a llenar tu coraz�n y tu vida. Oh, esta es una experiencia tan gloriosa, la paz de Dios.

Esa paz perfecta, esa paz completa cuando mi mente permanece en �l. S�lo s� que �l se va a encargar.
Tantas, muchas veces el Se�or me recuerda que esta es Su iglesia. Surgir�n problemas. Empiezo a preguntarme: "Oh, �qu� vamos a hacer al respecto? Oh, tal vez deber�amos hacer esto, tal vez deber�amos hacer aquello". Y el Se�or me hablar� y dir�: "�De qui�n es la iglesia?" �Es Tu iglesia, Se�or.

�l dijo: "Entonces d�jalo en paz". D�jame ejecutarlo. Es Mi iglesia. No te preocupes por eso. Yo me ocupar� de eso". �Muy bien! �Qu� f�cil puede ser pastorear Su iglesia. Si trato de pastorear mi iglesia, me volver�a absolutamente loco. �Ser�a imposible! Pero es Su iglesia, y mientras Lo recuerdo, estoy en buena forma. Cuando lo olvido, realmente empiezo en picada hasta que el Se�or me recuerda: "�De qui�n es la iglesia?" Y debemos recordar eso.

�T� guardar�s en perfecta paz a aquel cuya mente�� Es Su ministerio. es Su obra. "cuyo pensamiento en ti persevera, porque en el Se�or conf�a". Y luego el mandamiento: "Conf�a en el Se�or para siempre, porque el Se�or Jehov� es nuestra fortaleza eterna".

Porque �l derriba a los que moran en lo alto; la ciudad encumbrada, la abate; lo abate hasta el suelo; la lleva hasta el polvo. El pie la hollar�, los pies de los pobres, y los pasos de los necesitados. El camino de los justos es la rectitud: t�, enderez�simo, sopesas el camino de los justos. S�, en el camino de tus juicios, oh SE�OR, te hemos esperado; el deseo de nuestra alma es tu nombre, y tu recuerdo.

Porque con mi alma te he deseado en la noche; s�, con mi esp�ritu dentro de m� temprano te buscar�; porque cuando tus juicios est�n en la tierra, los habitantes del mundo aprender�n justicia ( Isa�as 26:5-9 ).

Entonces comienza a hablar de los juicios de Dios. Ahora esperaba la Era del Reino, el glorioso d�a del Se�or. En ese d�a la paz perfecta que experimentaremos. Pero antes de que venga ese d�a del Se�or, vendr� un d�a de juicio, el juicio de Dios sobre la tierra. Y cuando los juicios de Dios est�n sobre la tierra, los habitantes del mundo aprender�n justicia. Dios va a derribar en juicio a los que moran en lo alto. Y as� declara,

Que se muestre favor a los imp�os ( Isa�as 26:10 ),

Y esto no es una petici�n. En realidad, solo est� diciendo: "Si muestras favor a los malvados".

mas no aprender�n justicia ( Isa�as 26:10 ):

En otras palabras, parece que la gente no crece tanto en los buenos tiempos como en los malos. Parece que cuando la gente es bendecida, cuando una naci�n es bendecida, se olvidan de Dios. Ya no invocan al Se�or. Pero cuando comienzan a llegar tiempos dif�ciles, entonces la gente se vuelve al Se�or. Es tan f�cil confiar en tu prosperidad material. Es tan f�cil mirar a una naci�n que es fuerte y pr�spera y decir: "Bueno, �mira lo que la libre empresa ha hecho por los Estados Unidos!" Y comenzar a atribuir las bendiciones de Dios a ciertos atributos de nuestra naci�n.

Nuestra naci�n es fuerte, nuestra naci�n es poderosa, nuestra naci�n es grande porque Dios la hizo fuerte, poderosa y grande; no porque tengamos alg�n sistema superior al resto del mundo. No es una victoria de la democracia sobre una dictadura. Y cometemos un error cuando observamos las caracter�sticas de la libre empresa u otras cosas y decimos: "Bueno, por eso nuestra naci�n es fuerte".
Ahora, en el tiempo de gracia, en el tiempo de bendici�n, los malvados realmente no piensan en Dios.

No se vuelven a Dios. Pero es en el tiempo de adversidad cuando tus juicios est�n en la tierra, los habitantes del mundo aprender�n justicia. Entonces, "Que se muestre favor a los imp�os", eso no significa... que no es una oraci�n. "Que se muestre el favor". Como ese vers�culo de las Escrituras, "Evita la vara y despoja al ni�o". Mi hijo pens� que era un mandamiento. Y cuando comenc� a usar la vara, dijo: "Pero la Escritura dice: 'Evita la vara y malcr�a al ni�o.

'" Pero eso es una declaraci�n. Si no usas la vara, vas a malcriar al ni�o. No es algo que... No es un mandamiento, algo que se supone que debes hacer. Es una declaraci�n de lo que Suceder� si no usas la vara. Y aqu�, esto es solo una declaraci�n. "Si se muestra favor al imp�o, no aprender� justicia".

en tierra de rectitud har� iniquidad, y no contemplar� la majestad de Jehov� ( Isa�as 26:10 ).

No podr� ver la gloria de Dios. No mantendr� la justicia.

SE�OR, cuando tu mano est� alzada, no ver�n; pero ver�n, y se avergonzar�n por su envidia del pueblo; s�, el fuego de tus enemigos los devorar�. SE�OR, t� nos dar�s paz, porque tambi�n hiciste en nosotros todas nuestras obras. Oh SE�OR Dios nuestro, otros se�ores fuera de ti se han ense�oreado de nosotros; mas en ti solo haremos menci�n de tu nombre ( Isa�as 26:11-13 ).

Ahora bien, este es Israel hablando al Se�or sobre el trato de Dios con Israel cuando el juicio de Dios vino sobre la tierra; Ense�� al pueblo la justicia. En el tiempo de su prosperidad se olvidaron de Dios. Dieron la espalda a Dios y fueron devorados por sus enemigos. Ahora dicen: "Se�or, otros se�ores adem�s de ti se han ense�oreado de nosotros". Hab�an sido gobernados por otras naciones; otras fuerzas hab�an entrado. "Pero s�lo por Ti haremos menci�n de Tu nombre".

Porque estas naciones [que una vez nos gobernaron] est�n muertas, no vivir�n; han muerto, no resucitar�n: por eso los visitaste y los destruiste, y todo su recuerdo hiciste perecer ( Isa�as 26:14 ).

Es decir, las naciones que una vez dominaron a Israel. Ahora, hay algunas personas que usan este vers�culo en particular para ense�ar la aniquilaci�n de los malvados, que Dios finalmente los aniquilar� a todos. Hay otras escrituras que parecer�an indicar lo contrario, especialmente las de los evangelios, las referencias que Jesucristo hizo a la Gehena.

T� has aumentado la naci�n, oh SE�OR, t� has aumentado la naci�n: t� eres glorificado: t� la has alejado hasta todos los confines de la tierra. SE�OR, en la angustia te han visitado; derramaron una oraci�n cuando tu castigo estaba sobre ellos ( Isa�as 26:15-16 ).

Entonces, en el momento en que Dios comenz� a castigarlos, se volvieron a Dios. Ellos comenzaron a orar.

como mujer que est� de parto, acerc�ndose el tiempo del parto, y llora de sus dolores; as� hemos sido ante tus ojos, oh SE�OR. Hemos estado encinta, hemos tenido dolores, hemos tenido como un viento; ninguna liberaci�n hemos hecho en la tierra; ni han ca�do los habitantes del mundo ( Isa�as 26:17-18 ).

Ahora Dios les responde y declara:

Tus muertos vivir�n, con mi cuerpo muerto resucitar�n. Despertad y cantad, moradores del polvo, porque tu roc�o es como el roc�o de la hierba, y la tierra arrojar� sus muertos ( Isa�as 26:19 ).

Ahora bien, este vers�culo es dif�cil de entender y es por eso que los traductores han agregado algunas palabras que est�n escritas en cursiva. Pero esas palabras que est�n en cursiva son palabras que los traductores han agregado para tratar de traer alg�n entendimiento a esta escritura en particular. Mientras Dios responde y dice: "Tus muertos", los traductores han agregado hombres; "vivir�", y se han sumado junto con; "Se levantar�n de mi cuerpo muerto. Despertad y cantad, vosotros que mor�is en el polvo: porque vuestro roc�o es como el roc�o de las hortalizas, y la tierra arrojar� los muertos".

Ahora, cuando Jes�s muri� en la cruz, descendi� al infierno. Esto es lo que nos declaran las escrituras en Hechos el segundo cap�tulo. Porque la promesa de Dios le fue dada: "No dejar�s mi alma en el infierno, ni permitir�s que el Santo vea corrupci�n" ( Salmo 16:10 ). Cuando le pidieron a Jes�s una se�al, dijo: "La generaci�n mala y ad�ltera demanda se�al, pero se�al no le ser� dada, sino la se�al del profeta Jon�s.

Porque como estuvo Jon�s en el vientre de la ballena tres d�as y tres noches, as� estar� el Hijo del hombre en el coraz�n de la tierra tres d�as y tres noches� ( Mateo 12:40 ).

El ap�stol Pablo nos dice en Efesios 4:1-32 que, "El que ha ascendido [Cristo] es el mismo que primero descendi� a las partes m�s bajas de la tierra. Y cuando ascendi�, llev� a los cautivos de sus cautividad" ( Efesios 4:8-9 ).

Ahora, antes de la muerte y resurrecci�n de Jesucristo, hasta que se pagara el precio por el pecado del hombre, los justos del per�odo del Antiguo Testamento no pod�an entrar al cielo cuando mor�an, sino que se les hac�a esperar en la tumba.

La mejor descripci�n de esto nos la da Jesucristo en el evangelio de Lucas, cap�tulo 16, cuando nos habl� de cierto hombre rico que se alimentaba con esplendor todos los d�as. Y el pobre que era tra�do diariamente y puesto en su puerta, lleno de llagas, los perros vinieron y lamieron sus llagas y sobrevivi� de las migajas que ca�an de la mesa del hombre rico. Y el rico muri�. �Muri� el pobre�, dijo, �y fue llevado por los �ngeles al seno de Abraham.

Adem�s, el hombre rico tambi�n muri� y en el infierno, alz� sus ojos siendo atormentado y viendo de lejos a Abraham. Y all� estaba L�zaro, el hombre que hab�a reconocido, el mendigo que hab�a estado a su puerta siendo consolado por Abraham."
�l dijo: "Padre Abraham, ten piedad de m� y env�a a L�zaro para que tome su dedo y lo moje en agua. y toca mi lengua. Estoy atormentado en este calor." Abraham dijo: "Hijo, recuerda que en tu vida tuviste cosas buenas.

L�zaro malvado. Ahora �l es consolado mientras t� est�s atormentado. Y adem�s de esto, hay un abismo que se ha fijado entre nosotros. Y es imposible que los que est�n aqu� pasen all�; o aquellos de all� que vengan aqu�.� Ahora, esa es una declaraci�n bastante directa para cualquiera de ustedes que est� esperando una segunda oportunidad despu�s de que est� muerto.
Jes�s declar� que era imposible cruzar ese abismo una vez que estaba muerto.

Y �l dijo: "Te ruego entonces que si �l no puede venir a m�, m�ndalo de regreso para que pueda advertir a mis hermanos. No quiero que vengan a este horrible lugar". Y �l dijo: "Tienen a Mois�s ya los profetas. Y si no creen a Mois�s ya los profetas, tampoco creer�n aunque alguno regrese de entre los muertos". Entonces Jes�s nos describe c�mo era el infierno. La tumba, Seol, Hades.

Ahora, cuando Jes�s muri�, descendi� al Seol o Hades. Y all� les predic� a aquellas almas que estaban en prisi�n. Pero aqu� en Isa�as, cap�tulo 61, una profec�a acerca de Jesucristo declara: "El Esp�ritu del Se�or Dios est� sobre m�, por cuanto me ha ungido el Se�or para dar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de coraz�n. , para proclamar libertad a los cautivos, y apertura de la c�rcel a los presos� ( Isa�as 61:1 ). A los que estaban atados en el sepulcro, en la c�rcel, les proclam� libertad. As� que cuando ascendi�, llev� a los cautivos de su cautiverio.

Ver�, se nos dice que esos hombres de fe en el Antiguo Testamento todos murieron en la fe pero no recibieron la promesa de la resurrecci�n. Dios habiendo reservado algo mejor para nosotros que ellos aparte de nosotros no podr�an llegar al estado completo. Entonces Abraham y todos los creyentes del Antiguo Testamento murieron en la fe. Sin embargo, debido a que sus pecados no fueron quitados, no pudieron entrar en la escena celestial.

Fue necesario el sacrificio de Jesucristo para quitar los pecados. Ahora la sangre de toros y machos cabr�os pod�a cubrir el pecado. Era una cubierta temporal que esperaba con fe la obra que Dios iba a hacer. Pero era imposible que la sangre de toros o machos cabr�os pudiera quitar el pecado. Eso tom� la sangre de Jesucristo. Y entonces Jes�s, cuando derram� Su sangre, hizo la provisi�n para que todos los hombres vinieran a Dios y �l descendi� y primero tom� a aquellos que hab�an muerto en la fe creyendo y confiando en que Dios enviar�a al Mes�as y al Salvador. Les predic� la liberaci�n de Dios y la redenci�n de Dios. Y cuando ascendi�, llev� consigo a los cautivos de su cautiverio.

Y en el evangelio de Mateo, cap�tulo 27, dice: �Y fueron abiertos los sepulcros de muchos de los santos, y se les vio andar por las calles de Jerusal�n despu�s de su resurrecci�n de entre los muertos� ( Mateo 27:52-53 ). Entonces, creo que este vers�culo en particular es una profec�a que hace referencia a ese evento.

Ese comienzo de resurrecci�n cuando Jes�s sac� a los cautivos de su cautiverio. Y "Tus muertos vivir�n, con mi cuerpo resucitar�n. Despertad y cantad, vosotros que mor�is en el polvo: porque vuestro roc�o es como el roc�o de las hortalizas, y la tierra arrojar� sus muertos". Y eso tuvo lugar en la resurrecci�n de Jesucristo.

Ahora la Biblia dice que, "El que vive y cree en M�", dijo Jes�s, "El que vive y cree en M�, no morir� jam�s" ( Juan 11:26 ). �He aqu�, dijo Pablo, �les mostrar� un misterio. No todos moriremos, pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos� ( 1 Corintios 15:51-52 ). ).

Una metamorfosis va a tener lugar con cada uno de nosotros. �Porque sabemos que cuando se deshagan los tabern�culos de tierra o las tiendas, los cuerpos en que actualmente vivimos, tenemos un edificio de Dios, que no es hecho de manos, que es eterno en los cielos� ( 2 Corintios 5:1 ). Ahora estoy viviendo en esta carpa rota y gastada. Me estoy cansando de eso. Pero eso est� bien. Un d�a me voy a mudar de esta tienda andrajosa y desgastada y me mudar� a una hermosa mansi�n.

Jes�s dijo: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; y si no fuera as�, yo os lo hubiera dicho. Y os voy a preparar una" ( Juan 14:2 ). Y entonces Pablo dijo que tenemos un edificio de Dios, una mansi�n, no hecha de manos, eterna en los cielos. �As� que nosotros, los que estamos en estos cuerpos, solemos gemir muchas veces, deseando ser librados de ellos� ( 2 Corintios 5:2 ).

Mira, la Biblia ense�a que el verdadero yo es el esp�ritu, no el cuerpo. El cuerpo es s�lo una tienda en la que habito temporalmente. Pero el verdadero yo es el esp�ritu. El cuerpo es el medio por el cual mi esp�ritu se expresa. Pero estoy buscando el nuevo cuerpo. El edificio de Dios no hecho de manos que es eterno en los cielos. �Entonces sabemos que cuando esta tienda se deshaga, tenemos un edificio de Dios no hecho de manos, eterno en los cielos.

As� que los que estamos en este cuerpo gemimos muchas veces deseando ser librados. No para ser un esp�ritu sin cuerpo, sino para revestirme del cuerpo que es del cielo. Porque sabemos que mientras estamos en este cuerpo, estamos ausentes del Se�or. Antes preferir�amos estar ausentes de este cuerpo y estar presentes con el Se�or� ( 2 Corintios 5:1-2 ; 2 Corintios 5:6 ; 2 Corintios 5:8 ).

As� que ese d�a glorioso cuando me mude de mi tienda a mi casa donde voy a morar para siempre. Un nuevo edificio de Dios que no puede experimentar dolor. No sabe lo que es la debilidad. No necesitar� dormir y muchas otras cosas. As� que es emocionante anticipar qu� tipo de cuerpo tendr�. El ap�stol Pablo dijo: "Algunos de ustedes dir�n: "�Pero c�mo resucitar�n los muertos y qu� tipo de cuerpo tendr�n?" Y luego les da la ilustraci�n de la diferencia entre plantar una semilla y el cuerpo que sale. del suelo

�l dijo que cuando plantas una semilla en la tierra, todo lo que plantas es el grano desnudo. Pero Dios le da un cuerpo que le agrada. Y el cuerpo que ha de ser no es el cuerpo que t� plantaste. Todo lo que plantas es un grano pelado. Dios le da un cuerpo que le agrada. As� que el grano puede ser trigo o alg�n otro grano, pero el cuerpo que sale no es el cuerpo que se planta. �l dijo: "As� es la resurrecci�n de entre los muertos.

Seremos plantados en debilidad pero resucitaremos en poder. Somos plantados en corrupci�n, resucitados en incorrupci�n. Plant� un cuerpo natural, resucit� como un cuerpo espiritual" ( 1 Corintios 15:42-44 ). Y por eso es muy emocionante para m� la anticipaci�n de mudarme a esta nueva casa, el edificio de Dios que �l ha estado preparando para m�. Que �l est� prometi� que �l vendr�a y me recibir�a para �l. Que donde �l est�, yo tambi�n puedo estar.

Ahora no podr�a estar all� en este cuerpo. Este cuerpo no fue hecho para eso. No me gustar�a estar all� en este cuerpo para decirte la verdad. No quiero usar anteojos para siempre. Odio las gafas. Y hay muchas cosas sobre... Ahora no es... Aprecio el cuerpo que Dios me dio. Dios me dio un cuerpo fuerte y saludable y lo aprecio. Aprecio el hecho de que casi nunca estoy enfermo y todo eso.

Pero puedo verme desmoron�ndome. Puedo ver el deterioro que est� teniendo lugar. Ya no tengo la misma fuerza o resistencia. Simplemente no soy lo que era. Pero gracias a Dios tampoco soy lo que voy a ser. Porque Dios tiene un cuerpo nuevo, un edificio de Dios no hecho de manos, eterno en los cielos. Entonces, esta es una referencia a ese tiempo de la resurrecci�n de Jes�s cuando �l sac� a los cautivos de su cautiverio y los llev� a la gloriosa escena celestial que ahora nos espera.

Y aqu� hay un vers�culo interesante ahora en los vers�culos Isa�as 26:20 e Isa�as 26:21 , como dijo Dios,

Ven, pueblo m�o, entra en tus aposentos, y cierra tras ti tus puertas; esc�ndete como por un momento, hasta que pase la indignaci�n. Porque he aqu� que Jehov� sale de su lugar para castigar a los moradores de la tierra por su iniquidad; y la tierra descubrir� su sangre, y nunca m�s cubrir� sus muertos ( Isa�as 26:20-21 ).

Ahora bien, esta es definitivamente una referencia al per�odo de la Gran Tribulaci�n, los �ltimos tres a�os y medio antes del regreso de Jesucristo. El per�odo cuando la tierra estar� bajo el poder y el control del anticristo y la ira de Dios est� siendo derramada sobre esta tierra por su iniquidad. �Jehov� saliendo de su lugar para castigar a los moradores de la tierra por su iniquidad�. Ahora, �qu� le dice Dios a su pueblo durante este per�odo de tiempo? "Ven, pueblo m�o, entra en tus aposentos, y cierra tras ti tus puertas. Esc�ndete como por un momento, hasta que pase la ira [o la Gran Tribulaci�n]. Porque Dios sale de Su lugar para [�Qu�? para] castigar a los habitantes de la tierra".

Ahora bien, el hecho de que este tiempo de indignaci�n e ira de Dios sea un castigo de los habitantes de la tierra por su iniquidad impide que la iglesia lleve parte de �l. Porque se nos dice: �Dios no nos ha puesto para ira� ( 1 Tesalonicenses 5:9 ). As� que cuando Dios sale de Su lugar para castigar la tierra por su iniquidad, le dice a Su pueblo: "Entra en tus aposentos. Cierra las puertas. Esc�ndete por un tiempo hasta que pase esta indignaci�n".

Esto puede tener una de dos posibles interpretaciones. Posiblemente sea Dios hablando a la naci�n de Israel, el remanente fiel de la naci�n de Israel que �l va a llevar al lugar del desierto que �l ha preparado para ellos, donde ser�n alimentados durante tres a�os y medio hasta que la Gran Tribulaci�n ha terminado. O podr�a ser una referencia a la iglesia. Y no hay forma de que puedas decir que es uno u otro a menos que lo mires con una perspectiva presuposicional de que la iglesia est� pasando por la Gran Tribulaci�n y entonces dir�as que no se refiere a la iglesia. se refiere a Israel. Pero eso es solo interpretar desde una posici�n de presuposici�n, lo que creo que est� mal.

Entonces, teniendo la presuposici�n de que el Se�or va a sacar a Su iglesia antes de que Sus juicios y Su ira se derramen sobre la tierra, posiblemente puedo interpretar esto como una referencia a la iglesia. Donde el Se�or est� diciendo: "�Entra en tus aposentos! Cierra la puerta". Como en Apocalipsis, cap�tulo cuarto, "Y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que o� fue la de un �ngel como de trompeta, que dec�a: Sube ac�, y te mostrar� las cosas que suceder�n despu�s de estas cosas". ( Apocalipsis 4:1 ).

As� que esc�ndete. Y la iglesia all� con el Se�or en el cielo mientras la indignaci�n y la ira de Dios se derrama sobre la tierra. Eso es muy posible. No hay forma de que puedas negar que eso no es cierto. Puede referirse a Israel. No se a que se refiere. Podr�a referirse a ambos. Pero en cualquier caso, un pasaje de las Escrituras muy fascinante por el cual Dios indica que el tiempo de la Gran Tribulaci�n es un tiempo de castigo de Dios por la iniquidad.

Ahora Dios ya ha castigado mis iniquidades. Entonces no es consistente que Dios me castigue por mis iniquidades, porque �l ya castig� a Su Hijo por mis iniquidades. �Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apart� por su camino; y Dios carg� en �l las iniquidades de todos nosotros� ( Isa�as 53:6 ). Cristo llev� el castigo por mi iniquidad.

Y por tanto, no ser�a consecuente que Dios me castigara por mis iniquidades. De eso se trata la salvaci�n y el evangelio. No tienes que soportar el castigo de Dios por tus iniquidades. Jes�s lo tom� por ti. Esas son las buenas noticias que tenemos para este mundo moribundo.

Entonces, "Ven, pueblo m�o, entra en tus aposentos y cierra la puerta hasta que termine el tiempo de la ira. Esc�ndete por un tiempo". As� que me consuela mucho eso. Tengo gran deleite y placer. Aquellos que tienen un punto de vista posterior a la tribulaci�n no obtienen consuelo, ni placer, ni gozo de ese vers�culo de las Escrituras.
"

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Isaiah 26". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/isaiah-26.html. 2014.
 
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