Bible Commentaries
Salmos 137

Comentario Bíblico de SmithComentario de Smith

Versículos 1-9

Sal 137:1-9 es un salmo de cautiverio escrito muchos a�os despu�s del tiempo de David, escrito por uno de los que estaban cautivos en Babilonia.

Junto a los r�os de Babilonia, all� nos sentamos, s�, lloramos, cuando nos acordamos de Si�n. Colgamos nuestras arpas en los sauces en medio de ella. Porque los que nos llevaron cautivos nos pidieron un c�ntico; y los que nos desolaban nos ped�an alegr�a, diciendo: Cantadnos uno de los c�nticos de Sion. Pero, �c�mo cantaremos la canci�n del SE�OR en una tierra extra�a? Si me olvido de ti, oh Jerusal�n, que mi diestra se olvide de su astucia.

Si no me acuerdo de ti, que mi lengua se pegue al paladar; si no prefiero Jerusal�n a mi principal gozo. Acu�rdate, oh SE�OR, de los hijos de Edom en el d�a de Jerusal�n; el cual dijo: Destr�yelo, destr�yelo hasta sus cimientos. Oh hija de Babilonia, que vas a ser destruida; dichoso el que te recompense como nos has servido. Bienaventurado el que tomare y estrellare a tus peque�os contra las piedras ( Salmo 137:1-9 ).

Entonces, el salmo que refleja el cautiverio babil�nico donde los babilonios les exigieron: "Canten algunas de sus canciones". Ahora cantar es una parte muy importante de la vida jud�a. Una cosa que me gusta de los israel�es, incluso hoy en d�a, es su m�sica. Tiene tanta vida. Y tienen grandes festivales de m�sica all� todo el tiempo. Siempre tratamos de comprar los discos de estos festivales de m�sica, aunque no entiendo hebreo; Disfruto escuchando la m�sica.

Hay tanta vida en ello. Muy a menudo, nuestros conductores y gu�as de autob�s se reunir�n por la noche y tendr�n un momento de canto. Y siempre es emocionante, estas tardes de canto. Sus canciones son canciones emocionantes. Simplemente hay mucha acci�n, mucho ritmo, mucha exuberancia en su canci�n. Ya sabes, ellos, "Hava nagila, Hava nagila", ya sabes, y realmente se involucran. Puedes sentirlo, y a estos chicos les encanta cantar.

Es una hermosa experiencia.
Pero como en Eclesiast�s, hay un tiempo para cantar. Y hay momentos en que no tienes ganas de cantar. Y mientras estaban cautivos en Babilonia y pensaban en la desolaci�n de Jerusal�n, era dif�cil cantar de las alegr�as de la tierra, de las bendiciones, de la prosperidad, de la bondad de Dios. Y as�, mientras estaba en Babilonia, las canciones estaban en silencio. "Colgamos nuestras arpas en los sauces.

Simplemente nos sent�bamos junto al r�o y llor�bamos cuando pens�bamos en Jerusal�n". Sus �ltimos recuerdos de Jerusal�n eran el humo humeante que ascend�a de una ciudad que hab�a sido devastada. Mirando hacia atr�s, pod�an ver el templo de Salom�n, una vez glorioso, aplastado. Y al ver la desolaci�n, y fue implantada en sus mentes, ahora record�ndola, dif�cil de
cantar.Ahora el salmista, en primer lugar, se lanza contra los edomitas.

Los edomitas eran los descendientes de Esa�. Eran una especie de enemigos perennes de los jud�os. Muchas batallas contra ellos ya menudo se un�an a cualquiera que atacara a Israel. Ellos tambi�n atacar�an. Cada vez que Israel fuera atacado por cualquiera de los agresores del norte, siempre atacar�an desde el sur. Y cuando los babilonios atacaban, ven�an de Edom y animaban a los babilonios en la destrucci�n de Jerusal�n.

Arrasadlo, arrasadlo hasta sus cimientos. �Acabadlo! "Y Dios, t� los recompensas. Cu�dalos por eso". Y luego, debido a que la Palabra de Dios hab�a predicho la ca�da de Babilonia, el salmista, debido a todas las heridas sufridas por el pueblo a manos de los babilonios, el salmista esperaba con alegr�a la destrucci�n de Babilonia, el enemigo de Dios. .
Ahora, en el Nuevo Testamento, se nos ense�a a amar a nuestros enemigos.

Estas expresiones del salmista realmente no son expresiones de Dios en el sentido de que Dios nunca se deleita en el juicio. Dios nunca se deleita en traer Su juicio sobre un pueblo o una naci�n. Y, sin embargo, muchas veces queremos ver el juicio de Dios caer sobre la cabeza de los imp�os. Dif�cilmente podemos esperar el d�a del juicio de Dios. Pero Dios no est� ansioso por juzgar en absoluto. Dios preferir�a mostrar misericordia, porque Su misericordia es para siempre.

Y Dios se deleita en la misericordia.
Recuerdas cuando Dios envi� a Jon�s a N�nive para advertir a esa ciudad, la capital de Asiria, del juicio inminente, el juicio de Dios que se avecinaba. Jon�s no quer�a ir. �Por qu�? Tem�a que si iba, se arrepintieran y Dios no los juzgara. Quer�a ver el juicio de Dios sobre Asiria. Quer�a ver a N�nive aniquilada. Y as�, para ayudar a asegurar el juicio de Dios contra ellos, trat� de partir hacia Inglaterra para poder escapar del llamado de Dios.

Y m�s tarde, cuando bajo presi�n y coacci�n, fue a N�nive y se arrepintieron en cilicio y cenizas ante el Se�or, y la misericordia de Dios se extendi� hacia ellos, se enoj� con Dios. Sali� y se sent� debajo de un �rbol y dijo: "Est� bien, Dios, l�mpiame". Y Dios dijo: "�Qu� te pasa? �Est� bien que est�s tan enojado?" "Apuesto a que lo eres. Sab�a que eras misericordioso. Lo sab�a. Ten�a miedo de que esto sucediera.

Iban a arrepentirse y luego no los ibas a borrar�. Y estaba enojado porque el juicio de Dios no cay�. Pero Dios no est� ansioso por juzgar.
Creo que muchas veces tenemos un concepto falso en nuestro mente con respecto a Dios, que �l simplemente est� de pie sobre nosotros con un garrote, esperando golpearnos por el primer paso en falso. No es as�. Dios desea mostrar Su misericordia hacia ti y �l solo est� buscando una excusa. �l solo est� buscando para que le des una excusa para decir: "Bueno, est� bien. Te perdono.� Solo busco que digas, �Oh Dios, lo siento.� Porque Su misericordia es para siempre.

Entonces, el salmista expresa, en realidad, un regocijo por la destrucci�n que vendr� sobre Babilonia, pero no es realmente la expresi�n del coraz�n de Dios cuando caiga el juicio. Estoy seguro de que Dios siempre llora por el juicio. Encontramos a Jes�s contemplando la ciudad de Jerusal�n y llorando. �Por qu�? Por el juicio que iba a venir sobre la ciudad. �Jerusal�n, Jerusal�n, si t� supieras las cosas que pertenecen a tu paz al menos en este tu d�a.

Y ahora est�n escondidos de vuestros ojos, y vuestros hijitos van a ser arrojados por las calles� ( Lucas 19:42 ; Lucas 19:44 ). Y �l est� llorando mientras habla del juicio que se avecina. No es un cosa alegre, "Est� bien, ya sabes, nos desquitaremos de ti.

Me rechaz�is, me crucific�is. Cuidaremos de ti, lo sabes. Te subiremos a un menudillo romano y veremos si te gusta". No, en absoluto. Es llanto. Llorar porque sus acciones necesitan el juicio de Dios. Pero llorar por el juicio. Y estoy seguro de que cada vez que Dios est� obligado a juzgar que siempre hay un gran dolor en el coraz�n de Dios".

Información bibliográfica
Smith, Charles Ward. "Comentario sobre Psalms 137". "Comentario Bíblico de Smith". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/csc/psalms-137.html. 2014.