Bible Commentaries
Salmos 123

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-4

A ti levanto mis ojos, oh t� que moras en los cielos. He aqu�, como los ojos del siervo miran la mano de su se�or, y como los ojos de la doncella miran la mano de su se�ora; as� nuestros ojos esperan en el SE�OR nuestro Dios, hasta que �l tenga misericordia de nosotros. Ten piedad de nosotros, oh SE�OR, ten piedad de nosotros, porque estamos muy llenos de desprecio ( Salmo 123:1-3 ).

Es decir, las personas que nos rodean nos desprecian.

Nuestra alma est� muy llena del escarnio de los que est�n c�modos, y del desprecio de los soberbios ( Salmo 123:4 ).

As� que Se�or, vamos a levantar nuestros ojos a Ti que moras en los cielos. Nuestros ojos van a estar fijos en Ti, no en aquellos a nuestro alrededor que nos est�n haciendo pasar un mal rato.
Cu�n importante es cuando estamos pasando por pruebas poner nuestros ojos en el Se�or. Tantas veces ponemos nuestros ojos en las personas y nos metemos en estos conflictos interpersonales con las personas y estamos observando para ver qu� va a hacer a continuaci�n.

Esperando. Lo mejor es que fijes tus ojos en el Se�or. Y entonces dijo: "Como el siervo mira la mano de su se�or".
Ahora el sirviente miraba constantemente, especialmente en una cena o lo que sea, cuando los invitados estaban all�, el sirviente miraba todo el tiempo la mano de su amo. Porque el amo dar�a ciertas se�ales con su mano, esperando que el sirviente captara esas se�ales. Era el deber del sirviente si las cosas se estaban saliendo de orden, si el vino se estaba acabando o algo as�, el amo simplemente hac�a una se�al con la mano y el sirviente sab�a exactamente lo que estaba diciendo.

Y as�, todo el tiempo los ojos del sirviente estar�an pegados a las manos del amo esperando una se�al. Porque si el amo hace una se�al y el sirviente est� en otro lugar y su mente en otro lugar, y �l no est� alerta, entonces realmente est� en problemas. Observando constantemente.
Y lo mismo con las siervas. Mirando a la se�ora, mirando la mano continuamente, porque era con la mano que hac�an sus llamados, sus se�ales.

No queriendo hablar con los sirvientes ni se les daban indicaciones con movimientos de manos. Y as�, "As� como un siervo mantiene su ojo en la mano de su amo, Se�or, voy a mantener mis ojos pegados en Ti". Esa es una buena pol�tica. Solo mant�n tus ojos pegados en el Se�or. La basura que no ves no te va a hacer da�o. "

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Psalms 123". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/psalms-123.html. 2014.